Till Dawn (HS) ➡️Español

By harrysfic

162K 7.5K 2K

"Tenerla en su cama, en sus brazos, con su respiración en su cuello y su cabello cosquilleando sus labios-fin... More

i
ii
iii*
iv
v*
vi*
vii
viii*
ix
x*
xii
xiii
xiv*
xv
xvi
xvii
xviii

xi*

8.8K 412 140
By harrysfic

LEAN POR FAVOR. Chamas, sé que he tardado burda, pero no les voy a mentir, voy a seguir tardando porque ya en la universidad me están mandando a hacer planes de intervención Y APLICARLOS y ando súper cagada porque esa vaina es díficil. Shít is getting real, man. Lo bueno, es que me quedan cinco semanas de clases y después vacaciones otra vez (por un mes nada más) así que, paciencia mi gente. No presionen ni nada porque no les voy a parar bolas. Gracias por la espera y espero que les guste el capítulo. (QUE TRADUJE, RECUERDEN QUE ESTA VAINA ES UNA TRADUCCIÓN. YO NO SOY LA AUTORA.)


"Mamá, no puedo hacer todo eso en tan sólo dos días." Clara pasó una mano por su cabello mientras sujetaba el teléfono entre su hombro y oreja. Sus manos meneaban la masa de galletas que acababa de hacer, la esencia de azúcar y canela invadía toda la cocina.

"¡Seguro que sí! Trabajas en un restaurante por el amor de Dios," La voz animada de su madre la hizo rodar los ojos. En realidad ya no estoy cocinando, quería decirle pero su orgullo detuvo sus palabras.

"¿Por qué no las haces tú?"

"Oh, venga, todos sabemos que tu eres la mejor chef de la familia."

"Cierto," Habló el ego de Clara y asintió con la cabeza. "Bueno, está bien. Pero la torta de queso la haces tú." Su madre hacia una torta de queso todos los años para navidad, una muy extraña costumbre en su familia— el sabor delicioso de la torta ya podía sentirse en su paladar mientras pensaba en ella. Las fiestas eran sus épocas favoritas del año, a pesar del infierno en el que ha estado todo ese mes. Había empezado con su hermano casi recibiendo una contusión, y ahora estaba terminando con Clara en la cocina haciendo lo que más amaba, mientras el hombre que le causaba mil sensaciones invadía su imaginación.

Hoy era el día de su cita, la cual no era una cita.

"¿Quieres para un rato conmigo?" Murmuró Harry contra sus labios la otra noche. Le había dado un aventón hasta su casa luego de una corta ducha juntos, pero su ida fue prolongada gracias a una buena sesión de besos de diez minutos en su auto, el cual se encontraba estacionado frente a la casa de él la cual estaba iluminada en el interior. Obviamente Des aún estaba despierto, pero eso no pareció detener a Harry mientras la tomaba de la cintura y pegaba sus labios contra los de ella al minuto en que aparcaron en la acera.

"Acabamos de 'pasar un rato' juntos." Rió suavemente y dejo un beso en la esquina de sus labios rellenos.

"Sí, lo sé. Pero podemos pasar el rato otra vez, quiero decir, salir." Pareció haber perdido la confianza mientras continuaba hablando, dándose cuenta de lo que le estaba diciendo. Entonces, Clara se separó dejando una pequeña distancia entre ellos.

"¿Te refieres a una cita?"

"¡No!" Harry negó con la cabeza rápidamente. "No...Sólo salir."

"Está bien," asintió con una sonrisa picarona en sus labios. Una cita (O no cita) le caería bien, pensó. Clara necesitaba pasar tiempo con Harry en otro lado que no sea su cama o la ducha para poder descifrar qué es lo que está sintiendo por él. No quería cometer el error de darle nombre a algo que no es.

Clara hundió sus dedos en la masa que ya estaba lista y la hizo a un lado mientras el horno se calentaba. Probó la dulce mezcla y casi gimió—no había dudas en su mente de que Harry amaría las galletas. Era su receta especial, toda su familia las devoraba en cuestión de segundos en cualquier ocasión en que las horneaba. Quizás era muy pronto o muy rápido tratar de comprarle a Harry un regalo de navidad, así que llevarle galletas era mejor y de seguro él y su padre lo apreciarían.

Justo cuando el horno sonó, señalando que las galletas ya estaban cocidas a la perfección, un toque sonó en la puerta. Ella tomó la puerta del horno y sacó la bandeja de galletas antes de apurarse a ir a abrir la puerta. Cuando la abrió, su respiración se detuvo en su garganta mientras se quedaba viendo a un par de ojos suaves y castaños.

