Camila se sentía fatal, la cabeza le daba vueltas, ni siquiera vomitar y tomar una ducha le habían hecho mejorar un poco los síntomas de la resaca.
Resultaba sumamente extraño que la Fotógrafa con el clima tan frío y en lugar cerrado se dejara ver con gafas obscuras, pero sus ojos rojos y pómulos inflamados se encontraban muy alejados de transmitir un buen aspecto a lo huéspedes.
El ascensor marcó la planta baja en la pantalla y fue justo donde se detuvo para abrir sus puertas y que la Hermosa mujer se reuniera con Lauren y Lucy para tomar el desayuno.
Saludó a ambas chicas con un beso en la mejilla y de inmediato ordenó café y agregó dos de azúcar. Eso siempre ayudaba o al menos eso creía.
-Es extraño, pero casi no te reconozco con ropa, Cabello- Le susurró Lauren al oído para acto seguido regalarle un guiño de ojo.
-Idiota- Pudo leer Lucy en los labios de Camila que claramente se había sonrojado con lo que fuera que Lauren le hubiera susurrado.
-¿Qué tal la cena de anoche? ¿Debo arrepentirme de habérmela perdido?- Preguntó la Arquitecta al notar el evidente estado de Camila.
-No te perdiste de nada- Aclaró Lauren
-Cuando llegué puntualmente a la cita, la señorita Cabello aquí presente estaba totalmente borracha y a punto de ser seducida por un imbécil-
Lucy sonrió. Aquí y en Plutón a eso se le llamaban celos.
-Así que supongo no tuvieron oportunidad de hablar sobre las propuestas que le hice a Lauren- Adivinó mientras le daba un trago a su jugo de naranja.
-No realmente- Se sonrojó Camila teniendo algunos flashes de lo que había sucedido en realidad con Lauren. Habían hecho de todo menos hablar de negocios y no pudo evitar perderse un poco dentro de sus propios pensamientos.
¿Qué debía hacer con respecto a su situación con Lauren?
Era claro que ambas estaban sufriendo por la separación y también era obvio que la tensión sexual que surgía entre ellas cuando se tocaban o simplemente se miraban era palpable.
Camila le había dado esperanzas a Lauren de reconsiderar su decisión, pero no era tan fácil, ¿Y si lo de ellas solamente era pura atracción sexual?
¿Si solamente se trataba de control y demostrar que podían tenerse locas la una por la otra para alimentar sus propios egos?
¿Y si Lauren ocultaba más secretos adentro de esa intimidante mirada?
¿Si su capacidad para convertir mentiras en verdades terminaba envolviéndola en un juego de manipulación del cual iba a salir herida?
-Entonces...¿Cuál les gusta más?- Preguntó Lucy mostrándoles sus proyectos en la pantalla del ordenador que reposaba sobre la mesa.
-Definitivamente el dos- Respondió Lauren -Lo que no me agrada en demasía es el precio-
La Arquitecta Vives hizo un gesto de total comprensión. El presupuesto había rebasado por mucho las seis cifras -La cuestión es que por más que intenté reducir los costos, el hotel es enorme y son demasiadas habitaciones-
-Y remover habitaciones no es una opción- Sentenció Camila -Ya que justamente la idea de la remodelación es que tengamos cupo lleno todo el año-
-La propuesta tres es la más económica- Les mostró Lucy su proyecto -Pero más que una remodelación, solamente consistiría en sanear las grietas y eliminar la humedad de techos y paredes, el mobiliario prácticamente quedaría igual-
-No- Negó Camila con la cabeza que por cierto le estallaba -No podemos hacer eso. El hotel verdaderamente necesita una modificación integral y aunque la inversión es bastante fuerte, creo que la recuperaríamos en unos cuantos meses. A mí también me encanta la opción dos-
-No es porque yo lo haya diseñado- Lucy sonrío satisfecha con el trabajo realizado -Pero quedó increíble y ya me proyecté, les juro que ya me imaginé viéndolo terminado-
-Lo que podemos hacer- Se le ocurrió a Camila -Es Dar de baja a la mitad del personal, tenemos menos de la mitad de la ocupación y es obvio que la gran mayoría no tienen ni siquiera actividades por realizar, pero aún así cobran su cheque religiosamente-
-Uuummm...Pero tendrían que liquidarlos muy generosamente y saldría peor- Razonó Lucy.
