Till Dawn (HS) ➡️Español

By harrysfic

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"Tenerla en su cama, en sus brazos, con su respiración en su cuello y su cabello cosquilleando sus labios-fin... More

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By harrysfic

                 

"Eres tan grande" Gimoteó, arqueando su espalda. Sus uñas rasgaban la cálida piel de su espalda con fuertes marcas que lucían como si fuesen hechas por un animal. Su cuerpo estaba sobre el de ella, sus estómagos se encontraban presionados entre sí y sus piernas alrededor de su torso lo atraían más profundo dentro de ella. Esta vez era más lento, más perezoso y adormilado; Sin embargo, sus penetraciones era más profundas e irregulares, acompañando el ritmo de sus respiraciones. Harry gruñó y enterró su cabeza en el hueco de su cuello, sus labios chupaban la piel de ese lugar mientras su abdomen se contraía como señal de que el intenso final se estaba acercando.

Clara jadeó cuando el orgasmo la azotó. Dejo caer su cabeza contra la almohada y gimió con tal euforia, dejando que el efecto se apoderara de su cuerpo, haciéndola encoger los dedos de sus pies. Harry la siguió luego de un corto tiempo, disparando todo su líquido caliente en su pegajoso agujero de su cuerpo el cual parecía haber sido hecho exactamente para él. Con un gemido bajo, pegó su lengua al hombro de ella para distraerse del calor que sentía en su estómago, su orgasmo fue tan intenso que llegó a ser hasta un poco doloroso.

En el hospital no pasó mayor cosa además de una corta jaqueca mientras arreglaban los papeles del seguro, sin embargo, tuvo que aguantar a su madre chillando mientras sollozaba en el teléfono por una hora y media. Afortunadamente, no había mucho por lo que preocuparse ya que Jackson había sido sólo un acompañante y el auto no era suyo. Para el momento en que volvieron al apartamento el jueves por la noche, Clara cayó desmayada en su cama con Maggie en sus pies. Sus padres manejaron lo más rápido que pudieron al siguiente día y pasaron buscando a Jackson, liberándola de la tarea de niñera.

Ahora estaba en la cama con Harry luego de un largo día de trabajo. Su mente se sentía aislada mientras él salía de encima de ella y se pasaba una mano por su cabello.

Cuando el efecto adormilado del climax pasó, se paró de la cama y fue hasta el armario abierto donde todas sus camisetas negras estaban (Probablemente estaban sucias ya que todas estaban tiradas por doquier). Y tomó la que menos olía a sudor.

Harry alzó una ceja y se sentó, haciendo que las sabanas siguieran su movimiento. "¿Qué estás haciendo?"

"Poniéndome tu camiseta," Su voz sonó ahogada mientras metía su cabeza por el hueco de la camiseta. Esta guindaba de su cuerpo libremente, casi parecía un vestido ya que le llegaba sobre la rodilla. En una situación normal ella hubiese pensado dos veces antes de colocarse la camiseta de un chico, pero había algo en el estar con Harry que la hacía salirse de sus propias normas y costumbres. "¿Por qué tu ropa es tan grande?" Rió suavemente mientras veía a la camiseta.

Clara volvió a la cama y se subió a ella, moviendo su cuerpo para terminar de rodillas junto a él, dejando a sus rostros estar centímetros uno del otro. Su respiración era caliente y chocaba contra sus labios, haciéndola sentir caliente en su estomago y enrojecer a sus mejillas.

"¿Por qué eres tan pequeña?" Le respondió de vuelta con la misma intención, enredando su brazo en su cintura, atrayéndola más cerca hacia él. El pecho de Harry brillada de sudor, causándole a Clara una batalla interna por no dejarse llevar y lamer cada parte de este.

Sus labios se curvearon en una sonrisa. "No soy pequeña, en realidad soy un poco más alta que el promedio de mujeres."

Clara no pudo evitar llevar su rostro a su cuello y dejar que sus ojos se cerraran mientras inhalaba su esencia. Harry titubeó por un momento antes de aceptar su gesto, y terminó presionando su nariz contra su cabello. Olía a almendras y a un aroma artificial dulce, probablemente del champú barato que utiliza. Quería decirle que no, quería empujarla fuera de él y actuar seco y frío, pero luego de haber experimentado lo que era tenerla cerca, Harry se dio cuenta que no había nada comparado con esa sensación. Era casi tan satisfactoria como el sexo.

"Tengo que preguntarte algo," Harry dijo al mismo tiempo en que Clara dijo, "Creo que te vi el otro día."