"Hey," dejo salir, ofreciéndola una sonrisa forzada. Liam sujetó sus manos detrás de su espalda, sosteniendo una caja. Era una de las últimas personas que quería ver. La última vez que estuvo con Liam fue cuando sus labios forzaron contra los suyos y la realización del asuntó pesó horrible en su pecho. Apareció de la misma manera en que lo hizo aquella noche, e igual que en cada noche en que la ha pasado con él. Con su sonrisa dulce y su cabello arreglado con gel, excepto que esta vez había una cierta profundidad en sus ojos marrones que le llamó la atención por un segundo.

"Hey," respondió él, con el mismo tono vacilante que ella. El fresco recuerdo de ella ignorando sus llamadas y mensajes probablemente estaba impreso en su mente. Clara tragó grueso y se recostó del arco de la puerta, sus dedos arañaban la madera tratando de calmar su ansiedad. Es tu mejor amigo, cálmate.

"Lo siento," soltó ella. "No voy a mentirte Liam. No sabía qué decirte luego de..." Dudó un poco y cambió de posición sobre sus pies.

"Lo sé," Liam sonrió de aquella manera calidad que ella no se merecía. Posiblemente Clara era la peor amiga de todas, y aún así él la seguía perdonando. "Es mi culpa, en serio. No debí ponerte en esa situación." Sus ojos vieron el suelo con un pequeño sonrojo en sus mejillas, "Es sólo que no pude evitarlo. Eres tan preciosa y amable y—"

Clara arrugó la cara, no quería llenarse la cabeza de esas palabras dichas por él. "Liam, por favor. No tengo las ganas de si quiera pensar en esas cosas. Estoy muy confundida y s-somos muy jóvenes." No era una mentira en su totalidad; de verdad no tenía las ganas de ponerse a pensar en tener una relación con su mejor amigo cuando su mente ya estaba demasiado confundida por los sentimientos que estaban creciendo inesperadamente por Harry. Clara necesitaba claridad y necesitaba un amigo, y – con suerte— Liam podría seguir cumpliendo ese papel.

"Entiendo," Dijo Liam suavemente, pero había una pisca de celos debajo de su dulce tono. Y estaba consciente de ello, o mejor dicho, estaba consciente de quién la tenía tan confundida. "Puedes tener todo el tiempo que necesites, Clara. No quiero que te sientas incomoda conmigo por esto," Frunció el ceño.

"No lo hago," Mintió en parte. No es que se sentía totalmente cómoda, más bien se sentía culpable. ¿Por qué no podía sentir algo más que amistad por ese chico de ojos de cachorro que estuvo con ella por años? Le dolía pensar el rechazo que inconsiderablemente le tendría que dar. Liam era demasiado insensible.

"Bien. Entonces...¿Amigos?"

"Amigos," ella asintió y sus ojos fueron a la caja que llevaba en sus manos. "¿Eso es para mí?"

Liam suprimió una sonrisa. "Por supuesto que sí, toma." Le extendió el pequeño regalo. "Feliz navidad, Clara."

Sostuvo el regalo con cuidado y abrió el papel dorado, el aire de sus pulmones se desvaneció cuando vio las letras plateadas marcadas en la caja. "Liam," susurró subiendo la tapa. Dentro, yacía un collar brillante cubierto de adornos que parecían diamantes, el brillo la encandiló gracias al reflejo de la luz del día. "¿Son..reales?"

"Sí," él tomó la caja de sus manos y sacó el collar. "Lo vi y al instante pensé en ti. Déjame ponértelo." Sonrió.

Si Clara se sintió cómoda antes, definitivamente ya no. Este era un regalo mucho más allá que un amigo daría, casi la enojó. ¿Por qué dificultaba la situación mucho más de lo que ya era? Bufando por lo bajo, Clara le dio la espalda para que pudiera colocarle el collar.

"De verdad no debiste," Le dijo.

"Lo hice porque quise."

"Somos sólo amigos, Liam."

Le cerró el gancho del collar y dejo caer su cabello por su espalda. "Lo sé, Clara." Él rió calladamente y ella se dio la vuelta para ver a sus cejas moverse con humor. "¿Acaso los amigos no tienen permitido regalarse cosas en navidad?"

"Sí, pero no regalos que cuestan más que un mes de renta." Murmuró ella, mirando a la cadena que colgaba de su cuello. Era preciosa, pero en realidad era demasiado.

"Como sea," su amigo aclaró la garganta. "Tengo que ir a ayudar a mi madre con unas cosas. Te veré luego."

Luego de que se fue, Clara regresó a la cocina para preparar una docena de galletas para Harry y Des, colocándolas en un plato y cubriéndolas con un papel transparente. Luego, toma una extra y le dio un gran mordisco, el sabor casi la hizo gemir. Definitivamente Harry las amaría.

