CAZADORES ( II Libro Serie La Niña Y Los Monstruos )

EL TORNEO

Vieron durante toda la mañana como los cazadores peleaban entre ellos, la niña estaba impresionada de la agilidad que tenían con la espada, las dagas y una barra de plata con una punta afilada. Había otra arma que tenía tres dientes y un mango pequeño, la niña no sabía que era ni como se usaba, ninguno de los cazadores la había usado hasta ese momento.

Por un instante Ángel pensó que si ella se entrenara probablemente de grande sería igual de buena que ellos para pelear y esto le serviría para cuando se fuera de aquel lugar con los vampiros.

Las peleas de los humanos terminaron, como era de esperarse el ganador de los adultos mayores de treinta años fue Eleazar y de los hombres entre los veinte y treinta fue Baltazar. De las mujeres la entrenadora Elena y de las muchachas jóvenes Ursula que tenía solo quince años. De los muchachos más jóvenes el ganador fue Thomas. Los niños menores de trece años peleaban con espadas de madera para no lastimarse seriamente, los ganadores fueron Marianna y Gastón respectivamente.

Luego vino el turno de los lobos, aquí hubo más atención y los que no se habían acercado antes si lo hacían ahora. Ángel había quedado impresionada con los cazadores pero cuando vio a los primeros lobos pelear simplemente se quedo sin palabras. Estaba con la boca abierta mirando como estos hombres peleaban con las espadas y al parecer sin miedo alguno a herirse, y otros parecían pelear como si estuvieran dispuestos a matarse entre ellos. Muchos no tenían reparos en gruñir cuando su ira se descontrolaba, esto avivaba más la pelea e impresionaba más a Ángel. La niña a ratos miraba a los cazadores y estos miraban atentos cada golpe que se daban entre ellos los lobos, en cambio los otros lobos que aún no peleaban hablaban y prestaban poca atención a la pelea que se desarrollaba en ese momento, solo cuando alguno gruñía demasiado fuerte ponían atención.

El corazón de la niña se contraía con cada golpe que hubiese sido fatal para el adversario si no fuera de la misma especie.

La niña no entendía como estos seres de fuerza tan desmedida no eran capaces de liberarse de la esclavitud en la que los tenían los cazadores. Al oír a uno de los niños decir que ahora era el turno del mejor la niña miro hacia la plataforma y vio subir a Lucian que no pelearía con una espada o daga, lo haría con esa arma extraña que ella no sabía como se llamaba o como se usaba.

Lucian tomo el arma y al quedar frente a su oponente hizo un ágil movimiento con el arma y esta paso de palma al dorso en varias ocasiones.

Ángel sonrío al ver esto, se encaramo sobre una saliente del pilar en el que estaba apoyada y quedo a muy buena altura para no perder detalle.

Miro por más de media hora como Lucian le ganaba una y otra vez a su amigo pero no lo derrotaba, lo alentaba a ponerse de pie y seguir peleando. El otro lobo trataba de ganarle pero no podía. Por más que se esforzaba no conseguía hacerle más que unos rasguños. Había usado la espada, las dagas y la lanza solo para volver a la espada mientras que Lucian solo uso es extraña arma. Después de más o menos media hora el lobo se rindió y Lucian fue obviamente declarado ganador.

Al terminar la pelea se saludaron con la mano mientras reían, sus amigos fueron hacia ellos y los felicitaron.

Lucian y Sacha se vaciaron un balde de agua cada uno y sacudieron la cabeza de un lado a otro para quitarse el exceso. Ángel no podía quitar la vista de estos dos hombres, estaba impresionada, el lobo que la seguía también quería acercarse a saludar a sus amigos pero no podía por estar cerca de ella.

Ángel no pudo evitar hablar en voz baja y solo para ella;

__"si son tan fuertes porque no los matan y se liberan... porque no pelean por su libertad...".