"Como conocí al idiota"[Edita...

By ivett2003

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Se que suelen decir que del odio al amor solo hay un paso. La verdad es que yo no lo creo Si odias a una pers... More

*Sinopsis*
⚠Atención⚠
Tráiler - Como conocí al idiota
1- De pequeños...
2- La universidad
3- "No me intimidas"
4- Primer dia de clases
5- Reencuentro
6- La playa perfecta
7- De vuelta de la escapada
9- Estaría muerta si no fuese por ti
10- Celos...¿Por qué?
11- Viaje inesperado a Madrid 1/2
12- Viaje inesperado a Madrid 2/2
13- Enfermedad.
14- "Tiene la manstruacion"
15- Un error
16- Demasiadas risas
17- Incendio
18- Intimidades...
19- ¿Quedar como amigos?
20- La fraternidad
21- Recuerdos del pasado
22- La hora de la verdad
23- La hora de la verdad (2/2)
24- Beso inapropiado
25- Sentimientos encontrados
26- "Tenemos que hablar"
26- "¡No somos nada!"
28- "¿Y mi beso?"
28- "Mi primera vez con mi amor de infancia"
30- El gran día
31- El gran día (II)
32- ¿Segura?
33- No puede ser...
2da temporada (leerlo por favor)
34- Un tiempo...
35- "No siento lo que sentia"
36- "¿Piensas dejarme asi?"
37- ¿Piensas dejarme así? (II)
38- ¿Quieres juego de esposas?
38- "La niña no está..."
40 - "Me tienes para todo lo que haga falta"
41- ''¿Que miërda te a pasado? ''
42- ¿Quiere que me maten so desgraciado?
IMPORTANTE
43- Perderemos al chico...
44- Siempre fue infiel...
45- Dijiste amor...
46- Te quiero..
47- Ra-rayan ya viene...
Epílogo
@Agradecimientos

8- El chico encapuchado

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By ivett2003


—¿¡Que fuiste donde?! —grita Eli mientras bajamos las escaleras para ir a la cafetería.

—No grites, a la playa con Rayan —le vuelvo a decir.

—¿Qué me dices? —pregunta en broma.

—Que es verdad... —admito avergonzada.

—Que fuerte... —se sorprende.

Entramos y cojemos dos zumos, nos dirijimos a la mesa donde nos solemos sentar siempre, aún que hoy Matth no estaba.

—Pero eso fue el Lunes... —murmuro, con precaución, sabiendo que se pondrá como una moto.

—¡¿Que fue cuando?! —grita— ¡¿Cuando pensabas contármelo?! —exclama.

—Te lo estoy diciendo—digo con calma.

—Vale, eso es verdad... —se tranquiliza.

Nos sentamos, y Eli se sienta delante mío.

—Pues quiero conocer a ese tal Rayan. —dice segura de sí misma.

—¿Que?¿Porque? —me tenso.

—Porque como buena amiga que soy, primero tengo que evaluar a Rayan para saber si es el indicado o no para ti —puntualiza.

Buff, estoy apañada. Pienso.

—A ver, a ver, a ver. Que quede claro que no tienes porque evaluarlo para nadni decir si es el indicado no, y segundo a mi este chico, no me gusta. —esto último lo digo mas bajo e insegura.

No creo que Rayan me guste, los chicos como él, y todo el es odioso. Y por eso creo que más que nada fue un error. Creo que fue un mal entendido y quiera o no tengo que aclararlo con el.

—Me estas diciendo que el chico que te a llevado a la playa como si fueseis una parejita feliz que hace pellas ¿No te gusta? —pregunta con desesperación.

—Pues no, lo acabo de conocer Eli. —murmuro mientras me toco la pulsera que llevo en la muñeca con nerviosismo.

—Tu me ocultas algo, pequeña. —dice utilizando el mote que suele utilizar mi padre.

Aparto la mirada de mis pulseras y la miro fijamente ¿Porque me tiene que conocer tan bien?

