El destino de la casualidad (...

By LuJaureguiCabello

443K 20.7K 3.5K

Hay gente que cree en el destino. Hay gente que piensa que lo que pasa no es más que mera casualidad. Pero ¿... More

Introducción
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
FINAL
Capítulo 35 - FINAL
EPÍLOGO
Capítulo 36 - EPÍLOGO
Hola otra vez
CHICOS
IMPORTANTE
ME PUBLICAN MI LIBRO
TRAILER

Capítulo 31

8.1K 398 150
By LuJaureguiCabello


El sabor del primer sorbo de aquella botella de vodka no fue el mejor. El segundo tampoco. Pero al tercer buche, Lauren comenzó a sentirse algo más despejada. El dolor de cabeza que la había poseído se estaba esfumando poco a poco. La ojiverde echó un vistazo a la botella antes de enroscar el capuchón y subir las escalras de nuevo a su dormitorio agarrada a ella.
Se sentó en su cama, mirando por la ventana. El día estaba un poco gris a pesar de haber dado comienzo el verano. Pensó que quizás todo era un sueño, que algún día despertaría en sus sábanas limpias y no encontraría motivo alguno para obsesionarse con su físico; que seguiría siendo la chica popular y, a la vez, la novia perfecta para Camila. Pero, mientras su subconsciente se determinara a levantarla de aquella pesadilla, había encontrado una nueva manera de desahogarse: el alcohol.

El líquido transparente en la botella de litro la incitaba a beber sorbo tras sorbo. Se sentía bien, a pesar de encontrarse un poco mareada, se sentía como hacía tiempo que no se sentía. Entonces entendió por qué la gente llega a morir por culpa del alcoholismo o las drogas. No es simplemente el hecho de que le guste el sabor que lea produce. No es que los haga sentir en las nubes y aquello les relaje. El alcohol, las drogas, las muertes que acarrean a sus espaldas son producto de un segundo punto de vista: al anular por completo el dolor físico durante un par de horas, la gente vuelve a buscarlo una vez el efecto ha terminado y los problemas regresan. No mueren porque les guste cómo les hace sentir, mueren porque no les gusta como se sienten en la vida real.

Pero Lauren llegó a esa conclusión cuando la botella estaba medio vacía. Y no le importaba en absoluto, se la hubiera terminado por completo si no hubiera sonado su teléfono móvil en aquel instante.

-¿Diga?

-¿Lauren? ¿Estabas dormida?

-No... Sí... sí, sí, he dormido poco esta noche -contestó al darse cuenta de que Ally estaba al otro lado.

-Siento haberte despertado -dijo la pequeña con una tierna voz. -¿No te dijo Camila que habíamos quedado esta tarde? Me dijo que te diría que pasaría a buscarte -recordó.

-¡Mierda!

-Apuesto a que no te acordabas.

-Dame un par de minutos, voy a cambiarme.

La ojiverde cerró la botella que seguía sujetando con su mano izquierda y la metió en una de las cajas de juguetes y peluches que guardaba bajo su cama. Nadie la podría encontrar allí y sus padres, probablemente, jamás se dieran cuenta de que faltaba nada en el cajón "prohibido".

La chica se quitó y puso ropa nueva lo más rápido que pudo, luchando para no caer al suelo en más de una ocasión. Entonces empezó a maldecir el haber bebido tanto.

-Hola -dijo abriendo la puerta y sentándose en el asiento de copiloto. -Siento el retraso, pasé la noche con Camila y...

-No me cuentes más, ¿de acuerdo? -se adelantó Ally. -Que el señor os pille cofesadas.

Condujeron durante unos 10 minutos antes de recoger a las otras tres chicas. Normani estaba en casa de Dinah así que llegaron al Brew antes de lo que esperaban.

-Lo, ¿qué tal? -preguntó Camila acercándose a Lauren una vez habían aparcado.

-Genial -Lauren besó los labios de su novia.

Camila quiso corresponder en un primer momento, pero algo la frenó.

-¿Todo bien? -preguntó Lauren confundida, cuando los labios de su chica se posaron estáticos en los suyos.

Completamente vacilante, Camila asintió y se adelantó a paso ligero hasta llegar a Ally, que caminaba sola. Lauren no le dio demasiada importancia, quizás tampoco se acordara minutos más tarde, pues el alcohol correría por su cuerpo bastante tiempo.

-¿Y bien? -preguntó Ally una vez sentadas en el Brew. -¿Qué es eso tan importante que tenéis que contar?

-¿Tienen algo importante que contar? ¿Qué hay que sepas tú y no yo, Mani? -preguntó Lauren divertida.

Todas rieron, excepto Camila.

-Hola chicas, ¿qué os pongo? -preguntó el camarero.

-Hola Zac -saludó Normani. -Yo quiero un té frío.

-Que sean dos -dijo Dinah.

-Tres -se apresuró a decir Camila.

-Yo tomaré un café helado -pidió Ally.

