Cambiaste Mi Vida

By gabsrodriguezz

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Esos ojos, esos maravillosos ojos miel me flecharon y no pude dejar de mirarlos por más que quisiera. Basto u... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capítulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36.
Capitulo 37
Capitulo 38
Capitulo 39
Capitulo 40
Capitulo 41
Capitulo 42
Capitulo 43
Capitulo 44
Capitulo 45
Capitulo 46
Capitulo 47
Capitulo 48
Capitulo 49
Capitulo 50
Capitulo 51
Capitulo 52
Capitulo 53
Capitulo 55
Capitulo 56
Capitulo 57
Capitulo 58
Capitulo 59
Capitulo 60
Capitulo 61
Capítulo 62
Capitulo 63
Capitulo 64
Capitulo 65
Capitulo 66
Capitulo 67
Capítulo 68
Capitulo 69
Capitulo 70
Capítulo 71
Capitulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capitulo 75
Capítulo 76
Capitulo 77
Capitulo 78
Capítulo 79
Capítulo 80
Capitulo 81
Capitulo 82
Capitulo 83
Capitulo 84
Capitulo 85
Capítulo 86

Capitulo 54

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By gabsrodriguezz

  "Necesito decirte cosas... que no sabes y... no te dije porque temo tu reacción" Eso me huele a pelea. ¿Podre soportar otra más? Mario últimamente anduvo pasándose de bipolar y demás. El otro día peleamos porque me hice un arete en el ombligo y se molesto conmigo porque no le gusta.
No me importa que no le guste.

Tu: ¿Qué cosas? ¿Más cosas? –Le dije poniendo mis manos en los bolcillos de mis pantalones –

Hace unos meses tuvimos una pelea que fue la bomba de todo. Me entere cosas de Mario que él no me había dicho y me decepciono de una manera increíble.
Pasa que... Mario una vez me dijo que tuvo muchas "chicas" y cuando me lo conto no me especifico que tipo de "relación" tenía con esas tipas.
Un día, yo estaba haciendo el baño, y pude escuchar voces hablando mal de mí afuera.
No tenía idea de quienes eran.

Xxx: Dicen que es cornuda y que él solo está con ella por sexo.
Xxx: ¿Dices que sea cierto? No tiene cara de pu.ta.
Xxx: ¿¡No tiene cara de pu.ta!? Es tremenda zo.rra.
Xxx: No... yo una vez hable con ella. Es buena y media tímida.
Xxx: Las tímidas son las peores... igual, Mario la hace cornuda, así que, es lo mismo que nada.
Xxx: No seas tan malvada. Conócela primero.
Xxx: ¿Qué tanto la defiendes? Es una tro.la y merece el insulto de todas. Solo está con él para hacerse ver, para llamar la atención. Da igual... él le es infiel.
Xxx: ¿Y a ti que tanto te importa? No te dejes llevar por los chismes. Son solo... chismes, mentiras.
Xxx: Todos saben que él está con ella por sexo y que, además de eso, la tiene a su disposición a cualquier horario. El tubo millones, pero ninguna del colegio ¿no es raro? Y justo ella es la primera en serlo. ¿Y sabes por qué es? Porque él solo anda con pu.tas y al parecer encontró una aquí.

Abrí la puertita y lo primero que hice fue mirarlas. La que "me defendía" se llama Megan y coincidimos en la clase de matemática. La otra no sé quien será.

Me lave las manos y pude sentir el malhumor de la otra. Megan solo estaba avergonzada.

Tu: Necesitas una vida. –Le dije pasando cerca de la otra y mirándola con lástima –

Obvio que me hizo sentir mal todo lo que escuche. Pero, ¿Qué más da? Me importa muy poco lo que lleguen a pensar algunas.
"El tubo millones, pero ninguna del colegio ¿no es raro? Y justo ella es la primera en serlo. ¿Y sabes por qué es? Porque él solo anda con pu.tas y al parecer encontró una aquí" – ¿Qué quiso decir con eso? –me pregunte en ese momento.

Mario: Primero... prométeme que no te molestaras. –Me dijo sacándome de mis pensamientos –
Tu: No. –Le dije mirándolo –Sí es algo malo por supuesto que me molestaré.
Mario: Es que... no sé si es malo. –Me dijo nervioso. –

¿Mario Bautista nervioso? Tengo que disfrutar esto.