Para el momento en que llegó a la casa de Harry, el sol ya se estaba metiendo dejando ver en el cielo un muy bonito naranja. Clara cargó las galletas en una mano y con la otra tocó la puerta. Se había puesto un vestido verde con medias negras y su gran abrigo para protegerla del helado viento. Clara pasó un gran rato en su baño viendo su reflejo en el espejo mientras se alistaba para salir—el collar de diamantes se veía espectacular contra su piel dorada, pero mientras más lo veía, más lo odiaba. ¿Qué estaba tratando de hacer Liam? ¿Comprarla?

Se lo quitó y lo guardó en una de sus gavetas. De todas maneras no era muy fanática de la joyería.

Des fue quien le abrió la puerta, con una sonrisa cansada. Sus ojos azules se veían más vacios de lo usual, y Clara no pudo evitar ver que el color de su piel estaba casi tan blanco como la misma nieve de la calle. "¿Para mí?" Dijo al mirar el plato entre sus manos.

"Para ambos," Clara rió suavemente y le extendió la bandeja de galletas. "Las hago todos los años para mi familia. Pensé que las disfrutarían. Estoy casi segura que Harry tiene un apego hacia lo dulce."

"Oh, así es." Des tomó el plato de sus manos y su sonrisa se convirtió en una bromista. "Así que..¿Los dos van a una cita, jum?"

"Algo así," Clara dijo al mismo tiempo en que Harry dijo, "No es una cita." El chico de ojos verdes apareció en la puerta vestido con su típica camiseta negra y sus pantalones negros. Le dio una mirada seria a su padre y luego llevó su atención hacia la chica que estaba de pie en su porche, con su cabello detrás de las orejas y una sonrisa que la hacía lucir mucho más joven. Harry sostuvo su expresión seca, pero por dentro, estaba debatiendo entre si ir o no a besarla. Decidió a no hacerlo una vez que la voz de de su padre lo sacó de su trance.

"¿Cuánto tiempo estarán fuera?" Preguntó Des.

"No lo sé," Harry se encogió de hombros y salió, inclinando su figura hacia ella. Al principio, su altura era algo que intimidaba a Clara, pero ahora era algo que la hacía sentir cálida y segura. De manera natural se pegó un poco más hacia él, haciendo que sus brazos se acariciaran.

"Está bien," Asintió Des y les dio un guiño. "Cuídense."

Clara se sonrojo Y Harry rodó los ojos; Des cerró la puerta mientras ellos caminaban por la cera helada y muerta. Él mientras caminaba a su lado, se veía perfecto, y ni siquiera tenía que tratar. Su cabello se movía gracias al viento y sus hombros se balanceaban de una manera que hacía ver como si lo le importaba nada del mundo. Lo cual no era verdad, por supuesto, pero Harry no era muy experto en expresarse.

"Es un fastidio," Harry metió sus manos en sus bolsillos.

"Pero lo amas," Clara sonrió con afecto.

Él no lo negó. Ella se inclinó contra su cuerpo buscando calor, el aire helado la hacía rechinar los dientes cada vez que un viento fuerte golpeaba su piel descubierta. Tembló contra él y Harry bajo la mirada hacia la chica con dientes rechinantes, suspiró antes de envolverla entre sus brazos y sobar su costado.

"No hace tanto frio." Dijo él.

"Si hace. Sólo que tratas de verte todo malote al no usar la ropa adecuada cuando la temperatura está bajo cero."

"No hace frío." Repitió. Caminaron hasta el final de la cuadra donde las luces de los letreros de las farmacias y tiendas daban luz a las oscuras calles.

"¿A dónde vamos?"

"No sé."

Clara detuvo su paso antes de dar otro. Subió la mirada para verlo y enarcó una ceja. "¿No sabes a donde ir? ¡Esto fue tu idea!"

"Sólo quería pasar tiempo contigo." Harry murmuró, presionando sus labios. Clara podía ver el rubor en sus mejillas junto al tono rosa en la punta de su nariz—el imbécil tenía frío. "No me importa qué hagamos."

Su corazón latió por un momento debido a sus palabras antes de suspirar y mirar alrededor. "Bueno, ¿Qué hay por aquí que podamos hacer?"

"En realidad, nada..."

Clara mordió su labio mientras pensaba. Luego de un momento, una idea hizo a sus ojos brillar y una sonrisa apareció en su rostro. Tomó la mano de Harry, entrelazó sus dedos y lo jaló hacia la dirección opuesta.

"Ya sé que podemos hacer." El tono de su voz hizo a Harry gruñir, sabiendo que, sea lo que sea, no sería algo que él disfrutaría. "Te va a encantar."

"Lo dudo mucho." Negó con la cabeza, dejado que la pequeña chica lo arrastrará hasta el lugar.

