-¿Cómo estáis, chicas? Espero que hayáis descansado y disfrutado de esta semana con vuestra familia porque ahora nos toca ponernos a trabajar bien fuerte con el segundo disco -comenzó diciendo Joey una vez estuvimos todas reunidas en el estudio al día siguiente. -Como bien sabéis, este álbum va a ser bastante especial. La que quiera podrá aportar ideas, nuevos estilos, letras... todo se tendrá en cuenta. Además, algunas de las canciones se harán en español, al menos una cuarta parte del disco estará destinado a nuestros seguidores hispanohablantes. Vamos a hacer algo que ningún artista haya hecho antes. También, me gustaría daros una pequeña sorpresa hoy.
Las chicas nos miramos confundidas, ¿una sorpresa? ¡Genial! Me encantan las sorpresas.
-¿Qué es, Joey? -preguntó Ally emocionada.
-¿Por qué no pasáis adentro y lo comprobáis vosotras mismas? -dijo señalando la puerta de grabaciones.
Lauren entró la primera, seguida por todas las demás. Lo que vieron nuestros ojos fue algo que ni en un millón de años íbamos a creer. Tres de las chicas dirigieron su mirada al chico que estaba sentado en la mesa de mezcla. Lauren y yo, sin embargo, nos encontramos primero con su acompañante.
-¡¿Zayn Malik?! -exclamó Normani perpleja.
-¿Qué haces tú aquí? -preguntó Lauren a su acompañante.
-¿Os conocéis? -preguntó Zayn, dejando los cascos caer sobre su pecho y levantándose de la silla para tendernos la mano a las cinco.
-Sí, lo suficiente -dije yo, estrechándole la mano a Zayn.
-¡Estupendo! -exclamó el cantante, ahora solista. -Entonces ya no hay lugar a presentaciones, ¿verdad, Jacob? Se trabaja mejor cuando todos se conocen bien.
Yo miré a Lauren, que estaba desafiando al fornido chico con su mirada. No podía creer que el mismo tipo que intentó agredirme en un meet and greet, fuera a ser ahora un compañero. ¡Un colega! No podía creerlo.
Jacob estaba apoyado en la pared, sonriendo con sus perfectamente blancos y alineados dientes, con clara expresión victoriosa.
-¿Qué os parece, chicas? -preguntó Joey apareciendo detrás nuestra. -Zayn Malik nuestra primera colaboración para el nuevo álbum.
-¡Es genial! -exclamó Dinah.
-¡Fantástico! -gritó Ally.
-¿Y este que sabe hacer? -preguntó Lauren señalando ligeramente a Jacob.
-Más de lo que imaginas, muñeca -contestó él, sentándose relajadamente en la silla que había dejado Zayn libre.
-Él es Jacob Black -dijo Zayn -, pero eso ya lo sabías, claro. Es una promesa de dj, es bastante bueno. Ha trabajado con Skrillex y Diplo, pero ha querido reorganizar su vida, separarse de ellos y emprender un viaje en solitario algo más prometedor.
-Somos como almas gemelas -dijo totalmente recostado en la silla.
-¡Sí! -exclamó Zayn entusiasmado y ambos chocaron sus puños cerrados. -Ahora trabaja para mí. Hace mis bases. Él es el que está detrás de todas mis canciones. Pensé que sería buena idea que nos ayudara con la canción, para que encaje con todos y demás.
Las chicas se quedaron calladas. Supuse que al fin habían reconocido la cara del Jacob. Era un tipo de dinero, familia acomodada de Los Ángeles y padrino en el mundo de la música, eso estaba claro. Pero además la palabra "prepotencia" le brotaba de las orejas y su ego estaba escalando por encima de la estratosfera.
-¡Por supuesto que sí! -exclamó Joey al ver que ninguna de nosotras contestaba. -Va a ser increíble teneros con nosotros, chicos.
-Estoy deseando empezar -dijo Zayn.
Nos despedimos de los chicos cordialmente y las reprimendas no tardaron el llegar. ¿Es que Joey no había tenido ya suficientes reprimendas por parte de Lauren y mía?