Tu: Deja el suspenso. Habla de una vez Mario.
Mario: Estuve con Kristen. –Me dijo rápidamente –

Puse cara de "algo huele mal" ¿escuche bien? ¿Estuvo con ella? ¿En qué sentido? ¿En el que me imagino?

Tu: ¿Cómo dijiste?

Quizá escuche mal. Mario me mira atentamente y con miedo.

Mario: Estuve con Kristen. –Me dijo lentamente –
Tu: ¿En qué sentido? –Alce una ceja –

Me conto todo. Me puse roja de la vergüenza y la ira.

Tu: ¿Y porque recién ahora me lo dices?
Mario: No sé –me dijo medio perdido –. Solo sé que ella no me interesa en lo más mínimo...

No le respondí. Mario sabe que la odio.

Mario: ¿Me crees, no es cierto? –Lo mire sin decir nada – ¿_____?
Tu: Sí.

Mentira. No le creo.

Mario: ¿No estás molesta conmigo por no habértelo dicho?
Tu: ¡Por supuesto que estoy molesta contigo! –Le dije entre dientes bajando de la nube donde estaba–Me siento una idiota. ¿Tu como te sentirías sí yo hubiera hecho lo mismo que hice contigo con casi "todos" los que tuve? –El no me respondió y bajo la mirada –

Obvio no hay "todos" solo esta "Nathan" quien Mario odia profundamente porque un día lo encontramos en el CC y quiso coquetear conmigo.

Mario. No vale la pena insultarlo. ¡Bueno sí! ¡ES UN IDIOTA!
¡Estuvo con Kristen, supuestamente, antes de que estuviera conmigo! ¡Lo mismo que hizo conmigo lo hizo con ella! ¡Anduvieron a escondidas durante varios días y se veían en el mismo lugar! ¡La traía a su casa cuando no había nadie!
Me quiso acariciar la mejilla pero me separe y le di la espalda. Fui por mi teléfono, que estaba en la mesada, para irme.

Mario: ¿Te vas?
Tu: Sí. No quiero verte. –Tome el teléfono y camine dos pasos. El después me tomo la mano –
Mario: No te vayas así.

¿Hoy también estoy escasa de ropa? No. Así que no me joda.

Mario: No quiero otra pelea.
Tu: Tú lo quisiste así. ¿Quieres que te premie por hacerme sentir idiota?
Mario: No lo digas así.
Tu: Es que así es. Seguro hasta lo mismo que me dijiste se lo dijiste ella para tenerla rendida a tus pies.
Mario: No.
Tu: No puedes comprobarlo. ¿O quieres que le pregunte?
Mario: ¡No! ¡No quiero que hables con ella!
Tu: Oh, ahora no solo te molesta la "escasa" ropa que me pongo, según tu. Sino también con quien hablo. –Le dije incrédula – ¿Pero qué cosas digo? Cierto que también me habías prohibido hablar con Jan y ahora me estas prohibiendo esto. Segu...
Mario: ¡Basta _____! Por la mierda, no te dejas de echarme en cara eso siempre que nos peleamos. ¡Yo no te puse un revolver para que dejes de hablarle!
Tu: ¡Eres un estúpido! –Le dije empujándolo. Retrocedió un paso pero después se me acerco de nuevo –
Mario: Yo no tuve la culpa que el estúpido ese quiera algo contigo.
Tu: ¡Seguro si no hubieras pedido hacer ese maldito trabajo conmigo yo estuviera con él! ¡¡Con el que no me diría como vestirme, que no me compararía con una pu.ta solo porque tengo un jodido arete en el ombligo!!

Mario tenía sus labios separados por el arrebato que dije.

Mario: O sea que te arrepientes de todo.

No le respondí. Carajo, maldita sea mi boca.

Mario: ¡Entonces puedes irte con él! Apuesto que sigue esperándote como el imbécil que es. –Sus gritos retumbaron las paredes –
Tu: ¡Eso aré! –Lo empuje, separándolo de mí – Adiós, puedes regresar a tu vida con las prostitutas.

Me camine lo más rápido que pude hacia la puerta mientras sentía un nudo de ira. ¡Me indigna pelear con él! ¡Me pone loca! Tengo ganas de gritar hasta quedarme sin voz.
Luego de un segundo me encontraba atrapada entre sus brazos.
Estaba por insultarlo pero me beso por la fuerza, tomando mis muñecas sin lastimarme.

