Las siguientes semanas pasan como en un sueño. Más bien, una pesadilla.
Max, apiadándose de mi dolor, ha pedido a Isla que cubra mi trabajo de instructora, y ella y Cuatro deben de haber acabado ya con la tecera etapa.
Puede que incluso los iniciados sean ya miembros oficiales de Osadía.
Sé que Cuatro está saliendo con Tris ; Ella misma vino a contármelo, ya que yo no quería verle a él.
Para su sorpresa, no me enfadé, ni le guardo rencor. Como me cuestionó Eric, yo no sentía por él nada más que una profunda amistad.
A Eric tampoco he vuelto a verle.
Me niego, no quiero estar con ninguno de los dos.
Han pasado ya tres semanas, y me las tiro encerrada en mi apartamento.
Hoy, me decido a salir.
A enfrentar las miradas de los demás osados, a ser fuerte.
Hoy me decido a demostrar que pertenezco a Osadía, que soy valiente.
Hoy me decido a hacerlo, por Enn.
(...)
- Cariño - suspira Isla abrazándome en cuanto cruzo por la puerta del comedor.
- Estoy bien, Isla - sonrío débilmente zafándome de sus brazos - ¿ No querrás hacerme llorar, no ?
- No, no - niega rápidamente, y me arrastra hacia la mesa de los líderes - Te has perdido muchas cosas. Ya no tenemos iniciados hasta el año que viene.
- ¿ Cómo ha quedado la clasificación ? - pregunto tratando de animarme y olvidar todo. Olvido que Eric no ha despegado la mirada de la mesa desde que llegué.
- Tris consiguió el primer puesto, ya que fue la mejor en la segunda y tercera etapa, seguida de Peter y Uriah- responde Lauren, y yo me alegro por ella.
- Siento haber faltado tanto tiempo, Max - me disculpo, y él hace un gesto quitándole importancia.
- No te preocupes, es normal que lloraras la pérdida de tu amigo. Una pena que se suicidara, era un buen soldado- comenta, y yo aprieto los dientes. Suicidarse. Ja- pero entiendes que los divergentes son un peligro, ¿ verdad Elsie ?
En ese momento, Eric alza la cabeza, y sé lo que debo decir, independientemente de lo que pienso. Sé que se avecina algo gordo.
- Sí, claro. Hay que asegurar el control - respondo con una falsa sonrisa.
Tengo la respuesta; Osadía va aliarse con Erudición, contra Abnegación.
- Bien. Os quiero a todos en la sala de control mañana a las seis de la mañana. Tenemos que organizar varias cosas - ordena Max, y asentimos. Es curioso como a pesar de que todos somos líderes igualitarios, es él quien maneja "el cotarro".
Busco disimuladamente a Cuatro por el comedor.
Aunque esté enfadada con él, tengo que advertirle de esto.
Él y Tris tienen que estar alerta.
(...)
Desafortunadamente, no puedo hablar con ellos en toda la tarde.
Max nos envía a reunir a todos los miembros de Osadía en el pozo lo más rápido posible, aunque tardamos unas dos horas y media hasta que absolutamente todos estamos ahí.
- Líderes - nos llama, y nos acercamos a él, que nos tiende una pistola a cada uno y una caja con émbolos naranjas- inyectar a cada persona uno de estos, decidles que es un localizador. Nadie puede resistirse, ¿ entendido ?
Los osados son divididos en enormes filas, y nos colocamos al principio de cada una.
Uno a uno, todos van pasando al frente, y voy inyectando sueros.
La mayoría no preguntan, como los buenos soldados que son.
Otros sí, pero mi respuesta es siempre la misma "Es por seguridad".
No puedo ayudarles, no a todos. Me matarían, y de nada serviría ser líder.
Ahora mismo, estoy tan en la boca del lobo como ellos.
- ¿ A dónde vas ? - escucho la voz de Eric a mi derecha, y paro de poner inyecciones para ver cómo Tris intentaba huir sigilosamente - Supongo que te habrá molestado no ser la primera de la fila, pero tranquila, te facilitaré el trabajo - Eric hace una seña, y por detrás, Lauren clava la pistola en su cuello. Entonces sonríe irónicamente - Enhorabuena. Ya eres de los nuestros.
Cuatro, a quien le toca el turno,tiene los dientes apretados, y sé que se está conteniendo para no ir y sacarla de ahí.
Muerdo mi labio nerviosa y cojo otro émbolo. Lo meto en la pistola y busco la vena de Cuatro.
- A las tres de la madrugada en mi apartamento - susurro sin detenerme a mirarle, y aunque no me contesta, sé que me ha oído.