-¡¡No pienso trabajar con él!! -exclamó Lauren increíblemente alterada.
-Lauren... -trató de hablar Joey.
-¡¡Ni Lauren, ni leches!! -gritó. -¡Es repulsivo, machista y ególatra! ¡Ni en un millón de años trabajaría con él!
-Camila, dile algo... -me pidió Joey.
-¿Yo? -pregunté sentada en uno de los sillones junto a las demás chicas, viendo cómo Lauren trataba de solucionar aquello. -No te equivoques, Joey. Es a mí a quien ha intentado agredir; Lauren tiene toda la razón en no querer trabajar con él.
-Pero es que... -se detuvo, cogió aire y lo soltó. -Es que su padre nos ha ofrecido una inmensa cantidad de dinero.
-¡Ah! -grito Lauren sarcásticamente. -Tú y tu miserable dinero.
-Escucha, Lauren -comenzó, tratando de tocar a Lauren inútilmente, que se deshizo de su suave apoyo con desprecio -,este dinero no es para mí. Es para todas. ¿O es que acaso crees que los vídeos musicales son gratis? ¿Y las promociones? ¿Vestuarios? ¿El personal y el transporte? Necesitamos este dinero, no somos multimillonarios. ¡Qué más me gustaría a mí que trabajar sin este idiota!
-El dinero -dijo Lauren fríamente. -El dinero es lo que más te gusta. Por eso no eres capaz de negarte a él, por muy despreciable que sea lo que te piden a cambio.
La chica de ojos verdes se dio media vuelta y salió del estudio. Yo la perseguí hasta el parking, donde nos subimos a un taxi y nos largamos a nuestro hotel.
Al día siguiente, sin embargo, Joey actuó como si nunca hubiera existido esa conversación. Así transcurrieron los siguientes días, las siguientes dos semanas, hasta que el drama volvió a aparecer en nuestra pequeña familia.
-¡Esto es inadmisible! -exclamó Joey enfadado. -¡Inaceptable! ¡No toleraré esto ni un minuto más!
-¿Se puede saber qué pasa? -preguntó Dinah bostezando.
Nuestro mánager nos había levantado de la cama un sábado a las diez de la mañana para enseñarnos algo que, al parecer, iba a hacernos delirar tantísimo como a él le estaba haciendo desbarrar. Lo dudaba mucho, pero estaba dispuesta a ver qué era lo que se le pasaba por la mente entonces.
-¡Vuestros fans es lo que pasa! -gritó.
-¿Qué? -preguntó Lauren confundida.
Joey apretó el botón del proyector y aparecimos Lauren y yo en una postura... comprometida. Esta vez podía jurar que la foto sí estaba manipulada.
-Juro que eso es photoshop -dije rápidamente mirando a las chicas, que nos miraron con los ojos como platos.
-¡Claro que lo es! -exclamó Joey, rojo como un tomate. -¡Es que hay una cuenta que se dedica a hacerlos! ¿Y sabéis cuántos seguidores tiene? ¡Medio millón! ¡¡Más que yo!!
-¿Es eso lo que te preocupa? -pregunté yo alzando las cejas.
-¡Por supuesto que no! -exclamó. -Me preocupa que esto está yendo demasiado lejos.
Mi corazón comenzó a palpitar fuertemente en mi caja torácica; no sabía qué sería lo que vendría a continuación.
-¿A que te refieres? -preguntó Lauren apoyando sus codos en las rodillas.
-Me refiero a que esto está pasando de castaño a oscuro, Jauregui -dijo frunciendo sus labios. -La gente escribe fanfictions sobre vuestro precioso amor, hacen manipulaciones de fotos que parecen más reales que las de verdad, y crean una tendencia en twitter cada vez que os miráis o interactuáis delante de las cámaras. No sé si me explico.
-No muy bien... -dije yo nerviosa, sintiendo la mirada de las chicas sobre mí.