No quiero besarlo. No quiero olvidar de lo estúpida que me sentí. No quiero olvidarme de lo que dije.
Pero. Lo bese igual. Soy tan tonta.

Mario: ¿En verdad te arrepientes de todo? –Me susurro cerca de mis labios. Me separe un milímetro para mirarlo –

Me sentí mal. Su mirada parece decir que alguien se murió.
"¿Cómo arrepentirme de todo? Me enseñaste muchas cosas y me ayudaste mucho. Además, te amo. Recuerda eso."

Tu: Por supuesto que no. Ya me conoces... cuando me enojo digo cualquier disparate. –Beso mi frente –
Mario: Desde ahora prometo no ocultarte más nada.

Asentí y le pedí perdón por lo que había dicho. El me pidió perdón por gritarme y me pidió que no mas peleas porque no las soporta.

Mario saaaaaaaaaaabe que lo amo. Y cuando lo recuerdo me ruborizo al instante.
Una noche, mientras dormíamos juntos, solté un: "Te amo tanto Mario", según él.
Tardo dos semanas en decírmelo:

Mario: Hablas dormida ¿sabías? –Me dijo mientras acariciaba mi rodilla –
Tu: ¿Hablo dormida? ¿Cuándo lo hice?
Mario: Una vez, mientras te velaba el sueño.
Tu: ¿Y que dije?
Mario: Dijiste que me amabas. –Me dijo y lo miré congelada –
Tu: ¿A... sí? Quizá sea verdad (?).
Mario: Mmm...
Tu: ¿Qué dije exactamente? –Le pregunte sintiéndome colorada –
Mario: Creo que... –miro el piso y después me miro – "Te amo tanto Mario" lo dijiste y me abrazaste más fuerte.

Bueno, Mario una vez me dijo que no me enamore de él. Y a medida que el tiempo paso, que supe más de él y demás, comprendí porque me lo dijo.

Mario es o era...
¿Cómo decirlo para que no suene muy fuerte? Fue/es un sexópata.
Me enteré de la peor forma de cómo alguien se entera de las cosas: por equivocación.
Estábamos yo y Jade aburridas en la hora de matemática y le pedimos su celular a Mau, para "jugar" un poco... ella reviso los mensajes con sus amigos y la última conversación que quedaba por revisar era que tiene con Mario. Yo no quise y nos salimos. Pero de la nada apreté una tecla mal y me salto directamente su conversación, al parecer Mau tenía un secreto acceso directo.
Ave maría.
Eran millones de mensajes entre ellos.
Hablaban de deporte, chicas, chicas, chicas, chicas, Venus, Venus, escuela, deporte, deporte, de mí, de mí, de mí, etc.
La cosa es que leímos cosas que no estaban a nuestro alcance, cosas que ni nos imaginábamos. Como que Mario andaba con MUCHAS a la vez, nada serio. También que yo empecé a gustarle solo porque le recordaba a la otra... eso sí me dolió.

Lo deje.
No solo porque estaba conmigo porque le recordaba a la otra que tubo, sino porque ya estaba INFORMADA acerca de la vida que tuvo y me dio... miedo. Porque sentía que no encajaba en nada en sus "costumbres"
"Venus" ese lugar, efectivamente, era un billar nocturno. En el cual estaba lleno de chicas, mejor dicho, zorras baratas. Eran todos chicos jóvenes, según los mensajes, y ellos dos {Mario y Mau} ya eran "conocidos"

En el momento me sentí tan... avergonzada.
La curiosidad me había matado y comencé a leer lo que él pensaba de mí.

Hablaba de que le parecía "sexy" y le recordaba un poco a la otra estúpida que lo dejo. Hablaba de que me "tenía ganas" y que pensaba que tenía su misma edad. ¡Ja! Con razón puso cara extraña cuando le confesé mi edad.
Luego le contaba a Mau que estaba viviendo sola y le parecía más que perfecto. También le comento como se vinieron abajo sus planes de "ligarme" cuando le dije que tenía 14. Tenía miedo de no poder controlarse y que planeaba dejar todo.
Luego, poco a poco, dejaron de hablar de mí. Pero Mau siempre insistía en ir a "Venus" y Mario solo le daba vueltas.