Ella rió calladamente y se alejó de él para que la pudiese ver. Su rostro no demostraba ninguna emoción, sus cejas estaban fruncidas, creando esa arruga entre ellas. Ella deseó poder pasar su pulgar entre ellas hasta que la preocupación desapareciera.

"Tú primero," Clara se sentó en frente de él con las piernas cruzadas. La mandíbula de Harry estaba tensa y la vena de su cuello sobresalía.

"Mañana es el cumpleaños de mi papá," Refunfuñó, dejando salir de sus labios un bocado de aire.

Ella enarcó una ceja, "¿Por qué lo dices como si fuese algo malo?"

Harry miró a su regazo donde tenía sus manos juntas y sus dedos jugaban con la tela de las sabanas. "Quiere que vengas a cenar."

"Oh," Clara pestañeó con sorpresa y presionó sus dedos contra su frente. "Uh, ¿Por qué?"

"Ya sabes por qué."

"Harry," suspiró como disculpa. "Esto no está bien, y lo sabes. Dejarlo pensar que estamos juntos cuando no lo estamos." Tragó duro y lo miró levantar su mirada hacia ella. Sus ojos estaban un poco más iluminados, e incluso pudo detectar un pequeño quiebre en su expresión de piedra.

"Sí, pero es su cumpleaños y parecía muy feliz cuando me lo dijo." Se encogió de hombros como si no le importase tanto, pero Clara sabía cuán importante era para él. No le estuviese pidiendo que fuera si no amara a su papá con todo su corazón. Esto le causó una sonrisa en sus labios.

"Lo amas mucho, ¿Cierto?"

"Sí," Harry asintió y alejó su mirada de la de ella una vez más.

"Está bien," Aceptó con un suspiro de derrota, pero en su interior ya estaba planeando cómo iría todo el evento. Sería interesante pasar tiempo con Harry fuera de su cama. "Pero de verdad pienso que deberías decirle que sólo somos amigos."

Si es que lo somos, su subconsciente atacó, causando un  dolor en el cuerpo de Clara por una razón desconocida para ella.

"Veré qué hago," Pasó su mano por el poco vello en su mandíbula. "Gracias, Clara."

El toque de dolor que sintió fue remplazado por un retorcijón en su estómago, entonces la sonrisa de Clara creció. Su nombre se escuchó tan suave cuando fue pronunciado por sus rojizos labios; nunca le había importado su nombre (¿Por qué no sólo se llamaba Claire? ¿Por qué agregarle otra silaba?) Pero la manera en que su grave voz lo pronunciaba, lo hacía sonar como si fuese la cosa más intrigante que había oído.

"Está bien, tu turno." Harry la empujo como un intento de ser juguetón, pero su mano golpeó su hombro un poco más fuerte de lo que debió haber sido. Clara gimió de dolor y la expresión de él cayó." Lo siento," murmuró incomodo, tosiendo para limpiar su garganta.

"Está bien."

Clara volvió a pensar en lo que quería compartir con él. Te vi en el hospital, se suponía que iba a decir. ¿Qué estabas haciendo ahí?

En vez de eso, se encogió de hombros y fingió una expresión de olvido. "Yo..Ehm, no me acuerdo. Ya no importa." Mordió el interior de su mejilla.

"Oh, está bien. De repente, una oscuridad nubló los ojos de Harry, sonrió de lado y fue a tomar su muñeca, enterrando la yema de sus dedos en su piel. Le iba mejor siendo brusco y agresivo que gentil.

"Tengo otro favor que pedirte," Su boca formuló lentamente. Un corrientazo recorrió la espalda de Clara ante su voz ronca.

"¿Qué?" Hizo a un lado su cabeza con esa actitud suya que a Harry le parecía tan fastidiosa como le estaba empezando a parecer admirable. "Usa palabras, Harry. No tienes cinco años."

Frunció sus labios ante su seca respuesta y apretó su muñeca. Clara se atoró en un respiro y mordió su mejilla, pero no se dejo vencer a pesar de los escalofríos que ya estaban empezando a atacar su piel.

"Por favor," murmuró finalmente, frunciendo sus cejas. El aire estaba pesado de la tensión mientras ambos se veían a los ojos, sabiendo exactamente que estaba a punto de venir.

"¿Por favor, qué?" respiró callada, pero sus manos ya estaban quitando las sabanas, revelando su miembro semi-duro.

"Chupame."

Eso fue todo lo necesario para que ella se posicionara entre sus piernas.

Clara se recostó sobre su estómago y tomó en su puño su prominencia, el vello grueso en la base de su polla rozaba su piel. El aire de los pulmones de Harry desapareció cuando ella bajo su boca, tomándolo todo de una sola vez; su lengua se pegó contra la piel de su base y la arrastró minuciosamente sobre su suave piel, haciendo endurecer completamente su miembro.

