CAZADORES ( II Libro Serie...

By ninastyxx

15.4K 1.7K 213

En este segundo libro continua la historia de Ángel. Quien marco su vida por las decisiones que tomo en Alba... More

LA FORTALEZA DE LOS CAZADORES
EL TORNEO
ESCLAVA
TRAICION
ILUSION
RECHAZO Y VERGUENZA
CASTIGO
CASTIGO
RECUPERACION
NUEVOS LOBOS
NUEVAMENTE AL CALABOZO
VIEJOS RECUERDOS
PESADILLAS
¿QUE SUCEDE?
PERSIGUIENDO A LA MUERTE
REENCUENTRO
PROMESAS DE LIBERTAD
POR TU FAMILIA Y LA MIA
NO PUEDO RENDIRME

CALABOZO

854 89 4
By ninastyxx

A los siete meses en aquel lugar hablaba con una o dos niñas pero de nada en especial. Fácilmente podía pasar una semana sin que les hablara y esto no le afectaba para nada. Aún así estas niñas seguían cerca de ella y la buscaban para desayunar, almorzar o cenar. A ángel le daba lo mismo al principio pero después de unos meses se sentía mas acompañada con ellas.

Seguía sin participar de los entrenamientos y cada vez que la llamaban al centro ella negaba con la cabeza y miraba hacia otro lado.

El cazador a cargo en aquellas oportunidades insistía y le ordenaba ponerse de pie y obedecer pero ella ni se inmutaba, era enviada al calabozo por varias horas e incluso a veces por días, solo dándole agua y alguna fruta para alimentarse.

El lobo encargado de mantener a raya a su especie, y hacerlos obedecer las ordenes de los cazadores, se encargaba de llevarle algo más de comer a la niña, no porque sintiera afecto por ella o algo parecido, solo la admiraba por su determinación a la hora de ser amenazada por los cazadores. La muchacha incluso había sido tema de conversación entre los lobos que vivían en la fortaleza. No entendían porque se negaba a las órdenes de los cazadores si sabía que no tenía ninguna otra alternativa de vida. Había perdido a toda su familia y los cazadores eran sus dueños y lo serían hasta el día de su muerte.

Algunos veían en la niña un ejemplo pues ella hacia lo mismo que ellos en un principio, pero los cazadores encontraron su debilidad y la usaron para obligarlos a obedecer sin importar cual fuera la orden o lo terrible y sangrienta que esta fuera, ellos la cumplían inmediatamente.

Algunos se preguntaban cual sería la debilidad de la niña o si los cazadores algún día la sabrían para usarla contra ella. Lorenzo uno de los hombres lobo les dijo que había oído al cazador amenazarla con no volver a ver la luz del día nunca más pero ella ni siquiera se había angustiado ante estas palabras, lo había mirado y levantado los hombres en gesto de indiferencia.

Hennu dijo que debía estar loca y Roko dijo que seguramente los vampiros la debían haber enloquecido, si es que era cierto que ella había ayudado a la niña que los había liberado.

Aún nadie sabía la verdad.

Otros dijeron que quizás simplemente ella no era capaz de sentir nada por nadie pues ni siquiera se le veía llorar por su familia.

Lucian comía sentado en el suelo cerca de la entrada y oía con atención lo que sus amigos hablaban. Al oír el último comentario el jefe de los lobos se puso a reír y los demás se volvieron a mirarlo.

Les pregunto si conocían a algún niño humano, cazador o lobo que quisiera pasar un solo día en el calabozo o sin comer. Todos se quedaron callados pues era obvio que a nadie le gustaría estar en un lugar así.

Lucian les dijo que si ella soportaba todo lo que le estaba pasando no era por no sentir nada, todo lo contrario, lo que fuera que le daba esperanzas debía ser tan fuerte que le permitía seguir adelante sin importar lo que pasara. El lobo les dijo que algún día ella conseguiría su objetivo. Uno de ellos le pregunto cual era y Lucian le dijo que era bastante claro. Ella quería salir de aquel lugar y ser libre.

Los que oían y se mantenían al margen de la conversación se pusieron de pie y se acercaron a sus compañeros que conversaban sentados en el piso.