–Me sentí estúpida al recordar esa noche que él estaba ebrio y le vi ese beso en el cuello.
Idiota ______. ¡Era obvio! Solo quería ligarse a una virgen al principio. Al principio solo quería eso de mí ¡que estúpida e ilusa fui!–

Me di cuenta que Mario dejo de ir a ese lugar porque "le pasaba cosas extrañas conmigo" y que no quería verme la cara de idiota, más de la que ya me la había visto. También le dijo cuanto detestaba a Jan y a Horan, que me miraban todo el tiempo y eso lo ponía nervioso.
–O sea, ¿si tenía a su disposición a MILLONES porque mier.da se quedo conmigo? oh sí, porque le recordaba a aquella idiota. –

Nuestra ira estaba al máximo. Yo me sentía humillada y tonta, por eso me largue a llorar. Del coraje a mi misma por no haberme dado cuenta. Jade quería pararse e ir a matarlo.

Dejamos el celular de lado y me fui corriendo sin pedir permiso al baño. Me ahogaba en mi llanto mientras algunas personas solo me miraban. Me había tirado al piso en uno de los baños y Jade se puso a golpear la puerta, pidiéndome que salga. Pero me sentía demasiado avergonzada como para verla.
Cuando salí, me abrazo como por seis minutos y me dejo desahogarme, por primera vez, en llantos. Obvio que cuando fui a mi casa lo hice de otra forma.

El director entro al baño, la profesora le había ido con el chisme de que me puse mal. Me pregunto pero no le dije nada. Solo quería irme a casa.
Mi papá fue a buscarme y lo primero que hice fue desahogarme en mi habitación.
Seis horas después, apareció Mario en la puerta principal. Llamándome una y otra vez. Dejándome uno que otro buzón de voz. Quinientos mensajes de texto. Gritándome cosas desde la entrada.
Diciéndome que le habrá, que quería hablar, que no me esconda, que hay que arreglar las cosas, que no es lo que parece. Supuse que Mau le dijo o que Jade fue a golpearlo.
Mamá quería llamar a la policía. Porque yo no quería verlo y él estuvo llamando durante bastante tiempo.
Atendí una de sus llamadas solo para decirle que no vuelva a buscarme nunca jamás. Pero estaba desesperado, aunque no me dio lastima, fui firme y le dije que todo había acabado.

No quería ser su diversión y me sentí... orgullosa de haber protegido la flor más valiosa que tengo.

El no se dio por vencido, opte por llamar a Mau. Me atendió rápido y le pedí por favor que venga a buscarlo porque mi madre estaba por llamar a la policía.
Vino a buscarlo y observe por la ventana lo difícil que fue sacarlo del jardín. Yo no dejaba de llorar. No dejaba de sangrar. No dejaba de golpearme. Mamá tocaba la puerta como una loca, preocupada, preguntándome que había pasado, que me hizo.
Me arregle, para disimular que no hice nada, limpie todo y salí. Me hundí en sus brazos, pero no le conté absolutamente nada. Solo respondí con un "No quiero hablar de eso"

Llame a la escuela y avisé, asiéndome pasar por mamá, que no iría durante cuatro días.
Al otro día de lo sucedido fui con Lena y desasí mi alma en sentimientos y llantos. Ella me recomendó que huya para pensar las cosas, eso hice. Fui tres días a casa de mis abuelos, mi abuela querida aun vivía y fueron los mejores tres días de mi vida.
En el quinto día tenía que volver a la escuela, Selene me había contado que Mario vino a buscarme todos mis días de ausencia. Ella lo atendió y hablo con él, hablaron, de mí. De lo mal que se sentía Mario... me dio igual. Yo ya había terminado con él.

¿Ustedes seguirían con alguien así? ¿Qué de ti solo quiso... tu va**na todo el tiempo? Yo no estaba dispuesta a seguir con él, por más que lo amaba. ¡Solo quería eso de mí! Y no importa sí solo fue al principio. ¡No le atraje por quien era! ¡Le atrajo mi cuerpo! Así no es la cosa.
Yo me enamoré de el por cómo era... por su forma de ser. Aparentaba ser tan... igual a mí personalidad... por eso lo creía perfecto. Era de... hablar poco y también muy reservado. Hizo que me identifique.

