Y otra vez mis predicciones se equivocaban, el mundo conspiraba en mi contra. Ahí estaba yo, sentada en una silla alta a un lado de la mesa en la cocina, con una cerveza en la mano, observando la escena frente a mis ojos.
Jay había llegado hace unos veinte minutos y conversaba amenamente con Jin a un lado del lavaplatos sobre algo de las papas a la creme y otros platos de comida con extraños nombres. SunHi discutía con Taehyung sobre quién podía hacer la mejor imitación de Lady Gaga en Bad Romance, en realidad parecía una competencia en ver cuál de los dos hacía más el ridículo en el comedor, ya con unas cuantas cervezas encima, siendo apoyados por Jungkook y Jimin quienes eran los jueces del "evento"... Hoseok, Tony y YoonGi, conversaban sobre los eventos que se llevaban a cabo en el estacionamiento, aunque éste último no decía mucho y de vez en cuando me dedicaba miradas llenas de superioridad. A mi lado derecho, apoyada en la mesa, se encontraba Soyu, bebiendo jugo de piña, discutiendo con Geun Suk, sentado a mi izquierda, sobre los modales con una señorita y los vocablos que se debían utilizar. Pf, casa de locos.
Menuda reunión social, yo inmersa en mis pensamientos, sintiéndome por primera vez incómoda alrededor de mis amigos, y el resto estableciendo sus originales métodos de sociabilidad.
- Te noto algo distante.- comentó Geun Suk entrecerrando sus ojos.- ¿Pasa algo?
- Sí, tu cerveza no ha bajado, prácticamente. HaNi eso es extraño en ti.- dijo Soyu haciendo que mirara la botella en mi mano, habría bebido unos dos sorbos, nada más.
- No pasa nada. No tengo nada que aportar en sus conversaciones, es todo. - contesté mirando fijamente la botella, logré percibir como se miraban el uno al otro extrañados.
- ¿Te duele algo?
- Ah, Geun Suk, estoy bien. - repliqué algo molesta.
- Si es así, tómate toda la cerveza de una sola vez. - levanté la vista para encontrarme con la sonrisa malvada de Geun Suk. - Si eres la HaNi que conozco no te negarás a eso.
- ¿Por qué debería hacerte caso? - respondí a su sonrisa de la misma manera.
- Porque eres mi chica.
- ¿Tu chica? - Pregunté con una risa, él asintió.- No soy la chica de nadie.
- Pruébalo, y tómate eso.
- Como sea...- me empiné la pequeña botella de Corona sin más. No para aprobar o desaprobar lo que Geun Suk me había mencionado. Caí en la cuenta de que el trago me haría sentir más en confianza, siempre resultaba ser así, y esta vez no sería diferente. Confianza, de eso me sobra, pero en esos momentos realmente no supe por qué me sentía tan cohibida, esa no era yo, y tras esa botella iba a salir la verdadera HaNi.
- Fondo, fondo, fondo, fondo...- un coro se armó a mí alrededor, incentivándome a beber todo el contenido de la botella, a lo que yo estaba más que dispuesta.
Quince segundos... sólo quince segundos y la cerveza ya estaba recorriendo mi organismo. Quince segundos y ya se había terminado la Corona.
- Wow, me siento orgulloso de ser tu hermano. Es obvio que te enseñé todo lo que sabes.
- Hey, deja algo para los plebeyos.- escuché decir a Hoseok.- Venga otra ronda.- me pasó otra Corona bien fría.
- Esa es mi chica. - susurró Geun Suk mirándome con una sonrisa.
- Que no soy tu chica, ¿te lo demuestro? - levanté ambas manos en forma de puño.
- ¿A besos?
- ¡Geun Suk! - exclamé irritada.
- Cúbranse, HaNi se está enojando.- dijo Taehyung sentándose al lado de Soyu.
- Uh uh. -Negó Jungkook.- Ustedes no han visto a noona enojada. - arrastró una silla entre Geun Suk y yo, y se sentó.
- Espero que nos estén cerca cuando eso pase. - comentó Soyu.
- ¿En serio eres tan demonio cómo dicen? - preguntó Jimin.
- Bueno, en realidad no... Son exagera- intenté defenderme.