-Naaaaah- Negó Camila -Lauren es una perra y les hace firmar contratos de tres meses con su respectiva carta de renuncia por anticipado-
-Pues gracias a que soy una perra podrás llevar a cabo tu idea. Me gusta- Sonrió.
Y nuevamente llegaron la dudas de Camila.
¿Por qué Lauren ahora le estaba pavimentando el camino en vez de ponerle piedras?
¿De verdad le gustaba su propuesta o solamente buscaba congraciarse con ella?
¿Así sería una vida compartida con Lauren Jauregui?
¿Justo cuando sintiera que ya no puede soportarla más por algo malo que hizo...Ella iba a llegar así de la nada para regalarle el mundo y mostrarle ese paraíso detrás de sus ojos verdes?
-¿Entonces Aprueban el dos?- Preguntó Lucy entusiasmada. Trabajar para PLATINUM COLLECTION sería el acontecimiento más importante en la vida de su CV hasta ahora.
-Aprobado- Confirmó Jauregui
Entonces sus platillos llegaron.
Camila ordenó Hot Cakes con doble porción de Rebanadas de plátano, mientras que Lauren pidió Waffles con fresas y Lucy únicamente un plato con fruta.
Ésta última guardó el ordenador MacBook Pro de 17 pulgadas en su estuche para que la mesa quedara despejada y pudieran desayunar en Santa paz.
-¿Y qué nos cuentas de tu vida?- Le preguntó Lauren, cosa bastante extraña porque ella nunca se interesaba por la vida de los demás, pero la Arquitecta Vives le agradaba.
-Puedo decir que soy un ente un tanto extraño, cuando tenía 15 años mis padres murieron en el atentado del 9/11, quedé huérfana y a cargo de mi abuelo, pero realmente fue la señora Hansen quien me crió, ella y el señor Payne han sido como una especie de segundos padres a cargo-
-Lamento lo de tus padres- Dijo una Camila desbordando sinceridad pero también sorpresa.
-Tengo un extraño vínculo con la muerte- Fue la melancólica respuesta de Lucy -Conocí a una chica en la Universidad, se llamaba Jade- Sonrió al recordarla -Ella era increíble, hermosa pero sumamente tímida- Se encogió de hombros.
"¿Y yo en qué momento me llené de puras lesbianas en mi vida?" Se preguntó Lauren para sí misma. Necesitaba urgentemente llamar a una de sus contadísimas pero incondicionales amigas: Alexa Ferrer. No se frecuentaban demasiado ya que ella se había casado dos años atrás. Pero necesitaba convivir con alguien heterosexual, ¡Por el amor de Dios!
Se sentía atrapada en la serie de "The L Word".
-¿Y qué pasó con la hermosa chica?- Preguntó Camila con curiosidad.
-Compartíamos la mayor parte de las clases y ella me gustaba mucho, me causaba mucha ternura, sobre todo porque fueron varias veces las que la pillé mirándome y cuando yo me daba cuenta, ella solamente volteaba la mirada-
-Awwwwww- La Joven Cabello estaba conmovida -Eso fue muy tierno, Lucy-
-Fue más tierno cuando me acerqué a ella para preguntarle si podría besarla y ella se quedó muda, pero asintió con la cabeza-
Lauren y Camila rieron ante el arrebato de Lucy.
-Y bueno ahí comenzaba lo que por muchos años fue la historia más hermosa de amor y puedo decir que tuve el privilegio de protagonizarla. Sin embargo...- Bajó la mirada. -Hace 5 años murió en un accidente de tráfico-
-Es por eso que hablabas de un extraño vínculo con la muerte- Dedujo Lauren.