—Esto...yo... —murmuro con nerviosismo— hay que ir a clase. —excuso cuando tocan el timbre.

—Nos toca juntas tienes tiempo de sobras para decirmelo. —me recuerda.

Joder.

—No es nada que no sepas. —miento

—Claro, Kayla te conozco demasiado bien y se cuando me ocultas algo. —admite.

—Está bien...haber como te lo explico —intento buscar una manera de explicar-lo mientras nos dirigimos a clase de Lenguas.

—Estábamos en la playa y...

En ese momento un chico encapuchado pasa por mi lado chocando y me caigo al suelo.

—Perdona, no te había visto ¿Estas bien? —pregunta el chico encapuchado, amablemente de ojos verdes, asiento mientras me ayuda a levantarme.

Ríe de lado.

Mira hacia atrás y se va corriendo.

Me lo quedo mirando hasta que vuelve a mirar hacia atrás mirándome y desaparece por el pasillo.

—¿Pero bueno, que a sido eso?— pregunta Eli impresionada, interrumpiendo mis pensamientos.

—No lo se pero lo que si se es que huía de algo. —murmuro poniéndome la camisa larga que traigo bien.

—Ya...lo he notado.

Entramos en clase y nos sentamos en primera fila pegadas a la pared. Entra la profesora.

Menos mal que se ha olvidado Eli de lo de Rayan.

—Buenos días, soy Barbara la profesora de lenguas. Esta es una clase en la que aparte de hacer lengua os informaremos de cosas como por ejemplo excursiones, salidas...etc... Os tengo que informar que haremos un viaje de fin de curso. —informa con calma—este viaje será a México donde allí visitaremos todo aquello, os informaremos más dentro de unas semanas, igual aún queda mucho para que acabe el curso. —prosigue.

Todos asentimos.

Y la clase sigue.

La profesora está explicando las culturas que tiene cada lengua junto a su país, y el chico de al lado, no me deja de mirar, es ese chico...como se llamaba...Broocklynd, eso.

El caso es que notaba que cada dos por tres me miraba intensamente como si intentase buscar algo en mi.

Aparto la mirada de él y me fijo en la profesora.

—Dentro de unos días, pondremos unas pruebas para saber que idioma se os da mejor aparte del vuestro que utilizáis siempre. —informa.

Asentimos y la chica que tengo al lado me pica el hombro.

—Toma, es de ese chico de ahí —me da un papel y señala Broocklynd.

Asiento y le agradezco.

Abro el papel y pone:

¿Qué te pasó ayer en arte? No te ví.

Broocklynd Mired

¿Y a este que le pasa? ¿Como sabe que no estuve? Había demasiada gente en el aula y seguro que excepto Matth nadie se había enterado de que me había ido "al lavabo".

Le pongo en el papel:

Me encontraba mal. ¿Por qué?

Acabo de escribir y se lo pasó a la misma chica de antes, haciéndole una señal para que se lo pase.

Abre el papel lee y asiente con cara dudosa.

Escribe y vuelve a pasarle el papel a la chica, esta bufa y me lo pasa.

Porque...no se...¿Estas mejor?

Comienzo a tener miedo de este tío.

No lo conozco de nada y me pregunta si estoy bien. Respiro hondo.

Si gracias por preocuparte, ahora si quieres seguir hablando mejor después de clase, haber si nos van a pillar.

Coge el papel y la chica ya se desespera y nos lanza una mirada de advertencia a los dos.

Broocklynd lee el papel que ni yo pensé que cabría tanta conversación en este y asiente.

Cuando acaba la clase nos dirigimos a Francés los dos juntos.

Ya que Eli se fue con un moreno de por allí a clase de química.

—Em...me preguntaba si te importaría que quedasemos algún día a tomar algo. —dice nervioso.

Abro los ojos como platos.

—Como amigos, como amigos. —aclara al ver mi cara de sorpresa.

