×Un año después×
-Asegúrate de empacar todo cariño.-Dijo Kathryn asomando su cara por la puerta de la habitación mientras yo empacaba mis cosas.
-Sí, me lo has repetido mil veces.-Dije rodando los ojos.
-¡Oh Ángel!.-Suspiro entrando de lleno en la habitación.-¿No te da pena irnos de aquí?.-Pregunto corriendo las cortinas dejando ver el lindo paisaje de Panamá tras la ventana.
-Sí madre un montón.-Dije mirando al igual que ella el exterior.
-Oh cariño, me ha gustado mucho compartir esta grata experiencia contigo.-Dijo caminando hacia mi para tomarme de los hombros y posteriormente darme un abrazo.-Podríamos hacerlo mas seguido, ¿No crees?.
-Claro.-Dije forzando una sonrisa cuando me soltó.
-Bueno, te espero en el lobby en media hora, ¿De acuerdo?.-Preguntó mientras se dirigía a la puerta.
-De acuerdo.-Asentí mientras regresaba mi atención a la ropa que estaba metiendo a mi maleta.
No podía creer que ya hubiera pasado un año, era extraña la sensación de haber pasado tanto tiempo fuera de casa, se sentía como si el tiempo hubiera ido muy rápido pero a la vez muy despacio, durante todo el año mantuve comunicación con mi familia y mis amigos, por lo que me entere de muchas cosas aun estando lejos de ellos, Dyl había arreglado las cosas con Haz y por lo que sabia aun estaban saliendo, las cosas entre Escar y Jack no habían funcionado pero ambos lo tomaron muy bien, a mi papá lo habían ascendido de puesto en el hospital y Cloe por fin había abierto su propio centro de belleza, Shes subió dos categorías en ballet, mis amigo habían terminado el instituto, a Dylan lo llamaron para jugar futbol en la universidad de San Francisco y Haz se irían con él a estudiar derecho y compartir departamento juntos, mientras que a Ian y a Escar los habían aceptado en Harvard lo que fue una sorpresa para todos, en cuanto a Evan, no sabía nada, no tenía detalla alguno sobre su vida y creo que era mejor así, algunas veces mientras hablaba con Haz escuchaba su voz y sentía como el corazón me daba un vuelco en el pecho, sabia que estaba bien y eso me bastaba, termine de empacar y me recosté en la cama, tenía muchísimas ganas de llegar a California y ver a todas las personas que quería, pero tenia miedo de ver a Evan, que al llegar a casa los recuerdos de los que por un año había huido me invadirán de nuevo, por todo este año me dormía esperando que al día siguiente al despertar nada de esto hubiera pasado, sabia que las cosas habían cambiado, yo era diferente, mis amigos y familia eran diferentes y estaba segura que él también será diferente, sentí como una lágrima se escapaba de mi ojo derecho pero rápidamente la limpie negándome a llorar, me senté al borde de la cama y me puse mis Adidas, tome mis maletas y abandoné la habitación, al llegar al lobby Kathryn ya estaba ahí, levanto la mano para que fuera hacia ella y así lo hice, uno de los botones nos ayudo ha llevar y subir las maletas al taxi y después de una propina que le dio mi madre nos subimos al vehículo que nos llevaría al aeropuerto, al llegar pasamos por todo el proceso que se requiere y tuvimos que esperar alrededor de una hora en la que aproveche para acomodar las fotos del viaje mientras Kathryn me hablaba de no se que cosa que había visto en una de sus revistas de moda y así hasta que se hizo hora de abordar.
-¿Lista para regresar a la realidad?.-Me pregunto Kathryn a mi lado mientras el avión despegaba, sentí un pinchazo en el estómago y asentí, mientras veía el despegue, el vuelo duraba seis horas y la noche anterior no había dormido nada por lo que decidí que sería bueno dormir un poco, sin embargo me fue casi imposible, así que me dedique a leer un poco, la historia era muy interesante y me capturo enseguida, cuando menos me di cuenta los ojos me ardían por lo que decidí cerrarlos un segundo, pero termine dormida profundamente, siendo despertada un buen rato después cuando la voz de la aeromoza salió por las bocinas pidiendo que no colocáramos los cinturones de seguridad ya que estábamos próximos a aterrizar, le eche un vistazo a la pantalla de mi móvil, eran las 8:30pm, respiré profundo y mire por la ventana, al hacerlo no pude evitar que una sonrisa se formara en mi rostro al ver todos esos edificios y pequeñas luces que conformaban la ciudad que era mi hogar, el hogar del que por un año estuve lejos.
Al bajar del avión y pasar por todas las revisiones, esperamos por nuestras maletas, caminamos hacia dónde estaba reunida la gente que venia a recoger a alguna persona.
-Hay esta mi chofer.-Dijo mi madre después de analizar las caras por un rato, levantando la mano hacia un hombre de media edad que sostenía un cartel con su nombre, el hombre se acerco y levantó las maletas de mi madre.-¿Quieres que te lleve?.
-No hace falta, papá vendrá por mi.-Dije negando con la cabeza.