Harry tomó su cabello en su mano. "Mierda, bebé."

Las palabras salieron antes de que pudiera detenerlas, pero ninguno de los dos le prestó atención. De hecho, sólo hizo que Clara bombeara su cabeza más rápido. Dejo que la saliva se acumulara en su boca, utilizándola como lubricante mientras tomaba lo que no entraba en su boca con su mano. Sus lentas lamidas se convirtieron en rápidas, trazando círculos y figuras con su lengua; tomó más de su polla hasta que golpeó su garganta y se permitió gaguear contra él. Mientras que Harry sujetaba su cabello fuera de su rostro para que no se llenase de saliva o semen.

Clara lo soltó por un momento para poder respirar, manteniendo los movimientos de su mano. Subió la mirada para ver sus mejillas sonrojadas, justo como lo habían estado la última vez que se la había chupado. A pesar de que le encantaba cuando él la dominaba, Clara también disfrutaba de tener un poco de control. Harry siempre quería actuar como un robot sin emociones, pero aquí estaba él; derritiéndose por sus lamidas y los apretones de su mano.

"No pares," Jadeó y dejo salir un gruñido. Antes de que Clara pudiese bajar su cabeza para tomarlo una vez más, él elevó sus caderas y forzó a su erección dentro de su boca. Gagueó por la acción repentina, pero justo después Harry empezó a empujar contra su garganta forzosamente, callándola. Lágrimas se creaban en sus ojos mientras su punta golpeaba la parte posterior de su garganta, ese punto que hacía retorcer a su estómago.

"Te ves bien así...tu boca llena de mi polla..." Harry gimió y momentos después, chorros de semen disparaban su boca y ella no tuvo otra opción que tragarlo todo, dejándole el salado sabor en su lengua.

Clara finalmente pudo retirarse cuando su polla comenzó a ablandarse y su cabeza cayó contra las almohadas en un estado de placer. Ella limpió su boca con su mano y trató de ignorar la molestia en su garganta que se generó ante su actuación brusca con ella. Tampoco ayudaba el hecho de que su polla era casi del tamaño de su antebrazo.

Harry respiró pesadamente y miró al techo. Ella no debería tener el poder de hacerlo sentir así de bien. Una chica no debería tener el poder de hacerlo correrse dos veces en un intervalo de diez minutos. Ella no debería tener el poder de hacer que su mente diese vueltas y hacer que sus músculos se tensen, y definitivamente no debería tener el poder de hacer que sus brazos buscasen los de ella para jalarla junto a su pecho nuevamente para así poder acurrucarse juntos hasta que su estado de placer pasara.

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Al siguiente día, Clara pasó casi dos horas preparándose luego del trabajo. Parecía que encontraba un problema con cada cosa que se ponía, hasta el punto en que sacó toda su ropa del closet, dejándola toda en el suelo.

No, esa blusa tiene mucho escote y Harry dijo que mis pechos eran demasiado grandes.

Esa no, es muy elegante.

Muy casual.

No puedo usar blanco si voy a comer, me puedo manchar.

Su papá creerá que soy una puta si uso esta.

Había muchas preocupaciones estúpidas, pero mientras se apuraba en encontrar algo que ponerse, todas esas ideas inundaron su mente como la propia peste. Odiaba el sentimiento de no saber qué hacer, su mente vuelta loca mientras lanzaba y agarraba camisas de todo tipo. Finalmente, justo cuando la manija del reloj marcó las seis, Clara decidió usar un atuendo casual pero apropiado, el cual consistía en un vestido simple azul rey. La tela se sentía como satén mientras lo deslizaba por su cuerpo. El borde llegaba justo por encima de su rodilla, el largo perfecto para presentarse ante un padre, y el collar adornaba perfectamente su cuello. Lo combinó con unos zapatos negros que su madre le había regalado, no los había usado desde la secundaria, pero afortunadamente aún calzaba la misma talla.

No sabía por qué se esforzaba tanto en verse bien, pero la necesidad estaba allí y era intensa. Pasó un gran tiempo viéndose en el espejo del baño, colocándose mascara de pestaña y tapándose las ojeras con corrector. Para el momento en que terminó, su estómago gruñía, la cena del cumpleaños comenzó a parecerle demasiado apropiado como para retrasarse aún más. Tomó su abrigo y su cartera antes de manejar hasta su casa.

