Hold Me Close, Don't Let Go...

By JuliethVillareal

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EL primero y el peor de todos mis fics en la vida... More

Sinopsis
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
capitulo 8
Capitulo 9
capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capitulo 17
¿Quieren que siga?
Capitulo 18
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 23
Capitulo 24

Capitulo 22

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By JuliethVillareal


Narra Kellin

Steven había intentado lastimarme incontables veces, y lo había conseguido en unas cuantas.

Me siento enfermo y débil, supongo que todo eso es por mi culpa; he dejado de comer y dibujar con instrumentos filudos sobre mis brazos y muñecas se ha convertido en mi mayor pasatiempo. Steven solía lamer los cortes de mis muñecas con el propósito de hacerme sentir un ardor lacerante.

Steven me llamaba cobarde por hacerme daño a mí mismo; nunca lo contradije porque yo creía lo mismo. El me golpeaba y me gritaba "marica" y cosas más hirientes en caso de que soltare una lagrima.

Falté al instituto un día; les mentí a todos al decir que además de comer muchos dulces, el motivo por el cual había llegado a hospedarme en el hospital había sido también haber comido demasiadas cosas pesadas y altas en grasa el mismo día.

Pero fui al hospital por una razón completamente diferente: Intoxicación por sobredosis de antidepresivos. Y nadie debía saberlo.

Heather ha ayudado tanto, es como si fuese un pincel que mágicamente empezó a poner decorosamente pintura sobre un lúgubre y aburrido lienzo formando una obra de arte; ha estado coloreando mi opaca vida, y eso me mantiene de pie.

No quiero que Oliver se acerque a ella, no quiero perderla, y odio tener que saber que ella está interesada en el...

[...]

Estar una tarde entera con Heather no era suficiente para mí. Todo tiene que acabar en algún momento y creo que lo que vino después valdría la pena con tal de volver a encontrarme con ella.

Mi padrastro llamó tuvo que llamarme justo cuando dejaba a Heather en casa. Sentí pánico con solo escuchar su voz a través del celular diciendo "te espero a las cinco pequeño"; La última vez que abusó de mi me dijo que la próxima vez habría algo nuevo y que me iba a encantar. Sentía que morir era lo mejor cuando recordé eso, nada que el hiciera me iba a gustar.

[...]

Llegué a casa deseando la protección de Heather, mi mente me hacía imaginar lo peor hasta el punto de que mis piernas estaban demasiado torpes como para subir las escaleras; todo mi cuerpo temblaba.

Subí con dificultad los diminutos escalones hasta llegar a la habitación de tortura. La misma habitación en la que yo vivía.

Sigilosamente asomé mi rostro a detrás de la puerta, suplicando por encontrar a un Steven muerto por alguna razón que agradecería toda la vida; pero al entrar, me sobresalté al detallar la cursi decoración de pétalos de rosa que formaban un elegante camino hasta mi despreciable cama, donde yacía Steven con absurdos ronquidos.

Me sentía muy asustado, llegué a acostumbrarme a eso, pues había vivido mi adolescencia y parte de mi niñez en ese ambiente de sufrimiento, pero no olvidaba lo que me había dicho y habían centenas de posibilidades de las cuales un enfermo como Steven no sería incapaz.

Dejé mis llaves sobre el buró con sumo cuidado para no despertar a la bestia y descansar un poco en tranquilidad, o más bien, prepararme psicológicamente. El sueño de Steven no pesaba más que una pluma cuando tenía algo pendiente, y con mayor razón si era uno de sus deseos lujuriosos.

Y como un vampiro percibe la sangre, Steven sintió mi respiración. Abrió los desgastados parpados para iniciar una desorbitada búsqueda de mi rostro. Deseaba tener la valentía de asesinarlo.

-¿Listo? –mencionó-

Me encogí de hombros llevando la vista al suelo, rogando que el pánico y el dolor no se convirtieran en lágrimas, porque Steven me dejaría en paz pronto, solo si fingía disfrutar.

-Lo tomaré como un sí. –Rió cínicamente- Te contaré lo que harás hoy. – Soltó la nuca de entre sus manos para sentarse y observarme con más claridad.-

-¿Qué es todo esto? –cuestioné pasando mi vista alrededor del lugar. Mi ritmo cardíaco aumentó exageradamente cuando mi vista encontró una cámara preparada para grabar en el rincón de la habitación. Maldije la existencia de Steven, quien respondió a mi sorpresa con una carcajada.

-Ya sabes qué pasa si no lo haces. –Dijo serio levantándose de su lugar para salir de la habitación.-

No comprendí su evasión tan repentina hasta que lo vi entrar con un kit de supervivencia. Filudas y atrozmente grandes navajas. Tragué saliva sintiendo cansancio, mi corazón debió haber colapsado para entonces, pero en cambio, el miedo comenzó a atacar a convulsión mis piernas, además del sudor asfixiante que aparecía como roció en mi frente.

