Toma mi mano y su risa es suave mientras acaricia el dorso de ésta. Lo miro confusa y eso provoca que su risa sea mayor; adoro su risa tanto como el brillo. Sus rosadas mejillas son mi imagen favorita en este instante, y me resisto a unas tremendas ganas de besar todo su rostro como una loca.
—Es malditamente extraño ser el centro de atención —dice como leyendo mi mente. Él se encoge de hombros—. Me siento tan famoso como el tipo este... el esposo de Angelina Jolie, ¿Cómo era que se llamaba?
—¿Brad Pitt?
—Ese mismo. Que me siento como Brad Pitt —Me rio y él sonríe. Solo a él se le olvida el nombre de uno de los hombres más guapos del mundo.
—Ah, pero que si te acuerdas de Angelina Jolie, ¿eh?
—Ya, no me culpes, es una mujer terriblemente guapa, bebé —dice divertido. Hago un puchero y él ríe—. Puedes quedarte con Brad Pitt, nena.
—Oh, gracias —Me cruzo de brazos de manera dramática. Él me abraza por detrás colocando sus brazos alrededor de mi cintura, apoyando su barbilla sobre mi hombro—. Eres un bobo.
—Como no tienes idea —sonríe ampliamente y lo hago también yo—. Como te decía: Me siento más famoso que Brad Pitt, uhm...
—Es para que veas cuanto poder tengo —alardeo divertida, y siento que rueda los ojos. Rio de manera tonta.
—Soy consciente de que puedes ordenar a todo el mundo aquí, nena... Y eso me da cierto miedo —se estremece de manera divertida. Me giro un poco y suelto una risita, abrazándolo mientras camino en retroceso y con cuidado de caer.
—Se supone que debías tener miedo desde el primer momento.
—¡Oh, qué engreída! —suelta una carcajada y rio a su compás.
¿Mencioné que amo su risa? No me importaría decirlo unas mil veces más.
—¡Daphne! —Oigo la voz de Emily llamarme detrás. Me giro y la observo. Sonrío y me suelto despacio de Harry para acercarme a saludarla, más su rostro parece transmitir preocupación.
—Hey, Emily. ¿Cómo estás, nena? —sonrío suave, y decido no separarme de Harry y ya sujeto su mano cálidamente de nuevo. Ella lo mira algo incómoda y suelta un suspiro.
—Hola, Harry —saluda con cierta timidez—. ¿Te parece si me la llevo un momento? —pregunta ella. Frunzo ligeramente el ceño, confusa ante ella. Harry se resiste un poco al comienzo, pero accede al final.
—Iré a recoger algunas cosas a mi casillero —me dice y asiento despacio, sonriendo tranquila ante él—. Te veo en el aula, ¿de acuerdo, bebé? —me dice con cariño, y casi me siento desvanecer. Suelta un suspiro, y sé que no quiso alejarse de mí.
Adoro el que use aquellos apodos tan tiernos conmigo. Lo hacen ser más adorable de lo que ya.
—Está bien... Te veo luego, amor —sonrío y beso fugazmente sus labios, retrocediendo unos pasos y siguiendo a continuación a Emily hasta lo que sería su casillero. Ella suelta un suspiro y me mira con algo de nerviosismo, titubeando sobre lo que quizás debería decirme.
—Daph... —suspira—. Aquello se ha salido de control. Todo el mundo está hablando de ti, Daphne, cielos, y no es de buena manera. —Niega nerviosa. Lo hago también, sin entender a qué se está refiriendo.
—No comprendo lo que quieres decirme, Emmy —El verla nerviosa me hace estar de la misma manera de alguna forma. Ella tomo su teléfono y me lo brinda, tomo el objeto en mano, observando a continuación el vídeo reproduciendo.