Harry abrió la puerta segundos después de que sus nudillos golpearon la madera de la puerta. Sus ojos se ampliaron sutilmente cuando la escanearon de arriba hacia abajo, permitiéndose a sí mismo a admirarla por un corto momento— sus brillantes mejillas tintadas con rubor rosa; su suave cabello oscuro que caía por sus hombros; la deslumbrante sonrisa en sus rellenos labios que lograba reflejarse en sus ojos castaños. Harry no era del tipo de sentirse inseguro, pero estar junto a su presencia lo hizo enderezar sus hombres ante el hecho de que ella era un ángel y él era...Bueno, definitivamente no era un ángel.

"¿Por qué estás tan arreglada?" Cuestionó francamente.

"No estoy tan arreglada," El rostro de Clara cayó significativamente y Harry tragó el impulso de retirar su comentario y recompensarla, llenándola de halagos. "Yo— sólo quería verme bien. Por tu padre. Pensé que..."

"Como sea, está bien." Harry la interrumpió. Abrió un poco más la puerta y la miró expectante. La sonrisa de Clara no era tan verdadera como lo fue al principio, pero trató de mantenerla mientras entraba a la casa. Al instante, sus ojos se posaron en el rostro familiar y el dolor que sintió por el comentario de Harry desapareció al momento en que miró aquella mirada dulce de su padre. Estaba sentado en la mesa, en la cual ya habían platos elegantes y copas de cristal; Clara olvidó todo sobre el malhumorado chico de cabello rizado que se encontraba de pie a su lado mientras se dirigía hacia Des con una sonrisa.

"Feliz cumpleaños," Habló mientras buscaba en su cartera. Mordió su labio tímidamente y sacó una corona de plástico con un letrero que decía 'Es tu cumpleaños', para luego extendérsela a Des. Sabía que era algo estúpido, pero cuando la vio en la tienda no se veía tan mal. "Es para ti."

"No tenías que," La cálida risa de Des hizo que la tensión en el aire desapareciera al instante. Tomó la corona de sus manos y la colocó sobre su cabellera gris. Gracias, Clara. Me alegro de que hayas venido." Tosió.

"Es un placer estar aquí. Gracias por invitarme." Sonrió y fue a tomar una de las sillas para sentarse, pero Des posó su mano en esta y la detuvo.

"Harry," Llamó a su hijo, "Sácale la silla para que se siente."

Clara miró a Harry quien caminaba hacia ella con una expresión de descontento. Sus ojos lo miraron con diversión y él le indicó que se sentara.

"Gracias, Harry." Se sentó y todos sus nervios previos fueron desvaneciéndose con cada segundo que pasaba viendo su adorable expresión de irritado.

"Si, si." Desapareció en la cocina, dejándola sola con su papá. Des era fácil de conversar, se dio cuenta de esto al momento en que comenzó a hablarle del clima, del desfile de navidad del domingo, y de su trabajo en The Lone Hour. Clara le contó sobre sus platos favoritos del restaurante, pero apropósito dejo de lado el hecho de que ya no trabajaba ahí como chef. Des asentía de vez en cuando indicándole que estaba escuchando cada una de sus palabras,  y sonreía en las partes que ella sonreía, y reía en los momentos en que contaba partes divertidas. Clara sintió como si hubiese hablado con él por mucho tiempo; él poseía esa personalidad y calidez que la hacía sentir tranquila. Al contrario de su hijo, por supuesto.

"Lo que sea que esté preparando huele bien." Clara dijo cuando un rico aroma llegó a su nariz. Inhaló profundamente y su estómago se retorció con impaciencia. Estaba tentada de pedir permiso para ir a la cocina y ver a Harry cocinar. Sólo porque era algo que se había estado imaginando por varios días. Se preguntó si probaba lo que hacía, metiendo su dedo en lo que sea que estaba preparando y probándolo hasta que hallara el sabor que quería. Eso era lo que ella siempre hacía.

"Me estaba rogando de que pidiera comida a domicilio," Des le informó. "Creo que está un poco avergonzado."

"¿En serio?" Sonrió ante la imagen mental de Harry nervioso. "¿Es por mi?"

"Eso creo. Sabes, cada vez que te traigo a la conversación, se pone todo defensivo y me dice que lo deje en paz." Des murmuró para ella, sonriendo de oreja a oreja. "Le debes gustar mucho."

Clara forzó una sonrisa pero hubo un gran golpe en su interior; si tan solo Des supiera la verdad. Si tan solo Des supiera que su hijo no le importaba nada de ella fuera de la cama, y que ella estaba ahí sólo porque no le podía decir que no a su atractiva cara. Si tan solo supiera que ella estaba asustada por la sensación que se creaba en ella cada vez que estaba con él.

Minutos después, el personaje en sí, regresó a la mesa con dos platos en sus manos. Su rostro estaba seco como se esperaba, evitó su mirada mientras posaba la comida en el centro de la mesa.

