Fireproof - One Direction
-Así que ¿Qué te trae por Londres, Helena?-pregunto intentando sacar algún tema de conversación, aunque no creo que se encuentre muy dispuesta a hablar después de lo sucedido.
-Thomas, te aconsejo que no intentes conversar conmigo ahora o intentar reírte porque me has sacado de mis casillas.-responde tajante.
-Como mandes, que tengas un buen día entonces.- a ser borde y usar el sarcasmo no me gana nadie, ¡es la cualidad británica más famosa!
-Dios...lo siento, siento estar tan cortante.-al oírle instantáneamente sonrío en mi interior. Siempre me salgo con la mía.
-Don't worry, be happy.-canturreo para provocarle
-Por si no te lo han dicho hoy, eres un completo idiota.-responde cruzándose de brazos y dirigiéndome una mirada que podría echar fuego y matarme en segundos.
-Eh, venga yo también lo siento. Aunque tienes que admitir que ha sido algo divertido.
-Uy si, es realmente entretenido rebozarme en la hierba y luego tirarme a un agua que parece tierra.-
-Por lo menos aquí tenemos agua de sobra y la sequía no es un problema.-
Touché. Me doy una palmadita en la espalda interiormente, aguantando la risa.
-¿Sabes qué? Realmente eres la definición de idiota
-Y tú de infantil
-Thomas...
-Helena
-Creo que a este paso acabaré matándote
-Mientras que no sea de forma dolorosa me vale, hay muchas formas de matar a alguien.-contesto dejándole un guiño que permite notar el doble sentido.
-¿Estás intentado ligar conmigo?-dije en tono superior, casi jocoso.
-Quizás, quién sabe. Aunque eso no le haría mucha gracia a mi novia Danielle.-pronuncio para que se calle.
Silencio.
-Vale me he pasado.-reconozco con una leve risa
-Pues sí, ya van tres.
-¿Tres?
-Sí, tres veces que tú ganas el argumento
-Oh que bonito, no sé si sentirme halagado por qué cuentes las veces que tú misma te dejas al descubierto.
-Te juro que...
-Jurar es algo muy serio eh.-le interrumpo
-¿Quién es que no tiene modales ahora? No se interrumpe a una persona cuando habla, Don educado.-
-Sí, cuando lo que dice o va a decir carece de sentido.-esto es realmente divertido
-¿Sabes? Iba a ofrecerte una ducha en el hotel que estoy para que no te vayas todo sucio por ahí, pero me abstengo.-dice finalmente derrotada
Internamente se me enciende una bombilla y quiero casarme con mi cerebro por tales ideas.
-Vale, retiro todo lo dicho. Empecemos de cero. Hola ¿Qué tal?, soy Thomas, ¿y tú?-respondo extendiéndole una mano, tendiéndole mi trampa
-Helena, encan... ¡tada! ¡Pero qué haces!-
En esos microsegundos en los que me tomó la mano, yo tiré de ella para subirla encima de mí, colocando mis manos en sus caderas
-Mucho mejor.-dije cerrando los ojos
-¿No sé supone que tienes pareja? ¿Qué haces entonces?
-La tengo y también tengo la impresión de que me está dando unos cuernos más grandes que los de un toro así que más da.-contesto sin mas
-Oh vaya...lo siento.-
-No te preocupes, de todas maneras yo tampoco le estaba viendo futuro. Imagina, hoy técnicamente hacemos un año y mira lo que estoy haciendo.-
-Vaya, parece como si hablaras de una amistad en vez de un noviazgo, ¿no le amas?
-¿Amar? Que va, ni de lejos. Solo he amado a alguien y no salió bien, principalmente porque no podíamos estar juntos.
Helena guarda silencio por que supongo que no sabrá que decir y con algo de cuidado deja descansar su cabeza en mi pecho. Me estará tomando por alguien con un trastorno ante tales cambios de comportamiento y este derroche de confianza repentino, pero es que simplemente necesito contárselo a alguien por que estoy dolido. Jamás tuve suerte en el juego del amor y estoy algo cansado de salir siempre tocado y encontrarme a mis ex parejas tan tranquilas, caminando de la mano con otro tío a la semana de dejarlo. Era muy chocante la verdad. Siempre se dice que las mujeres son las que peor lo pasan, pero cuando te implicas en una relación es indiferente que seas hombre o mujer, por que sufrir, sufrirás de una manera u otra, pero sufrirás.
En este tiempo en que las primeras cavilaciones se estaban abriendo paso por mi mente, ella, con una tranquilidad que parecía impropia de dos personas que apenas se acababan de conocer, se había tomado la libertad de peinar con sus dedos mi pelo, un toque el cual me resultaba bastante relajante y que se sentía realmente bien.
-¿Estás mejor?-cuestiona
-¿Por qué lo dices?
