MYLA POV
Me despido de todos con lágrimas y mucha tristeza. Gracias a Dios ayer ya me había despedido de mis dos hermanos mayores Eugene y Ed, y sus esposas Wendy y Tamara. Ayer lloré demasiado despidiéndome de ellos y mis sobrinos y sobrinas. Hoy no lo hubiera soportado.
"No te preocupes amor, vendré por tí tan pronto me establezca y tenga un hogar para ti"...le digo a mi gato, al cuál adoro con la vida.
Llegamos al aeropuerto en poco tiempo. Me despido de mi gemelo con la promesa de llamarnos o textearnos todos los días. Siempre hemos sido muy unidos. Paso mis maletas por el área de inspección y las dejo. Me llevo conmigo mi bolso y una maleta pequeña con mis efectos personales. Pronto llego al área de embarque y llaman rápidamente.
Voy al asiento que me indica la azafata y acomodo mi pequeña maleta y tomo asiento. Me pongo los audífonos de mi ipod, no sin antes enviarle un texto a Liz para avisarle que el vuelo sale pronto e inmediatamente recibo un " Buen viaje, te quiero". ¿Qué me haría sin ella? Apago el teléfono y me sumerjo en un sueño profundo.
Cuando me despierto sólo han pasado tres horas de vuelo. Todavía faltan tres horas más, así que decido tratar de dormir nuevamente.
Me despierto sobresaltada y me encuentro con la mirada amable de la azafata.
"¿Desea algo de tomar, señorita?"
"Un café, por favor."
"Enseguida."
"Gracias," le digo cuando me lo entrega.
Luego de tomarme el café, saco mi maleta con mis efectos personales para arreglarme un poco. Estoy extremadamente pálida - aunque de hecho mi piel es muy pálida - y un poco ojerosa y mis ojos están un poco hinchados por todo lo que lloré. Así que decido maquillarme un poco y peinar mi cabello abundante y largo. Tuve la suerte de que no hay pasajeros a mi lado. Ahora estoy un poco más presentable. El rubor me sienta bien en las mejillas, ya que mi cabello negro y mi vestimenta negra me hacen ver más pálida aún. Liz me dijo que hacía mucho frío, así que vine bien preparada.
El avión aterriza quince minutos antes de lo esperado. Voy directo a buscar mi equipaje. Después de treinta minutos y ver que se vació la correa del equipaje me doy de cuenta que mi equipaje no está. ¡Maldita sea!