Habían platos con pan recién horneado, con lonjas de jamón, y papas con ajo y más; el vapor rodeaba la comida haciendo que la boca de Clara se hiciera agua. Des y Harry se sirvieron sus platos, pero ella debatió por un momento, sintiéndose tímida. Quería llenar su plato con toda la comida que Harry había preparado, quería probarla toda y masticar minuciosamente cada mordida mientras trataba de averiguar qué condimentos usó y cómo lo preparó.

"¿Por qué no estás comiendo?" Harry finalmente le preguntó, viendo su plato vacio.

"Oh, uhm, sólo estaba viendo qué probar primero." Se encogió de hombros y pudo sentirlo viéndola intensamente mientras se permitió tomar un poco de cada cosa y colocarlo en su plato.

Mientras comía, se preguntó si alguna vez algo tan paradisiaco había sido probado por su paladar. Sabía cómo el mismo cielo; el suave toque de limón y condimentos y un rico sabor a mantequilla hicieron torcer a su estómago con satisfacción. Clara estaba impresionada, pero trató de ocultarlo mientras masticaba lentamente. Un par de ojos verdes la miraban por segundos de vez en cuando desde el otro lado de la mesa, evaluando su expresión cada vez que probaba algo. Ella quería preguntarlo por todo, desde cómo había hecho para que los roles le quedaran tan perfectamente desmenuzables a cómo había rebanado el jamón para que tuviese la textura perfecta—pero Clara mantuvo sus preguntas para sí. Todos comieron en un silencio relajante por varios minutos, sólo disfrutando de la comida.

"Así que, ¿Vives sola?" Des preguntó luego de haber terminado su plato.

Clara tragó su boca llena de papas y asintió. "Oh, sí. Me mudé de la casa de mis padres hace algunos meses."

"¿Cuántos años tienes?"

"Veinte," respondió, echándole un vistazo a Harry. Nunca le había preguntado qué edad tenía; siempre creyó que tenían la misma edad.

"¿En serio? Yo también," Des bromeó, ganándose una suave risa de la chica de cabello castaño. Clara pudo ver a Harry desde el otro lado de la mesa, rodando los ojos ante el comentario de su padre, pero con una pequeña sonrisa en sus labios.

"¿Entonces eres más joven que yo...papá?" Harry dejo salir un callado sonido...una risilla. ¿Harry se estaba riendo?

"¿Cuántos años tienes tú?" Clara le preguntó sin pensarlo, mirando al chico de cabello rizado al cual había estado tratando de ignorar durante todo el evento. Ojos verdes la miraron y ella se perdió en ellos.

"Veintidós." Sus labio se movieron lentamente y Clara deseó poder ir y dejar un beso sobre ellos.

"¿Ya te graduaste de la universidad?" Estaba tratando de juntar las pocas cosas que sabía de él, como piezas de rompecabezas; él obviamente no estudió, porque sino ella ya lo hubiese sabido.

"No." Harry bajo la mirada a su plato.

"Tiene un trabajo en un supermercado a unas calles de aquí," Comentó Des. "Pero esperaba que tuviese un trabajo como el tuyo, Clara. En un restaurante— Creo que sería muy bueno en ello. ¿No crees?"

"Oh," Clara pestañeó y forzó una sonrisa mientras su mente corría con la nueva información. "S-sí. Claro. Estoy segura de que es un mejor cocinero que la mitad de las personas que trabajan ahí."

Des continuó hablando pero ella no le prestó tanta atención. Miró a Harry, quien estaba viendo a su plato casi que con vergüenza. ¿Le mentiste a tu padre? Preguntó en silencio. Pero no recibió más que una simple mirada en su dirección. Su padre creía que él trabajaba en un supermercado cuando en realidad, su trabajo era golpear sus nudillos en las mandíbulas de los extraños  a horas de la noche.

Se preguntó por qué le mentiría sobre algo así a una persona que él amaba. ¿Cómo Des se lo creía, cuando las heridas y cicatrices de su hijo eran tan claras como la mañana?

Harry se levantó para recoger los platos y llevarlos al lavaplatos cuando terminaron de comer. Clara no volvió a hablar durante el resto de la cena gracias al nudo que tenía atorado en su garganta, así que, se limitó a seguir comiendo en silencio mientras veía una que otra vez al misterioso y seductor chico en frente suyo. Encontró satisfacción en tal sólo verlo hablando con su padre, una sonrisa curveaba sus labios, una que nunca tenía cuando estaba con ella. También observó los pequeños hábitos que tenía por instinto. Como lo era; Harry siempre pellizcaba su labio inferior con su pulgar y dedo índice antes de decir algo, también pasaba varias veces su mano por su cabello para evitar que este cayera sobre sus ojos. Mientras más lo observaba, más se asustaba Clara de las cosas que empezaba a sentir, las cuales se supone que no debería estar sintiendo.

