Ella es mi problema

By lyssette_

279K 15.4K 775

Hugo y Jennifer son totalmente opuestos: él es el chico bueno, con buenas notas, comportamiento excelente e i... More

2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
G R A C I A S

1

23K 806 51
By lyssette_

Narra Jennifer

Estoy empezando a aburrirme de mi novio de este mes: Manuel, un chico popular y... sí, estúpido. Pero antes me divertía con él, nos lo pasábamos bien escapando de las clases, yendo a fiestas y gastando bromas. Pero él comienza a querer llegar más allá y yo no.

Yo no quiero pasar de los besos con él. No quiero que vaya más allá, no él. La única persona a la que puedo permitírselo es a alguien que me quiera para algo más que ser un trofeo. Alguien a quien exhibir. Alguien sin importancia.

Suspiro. Entonces, Adela, mi mejor amiga, me mira un poco extrañada, con el ceño fruncido y los ojos avellana achinados.

— ¿Pasa algo? — pregunta con su voz de campanilla.

Me giro hacia ella y observo como me mira, con una sonrisa incómoda, seguramente esperándose mis palabras. La pobre está demasiado acostumbrada a mis tonterías, siempre es el mismo tema.

— Manu es gracioso y eso pero...

Suspiro y Adela posa su mano en mi hombro.

— Es idiota — completa por mí, como si estuviera dándome el pésame.

Sonrío ligeramente y chasqueo la lengua.

—No sé por qué nunca me doy cuenta antes.

— ¿Algo que compartir con la clase, Jennifer? — me pregunta de repente el profesor.

Resoplo y lo miro, con mal humor por haber interrumpido mi charla. Este hombre nunca me ha tenido ni un mínimo de respeto, y yo a él menos. Es un odio mutuo.

— La verdad es que sí — digo desafiante.

El profesor frunce los labios, pero hace un gesto y añade:

— Adelante.

Me pongo en pie y me ajusto el gorro, me aclaro la garganta y coloco mis manos entrelazadas detrás de la espalda. Con aire solemne, levanto la barbilla y camino despacio y como un militar dando instrucciones, mientras digo:

— Quiero informar al alumnado de un nuevo acontecimiento — hago una pausa, notando como todos me miran curiosos y el profesor arruga la frente, esperando a que continúe para ver qué voy a soltar —. El profesor aquí presente, ha roto unas normas de política moral en este instituto.

— ¿Se puede saber qué está diciendo? — me espeta con un gruñido.

— He encontrado una fuente de información con un vídeo en el que se le ve, intentando, porque es algo que nunca va a ser capaz de conseguir; ligar con el director.

El profesor comienza a ponerse rojo, y no distingo bien si de ira o de vergüenza, por lo que, caminando hacia la puerta, continúo:

» Es una lástima que...

— ¡A dirección! — grita enfurecido el profesor.

— ¿Quiere llevarme usted? — sonrío de lado —¿O le paso una notita de su parte al director?

El profesor, rojo de ira, avanza hacia mí y me apunta con su dedo índice, blanco y tembloroso, mientras yo sonrío con autosuficiencia. Las risas ahogadas invaden la clase, algunos parecen morir allí mismo, intentando que no se les oiga, mientras yo sonrío.

— Lárguese de mi clase — murmura con los dientes apretados.

— ¡Ha sido un placer verle, profesor! — digo con rapidez, justo antes de salir disparada por la puerta del aula.

Oigo cómo se cierra la puerta de golpe y meto las manos en los bolsillos de mis vaqueros rotos. Camino por los pasillos silbando con tranquilidad, mientras observo la soledad que me rodea. Salgo al patio y me dirijo al lugar dónde siempre estoy cuando me echan de clase, pero veo a Manu allí sentado y me detengo.

Él se pasa una mano por el cabello negro y sonríe, mientras comienza a caminar hacia mí. Yo me pongo rígida y me preparo para decir las palabras de siempre: no eres tú, soy yo. Bueno la verdad si eres tú, por eso te dejo yo, así que, ale, que te vaya bien; y después irme corriendo.

— Hola, nena — sonríe y me pasa una mano por la cintura, atrayéndome hacia él, pero yo frunzo el ceño y me separo — ¿Pasa algo?

Lo miro. Sus ojos castaños están profundamente clavados en mí, haciendo que mi cabeza dé vueltas, pero lo ignoro. Tengo que dejarlo antes de que sea demasiado tarde.

— Sí, sí pasa — digo como un terremoto —. No quiero nada más contigo, Manuel — escupo.

Su reacción es la esperada: abre los ojos como platos, deja caer los brazos a los lados y gruñe un gran:

— ¿Qué?

Suspiro, no es la primera vez que me pasa esto con un tío, y estoy segura de que no será la última, pero me irrita esa situación.