La pequeña pista de hielo estaba mucho más lejos de lo que Clara anticipó. Les tomó como media hora caminar hasta ahí, pero el silencio cómodo entre ellos hizo que el tiempo y el camino pasara rápido. En realidad era como un gran estanque de hielo, pero una familia era dueña del terreno y se les ocurrió la idea de colocar paredes alrededor de este y cobrarle a la gente por esquiar allí. Clara observó la zona ya familiar para ella. Habían pasado años desde la última vez que fue, la sonrisa en su rostro cargaba con sí un poco de nostalgia. Podía imaginarse una versión más pequeña y dulce de ella misma esquiando en el hielo mientras sostenía la mano de su padre, temiendo de caerse. Esa vez se había caído múltiples veces como para poder contarlas, pero mientras más practicaba, más equilibrio ganaba.

"Vayamos," jaló a Harry del brazo con emoción. Sus ojos estaban entrecerrados con negación.

"De ninguna manera, no sé cómo." Quitó su brazo de su agarre y Clara frunció el ceño. Se detuvieron junto a la pequeña estructura donde mostraban los pares de zapatos que estaban en renta. Esto no era lo que Harry tenía en mente cuando sugirió que salieran. Pasar vergüenza frente a ella no calificaba como pasar un buen rato para él.

"Yo te enseño," Clara se quejó bajo su respiración. Se abrazó a sí misma y se alejó un paso de él. "Esta fue tu idea," Le recordó.

"No, fue tú idea. Yo sólo te veré, bebé."

Cómo sospechó, sus protestas se detuvieron cuando aquel apodo salió de sus labios. Harry suprimió una sonrisa triunfal cuando la vio asentir lentamente, mirando hacia donde estaban los patines. "Okay, está bien. Allá hay una banca donde te puedes sentar." Suspiró en derrota y sacó su billetera. Una mano tomó su muñeca, deteniéndola de repente.

"Déjame, yo pago." Le dijo por lo bajo.

"Pero yo soy la que va—"

"No." Harry le advirtió, su tono sonó serio pero sus ojos demostraban diversión. Si fuese Liam, Clara hubiese protestado mucho más. Pero en vez de eso, rodó los ojos y dejo que él sacara su billetera, tendiéndola varios billetes al chico del negocio.

"¿Cuál es su talla?" El adolescente le preguntó con voz aburrida.

"Seis," Clara chirrió.

Él le extendió el par de patines. Le apretaban un poco cuando se los puso, pero de igual forma eso no la detuvo de ir a la pista de hielo. Harry tomó asiento en la banca (estaba cubierta de hielo derretido, así que hizo sentir húmedo su trasero) y observó mientras la preciosa y fastidiosa chica entraba a la pista. ¿Por qué no pudo escoger algo que pudiera hacer con ella? Harry la quería llevar a otro lado una vez que se dio cuenta a donde lo estaba llevando, pero la emoción en sus ojos le hizo imposible negárselo. Con suerte, su paciencia posiblemente sea premiada con su mano, o incluso su boca....alrededor de él...

Clara dio varios pasos antes de que el hecho de que no patinaba desde hace años tomara poder de sus piernas, casi haciéndola caer. Afortunadamente, estaba cerca de la orilla así que pudo tomarse de la baranda, donde pudo suspirar de alivio. Miró hacia el chico que la observaba, y notó su expresión de aburrimiento—lo que no notó fue que sus manos apretaron la banca fuertemente cuando casi cayó al suelo de hielo, sus nudillos apretaron tan fuerte que se volvieron blancos.

No se quedó cerca de la baranda por mucho tiempo; su lado ambicioso y determinado la forzaron a ir al centro, recordándole cómo mantenerse balanceada sobre sus pies. Se acostumbró a los dos minutos, sus músculos se relajaron y pudo patinar sin cuidado como lo que ocurrió momentos antes jamás pasó.

Clara dio varias vueltas y los ojos de Harry estaban fijos en ella—la manera en que sin ningún maldito esfuerzo lucía como una sirena, con su cabello volando sobre sus hombros y sus mejillas colaras, y esa deslumbrante sonrisa que le daba cada vez que veía hacia donde él estaba sentando. Tenía que ser una bruja que vino a seducirlo; porque, ¿Qué otra razón habría para explicar el cómo él se encontraba sentado en esa banca enfriándose el culo cuando pudiera hacer lo posible para alejarse de ella? Harry se estaba molestando ya por su propia debilidad, pero tan pronto como ella inclinó una pierna y se agachó ligeramente y giró en la esquina para ver hacia donde él estaba, su irritación fue olvidada tan rápido como llegó y corrió por sus venas.

"Te estás perdiendo de esto," Clara jadeo y le sonrió. Su habilidad atlética no había mejorado nada desde la primera vez que lo conoció y corrió tras de él con sus tacones.

"Estoy bien," murmuró Harry. "¿Ya terminaste?"

"No," rió y echó un mechón de su cabello detrás de su oreja. "Alégrate un poco Harry. Estamos pasando el rato, ¿Recuerdas?"

