Narra Thomas
-Hola bebe, ¿me extrañaste?- simplemente no lo creo, porque ella volvió le dije que no lo haga, que ya había encontrado a mi mate.
-¿Qué haces aquí?-le pregunte.
-Volví por ti, ¿no estas feliz de verme?-hizo un puchero con los labios, típico de ella cuando quiere algo.
-Desde que encontré a mi mate te lo dije, NO VUELVAS, estoy muy feliz con ella. Quiere que te vayas, sabes muy bien que soy el alfa y si no quieres que te expulse, mejor vete sola.
-amor, ¿Cuándo me presentaras como luna? Ya volví y estoy para quedarme, ese viaje que hice con mi padre ya termino. Me quedo acá junto a ti por siempre como siguiente luna de la manada.
-Primero, no me llames amor, segundo no serás la luna, esta manada ya la tiene y no eres tú. Ella es mi mate, no TU.-le dije con mucho enojo e ira.
-Primero-empezó a enumerar con los dedos.-si seré tu luna y en segundo lugar, n me importa que tengas mate, la rechazas y ya está, además si era esa chica rubia que abrió la puerta, se acaba de ir corriendo. No te quiere se fue.
-Que no entiendes-grite y rugí con notable enojo-no te quiero, la quiero a ella. Tu no serás la luna, y la amo, nos casaremos y estoy esperando cacorros. Si n te vas ahora, me encargare de encerrarte para siempre en los calabozos.
-Atrévete-dice segura de sí misma.
Hasta ahora no había notado que Sky y James seguían ahí, sin pensarlo ellos dos la agarraron y se la llevaron.
Sabía lo que harían por eso Salí y corrí con todas mis fuerzas para poder encontrarla, solo espero que ella me deje hacerlo.
Me interne en el bosque e inclusive en territorio rogué, pero ninguno de ellos sabía nada. Toque casa por casa para ver si estaba o alguien la había visto. Pero nadie nada.
Deje un aviso para que todos la busque o si la ven me llamen. Ya paso un día y nada de nada. Fui a la casa de su padre y se puso como loco por o de su hija aunque note cierto comportamiento extraño.
Continuara...