El Contrato | WooGyu

Por Kim-Inspirit

121K 12.4K 2.8K

•SINOPSIS• "Cuando Nam Woo Hyun le ofrece un empleo muy singular, Kim Sung Kyu no puede negarse porque necesi... Más

Capítulo 1 - Nuevo e inusual empleo
Capítulo 2 - Incómodo e inesperado viaje
Capítulo 3 - Desastroso y sorpresivo descubrimiento
Capítulo 4 - Imaginario y decepcionante pensamiento
Capítulo 5 - Fantasioso y fastidioso comienzo
Capítulo 6 - Molesta y deprimente discordia
Capítulo 7 - Impensado e irracional contacto
Capítulo 8 - Silencioso y desesperante malestar
Capítulo 9 - Inevitable y sincera aceptación
Capítulo 10 - Despiadada y única razón
Capítulo 11 - Hiriente e indiferente comportamiento
Capítulo 12 - Incrédula y súbita petición
Capítulo 13 - Maravillosa y atribulada noticia
Capítulo 14 - Trascendente y confusa solución
Capítulo 16 - Hermosa y necesaria declaración
Capítulo 17 - Desafiante e imprevista decisión
Capítulo 18 - Esperado y soñado enlace
Capítulo 19 - Profunda y anhelada entrega
Capítulo 20 - Boyante y apasionado reencuentro
Capítulo 21 - Ufana e impredecible situación
Capítulo 22 - Lacerante e insospechado diagnóstico
Capítulo 23 - Vacíos y dolorosos recuerdos
Capítulo 24 - Frustrante y triste esperanza
Capítulo 25 - Firme y propicia entereza
Capítulo 26 - Inestable y comprensible sensación
Capítulo 27 - Inconfundible y entrañable sentimiento
Capítulo 28 - Confiable y certero empleado
Capítulo 29 - Casual e imprevisible idea
Capítulo 30 - Inimaginable y pasmosa verdad
Capítulo 31 - Existente e incomprensiva turbación
Capítulo 32 - Creciente y satisfactoria fraternidad
Capítulo 33 - Descuidada y equivocada circunstancia
Capítulo 34 - Diferencial e indiscutible aprobación
Capítulo 35 - Ingenioso y adecuado plan
Capítulo 36 - Peculiares y blancas mentiras
Capítulo 37 - Entretenida y reveladora fiesta de cumpleaños
Capítulo 38 - Suspicaz y pertinente conminación
Capítulo 39 - Extraviada y vehemente compensación
Capítulo 40 - Indirecta y palpable pesadumbre
Capítulo 41 - Susceptible y afectiva relación
Capítulo 42 - Ignorada y dudosa confidencia
Capítulo 43 - Consensual y escéptico hallazgo
Capítulo 44 - Inequívoco y resentido secreto.
Capítulo Final - Llana y sosegada conclusión.
Epílogo

Capítulo 15 - Fulminantes e impetuosas palabras

3.5K 384 108
Por Kim-Inspirit

Estuvo a punto de regresar a la casa de su jefe y tomar todas sus cosas para huír. Sung Kyu se sintió tan lastimado que, sólo quería escapar. Su corazón ya no podía soportar más. Su mente estaba tan lacerada como lo estaban sus sentimientos, y por un insólito momento quiso desaparecer para siempre.
Pensó que, si tal vez no existiera, no hubiera tenido que sufrir así.
     Había corrido ya tres cuadras y sintió que las fuerzas abandonaban su cuerpo, así que se detuvo para recargarse en una pared. Varias personas vieron su entristecido semblante y otras más quisieron ignorar sus lágrimas. Las había dejado caer sin remedio en cuanto salió del restaurante, y sus piernas sólo optaron por alejarse de ahí lo más rápido que habían podido.
     Apretó los puños y se talló la cara con su antebrazo. Dejó escapar un largo y lastimero suspiro, levantando la vista hacia las nubes. Aguantó las ganas de seguir llorando, y después, sólo pensó en su trabajo.
     Pensó en que no estaba ahí para juzgar a Woo Hyun, y tampoco para aprobar o no que éste saliera con más personas, porque Sung Kyu no era nadie para impedir que su jefe siguiera divirtiéndose como lo había hecho siempre. Su compromiso era sólo una mentira. Se trataba sólo de una pantalla para cubrir las verdaderas intenciones del joven empresario y hacer lo que le viniera en gana. Así que Sung Kyu no tenía ninguna razón para molestarse, para entristecerse, o para desear que Woo Hyun se fijara en él.
     Aquello sólo era un trabajo, él sólo era un empleado, y tenía un futuro prometedor. Por lo que no se podía dar el lujo de echarlo a perder por algo como eso.
     El muchacho volvió a suspirar y trató de tranquilizarse. Tenía que continuar con el encargo que le había hecho la señora Nam. No había tiempo para lamentarse de sí mismo. No había cabida para sus dolorosos sentimientos. Entre su jefe y él no había absolutamente nada, incluso podía asegurar que ni siquiera llegaban a la categoría de 'amigos'. Así que Sung Kyu decidió regresar sobre sus pasos con su alma hecha trizas y afrontar la cruel realidad. Tenía que seguir trabajando, y en ese instante se prometió a sí mismo que lo haría lo mejor que pudiera hasta que llegara el día en que se fuera de Corea.