Lucian les dijo que ella jamás confiaría en nadie y nadie sabría jamás lo que escondía su corazón. Les dijo estar seguro de que ella prefería la muerte antes de ceder a la voluntad de los cazadores.

Sasha se puso de pie y les dijo que si la niña pensaba que algún día saldría de aquel lugar era una estupida o una demente pues nadie salía de aquel lugar siendo libre no por lo menos vivo.

Los demás asintieron en silencio, pero Lucian mirando hacia la puerta pensaba diferente a ellos, había algo en ella que le daba nuevas esperanzas.

Él ya tenía casi cincuenta años y desde que vio a esa niña de catorce años desafiar la autoridad de los cazadores vio su vida de forma diferente. Era el mejor peleador de su especie y sin duda de los cazadores, pero nunca podría probarlo pues cada vez que peleaban en alguna de las peleas que se hacían cada seis meses, debía dejarse ganar por el cazador adversario pues ningún animal sería más que un servidor de Dios. Cuando estaban a punto de ganar debían arrojar su espada a los pies del cazador y decir que se rendían. Los lobos se sentían más humillados que nunca cuando debían hacer esto y los cazadores se sentían los dueños del mundo.

Cada vez que Lucian iba al mando de un grupo de lobos a cazar un vampiro daba lo mejor de sí, sin importar si volvía o no con sus hijos o su gente, sin embargo ahora quería vivir y ver hasta donde aguantaba esta niña antes de rendirse porque sin duda se rendiría, no podría oponerse toda la vida a sus dueños. En algún momento sus fuerzas se desvanecerían.

Como cada día los lobos fueron a recibir las ordenes de Eleazar para ese día y se enteraron que Ángel estaba en el calabozo por haberle faltado el respeto a Thomas el hijo de Eleazar que tenía diecisiete años.

Ninguno dijo nada, no hubo comentario alguno al respecto, recibieron sus órdenes y se retiraron. No fue hasta la hora de almuerzo cuando vieron a un golpeado Thomas llegar al comedor que se dieron cuenta de lo que era capaz la muchacha.

El joven cazador tenía un ojo morado, el labio roto y una venda en la muñeca izquierda. Todos le preguntaban que le había pasado y él decía que había tenido un accidente la noche anterior.

Los lobos ser miraban incrédulos de que esta fuera la falta de respeto que había cometido Ángel en contra del hijo de Eleazar.

No lo creían posible, El joven cazador media al menos sesenta centímetros más que Ángel y tenía músculos y entrenamiento, no era posible que una niña de quince años le hubiera dado semejante paliza.

Después de almuerzo Lucian le llevo una bandeja a Ángel sin que nadie lo viera. Al entrar la vio con su impecable cabello tomado al igual que siempre y estaba sentada en un rincón abrazando sus piernas y ocultando el rostro.

Al entrar el lobo pudo oler el perfume de Thomas en las ropas de Ángel y sin rodeos le pregunto si ella había golpeado al cazador. La niña lo miro y le dijo que sí, y si no hubieran llegado sus amigos lo habría matado por tratar de besarla y romper su vestido. Se puso de pie y muy molesta fue hacia Lucian. Tomo de mala manera la fruta que él le llevaba y empezó a limpiarla en su ropa. Al irse de nuevo al rincón el lobo pudo ver el vestido roto en la espalda.

La niña se sentó mirado hacia la muralla y empezó a comer las manzanas. Era la primera vez en casi un año que ella le hablaba directamente a alguien.

Lucian no le dijo nada más, se marcho dejándole a un lado de la puerta un vaso con agua y un racimo de uvas.

La niña devoró la fruta, tenía mucha hambre y no sabía cuando saldría de aquel lugar.

Nuevamente Eleazar asigno a un lobo para seguirla una vez que saliera del calabozo hasta que él dijera lo contrario.

La muchacha salió al día siguiente y después de asearse fue llevada por el lobo para que entrenara con el resto de las niñas. Una vez más al recibir la espada de la muchacha que había peleado antes que ella, Ángel la arrojo a los pies de la mujer y se cruzó de brazos, levanto los hombros y miro hacia otro lado haciéndole un desprecio a la cazadora.

