Capítulo 4

126 13 4
                                    

En cuanto salimos de casa emprendimos el vuelo hacia las cuevas donde nos esperaba Nate y donde se encontraban los mejores y únicos escorpiones y ratas de todo el pueblo
En cuanto llegamos, nos encontramos con Nate. Le estrangulé un poco y nos adentramos los tres en la cueva. Como era de esperar estaba hasta arriba de escorpiones y ratas,  nos pusimos hasta los colmillos. Después de comer nos colgamos de unas ramas a hacer la digestión.
- Ah, por cierto Tess - me dijo Nate sonriendo con malicia. Mi cuerpo respondió aquello con un agradable. - ¿Desde cuando respetas y te gustan las costumbres mundanas? - me quedé totalmente paralizada es imposible que lo hubiera olido me había encargado del olor de mi ropa en la cueva y durante el viaje,  tampoco pudo leerlo en mi mente, no pensé en eso desde que salimos de casa. En ese momento mi hermana empezó a reírse a carcajada limpia. Me giré a hacia ella y le fulminé con la mirada, por lo que ella se tapó rápidamente la cara, debido a que si me miraba a los ojos en ese momento podía desintegrarla. Yo era una de los pocos vampiros que tenían ese don. Dejé de mirarla así al instante, ya que no quería desintegrar a mi hermana y le aparté suavemente la mano de los ojos.
- ¿Has sido tu? ¿tu se lo has contado? - Le pregunté enfadada, en ese momento Nate me tocó el hombro haciendo que me girase .
- No ha sido ella - dijo - iba a ir a hablar contigo, y como no te encontré en la plaza con Mary, Gorgi y Rayan, fui a buscarte a la explanada, - paró un momento y miró al frente de forma muy dramática y tragó saliva (sí, es un melodramático, pero así le queremos) - y te vi con ese humano y me quedé a observaros. 
- A pues enhorabuena - le dije en modo despectivo. - Por si te interesa, sólo me quedé a hablar con él por que no creo que sea humano, no huele como debería oler un humano te lo aseguro, si quieres comprobar lo que te digo ven conmigo a la una a la explanada mañana- le dije desafiante, sabía que no iba a aceptar ya que normalmente a esa hora el todavía esta en el agujero

- Te recojo en tu casa a las doce y media - Dicho esto salto de la rama se despidió con la mano y se fue volando a se casa dejándome a mi con la boca abierta.
Justo después de eso cogí a mi hermana y nos fuimos a casa. Cuando llegamos no le di tiempo a mi hermana de articular ni una sola palabra.
- Hasta mañana Marta- acto seguido me metí en mi agujero sin darle tiempo a responder y cerré los ojos.

Lo que nunca sabrás (editando)Where stories live. Discover now