Woo Hyun continúo trabajando en su bodega por unos minutos más y, cuando salió, observó con curiosidad que un par de empleados estaban hablando en la puerta de su oficina. El dueño del restaurante se les acercó, y ellos se sorprendieron cuando lo vieron.
     —¿Qué sucede? —preguntó, con el ceño fruncido. Le parecía extraño que sus trabajadores se distrajeran de esa manera.
     —Es que su prometido vino hace un momento a buscarlo, pero usted estaba ocupado en la bodega —dijo uno de ellos con algo de inseguridad. Y Nam entreabrió los labios.
     —Yo vi que salió corriendo. Lo llamé, pero no me hizo caso.
     —¿Y cuándo fue eso exactamente? —inquirió, nervioso.
     —Después de que la señorita Mi Joo viniera. Usted estaba con ella y...
     Woo Hyun se dio la vuelta de pronto. No necesitaba más argumentos de sus empleados para entender que Sung Kyu lo había visto con esa muchacha. Y su corazón comenzó a latir con fuerza cuando supo que no podría explicar aquella situación.
     Salió del restaurante y se detuvo en la acera. Giró su cabeza en todas direcciones y pensó que no era tarde para buscar a Sung Kyu en la calle. Caminó unos cuantos pasos lejos del local. Preguntó a las personas que iban pasando por ahí si no había visto al muchacho, pero ninguna le dio una respuesta positiva.
     Regresó a la entrada del establecimiento dispuesto a tomar su auto e ir a la casa, pero cuando levantó la mirada, observó cómo Kim se acercaba a él con pasos lentos. Woo Hyun abrió más los ojos y no dudó en ir a su encuentro con cautela. Se detuvo frente a él y el muchacho centró su mirada en la suya. Sus ojos estaban un poco rojos y Nam sintió un dolor punzante que comenzaba a invadir su pecho.
     —Sung Kyu, quiero explicarte lo que pasó hace rato...
     —No tienes por qué. No tienes que decirme nada —le dijo, con un semblante y un tono de voz que nunca antes había usado con él. Woo Hyun sintió un nudo en la boca del estómago y se le acercó un poco más.
     —Pero Sung Kyu, quiero que sepas que...
     —Woo Hyun, yo sólo soy tu empleado. No tienes por qué darme explicaciones de lo que haces con tu vida —mencionó, y después caminó hacia el auto de su jefe, pero éste lo tomó del brazo de pronto e hizo que girara el rostro.
     —Por favor, sólo déjame...
     —¡No quiero saber nada! —exclamó, soltándose de su agarre. Varias personas los comenzaron a observar y Woo Hyun respiró profundo—. Tus padres nos esperan para comer en casa de uno de sus amigos. Sólo vine a buscarte para eso. Tu madre me pidió que te llevara.
     Sung Kyu se dio la vuelta y emprendió de nuevo su andar hasta el vehículo, deteniéndose del lado del copiloto para abordarlo. Woo Hyun volvió a suspirar y ya no siguió insistiendo. Tampoco era bueno que los trabajadores del restaurante los vieran discutir. Subió al auto también y aseguró su cinturón. Miró de reojo a Sung Kyu y el joven permaneció con la mirada fija en la ventanilla. El joven empresario apretó los labios y en seguida encendió el motor.
     Woo Hyun estaba nervioso. Su corazón latía con impaciencia y quería detenerse para poder explicarse con el muchacho, pero al mismo tiempo pensaba que Sung Kyu lo comenzaría a odiar más si no le daba un respiro. Así que optó por ir a la dirección donde estaban sus padres, decidido a tratar de convencer más tarde al muchacho de que lo escuchara.
     Llegaron a la casa del amigo de su padre y, como por arte de magia, Sung Kyu cambió la cara sombría que había estado llevando durante todo el trayecto por una que aparentaba total felicidad. El muchacho tomó de la mano a Woo Hyun y éste se sorprendió. Quiso abrir la boca para decir algo, pero en ese momento fueron recibidos por algunos sirvientes y su oportunidad se volvió a esfumar.
     Caminaron hasta el comedor, donde sus padres y su anfitrión los esperaban, al igual que otras cuantas personas más. Sung Kyu dibujó una gran sonrisa y ambos saludaron con mucha educación a los presentes. Se sentaron en un par de sillas desocupadas, y luego la señora Nam les regaló una satisfactoria sonrisa.
     La comida transcurrió amena; tranquila. Woo Hyun conocía a varias personas y éstas no dudaron darle sus más sinceras felicitaciones por su futura boda. Sung Kyu se portó muy amable y en ningún momento dejó de sonreír. Pero el dueño del restaurante se sentía cada vez más responsable por la falsedad del comportamiento del muchacho, y su pecho no dejaba de comprimirse por la situación en la que lo había metido.
     Cayó la noche y las personas fueron marchándose poco a poco. Los cuatro se dirigieron al auto de Woo Hyun y emprendieron el camino de regreso a casa.