- YoonGi es igual. Sobre todo cuando lo despiertan. Es como si fuera otra persona, un demonio.- dijo Hoseok.
- Oye, no es para tanto. - reclamó por fin YoonGi, su voz era muy ronca, tal como la recordaba, y su expresión... igual que siempre.
- Hyung, tenemos que correr cada vez que te enojas. - comentó Jimin con algo de timidez.
- Definitivamente eres el más complicado de controlar, YoonGi. - señaló Jin bebiendo tranquilamente su cerveza.
- Ahora que lo mencionan, éstos dos se parecen mucho. - Indicó Hoseok.- Suelen ser calmados, pero al momento de enfadarse...son bombas atómicas en temporizador.
- ¿Es enserio? ¿Desde cuándo ésta conversación se volvió hacia nosotros? - exclamé realmente irritada.
- Hey. Ustedes son muy similares. - Hoseok me estaba sacando de quicio. Levanté la vista y sin querer YoonGi y yo conectamos miradas. Un escalofrío recorrió mi espina dorsal, lo que me hizo desconectar nuestros ojos y volver la cabeza.
- Oigan, HaNi no se enoja tan seguido. Eso sí, deberían verla en el estacionamiento cuando se meten con ella. Es un gran espectáculo. - Gracias Tony, te adoro...nótese el sarcasmo, aunque le agradecía...de algún modo.
- ¡Cierto! Deberían ir un dí- ¡Ah!- pegué un puntapié en la pierna de Geun Suk por debajo de la mesa haciéndolo gritar.
- Mañana iremos todos, Tony ya nos invitó al evento de mañana. - Mi mundo acaba de explotar, y ésta vez no fue por algo que hice yo, fue una bomba extraña, externa, algo que no tenía en mis cálculos. Miré a Tony con ojos llameantes. Si las miradas mataran... Él solo tendió a encogerse de hombros.
- Eh... ¿Dónde está SunHi? - preguntó Soyu para cambiar el tema de conversación, viendo mi molestia.
- Ah, está tirada en el suelo durmiendo. Creo que ya se pasó de tragos. - comentó Taehyung entre risas.
- ¿Qué le paso hoy? Siempre termina haciendo competencia con HaNi de quien se tambalea me...- puntapié.- ¡Joder! HaNi, ya deja eso. - le lancé una sonrisa sarcástica.
- La iré a acostar a mi pieza.- me puse de pie.
- Yo te acompaño.
Jungkook y yo levantamos a SunHi del suelo. Estaba toda desparramada, casi literalmente, con algo de saliva escurriéndosele por la boca entreabierta, dejando salir uno que otro ronquido. Hoy en serio había durado poco, Geun Suk tenía razón, siempre terminábamos haciendo competencias para ver quién podía caminar en línea recta sin caer de boca al suelo, o quién podía resistir más tiempo en una posición de pie sin caer, o simplemente quien de las dos se dormía primero.
Subimos con algo de dificultad al segundo piso y la recostamos en mi cama. Mientras Jungkook buscaba una manta yo le sacaba los botines Caterpillar y abría un poco la ventana, de seguro despertaría con miles de náuseas y con un calor abrazador, solo esperaba poder estar ahí cuando despertaba y evitar que vomitara mi cama o algún lugar de mi habitación.
- ¿Crees que haya pasado algo con JB? La vi llegar con él al café hoy, y más tarde, cuando ya te habías ido, él la recogió en su moto.
- Honestamente no sé. Pero es cosa de ella, ya está grande como para tener que decirle que hacer. - respondí monótonamente acariciando un poco el cabello de mi amiga. - Kook suspiró.
- Todos sabemos que no piensas así HaNi. Deseas protegerla. A todos.
Lo cierto es que no podía mentirle a Jungkook. Podía hacerlo con Soyu, Geun Suk, incluso con la misma SunHi, pero Kookie tenía ese algo que le hacía captar las verdaderas intenciones de las personas, como un sexto sentido, simplemente leía bien a las personas.
Levanté la mirada y lo observé en silencio. Sabía cuál sería el tema de ahora, y no estaba segura de querer hablar de ello, sólo quería dejarlo pasar como si no existiera, me era indiferente, o eso quería creer.
