SOLO TÚ

By NikyMoli

3.1M 126K 9.5K

TERCERA PARTE DE LA SERIE "Los Hamilton" Un corazón roto no es la razón para una destrucción nuclear, mucho m... More

Sinopsis
Nota
Capitulo 1
Capitulo 2
capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capítulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Wattpad
Capitulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 17
Capitulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capitulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25

Capítulo 16

66.1K 4.5K 328
By NikyMoli

                  


Rees:

No puedo creérmelo, esto es imposible. Moví la mano para subir el volumen de la pantalla plana al tiempo que le pegaba a la cama frustrado, molesto por lo que estaba viendo ¿Cómo es esto posible? ¡Dos malditas carreras! ¡Dos en segundo lugar!

Estaba muy distraído y nervioso, Moretti tomó la ventaja estos días pero tenía que alcanzarlo en Roma y en Francia, no me podía permitir perder. No quería un maldito segundo lugar, ni en sueños, ese no era mi número de la suerte. Uno, siempre uno.

—Tus deslices están bien, amor, quizá en la salida es que estas fallando —Renny colocaba una pastilla para conciliar el sueño junto a un vaso de agua.

Tenía razón en algo, esas pastillas de mierda estaban manteniendo mis sentidos estables. Tenía que mejorar mi descanso diario para no estar como zombie la mayor parte del día.

—Necesito ganarle, Ren, no puedo permitirme ese segundo lugar.

—Entonces en Roma tienes que ganar como nunca, no sientas miedo por la velocidad, deja que la adrenalina se apodere de ti, amor. 

Le sonreí al escuchar la palabra amor, esta mañana fue la primera vez que lo dijo y escucharla decirlo con tanto cariño me gustaba mucho. Entre más tiempo pasábamos juntos, más sentía que la conocía de un tiempo atrás. Como si nuestras almas fueran una sola, quizá así era.

Dicen que las almas gemelas se encuentran en cada vida, quizá en mi vida pasada ya había conocido a Renny y este era un extraño reencuentro. El universo trabaja de maneras tan extrañas que no me parecería raro que fuera de ese modo.

Renny se sentó a mi lado encima de la cama, viéndome con esos ojos verdes, como si quisiera decirme algo pero no encontraba el valor, hace días que la veo con esa intención, pero siempre la evita.

—¿Qué pasa, Ren? —pregunté acercándome a ella.

—Nada, Race, ammm... quizá será mejor descansar para mañana —definitivamente me estaba ocultando algo y eso no me gustaba para nada.

No era de esas personas que se quedan esperando o rogando a que las personas decidan hablar, no soy de esos definitivamente. Me volví a acostar en la cama, ignorando su ceño fruncido, ya estaba molesto y eso no era bueno.

—¿Estás enojado? —preguntó poniéndose de pie.

—Me estas ocultando algo y eso no me gusta.

—Sabes Race, tengo algo que decirte pero cundo estemos de vuelta, te necesito concentrado y cien por ciento en tu línea de meta, lo mío no es absolutamente nada impórtate, la carrera sí ¿Entendido?

¿Pero a esta que le pasa? Regresando mi vista al televisor, decidí buscar algo mejor que ver, ya estaba cansado de la puta repetición de la carrera una y otra vez, donde remarcaban que "Race Hamilton había obtenido el segundo" no soy el segundo en nada, siempre voy primero, soy el número uno. Tengo que serlo.

Pasando un canal de música, Renny pego un gritó tirándose encima de mí. La canción era una viejada de la época de mis padres. Un DJ o algo por el estilo, la había escuchado antes porque a William le gustaba bastante. Vi como Ren le subía el volumen y se paraba en la cama extendiéndome sus manos. 

Los tomé dejando que me levantara, saltando sobre la cama, Renny comenzó a cantar, moviéndose de un modo nada sexy. Esta era una Renny alegre, una que se despreocupaba de todo y se dejaba guiar por el momento.

Moviendo los hombros, relajándome completamente, deje que la música invadiera la habitación del hotel. Tomé mi mano simulando un micrófono, cantándole a Renny mientras ella hacía exactamente lo mismo, esperando a que la parte importante de la canción estallara para volver a movernos como locos. La melodía era un ritmo pegajoso listo para transportarnos a un lugar donde nada importaba más que nosotros dos.

Tirándome a la cama de forma dramática, jale a Renny conmigo, acostándola en mi pecho al tiempo que una canción mucho más tranquila inundaba la habitación. Esto era una delicia.

—Te quiero Race —susurro besando mis labios.

—Yo también a ti —y por ese momento, todo quedo olvidad.

Entramos al nuevo hotel, este era un tanto más antiguo que el de Valencia. Las sillas rojas esponjadas, los techos con lámparas de araña. Roma era un lugar bonito, con buenas vistas pero este lugar si era una antigüedad. Caminando hasta el elevador, que era de esos que tenían botones de subir y bajar, nada sincronizado con tarjetas como los que estaba acostumbrado. ¿Quién diablos usa botones hoy en día? Esto es una pasada de moda.