-Sí- Lucy le dio la razón -Es como si todas las personas que amo estuvieran destinadas a partir de éste mundo en accidentes extraños, solamente por estar en el lugar equivocado a la hora equivocada. Lo de Jade fue sumamente extraño porque la caja de un trailer se zafó justo en el momento que ella lo intentaba rebasar-
-De verdad siento esa, Lucy- Lauren estaba aún algo sensible con el tema de la muerte debido a lo reciente que se encontraba el intento de suicidio de Taylor, que por cierto seguía en su negativa de hablar con sus padres y se estaba quedando en el Apartamento de Vero.
-Yo no la he podido superar, a pesar de los años sigo anclada al recuerdo. Creo que perdí por completo la capacidad para enamorarme-
-Hey, no digas eso- Lauren trataba de brindarle ánimos -El amor llega cuando menos te lo esperas- Miró de reojo a Camila y la pilló que se mordía el labio.
-Bueno bueno- Lucy intentó zanjar el tema
-Basta de hablar de mi fatídico destino, la verdad estoy muy emocionada de trabajar en éste proyecto y tenía miedo que lo rechazaran y como ya lo aprobaron siento la imperiosa necesidad de pedirles que salgamos a festejar-
-Me parece perfecto- Una vez más Lauren quería hacerle millones de altares y monumentos de oro traído directamente de las arcas del Vaticano, ya que estaba propiciando momentos con Camila.
-Bueno...- Resopló Camila -No es que yo tenga unas locas ganas de salir porque tengo resaca pero Lucy tiene razón y esto es algo que debe festejarse-
-Entonces vayamos a un karaoke, porque adoro cantar- Propuso la Arquitecta entusiasmada.
••••••
Camila subió a su habitación para dormir. Estaba segura que con unas cuantas horas más de sueño la terrible resaca desaparecería.
Nuevamente pensamientos sobre su situación con Lauren la invadían...¿Qué tenía que hacer?
La historia de Lucy la había conmovido, su historia de amor era tan hermosa y había tenido que acabar porque el destino le arrancó a la mujer que amaba, no por decisión propia; y en cambio, Lauren estaba viva, y la estaba alejando por gusto.
Pero es que en verdad, Jauregui era una perra, pero bueno, hasta los perros tienen sentimientos, ¿Acaso Lauren los tendría?
No quería equivocarse y para variar, Ariana acababa de enviarle un texto informándole que había conseguido una audición para Broadway dentro de dos semanas. Y no se había atrevido a opacar su momento de felicidad haciéndola partícipe de sus problemas y dudas existenciales.
Así que ésta vez, iba por su propia cuenta, la decisión tendría que ser tomada por ella misma.
Y así entre análisis y suposiciones acerca de distintos escenarios sobre una posible relación romántica con Lauren, se quedó finalmente dormida.
Despertó alrededor de las 7 de la noche, pero ya se sentía mucho mejor. Aunque aún tenía mucha sed, así que antes de tomar una nueva ducha, la segunda del día, fue al mini bar por una botella helada de sparkling water.
Habían quedado de salir a las nueve para llegar al karaoke a las 10, así que ésta vez sí se sumergió en la tina de hidromasaje y esparció las sales de baño por toda el agua para que hiciera mil espuma.
Definitivamente después de eso, su resaca era cosa del pasado, así que se encontraba casi lista.
Nada formal para vestir, simplemente unos jeans, una camisa y un abrigo negro, botas de piso, ya que no quería saber nada de los malditos tacones.
La vida era demasiado corta como para encima complicársela con tacones y planchas para el cabello.
A la mierda, se recogería el cabello en una simple coleta, porque quería, porque podía y porque de todas maneras ella siempre lucía perfecta.
El espejo no mentía y ella lo sabía.
Roció Chanel número cinco sobre su cuello porque era su favorito aunque Ariana le hiciera bullying y le dijera que ese perfume era para personas de la tercera edad, a ella no le importaba, es más, entre más se lo dijeran, ella se aferraría con más ganas a seguirlo usando.
Además...A Lauren parecía gustarle.
En fin, faltando quince minutos para las nueve ya se encontraba en el lobby, haciendo gala de su exagerada puntualidad adquirida de la cultura inglesa.
