-¿Lista? -preguntó Lauren mirando a una apurada Camila, mientras acariciaba suavemente su espalda.
Una vez Lauren había hecho a su novia entrar en razón, la chica más pequeña no quiso esperar más para abrir aquella carta, así que volvieron a conducir hasta la casa de los Cabello. Como el padre de Camila estaba ocupado en casa en aquel momento, y como, además, no quería que Lauren se volviera a encontrar con Nick, dejó a la chica de ojos verdes esperando en el coche mientras ella subía rápidamente las escaleras de su casa para coger el sobre que contenía el destino de su futuro.
-Creo que no puedo hacerlo -dijo Camila después de un momento, acariciando con la yema de sus dedos el enorme sobre blanco.
-Camz, sí puedes -asintió Lauren agachando un poco su rostro para encontrarse con la mirada de Camila.
-Pero... ¿y si no me aceptan, Lauren? -preguntó con una expresión en la que cualquiera podría haber leído su preocupación.
-Ya te dije que no te querré menos si eso pasa -contestó la chica más pálida, en un intento de parecer más segura que la otra. -Pero estoy segura de que cuatro jueces y expertos en arte sabrán valorar el diamante que eres, Camz. No importa que te pusieras nerviosa, no te equivocaste de acordes, ni te quedaste en blanco en mitad de tu pequeña coreografía, ¿verdad?
Camila le dio la razón a Lauren sin pronunciar ni una sola palabra y sin mirarla. Se quedó mirando el sobre durante unos segundos más, tensa e inquieta, con una pierna saltando en el suelo y unas manos colocadas sobre el papel increíblemente temblorosas.
-Hazlo tú -pidió Camila.
Lauren suspiró y frunció el ceño, dejando ver su desacuerdo ante las petición de Camila; ni si quiera sabía cómo podría decirle a su novia que no la habían aceptado, que su sueño no se cumpliría. No ese año, al menos.
-Por favor -suplicó la chica más baja, en un hilo de voz.
-No, Camz -contestó Lauren tratando de parecer firme, aunque notó que su voz comenzaba a temblar también. -No puedo hacer esto por ti, abrir las correspondecias de otra persona es delito.
-No si la otra persona es tu novia y sufre una taquicardia enorme porque no es capaz de mantener el sobre en sus manos -dijo dejando caer el sobre en el salpicadero del coche. -Es como si me quemara.
Lauren apretó su mandíbula y miró a Camila de forma desaprobadora. Luego dejó estiró su brazo por delante del cuerpo de Camila, que se había abrochado el cinturón, aunque sabía que no saldrían del aparcamiento. Agarró el sobre con sus manos y le dio la vuelta un par de veces, para ver la inscripción de "Karla Camila Cabello Estrabao" . Apretó sus labios y se abanicó con el propio sobre, esperando que un hilo de valentía le diera la convinción que necesitaba para arrancar el sello rojo que unía la boca con el cuerpo del sobre.
-¿Saben tus padres que te ha llegado la carta? -preguntó Lauren, tratando de hacer tiempo.
-No -contestó Camila sacudiendo la cabeza.
-Deberías habérselo dicho -advirtió Lauren mirando el sobre. -Seguro que ellos te hubieran ayudado mejor que yo.
-Nadie me ayuda mejor que tú -dijo Camila acercándose a Lauren y besando su mejilla.
Ahí fue donde Lauren encontró la valentía y la fuerza que necesitaba. Sentir los labios de Camila sobre cualquier parte de su cuerpo se había convertido en un transplante de coraje, algo que sólamente ella era capaz de conseguir. Algo que nadie antes había sido capaz de hacer.
Lauren llenó sus pulmones hasta que no cupo más aire y luego lo soltó todo de una vez. Miró a su novia y le devolvió el beso, esta vez en la comisura derecha de sus labios.
-Allá vamos -dijo Lauren.
Verdaderamente el sobre quemaba, no podría sostenerlo mucho más tiempo en la mano, así que arrancó el sello con fuerza, pero lo colocó en la mano de Camila, que lo agarró sin hacer caso a lo que hacía, ya que estaba ensimismada mirando las manos de Lauren abrir aquella carta.
