Miro por última vez el camino, algo no andaba bien, obviando el hecho de que ella no lo estaba y probablemente sus sentidos estaban alterados podría estar jugando en su contra, pero había algo distinto, pocas o prácticamente nulas eran las veces que su instinto fallaba, esta no sería una de ellas.
La mañana y tarde se fueron esfumando exageradamente rápido, lo que creyó seria un día maravilloso, se convirtió en una constante competencia de como arruinarse más con cada hora que pasaba, para coronar semejante desastre ahora debía patrullar, no era necesariamente malo, pero luego de tanto solo quería apoyar su cabeza en la almohada y si era posible dormir de aquí hasta su próxima vida. Esa noche fue inusualmente fría, seguramente eso explicaba el no ver a muchas personas moviéndose desde temprano - pero eso no era importante - prosiguió su camino como de costumbre, patrullar y vigilar que nada saliera de lo ordinario o peor que se convirtiera en una amenaza, era la tarea que le tocaba cuando no había algo más importante que delegar, bueno eso le había dicho, no era como si llevara demasiado tiempo vistiendo la armadura para confirmarlo, aunque siendo aspirante una que otra vez tambien se le ordenó hacerlo, se rio de si misma un momento, aquello no tenia mucha comparación si lo pensaba, cargaba con una responsabilidad mucho mayor.
Un leve ruido, mínimo, casi imperceptible, la alerto, aun así, no vio nada ni a nadie al rededor, ¿quizás un pequeño animal? No estaba muy convencida. Se encontraba completamente sola en ese momento, en un campo abierto, era un objetivo exageradamente sencillo para cualquiera y lo sabia, pero no se movería, no hasta estar segura de que eso que sintió no fue más que un animal correteando o el viento molestando.
Sin sentirlo, sin poder preveer lo que ocurria, una ráfaga de viento envolvió todo su campo de visión, levandan polvo y rocas en el proceso.
- No pensé que fueras tan masoquista como para estar esperando que apareciera...creí que eras más lista o tal vez ¿estabas ansiosa por verme? - una voz burlona y jactanciosa alerto sus tímpanos, no lo vio enseguida pero sabia perfectamente quien era, lo cual no dejaba de ser una maldita mierda que agregar a su día.
cuando el polvo se disipó pudo verlo, a poco más de 4 u 5 centímetros de su rostro, amenazante, soberbio y arrogante, no podía encontrar otras palabras para describir a semejante lunático, no dijo nada, las palabras no salían de su boca, realmente estaba anonadada, esperaba de todo hoy, menos a él, a cualquiera pero realmente, NO A ÉL, aun no se recuperaba del shock de su último encuentro y verlo solo fecundaba en ella confusión.
- ¿No dirás nada? - Bien, debía empezar a controlar mejor su impulsividad, era uno de los muchos pensamientos que lo rodeaban en ese momento, por fin estaba ahí, con ella, con la escusa más estúpida que jamas se le pudo ocurrir pero escusa al fin y al cabo, era alguien confiado, imperturbable en la gran mayoría de las ocasiones, quería mantener esa fachada, pero con ella se le dificultaba demasiado manter la compostura, más aun cuando ella parecía no inmutarse siquiera.
- ¿Debo decir algo? - No se esperaba aquella respuesta, ni ella ni el. Miro a sus costados, no veía a más espectros, no sentía cosmos amenazantes, incluso, el susodicho frente a ella se sentía calmado, aun cuando su apariencia no lo representara.
- Si buscas a mis subordinados pierdes el tiempo - le aclaró - solo he venido yo.
- ¿No crees que es muy pretencioso el pensar que puedes contra el ejército de Athena tu solo? - pregunto con gracia, realmente odiaba esa estupida y exagerada confianza.
- No es pelea lo que busco realmente...- le confesó - es a ti. - Explicar a detalle no era su fuerte, prefirió ir al punto de una vez, tenerla frente a él era todo lo que necesitaba, era su pequeño capricho, su joven obsesión y quería que esa mujer lo tuviera claro.- Sabes creo haberlo dicho aquel día - deslizo con inesperada suavidad sus dedos por el cabello de la azabache, su voz era lenta, pausada, enfatizaba cada palabra.- Eres mi nuevo deseo, mi fantasía culposa, no espero que lo entiendas pero soy una persona muy obsesiva y desgraciadamente para ti ... eres el objeto de esa obsesión.
