Hace ya 3 días que Nate y yo estamos enfadados, creó que debo pedirle una disculpa....¿qué?, no, para nada, él fue quien insinuó que era una zorra, se que no le gusto a Nate y el tampoco me gusta a mí, para nada, somos mejores amigo pero....
El sonido del de la puerta de mi cuarto interrumpió mis pensamientos.
—Hija es Nate, dice que quiere verte — dijo mi mamá al otro lado de la puerta de madera.
JODER, lo que me faltaba.
—Bajo en un momento, mamá —me levanté de la cama, tome mis vans y me los coloqué, salí de la habitación no sin antes respirar profundamente y así bajé las escaleras, al final de ellas ahí estaba Nate tan malo como siempre— ¿qué quieres Nathan?
— me miró de arriba a abajo— Hola, ¿como estas? Yo estoy muy bien, gracias por preguntar.
— rodé los ojos harta de sus juegos— no estoy para tus bromas
— Vine para que me pidas disculpas — soltó sin más, encogiéndose de hombros.
Lo miré con la boca abierta, ¿quiere que YO le pida disculpas?, está muy equivocado.
—¿Quieres que YO te pida disculpas? — alcé un poco la voz—yo no te llame zorra ¿o si?
—Hey, baja la voz bae — me miró alzando una ceja— no, pero... yo no te di una cachetada ¿o si?
Joder tenía razón.
—Los dos tuvimos algo de culpa ¿no? —rasco mi nuca con una mueca en el rostro.
— Hasta que dices algo coherente —se acerca mi enrollando me con sus brazos, a lo que correspondí— Lo siento— soltó por fin.
Sin decir nada una lágrima se rebaño por mi mejilla.
—Hey nena, ¿que pasa? — limpia la lagrima con su pulgar.
—Te extrañe —escondo mi cara en su pecho.
—Sólo fueron unos días, ya estoy contigo como lo prometí hace años.
—¿Aún lo recuerdas? —él sólo asintió—
14 años antes.
"NARRA NATE"
Unos niños acaban de burlarse de Mariam por sus aparatos en la boca, creo que es linda en verdad, ella fue corriendo al baño, espero este bien.
Cuando ella salió del baño yo estaba afuera esperándola, ella sólo me miro y corrió a abrazarme sin siquiera preguntarlo.
Al separarse me miró y yo torpemente limpie una lagrima que recorría su mejilla.
— Promete que nunca te iras de aquí —señaló su pecho en dirección al corazón—
Negué mirándola — Nunca Mariam.
Fin del recuerdo.
Narra Mariam:
—Como olvidarlo, lloraste como bebé porque se burlaron de tus fierros en la boca —soltó una carcajada burlándose.
—¡Hey! ahora te burlarás también, ya no los tengo, ahora tengo una linda sonrisa —sonrío mostrando los dientes.
Me abrazó aún más fuerte— nunca lo haría, y sí, ahora tienes la mejor sonrisa de todas.
No dije nada y sólo sonreí.
Niñas ;)
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