Me dirijo caminando con paciencia hacia donde se encuentra mi casillero. Sonrío inconscientemente al tener en mente a Daphne. Tengo la novia perfecta. Tienes la novia perfecta, Harry. Suelto un bufido al oír las risas burlonas a mis espaldas y los ignoro junto a los estúpidos murmullos en los que yace mi nombre. Llego a mi casillero y coloco el código, abriéndose luego el candado. Me aparto, obligado a retroceder cuando éste se abre, como habiendo resistido mucho, y deja caer montones de paquetes de preservativos a mis pies. Las carcajadas inundan el lugar junto a muchos abucheos en los que me gritan que soy un grandísimo idiota, que soy un estúpido ciego. Zayn aparece junto a Phoenix, quien me observa estupefacta.
—¡Cierren todos la jodida boca si no quieren que se las reviente ya mismo! —grita de pronto Malik, y se forma un silencio casi gutural. Phoenix le susurra algo en el oído y él asiente, pronto ella corre por los pasillos, yendo a quien sabe dónde.
De pronto me siento terriblemente mareado, no entiendo nada. ¿Es esto algo más de todos los días? Lo veo tan difícil y lejano ahora; ¿Por qué?
—Alguien explique qué mierda significa esto —exige Zayn, y yo estoy perdido en mis pensamientos, buscando quizás sentido en esto. No entiendo por qué no siento esto como algo de a diario, no comprendo cosa alguna en este momento—. ¿Hablarán? ¿O es que tengo que...?
—Harry, Zayn, vamos —Nos indica a lo lejos Tomlinson, de manera tan seria que no me pareció posible verlo de aquella manera alguna vez. Cierro mi casillero de un sonoro golpe, ya ni he sacado algo, solo he venido a descubrir mierda. Me encamino, molesto, al lado de Tomlinson y Malik, en completo silencio. Estoy resistiendo tanto mi enojo. Sé que hay mucho detrás de esto.
Y siento temor también de lo que pueda pasar.
Me siento desesperado.
—¿Sabes que es lo que pasa? —le pregunta Zayn y agradezco el que lo haga, pues soy ahora mismo una bomba de tiempo, sé que explotaré en cualquier segundo.
—Es sobre Daphne —murmura Louis, y mi verdadero pánico reluce.
¿Qué es lo que ha pasado?
—Tienes que estar tranquilo, Harry, estoy seguro de que ha sido un error...
—No entiendo de qué estás hablando, Louis, ve al maldito punto ya —irrumpo en un gruñido. Me llevo las manos al cabello, nervioso y angustiado. ¿Por qué estoy sintiéndome tan mal?
Louis toma su teléfono móvil y me lo brinda, tomo éste, más mi confusión es clara. Reproduzco el video en pantalla, y siento como si un balde de agua helada me cayese encima. Miro el video de cortos segundos, segundos que me hacen pedazos en un mínimo instante. Siento un fuerte apretón en el pecho, casi siento la vía de entrada del aire a mis pulmones cerrarse por completo, ahogándome. Le devuelvo el teléfono a Louis y giro sobre mis talones para salir de la cancha de fútbol. Oigo el llamado de Zayn a mis espaldas, pero lo ignoro.
En mi mente no existe otra imagen más que la de Liam y Daphne besándose.
Camino de un lado a otro sin saber qué hacer. Me muerdo las uñas, me agarro el cabello, me paso las manos por el rostro de manera tan nerviosa. Miro a Emily y a Phoenix, quien ha quitado las notas con insultos que habían pegado en mi casillero.
—Deberías ir a clase, Daph, debes estar tranquila a pesar de lo que sucede. Realmente pienso que no sirve mucho inquietarse ya. Harry lo sabe —suspira Phoenix, pero lo que dice definitivamente no me ayuda, no me calma en absoluto.
—Lo que necesito ahora mismo es encontrar a Harry. Eso es lo que necesito, Phoenix.
—No contesta al teléfono —dice Emily, colgando cuando el número de Harry envía al buzón—. Debería suponer que si no me responde...