- Bien bien alto ahí - sujeto con fuerza la mano que acariciaba sus cabellos, apartándola con brusquedad - No se que este pasando por tu cabeza, no me importaba, ni me interesa, ni quiero saber alguna vez nada de ello, ¿Estas mal de la cabeza?.
- Probablemente...- la interrumpió, no había otra explicación para que estuviera en ese lugar si no lo estaba.
Otra vez, sin palabras, solo pudo mirarlo intento de alguna manera comprenderlo, por su parte el espectro no era muy ajeno a lo estaba experimentado la chica enfrente de él, quería que hablara, quería su rechazo o aprobación, lo que fuera estaba bien, mientras no se quedara en silencio, no lo soportaba, solo le daba el espacio para replantearse una y otra vez que lo que estaba haciendo era lo más estúpido de su vida, efectivamente tal vez lo era, una decisión impulsiva y guiada por su lado más pasional. Si, aun que fuera poco creíble lo tenía, para hacer lo que hacia debía tener realmente pasión si no quería volverse loco, aun que hoy por hoy no podía decir a ciencia cierta que no lo estaba, curioso.
- No te entiendo...- articulo finalmente - No puedo comprenderte aun cuando más lo intento...- ladio su cabeza suavidad, aun estaban bastante cerca uno del otro, aun con ello ninguno intento separarse o acercarse más.
- No quiero ni te pido que lo hagas...- se río nerviosamente - solo... que lo sepas.
- ¿Y que cambiaría con eso? Odiarte no es solo por que seas mi enemigo - su voz era mordaz, como una serpiente soltando su veneno, estaba arta de sentirse vulnerable e incapaz, estaba cansada y con un gran peso dentro suyo, aun cuando carecía de sentido cualquier tipo de rencor, no era fácil para ella olvidar, más ahora - y lo sabes, sabes lo que hiciste ...
- Nunca me he arrepentido de nada, no comenzare ahora...- su semblante se endureció un poco, no pediría disculpas o algo parecido, no quería crear esa falsa sensación de seguridad entre ella y él, pero ¿que era realmente lo que quería?
- Entonces que haces aquí exactamente, dices que no esperas nada de mi, entonces ¿que viene a buscar?
- No vine a buscar nada, si no a entregar algo.
De algún lugar de su armadura saco un modesto paquete envuelto en tela, o al menos eso parecía. En su mente se cruzaron miles de posibles respuestas en solo un par de segundo, pero ninguna era posible o lo suficientemente cuerda para confirmarlo, el la extendio hacia ella, con una socarrona sonrisa plasmada en su rostro, por un momento le dio un aire infantil, como de un niño que espera las felicitaciones de su madre por hacer sus deberes, era peculiar por decirlo menos.
- Dejaste algo la última vez que nos vimos... - aclaro en un tono suave y pasivo, algo que jamas se hubiera imaginado que pudiera salir de su boca - sere sincero, no es la mejor escusa para verte pero era la única que se me ocurrió, espero sea suficiente y puedas apaciguar esas ganas de matarme.
- viniste hasta aquí... hasta Grecia, en plena Guerra solo para entregar mi mascara - Decirlo en voz alta no lo hacia más lógico.
- La verdad, hubiera venido a verte aun sin ella pero la considere una buena forma de comenzar un conversación - le explicaba.
- Estas loco - solto sin ella querer - no hay forma ...lógica de que alguien en su sano juicio haga eso, incluso alguien que no esté en nuestra situación...es ridículo - no entendía, no podía entender que alguien hiciera algo tan estúpido solo para ver a otra persona.
- oh mierda ¡lo tengo claro! ¡Estoy muy loco! - vocifero con exasperación, ella si que era una maestra en cuanto ha acabar con la paciencia ajena se trataba, nada parecía querer resultarle en ese momento, habría que usar el plan B, la verdad era su favorito, la tomo de los hombros con firmeza, tomándola desprevenida, acercando peligrosamente aun más sus cuerpos, le tomo solo un segundo decidir si seria adecuado el hacer lo que estaba apunto de ejecutar. - ¿pero sabes que? Adoro estarlo, si no lo estuviera tal vez no haría esto. - tiro de su máscara con celeridad y sin vacilación unió sus labios en un necesitado y pasional beso.