     —Te dije que Woo Hyun iría a la comida si tú ibas por él. Casi no le gustan estas cosas —le mencionó la madre de su jefe una vez que entraron a la casa. Le apretó una mejilla y le dejó un dulce beso en la frente—. Eres un jovencito muy responsable. Me alegra tanto que tú seas la pareja de mi hijo. No sabes lo feliz que me siento por ello. Cuídalo mucho, por favor —le pidió la mujer con un hermoso brillo en su mirada antes de ir a la cocina, seguida de su esposo.
     Sung Kyu se quedó por un momento paralizado y sintió que el nudo en su garganta se había hecho más grande. Tenía el estómago revuelto. Sentía que en cualquier momento su cabeza explotaría por la frustración. Tragó saliva en silencio y luego subió las escaleras cuando sintió a Woo Hyun a su espalda. No tenía la suficiente fuerza mental para verlo a la cara, y en ese momento pensó en evitarlo, aunque le iba a ser muy difícil ya que dormían en el mismo cuarto.
     Escuchó que su jefe lo siguió hasta la recámara y no lo pensó dos veces para encerrarse en el baño. Permaneció ahí dentro por más de veinte minutos sin hacer nada, y después decidió darse un baño por segunda vez en ese día. El cuál se prolongó por casi media hora. No había metido ropa limpia tampoco y se puso la que traía antes. Se secó el cabello y, cuando estuvo listo, con nerviosismo abrió la puerta para salir.
      Miró a Woo Hyun, quien aún estaba despierto, y lo peor era que estaba sentado en el sillón donde dormía. Sung Kyu se mordió el labio inferior y se encaminó hasta el escritorio tratando de ignorarlo, pero antes de que tomara la silla para acomodarse frente a su portátil, el otro lo sujetó de un brazo, y el muchacho sintió que un enorme escalofrío recorría su columna.
     —Sung Kyu, quiero hablar contigo —dijo su jefe, y no pudo evitar estremecerse por lo suave y suplicante que se escuchaba su voz.
     Otro doloroso nudo se estaba formando en su garganta y de ninguna manera quería escuchar lo que Woo Hyun pensaba decirle.
     —Si es sobre lo que pasó en el restaurante, ya te dije que no tienes nada que hablar conmigo —lo excusó, con palabras firmes pero tajantes.
     Sung Kyu no quería recordar lo que había visto horas atrás. Miró a su jefe a los ojos por un momento y quiso soltarse de su agarre, pero éste no se lo permitió. Woo Hyun se acercó más a él y lo sujetó con más resistencia de ambos brazos. Kim sintió entonces que perdía las fuerzas en las piernas, y levantó las manos como pudo para que Nam no se siguiera aproximando.
     —Pero, quiero explicarte las cosas.
     —¡¿Por qué?! ¡Tú puedes hacer lo que quieras, con quien quieras! Nuestro compromiso es falso. No tiene que importarme lo que hagas con tu vida —explicó, tratando de alejarse, sin embargo, su jefe no dejaba que se moviera, y Sung Kyu sintió su corazón latirle en los oídos.
     Ya no quería que Woo Hyun lo siguiera lastimando. Sentía que en cualquier momento su corazón se terminaría de hacer pedazos.
     Woo Hyun lo miró con imploración mientras suspiraba profundo y se negaba rotundamente a dejarlo ir.
     —Sung Kyu, no quiero que pienses que soy otro tipo de persona. Ella era sólo una conocida y no tiene nada que ver conm-...