—¡Ah! Claro ¿Porque no? —pregunto nerviosa.

Ríe y entramos clase.

No lo conozco de casi nada pero creo que es majo y no pierdo nada al probar.

Me siento en mi sitio de siempre, pero Matth no está a mi lado.

Sin el me siento extraña aquí...

¿Porque no habrá venido?

Broocklynd se ha sentado dos filas atrás con un grupo de chicos, y mientras habla con ellos me mira a mí fijamente con una ceja pícara levantada como siempre suele tener.

Aparto la mirada y miro a la pizarra.

Entra el profe y todos se callan.

—Buenos días —dice el profesor con voz dura— sacar el material. —prosigue.

Saco las libretas de Francés y comenzamos hacer los ejercicios del primer tema.

Cuando acaba la clase salgo con rapidez. Me dirijo al lavabo comunitario de la planta.

Me lavo la cara y miro mis ojos con mis apenas visibles ojeras.

Cierro el grifo y en ese momento escucho susurros en el lavabo detrás mío.

Me giro y pongo la oreja en la puerta.

Alguien gime. Una chica.

Quiero abrir la puerta pero a la vez no les quiero cortar el rollo.

— Ohh Rayan... —gime la chica en ese momento mi cuerpo arde.

Abro la puerta dejando al descubierto a los dos.

Abro la boca sofocada mente.

Rayan se encuentra sentado en el váter con la tapa bajada y la chica se encuentra sentada en su falda de espaldas a mí, lamiéndole el cuello.

¡Que asco!

—¿Quien eres tu? —pregunta la chica con el pintalabios corrido aún sentada encima de Rayan.

—Esto...yo...lo siento... —me pongo de los nervios y salgo del lavabo.

Noto como la chica se queja.

No debería haber abierto la puerta, que tonta que soy.

—Kayla —la voz de Rayan me inunda mis oídos, me da la vuelta para que lo mire bruscamente.

—¿Que? —grito apunto de llorar, miro hacia otro lado.

Me coge de la barbilla y me obliga a mirarle.

—Siento que hayas tenido que ver eso... —admite y me deja de sujetar la barbilla.

—No pasa nada, no soy nadie para cortarte el rollo. —murmuro y doy media vuelta y me dirijo a mi habitación, dejando a este con la palabra en la boca. Hasta dentro de una hora no hay clase.

Subo las escaleras mal humorada. No se porque me afecta tanto, supongo que es porque Rayan me dio un beso en la playa pero seguro que era una más, como todas aquellas chicas que se tira.

Que ganas de darle una paliza.

Entro en mi habitación.

Pero no hay nadie me tumbo en mi cama y me echo a llorar.

¿Porque a mi?

Será sinvergüenza.

Mi móvil vibra y en la pantalla pone: Mama.

Lo que faltaba, comienzo a sollozando y espero hasta que pare de vibrar el móvil, pero no para.

Me limpio las lagrimas y respiro ondo.

Cojo el móvil y arrastro el dedo en la pantalla.

—¿Hija? —se escucha mi madre en la otra línea.

—Si, soy yo —murmuro intentando disimular la tristeza que llevo dentro.

—¿Estas bien? —pregunta asustada.

—Si tranquila, solo me pica la nariz —murmuro mientras respiro pesadamente.

—Vale hija —murmura ella no muy convencida— ¿Por qué no me has llamado en todos estos días? —la pregunta que llevaba esperando desde que arrastre mi dedo en la pantalla del móvil.

—He estado muy ocupada haciendo deberes y exámenes, no he tenido tiempo. —miento.

—Ah vale, pues la próxima vez me envías un mensaje, porque si no ya sabes que mal pienso y voy para allá. —asegura.

—Lo se mamá... —murmuro, cansada de que siempre haga lo mismo.

—Bueno hija si estas bien, te dejo tranquila, recuerda que tienes el portátil para hablarme por Skype. —asegura.

—Vale mamá, adiós.