-No me queda más remedio, pero a partir de ahora se os prohíbe interactuar tanto delante de las cámaras o en las redes sociales -dijo frotando su frente con una mano. -Ah, y pasaréis a compartir habitaciones diferentes. Ally serás la nueva compañera de Camila.
-¿¡Qué!? -chillamos Lauren y yo a coro.
-Lo siento, chicas, no hay otra salida para que esto pare de avanzar -dijo convencido de sí mismo. -Os sentaréis separadas en las entrevistas y en las demás galas.
-Esto es injusto -musitó Lauren, conteniendo sus lágrimas.
-Lo sé. Pero no nos queda otra.
Lauren se levantó de la silla y se dirigió a la puerta mientras yo limpiaba una lágrima que caía por mi mejilla.
-¡Lauren! Necesito hablar contigo un momento.
La chica accedió de mala gana y ambos salieron de la habitación.
-¿Qué estás pensando? -me preguntó Normani.
-Que ambas sabíamos que esto iba a pasar -contesté, sintiendo los brazos de Dinah rodearme.
-Tranquila, ¿vale? -trató de calmarme la polinesia.
-Estoy segura de que todo saldrá bien -dijo Ally. -No toda nuestra vida es delante de las cámaras, Mila.
-El 90% de ella sí.
Las cuatro salimos en busca de Lauren, pero no la encontramos, así que decidimos subir a nuestras habitaciones y cambiar las maletas de lugar. Yo me acosté en la cama mientras ellas lo hacían. No me lo podía creer, ¿jamás volvería a dormir con Lauren? Ella me prometió que agarraría mi mano todas las noches y, hasta aquella y exceptuando los días que pasamos en familia, no había incumplido su promesa. ¿Cómo podía ser aquello tan injusto? Cuanto más lo pensaba, más lágrimas derramaban mis ojos.
-Mila, Mila... -la voz de Ally me despertó.
Me había quedado dormida en pleno llanto.
-¿Qué hora es? -pregunté.
-Las 8 de la tarde.
-¿Llevo dormida todo el día? -pregunté incorporándome en la cama.
-Todo el día -afirmó la rubia apenada. -¿Estás mejor?
-¿Quieres la verdad o la historia feliz? -pregunté.
Ella me sonrió y me pasó un par de cajas de pizza.
-Toma, come algo -dijo amablemente.
-No, gracias -dije apartando las cajas de mi cara. -Tengo de todo menos hambre.
-Venga, tienen banana -insistió.
-Plátano -corregí tristemente, recordando la estúpida discusión que siempre tenía con Lauren sobre aquello.
-Por favor, Mila -me rogó. -Mañana grabamos y necesitas coger fuerzas.
-Está bien -suspiré después de mirar a la rubia un par de segundos y aceptar sus argumentos como buenos. -Sólo un par de porciones.
Lo que acabaron siendo unas nueve.
-Escucha, Mila... -comenzó a decir Ally. -Sé que no soy la compañera que más quieres contigo, eso desde luego, pero soy tu amiga. Tú eres mi mejor amiga y es triste porque sé que yo no soy la tuya, peo tú si lo eres y me gustaría que confiaras en mí con lo que sea.
-Eh, Ally -dije acercándome a ella y abrazándola fuertemente hacia mí. -Eres mi mejor amiga. Lauren es mi novia. ¿Entiendes la diferencia? -ella asintió. -Yo sólo quiero que esta racha pase rápido y a Joey se le olvide todo esto.
-Todo saldrá bien -aseguró la pequeña.
-¿Sabes qué? -pregunté genuinamente mientras me levantaba de la cama. -Creo que voy a hacerle una visita a Lauren. ¿Vienes?
-No creo que sea una buena idea...
Pero yo ya no la escuchaba. Había salido de la habitación, descalza y en pijama, y estaba caminando por toda la moqueta del pasillo del hotel, para pegar en la habitación 188. Normani me abrió la puerta y pude ver como forzaba una sonrisa.
-¿Quién es? -preguntó Dinah desde atrás.
-Es Mila -dijo sin despegar su mandíbula.