—Cena de bienvenida a Roma, Race, no puede faltar.

Asentí con la cabeza viendo a Daniells entrar a su habitación que estaba justo al lado nuestro. Odiaba que esta reunión era solo de hombres, las mujeres estarían en una reunión para "Damas" una mierda así. No me gustaba separarme de Ren, menos en estos eventos pero también sería divertido un poco de noche de hombres. Unos Whiskeys, chupitos, las pláticas desenfrenadas acerca de sexo y mujeres. Sí, necesitaba un poco de testosterona en mi vida social. Las pláticas de chicas se estaban volviendo muy de mi vida diaria y eso no era bueno.

—¿Mañana corres? —preguntó Renny abriendo la maleta para dejar sus cosas en el armario, al menos eso si estaba computarizado al igual que el mini bar y la televisión.

—Sí, mañana corro, por eso no regresare tarde.

Teníamos varías horas antes de ir a nuestras actividades, en estos días no habíamos hecho casi nada, todo por mi estrés por las carreras. Necesitaba un poco de liberación, por lo que la tomé de la cintura acostándola en la cama, besando su cuello mientras me colocaba en medio de sus piernas desnudas, me encantaba que se colocara esos vestiditos que compramos al siguiente día que llegamos a Valencia, al parecer el impacto de las demás chicas había hecho que Renny quisiera arreglarse más. No iba a quejarme, se veía espectacular. 

Subiendo la mano por toda su pierna, hasta llegar a sus bragas, sobe la delgada tela, sintiendo como todo empezaba a temblar, ella también lo necesitaba. Metiendo mi mano dentro de esas braguitas blancas, toqué su clítoris, trazando circulitos para excitarla.

Renny soltó un pequeño grito pidiendo más, por lo que bajé hasta colocarme en medio de sus piernas. Absorbiendo su aroma, pasando mi lengua por toda su humedad, metiendo mis dedos al tiempo que la tentaba a gritar con más fuerza.

—¡Race! —su voz sonaba como melodía de ángeles excitados, una combinación única.

—Vamos baja más —dije quitándole las bragas al tiempo que le tomaba las caderas para que estuviera más a mi acceso, como si fuera la cosa más deliciosa que hubiera probado. Renny era adictica, me encantaba su sabor, su aroma, todo en ella era mi obsesión. 

Una de mis manos estaba en sus pechos, masajeando encima del vestido y el sujetador, tentando a ese pezón. Mi erección crecía debajo de mis pantalones, reclamando una salida monumental. Me puse de pie, desabrochando mis pantalones y quitándolos de un solo. Renny sonrió al verme completamente listo para ella. Me acomodé en sus piernas pasando mi erección en su parte sensible, aumentando su deseo por que la penetrara.

—¿Quieres esto nena? —pregunté al tiempo que pasaba de arriba abajo, sintiendo como su humedad aumentaba.

—¡Por favor! —suplico Renny.

Penetrándola poco a poco deje que mi mundo se llenara como siempre que estaba con ella. Movimientos lentos y sincronizados. Baje hasta sus labios reclamándolos, besándola con suavidad en cada movimiento.

Lo más especial de Renny era esto, que no existía un solo momento donde no encajaremos a la perfección, nos conocíamos sin siquiera conocernos. Solo una vez en el pasado tuve una conexión así y era con la pequeña amiga de Holly, Neny, como le decían sus padres de cariño. Rene, como yo la conocía. Lo último que supe de ella fue que se mudó a Estados Unidos, alejándose del dolor que le causaba haber perdido a sus padres en ese accidente aéreo.

Sintiendo como el cuerpo de Renny convulsionaba, me deje ir con ella gritando su nombre, perdiéndome por completo.





Renny:

Las MM, mejor conocidas como las Mujeres de Motociclistas, estaban impecables, muchas de ellas con mi estilo, llenas de tatuajes. Otras con sus perfectas uñas y su perfecto cabello haciéndonos ver ridículas con este aspecto de malas. En fin, me había hecho amigas de varías de ellas, incluyendo las señoritas perfección.

Todas tenían curiosidad de como Rees Race Hamilton se había quitado la atadura de tener una Agapi y como había parado con una "mortal" como yo, era sencillo responder que estábamos enamorados cuando la verdad era que estábamos rompiendo todas las malditas leyes del Reino Unido. No sabía que pasaría al regresar, si podríamos estar juntos, o si este juego de los amantes se acabaría cuando sus padres lograran comunicarse con él.

Hasta el momento no teníamos noticias de nadie de las tierras reales, tampoco Rees se había comunicado, supongo que por miedo a lo que le dirían sus padres.

—Renny, escuche en las noticas que viviste toda tu vida en Estados Unidos, en Washington ¿Cómo era? —Mónica, la española agradable me preguntó con su acento marcado.