"Estás como a cinco metros de mí." Puntualizó él.

"¿Y de quién es la culpa?" Elevó una ceja y se empujo de la baranda, dejándolo que la viera por un buen rato más.

El cielo oscuro cubría toda la ciudad para el momento en que Clara se sintió cansada y falta de aire y decidió salir de la pista. Caminó con cuidado hasta la banca, dificultándose un poco ya que aún llevaba los patines puestos, y se sentó a un lado de Harry.

"Por fin," Harry habló. Clara rió suavemente y se agachó a desanudar sus patines.

"Es obvio que no sales mucho con la gente. Eres terrible haciendo compañía." Le bromeó. Su tono era juguetón, pero sus palabras hicieron que su expresión cayera drásticamente.

"Oh,...¿Ya quieres regresar?" Dijo él, mirando a sus manos, sus uñas cortas rascaban sus nudillos.

"¿Qué? No," Clara se enderezó y giró a verlo. "¿Tú quieres regresar?"

"Supongo que no," Sus ojos fallaron al encontrarse con los de ella. Clara se colocó sus zapatos y se puso de pie, yendo al kiosco a devolver los patines sin decir otra palabra. Harry se pasó una mano por su cabello y se puso de pie; sus labios se partieron cuando ella caminó devuelta, su mente pensaba en la mejor manera de disculparse por su seco humor. Antes de que pudiera decir algo, Clara lo tomó de la mano y lo jalo a su lado una vez más.

"Ven, recuerdo que por aquí hay un parque." Dijo saltando sobre sus pies, luciendo como una niña. Harry se rascó una ceja, divertido por su comportamiento infantil, pero con toda honestidad, no esperaba nada menos de ella. Su mano cubrió la de ella y el calor del contacto pareció expandirse por el cuerpo de ella. La memoria de Clara comprobó estar en lo correcto, llegaron a un camino lleno de arboles sin hoja alguna y con poca luz. No era tan romántico como en las películas, con la nieve cayendo y la pareja tomada de las manos caminando por el recorrido de hojas secas— En vez de eso, bajo sus pies yacían pedazos de leña húmeda y el camino no era tan claro. La falta de huellas daba indicio de que no mucha gente frecuentaba el sitio. Pero eso serviría. De todas maneras no era una cita.

"Siento que apenas sé cosas sobre ti." Dijo Clara con melancolía mientras caminaban, su suave voz llenando el silencio entre ellos. Harry estuvo todo el tiempo viendo sus zapatos, pero su voz lo hizo elevar la cabeza y mirar su rostro iluminado por los pocos faroles que habían en el recorrido.

"Sabes algunas cosas," Le dijo. Y era verdad—Clara sabía mucho más de él de lo que se esperaba. Sabía sobre su amor hacia su padre, sabía sobre su estúpido hobby hacia la cocina, y que no era tan frío a como trataba de aparentarlo frente a otras personas. Sabía que le gustaban las galletas y el té, y que sus películas favoritas eran las mismas violentas que ella detestaba. Pero dejando a un lado eso, aún había mucho de Harry que le faltaba descubrir.

"Sí, pero quiero saber más."

"¿Qué quieres saber?" Harry le preguntó con aprensión. Su lengua se pegó contra el interior de su mejilla mientras miraba como sus ojos se llenaban de curiosidad.

"Tu novia," Dijo Clara casi al instante. "Dijiste que tuviste sólo una. Cuéntame sobre ella. ¿Estuvieron juntos por mucho tiempo?" Era algo que había estado martillando a la mente de Clara desde que él la mencionó; por el bien de ella, no podía imaginarse a Harry con alguien más. Quizás era porque cada vez que lo intentaba, su corazón se retorcía de envidia. O quizás era porque su ego caía ante la idea de él teniendo una relación antes, y aún así se negaba llamar a esto una cita.

"En realidad, no," Harry se encogió de hombros. "Fueron cuatro meses, quizás cinco."

"Eso es más que todas mis relaciones," Forzó una callada risa y lo miró. "¿Por qué terminaron?"

"Se mudó. A Bradford, creo."

"¿Cómo era ella?"

"Haces muchas preguntas." Harry rió y le dio un apretón a su mano. "No se parecía en nada a ti. Era callada y nunca tenía una opinión sobre algo."

No se parecía en nada a ti. ¿Era así que le gustaban? ¿Chicas calladas que no tuviesen una gran bocota y que derrochaban energía y balbuceaban sobre cualquier cosa como la capitalización de la comida industrial? ¿Por lo menos lo trataba bien? Quizás haya sido silenciosa, pero ¿Harry la hacía gritar mientras entraba en ella como lo hacía con Clara? Los pensamientos de ello hicieron a Clara arrugar la cara.

