CALABOZO

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A los siete meses en aquel lugar hablaba con una o dos niñas pero de nada en especial. Fácilmente podía pasar una semana sin que les hablara y esto no le afectaba para nada. Aún así estas niñas seguían cerca de ella y la buscaban para desayunar, almorzar o cenar. A ángel le daba lo mismo al principio pero después de unos meses se sentía mas acompañada con ellas.

Seguía sin participar de los entrenamientos y cada vez que la llamaban al centro ella negaba con la cabeza y miraba hacia otro lado.

El cazador a cargo en aquellas oportunidades insistía y le ordenaba ponerse de pie y obedecer pero ella ni se inmutaba, era enviada al calabozo por varias horas e incluso a veces por días, solo dándole agua y alguna fruta para alimentarse.

El lobo encargado de mantener a raya a su especie, y hacerlos obedecer las ordenes de los cazadores, se encargaba de llevarle algo más de comer a la niña, no porque sintiera afecto por ella o algo parecido, solo la admiraba por su determinación a la hora de ser amenazada por los cazadores. La muchacha incluso había sido tema de conversación entre los lobos que vivían en la fortaleza. No entendían porque se negaba a las órdenes de los cazadores si sabía que no tenía ninguna otra alternativa de vida. Había perdido a toda su familia y los cazadores eran sus dueños y lo serían hasta el día de su muerte.

Algunos veían en la niña un ejemplo pues ella hacia lo mismo que ellos en un principio, pero los cazadores encontraron su debilidad y la usaron para obligarlos a obedecer sin importar cual fuera la orden o lo terrible y sangrienta que esta fuera, ellos la cumplían inmediatamente.

Algunos se preguntaban cual sería la debilidad de la niña o si los cazadores algún día la sabrían para usarla contra ella. Lorenzo uno de los hombres lobo les dijo que había oído al cazador amenazarla con no volver a ver la luz del día nunca más pero ella ni siquiera se había angustiado ante estas palabras, lo había mirado y levantado los hombres en gesto de indiferencia.

Hennu dijo que debía estar loca y Roko dijo que seguramente los vampiros la debían haber enloquecido, si es que era cierto que ella había ayudado a la niña que los había liberado.

Aún nadie sabía la verdad.

Otros dijeron que quizás simplemente ella no era capaz de sentir nada por nadie pues ni siquiera se le veía llorar por su familia.

Lucian comía sentado en el suelo cerca de la entrada y oía con atención lo que sus amigos hablaban. Al oír el último comentario el jefe de los lobos se puso a reír y los demás se volvieron a mirarlo.

Les pregunto si conocían a algún niño humano, cazador o lobo que quisiera pasar un solo día en el calabozo o sin comer. Todos se quedaron callados pues era obvio que a nadie le gustaría estar en un lugar así.

Lucian les dijo que si ella soportaba todo lo que le estaba pasando no era por no sentir nada, todo lo contrario, lo que fuera que le daba esperanzas debía ser tan fuerte que le permitía seguir adelante sin importar lo que pasara. El lobo les dijo que algún día ella conseguiría su objetivo. Uno de ellos le pregunto cual era y Lucian le dijo que era bastante claro. Ella quería salir de aquel lugar y ser libre.

Los que oían y se mantenían al margen de la conversación se pusieron de pie y se acercaron a sus compañeros que conversaban sentados en el piso.

Lucian les dijo que ella jamás confiaría en nadie y nadie sabría jamás lo que escondía su corazón. Les dijo estar seguro de que ella prefería la muerte antes de ceder a la voluntad de los cazadores.

Sasha se puso de pie y les dijo que si la niña pensaba que algún día saldría de aquel lugar era una estupida o una demente pues nadie salía de aquel lugar siendo libre no por lo menos vivo.

CAZADORES   ( II Libro Serie La Niña Y Los Monstruos )Where stories live. Discover now