- Así que...YoonGi ¿eh? - lo vi acomodarse en la silla giratoria del escritorio, levantando sus brazos por detrás de su cabeza recostándose un poco. Me senté a los pies de mi cama, apoyando mi espalda en la pared, preparándome para el interrogatorio.
- Hey, yo no tengo nada que ver en esto. Es amigo de Hoseok y él los invitó. Ni siquiera yo sabía que iban a estar aquí.
- Ah, seguro. Y, ¿por qué no se hablan? Las miradas que se lanzan podrían ser perfectamente dagas asesinas o algo parecido. Hay cierta... tensión. - sonrió.
- Oh, por favor, Jungkook. Tú sabe perfectamente porqué nos llevamos así...
- ¿Por qué crees que es odioso y engreído? - interrumpió.
- N-no, no exactamente...- murmuré pensándolo por un momento.
- ¿Por qué te trajo en moto a tu casa cuando la policía invadió el estacionamiento?
- ¡No! Cielos no.- pasé una mano por mi cara, ya me estaba frustrando.
- Entonces es ¿por qué está en tu universidad?, ¿por qué es amigo de tu primo?, ¿por qué ahora está en tu casa?, ¿por qué te cansa que esté en todos lados de un momento a otro? - y ahí me quedé, pasmada, la capacidad de interpretación de Jungkook una vez más me había dejado impresionada. Está bien, todo lo que había dicho aportaba en cierto modo a mi odio hacia ese misterioso hombre. Pero no quería reconocerlo. Aunque, estaba segura de que Jungkook ya había dado por hecho todo lo que mencionó.
- Me choca que esté en todos lados.- afirmé luego de unos segundos.
- Entonces, ¿no lo odias?
- No podría llamársele odio, sólo me molesta su actitud y aires de grandeza. Es como si quisiera matar a cualquiera con sus ojos.
- Se parece mucho...a ti. - comentó sin levantar la mirada con pasividad.
- ¿Tú también piensas eso? Por Dios, apenas lo conozco, y ustedes también. No pueden decir eso. - señalé incrédula.
- Es una conclusión a simple vista, podemos estar equivocados, pero hasta ahora es así. No te molestes, es sólo un alcance. - sonrió tiernamente.
- Sé cuáles son tus intenciones, Jeon Jungkook. No hablaré con él, y no me haré su amiga. Gracias por la conversación. - me puse de pie y caminé hasta la escalera.
- Oh, noona, no te enojes. - canturreó feliz siguiéndome.
- Silencio, Jeon, ni una palabra más. -me respondió con una pequeña risa traviesa.
Estos chicos...
Bajamos al primer piso y yo caminé hasta el refrigerador para sacar una nueva y fresca botella de Corona. A mis espaldas escuchaba la conversación que tenían todos sobre unas cajas de mudanza, pizza en una habitación y podría jurar que escuché algo de unos ratones.
- Vivir con Jimin es definitivamente lo peor.
- Jin-hyung, pensé que me querías contigo a cada hora.- su comentario causó la risa de varios.
- Ni siquiera has sacado todas las cosas de las cajas, y sigues desordenando donde yo me esfuerzo en hacer orden.
- Si, Jiminnie. Cuando fui a visitarlos el otro día, los restos de pizza de hace unos dos días antes seguían sobre el escritorio de tu cuarto. - eso causo varios quejidos de asco, incluyendo uno mío.
- ¿¡Qué!? ¿Aún no limpias eso? - se quejó Seok Jin.
- Hoseok, te dije que era secreto.- lloró Jimin.
- Qué asco.- comentó Soyu más que asqueada con la conversación.
- HaNi, ¿cómo es Hoseok en la casa?, ¿es igual de desordenado que en Busan?- preguntó el pelirrojo para joder a mi primo.
- Jimin, cállate. - reclamó Hoseok.
- Hyung, si lo has hecho bien, no tendrías por qué temer. - sonrió, sus ojos felices entrecerrándose.
- Bueno, en realidad no he entrado a su cuarto, pero el mantiene todo limpio y en orden, por lo menos en el resto de la casa. - comenté sencillamente.
- Oh.- exclamó Taehyung.- Su cuarto está impecable.
- ¿En serio? - Preguntó extrañado Jin.- Él era un desastre en Busan.
- Gracias, Jin-hyung.