"Cuéntame sobre tus novios," Harry pidió cuando ella se quedó sin hablar por un rato. Ella pestañeó y se deshizo de sus celos, y se encogió de hombros.

"¿Cuál de todos?" Se burló. "El que quería que me mudara con él al mes de estar saliendo? ¿O quizás el que no me dejaba usar camisas que fueran las que llevaban su nombre?"

Las esquinas de los labios de Harry se levantaron y no fue por la ráfaga de viento. "¿No hubo uno decente?"

Clara suspiró. "Supongo que hubo uno...Estuve con él por casi un año, justo después de la secundaria. Era dulce y sabía cómo hacerme reír. Me gustaba mucho, pero no se sentía tan bien. Estuve con él por mucho tiempo y no pensé ni una vez 'Guau, estoy enamorada de este chico'. Siempre he tenido ese pensamiento de que, cuando amas a alguien, lo sabrás al instante. Puede que haya exagerado las cosas y haya entrado en pánico un día y terminé las cosas con él. Lo lastimé bastante y aún me siento un poco mal por ello, pero no lo he visto desde esa vez, así que supongo que está bien." Cuando terminó hablar, estaba sin aliento, miró a Harry para ver que estaba asintiendo mientras la escuchaba. Era bueno escuchándola e incluso lo disfrutaba, la suavidad en su voz llamaba toda su atención. Eran esas pequeñas cosas las que lo hacían olvidar poner las barreras entre ellos.

"También estuve con este chico que.."

Cuando iban a cruzar en la esquina del recorrido, sonó un crujido entre los arboles haciendo que Clara dejara de hablar y se pegara a un lado de Harry.

"¿Qué fue eso?" Chilló.

"Uhm, probablemente una ardilla." Repitió seco.

Clara jaló su brazo, no dejando que siguiera caminando. "Anda a ver."

"¿Qué?" Se sacudió de su agarre. "Clara, no es nada."

"Por favor," Elevó su cabeza para verlo, sus labios hicieron puchero, el cual hizo que Harry siguiera su orden. Suspiró y caminó hacia el sitio, inclinándose para ver a los lados. No había nada ahí a parte de nieve sucia mezclada de madera.

"Okay, no hay nada." Rodó los ojos. Harry se enderezó y se giró para ver a la chica castaña, pero ella ya no estaba donde la había dejado. Sus ojos miraron a los alrededores. "¿Clara?" Harry caminó un poco donde habían estado de pie segundos antes, y miró las huellas que dejo sus pasos. Sus labios y cejas se fruncieron con confusión y continuó buscándola por la esquina del recorrido que estaban pasando. Su respiración se comenzó a acelerar luego de un minuto de no ver más que árboles secos; se jaló el cabello y la preocupación comenzó a correr por su sangre. ¿Alguien los estaba siguiendo y no se había dado cuenta? Otro crujido sonó detrás de él y maldijo bajo su respiración, se volteó rápidamente con irritación. "Clara, ¿Qué coño? ¿Dónde estás?"

Su voz se perdió en el vacío del pequeño parque. Harry junto sus manos y partió sus labios para llamarla de nuevo, cuando de repente algo frío y mojado golpeó su rostro. Una bola de nieve. Cuando giró su cabeza hacia la dirección en que vino la bola, sus ojos cayeron en su chica, quien llevaba en su rostro una sonrisa burlona. Clara estaba asomándose de uno de los árboles, donde se estaba escondiendo.

"Tú..." Harry se quedó sin palabras. Llevó su mano a su rostro y hombro para quitarse la nieve.

"¿Nadie te ha pateado el culo todavía?" Echó su cabeza hacia atrás, riendo y las manos de Harry se hicieron puño a sus costados. "¡Eres muy fácil!"

Él jadeó antes de que un gruñido saliera de su pecho; Harry caminó hacia ella rechinando los dientes. Su corazón aún latía del susto, pero ahora la mejor forma de aliviarse era tomar venganza. Clara chilló cuando lo vio acercarse a los árboles, así que se puso de pie y salió corriendo antes de que pudiera alcanzarla.

Los ojos de Harry se ampliaron antes de aumentar su velocidad también, corrió tras ella. Las risas y gritos de Clara resonaban en el ambiente y el rostro molesto de Harry se convirtió en una sonrisa. Era mucho más rápida de lo que esperaba, pero su resistencia era una excepción; sin haber pasado un minuto, Clara empezó a bajar la velocidad y a jadear pesadamente. La alcanzó y la cogió, haciéndola gritar mientras reía cuando él la envolvió entre sus brazos.

"¡Ayuda!" Chilló ella. Trató de escurrirse entre sus brazos pero era como pelear contra una dura pared; su cabello cayó contra su rostro mientras trataba de mantener espacio entre ellos, sabiendo que Harry estaba cogiendo nieve para hacer una bola.