"Recuerdo aquellos días en que podía quedarme despierto toda la noche," Dijo Des riendo mientras se levantaba de la mesa. "Me temo que ya debería irme a la cama. Espero que no sea grosero de mi parte."

"Oh, no." Clara rió suavemente y negó con la cabeza, sonriendo ante los dulces ojos que la estaban mirando. "Espero que haya tenido un buen cumpleaños." Dijo a la vez que se levantaba de la mesa. "Y espero que también le haya gustado la corona."

"Me encantó," El padre de Harry la tomó de la mano y la atrajo a un abrazo, dándole suaves palmadas a su espalda. "Eres una chica encantadora. ¿Podrías prometerme algo, Clara?" La miró a los ojos cuando ambos se alejaron. Clara tragó seco, y la urgencia en su tono de voz la hizo alejar su mirada de la de él. Se sentía mal, muy mal, al fingir que era algo que no era, lo cual le traía muchas esperanzas al hombre.

"Sé paciente con él," Murmuró Des. "De verdad necesita a alguien como tú, eso creo. No, no— que necesita a alguien como tú."

Clara fue  a la cocina luego de que Des se retirara a su habitación. Localizó a Harry de pie contra el lavaplatos con su cabello detrás de sus orejas mientras lavaba los platos debajo del agua espumosa. Con una pequeña sonrisa, se colocó a su lado y enarcó una ceja.

"¿Necesitas ayuda?"

Harry la miró y se encogió de hombros. "Seguro, toma una esponja."

Clara detestaba lavar los platos ya que desafortunadamente eso era lo que hacía durante seis horas todos los días. Pero a pesar de esto, tomó una esponja y empezó a ayudar a Harry a lavar todos los platos de la cena. Sus hombros estaban a centímetros de tocarse, y habían momentos en los que ambos iban a tomar el mismo plato haciendo rozar sus manos mojadas. Harry siempre era el primero en quitar la suya y dejar que ella lo tomase. Clara deseó que él dejara que sus pieles se tocasen por mucho más tiempo.

Había una pequeña ventana justo encima del lavaplatos, Clara vio hacia fuera y notó que la nieve estaba cayendo mucho más fuerte que antes. Arrugó la nariz y soltó la esponja.

"Dios, parece una tormenta de nieve allá afuera. ¿Cómo es que pasó? A penas estaba nevando cuando vine para acá."

Los ojos de Harry miraron fuera de la ventana y frunció el ceño. "Sí, se ve bastante mal."

"No sé si quiero manejar con el clima así," Clara mordió su labio inferior.

"Puedes quedarte aquí hasta que pase." Sugirió Harry.

"¿En serio? ¿Estás seguro?"

"Sí," Cerró el grifo y se secó las manos con un trapo. "No me iré a dormir tan pronto."

Ella dejo salir un suspiro y sonrió aliviada. "¿Quién eres y qué le has hecho a Harry?" Bromeó, golpeándolo ligeramente en el hombro, pero gracias a la diferencia de estatura, terminó dándole en el codo.

Harry rodó los ojos y guardó el trapo en una de las gavetas antes de salir de la cocina. Ella lo siguió a la pequeña sala de estar. Volvió a mirar fuera de la ventana y se sorprendió cuando vio la cantidad de nieve que cubría la misma.

"¿Quieres ver una película o algo?" Dijo Harry apretando su hombro mientras miraba al suelo. Clara alejo sus ojos de la ventana y asintió débilmente, aún tratando de acostumbrarse a ese lado dulce y tranquilo de él.

"Claro, ¿Cuáles tienes?" Caminó hasta el sofá y se sentó. Harry sr arrodilló ante el estante donde estaba la televisión y buscó en una pequeña colección de películas.

"No creo que te guste alguna de las que tengo..."

"No sabes qué tipo de películas me gustan," Clara señaló. "Sólo pon una y ya, Harry."

Recostó su cabeza contra el sofá y suspiró. Des tuvo una gran idea al irse a dormir temprano; eran las cosas que ella no solía hacer hace varios años atrás. Pero ahora, acostarse tarde, ya no le parecía tan divertido como antes. El cansancio de la semana llena de trabajo le caía con un gran peso en sus parpados.