—Adiós, te quiero. — se despide.

—Yo también. —finalizó la llamada.

Espero que no llame hasta dentro de unos días no me apetece estar con nadie.

Escucho como el cerrojo de la puerta se habré y el pomo se mueve.

Miro hacia la pared para hacer ver que estoy dormida.

Sea quien sea no quiero hablar con nadie.

—¿Kayla? ¿Qué haces aquí? —la voz de Nadia resuena por toda la habitación.

Me giro para mirarla y me levanto de la cama para abrazarla pero en ese momento, me derrumbo en el piso.

(...)

Abro los ojos poco a poco, y me encuentro otros ojos encima mío.

Unos ojos verdes azulados muy familiares.

Pestañeo unas cuantas veces para intentar aclarar mis pensamientos.

Ese alguien que me miraba se aparta y suspira. Ahora veo su cara es Rayan.

Da vueltas por la habitación mordiéndose las uñas.

Me siento en la cama, una cama blanca todo mi alrededor es blanco.

¿Dónde estoy?

—¿Que me a pasado? —reúno fuerzas para preguntar, mientras me froto los ojos.

El me mira fijamente como lo hace siempre y se acerca a mí.

—Hace dos días te desmayaste en tu habitación, estás en la enfermería. —aclara con precaución.

—¿Me desmayé? ¿Porqué? —pregunto asustada.

—Por el estrés...estabas muy estresada... —murmura nervioso.

—Ya...pues ya estoy bien ¿Puedes llamar algún doctor? —pregunto.

—Sí —murmura y sale de la pequeña sala.

Intento recordar porque me desmayé.

No creo que haya sido por el estrés.

Muchas veces me estresado y no me he desmayado.

Entra un doctor por la puerta, Rayan detrás de él.

—¿Ya se ha despertado blanca nieves? —se burla pero ni yo ni Rayan reímos. —¿Le diste un beso? —sigue bromeando el doctor preguntándole a Rayan, o eso creo.

Rayan abre los ojos como platos y hace que no con la cabeza.

—Bueno haber que tenemos aquí... —murmura mientras me abre el ojo con precaución y me ilumina con una pequeña linterna, luego el otro.

—Ya estás bien. —asegura— Pero dale las gracias a tu príncipe azul que es el que ha estado los dos días enteros aquí, esperando a que despertases

—prosigue y mira a Rayan este mira al suelo.

¿Enserio?

—Gracias doctor —ignoro su aprobación.

—A ti. —asegura.

Y salgo de la pequeña sala me dirijo a mi habitación.

—¡Kayla! —exclama Rayan detrás mío.

Lo ignoro y sigo a mi paso firme.

—¡Kayla! —vuelve a gritar.

Mientras corre.

No se porque lo ignoro pero tengo el presentimiento de que me desmayé por su culpa.

Se pone delante mío impidiendome el paso.

—Lo siento. —se disculpa no se porque.

Pongo cara de no se que pasa y asiente.

—Fui yo el culpable de que te desmayases —admite.

—Pero tu...

Me interrumpe.

—Si se lo que te he dicho pero no es verdad, no tendrías que haberme visto con aquella chica. —murmura— entiendo que te hayas traumado. —dice con un poco de burla en la voz.

Lo empujo. Encima se lo toma a cachondeo.

Insiste en impedirme

—¡Déjame en paz! —grito, dejándolo parado— ¡No quiero que te acerques a mi! —exclamo.

—Se que ahora estás enfadada conmigo porque me has visto con otra tía pero es que las cosas son así. —dice con simpleza— quieras o no lo mío es ir tía tras tía, siempre será así, nunca me han gustado las relaciones.

—¡Ya pues quédate con esa tía, que te va a dar mucho placer! —exclamo, lo esquivo y corro hacia mi habitación.

Tengo ganas de llorar y no dejar gota pero no. Es lo que él quiere. Y no le voy a dar el segundo placer, de darle lo que él quiere.

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