—Es... diferente, muy diferente. Para ser sincera prefieren la vida en el Reino Unido, es mucho más tranquila.

Sabía que varías historias habían salido al aire en las noticias, las cuales Rees aun ignoraba gracias a mi insistencia de cambiar de canal cuando empezaba la farándula. Tenía mis métodos y usar el sexo era la principal.

—Lamento millones que pasaras por todo lo que estás pasando, nena. Debe de ser difícil tu relación con Race viendo todo lo que está pasando en las elecciones de nuevo ministro.

Un punto a favor de la española ¿Qué? ¿Primer ministro? Me quede viendo a las demás chicas esperando alguna aclaración de que diablos estaban hablando, no podía ser que estuvieran eligiendo primer ministro tan pronto, era imposible. Aún faltan dos o tres años.

—¿Me lo aclaras?

—¿Cómo no vas a saberlo? Se supone el padre de Rees va a sumir al cargo de quedar electo, están en campaña en estos momentos ¿Acaso no ves las noticias? El primer ministro actual renuncio por enfermedad.

¡Mierda! Por eso no se han comunicado con Race, porque esta noticia lo desconcentraría aún más, porque esto es para lo que William se ha preparado toda su vida. ¡Santa cagadas del siglo! Esto si está mal, muy mal.

—Estamos en concentración, así que no, no quiero que Race se entere aun de esto ¿Puedes no comentárselo?

Esto sería una distracción enorme ¡Más si supiera que eran las elecciones en poco! Preguntando más acerca del caso Primer Ministro, no soporte más esto. Subí a la habitación, prendí la televisión  con el movimiento de manos y programé todas las noticias acerca del Primer Ministro en Londres.

William salía dando sus discursos acerca de Reformas en el sistema, de mejoras en las relaciones exteriores y el apoyo que se seguiría dando para los afectados en la guerra interna en Siria. Escuche un par de preguntas acerca del accidente de Race, del problema de Holly y Adam pero nada acerca de mí, lo cual me dejo más tranquila.

Cerré los ojos y por primera vez en mucho tiempo me permití llorar por que mis padres estuvieran aquí, que alguien me escuchara y me aconsejara, una persona que entendiera, mis sentimientos por Rees nunca desaparecieron, siempre han estado allí.

Sus palabras siempre quedaron guardadas en mi corazón, nunca las olvidaría.

—Tranquila Neny, todo estará bien —decía al tiempo que me abrazaba con fuerza.

—Ellos... ellos —mis palabras no salían, se negaban a aceptar que ellos ya no estaban.

—Están en tu corazón, eso nunca va a cambiar.

—¡Pero están muertos! —grité sintiéndome impotente.

Los brazos del pequeño Rees me consolaron, me dieron valor para sobrevivir el entierro de mis padres ese 25 de febrero. Llore como nunca antes había llorado, me arrancaron un pedazo del corazón, me hicieron trizas. Estaba rota.

Perder a tus padres no es algo fácil, no cuando estas creciendo y necesitas que aun sean tus guías. No podían abandonarme tan pequeña, los necesitaba conmigo, para que me volvieran fuerte, para que me dijeran que todo iba a estar bien. Una niña no debería pasar por todo esto.

—Sabes Rene, voy a protegerte, nada te va a pasar mientras yo este a tu lado —teníamos solo once años, tan pequeños he ingenuos, como si realmente pudiéramos tapar todo el dolor que sentía con palabras.

La verdad era que no, las palabras vinieran de quien vinieran nunca serían suficientes pero en ese momento bastaron para sacarme una sonrisa.

—¿Lo prometes, Rees? ¿No me va a doler?

Este sonrió, abriendo sus ojos azules. Tenía una mirada picante desde muy pequeño.

—No Rene, nunca. Seré tu súper héroe, siempre. Lo prometo. 

Una semana después de eso, fui trasladada a la casa hogar, lejos de los Hamilton, lejos de Rees, lejos de todo lo que conocía. Sintiéndome abandonada por ellos, ahí comenzó mi miserable vida, mi realidad, la mentira de vida que estaba viviendo. Ahí comenzó mi rencor por toda la élite.

Continue Reading

You'll Also Like

11.4K 130 2
Él es el peleador más reconocido de The Bloody Hole, quien decide iniciar de nuevo tras darse cuenta de todo el caos que ha causado. Ella es la hija...
23.1K 1.7K 36
La sangre es lo que nos define, lo que nos separa y lo que nos une. Si la cabeza domina cuerpos y el corazón domina mentes ¿Quién es más peligroso en...
19.7M 488K 31
¿Y si te enamoras de quien no es la mejor opción para ti y puede compicarte la vida entera? Kyana debe mudarse al otro lado del país, con apenas diec...
Invisible By Eneate

Teen Fiction

258K 15.2K 68
Sara Blake. Una chica de 17 años con un pasado difícil y lleno de preguntas sin respuestas. Su vida dejó de ser la misma cuando su madre, Samantha...