-Yo un descafeinado -finalizó Lauren.

-Perfecto -dijo el tipo treintañero terminando de tomar nota. -¿Nada más?

-Por ahora no -sonrió Normani.

-Genial, en un minute vuelvo.

El hombre del delantal blanco desapareció en cocina para ir a por la comanda de las chicas y, de nuevo, todos los ojos se clavaron en Dinah y Normani.

-Vamos allá, chicas -animó Camila.

-Bueno, el caso es que... -comenzó diciendo Dinah con una estúpida sonrisa en su rostro. -Díselo tú, Mani.

-No, dijiste que lo harías tú -dijo Normani con voz casi inaudible.

-Venga ya -animó Ally. -No es como si nos fuérais a anunciar que estáis saliendo juntas.

Instintivamente, ambas chicas miraron al suelo con las mejillas enrojecidas y una sonrisa tímida y diminuta en sus labios.

-Oh Dios mío -Ally se llevó una mano a la frente.

-Espera, ¿qué? -Camila parecía tan confundida que su mandíbula casi cayó al suelo.

Lauren, por otro lado, sólo pudo dejar escapar una carcajada increíblemente sonora.

-Sus bebidas, chicas -el tipo había vuelto en el momento más oportuno para dejar una bandeja con todas las bebidas encima de la mesa. -¿Quién se ha muerto?

-Ally en breve -bromeó Lauren, provocando la risa de la nueva pareja.

Normani y Dinah tuvieron que bregar con la inseguridad de sus amigas. Le hicieron todo tipo de preguntas, aquello parecía todo un interrogatorio.

-Quiero detalles -exigió Ally.

-En realidad fue todo muy rápido -aclaró Normani.

-Sí, Normani estaba ayudándome con la ruptura de Siope y...

-Ese idiota...

-Y yo no me di cuenta de que Mani era como...

-¿Como qué? -preguntó Camila con ternura en su voz.

-Como... no sé, la mejor persona del mundo para mí. Estaba enamorándome de ella desde el minuto uno, pero jamás me había dado cuenta.

-Oh, bebé... -dijo Normani antes de tomar la cara de su novia para besar sus labios.

-Vale... ya no hay esperanza de que todo sea una broma -dijo Ally compungida.

-No es una broma -dijo Normani rápidamente. -Incluso hemos tenido se...

-¡¡No!!

-¡Eh! ¡Eras tú la que quería todos los detalles! -exclamó Normani tomando su taza de té.

-No esa clase de detalles, ¡por Dios!

Lauren y Camila sólo podían reírse y alegrarse por las chicas, además de desear que no se fueran a hacer daño ninguna de las dos. Pero había algo que inquietaba a la latina, y Lauren se había dado cuenta. Cada vez que sus miradas se cruzaban, Camila giraba su cabeza. Cada vez que Lauren intentaba cualquier tipo de contacto con su novia, ella solía retirarlo. Por eso, cuando Ally dejó a Camila en la puerta de su casa, Lauren se quedó allí también.

La latina caminó a paso ligero hasta la puerta de su casa, y Lauren la siguió sin entender qué podía haber cambiado tanto en unas cuantas horas.

-Camila, Camila... ¡Camila! -exclamó una vez había alcanzado el brazo de su novia y pudo jalar de ella. -¿Se puede saber qué mierda te pasa?

-Me estás haciendo daño -susurró la morena mirando la sujeción de su brazo.

-¿Qué ocurre? -preguntó Lauren aflojando el agarre, pero sin soltarlo. -¿Es por lo de la otra noche? ¡Lo siento! Pensé que estaba todo olvidado después de lo de esta noche.

-¿Estás segura de que lo sientes? -preguntó penetrando a Lauren con sus profundos ojos oscuros.

-Sí, lo siento, Camila.

-¿Por qué será que no me creo ni una sílaba de tus palabras? -cuestionó frunciendo el ceño y sacudiendo lentamente su cabeza. -Apestas a alcohol -concluyó retirando bruscamente la mano de Lauren de su brazo y emprendiendo su camino de nuevo a casa.

-¡Camila! ¡¡Camila!!

Pero Camila no iba a contestar. El estruendoso golpe que provocó la puerta al cerrarse se lo delató a la ojiverde.

"¿Cómo puedo haber sido tan estúpida?" se preguntaba Lauren una y otra vez con la frente apoyada en una farola. "¿Beberte media botella de Vodka justo antes de irte con tu novia? Definitivamente eres imbécil, Lauren"

-¿Un mal día? -preguntó una voz masculina a sus espaldas.

Nick. Era Nick Jonas. Estaba apoyado en un coche de alta gama, fumándose un cigarrillo y vestido en su típica chaqueta de cuero y sus gafas de sol.

-Algo así -contestó Lauren.

-Déjame adivinar: has discutido con la hija de los Cabello.

-Qué fino -contestó Lauren con ironía.

-Vamos, no será para tanto -dijo el joven acercándose a Lauren y colocando una mano en su espalda amistosamente. -¿Fumas?