- Que yo recuerde, Hopi siempre fue ordenado, ¿verdad, HaNi?- miré a Tae asintiendo.
- En cierto, él era muy limpio cuando éramos niños.
- Quizás en Busan se rebeló rudamente. - rió Jimin.
- ¿Rudamente? Qué es eso, por Dios.- se quejó Hoseok. - ¡Oigan, en qué momento la conversación giró hacia mi sana persona!
- Cierto, hablábamos del departamento de Jin y Jimin.- aclaró Tony.
- Pienso que mi departamento estaría igual o peor viviendo con SunHi, esa chica tiene problemas. - comentó Soyu.
- ¿Tú crees? Trata de sobrevivir con Taehyung un fin de semana.- rió mi primo.- Él sí que tiene problemas.
- ¡Hopi!
Todos comenzamos a reír, era el momento más satisfactorio de la noche para mí. Todos estaban pasándola bien y por fin pude librarme de esos pensamientos absurdos. Mi gusto por darle vuelta a las cosas me cansaba, ¿no podía simplemente dejar de pensar y solamente disfrutar del momento?
- Así que, todos se vinieron a Seúl desde Busan. - afirmó Jay, quien extrañamente aún estaba con nosotros. Él no era mucho de tomar y esas cosas.
- Venimos siguiendo a YoonGi.
De pronto todos nos encontrábamos mirando al mencionado, esperando algún tipo de explicación.
- ¿Qué te trajo hasta aquí? - siguió preguntando mi hermano. Oh oh, eso no me estaba gustando. Su rostro mostró cierta vacilación e inseguridad, también detecté algo de molestia. Frunció un poco los labios y entrecerró los ojos, intentaba reprimirse.
- Dejémoslo en asuntos personales.- soltó sin más rodeos. Sus amigos se dedicaron miradas silenciosas mientras el resto se limitaba a asentir. Había algo detrás de eso, estaba segura.
- Iré a fumar afuera, HaNi. - me dijo Tony, yo asentí.
Lo vi alejarse y salir por la puerta principal. Necesitaba un cigarro, pero me negaba a ir tras él. No podía dejarme llevar por los vicios, aunque mi cuerpo pidiera a gritos una que otra calada.
- Así que eres chef.- preguntó Seok Jin a mi hermano.
- Sí, trabajo a tiempo completo en el Casino Siglo de las Luces.
- Wow, yo trabajo medio tiempo en un restaurant de mala muerte en el centro. Es muy sencillo, pero tiene una buena clientela.
- Bueno, la comida hace al lugar así que no creo que sea tan de mala muerte como dices.
- De todos modos debe ser genial trabajar en un local tan grande y prestigioso como el Siglo de las Luces.
- El curriculum que piden es algo estricto.
- Debes ser el mejor en tu clase.- comentó Jimin.
- No tienes ni idea, hace unos platillos deliciosos para la cena.- señaló Hoseok.
- ¿Y tú, HaNi?, ¿cocinas? - casi me trago toda la cerveza de un viaje cuando Jimin me hizo esa pregunta cortándome el aire, al mismo tiempo que Hoseok y Jay comenzaron a reír, burlándose de mí. Bufé.
- No si puedo evitarlo. A menos que quieras morir intoxicado.
- ¿Tan así? -asentí.
- Aunque no tan mal como lo hace Hoseok, él sí que es un asco en la cocina.
- ¡Oye!
- Te gusta burlarte de mí, ¿no primito?
- No seas tan cruel.- hizo puchero y agachó la cabeza.
- Oigan, ¿qué son esas luces?
Todos miramos hacia las ventanas, en las cuales se reflejaban luces rojas y azules desde a fuera.
- ¿La poli?
- Le vienen a sacar la firma al drogo de enfrente. - contesté tomando un buen trago de cerveza.
- Wow, en estos lugares hay de todo.- comentó Jimin.
- No tienes ni idea...
- HaNi.- Tony llamaba desde la puerta principal, vaciló un poco. - Te buscan.
- ¿¡La poli!? - gritó Hoseok exaltado y luego mirándome interrogante.
- Oye, no me he metido en problemas hace tiempo.- comencé a caminar hacia la puerta.- No debe ser algo malo.
- ¿Quieres que te acompañe?- preguntó mi hermano.
- No, estaré bien.