Lauren sacó el pergamino doblado del sobre y lo abrió lenta y delicadamente, notando como sus dedos temblaban y como el sentimiento de culpa que sentiría si Camila no era aceptada era cada cez mayor.
-No puedo mirar -dijo Camila dándose la vuelta en el asiento. -¿Qué pone? ¡¿Qué pone?! ¡¡Lauren!!
Lauren leyó la carta saltándose la mitad de las frases, sólo buscando las palabras más claves, que le dijeran si Camila había sido o no aceptada en la Universidad. Con la boca y los ojos entrecerrados, Lauren buscó una respuesta en la carta que le sirviera como para saciar su ansia y el de su novia.
-Bienvenida a bordo, señorita Cabello. Será un placer tenerla entre nosotros -leyó Lauren con una amplia sonrisa la última frase de la carta.
-¿¡QUÉ!? -exclamó Camila dándose la vuelta bruscamente y dañandose su costado con el cinturón que estaba abrochado.
Rápidamente se quitó el cinturón y, como un cachorro que quería salir de un coche en marcha, se colocó a horcajadas encima de Lauren y le arrebató la carta de las manos.
"Estimada señorita Cabello, es un placer anunciarle que ha sido admitida en la Universidad de Artes Escénicas del Norte de Florida, gracias a su magnífica actuación del 28 de junio. Le escribe personalmente Patrick Helson, director de la escuela y complacido de tener a una talentosa alumna con nosotros el año que viene. Supongo que la avisaron de que las audiciones eran grabadas por si alguno de los altos cargos de la escuela decide aportar su opinión con alguno de los alumnos. Personalmente, hacía años que no me interesaba en estas audiciones, pero este año fue diferente. Por motivos personales, me dediqué a ver alguna que otra audición sentado en mi despacho y quedé fascinado ante su voz, señorita Cabello. Por eso, me enorgullece invitarla a la ceremonia de iniciación, en la que cada año, un pre-alumno universitario de nuestra escuela ilumina a los demás con sus estupendas dotes de artistas. Este año me he tomado la libertad de escogerla a usted, ¿qué me dice? La ceremonia tendrá lugar el día 3 de julio.
Enhorabuena y bienvenida a bordo, señorita Cabello. Será un placer tenerla entre nosotros el próximo curso"
-¡¡Lauren!! ¿¡Lo has leído!? ¿Lo has leído, Lauren? -preguntaba la chica saltando encima de las piernas de su novia ansiosamente.
-No, no, no -decía Lauren tratando de parar a Camila, poniendo las manos en sus caderas. -¿Qué pone?
-Mira -dijo Camila señalando el papel. -Lee aquí.
-Me enorgullece invitarla a la ceremonia de iniciación, en la que cada año, un pre-alumno universitario de nuestra escuela ilumina a los demás con sus estupendas dotes de artistas. Este año me he tomado la libertad de escogerla a usted -leyó Lauren sintiendo la atenta y entusiasmada mirada de Camila. -¡Camz! ¡Esto es genial!
-¡Lo es, Lauren! -gritó la chica emocionada.
-¿Cuándo será? Tienes que prepararte una buena actuación -dijo Lauren buscando una fecha en la carta.
-El 2 de julio.
-El... ¿El dos? -preguntó Lauren frunciendo el ceño. -Pero ese día es la semifinal del campeonato, Camz. Tú has sido nuestro talismán en los últimos partidos.
El entusiasmo de la más pequeña fue durmiéndose y Lauren lo noto al ver cómo Camila se encorvaba encima suya y fruncía el ceño preocupada.
-¿Sabes qué? -volvió a hablar Lauren, acariciando la barbilla de su novia. -No te preocupes por eso, encontraremos la manera de que todo salga bien, siempre lo hacemos.
-Pero Lauren -comenzó a hablar Camila. -Va a ser imposible.
-No, Camz -negó la ojiverde. -No lo será.