Dinah apareció rápidamente por la espalda de su amiga y me miró atentamente.
-¿Está Lauren? -pregunté inocentemente.
-Duchándose -dijo Normani rápidamente y Dinah la miró estupefacta.
-Mentira -dije yo de inmediato.
Normani suspiró y miró a Dinah, que le asintió sin pensárselo dos veces.
-Mila, ¿por qué no pasas y...?
-¿Dónde está Lauren? ¿Está bien? -pregunté nerviosa, comenzando a preocuparme.
-Lauren está bien, es sólo que...
-Que, ¿qué? -insistí.
-Salió con Jacob -confesó Dinah. -No la cubras, Mani. Es la verdad, salió con Jacob.
-¿Con Jacob...? No, ella nunca saldría con...
-Nos mandó un mensaje mientras tú dormías.
Mis ojos cayeron a su maleta, aún empacada. Ni si quiera había subido a su habitación después de haber estado hablando con Joey. ¿Es que era una especie de cámara oculta?
-¿Le diríais, por favor, que viniera a mi habitación en cuanto llegue? Por favor, quedaos con la llave -dije cediéndole mi tarjeta a Normani. -Sea la hora que sea, por favor.
-Claro -dijo Normani antes de cerrar la puerta.
Pero aquello no fue necesario. Lauren venía caminando por el pasillo, con una expresión reluciente en el rostro, algo que yo no podía comprender.
-Hola, Camz.
-Te estaba buscando -dije yo con los brazos cruzados.
-Lo sé, he salido un rato con...
-Lo sé -me adelanté. -Con Jacob.
-¿Cómo lo sabes? -preguntó aturdida.
-Me lo han dicho Dinah y Normani -confesé. -¿Pensabas mentirme? Porque Mani quería cubrir tus espaldas.
-No les dije que lo hicieran -dijo encogiéndose de hombros.
-¿Ya está? Después de todo, después de la que le formaste a Joey por no querer trabajar con Jacob, ¿te vas y pasas todo el día fuera con él? ¿Es que te has corrompido por el dinero con esa charla con Joey?
-En realidad quería hablar contigo de eso -dijo apretando su mandíbula -, de esa charla.
-Adelante.
-Jacob y yo vamos a comenzar a salir -confesó.
-¿Qué? -pregunté perpleja.
-El señor Black nos ha dado 2 millones de dólares para que yo acepte salir con su hijo. Jacob no lo sabe, pero Joey me ha obligado a hacerlo.
-¿Joey te ha qué...? -pregunté sintiendo como decenas de lágrimas rodaban sobre mis mejillas. -No me vengas con esas, Lauren. Joey no te ha obligado a nada. ¡Eres tú! ¡¡Tú quieres hacerlo!!
-No quiero... -comenzó a decir tratando de limpiar mis lágrimas.
-¡¡No me toques!! Ni se te ocurra volver a tocarme.
Yo limpié mis lágrimas y mi nariz con mi propio pijama. Me sentía tan inferior, tan desplazada, tan reemplazada. Me sentía como si fuera un chicle, masticado y pisoteado por todos. Por cualquiera.
-Supongo que esto acaba aquí -dijo ella limpiando una lágrima que también caía por su rostro. -¿Quieres abrazarme?
-Es lo último que quiero hacer -mentí.
Y ella sabía que lo hacía. Por eso tomó mi muñeca y me pego contra su cuerpo, dándome el abrazo más sincero y con el sabor más amargo que jamás había recibido en toda mi vida. Era un abrazo con sabor a despedida. Un abrazo de los peores.
Sin decir nada más y sin dirigirme ni una sola mirada, desató el agarre después de un par de minutos paradas en mitad del pasillo y se fue hacia su habitación, aún limpiando las lágrimas del llanto que ambas habíamos compartido.
-Lauren -la llamé justo antes de que entrara en su habitación. Ella se quedó de espaldas a mí, esperando a que dijera algo. Pero no lo hice, no hasta que vi como su puerta se cerraba segundos más tarde detrás de ella. -Yo también te amo -susurré al aire.