Caminé tranquilamente hasta la puerta principal, salí al jardín enorme de mi casa y lo atravesé hasta la entrada. Ahí se encontraban dos oficiales conversando a un lado del furgón policial con las luces funcionando. Uno de ellos era muy delgado y alto, con un pequeño bigote y unos lentes redondos que hacían ver sus ojos más pequeños de lo normal. Y el otro, era gordo, se le notaban demasiado las donas que comía en su tiempo libre, los pantalones se le ceñían criminalmente a la escasa/nula cintura que tenía y pareciera que la camisa celeste que vestía iba a explotar en cualquier momento, asesinando a alguien con alguno de los botones que saldrían disparados. Sin duda, ellos juntos, formaban heroicamente el número diez. Al llegar a ellos reprimí la risita que quiso escapar de mis labios al tener ese humorístico pensamiento.
- Hola.- saludé fríamente deteniéndome frente a ellos.
- ¿Señorita Jung? - preguntó el oficial con unos kilitos de más y barba ondulada.
- Soy yo.
- Encontramos a un niño perdido a unas veinte calles de aquí, nos pidió que lo trajéramos a su casa. Sin embargo en ella no se encontraba nadie, así que nos dio su dirección como opción, diciendo que la conocía.
Miré hacia dentro del furgón con vidrios polarizados y rejillas, solamente lograba distinguir una pequeña y revoltosa silueta pero estaba más que segura de quien podría tratarse.
- Nos preguntábamos si podíamos dejarlo aquí hasta que sus padres regresen.- señaló el otro policía.
- Claro, no habrá problema. Entonces, ¿dijo que estaba perdido? -pregunté dudando.
- Sí, dijo que no sale mucho de casa. ¿Podrías firmar aquí, por favor? - me extendió un papel con algunos datos.
- Ah, así que...no sale. - comenté más bien para mí. Firme, o más bien, rayé y jugué al gato en el papel, y lo entregué.
El policía gordo abrió la puerta lateral del furgón y dejó salir a BonHwa. Tenía la cara un poco sucia, con... ¿tierra?, ¿barro? Estaba despeinado y se sobaba las muñecas con suavidad, manteniéndolas escondidas en las mangas de su poleron, también sucio. Le dediqué una mirada fría y me volví a los policías.
- Cuidaré de él hasta que encontremos a su madre.
- Cualquier problema nos informas.
- Claro, gracias. - miré a BonHwa y con la mirada le dije que me siguiera.
Caminamos sin esperar que los policías se fueran. En el camino sentí cómo BonHwa tomaba una de mis manos entre la suya, lo miré algo exaltada, a lo que él respondió con una sonrisa, una sonrisa que no pude definir ni cómo malvada ni cómo angelical.
En la entrada de mi casa aún estaba Tony fumando, lo que creí, su segundo cigarro.
- Oh, ¿qué tenemos aquí, HaNi?, ¿otro invitado? - se burló Tony.
- Una mascota.- sentencié yo, sin gracia.
Entramos a la casa aún tomados de la mano. Me adentré y lo senté, o tiré, a unos de los sillones del comedor, mientras iba a buscar mi teléfono para llamar a la señora Kinni.
- ¿Qué pasó?
- Este niño que se mete en problemas. - medio grité desde uno de los sillones desocupados tecleando rápidamente en mi teléfono.
- Hola, niño.- saludó Taehyung llegando desde la cocina. - ¿Qué haces tan tarde fuera de tu casa? - él parecía muy amoroso hablando, definitivamente, era un niño más.
- Oh, oh, pregúntale qué es de HaNi. Vamos, hazlo. - rió Jay, emocionado.
- Hum.- asintió Taehyung sin entender.- ¿Qué eres de HaNi?
- HaNi noona es mi novia, y ella se encargará de mí. - una explosión de risas, carcajadas y demás se oyó desde la cocina, hundiéndome en lo más profundo de la burla. ¿¡Quién le había enseñado eso!?
- HaNi, no sabía que te gustaban los pequeños.
- Eres una pedófila.
- Lo traías bien guardado, HaNi.
- ¿Se juntan luego del jardín de niños?
- Son tal para cual.