-Pero de aquí a la universidad hay casi tres horas de viaje, ¿qué pasa si coinciden los horarios? -preguntó preocupada.
-Entonces me sentiré fatal por no poder estar en tu primera actuación -trató de tranquilizar Lauren, antes de apartar un mechón de pelo de sus labios y besarlos dulcemente.
-Eres la mejor novia del mundo -dijo Camila agarrando ambos lados de la cara de Lauren y así continuando el beso que la otra había comenzado.
De pronto, un par de golpes en el cristal hicieron que Camila saltara de las piernas de Lauren hasta llegar al asiento de copiloto en menos de dos segundos. Al otro lado del cristal, Normani y Dinah reían a carcajadas, mientras Ally trataba de averiguar a que se debía el alboroto.
Camila colocó una mano en su frente, avergonzada, mientras era incapaz de no reír también. Lauren, sacudiendo la cabeza y riendo tan sonrojada como Camila, presionó el botón de la ventanilla del copiloto para poder hablar con las chicas.
-¿Qué hacéis aquí? -preguntó Lauren, riendo aún más viendo cómo Dinah se reía de Camila.
-La pregunta es, ¿qué hacéis vosotras aquí? -preguntó Normani señalando con un dedo adentro del coche, haciendo que Dinah tuviera que poner una mano en su estómago.
-No -dijo Ally. -La pregunta es, ¿qué está pasando? -preguntó asomando los ojos por la ventana.
Lauren, mientras Normani trataba de explicar a Ally por qué se reían, y está se santificaba a la vez que Camila intentaba justificar su comportamiento, envió una mirada de complicidad a Dinah, que le sonrió amistosamente, entendiendo Lauren así que estaba pasando un buen día, después de todo lo de Siope.
-En realidad veníamos a buscaros para dar un paseo -dijo Normani cuando al final fueron capaz de calmar su ataque de risa. -Sabíamos que os encontraríamos por aquí.
-Pues nos habéis encontrado por casualidad -confesó Lauren. -Estábamos en la playa.
-¿En la playa? -preguntó Dinah divertida. -¿Y no habéis tenido suficiente?
Normani volvió a soltar una carcajada audible en toda la noche.
-¡Dinah! -exclamó Camila.
Lauren también rió ante la incomodidad de su novia, pero nadie se dio cuenta.
-¿Y por qué habéis vuelto de la playa? ¿No es cómoda la arena, Mila? -volvió a hablar Dinah, tratando de avergonzar un poco más a su amiga.
-En realidad -comenzó a decir Lauren estirándose para alcanzar la carta, y así eliminar aquella conversación, -vinimos para abrir esto.
Dinah alcanzó el papel ya desdoblado y comenzó a leerlo junto a Normani, y una curiosa Ally saltarina que trataba de ponerse a la altura de las otras dos chicas para enterarse de algo.
-¿Qué es? ¿Qué pasa? -preguntaba la más pequeña.
-¡¡Mila!! -gritó Dinah, abriendo la puerta del asiento de la latina. -¡¡Esto es genial!! ¡¡Lo que tú siempre has querido!!
Camila salió del coche para abrazar a las chicas y, mientras, notó cómo en su bolsillo vibraba su teléfono móvil. "Taylor"
-Dime, Tay -respondió Lauren a la llamada.
-¿Lauren? ¿Crees que puedes venir a casa pronto? -preguntó en un tono que incomodó a Lauren.
-¿Está todo bien? -preguntó Lauren moviéndose inquieta en su asiento.
-Tú sólo -dijo su hermana y se pausó un par de segundos. -Ven, Lauren.
-¿Pero qué ocurre, Tay? -preguntaba Lauren muy preocupada, tapando uno de sus oídos para poder escuchar mejor a su hermana. -¿Están bien papá y mamá? ¿Chris?
Las chicas dejaron de hablar para centrarse en la conversación de Lauren por teléfono, que parecía ser importante. Las tres chicas miraron a través de la puerta a una Lauren con el corazón a mil por hora. Camila volvió a entrar a coche, con el ceño fruncido y casi tan nerviosa de Lauren.
