Al pasar de las semanas las cosas iban bastante bien, Realmente había llegado a sentirse acompañada con las dos cazadoras y muchas veces estuvo a punto de hablarles de sus amigos pero en el último momento se arrepentía.
Las muchachas habían aprendido a reconocer sus cambios de humor y a saber cuando algo le inquietaba, ambas estaban completamente seguras que Ángel ocultaba algo.
Una noche Jacinta empezó a hablar en secreto con Trinidad, Ángel trato de escuchar su conversación pero lo único que oyó era que a Jacinta le gustaba un lobo pero no lo podía saber nadie más pues estaba prohibido que se relacionaran lobos y cazadores.
Ángel al oír esto pensó que ella estaba en una situación muy parecida a la suya por lo que quizás Jacinta la entendería. La muchacha moría por saber el nombre del lobo pero nunca lo mencionó Jacinta y Trinidad no lo pregunto en ningún momento.
Durante los siguientes días puso especial atención a las dos cazadoras y a los lobos que pasaban cerca de ellas pero en ningún momento ellas los miraban o veía algo que indicara que había interés en alguno de ellos, de lo que si se daba cuenta y era obvio para todos era el odio que los lobos parecían tenerle ahora. Cada vez que pasaba cerca de ellos la miraban con desprecio y ya ninguno la saludaba, incluso Lucian le gruñía cuando ella le sonreía al pasar por su lado o cuando lo veía a cierta distancia y lo saludaba. Estaba segura que todos sabían lo que había pasado con Isael y la odiaban por ello.
Lo peor de todo era toparse con Isael, sentía una vergüenza enorme al encontrarse con él, pero el lobo pasaba por su lado como si no la conociera, no la había mirado ni una sola vez desde que ella se recuperara.
Hottu le dijo un día que ella no servía más que para arruinar la vida de quienes la rodeaban, en más de una ocasión la llamo "una peste", "la peor de las maldiciones".
Ángel lloró aquella tarde en su cuarto pero se negó a decirle a sus amigas lo que le pasaba y les agradecía por preocuparse tanto por ella, sin duda las había juzgado mal, eran unas muy buenas amigas y estaba feliz de tenerlas a su lado.
Lo cierto es que con el pasar de las semanas, algo cambio en ella, extrañaba a los lobos era cierto, y le dolía su desprecio, pero ya no le importaba toparse con ellos o que fueran groseros con ella, tenía a sus amigas y empezaría a confiar en ellas, pero no les contaría el gran secreto que guardaba.
Una tarde después de entrenar, todas las muchachas se fueron al lago excepto Ángel que aún no tenía permiso para dejar la fortaleza, a pesar de ser seguida día a día por Hottu.
Sus amigas se fueron y ella camino hasta las caballerizas donde no había ningún cazador o lobo, se volvió hacia Hottu y le pregunto por Lucian e Isael, hace más de dos semanas que no los veía por ningún lado. El lobo ignoro su pregunta y se volvió para irse de allí, Ángel lo detuvo sujetándolo con ambas manos y le suplico por noticias de los dos lobos, Hottu le contesto con un feroz gruñido y la empujo con más fuerza de la que realmente había querido, Ángel cayó al suelo golpeándose la cabeza y raspándose el codo y las manos. Se sentó lentamente tratando de no llorar. Se tapó la boca con una mano y se paro para irse a otro lado, pero el lobo la detuvo y le dijo que ojala desapareciera o mejor aún, muriera para ya no tener que andar detrás de ella todos los días y para que Isael volviera a ser el de antes.
La soltó bruscamente y Ángel salio corriendo deseando estar muerta en esos momentos, se sentía tan infeliz como cuando llegó a ese lugar. Los único que había echo mas llevadera su vida en aquel lugar habían sido los lobos, y ahora ellos la odiaban tanto como los cazadores, y no tenía duda que era por lo sucedido entre ella e Isael.
Antes de llegar al patio se topo con León y este al igual que otras veces no dudo en arrinconarla para molestarla, aun sabiendo que ella debía odiar a los lobos y no a los cazadores.
El cazador le tomo la mano obligándola a permanecer donde él la tenía. Él cazador le dijo que cuando cumpliera los diecinueve años ya podría casarse y seguramente Thomas le diría a su padre que su elegida sería ella y conociendo a Eleazar, le daría en el gusto a su hijo.
El cazador se acercó más y le dijo que Thomas generalmente se salía con la suya.
Ángel se soltó de un tirón y se marcho aún más molesta de lo que estaba, el lobo se había detenido al verla con León y como era obvio había oído todo. No tenía que ver a Ángel de frente para saber que debía estar furiosa por lo que él le había dicho, más lo que le estaba diciendo ahora el joven cazador.