- ¡Hey! HaNi, me has engañado, mi corazón está roto ahora.- Y seguían las burlas de algunos, iba a matar de Jay...yo lo mato. Bufé fuerte, molesta, las risas comenzaban a apaciguarse.
- Él que en un futuro sea mi novio, debe darse por muerto, así de fácil. Así que...-miré a BonHwa quien se había mantenido emocionado y expectante a todo el show anterior.- niño, piénsatelo bien dos veces antes de decir semejante estupidez. No te conviene, más bien, a nadie le conviene estar conmigo. Nadie. - sentencié sin más dibujando una sonrisa malvada y burlesca en mi rostro. - Dice tu madre que te vayas a casa, ya ha llegado. Y para otra vez que te encuentre en cosas extrañas, BonHwa, te aseguro, te prometo, que no seré para nada tranquila, no me contendré y te daré todos los golpes que tu mamá debió haberte dado para convertirte en un buen hijo.
El ambiente permaneció en silencio, el rostro emocionado de BonHwa había cambiado a miedo, la sonrisa se había borrado y logré captar que comenzaba a sobarse las muñecas nuevamente con nerviosismo.
- Vamos, BonHwa. Te llevo a casa.- dijo Jay para sacar del trance al niño, y deshacer la tensión que se había creado entre él y yo.
Tomó a BonHwa de una mano y salió de casa sin antes dedicarme una pequeña sonrisa de lado como diciéndome "¿No te habrás pasado?" ¡Cielos, no! Claro que no. Ese niño andaba en malos pasos, y muy malos. Eran las dos de la mañana y él andaba "perdido" en la calle. ¿Qué hacía? ¿Con quienes se juntaba? Definitivamente había un problema de autoridad ahí, en su casa. Disciplina.
- Wow, ¿qué fue eso?
- Qué, ¿lo del novio o lo de BonHwa? - pregunté sin entender.
- Quisiera preguntar por ambas pero me limitaré a la segunda.
- Sospecho que BonHwa tiene malas juntas, y no de esas normales, que juegan bromas pesadas a otros niños, aunque él ya lo hace. Me refiero a malas juntas mayores, de otros niveles.
- ¿Drogas?
- Seguramente.- me encogí de hombros.
- Nosotros probamos a esa edad.
- Si, Tony, pero teníamos, entre comillas, buenas amistades. - señalé haciendo énfasis en las comillas.- Además, nunca perdimos nuestro centro.
- Es algo que él no tiene. - caminamos hasta la cocina, acercándonos al grupo.
- Sólo imagino que es mi hermano. ¿Te imaginas a Yoogeun en eso? No es algo que quiero para él. Se merece algo mejor. - mi amigo sólo asintió, dejando el tema como cerrado.
- Así que, ¿crees que tu futuro novio sufrirá? -preguntó Jimin divertido...aún.
- No lo creo, sé que será así.
- ¿Por qué? Tienes muchas cosas interesantes. - señaló Geun Suk. Lo miré asesinamente.
- Arranques de mal humor, respuesta a impulsos... eso no es interesante. De hecho lo clasificaría como...peligroso.
- Remarca lo de respuesta a impulsos, por favor.- comentó Soyu.
- ¿Eres muy impulsiva? - preguntó Jin.
- Demasiado.- respondió Tony por mí.- Pregúntale a Jungkook que pasó cuando lo asaltaron hace unos meses. - Jin y el resto miraron a Kookie que estaba cruzado de brazos afirmado en el lavaplatos.
- Noona respondió un poco mal al llamado de la policía. - contestó sencillamente.
- ¿Qué hiciste? - increpó Hoseok, me encogí de hombros.
- Buscó por cielo, mar y tierra a los delincuentes. No esperó a que la policía los buscase y siquiera dieran la orden de búsqueda. Y cuando los encontró...- dijo Jungkook con algunos temblores al recordar lo ocurrido.
- Sólo hice lo que debí haber hecho.
- No debiste. - susurró Jungkook.
- Sí debí. - sentencié.
- HaNi nunca espera a las autoridades.- rió Tae.
- Ella quebró huesos, rompió cabezas, golpeó estómagos, sacó dientes...- enumeró Geun Suk con sus dedos.
- Y luego los mandé a la cárcel, o más bien al hospital de la cárcel. Ya todos se saben la historia. - resolví quitándole importancia al tema.