-No, gracias -contestó Lauren mirando la cajetilla de cigarrillos que le mostraba el muchacho. -Sólo quiero irme a casa. ¿Te importa acercarme? Si no es mucha molestia, no traje mi coche.

-Claro -sonrió y lanzó el cigarro al suelo. -Sube.

Lauren no tardó en obedecer, realmente quería llegar a casa y dormir hasta el día siguiente. Quizás Camila se arrepintiera de haberla dejado así y volviera a aparecer de madrugada en su cama.
Pero eso no iba a poder averiguarlo.

-¿Dónde estamos? -preguntó Lauren cuando Nick aparcó el coche en un lugar que ni ella misma conocía.

-Vamos, te invito a una copa.

-¿Una copa?

-¡Sí! Vamos, será divertido -animó el super estrella. -Así olvidarás un poco.

-No sé, Nick...

-Lauren, soy cantante profesional -le recordó. -No un asesino de mujeres.

Lauren dudó un par de segundos.

-Una copa.

El garito era algo más grande y lujoso de lo que parecía por fuera. Claro, Nick no tenía pinta de frecuentar antros de mala muerte.
Bajaron unas escaleras hasta llegar a la puerta que le abrieron sin problemas. Nick condujo a Lauren a una de las mesas reservadas donde había un grupo de personas, que parecían ser amigos del cantante.

-Hola -dijo Lauren tímida.

-Chicos, esta es Lauren -dijo Nick animando a la ojiverde a que tomara asiento. -Sed amables con ella, no está pasando su mejor día. Ha discutido con su novia. Iré a comprar un par de botellas, vuelvo en un minuto.

-Con que novia, ¿eh? -preguntó la chica rubia que estaba a su derecha. Cualquiera diría que estaba intentando coquetear con Lauren, por la forma en que mordía su labio inferior y rizaba su cabello dorado con un dedo.

-Ehm... sí.

-Soy Ashley -dijo acercándose a la mejilla de la chica y dejando un beso con gloss.

-Encantada, Ashley.

-Yo puedo hacer que te olvides de tu novia esta noche -dijo acariciando el labio inferior de la ojiverde.

-Yo es que... -Lauren apartó su mano con suavidad. -Yo es que no quiero olvidarme de ella. Sólo hemos discutido. Además, ha sido mi culpa.

-Oh, no te culpes cielo -coqueteó la rubia entrelazando sus dedos y acercándose al oído de Lauren. -Nadie va a enterarse y podemos pasar un buen rato.

-De verdad, agradezco tu oferta -Lauren sonrió. -Pero estoy bien como estoy.

Nick llegó justo a tiempo para servir esa copa que le había prometido. Sin embargo, el número de copas fue subiendo y Lauren no podía entender lo bien y agusto que se estaba sintiendo en aquella mesa, rodeada de desconocidos extraños.

-Eh, Nick -llamó uno de los chicos que Lauren creía llamarse Brad. -¿Por qué no lo sacas ya?

-¿Ya? -preguntó el cantante.

-Son las dos ya.

-¿Las dos? -preguntó Lauren horrorizada.

-Sí, cielo -se apresuró a decir Ashley, colocando una mano tranquilizadora en el muslo de Lauren. -Pero no puedes irte ahora, Nick ha comprado una cosa que te va a encantar.

Los ojos de Lauren cayeron directamente en una pequeña bandeja de metal en la que Nick esparcía unos polvos blancos y los reunía con la ayuda de su carnet de identidad.

-¿Eso es...?

-Cocaína -se adelantó Ashley.

-Yo no... no, yo no...

-Vamos, Lauren -dijo Ashley. -Sólo será una noche.

-Pruébalo, mujer -animó otro de los chicos.

-Lo importante es que no te guste demasiado -bromeó otro de los chicos.

-No les hagas caso -susurró Ashley. -Una vez al año no hace daño, ¿no?

Lauren dirigió su mirada de nuevo a Nick, que le entregaba la bandeja con una media sonrisa.

-¿Haces los honores? -preguntó el cantante.

"¿Y por qué no?" se preguntó Lauren a sí misma justo antes de alcanzar la bandeja.

Continue Reading

You'll Also Like

11.5K 1K 37
La protagonista, Camila Cabello, es una adolescente problemática la cual termina siendo sentenciada a pasar unos meses en Sapling Hill, un campamento...
207K 11K 53
Que pasaría, si pasas toda tú vida tratando de ser feliz, pero cuando lo logras todo se destruye. Te vas y buscas un rumbo diferente, sin hacerle ca...
146K 3.9K 30
la tipica historia de universos viendo otros universos atraves de pantallas flotantes que aparecerán en sus mundos aunque también agregare otras cosa...
105K 8.4K 43
Camila Cabello era una chica romántica, de las que creían en los cuentos de hadas. Ella creyó haber encontrado a su príncipe azul, Noah, pero lamenta...