Antes de la cena se volvió a topar con León y este se puso a reír burlescamente hasta que paso por su lado y le dijo que Thomas la haría una buena esposa. Ángel se detuvo con intención de golpearlo pero al volverse se contuvo al ver a Hottu. Respiraba agitada a causa de la rabia que día a día se acumulaba en ella. Le costaba gran esfuerzo controlarse para que sus ojos no cambiaran como lo hicieran en Alba. Cada día le costaba más controlar su temperamento. Su miedo más grande era perder el control cerca de los lobos y que ellos vieran que era algo más que una simple humana. Estaba al límite de su autocontrol, no sabía cuanto más duraría así.
Los lobos sabían que Ángel estaba haciendo un esfuerzo increíble para no arruinar su ida a Alba y León se aprovechaba de esto.
Durante la cena se relajó al sentarse al lado de sus amigas.
Conversaron y rieron durante un buen rato, esto hizo que Ángel olvidara algo de la rabia que sentía, y que crecía día a día. Estaba llegando a un punto que ni pensando en Enoc se sentía mejor. Todo lo contrario, se sentía aún más miserable y a al borde de cometer una locura.
Durante los días siguientes casi no se topo con León, pero cada vez que esto había pasado el cazador la había molestado aprovechándose de que ella no lo golpearía ni reaccionaria como normalmente lo hubiera echo, Eleazar ya le había llamado la atención varias veces al verlo molestándola, pero él parecía no tener intención de dejarla tranquila.
Después de la última grosería de León, Ángel decidió hacerse la enferma al día siguiente para no toparse con él. Antes del amanecer oyó la llegada de jinetes y pensó que debían ser los lobos que estaban ausentes.
No podía dejar la habitación mucho menos levantarse con esas niñas ahí.
Rogó que estuvieran bien, realmente había llegado a sentir un gran aprecio por ellos dos, sin importar lo que hubiera pasado, o lo mucho que ellos la odiaran.
Mientras salían del cuarto para dirigirse al comedor a tomar desayuno, oyeron un gran alboroto en el patio, fueron rápidamente a ver que pasaba y oyeron unos furiosos rugidos.
Corrieron a ver que pasaba y vieron a Isael gruñéndole a León que sujetaba firmemente la espada como si fuera a atacar al lobo. Lucian que estaba a menos de un metro a Isael, le ordeno calmarse y disculparse con el cazador. El lobo trataba de hacerlo pero la burlesca risa de León y sus groseras palabras se lo impedían.
Otros lobos se acercaron y empezaron a tratar de calmarlo. Hottu quería ir a su lado pero no podía pues tenía que estar cerca de Ángel.
Teao y Angaroo miraban en dirección a su hermano mayor que miraba impotente como su primo perdía el control.
Jacinta y Trinidad se acercaron más al grupo de curiosos y Ángel aprovecho esto para volverse hacia Hottu y decirle que debía ir a calmar a su primo. Ella avanzo hacia donde estaban los dos hombres y Hottu se acercó a su primo y le habló hasta que consiguió calmarlo.
Isael se volvió hacia su primo y le dio las gracias por haberlo calmado. Le dio una rápida mirada a Ángel y agacho la cabeza. Estaba bastante avergonzado de si mismo, no solo por lo que había echo, sino también por lo que no. Ella no se merecía su indiferencia o la manera en que la estaba tratando después de lo que había pasado entre ellos, pero no tenía otra opción.
Eleazar se acerco a ellos y le pregunto a León que había pasado.
El cazador le contesto que solo le había preguntado por noticias de Lilat y el lobo había perdido la calma dándole un empujón.
Al oír esto Eleazar se encolerizó pues era inaceptable que un sucio animal se atreviera a faltarle el respeto a un cazador, Miró a Hottu y le dijo que su primo moriría por su falta de respeto y si alguno de ellos intervenía serían sus familias quienes pagarían por su imprudencia.
Los lobos se miraron unos a otros impotentes por no poder hacer o decir nada, Ángel no podía creer que realmente los cazadores tuvieran tal control sobre criaturas tan fuertes como los lobos.
Con angustia al igual que ellos, oyó como Isael era sentenciado a morir en medio de la plataforma de pelea para el día siguiente. León sería quien ejecutaría la sentencia.
Durante toda la mañana Ángel sintió la desesperación de Hottu y el lobo sentía como Ángel también sufría por lo que pasaría. Ella sabía que no era del agrado de los lobos, pero eso no significaba que a ella no le importaran, o que fuera indiferente a su dolor.
La joven quería ayudar pero no sabía como, pensó en ir a hablar con Eleazar pero cualquier cosa que hiciera arruinaría su viaje a Alba.
Aquel día como nunca se topo con León y como nunca el cazador la molesto e incluso trato de besarla en una ocasión. Hottu apretaba las manos conteniéndose para no matarlo antes que el cazador matara a su primo, que más parecía un hermano.
