Hyung! Londres es enorme!- decía un maravillado Jimin ante la poderosa e imponente ciudad, centro de Inglaterra. Corría de un lado a otro, curioseaba por su alrededor, se asomaba en la barandilla del puente ubicado frente al lugar donde paraban las carrosas y tiraba de la mano de Jungkook para que apreciara lo mismo que veían sus ojos con fascinación. Jungkook lo seguía y cuidaba de que no se perdiera ni se fuera muy lejos, Jimin después de todo seguía siendo un niño para él, demasiado puro y encantador para las malas intenciones de la sociedad.
-Bueno bebé, debemos organizarnos, primero busquemos una hostal para descansar- dijo Jungkook mientras contaba el dinero que les quedaba en efectivo.
-hyung, creo que nuestras vestimentas de pordioseros llaman la atención de la gente- dijo Jimin preocupado por recibir la mirada despectiva de las personas al ver su apariencia. Llevaban el viejo abrigo que les cubría hasta las rodillas, pero no quitaba el estado de sus demacrados y cansados rostros, junto al mal estado de sus pantalones que se hacía evidente en el final de la tela y los precarios zapatos que llevaban producto de tanto caminar.
-es cierto, debemos comprar ropa, mañana a primera hora saldremos a eso y yo debo buscar un trabajo.
-mmm...-dijo Jimin no muy convencido, sabía que Jungkook no lo dejaría trabajar, pero quería ayudar al sustento económico de ambos para rentar un lugar pronto y establecerse sin problemas y evitar dejarle todo la carga a Jungkook.
Avanzaron por las enormes calles de Londres, el ritmo era ajetreado y las personas ya no puntualizaban en ellos, sino que pasan de ser percibidos, lo que les dio más tranquilidad para movilizarse. En la zona sur de la ciudad, encontraron una hostal a cargo de una pequeña anciana de amables modales, les ofreció de cenar como cortesía de la casa al ver a ambos jóvenes exhaustos, sin embargo, esta vez tuvieron que dar información personal; en el carruaje acordaron presentarse bajo el apellido Jung como hermanos para evitar cualquier clase de problema ante alguna eventualidad, por suerte Jungkook reaccionó rápidamente con seguridad al momento que pidieron sus datos mientras Jimin hacía que acomodaba cosas en su bolso para evitar los nervios que siempre lo delataban, la anciana no sospechó de nada, les sonrió y les entregó la llave avisándoles que en una hora la cena estaría lista.
-Por fin llegamos amor- dijo Jungkook mientras abrazaba a Jimin por detrás.
-esto es una locura...pero me encanta- respondió Jimin mientras giraba levemente su cabeza para encontrarse con el rostro de Jungkook y besarse rozando sus lenguas y mordiendo sus labios.
Jungkook estrechaba el pequeño cuerpo y presionaba su miembro en el trasero de Jimin mientras pasaba sus manos por el torso del menor y las introducía bajo su camisa, pellizcando sus pezones -amor...-dijo Jimin en un suspiro lujurioso- Jungkook comenzó a estirarlos y acariciarlos haciendo una leve presión mientras su amado gemía su nombre, fue bajando las manos hasta acariciar el pene de Jimin bajo la tela de su pantalón-aah...hyun...g- gimió sin control alguno, el pudor no existía entre ellos, solo importaba la unión en cuerpo y alma que establecían cada vez que intimaban. Jimin frotaba su trasero en el miembro de Jungkook dirigiendo sus traviesas manos a sus glúteos para apretarlos e intensificar la fricción que se estaba creando, no había espacio entre sus cuerpos, Jungkook besaba, lamía y succionaba el cuello de Jimin mientras simulaba embestidas que provocaban más gemidos-Jung...kook...te quiero...dentro de mí- logró articular Jimin, mientras Jungkook sonreía sobre su piel con satisfacción que revelaba un ferviente deseo-mm...eres un irrespetuoso con tu hyung bebé, no me has llamado con honoríficos, tendré que castigarte- dijo Jungkook juguetonaente mientras apretaba su agarre en el miembro de Jimin, movía su mano lentamente dándole caricias por su longitud, en su desesperación por aliviar su placer, Jimin dijo en un gemido ahogado- quiero un castigo tuyo tuteur.