Cuando fui a la escuela, el no fue. Y ese mismo día, fue un viernes, falleció mi abuela.
Enfrente sola ese dolor.
Fueron los peores días de mi vida. Mi abuelo quedo allí donde vivían, no quiso venir a vivir con nosotros... no quería "dejarla" porque para él no había muerto. Para el ella seguía en esa casa.
Sentí escalofríos al recordar sus palabras...

"Ella sigue presente aquí ______, ella está aquí. ¿No la sientes? Ahora es parte del viento y la hierba"

La cosa es que fueron días difíciles. Cuando regresamos a casa, un lunes, yo estaba débil... no había comido bien hace días y había llorado a montones. Me duche y tuve la sensación que mis ojos se veían demasiado grandes en mi rostro. No le di importancia y salí en bata con mi rostro pálido. Cuando mire el centro de mi habitación... lo vi a él... allí parado. Mirándome.

Tu: ¿Qué carajo...? –Recuerdo que esa fue mi expresión. Estaba a punto de gritar pero él se adelanto y me tapo la boca –
Mario: Tu ventana estaba abierta. Quiero hablar, y de esta no te libraras. –Me susurro y lo mire a los ojos. Las lágrimas me hicieron la vista difuminada –

Gemí del dolor que me causo verlo y recordar sus infames intenciones.

Quede sin habla, con la boca seca para soltar silaba alguna. El se dedico a explicármelo todo. Lloro. Mario lloro por mí. Porque se sintió en el jodido infierno estos días que no me vio y creyó todo acabado he ido por la borda. Se arrepintió mil y unas veces todo eso que pensaba de mí al principio... me pidió perdón como doscientas veces. Me dijo que conocerme mejor cambio su forma de ser y de pensar. Que... lo motivaba a vivir como alguien normal.
Yo no hacía otra cosa más que llorar.
¿Perdonarlo así de fácil? ¿Y a mi dignidad quien me la devuelve? Pero... lo amo tanto.

Me dedique a escucharlo, le di una oportunidad mas y no me importo si Jade me asesinaba por ello, el me conto todo (eso pensé) y se abrió de sentimientos conmigo.

Mario: Fueron los peores días de toda mi vida. A cada hora la sentía una eternidad.

Terminamos reconciliándonos. Pero le pedí algo de... tiempo. Si quiera para no sentirme tan incomoda a su lado como me sentía.
El se preocupo de más por mí. Fue sincero y me dijo que parecía un cadáver viviente, reí por primera vez, y le conté lo sucedido.
Se puso mal, me consoló, estuvo conmigo horas, y luego se fue.
Ahora pasaron dos meses desde aquello.

Mario: ¿Linda? ¿No oíste nada de lo que te dije? –Me dijo quitándome de mis profundos pensamientos –
Tu: Disculpa. –Le dije fríamente –Mario... por favor. No vuelvas a ocúltame nada. Tus sabes toda mi pequeña historia de vida y no te falta más nada por saber ¿sí? Cada cosa que me ocultas luego termina por hacerme sentir mal.

Era cierto. Mario sabe TODO de mí. El problemón con mi tío y la familia de mi papá con mi mamá. Nathan. Verónica. Mi infancia. Mis sueños. TODO menos las cicatrices que tengo debajo de la ropa. Eso nunca lo sabrá.

Mario: Sí –Me dijo asintiendo constantemente –Lo prometo hermosa. Ahora, quédate. Quisiera disfrutar de tu compañía... ven, olvidemos lo que paso.

Me tomo la mano y me abrazo fuertemente. Agradecí eso.

Luego comenzó a avivar el ambiente con algunos chistes que me hacían reír. ¿Ven? Mario es bipolar.
Agradezco que no toque el tema de lo que paso el miércoles pasado...

El miércoles pasado me quede a dormir en su casa, mentí diciendo que estaría con Jade. Pero no, me quede con Mario. Su... madre estaba... así que... "dormí" con Doniya.
¡Doniya! La considero una de mis mejores amigas. Es increíble, confiable, amorosa y da los mejores consejos del mundo.
Bueno... la cosa es que ella me prestó una muda de ropa para dormir que "no le gusta" pero sé que Mario no la deja usarla. Consistía en unos shorts cortos de algodón y un camisón a la cintura, de mangas largas gracias a Dios. Me los puse y me hacia el trasero de Nicki Minaj.
Ya veo porque Mario no la deja ponerse eso.