— Adiós, chaval — digo dándome la vuelta.

— ¿Me acabas de dejar, Jennifer? — pregunta mientras me alejo caminando.

— ¡Veo que lo has entendido! — le grito en respuesta.

— ¡Y una mierda! — exclama, y lo veo correr hacia mí, así que, yo también comienzo a correr.

Le llevo varios metros de distancia, entro en el instituto y derrapo con mis All Star blancas al torcer hacia la derecha. Lo oigo seguir mis pasos así que me meto en la primera puerta que veo. Me pego a ella y suspiro, hasta que oigo:

— Estás en el lugar equivocado.

Instintivamente observo la sala. Tiene azulejos blancos, cubículos azul oscuro, inodoros de esos que usan los chicos y lavabos. Sí, es el baño de los hombres.

— Parece ser, pero no quiero arriesgarme a salir de aquí — suspiro y contemplo la puerta con alivio, hasta que me pica la curiosidad y  observo al dueño de la voz.

No es muy alto, aunque sí un poco más que yo, con los ojos del color de la miel más pura y el cabello castaño oscuro, tanto que simula negro de lejos, peinado hacia la izquierda.

» Soy Jennifer, pero llámame Jen — me presento sonriendo.

— Ya sé quién eres — dice con sequedad, mientras abre un grifo y moja las manos.

— ¿No eres nuevo? — pregunto incrédula, sentándome en el frío mármol del lavabo.

Él se enjabona las manos y las lava con cuidado y mimo, mientras, sin mirarme, dice:

— Estoy desde primero de la E.S.O en tu clase.

Me siento mal. No, fatal ¿como no he podido verlo? Es guapo, quizás no un adonis con abdominales y cuerpo perfecto, pero es bastante mono.

— ¿Lo siento? — intento decir con una sonrisa forzada e incómoda.

Se encoge de hombros y se seca las manos con papel, lo tira haciendo una bola hacia la papelera, encesta y se gira hacia mí, mirándome por segunda vez. Se me acelera el corazón por un instante, y me pregunto que acaba que pasarme. No suele suceder eso.

— Da igual.

Camina hacia la puerta y se dispone a abrirla, pero soy más rápida y le obligo a mantenerla cerrada. Separo su mano de la manilla, y se aleja dos pasos con rapidez, vuelve a mirarme, con los ojos entrecerrados, sin dejarme ver ese iris empalagosos que parecen atraparme.

— ¿Cómo te llamas? — pregunto con una de mis mejores sonrisas.

— Hugo — dice con simpleza — ¿Me dejas ir ahora a clase, por favor?

Su educación me sorprende pero niego con la cabeza, por lo que suspira y se cruza de brazos, aburrido.

— No — digo muy convencida —. Antes, te pido disculpas, no sé por qué no me he dado cuenta de que estabas en mi clase.

— ¿Antes? — esboza una risa irónica — Todavía no te crees que estoy en tu clase, y ahora déjame salir, no vaya a ser que nos encuentren aquí juntos y se arruine tu reputación — dice con un odio que hace que se me encoja el corazón.

Frunzo los labios. Mi reputación me importa una mierda, creo que eso está claro. Lo único que me interesa es pasarlo bien y estar con mis amigos, lo demás me da realmente igual.

No caigo en quien es este chico. La verdad es que no lo sé, quizás soy demasiado idiota como para recordarlo o no, pero no tengo ni idea de quién es. Quizás esté en mi clase, vete tu a saber, lo cierto es que no logro recordarlo en ninguna de ellas.

— Creo que deberías saber que mi reputación me da igual — me encojo de hombros, fingiendo que no me ha ofendido.

— Me parece bien, ¿me dejas salir ya o no?

— Te acompaño a clase, así le hago otra visita al profesor de inglés — digo alegre, abriendo la puerta con total tranquilidad.

Él se encoge de hombros, pasa por mi lado, sin ni siquiera respirar en mi dirección, y comienza a caminar hacia el aula de primero de bachillerato A.

Continue Reading

You'll Also Like

62.5K 3.2K 51
Eva, una talentosa fotógrafa en ascenso, y Jase, un apuesto modelo, se cruzan en una fiesta caótica donde Jase, tras beber en exceso, cuenta con la i...
1.3K 86 4
2 Lunas se enamoran en plena revolución lunar. Van a combatir juntos celos, confusiones, engaños y una guerra ¿Los dejaran estar juntos?
3.4K 102 5
Florencia Vigna una chica sin sentimientos de 17 años Rica,soberbia y popular desprecia a todos y sólo le interesa su mundo pero todo eso cambia cua...
50.9K 2.1K 3
Sheila una joven chica de 16 años es vendida en un orfanato a un hombre millonario y poderoso que cambiará su vida por completo. Convirtiendo un jove...