No se movió, no correspondió, era como una puerta que intentaban forzar para abrir pero era muy terca para ceder, no sintió asco, no le causo pavor pero dentro de su razonamiento lo que intentaba hacer ese hombre estaba mal, pero no por ella, Era una sensación nueva, extraña, era completamente diferente al último que el le dio, no era exactamente que lo disfrutara pero ...quería experimentar más.
El albino se separa con calma de ella, estaba decepcionado por decir poco, no esperaba que le correspondiera, pero tampoco que se quedara inmóvil, su orgullo fue levemente herido, agacho su vista al rostro de ella, llevándose una gran sorpresa, con las mejillas suavemente coloradas, sus ojos algo vidriosos y sus labios levemente mordidos tratando de articular palabra, tan vulnerable, tan femenina, tan tierna, algo que jamas pensó presenciar ¿Su beso fue el causante de ello? ¿Debia sentirse feliz o preocupado?
- No...- susurro la joven - No vuelvas hacer eso... - solto apenada, esta situación termino de fundir su cerebro, aun muy joven para entender todo aquello.
-¿Fue tan malo? - se burló.
- ¡No te atrevas a burlarte de mi, tu...!
Lo empujo colérica, lo rojo de su vergüenza se mezclo con el calor de su rabia, la había visto vulnerable, la había visto como jamas nadie tenia permitido verla, él, un enemigo, el que había atentado contra su vida e integridad no solo una vez, si no ya varias, grito frustrada, incapaz de poder afrontar todo aquello, esperando, rogando a los Dioses que todo aquello fuera un mal sueño o que aquel Inbecil se fuera.
Tal vez debió ser menos impulsiva, tal vez solo debió tomarlo con calma y no darle tanta importancia, tal vez no debió comportarse como una adolescente en pleno berrinche, se ahorraría todo lo que vendría a continuación. Antes de que Minos siquiera pudiera intentar arreglar las cosas, explicarse o seguir molestando, resonó en las lejanías un fuerte ruido, el llamado a los caballeros, algo había pasado, no seria nada bueno, en ese momento pudo sentirlo, la explosión de cosmos no muy lejos de donde se encontraba, una pequeña aureola de luz y polvo se pudo ver sobre los riscos que llevaban al Santuario, en ese momento lo supo, solo conocía a alguien capaz de ejecutar ese ataque y dejar un rastro así, cierto duo había regresado al Santuario.
Albafica, su maestro había vuelto.
- Esto tiene que ser una broma...- su rostro parecía desfigurarse lentamente mientras meditaba con agilidad lo ingenua que había sido, era obvio, ella lo sabia, nadie cuerdo haría lo que espectro dijo sin una razón de por medio, pero aun así sintió algo de incomodidad en su pecho.
- Con que puedes hacer ese tipo de expresiones..
- Cierra la boca...- en verdad quería matarlo, tal si era posible estrangularlo. - Eres una maldita cucaracha rastrera, no se que ganabas distrayendome de mis deberes, pero...
- Todo lo que dije antes era verdad - la interrumpió - El ataque era necesario para venir aquí, la idea era que no los descubrieran pero al parecer no fue tan simple, esos imbéciles...- su semblante estaba adornado por la rabia y frustración, como si realmente estuviera molesto, mierda era un buen actor. - No pido que me creas, pero ten en cuenta esto, yo no mentí, en ninguna de las cosas que dije.
La miro por última vez, quería grabar ese rostro de desconcierto en sus pupilas, no sabia cuando sería la próxima vez que tuviera oportunidad de verla, esperaba al menos poder tener algo de ella...pero, era un pensamiento muy codicioso para poder cumplirse, abrió las alas de su sapuri y se esfumo tan rápido como llegó, dejando a la amazona consternada y con una mezcla de culpa y un sentimiento indescifrable para ella.
No supo cuando, no supo como, pero ese sería un paso más dentro de su propia destrucción, por que alguien como ella nunca tendría permitido sentir lo que estaba experimentado.
Ella estaba destinada a Sufrir.
Wenas~ se me había olvidado que era lunes jeje no me odien, me quedo un poco largo el capitulo así que lo dividí en dos, si superamos los votos de la semana pasada subo la segunda parte mañana.
Espero disfrutaran la lectura
Saori-sama