Jungkook se volvía loco cada vez que su pequeño lo llamaba así, lo puso a cuatro patas en la cama y amarró sus manos con la desgastada camisa blanca que usó esa mañana para viajar, dejando atrapadas las manos de Jimin, quien no podía girarse a ver qué estaba haciendo su amor- ¿quieres un castigo?- dijo Jungkook de forma pervertida- si por favor- respondió Jimin, al instante sintió una fuerte nalgada de parte del mayor, gimió de dolor, la sensación de picor lo invadió pero se fue al instante para reemplazarla por una de placer- mereces unas cuantas más niño malo- dijo Jungkook mientras volvía a azotar con una erótica brutalidad el trasero del pequeño con su mano- aah..mmm...tu...teur- jadeaba Jimin, Jungkook le dio cinco nalgadas más acompañadas de gemidos y gruñidos de placer para después separar las piernas de Jimin y posicionarse entre ellas- hung...no quiero preparación- con eso Jungkook lo penetro de golpe, Jimin no podía tocar nada solo levantaba sus caderas y estiraba su trasero para permitir un mejor acceso al pene de Jungkook-aaah...aaah- gemía fuertemente por el dolor que pronto se convirtió en placer, Jungkook empujó su espalda con su mano para pegar el torso del pequeño con el colchón y mantener su trasero arriba, besaba intensamente y pasaba su lengua por toda la espalda de Jimin dejando un rastro de saliva, seguía penetrándolo con profundidad y pasión-aah...Jimin- gruñía Jungkook mientras apretaba el miembro de su pequeño acariciando sus testículos, unas embestidas más y ambos terminaron al mismo tiempo.
Se acostaron sobre las sábanas y se miraron unos minutos para luego besarse y estallar en carcajadas.
-hyung, nos perdimos la cena!- decía divertido Jimin.
-lo sé bebé- Jungkook seguía con su enorme sonrisa- pero valió la pena- dijo mientras lo acercaba a él y hacía que Jimin se acostara sobre su pecho para acariciar su trasero.
-me gusta tu lado bruto y salvaje hyung- dijo Jimin tímido mientras daba pequeños besos en su pecho.
-mmm...lo verás más seguido entonces- dijo Jungkook guiñándole un ojo.
Sin percatarse se quedaron profundamente dormidos, abrazados con sus cuerpos entrelazados. A la mañana siguiente ambos se prepararon y salieron a las calles para empeñar un par de objetos de valor que tenía Jimin, antes de salir se disculparon con la anciana y excusaron su cansancio agradeciendo su amabilidad, ella solo sonrió. Encontraron un pequeño y elegante lugar, donde intercambiaban joyas por dinero, decidieron empeñar unas mancuernas de oro para traje, recibieron una buena cantidad de dinero por ellas.
-muy bien amor, ahora debemos comprar ropa- dijo Jungkook mientras intentaba ubicar el mercado en el mapa de la ciudad plasmado en un trozo de madera- debería estar por esta calle, vamos.
- de acuerdo hyung- Jimin estaba muy alegre, por fin avanzaban juntos como familia en la vida sin percances.
Pasearon toda la tarde comprando y divirtiéndose, compraron lo necesario para mantenerse sobrios y abrigados, aunque Jungkook insistía en querer gastar más dinero para todo lo que Jimin veía y le gustaba.
-hung... ¿qué clase de trabajo buscarás?- dijo Jimin una vez que se dirigían de vuelta a la hostal.