"No te atrevas," Bajo la voz pero la emoción y diversión permaneció en su tono y en sus ojos castaños. Harry ignoró sus protestas y presionó la bola contra su cabeza. Ella cerró los ojos y chilló sintiendo el hielo contra su piel y cabello.

Harry rió y agachó su cabeza para pegar sus labios a su oreja, haciéndola temblar mucho más de lo que ya estaba. "No soy fácil, princesa."

"Sí lo eres." Clara estaba sin respiración ya de tanto reír, gritar y tratar de salir de sus brazos. Se relajó contra su pecho y Harry la acercó a él, sintiendo sus corazones latir. Él movió su cabeza de su cuello y ella elevó la suya, ambas acciones hicieron que sus labios estuviesen a un respiro . Harry la miró a los ojos, y el aire de broma se desvaneció, siendo remplazado por algo más que les hizo a ambos un nudo en su garganta.

"No lo soy," Murmuró, sin embargo, no recordaba qué era lo que estaba negando. Sus ojos vieron a sus labios, y sin dejar pasar un segundo más, Clara lo tomó por la nuca y junto sus labios en un beso firme. Las manos de Harry la tomaron por la espalda y el alivio que sintió al sentir sus labios helados contra los suyos fue casi insoportable. Sus dedos jalaron el material de su abrigo y dieron varios pasos hacia atrás hasta chocar contra un árbol, la espalda de ella contra la madera mientras sus labios se presionaban entre sí en un cálido beso. El cabello de Harry caía entre sus rostros, cubriéndolos de todo lo demás, haciéndolos sentir que lo único que existía era sus labios conectados y el calor que salía de sus fosas nasales. Ella enterró sus dedos en su cuero cabelludo, lo cual le provocó a Harry un gemido contra sus labios.

El beso hizo más profundo cuando sus manos bajaron hasta su trasero, tomándolo bajo su vestido y dándole un obsceno apretón. Clara jadeó y arqueó la espalda, su pecho se presionó contra el suyo pero sus labios nunca dejaron al otro, ni siquiera cuando su mano le dio un jalón a su cabello, indicándole que se estaba quedando sin aire.

"Harry," Echó su cabeza contra el árbol e inhaló, el aire helado hacia arder a su garganta mientras llenaba sus pulmones, pero eso no lo detuvo. Sus labios estaban calientes contra su cuello mientras besaba la vena y los lugares que su boca estaba desesperada por probar. Un brazo la tenía sujeta por la espalda y la otra se introducía entre sus cuerpos, sus dedos merodeando bajo su vestido. La vista de Clara estaba en su mandíbula, la cual estaba flexionada mientras chupaba tortuosamente su piel, y luego vio su otra mano, admirando su tatuaje de cruz y sus fuertes nudillos. Irónicamente, la cruz desapareció cuando su mano jaló las tiras que sujetaban sus caderas.

"¿Qué estás—"

Jadeó cuando sus fríos dedos se deslizaron por la fabrica delgada bajo su vientre, primero sus dedos tocaron su estomago, luego las caderas y por último su parte más sensible, sobre la tela de sus bragas. Clara se olvidó de su actual posición y dejo salir deliciosos gemidos; su toque parecía cada vez mejor al transcurrir los segundos. La lengua de Harry acarició su piel mientras que sus dedos hacían a un lado sus bragas lo suficiente para permitirle presionar su pulgar contra su clítoris. Ella hizo puños su mano en su cabello, y su pecho subió y bajo tan rápido como si estuviese corriendo un maratón.

"Tan mojada para mí," Su voz ronca hizo vibrar su cuerpo, sus dientes dejando marcas en su cuello. "Incluso ahora, en el medio de la maldita nada."

Apenas podía registrar lo que le estaba murmurando—Todo el cuerpo de Clara sentía fiebre, sólo estaba enfocada en sus dedos acariciándola. Sus piernas temblaron cuando insertó dos dedos dentro de ella, la piel de estos cavando en sus húmedas paredes la hicieron apretar los ojos. La presión se estaba construyendo con rapidez en su estómago, lo suficientemente fuerte para hacerla jadear.

"Harry, Yo—" Las palabras en la punta de su lengua se perdieron por la sensación de sus dedos entrando y saliendo de ella, la humedad de su coño producía sonidos por la fricción. Se sostuvo de él y dejo salir jadeos y gemidos, los sonidos de su placer llenaban el silencio entre ellos. Las yemas de los dedos de Harry lograron acariciar aquel punto que hizo que toda su presión explotara—su boca se permaneció abierta dejando salir alientos pesados, y sus piernas temblaron. Harry dejaba besos por todo su cuello ayudándola a calmarse mientras sus dedos la seguían follando lentamente.