-Debido a que te he notado algo tenso, y supongo que se deberá a esta pequeña crisis que estás pasando actualmente con... ¿Danielle?
-Sí, es Danielle.-sonrío ante su memoria, ya que tan solo he pronunciado su nombre una vez y lo recuerda.
Abro los ojos lentamente para no cegarme por completo por la luz repentina, y me parece haber despertado en otro mundo.
¿Cómo algo tan extraño se siente tan común, normal, correcto?
Sus ojos me observaban curiosos desde el silencio que sus palabras guardaban, ante la opulencia de tener que llenar ese vacío que era de todo menos incómodo. Nuestras caras estaban a unos pocos centímetros y sin embargo ninguno de los dos se inmutaba o se revolvía molesto; parecía como si fuera algo que hiciéramos habitualmente.
¿Me estaría volviendo loco?
La fiebre que he pasado estos días anteriores me ha afectado demasiado.
Desconozco el tiempo que llevábamos aguantándonos la mirada sin preocupación ni prisa alguna por apartarla, y siendo sinceros me daba igual si me pasaba así horas.
Tenía unos ojos bonitos. Un pardo curioso y juguetón, en los que podías ver trazos azules grisáceos y verdes caquis como si de un cuadro se tratase, se mezclaban creando un color que me traía infinitos recuerdos.
Un par de neuronas comienzan a retomar antiguas conexiones y en mi mente se monta una película dramática digna de Hollywood. Quiero reírme ante tal idiotez pero estoy inmóvil bajo su mirada atenta.
-Creo que deberíamos irnos, empiezo a tener hambre
-¿Así que dejas que vaya a tu habitación a ducharme?
-Bueno visto lo visto y como llevas el día, haré como que todo lo anterior hasta ahora no ha pasado.-sonrió e instantes después se levantó de mi regazo, esta vez tendiéndome la mano para ponerme en pie, la cual tomé gustoso y se lo agradecí.
Caminamos en una carencia de palabras que paso por invisible gracias al bullicio de la ciudad. No se esperaba menos de una ciudad con diez millones de habitantes.
Seguía sus pasos intranquilos de los cuales desconocía el por qué hasta que llegamos al lugar en el que se hospedaba.
-¿Estás en este hotel?-
-Sí, ¿Por qué lo dices?
-Por qué...
-¡Thomas maldito cabrón anda que avisas! ¡Llevo semanas sin saber de ti!-pronunciaron antes de poder responder a la pregunta de Helena
-Louis, podrías ser algo más fino al hablar, te recuerdo que trabajas en uno de los mejores lugares de la ciudad.-contesté girándome hacia donde procedía aquella irritante pero tan amigable voz.
-Para que, me van a pagar igual.-dijo riéndose mientras llegaba hasta donde nos encontrábamos y colocaba una mano en mi hombro, para retirarla al instante al ver la suciedad que desprendía mi camiseta.- ¿Dónde lo habéis estado haciendo, en una pocilga?-dijo con cara de repugnancia, mientras sacaba un pañuelo de tela de su bolsillo y se limpiaba con él las manos. Helena tan solo pudo romper en carcajadas ante la situación tan extraña.
-Louis...-pronuncié incómodo ante la pregunta.
-Espera no me digas, ¿aun sigues con ella verdad?-asentí y suspiró resignado, girándose hacia Helena.- a este paso voy a poder colgarme de sus cuernos.-le dijo, provocando una leve risa en ella.- y bueno dime, ¿Qué te trae por aquí?-
-Ella, que actualmente es clienta tuya, por eso te dije que guardaras las formas, idiota.-recalqué.
-Bueno ya no hay remedio supongo, ¿Verdad...?-dejó la cuestión al aire al desconocer su nombre.
-Helena, se llama Helena, y si no te importa, vamos a quitarnos esta porquería de encima antes de que le ensuciemos más el vestíbulo a tu querido padre.-dije con cierto matiz divertido, ya que Louis odiaba que le recordara que aun no era independiente.
-Si ríete maldito jodido... y a ver cuando te invitas a algo y nos ponemos al día como marujas.-
-¿Te hace mañana en Dannys? , también le tengo un poco olvidado.-reconocí algo avergonzado
-¿En serio? Lleva días preguntándome por ti, está como loco por verte. Me parece bien, ya es hora de tengamos una de nuestros encuentros. Y si cabrón te hablo de esos en los que nos ponemos borrachos como cubas y Danny nos acaba cargando hasta su loft, siempre me pregunto como lo hace...-susurró esto último.-bueno os dejo que os retocéis en la ducha juntitos, si queréis alguien más solo tenéis que llamarme.-finalizó dejando uno de sus característicos guiños.
-¡Louis!-gritó esta vez Helena al tiempo que se reía de vergüenza.