Un hueco en el sofá le indicó que Harry se había sentado. Clara lo miró mientras la película que había escogido se reproducía en la pantalla, y frunció el ceño al ver la gran distancia entre sus cuerpos. Estaba sentado tieso, con sus manos juntas sobre su regazo junto a una expresión tensa— Clara no pudo aguantarse por mucho tiempo, así que estiró sus brazos hacia él y tomó su bicep en su mano.

"Ven aquí," Formuló dulcemente. Los ojos verdes de Harry la miraron mientras evaluaba sus opciones, la batalla en él se podía visualizar en sus ojos esmeraldas. Luego de un minuto, accedió, y se acercó a ella, colocando su brazo alrededor de su hombro, totalmente incomodo.

La película se basaba en una violencia sin sentido, la cual falló al mantener la atención de Clara por mucho tiempo. Su mente estaba volando por todas partes; mantuvo sus labios partidos, pero luego los cerró, decidiendo en no preguntarle aquella duda que la estaba comiendo viva. Quería entenderlo, pero no hasta el punto en molestarlo. Así que en vez de ello, se deshizo de aquellos pensamientos invasores y los remplazó con uno, el cual consistía en la sonrisa de Harry. Y en sus labios rellenos, y en esa peca que le estaba empezando a encantar.

Durante la película, Clara fue poco a poco cerrando el espacio entre ellos. Se inclinó hacia el lado de Harry y él se tensó, pero no se movió o quitó la mirada de la pantalla. A ella le gustaba esto, estar cerca de él. Le gustaba mucho. Sus dedos alcanzaron su muslo y dejo su mano abierta contra él— sus ojos subieron para ver su reacción. La única cosa que vio fue el nudo en su garganta moverse al tragar seco. Él tampoco estaba viendo la película en su totalidad, a pesar de que sus ojos estaban en ella— Estaba demasiado distraído por el olor de su perfume y por el hecho de que si movía su rodilla sólo un poco, se rozaría con el muslo de ella.

Luego de un minuto, Clara junto toda su suerte y llevó sus labios a aquel lugar justo debajo de su oreja. Su cálido aliento golpeaba contra su piel y pudo ver a su vena prácticamente palpitando. Clara presionó sus labios contra su cuello. Harry estaba tieso, tan tieso que ella casi temió que su corazón se había paralizado. Sus labios se partieron contra él y pasó su lengua por toda su piel, pensando al instante que esta estaba cálida y salada contra sus papilas gustativas. Su mano le dio un apretón a su muslo lenta y suavemente mientras besaba su cuello, trazando círculos y ganándose un gemido silencioso por parte de Harry. Este mantuvo su boca abierta, dejando escapar los sonidos más bajos.

Valientemente, Clara levantó su pierna y la posó sobre su regazo. Harry pareció coger la idea, y la tomó por la cintura de repente, ayudándola a sentarla sobre él. Ella movió su mano de su muslo y la llevó a su pecho, presionándola contra él para así poder sentir cada latido de su corazón.

Harry posó su mano en su cuello y conectó sus labios ferozmente. El beso era lento y profundo; sus bocas se moldeaban entre sí y el calor se esparcía por sus venas. Esta vez era diferente, o por lo menos así lo sentía Clara; su espalda la recorrió un corrientazo que no detectó como lujuria.

Las manos de Harry acariciaron la silueta de su cintura, tocando la tela de satén de su vestido, tratando de recordar exactamente lo que había debajo— su marca de nacimiento debería estar justo aquí, pensó mientras se besaban lentamente, tocando su costilla derecha. Le dio un apretón y dejo que su lengua trazara su labio inferior, saboreando el labial que llevaba. Harry no estaba seguro de cómo habían llegado hasta ese punto, a los besos lentos y suaves caricias, pero le gustaba demasiado como para acelerar las cosas a algo más.

Cuando la urgencia de respirar separó sus bocas, Clara tomó largas respiraciones y descansó su frente contra su hombro.

"Eso estuvo bien," Murmuró, nerviosa esperando a que él estuviese de acuerdo o no.

"Lo fue."Dijo, haciendo que su estómago se retorciera involuntariamente. Presionó su nariz contra su camiseta y cerró sus ojos intentando ignorar la sensación que comenzaba a recorrer cada parte de su cuerpo. Te interesas mucho por él, tentó su consciencia. Y ni siquiera podía debatir contra esta. Quizás no sabía muchas cosas sobre él, pero quería. Y no sólo porque su mente quería y estaba determinada a hacerlo, sino porque su corazón latía y se retorcía por este hombre mucho más de lo que ella podría llegar a entender.