-Tay, Taylor -llamó Lauren, dándose cuenta de que Taylor estaba prestando atención a otra cosa al otro lado del teléfono. -Sólo dime qué ocurre, no puedo conducir en este estado.
Camila preguntó en mitad de un susurro qué era lo que estaba ocurriendo, pero Lauren levantó su mano para que esperara, porque igualmente, tampoco tenía una respuesta.
-No pasa nada, Lauren -dijo Taylor con un tono severo. -Tú sólo ven a casa cuanto antes, ¿de acuerdo?
-De acuerdo -aceptó Lauren. -Pero quiero que sepas que si tengo un accidente ahora, será tu culpa.
-El caso es que vas a matarte de alguna manera u otra, Lauren -atacó Taylor increíblemente fría.
-¿Qué? -preguntó Lauren, que notó cómo su corazón se paraba.
Pero no hubo respuesta, Taylor ya había colgado, dejando a Lauren en un estado de inquietud mayor que el que ya tenía.
-¿Ha pasado algo? -musitó Camila, sacando a Lauren del pequeño trance que sufría mirando el volante, con el teléfono cayendo lentamente de su oreja.
-No -contestó Lauren, notando la atenta mirada de las otras tres chicas fuera del coche. -Pero tengo que irme ahora; Taylor quiere que la ayude en algo, no quiso decirme en qué.
-¿Quieres que te acompañe? -preguntó Camila acariciando el brazo de su novia.
-No cielo -Lauren disimuló tratando de disimular. -Quédate con las chicas, así evito que Taylor se sienta incómoda; si no ha querido contármelo por teléfono supongo que sólo quiere que esté yo delante. Te contaré mañana, ¿de acuerdo? -concluyó Lauren besando la frente de Camila.
-Está bien... -susurró Camila. -Entonces te veo mañana.
-Genial -dijo Lauren. -Te quiero.
-Yo también te quiero -dijo dulcemente Camila, acercándose a los labios de Lauren y quedándose ahí unos segundos.
-¡¡Hola!! -gritó Dinah. -Las solteras nos sentimos como la mierda aquí.
-¿Solteras? -preguntó Camila confundida, separándose bruscamente de los labios de Lauren, pero dejando en su cuello la mano que había colocado ahí; como si aquello significara que beso no había concluido.
-Oh, sí -sonrió Dinah, pero Lauren pudo ver de nuevo aquellos ojos que había visto horas antes. -¿Sales y te cuento?
Camila volvió a darse la vuelta hacia su novia y la besó, esta vez, casta y rápidamente.
-Mañana nos vemos, ¿sí?
-Te amo -susurró Lauren a los labios de Camila.
-Te amo también -musitó Camila rozando los labios de Lauren, justo antes de dejar el último beso y salir del coche.
-Por cierto chicas, -comenzó a decir Lauren una vez las puertas del coche se habían cerrado. -Nick Jonas está en la casa de los Cabello.
Lauren escuchó los gritos de Normani y Ally atravesar los cristales del coche y una mirada asesina de Camila que pronto se convirtió en la sonrisa más bonita que había visto en toda su vida.
Los motores del coche se encendieron cuando Lauren giró la llave, después de mirar a Camila un momento más y dar gracias a todos los dioses por todo lo que había pasado aquel día. El 4x4 desapareció de aquella calle oscura rápidamente, rumbo a la casa de los Jauregui, con una conductora un poco inquieta.
¿Qué podía haber encontrado Taylor tan perturbador?
HOLAAAAAAA, chicos, lo siento muchísimo, de verdad. Sé que más de uno me ha pedido que actualice mis historias más rápido y de verdad que prometo esforzarme más, he estado de vacaciones y ya estoy de vuelta, así que no tengo más excusas.
Y atención!!!!!: estoy escribiendo un fic con la increíble @LeslieVillarGomez, ya saben, completamente dramático. El primer capítulo está ya disponible, así que si quieren pueden pasarse a echar un vistazo.
Y nada más, que lo siento una vez más y que trataré actualizar más rápido a partir de ahora.
Los quiere, Lu♥