Lo que nunca sabrás (editando)

Capítulo 2

En cuanto estaba en la rama el chico se me quedo mirando sin decir nada.
- ¿Y a ti qué te pasa? - pregunté intentando sonar lo más fría posible - ¿Tengo murciélagos en la cara o qué?
- No que va para nada - respondió para mi sorpresa - pero no sabia que venía gente por aquí a la una de la mañana
- Bueno, si... es que este es mi sitio favorito, vengo aquí cuando no tengo nada mejor que hacer - le aclaré, aunque sin gana ninguna de hacerlo.
Nos quedamos mirando durante un momento bastante incómodo, un instante que a mi me pareció la eternidad a la que estaba condenada.  Al rato habló por fin.
- Tus ojos... - dijo, extendiendo su mano hacia mi cara, la cual en respuesta yo aparté 
- ¿Qué les pasa? - pregunté con cara de asco.
- ¿Son así ? O usas lentillas de contacto
- No, son así de nacimiento. ¿Y los tuyos? ¿Usas lentillas de contacto?
- Si, ya, ojalá. No, que va, son así, ojalá fueran de un color mas normal. ¿No se meten contigo por eso?
- No, por cierto, ¿qué haces por aquí?- pregunté.
- Resulta que este también es mi lugar favorito
- Pues nunca te había visto por aquí y eso que vengo mucho - me bajé de la rama de un salto poniéndome a su altura, esto no estaba permitido, pero en este instante me daba bastante igual.
- Si, bueno, es que no suelo venir a estas horas de la noche y llevaba tiempo sin venir.
- Ah. ¿Por qué, no te dejaba tu novia y te has conseguido librar de ella? - dije en tono de burla, la verdad es que no me me importaba, pero ignoró mi tono y respondió.
- Si, algo así, solo que no me he librado de ella, si no que ella me ha dejado y este sitio me ayuda a pensar y a aislarme del mundo.
- Oh, valla
- ¿Y tu a que vienes por aquí? ¿Y por qué no te había visto nunca antes?
- Por que no suelo venir durante el día, me gusta mas como es por la noche, este sitio me ayuda a alejarme de todo.
- Mmmmm, te entiendo. Me caes bien, aunque me trates con desprecio y amargura, ¿cómo te llamas?
- Te hablo como a toda la gente que conozco, así que no te quejes. Y me llamo Tess. ¿y tú qué? ¿no piensas decirme el tuyo? - Le respondí acercándome a el un poco mas para intimidarlo.
- Yo me llamo Tobías pero todos mis amigos me llaman Tobi. ¿Tu nombre viene de Theresa?
-  Así que Tobi eh, pues yo pienso llamarte As. Y no, es solamente Tess.
Los dos empezamos a reír y a charlar si darnos cuanta, y entre una cosa y otra nos dieron la cinco de la madrugada. As parecía cansado. Pareció leerme el pensamiento por que en ese momento por que en ese mismo momento dijo:
- Bueno estoy cansado será mejor que me valla a casa, mis padres estarán preocupados y además mañana tengo instituto así que... - Se quedó pensativo un rato y luego continuó. - ¿Nos volveremos a ver? - La verdad es que sabia que me lo iba a preguntar, y yo sin duda quería. Me iban a matar como se enterasen de que me veía con un chico humano, por eso no sé si debería. Bueno por una vez... no matare a nadie.
- No sé, si vienes sobre la hora de hoy puede ser - Dije levantando los hombros como si me diese igual.
- Oye por cierto. ¿A que instituto vas?
Mierda, mierda y más mierda
- Yo ... al Black Bats, al otro lado del bosque, no es muy conocido.
- Ah. Interesante.  Bueno pues hasta mañana entonces - se acercó para darme un abrazo, a lo que yo, sorprendiéndome a mi misma, acepté. Gracias a dios no tenía mucho apetito y no paso nada pero podría haber sido peligroso
Estúpida Tess, ESTÚPIDA, ¿desde cuándo das tu abrazos a los humanos o respetas sus costumbres Eeeh?
Hay pues no se, déjame en paz vocecita de mierda.