La mujer miró en dirección a Jesús, el segundo al mando y este le hizo un gesto para que la mandara a sentarse.

La niña obedeció pero no se sentó, se quedó de pie al lado de un pilar en el que se apoyaban un par de jóvenes lobos a ver los entrenamientos.

Ambos miraban a la niña y ella sentía sus miradas pero no les dio importancia. Miraba como esos niños peleaban y trataban de se como sus mayores, se esforzaban hasta lastimarse con tal de darle en el gusto a sus entrenadores.

Ángel movió la cabeza al ver a Jacinta caer con un corte en su mano.

Ángel se dio media vuelta para ir a otro lado y se topo con la mirada del lobo que la seguía. No miró hacia otro lado ni tampoco agacho la cabeza ni mucho menos se puso nerviosa. Lo miro al rostro y estudio sus rasgos unos segundos. Le pareció bastante joven y parecía ser amable pero no importaba, ella no confiaba ni confiaría en nadie en aquel lugar. Se dio vuelta y siguió mirando como entrenaban sus compañeras.

Como todos los días después de entrenar, los niños y niñas se aseaban y se iban a sus clases que eran impartidas por cazadores y monjes, geografía era la materia más importante para los cazadores después de religión, Los cazadores adultos conocían muchos países y sus provincias así como también sus costumbres y sus idiomas.

Las clases eran desde las diez de la mañana hasta las tres de la tarde y después de almuerzo estudiaban un par de horas más y luego volvían a entrenar por otra hora y luego se marchaban a sus casas.

Los únicos que vivían en la fortaleza eran los lobos que servían de guardia y los cazadores mayores de quince años que ya se sabía que serían jefes de grupo al cumplir la mayoría de edad. Aquí también vivían las dos familias descendientes de Markkus Leppala.

Una de ellas era la familia de su hijo mayor Eleazar de cuarenta y nueve años, actual jefe de los cazadores y la otra era la de Elena la hija menor de Markkus. Ella era la entrenadora oficial de las doce niñas que habían sido elegidas para ser entrenadas como cazadoras, Ángel estaba incluida y este grupo de niñas serían las primeras cazadoras que saldrían a cazar vampiros. Las otras mujeres y jóvenes cazadoras solo eran espías que llegaban a ciudades y pueblos en busca de vampiros.

Eleazar tenía cinco hijos y Elena tres.

El hijo mayor de Eleazar se llamaba Markkus como su abuelo, tenía veintiocho años y era jefe de una fortaleza en oriente y lo acompañaba su hermano Eleazar de veintidós años. El tercer hijo de Eleazar era Thomas de diecisiete años y después de él venían Nadia de quince y Elam de tres años. La madre de estos niños había muerto dando a luz al pequeño Elam.

Elena tenía treinta y tres años. La mayor de sus hijas se llamaba Ariela tenía catorce años. Fue llamaba de esta forma en honor a su media hermana de la cual nadie supo nunca cual fue su destino después que los vampiros se la llevaran.

Después de Ariela venía Milca de nueve años y la pequeña Luna de tres.

Ángel era compañera de Ariela y ante sus padres y hermanos era una santa a pesar de ser engreída y soberbia, nadie era más que ella o su familia.

En un principio Ángel pensó que esta niña era diferente al resto de su familia pero después de unas semanas se dio cuenta que no era así, no dudaba un segundo en dar ordenes a los lobos o humillarlos cada vez que podía, incluso a otros niños cazadores los hacia sentir mal con sus altanerías. En varias ocasiones estando en el calabozo Ángel oyó risas y voces cerca de donde ella estaba y al encaramarse hasta la ventana de su celda pudo ver a Ariela encontrándose a escondidas con un cazador que se veía bastante mayor que ella. Como no había nada nuevo en lo que vio aquella vez nunca más se volvió a asomar cuando los oía llegar cerca de donde ella estaba, ya había visto a la hermana Clara y a Jesús en el bosque y en otra oportunidad a su hermana Katia con León. Ya sabía lo que hacían aunque no entendía para que.