- buscaré en algún departamento de contabilidad o finanzas, algo en lo que requieran de un respaldo legislativo, aún conservo mis años de estudio de leyes y sé manejarme en diversos aspectos, asique no te preocupe- respondió Jungkook mientras acariciaba la longitud de la nariz del menor con su dedo delicadamente.
Se acercaban a la hostal hasta que sintieron un grito- Jungkook!- Jimin y Jungkook se miraron y comenzaron a caminar más rápido- Jungkook! Espera!- gritaba la voz, siguieron avanzando hasta que sintió como jalaban a Jimin de su lado, se dio la vuleta bruscamente con un puño formado en su mano para propiciarle a la persona que le puso una mano a Jimin hasta que reconoció ese particular rostro.
-¿Jhon?...-dijo Jungkook impactado, estaba viendo a su gran amigo con quien estudio leyes los primeros años, pero debido a la ambición de sus padres por contraer matrimonio con una francesa aristócrata tuvo que irse de Inglaterra, lo que más recordaba Jungkook de él era su constante hábito de abrazarlo acercando sus rostros y tomar discretamente su mano, Jungkook a veces lo dejaba porque creía que eran gestos de amistad y otras veces se sentía incómodo por su agarre sin motivo alguno y se separaba.
-Por fin me reconoces!- dijo dirigiéndose a Jungkook, para luego voltear a mirar al menor y hablarle- siento asustarte así al tomar tu brazo ¿eres Jimin verdad? Tu hermano siempre me hablaba de ti.
-¿Qué haces aquí?- exclamó feliz Jungkook al ver a su amigo.
-llegué hace un mes a Londres, no he visitado Hampshire ni pretendo hacerlo, me designaron a la corte suprema de Inglaterra con un puesto permanente en la junta del juez.
-has llegado lejos ¿no?- dijo Jungkook con alegría por el éxito laboral de Jhon.
- si...aunque...te extrañe demasiado- extrañamente esa declaración no sonaba con intenciones amistosas, sino que con un dejo de coqueteo.
Jimin no entendía nada, nunca en su vida lo había visto, pero tuvo una molesta sensación cuando lo vio acercarse demasiado a su hyung, más aún cuando lo abrazó para despedirse. Jhon le ofreció a Jungkook un puesto en la corte, ya que tenía la suficiente influencia para hacerlo, Jungkook se negó porque no quería encontrarse con nadie que conociese a su familia y eso era casi imposible al ser uno de los aristócratas más importantes de la élite británica aunque su vida se redujese solo a Hampshire, su padre tenía relaciones diplomáticas en todo el país. Sin embargo, Jhon le explicó que la prevalencia de personajes extranjeros abogados especialmente alemanes y franceses, por lo que no debía preocuparse, Jungkook entonces aceptó, puesto que necesitaban el dinero, quedaron de encontrarse en dos días en el la entrada de la corte para introducirlo.
Jimin se fue callado todo el camino y Jungkook se extrañó de eso, el pequeño estaba molestó porque Jungkook no ponía distancia con su amigo y hablaron sin considerarlo en la conversación. Llegaron a la habitación, Jimin estaba por encerrarse en el baño cuando unas manos giran su cuerpo desde sus hombros.
-¿Qué sucede amor? No quiero un nada por respuesta- dijo Jungkook mientras sostenía su mirada.
- es solo que...no lo conozco, no me causa confianza- dijo Jimin.
-bebé debes estar tranquilo, es mi amigo de leyes y no me perjudicaría, al contrario me está ayudando- dijo Jungkook mientras besaba sus labios para aliviar la preocupación de Jimin quien solo dijo
- está bien confío en ti.
Lindas hermosas! gracias por su paciencia, perdón por actualizar de madrugada, me encantaría poder hacerlo más tempranito pero la universidad me consume :(
Gracias por leer y compartir sus valiosos comentarios, regaloneen mucho a sus mamis, las quiero mucho! besitos!