     —¡No quiero saber! —gritó el muchacho, irritado, pero no lo suficientemente fuerte como para que se escuchara fuera de la habitación. Sung Kyu apretó los ojos y levantó más las manos para cubrir sus oídos con las palmas—. ¡No quiero saber! ¡Por favor, no me digas nada!
     —¡Sung Kyu!
     Woo Hyun soltó sus brazos de pronto y lo tomó por las muñecas, tratando de alejarlas de sus orejas para que lo escuchara, aunque fuera por la fuerza, pero el muchacho decidió comportarse con inmadurez y optó por forcejear con él para que lo dejara tranquilo. Sung Kyu no dejaba de moverse para que su jefe lo soltara y sus ojos comenzaron a humedecerse.
     —¡Escúchame, con un demonio!
     —¡No quiero! ¡Déjame en paz! —volvió a pedir, viendo al otro con molestia. Pero su corazón se agitó aún más cuando notó la penetrante mirada de Woo Hyun, la cual estaba llena de frustración. Sus ojos estaban cristalinos y parecía que las lágrimas rodarían de ellos en cualquier momento.
     Sung Kyu se quedó inmóvil por un rato, y el nerviosismo le llenó el cuerpo entero cuando sintió cómo Woo Hyun dejaba ir sus manos para sostenerlo del cuello con suavidad. La temperatura de sus palmas lo hizo temblar, y abrió los ojos con desmesura cuando su jefe se acercó demasiado a su rostro para robarle un beso.
     Woo Hyun lo besó; y Sung Kyu sintió que su respiración se cortaba.
     De un momento a otro el oxígeno no era capaz de llegar hasta sus pulmones. Su rostro se calentó y la increíble suavidad de los labios de su jefe cubrió los suyos por unos segundos, los cuales fueron suficientes para que el muchacho sintiera que su mente se nublaba.
     Por un instante creyó que sus huesos se habían transformado en gelatina. No podría sostenerse más en pie si su jefe no se alejaba de él. Woo Hyun cerró los ojos y, cuando se separó un par de centímetros de su rostro, de nueva cuenta clavó su mirada sobre la suya, pero Sung Kyu estaba seguro que sus pensamientos estaban perdidos.
     No era capaz de procesar que Woo Hyun había unido su boca con la suya de esa forma. A comparación de aquella primera vez donde lo había hecho por compromiso, en ese momento lo había hecho porque había querido, y, además, lo había sentido tan distinto.
     Si le preguntaran, Sung Kyu juraría que Woo Hyun lo había besado porque...
     —Te amo. Te amo, Sung Kyu. Estoy perdidamente enamorado de ti.

Seguir leyendo

También te gustarán

1.8K 183 7
[흑수병] Kihyun ha llegado tarde justo el día donde debía intercambiar uniformes con sus compañeras mujeres. - ♡ - ⋆ his...
20.1K 2.8K 5
Baekhyun es una persona solitaria, siempre es intimidado, nadie le presta atención NUNCA. Pero.. ¿Qué sucede cuando un número misterioso comienza a e...
100K 10.1K 32
Jimin siempre se busca en Google. ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀ ★ Capítulos cortos. ★ Humor. ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀...
19.1K 1.9K 6
A KyungSoo le ha tocado una vida complicada y solitaria, descubriendo que padece Trastorno Paranoide y depresión. La historia trata de cómo inicia un...