Ángel sabía que la seguía un lobo pero esto no le molestaba, todo lo contrario, se sentía más acompañada al saber que había alguien pendiente de ella en todo momento. A veces pensaba en que ojala algún día él le hablara, ella le contestaría y sería amable pero no diría nada que la delatara ni confiaría ciegamente en él. No podía confiar en nadie que no fueran sus amigos.

Cada noche se dormía con la esperanza de que al cumplir los diecisiete años Enoc y sus hermanos irían al pueblo de Alba y al preguntar por ella, alguien les diría lo que había pasado con ella y ellos verían el modo de sacarla de aquella fortaleza. Sonreía ante este pensamiento y se dormía algo más confiada.

Cada mañana alguien golpeaba la puerta para despertarla, ella se levantaba de prisa para ver quien era pero no era lo suficientemente rápida. Se bañaba y salía de su frío cuarto a tomar un poco de leche caliente y comer lo que más pudiera pues nunca sabía si terminaría el día o la semana en el calabozo.

Una mañana al pasar por el patio vio que los lobos ordenaban y ponían troncos para sentarse. Se detuvo a ver que hacían pero Jacinta le tomó la mano y tiro de ella hacia el comedor, le dijo que estaban atrasadas para desayunar. Se fueron corriendo juntas de la mano. Ángel sintió cierta nostalgia y pensó en Viorica, su querida amiga muerta y culpada por algo que no había hecho. Las lágrimas parecían inminentes pero las contuvo rápidamente.

Durante el desayuno Ángel le paso un papel por debajo de la mesa a Jacinta en el que le preguntaba porque dejaba que la entrenadora la lastimara si ella podía defenderse.

La niña se acercó a Ángel y le dijo para callado que ella no dejaba que la entrenadora la lastimara, la verdad era que ella no sabía pelear bien además le tenía mucho miedo. Ángel lo considero durante unos instantes y estaba segura de pelear mucho mejor que Jacinta y estaba segura que también se la podía para pelear con Elena. Se acercó más a Jacinta y le pregunto si le gustaría que ella le enseñara a pelear para que ya no la lastimara más la entrenadora. Jacinta le pregunto si sabía pelear y Ángel le contó con toda seguridad que sí.

Inmediatamente la niña le preguntó porque no peleaba y Ángel le contesto que porque no quería ser un monstruo como los cazadores. Le dijo que prefería el calabozo o la muerte antes que ser una de ellos.

Jacinta la miro horrorizada por sus palabras y se alejo de ella enseguida. Ángel supo que tal vez ya no le hablaría más, lo lamento pero no le dio mayor importancia.

Al salir del comedor fue al patio y vio que había muchos cazadores y lobos reunidos alrededor de una de las plataformas. Había dos cazadores peleando a torso desnudo en ese momento, los lobos también estaban sin camisa y se diferenciaban solo por su altura, su corte de cabello casi a ras del casco y la cruz en el cuello que ellos no cargaban a diferencia de los cazadores.

Ángel miro la cruz de uno de los peleadores y miró la marca en su mano que le dejo Baltazar, era un recordatorio del día que le entregaron su cruz como al resto de los niños que iniciaban su entrenamiento, y que ella no dudo en tirar al suelo.

La niña se apoyo en un pilar y Jacinta llego a su lado, ya no parecía asustada como antes.


Continue Reading

You'll Also Like

15.6K 1.4K 14
Relató la historia de un joven de 14 años que ha sufrido desde su niñez , pero al final encuentra la felicidad
19.3K 906 12
Erika Smirnov una chica de tan sólo 20 años es la jefa de la mafia rusa, ella no tiene familia ya que toda murió, se encuentra sola ya que tampoco cr...
3K 486 44
Scarlett es la hija del rey de Kristallfuchs, país ubicado entre Polonia y Alemania. Kristallfuchs es un hermoso y pequeño país, conocido por sus ric...
1.7K 198 68
Ángeles y Demonios, luz y oscuridad, bien y mal, enemigos naturalmente, pero ¿si estuvieran destinados a estar juntos?, ¿si tienen uno de los amores...