- Todo eso la noche siguiente en que asaltaron a Jungkook. - los amigos de mi primo, parecían impresionados en cierto punto, sus ojos estaban levemente más saltones y se dedicaban miradas sorprendidas. Bueno, menos ese tal YoonGi...él parecía inmune.
- Cuando estaba en el hospital y me contaron lo que noona había hecho, la maquinita que marcaba los latidos cardíacos dejó que funcionar por unos segundos.- rió un poco.- Luego llegó ella con unos cortes en la cara y en los brazos, saludándome como si nada y preguntándome cómo me encontraba.
- Lo bueno es que le facilitaste el trabajo a mi padre.- rió Soyu para reducir la pequeña tensión poco incomoda que se había formado.
- Tu padre, Soyu, tiene muy malos oficiales, qué quieres que te diga. - comenté sin pudor.
- Espero que hayas pasado desapercibida.- comentó mi primo saliendo del shock.
- Lamento decirte que eso no es así. - habló el fantasma de la noche, el señor misterio, el caballero de hielo, bla bla.
- ¿A qué te refieres? - preguntó Hoseok confundido.
- En el estacionamiento diste bastante que hablar. - Dejó salir dirigiendo su vista hacia mí.- La gran HaNi streetfighter bateó literalmente a tres hombres en un callejón.- un escalofrío recorrió mi columna vertebral, de nuevo. Su mirada era muy profunda, y por más que quisiera no podía despegar mis ojos de los suyos.- Claro que sólo se cuenta la mitad de la historia, ¿no? Esa parte de la venganza no me la sabía.- para el final rió ¿alegremente? Me mostró su sonrisa, su hermosa sonrisa, mostrando sus pequeños y blancos dientes en hilera. Sus ojos se entrecerraron hasta el punto de no verlos. Creí desfallecer, ahí, justo en ese momento, frente a todos, a un lado del refrigerador, que si no fuera porque estaba afirmada de él, seguramente estaría en el suelo.
- Ah, YoonGi-ah, tú llegaste unos meses antes a Seúl ¿no? - preguntó Tae.
- Sí.- contestó rompiendo el contacto de nuestros ojos.
- ¿Has ido al estacionamiento, hyung? - Preguntó Jimin.- ¿Cómo es?
- Ah.- exhaló YoonGi.- Es...divertido, la verdad no sabría describirlo. Cada quien vela por su seguridad, si no es así, el ambiente de otros te consume. Sin embargo hay personajes que se roban la atención.- otra vez esa mirada, desgarradora, quería golpear mi cabeza contra la pared. Éste chico no conoce las indirectas, solo las directas.
- ¿Ya habías visto a HaNi o algunos de los chicos? - sentí la mirada de Jungkook y de Tony sobre mí. Dejé mi mirada fija en YoonGi, sacudiendo mi cabeza lenta y disimuladamente en forma de negación, prácticamente rogándole que dijera que no. Él me sonrió con algo de burla.
- Sí.- Maldito imbécil.- Los había visto.- bufé con molestia.
- Whoa, que bueno que la fiesta no se acabado. - SunHi saltó los últimos dos escalones de la escalera salvando mi calvario. Parecía renovada, como nueva, sin rastro de maquillaje corrido. ¿Cómo podía seguir así luego de sólo una media hora durmiendo, tras ocho cervezas, con el estómago vacío? Porque no la había visto comer en toda la tarde.- HaNi~, espero que no te moleste que haya sacado tus naipes para jugar. - acaparó toda la atención.
- ¿Pirámide? - preguntó Tony con una sonrisa.
- ¡Pirámide! - gritó emocionada.
- No, todo menos ese juego.
- Por favor, quiero revivir mañana.
- Ay. No sean nenitas. ¡Llorones!
- Yo me anoto, esto suena interesante.
- HaNi, te reto una doble partida.
- ¡Hecho!
- Yo igual quiero una doble.
- Hoseok-hyung, eso es jugo.
- Jimin, deja de molestarme.
- Pásame otra cerveza.
- ¡Mierda! No quedan.
- ¡Hay vodka aquí adentro!
- ¡Wou!
- Esto se pone cada vez mejor.
______________________
A continuación publicaré la segunda parte del capítulo 11 <3 Ámenme, yo los quiero :*