Sin saberlo el cazador, Eleazar vio cuando trato de besar a Ángel y después vio como trato de levantarle el vestido, a penas muriera Isael lo reprendería por su comportamiento.
El día transcurrió más deprisa que nunca, Eleazar ordeno que el lobo fuera sacado del calabozo para que pasara su última noche de vida con su familia y amigos.
A pesar de ser hombres rudos, fuertes, animales muchas veces, aquella noche los hermanos lloraron por la desgracia que acontecería al llegar el día siguiente y por lo desgraciadas que eran sus vidas.
Ángel estuvo todo el día con la misma cara de funeral que los lobos, y al llegar la noche lloró con el rostro apretado contra la almohada durante horas amparada en la oscuridad y el silencio de la noche. Sus amigas se encontraban visitando a sus familias. No llegaron sino hasta mucho más tarde.
Apenas oyó bulla se levantó y vistió enseguida, sus amigas la vieron y le preguntaron que hacia, ella trató de parecer despreocupada y les dijo que solo quería ver como moría una persona desangrándose, era solo curiosidad.
Sus amigas se miraron algo alarmadas pero también se levantaron.
Al llegar al patio el lobo estaba junto a los demás en medio de la plataforma y Eleazar, Jesús y Thomas estaban frente a ellos, esperaban a León que estaba escogiendo su arma.
Ángel se sentía morir, la desesperación se apoderaba de ella con cada segundo que pasaba, al oír a León saludarla con su típico tono de burla su corazón enloqueció de odio, se volvió hacia él y este estuvo a punto de besarla sin importarle que Thomas o cualquier otra persona lo viera. Por supuesto esto no le gusto al pretendiente de Ángel y a su padre.
Ángel trató de abofetearlo pero él le atajo la mano y quiso besarla nuevamente, Ángel forcejeo con él hasta que se soltó, se veía aún más furiosa que antes, todos podían ver cuanto odio había en su mirada cuando veía al cazador.
León subió a la plataforma con una daga y su aborrecida sonrisa de superioridad, se topo con la mirada de Thomas y este lo miró con desprecio y Eleazar con reproche. Para que decir los lobos que estaba a punto de mandar todo al diablo por salvar a uno de los suyos. Isael era el más joven de todos los lobos que había ahí y por lo tanto uno de los más temperamentales. Aún no tenía total autocontrol y esto había jugado en su contra.
Eleazar ordeno abandonar la plataforma y él dio el ejemplo bajando primero. Los lobos se despidieron de Isael y Hottu le aconsejo no poner tenso su cuerpo para que la daga entrara sin problemas y muriera rápidamente. No pudo decir nada más, el fiero lobo no podía contener las lágrimas.
Ángel no pudo evitar decirle en voz baja a Lucian que no podía dejarlo morir, debían hacer algo.
Hottu vio la desesperación en el rostro de la muchacha y supo cuanto sufría por la suerte de su primo.
Isael se quito la camisa y se volvió hacia León. Pudo ver a Ángel oculta tras uno de los pilares llorando desconsolada, en ese breve instante en que sus miradas se encontraron ella le dijo que lo quería. El lobo se acercó a León con el alma destrozada pues jamás volvería a ver a su esposa o a su familia.
Recibió la estocada en un costado y pudo sentir el aliento a alcohol del cazador, la herida no había sido profunda pues el cazador estaba bastante tomado, aún así era mortal sin no recibía atención oportuna. El lobo se quejó al momento de recibir el golpe y cayo al suelo de rodillas, la sangre empezó a brotar en seguida.
León levanto los brazos triunfal y los cazadores le aplaudieron, Eleazar ordenó que todos se retiraran para dejarlo morir solo en aquel sitio pero León lo detuvo cuando hablaba. Sin poder contener la risa le sugirió un juego a Eleazar.
Este se acerco a la plataforma y se entero de lo que Quería hacer León. El cazador estuvo de acuerdo y se río con las mismas ganas que León. No había cazador que perdiera la oportunidad de mostrar que tan crueles podían llegar a ser.
En voz alta y clara dijo: _" Aquel cazador que así lo quiera y sabiendo de ante mano que habrá serias consecuencias, puede subir a la plataforma y pelear con León por la vida de este perro infeliz... si es capaz de derrotar a León y dejarlo en el suelo por más de un minuto, será el ganador y decidirá si el lobo muere aquí o con su familia y si el lobo sobrevive su ofensa estará pagada y podrá vivir".
Muchas risas se oyeron después de estas palabras, cada una más fuerte que la otra. ¿Que cazador se atrevería a pelear en contra de un compañero y más encima por la vida de un animal que era una abominación?, no terminaban las risas de los cazadores, mientras la amargura, la humillación y el odio de los lobos iba en aumento.
Todo se quedo en silencio al oír una voz que dijo claramente:
_"¡Yo peleare con León!".