"Harry," sus ojos estaban en blanco, y estaba perdiendo su habilidad de pensar con claridad, como siempre solía hacerlo cuando estaba con él. Quizás era el calor del momento y el efecto del orgasmo recorriendo su cuerpo, quizás había alcanzado la claridad que necesitaba, pero las palabras salieron de sus labios sin ningún permiso y Clara no pudo hacer otra cosa que dejarlas salir.

"Estoy enamorándome de ti," Habló en susurro, sin aliento alguno. Su rostro estaba enterrado en su hombro y no fue hasta que sintió a sus músculos tensarse un momento después que se dio cuenta que, de hecho, había dicho esas palabras en voz alta. Harry la separó de él y sacó su mano de su interior, limpiando sus dedos contra la tela de su camiseta.

"¿Qué?" Su voz la sacó del estado en el que estaba y pestañeó lentamente, mirando al par de ojos verdes los cuales estaban llenos de pánico. Clara tomó una respiración profunda antes de levantar su mano para copar su mejilla y acariciarla con el pulgar.

"Me escuchaste," Clara trató de mantener su voz firme a pesar de que los nervios la llenaban totalmente. ¿Quiso decir esas palabras? No es como si hubiese dicho otra cosa, además de que estaba en proceso de darle su corazón. Y que quizás en un futuro lo podría tener todo. Quizás era sólo un error y podría tomar de vuelta aquellas palabras antes de que cualquiera de los dos se hundiera en ellas...

No, si quiso decirlas. Quizás su orgasmo le dio el último empujón para decirlas. El hormigueo que sentía en su estómago cada vez que estaba con él, la manera en que él siempre la volvía loca; la extraña combinación de emociones que sólo Harry le hacía sentir; el calor de enojo que sentía de tan sólo pensar que Harry se lastimara por algo. Clara pensaba que al amar a alguien uno sabía al instante, pero no es así. Llegaba con el tiempo y paciencia— no entendía el sentimiento antes porque nunca lo había experimentado antes de Harry. Pero ahora lo sabía, con sus dedos acariciando su mandíbula, sabía que estaba llegando hasta ese punto.

"Estoy enamorándome de ti," Le repitió, con la voz firme. Pestañeó y se pudo de pie, enderezada contra el árbol. "Di algo, Harry."

La piel de la mandíbula de Harry estaba tensa sobre su hueso—sus manos se hicieron puños y luego cayeron a cada lado de sus costados. Dio varios pasos hacia atrás, necesitando distancia, sus fosas nasales se llenaban con cada respiración que tomaba. "No quieres oír lo que tengo que decir." Habló y sus ojos se dirigieron al suelo. La sensación demasiado familiar para él cubrió su expresión; Clara miró con agonía como se volvía seco y distante ante ella. Es como si la llevasen de vuelta a aquella noche en su auto, luego de que casi lo atropellara—Harry mirada a todos lados menos a ella y su comportamiento juguetón y animado había desaparecido completamente.

"Oh," Sus ojos pestañearon para eliminar las lágrimas que comenzaban a crearse en ellos. Sus hombros cayeron junto a su confianza. Harry siempre la hacía sentir o increíblemente cómoda, o como si quisiera salir corriendo y nunca más verle la cara.

¿Qué esperabas de él? Has sabido desde el principio que sólo te quería para una cosa.

Clara no sabía que esperaba, pero su conciencia la seguía martillando mientras caminaron de vuelta en un sofocante silencio que parecía haber tomado poder de su garganta, destruyendo su tráquea. Harry no la miró ni una vez, y cuando llegaron a la pequeña casa luego de casi una hora de silencio además del sonido de sus pasos, él caminó hasta la puerta dejándola ahí en el frío, dejándola arrepintiéndose de sus estúpidas palabras que sabía que acababan de arruinar su cita la cual no era una cita.

"As you drive me to my house, I can't stop these silent tears from rolling down. You and I both have to hide on the outside, where I can't be yours and you can't be mine. But I know this, we got a love that is homeless.

Why can't I hold you in the street? Why can't I kiss you on the dance floor?
I wish that it could be like that, why can't it be like that? 'Cause I'm yours"


Continue Reading

You'll Also Like

2.2M 232K 132
Dónde Jisung tiene personalidad y alma de niño, y Minho solo es un estudiante malhumorado. ❝ ━𝘔𝘪𝘯𝘩𝘰 𝘩𝘺𝘶𝘯𝘨, ¿𝘭𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢 𝘮𝘪𝘴 𝘰𝘳𝘦𝘫...
65.1K 11.1K 47
nacido en una familia llena de talentos aparece un miembro sin mucho que destacar siendo olvidado sin saber que ese niño puede elegir entre salvar o...
124K 20.8K 47
Checo trabaja como asistente editorial en Vogue. Ama todo sobre su trabajo, menos a su jefe, Max Verstappen. Max es el peor y Checo lo odia. Pero cu...
400K 40.3K 103
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...