Ambos están sentados en la mesa de un restaurante. Luna le ve expectante con la extraña sensación de que escuchara alguna historia o excusa trillada que le sirva de excusa a su invitación.
—Le agradezco que me acompañe sin hacer muchas preguntas. Aunque veo que es suficientemente cautelosa para tomar sus medidas de precaución. — Darien nota los detalles del lugar. No es el más primoroso en que ha estado pero está a la altura. — Eligió este lugar porque soy un desconocido y aquí hay mucha seguridad ¿cierto?
— No, siendo honesta lo hice porque hace mucho que muero de ganas por comer aquí y en mi situación actual no me puedo dar esos lujos...— se detiene para dar otro mordisco al filete con papas que había ordenado dando un trago a su jugo al final de cada bocado— pero si llegamos caminando y no en su auto por precaución.
Luna desentona en ese lugar con sus jeans desgastados y rotos juntó a una camiseta negra con las palabras Saved. Mientras que Darien lleva una combinación de un blazer morado pastel, camisa blanca y pantalón oscuro. Poseía el tipo de vestuario de alta costura que usarían en una pasarela en la semana de la moda de esa ciudad.
— Estoy aquí porque quiero ofrecerle un empleo, una oferta difícil de rechazar.— Darien emana seguridad en cada sílaba. la confianza de alguien que sabe lo que hace.
—Claro, un trabajó.— dijo e intentó esconder la decepción detrás de una voz acaramelada. Debía imaginar que no ha caído flechado por ella pero ¿desde cuando la perseguían para ofrecerle un empleo? —puede darme más detalles. Primero debo decirle que no me involucrare en nada que implique salir del país. He visto demasiado documentales de trata de blancas como para ser una víctima.
—¡No, por Dios! Le aseguro que aunque sea un empleo irregular es totalmente legal. Incluso mi abogado hará un contrato para autentificar todo el proceso. Por supuesto en el caso de que acepte.
La naturalidad de la joven es algo que contrarresta el efecto de antipatía que le produce. Aunque su voz y su forma de ser son distintas el parecido con Angelina es un asunto que Daríen no puede dejar pasar.
Por su parte Luna juega con la idea de que caballero es una especie de cazatalentos. De ser el caso perdía su tiempo con ella ya que carece de las cualidades para triunfar en el mundo del espectáculo.
— Busco a una persona que sirva de soporte en el área de relaciones públicas, para ser más específicos cubrirá una necesidad de índole personal en el ámbito social.
— Perdón pero no logro entender.—Luna deja el cubierto a un lado y se mantiene erguida sobre la silla. Intenta concentrarse en cada palabra, luego de escucharle hablar de relaciones públicas comienza a tomarse en serio el tema del empleo.— Puede explicarme señor Fernando...
— Fernández, Licenciado Darien Fernández.
— Bien, licenciado necesito saber cuales serían mis funciones.
— Actuará como una acompañante con lazos afectivos que nos unan.— exclama con sus ojos fijos en ella— Claro que todo será ficción.
— Quiere que sea una novia de adorno.—responde dudosa como si se tratase de una adivinanza pero continua alarmada cuando analiza el contexto y la posible naturaleza de tal propuesta— ¡O algún tipo de escort! Escuche, usted no me conoce. Aparece de la nada y de repente debo pretender que tengo una relación amorosa con usted. Y por encima de todo eso ¿por que yo?
— Es la elegida por varias razones que no son relevantes en esta reunión. Una de ellas es por su historial de ser una persona confiable.
— Se escucha como si me estuvieran aprobando un préstamo en el banco. Sin ofender señor Fernando pero...
— Fernández.
—Eso mismo. Me parece que hay algo turbio detrás de su ofrecimiento.— Ayer usted me confundió con alguien más. Mencionó un nombre... Adela..no ese no es...Angela...ese tampoco...Ya lo tengo Angelina ¿Quien es?
—Es mi ex. —Responde con expresión tensa. Luna respira profundo como quien se percata de estar subida en el tren de la locura. Asiente con una sonrisa forzada que no deja ver sus dientes.
—Oh su ex. Por casualidad tal asociación ¿No le parece algo enfermizo hasta bizarro?
—No, no me lo parece. Le ofrezco un buen contrato de trabajo. Sólo exige que me acompañe a encuentros sociales y se presente como mi novia.
Así que no todo lo que brilla es oro. Un tipo tan elegante y con buena dicción. Apenas sabía su nombre y viene con el propósito de convertirla en su novia falsa. Luna Sarandí no esperaría el postre y era una lástima pues había ordenado un mousse de chocolate que seguro estaría delicioso. Lo primero que hará al llegar a casa es buscarlo por internet y corroborar que no era un loco que escapó de un manicomio y asaltó una importante boutique de la ciudad. Debería salir asustada u ofendida pero al menos había conseguido un almuerzo gratis así que mejor le responde cortésmente.
—Lo tengo que pensar.