—Mucho menos a mí —gruño bajito. Me cubro el rostro con las manos, tengo ganas de llorar. Quiero gritar, quiero llorar—. Tengo que ir por él —Mi voz teme quebrarse.
—Daphne, n-no creo que sea lo mejor... Dale espacio. Si no te ha buscado, es de suponer cómo está ya —niega Phoenix.
—Justamente por eso es que debo buscarlo, justamente porque conozco a Harry y sé cómo se pondría con esto es que debo ir por él.
Y salgo, camino por los pasillos, por todos lados en la escuela y no lo hallo. ¿Dónde está Harry? Siento una terrible angustia, necesito encontrarlo, explicarle lo que sucedió. Pasan las horas, sé que no está en clase, sé que no quiere ser encontrado. Pero lo necesito. Necesito decirle lo que pasó. Necesito pedirle perdón.
—Daphne —me giro al oír la voz de Liam. Él se acerca a mí despacio, su rostro demuestra también el que no sabe qué hacer. Me abraza, y suelto un sollozo, sin poder aguantar más las lágrimas y me abrazo a él tímidamente. Lloro bajito, con miedo—. Lo siento, esto es mi culpa, Daphne...
—N-no, basta, no lo hagas —susurro entre sollozos, aún sin separarme de él. Me siento tan pequeña—. N-no se suponía que... D-Dios, Liam, no quiero perderlo —mis lágrimas mojan tanto su camiseta.
—Hablaré con él, ¿de acuerdo? Daphne, no llores, por favor... Sé que, esto es difícil, p-pero... Joder, tengo que hablar con él. Le aclararé que esto fue mi culpa, que yo te pedí, que yo te...
—No quiere saber de mí, Liam. No quiere. Lo he buscado, lo he buscado por todos lados. É-él se oculta de mí, sé que es así. Harry me odia, Liam. Harry me odia —digo con nerviosismo, observándolo y sollozando. Mis manos tiemblan ligeramente, temiendo de todo.
Lo hice. Acabé con lo nuestro. ¡He sido una completa estúpida!
Me separo despacio de él. Liam me observa sin saber muy bien qué decirme siquiera, sé que él está nervioso. Está angustiado por mí.
—Voy a encontrar a quien sea que haya grabado y divagado ese vídeo. Voy a hacerlo añicos, Daphne. Joder, n-no pensé que esto fuese a suceder, te lo juro... Lo siento tanto, Daphne —me observa, apenado. Pasa las manos una y otra vez por su cabello, nervioso. Y es que ninguno de los dos sabe cómo actuar. Callo, tomando asiento débilmente en el banco cercano que hay en el pasillo. Miro a la nada, pensando solo en Harry.
¿Qué tanto me odia ahora? ¿Lo habría supuesto alguna vez? ¿Me perdonaría alguna vez?
Pero está aquí. Mis ojos reaccionan ante él y dejan de mirar perdidamente al suelo para observar sus zapatos. Me pongo de pie inmediatamente, sintiendo mi corazón latir con tanta fuerza, mirando sus ojos. Aquel triste y rojizo brillo que sus decepcionados ojos me transmiten, tanto dolor.
—¿Por qué no me lo dijiste?... ¿Por qué me fallaste, Daphne?
*
Oh, hey.
¿Cómo están? Oh, gosh, no sé porque he extrañado esto. Parece muy lejano el publicar esta nota. En fin. Espero que les haya gustado este capítulo. ¿Qué creen que pase con Harry y Daphne? Adoro cada uno de sus comentarios, realmente me hacen el día. ¿Ya mencioné que las amo? Porque lo hago. Agradezco su inmenso apoyo, ¡no puedo creer que esté tan cerca a los 100K!; He notado ciertos comentarios despectivos a Daphne también, oh, nenas; pobre personaje, que no tiene la culpa de ser tan... Daphne, eh. Como sea, lol. ¿Qué creen que pasará en el próximo capítulo? (:
Espero que tengan un día super hermoso,
Mucha, mucha suerte y amor para ustedes,
Ellie.