-Bien, Ángel me encantó el viaje, deberíamos hacerlo más seguido.-Dijo ella mientras se despedía de mi con un rápido abrazo para después salir del lugar acompañada del hombre que cargaba sus maletas.
Mientras tanto yo seguí analizando todas las caras en busca de una familiar.
-¿Te han abandonado?.-Preguntó una voz gruesa detrás de mi, gire sobre mis talones para enfrentarme al dueño de aquella voz sorprendiéndome al ver de quien se trataba.
-¡IAAAAN! ¡Oh por Dios te extrañe tanto!.-Dije mientras me lanzaba a rodear su cuello con mis brazos.
-Yo también Án.-Dijo correspondiendo al gesto.
-¿Te han mandado a ti por mi?.-Pregunte cuando no separemos.
-Así es espero no tengas inconveniente.- Dijo levantando las maletas del suelo.
-¡Claro que no!.-Dije riendo.
-Pues vamos que si no te llevo pronto a casa Escar me matara.-Dijo viendo su reloj, volví a soltar una risita y empezamos a caminar hacia su nuevo coche.
-¿Y como han estado las cosas por aquí en mi ausencia?.-Le pregunte cuando llegamos a un semáforo en rojo.
-Todo bien, en realidad no ha cambiado mucho este lugar, todo sigue igual.-Dijo y yo asentí mirando por la ventana a una esquina donde estaban reunidos muchos jóvenes riéndose, todos parecían muy ebrios, lo que provocó que me riera de sus pasos torpes, pero la sonrisa no duro mucho, ya que se borro en el momento en el que vi a ese chico colgado del cuello que una chica castaña, él le dio una calada al cigarro que tenia en una de las manos y después de soltar el humo se inclinó a besar a la chica, una punzada de dolor atravesó mi pecho, tenia la noción de que Evan debía haberme superado así como yo lo había intentado pero dolía ver un poco saber que él si lo había conseguido.
-¿Ángel?.-Pregunto Ian haciendo que me volviera a verlo en el momento en el que la mirada de Evan y la mía se encontraron.-Bueno, casi todo, el se ha vuelto un idiota.-Dijo mirando a dónde yo había dejado de mira hace unos segundos.
-No quiero hablar de él.-Dije reprimiendo las lágrimas mientras el ponía el carro en marcha nuevamente.
-Bien... Hay algo que tienes que saber.-Dijo apretando su agarré al volante.-Me dolió mucho el hecho de que te hubieras marchado sin despedirme... dure mucho lamentándome y preguntándome el por qué nunca te habías fijado en mi...-Mire su cara buscando algún indicio de dolor pero no encontré nada.
-Ian...
-No, descuida, después de atormentarme por muchas noches y después de romperle a ese patán la cara un par de veces.-Dijo haciendo que una pequeña risita se filtrara por mis labios.-Llegue a mi límite, y caí en cuenta que no podía obligarte a nada, así que decidí que lo mejor seria enfocarme en vivir mi vida, así que decidí darme el tiempo para conocer a alguien más.-Dijo mientras daba la vuelta para entrar a mi calle.
-¡Oh Ian, me hace tan feliz escuchar eso!.-Dije mientras aparcaba enfrente de mi casa.
-Espero que tu puedas hacer lo mismo con respecto a él.-Dijo mirándome a los ojos.
-Lo intentaré.-Dije y él se inclinó para abrazarme, después de un momento en silencio ambos salimos del coche y mientras él bajaba las maletas del carro yo corrí hacia la puerta, saque las llaves de mi bolso y las introduje a la cerradura.
-¡Qué bueno que ya estas aquí!. -Dijo mi padre recibiéndome con un fuerte abrazo.
-Estoy feliz de estarlo.-Dije mientras me conducía a la sala donde estaban todos los demás.
-¡Oh por Dioooos!.-Grito Escar corriendo hacía mi. -¡Te extrañe tanto!
-¡Yo también a ti!.-Exclamé de vuelta.
-NUNCA más te vuelvas a separar por tanto tiempo.-Dijo Dylan sacando del camino a Escar para abrazarme él.
-No tengo intenciones de hacerlo.-Susurre contra su oído.
-Vamos cariño, mueve tu culo, yo también quiero abrasarla.-Dijo Hazel cruzando los brazos sobre su pecho.
-Lo siento, no debí quedarme callada.-Susurro contra mi oído.
-Déjalo, todo ya paso.-Dije abrasándola mas fuerte.
-Sí,todos apapachen a la recién llegada, yo subo las cosas solo.-Dijo Ian Con la cara roja del esfuerzo.
-Gracias Ian, eres muy amable.-Dijo Cloe lo que provocó que Ian bufara y todos echáramos a reír, pero aún así Dylan y mi padre le ayudaron con las maletas.-Y ¿como te fue?, ¿Cuéntanos todo?.
-¡Siiiiiiiii, Ángel llego!.-Grito Shes emocionada corriendo escaleras abajo seguida por Jeremy, a penas me dio tiempo de reaccionar cuando ya estaba brincando a mis brazos, ella brinco y envolvió sus pequeños brazos en mi cuello mientras ya la sostenía de los muslos.-¡Te extrañeeee!