Lauren y Lucy aparecieron casi veinticinco minutos después, haciendo gala de toda su impuntualidad gringa. Fueron los pensamientos encubiertos de Camila, aunque Lauren supo descifrarlos por su malévola sonrisa.
Se montaron en la camioneta de lujo que les proporcionaba el hotel con chofer incluido, por supuesto, y aunque el lugar no se encontraba del todo retirado, el tráfico estaba un poco pesado, así que llegaron alrededor de las Diez con quince.
Una mesa reservada para tres casi al frente del escenario las esperaba, junto a una botella de champaña que ya se estaba enfriando, ya que Lucy se estaba tomando lo del festejo muy en serio.
El mesero descorchó la botella y sirvió tres copas, mientras que les hacían entrega del catálogo con las canciones.
-Yo quiero cantar "Don't look Back in Anger" de Oasis -Dijo Lucy emocionada.
-Yo ya canté en la ducha- Rió Camila -Así que esa será mi única dosis de canto por ésta noche-
-Vamos, Camz, ¿Quién es la amargada ahora?- Gimoteó Lauren.
-No voy a hacerlo, Jauregui, te conozco y eres capaz de grabarme y subir el vídeo a YouTube-
Lauren levantó una ceja. Realmente no le había pasado la idea por la cabeza, pero le agradaba.
El tiempo transcurrió y una segunda botella de champaña fue descorchada.
Lucy ya había pasado a cantar dos veces, en su más reciente turno había cantando "Animal Instinct" de The Cranberries.
Lauren ya había perdido por completo la esperanza de poder grabar a Camila con su celular haciendo el ridículo en el escenario, pero de pronto, la hija de Alejandro Cabello, muy segura de sí misma pidió el micrófono.
Y antes de abandonar la mesa le dirigió un par de palabras a Lauren: -Escucha muy bien lo que te voy a cantar porque no te lo pienso repetir una vez que me baje de ese escenario y devuelva el micrófono-
Y entonces sí, la pantalla se encendió y apareció el nombre de la canción que Camila había elegido "I DO (CHERISH YOU)" de 98 degrees.
La música comenzó a sonar y entonces la voz de Camila Cabello se hizo notar...
All I am, all I'll be
Everything in this world
All that I'll ever need
Is in your eyes
Shining at me
When you smile I can feel
All my passion unfolding
Your hand brushes mine
And a thousand sensations
Seduce me 'cause I
I do cherish you
For the rest of my life
You don't have to think twice
I will love you still
From the depths of my soul
It's beyond my control
I've waited so long to say this to you
If you're asking do I love you this much
I do
Camila sonrió sonrojada, por supuesto que Lucy Vives la estaba grabando, pero supo que todo valía la pena cuando miró a Lauren con la boca abierta y sus ojos esmeraldas relucientes de felicidad.
In my world, before you
I lived outside my emotions
Didn't know where I was going
'Til that day I found you
How you opened my life
To a new paradise
In a world torn by change
Still with all of my heart
'Til my dying day
Y mientras Camila repetía el coro, Lauren se tomó al hilo su copa como buscando el valor para hacer alguna cosa, estaba realmente sorprendida, no tenía la menor idea de que Camila cantara tan bien y se hubiera echado al público a la bolsa desde las primeras frases.
Así que al terminar, todo el recinto estalló en aplausos y Lauren se puso de pie, caminó con las rodillas temblorosas y las piernas pesadas hasta llegar al escenario, justo antes de que Camila bajara y devolviera el micrófono.
Subió por las escaleras laterales y la tomó de la cintura. -Me advertiste que no me lo volverías a decir una vez que estuvieras abajo y devolvieras el micrófono, pero la realidad es que sigues arriba y con el micrófono en la mano, así que sólo dímelo, Camila...¿Tú me quieres?-
Sorprendentemente los aplausos no cesaban y Camila sonrió. No tuvo palabras para responder a esa pregunta, así que puso sus manos alrededor del cuello de Lauren y la besó profundamente en los labios.