-Es tarde, Liam.
-¿Puedo pasar? Sé que Louis está aquí.
-No quiero hablar contigo y tienes que sujetar mejor su cabeza –Louis se acercó y sujetó a Savannah – así –agarró a la niña –y tiene días, no deberías sacarla de noche.
-Pero te necesitamos en casa.
-Haberla dejado con tu madre.
-Le conté la discusión y me dijo que aprendiera a ser padre y marido.
-Buen consejo. Ahora puedes irte.
Niall apareció en la puerta con la tarrina de helado.
-Hola... Oh, no, Liam. ¿Esta presión nunca acaba?
-Louis, vuelve a casa. Nos estás abandonando a mí y a Savannah.
-Tú me has abandonado con tus palabras y tu modo de actúar.
-¿Qué es este barullo? –Calum apareció con Eileen en brazos –habéis despertado a la niña.
-Trae –dijo Niall agarrando a la pequeña y dejando el helado. –y ponte camisetas más amplias.
-Aquí no hay quien duerma –se quejó Zayn llegando al hall.
-Perdón por no estar cómodo en mi casa –dijo Niall con tonito.
Louis le pasó a Savannah a Niall, que la agarró con el brazo libre.
-Liam, ¿tienes algo qué decir?
-¿Delante de todos? Vamos a casa y hablamos.
-Liam, deberías calmarte y entrar porque hace frío... –dijo Zayn acercándose y agarrándolo del brazo.
-No tendrías frío si te vistieras –dijo Niall.
-No hace falta que le agarres del brazo –dijo Louis metiéndose entre Zayn y Liam. –eres mucho de tocar.
-Un poco de tocar sí es –dijo Harry.
-Y tú eres un poco malmete –dijo Liam.
-¿Y tú a que defiendes tanto a Zayn? –dijo Louis.
-No cambies de tema.
-Deja a Harry en paz porque sólo ha dicho la verdad, que Zayn es de tocar mucho.
-¡Yo no toco mucho!
-Niall, ¿no dices nada? –preguntó Harry.
-Sí –Niall sopló apartando un mechón de pelo de su cara –todos fuera. Zayn, vístete y vete con Gemma o a tu casa pero esta es mi casa, no andes en calzoncillos y sí que eres un poco tocón. Liam, no le digas esas cosas a mi marido, ya hablaremos de otras cosas que has dicho, es tarde. Louis, vete a casa con tu marido y habla, lleváis casados tres meses, un poco de aguante. Toma a tu hija y a casa...
-Pero Niall...
-No, Louis, no digas nada...
-Pero Niall –dijo Harry.
-¿¡Qué?!
-Le estás dando a la niña equivocada. Le estás dando a Eileen.
Niall se paró a mirar y efectivamente él tenía a Savannah y Louis a Eileen.
-Son los nervios. Todos fuera. Es mi casa y estoy muy estresado y hasta me ha llevado el coche la grúa.
-¿Se te llevó el coche?
-¡Sí!
-¿Te vienes? –preguntó Liam.
-Bueno, sí –dijo Louis –pero vamos a hablar.
Liam se subió al coche y Louis se subió al asiento trasero con Savannah. La acomodó en el portabebés y la calmó porque protestaba mientras Liam conducía. Liam iba nervioso, sabía que no iba a ser fácil pero al menos Louis volvía a casa...
Harry guardó el helado en el congelador y subió al cuarto. Pasó a comprobar que Eileen estaba bien y entró en la habitación.
Niall estaba acostado, vestido con un pantalón de pijama.
-Cariño...
-Harry, estoy muy estresado.
-Lo sé –Harry se sentó a su lado. Le acarició la mejilla –mañana mamá y tu madre se van. Gemma se queda pero le voy a decir que le prohíbo traer a Zayn.
-Es que... Necesitamos calma. No le digas lo de Zayn, no sé. No quiero pensar.
-Ser padres es cansado –se rió Harry. Niall sonrió y le sujetó la mano.
-Harry, es tarde. Acuéstate.
-No tengo sueño –Harry se sentó sobre Niall –y tú necesitas desestresarte.
-Llevo días sin dormir –Niall sonrió – la verdad es que si que estoy un poco desastroso.
-No te muevas –Harry le bajó los pantalones –yo me encargo de todo...
-Suena bien.
Harry le acabó de quitar los pantalones y comenzó a acariciar suavemente alrededor del pene. Le estaba acariciando la punta y presionó...
Se sintió un golpe seco y fuerte.
-¡Tranquilo, Harry, se me ha caído la mesita de noche pero no he roto nada! –gritó Gemma.
Niall se apretó la nariz. Harry se levantó y salió del cuarto, en calzoncillos y con una semierección.
-Ya, Gemma –abrió el cuarto de su hermana sin preguntar – Gemma, nunca has pedido permiso para traer a tu novio y de hecho no me agrada que lo hagas. Así que ya te estás viviendo y te vas con él a su casa, que la tiene.
-Pero...
-Dijiste que venías a ayudarme y sólo entras y sales y andas con Zayn. Y Niall está alterado.
Zayn miró a Gemma y se encogió de hombros.
-Nos iremos a mi casa, nena.
-Esta noche –dijo Harry y volvió a la habitación –ya está, amor.
-Estoy muy nervioso, Harry, de verdad. Muy alterado.
Harry volvió a dónde estaba y con una sonrisa le acarició el pene.
-Hoy tú mandas. ¿Qué quieres?
-Dormir.
Harry se quedó mirándolo sorprendido.
-Harry, no tengo casi fuerzas. Se me cierran los ojos y prefiero hacer el amor con calidad, por la mañana. Necesito dormir.
-Vale, mi amor.
Liam dejó a Savannah en su cuna y bajó al salón donde estaba Louis.
-No debí decir eso. Savannah es hija de los dos.
-Te acostaste con esa mujer cuando casi estábamos juntos.
-Y lo siento.
-Estás raro.
-De acuerdo, vamos a hablar de ésto...
El teléfono de Louis comenzó a sonar. Lo sacó y vio que era de su casa.
-Mamá, no iré hasta maña... ¿Un accidente cómo?