Se quedaron así por un tiempo, el único sonido entre ellos era el de la película en el televisor. Harry reposó sus manos al final de su espalda, justo arriba donde su vestido ocultaba su trasero. Su mirada señalaba a la ventana adornada con hielo; la nieve estaba terrible, dio gracias por ello en secreto ya que no quería que ella se fuera. Quería sostenerla y perderse en el sonido de su respiración por horas.

"Harry," Ella giró su cabeza y así su nariz golpeara la base de su garganta. Los dedos de Clara palparon el tatuaje de botella en su bicep. "Necesito preguntarte algo."

Su corazón palpitó. "¿Sí?"

Los ojos de Clara subieron para mirarlo, llegando a ver más que todo su mandíbula en vez de su rostro.

"¿Qué le echaste a las papas?" Susurró, sonriendo.

Aquel sonido volvió a salir de sus labios. Era como una risa tensa, como si hubiese estado tratando de retenerla pero era demasiado persistente y terminó por escapar a través de sus labios partidos.

"¿Eso era lo que querías preguntarme?" Harry bajo la mirada para ver a la chica acurrucada en su regazo; ella ahora estaba sonriendo, con los ojos adormilados.

"Sí, dime. Quisiera hacerlas en algún momento."

Él suspiró y las ganas de sonreír acariciaron sus labios. "Entonces..¿Te gustaron?"

Clara bufó y se sentó derecha sobre su regazo, dejando sus muslos a cada lado de sus caderas. "¿Gustarme? Puedo decir que esa fue la mejor cena que he tenido en toda mi vida, a excepción de mi propia comida, por supuesto. Nadie me gana." Tocó la punta de su nariz con su dedo índice y mordió su labio. "Así que, venga. Escupe la sopa."

"¿Por qué debería decirte?" Harry decidió seguirle el juego, dándole un apretón a su cadera, esperando que no fuese tan brusco. Enarcó sus cejas y desafió a aquellos ojos castaños que le devolvían la mirada, la vida que se reflejaba en ellos eran incluso más brillantes que la misma lámpara del techo. Clara se encogió de hombros y fingió un suspiró.

"Bien, no me digas. No es como si te hubiese hecho un enorme favor al venir hoy y seguirte tus mentiras. Y que no te grite ni te desmentí en frente de tu padre. Pero no importa, no me debes nada."

"Eres otra cosa," Harry no pudo evitar llevar su mano a su cabello y echarlo detrás de su oreja. Ella dejo caer su cabeza contra su mano. "Eneldo y orégano. No mucho porque después no puedes saborear bien el ajo."

"¿De verdad? ¿Eso es todo?" Su voz era lenta y suave, con un tono de curiosidad mientras volvió a recostar su cabeza contra él.

"Sí, eso es todo."

Harry pudo notar que tenía sueño por la manera en que su respiración se estaba volviendo más profunda, justo en la manera en que se volvía luego de que tenían sexo y cesara el efecto de su orgasmo. Tomó el control remoto y apagó la televisión.

"Hey...Pensé que estabas viendo la película." Clara acarició su mejilla contra él sin poder evitar que el cansancio se apoderara de su cuerpo. Nubló su mente, junto con la esencia natural de almizcle de Harry.

"Vas a caer dormida pronto," Dijo Harry como respuesta. Su rostro se contrajo con confusión.

"No, claro que no."

"Claro que sí."

Tuvo razón, por supuesto. Clara cayó dormida en minutos—con la respiración pesada y con sus dedos tomando su camiseta. Harry se quedó sentado ahí, con su chica en su regazo, sus ojos enfocados en los detalles de su rostro, desde el maquillaje violeta en sus parpados hasta la fina línea creada por sus labios. Esta vez había algo en ella, quizás era la luz o quizás era el hecho de que él también estaba empezando a sentirse cansado; que hacía que todo luciera diferente, pero no podía decir exactamente qué era.

Harry cayó dormido eventualmente, también. Su cuerpo cambió de posición para que así estuviese acostado sobre el sofá con Clara junto a él, su cuello luciendo como el lugar perfecto para enterrar su rostro y respirar en él. Sus ojos se cerraron y por primera vez, no le importó. No le importaba que ella no era realmente suya, o de que el hecho de que la lastimaría era inevitable. No le importó nada a parte de tenerla en sus brazos toda esa noche; llegó a ser la mejor noche que Harry había tenido en meses, estar acurrucado con ella en el sofá mientras la nieve caía fuertemente fuera de la casa.

  +

No sé ustedes pero la relación de Clara y Harry me da demasiada risa. Porque Harry es demasiado cara e tabla y Clara está loca lol y a la vez son demasiado ainssssss :3

"I reached for you but you were gone. I knew I had to go back home. You search the world for something else to make you feel like what we had and in the end in Wonderland we both went mad.."

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