-Kellin, tu mamá se gasta el dinero y yo no tengo lo suficiente, y obviamente necesito mucho más. ¿Entiendes? –Levantó bruscamente mi barbilla- He encontrado una interesante página Web y he inscrito tus datos para que me sigas complaciendo a mí y empieces a complacer a la gente necesitada de internet con tus habilidades. –Me agarró de la cintura besando mi cuello-

Observé a la nada reteniendo las lágrimas.

-Suéltame –sollocé- eso es ilegal Steven, ¿quieres ir a la cárcel? ¿Quieres pagar por todo lo que me haces? –Interrogué quebrantado- No creo que pienses en el bienestar de la gente, tu no sientes nada, eres un parasito, enfermas. –hablé sintiéndome desahogado-

Sabía que era una mala idea, pero después de todo, una puñalada me llevaría a un lugar más apacible como lo es un hospital o un ataúd, cualquier lugar es perfecto mientras Steven se mantenga lejos.

-No voy a golpearte porque eres mi objeto de ganancia, y debo mantenerte hermoso para que me paguen como quiero. Pero te juro que después de esto voy a hacer algo peor, así que cambia tu altanería de una vez, que tú no eres nadie para opinar ahora. ¿Serás un buen niño, verdad? –Dijo casi en un jadeo sobre mi oído.- asentí repetidas veces abrumado.

-Perfecto. -dijo excediéndose en cercanía- traté de apartarlo de mí pero me apretó más fuerte, permitiéndome notar su respiración entrecortada, mordió el lóbulo de mi oreja para después empujarme sobre la cama.

Me atreví a preguntar si la cámara tenía algo que ver con todo eso.

-Oh!, no. Ahora no estoy grabando, lo siento, me dejé llevar, es que cada día me provocas más, pequeño Kellin. –respondió acariciando mi hombro en tanto que recorría con sus ojos mi cuerpo.

No hice ningún comentario, lo observe, busqué algo en sus ojos faltos de humildad, ese hombre era un egoísta, un altivo, amargado. Mi corazón estaba ya demasiado acelerado y el miedo había hecho lo contrario a menguar.

El timbre sonó y Steven salió enérgico para abrir la puerta. Empecé a fantasear con una heroica captura policial de Steven, pero escuché varias voces en la sala de estar, y no eran voces de policías. Permanecí sentado hasta que vi a Steven regresar.

-Kellin, contraté a un experto para grabar el video que pondré en tu perfil de la página.-

-¿Q-que? –Titubeé con un nudo en la garganta-

-Estúpido. –Murmuró fastidiado.- Robert está afuera, pórtate bien o ya sabes que ganas. – Amenazó autoritario señalando el muy bien conservado cofre de navajas-

Tapé mis ojos con mis manos para desahogarme en el calor de mi piel, en eso, un chico asquerosamente acuerpado cruzó la entrada de mi habitación mostrándome una sonrisa cuya intención no conocía.

-Hola- saludó observándome de pies a cabeza con un tono de voz claramente ascendente.-

-Ho-la. –hipé a causa del llanto observándolo sentarse a mi lado.

-¿Por qué lloras niño? –preguntó demasiado cerca de mí. – aparté mi rostro de entre sus manos.

-N-necesito un vaso de agua –dije poniéndome de pie bruscamente.-

El chico asintió sonriente y salí temblando de la habitación. Me encontré a Steven de frente y me dijo "¿a dónde vas?" con un tono amenazante.

-Déjame ir por un vaso de agua, ¿si? –supliqué-

Tenía un plan en mente, pero era uno muy arriesgado.

-Lo traeré yo. –dijo cortante-

-¿Crees que voy a irme? –Fingí su firmeza-

-Obviamente lo harás, sé que no quieres esto. –sentenció-

-No quiero nada que venga de ti, y Robert no es tú. Además, es demasiado atractivo. ¿Crees que perderé la oportunidad? –mentí deseando no hacer notar mi vergüenza por lo que acababa de decir-

-¡Wow!, ¿en serio?, esto va mejor de lo que creí. –comentó entusiasmado.-

-sí. –reí nervioso pisando la primera escalera abajo-

-Pero pruébame que so es verdad. –Desafió dibujando una media sonrisa en su semblante-

-¿Eh? –dije desconcertado-

-Ve y toma la iniciativa. –Explicó con sus manos y rodando los ojos.-

-primero voy por el vaso de agua. –sonreí nervioso-

-No, hazlo ahora. –ordenó-

Me vi forzado a hacer lo que me pedía y entré de vuelta a la habitación asiéndome luego del rostro bronceado y horrible de Robert para rosar mis labios con los suyos, imaginando torpemente que era una chica.

Observé finalmente a Steven en busca de aprobación.