-Yo también a ti.-Dije caminando con ella aun en brazos asía un asentó vacío a un lado de Escar, a penas me senté Jeremy vino a mi pidiendo lamiéndome las manos y embarrándose en mis piernas pidiendo cariño, baje la mano para acariciarlo y el animal se volvió loco de felicidad.
-El te extraño como todos aquí.-Dijo papá tomando asiento.
-Ya lo veo.-Dije sin dejar de hacerle mimos al animal.
-Ahora si cuéntanos, ¿cómo te fue?.-Pregunto Dylan y todos pusieron su atención en mi.
-Prefiero que primero ustedes me cuenten que tal les ha ido sin mí.-Sonreí y Escar tomo la palabra.
-Horrible, te extrañaba mucho, pero debo admitir que cosas buenas pasaron.
-¿Ah sí, como qué?.-Pregunte y así empezaron todos a contar sus historias, debía admitir que extrañaba esto, extrañaba el calor de hogar, a mi familia, durante todo este tiempo se había sentido incompleta, hoy sin embargo aquí en esta sala con todas estas personas a mi alrededor riendo y contando como les había ido en mi ausencia, me hacían sentir yo de nuevo... y también descubrí que la chica con la que Ian se estaba dando una oportunidad era con Escar, maldita, nunca me conto nada.
-¡Eso es genial Sheeees, estoy muy orgullosa!.-Exclame cuando termino de contar que la habían llamado para participar en la obra del lago de los cisnes.
-Ahora es tu turno Ángel.-Dijo Dylan dándome una palmada en la pierna.
-Antes que nada necesito ir allá arriba por unas cosas.-Dije poniéndome de pie y bajando a Shes, camine a través del pasillo asía las escaleras pero me detuve en el marco de la puerta de la cocina al ver a Hazel, quien se había ausentado desde que papá conto la historia de su primer estancia en emergencias, estaba a punto de preguntarle por que se había ido pero me quede muda y fría al escucharla.
-Deja de tirar mierda, lo sabia y simplemente no me dio la gana decirte porque ya le has hecho demasiado daño, no te abrevas a venir, si lo haces te sacaran a golpes, ¿me oyes?.-Después de eso corto, era buen momento para irme pero simplemente no pude, Hazel se dio la vuelta y dio un pequeño brinco al verme.-¿Desde cuando estas ahí mujer? Me has sacado un susto de muerte.
-¿Era él verdad?, lo he visto cuando venía para acá con una chica castaña.-Dije intentando ser neutral pero mi voz sonó más agria de lo que esperaba.
-Ha cambiado, ya no es él mismo de antes.-Dijo negando con la cabeza.
-Todos hemos cambiado... -Dije con una pequeña sonrisa mientras me daba la vuelta para abordar las escaleras.-¿Vienes?.-Le pregunte y ella asintió, juntas subimos las escaleras a mi dormitorio y me ayudo a buscar entre mis maletas las bolsas de compras que les avía traído de mis diferentes destinos, cuando tuvimos todas las bolsas bajamos de nueva cuenta a la sala donde todos nos esperaban y empecé a narrarles como había estado mi viaje mientras sacaba de las bolsas lo que les pertenecía a cada uno, en su mayoría artesanías, cuando termine estaba tan cansada que bostezaba cada segundo y al parecer mis amigos se dieron cuenta ya que se pusieron de pie se despidieron haciéndome prometerles que mañana saldríamos a algún lugar, apenas los chicos cruzaron la puerta di las buenas noches y me fui a mi habitación y me hubiera quedado bien dormida apenas mi cuerpo toco el colchón si no hubiera sido por mi móvil que empezó a sonar, me estire para tomarlo de la mesita y conteste.
-¿Diga?
-Oh Ángel que bueno que me contestas, pensé que no lo harías.-Exclamó la voz al otro lado, haciendo que se me revolviera el estómago al escuchar aquella voz.
-Desearía no haberlo hecho.-Dije entre dientes.-¿Cómo conseguiste mi número?
-Eso no importa, desearía que nos viéramos...
-Eso no pasara.-Dije frunciendo el ceño, ¿Cómo se atrevía?
-Por favor Ány hay cosas que no sabes y desearía explicarte.
-Se lo suficiente como para no quererte ver nunca, y no te atrevas a decirme así, me da cólera escucharlo de tus labios.
-Escucha dame una oportunidad, si no te condense lo que te tengo que decir te dejaré en paz, lo juro.
-Bien.-Dije resignada soltando un suspiro.-Mañana a las 3:30 en la cafetería "Luigui's".-Dije y colgué sin darle oportunidad de contestar.
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Eeeeeeeeeee vuelto! Chicoooos, estoy muuuuy emocionada! Ya que solo faltan dos capítulos y en Epílogo para que esto llegue a su fin, les doy las gracias por leer en verdad los amo, nos vemos pronto, no olviden de votar sin les gusto el cap. ;)