Ella es mi mate (En edición)

Cap 29

Primero que nada. Hoy no creo poder hacer la maratón. No estoy muy inspirada por el malhumor ya que mañana inicio clases. El fin de semana que viene la hago. Después veré como hago para publicar según el tiempo que tenga, seguramente todos lo sábados y domingo escriba. Para finalizar creo que con la maratón terminaría a historia, pero va a haber una segunda parte.

 Narra X

Esto es muy divertido, ver como todos se preocupan por ella. Les voy a hacer un pequeño jueguito, voy a hacer que despierte y en al cabo de media hora que vuelva a dormir. Ya su loba debe estar demasiado débil. Mejor para mí.

Narra Maya

Intente con toda y empecé a ver la luz. Por fin luz. Empecé a pestañar y note que estaba en el hospital y sola. Me levante desconecte todo lo que tenía y abrí la puerta. No entendía nada.

No había nadie, creo que me recorrí todo el hospital antes de poder encontrar la puerta de salida. Todas las calles estaban vacías. Me empecé a asustar. Trote hasta la casa. Mi loba estaba debilitada de todo lo que dormí. Casi ni me hablaba.

Cuando llegue, había un rastro de sangre. Lo seguí temiéndome lo peor. Se dirigía al sótano, nunca había estado allí.

Abrí la puerta y prendí la luz. Era un lugar enorme pero… n lo puedo creer, lo que veían mis ojos no podía ser cierto. Estaba toda y cuando digo toda es TODA la manada con cadenas de plata y la boca tapada. Trate de buscar a Thomas y cuando nuestros ojos se encontraron trato de moverse, pero se hacía daño asique paro.

Corrí hasta que llegue a él, intente sacarle las cadenas pero cada vez que lo hacía me quemaba las manos. Toda la manada ya se había percatado de m presencia y se sorprendieron. Volví a la casa busque guantes de no sé qué tela especial para no quemarme y lleve todos lo pares que había. Lo primero que hice fue arrancarle as cadenas a Thomas y él se destapo la boca y me beso como nunca.

Luego se puso un par de guantes y empezamos a liberar a todos. Más personas ayudaron, ya que había 5 pares de guantes.

Narra Thomas

No podía creer lo que mis ojos veían. Hace un día todos quedamos inconscientes y despertamos encadenados en el sótano. Maya estaba parada ahí mirándonos me desespere y me hice más daño. Ya hablaríamos  para saber qué era lo que estaba sucediendo. Una vez que todos estuvieron liberados, nos encargamos de curar y tranquilizar a toda la manada. M dirigí hacia Maya para decirle que se llevaron a su madre cuando ella volvió a caer en a inconciencia.