-¡Eso no fue nada! –Rió Steven- Robert me miró sorprendido, dramaticé una sonrisa y comencé a besarlo con más intensidad, se sentía raro, Incomodo. Pero mi reputación estaba en juego. Empuñe mis ojos completamente asqueado, después de unos segundos creí que era hora de ser avalado y abrí mis ojos, Steven estaba ubicando la cámara para empezar a grabar.

Robert me puso debajo de él forzosamente, mi plan de huida estaba fracasando.

-E-espera –dije empujando su pecho para evitar que siguiera besando mi cuello y me levanté para "ir por mi vaso de agua".

-Iré por agua -le recordé mientras salía infalible de la habitación-

Inmediatamente corrí escaleras abajo, corrí hasta la entrada principal e intenté hacer muy poco ruido para abrir la puerta, repetí el mismo procedimiento al cerrarla.

Un monto de lágrimas a punto de aflorar de mis ojos, daban paso a mi orgullo por haberlo logrado. Había huido, por fin...

-¡Oye! - gritó Steven mirándome por la ventana- no creas que te librarás, maldito. - exclamó frustrado señalándome con su dedo índice repetidas veces para abandonar el marco de la vidriera-

Corrí lo más rápido que pude hasta doblar la esquina de la manzana y entonces recordé lo que me haría si no me comportaba a su antojo. No tenía a dónde ir y el miedo a ser capturado provocó que las lágrimas brotaran inconscientemente de mis ojos, muriendo en el aire hecho viento en el galope.

Mi cara estaba descubierta y mi cabello estaba siendo arrastrado por la corriente del vendaval. Steven y Robert venían detrás de mí y yo no era lo suficientemente bueno corriendo, temía que pudieran alcanzarme.

Entregué Todas las energías que almacenaba dentro, y muy seguramente gracias al miedo pude perderlos de vista.

Tomé el camino a un callejón por el que tal vez llegaría a otro conjunto Residencial, el camino estaba empedrado y poco trabajado, perdí la resistencia esquivando las piedras que lastimaban mis pies.

Una vez creí estar fuera de peligro -o casi- apoyé mis manos sobre mis muslos para descansar un poco, mi ritmo cardíaco era tan acelerado que me dolía respirar. Mi celular empezó a sonar, el número de Steven aparecía como proyección de cine en mi mente, y sin siquiera mirar, sabía que era él.

No contesté, tenía mucho miedo y había perdido casi todo el valor. Seguí caminando y conseguí entrar al barrio que había conocido hace algún tiempo, el lugar en el que Oliver vivía. Pero no era el tiempo para recordar, solo quería estar a salvo.

El sonido de la vibración de mi celular comenzaba a hostigarme, mi sistema nervioso estaba a punto de hacer un corto. Contesté tembloroso y escuché la voz histérica de Steven después.

- Kellin, regresa ahora o te encontraré yo sólo. Te irá peor, Kellin, decide.- habló-

Estallé en llanto e intente enlazar las palabras sin sollozar.

-Steven, ya no puedo más, me estás destruyendo eres detestable y no dudare mucho con esto. Por favor, para. T- te lo suplico -hablé versátil-

-¿Crees que vas a manipularme con tus tonterías?- Río burlón- ¡deja de actuar como un homosexual y haz lo que te digo! –gritó-

¿Quién es el verdadero homosexual aquí?

Terminé con la llamada y recibí súbitamente un mensaje suyo.

[S: Robert te está rastreando, juro que de esta no saldrás amigo.]

Con la vista colmada en lamentos, digité su número, y una vez en línea supliqué que no me hiciera daño.

-Ya está hecho, cállate de una vez. –decía-

Observé alrededor buscando algo que pudiera ayudarme, pero sorpresivamente encontré a Oliver caminando con su teléfono en su mano izquierda. Notó mi presencia y me miró confundido. Sentí que se reiría de mí e intenté alejarme... y junto a un aviso de construcción, seguí suplicando por compasión.

Indudablemente prefería estar muerto a ser perseguido por un enfermo como mi padrastro. Pensando en mis últimas horas de vida, cuestionándome si valía la pena adelantar el proceso o dejar que el tiempo corra torturando a mi propia esencia.

[...]

Luego de recorrer casi toda la ciudad huyendo de Steven y su asqueroso nuevo amigo, concluí que debía tomar una decisión.

Uno: Ir a casa de Mike, pero Heather no podía enterarse. De hecho, nadie debía hacerlo.

O dos: Dejar mi egoísmo a un lado e ir con Oliver.

No sabía qué hacer, la respuesta era clara pero la decisión era difícil de tomar. Inventarme una excusa sólo lo arruinaría. Debía decir la verdad y nada más que eso.

Permanecí turbado pensando en otra solución sin encontrar ninguna, estaba a punto de tocar el timbre del apartamento de Oliver.

Hola ;u; solo quería decirles que por fin hice una portada para esta historia, pueden comentar sugerencias y criticas, como quieran.

Ah, y si alguien lee esto sin conexión, repórtese por favor :v denme animos xd.

que tengan linda tarde/noche/dia :3

Gracias :)

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