La cosa es que cuando salí del baño ella me tomo misteriosamente la mano y me dijo que haga silencio y que me descalce.
Luego de hacerle caso me condujo hasta la puerta, eran las 22:14. Fuimos al a ultima habitación... ¡era la de Mario!

Tu: ¿Qué haces? –Le susurre –
Doniya: Duerme con él, se que quieres.
Tu: ¡No! ¡Tu mamá...!
Doniya: No te preocupes por mi mamá, yo te ayudaré. Tú solo ve, debe estar durmiendo.
Tu: ¿Durmiendo?
Doniya: El muy abuelo se duerme temprano. –Me dijo y reí –
Tu: Gracias. –Le susurre y entre en cuclillas –

Sí, estaba durmiendo. Le puse seguro a la puerta y me acosté con él, se movió pero termino abrazándome, sin abrir los ojos. Estaba en el quinto sueño.
Lo abrace mas porque tenía frio, hacia frio, y el estaba desnudo –en bóxer –. Pero estaba caliente, típico de Mario.

Cuando abrí mis ojos me sorprendí al verlo dormir ¡Já, me desperté primero que tu, Bautista!

Mire la hora en su reloj de la pared, 08:33 es raro que Mario duerma ¿se habrá desmayado? Lo mire bien, nah, solo duerme. ¿Lo despierto?
Comencé, con mi dedo, a hacer circulitos en su abdomen y después a darle besos. El se movía y sonreía. Después me sonrió abiertamente y me tomo de la cintura. Y, con los ojos aun cerrados, acaricio mi abdomen y fue bajando.

Santa mierda.

Se detuvo en mi ombligo y saco el arete.

Tu: Sí sigues así tendrás una colección con todos los que me sacaste.
Mario: Traviesa. Siempre te saco uno y siempre te pones uno nuevo.
Tu: Así terminaré pobre.
Mario: Y... porque quieres. Nadie te manda a ponerte eso allí.
Tu: Admite que te gusta cómo se me ve.
Mario: Me encanta como se te ve. –Me dijo abriendo los ojos y mirándome –Lo que no me gusta es que otros te lo vean. Por cierto, ¿Qué haces aquí? Me madre hará que me case contigo ya si se entera que dormimos juntos.
Tu: Mmm, te extrañaba. Además, no tenía a quien abrazar. –Le dije y me sonrió – ¿Es que nunca tienes frio?
Mario: Soy caliente, recuerda. Y más si tú me tocas, ángel.

Mario últimamente me llamo muchas veces "ángel" me derrito.

Tu: Oh sí –le dije y reí. Se me acerco y me dio un pequeño beso – ¿Puedes cantar? Me encantaría que lo hicieras.
Mario: No sabía que además de tu estufa era tu radio...
Tu: Ahora lo sabes –Le dije y reí –Anda, solo un poco.
Mario: No. Lo hago mal.
Tu: Mentira, radio mía.
Mario: Pues, estoy apagado.
Tu: ¿Quieres que te prenda? –Le dije inconscientemente –

Eso sono muy en doble sentido.
Mario me miro levantando una ceja.

Mario: No puedes hacerlo.

Lo mire desafiante.

Tu: ¿Eso crees?

No sé cómo hacerlo (?)
Suspiré.

Tu: Bien. No sé cómo. ¿Cómo lo hago?
Mario: ¿Prenderme? Creo que no tienes que hacer nada. –Dijo burlón. –No sé, ¿Por qué no comienzas aquí? –Dijo señalando su labio inferior –

Lo mire admirada.
Que habilidad tiene, dios.
Le bese su labio inferior con lentitud, el solo se dejo besar por mí. Se dejo... dominar por mí.
Luego lentamente me fui subiendo encima suyo para besarlo mejor. Pero...
Dios mío.
Tiene una cosa tan... tan... embarazosa. Es... es... muy.... ¿así es siempre en las mañanas o hice algo para que este así? Jesús, deje de besarlo y lo mire asustada. El soltó un suspiro y cerró los ojos.

¿Mario excitado? ¿Este es el Mario excitado? ¡Oh my god!  

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