Después de aquella curiosa conversación, subimos a su habitación y nos aseamos, obviamente por turnos. Si bien había entendido a gritos debido al agua que caía intensa de la pera de la ducha, Helena había mandado mi ropa al servicio de lavandería y le habían dicho que en una hora estaría lista, lo que suponía que durante una hora me encontraría semidesnudo frente a una desconocía. Todo menos lo que tenía planeado para este día.
-Que...excepcional es tu amigo Louis.-comentó
-Sí, es un tipo ciertamente curioso.-sonreí inconscientemente ante el recuerdo del encuentro.- uno de mis dos mejores amigos.
-Y el otro es Danny, ¿cierto?-mas que preguntar afirmó
-¿Acaso me espiabas?
-No, solo que cuando un bar o pub tiene un nombre de persona, y habláis de ello como si lo fuera, doy por hecho que el nombre se debe a alguien en concreto.
-Buena conclusión.-asentí reacomodándome en la silla.
Estábamos en el balcón de la estancia, que daba al maldito lugar que me había pringado mi ropa. Estaba comenzando a cogerle cierto odio tan solo por ello.
Nos sumimos en un silencio pensativo y cómodo de dos personas que se conocen de toda la vida. Helena me observaba con la curiosidad camuflada en los ojos y las palabras guardadas en la recámara de la pistola, a punto de ser disparadas, como si las escogiese con cuidado por última vez.
-Y Thomas...háblame sobre ti, si no es mucho pedir.-pronunció con pies de plomo
-Visto que tenemos un buen rato, haré un pequeño resumen. Mi nombre completo es Thomas William Jones. Nací en Essex, una ciudad a un par de kilómetros de aquí. Viví parte de mi infancia en Londres, y otra en España por motivos de trabajo de mi padre. Mis padres se divorciaron aunque ambos tienen pareja ahora actualmente. Tengo una hermana mayor, llamada Victoria. Cuando acabé mis estudios preuniversitarios volví a Inglaterra e hice mi carrera aquí. Y soy arquitecto. Creo que no hay mucho más que decir.-finalicé encogiéndome de hombros, restándole importancia al asunto.
Helena se removió de forma discreta en su silla, dejando notar que algo le incomodaba y apartando por primera vez en todo el rato su mirada de mí.
-¿Ocurre algo?
-No, no, nada, tan solo me molesta algo la cabeza.-pronunció cerrando los ojos y frunciendo el ceño con gesto de dolor reflejado en una mueca con los labios cerrados.
-Ya lo veo, espero que sea leve.-contesté siguiendo el protocolo. Toda la química que brotaba en el aire había desaparecido instantáneamente.-voy a ver si hay algo en el mini bar, una bebida dulce o algo que te pueda mejorar eso.
-Claro, claro, gracias.-agradeció con una mano en el rostro y girada hacia la izquierda, dándome algo la espalda.
Señor. ¿Qué diantres había ocurrido?
Para mi buena o mala suerte, no sabía cual, al llegar al mini bar golpearon la puerta de la habitación y supuse que debía ser mi ropa. Agradecí al botones su servicio y me vestí con tranquilidad en la habitación ya que daba por hecho que ella no iba a entrar, creo que iba a rehusar cualquier contacto verbal o físico conmigo, podía notarse a kilómetros de distancia.
Una vez que me vestí, dejé la toalla en el cesto de la ropa sucia y tomé una de las bebidas del mini bar. Luego busqué algún papel y bolígrafo para escribirle una nota.
Me acerqué con sigilo y pude ver como estaba llorando. Me quedé parado en la ventana sin saber bien que hacer, y acabé por ceñirme a lo que había pensado. Dejé la bebida y la nota en la mesa y con un suave y leve ''see you later'' desaparecí como alma que lleva el diablo de aquella habitación.
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Hi honey ¿cómo habéis estado? Espero que hayáis tenido una buena semana.
Bien bien, ya vemos como se van asentando las mentes y quizás algo de drama empiece a filtrarse.
Les puse Fireproof de One Direction por que es una de las canciones que considero BSO de esta historia.
Quiero dejar claro que aquí todo va a ocurrir muy rápido. En el sentido de que no van a guardarse hasta el altar. Cuando Thomas recuerde que es ella, dará un giro de 360º a su forma de comportarse, y eso ocurrirá en breve para que puedan transcurrir las siguientes cosas.
Espero que os esté gustando. CVC - Comenta, vota y comparte. Sobretodo esto último. Es realmente difícil que hoy en día alguien lea algo que no sea una fanfic, por lo que prácticamente nadie se interesa por esta historia, lo que me desmotiva mucho; compartirla con todo aquel/aquella que le guste leer, por favor. También espero que alguien más se anime a comentar, ¡Que no muerdo!
All the love as always, María del Mar x
Pd: Cuestión cinco, ¿que les gustaría hacer en su futuro?
Yo amaría poder vivir de la escritura pero mucho me temo que no :'(