Midnights ✨ || Casi Ángeles

By just4cherry

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Valentina Brescia Wunder regresa al país que la vió nacer sin saber que la magia empezaría a partir de aquél... More

MIDNIGHTS | REPARTO
MIDNIGHTS | PORTADAS
MIDNIGHTS | INTRODUCCIÓN
HOY: ESPERANZA
HOY: CENICIENTA
HOY: REYES MAGOS
HOY: EL RULO VUELVE
HOY: EL ELEFANTITO ROSA
HOY: BAJO OCHO LLAVES
HOY: TUS DESEOS SON ÓRDENES
HOY: RETRATOS DE FAMILIA
HOY: HASTA EL SANTO DESCONFÍA
HOY: EL AMIGO INVISIBLE
HOY: MISIONES
HOY: SIGUE AL CONEJO BLANCO
HOY: HAY UN LUGAR
HOY: REVIVALS
HOY: BAUTISMO
HOY: EN EL NOMBRE DEL PADRE
HOY: EL SENTIDO DE LA VIDA
HOY: DÍGALO CON MÍMICA
HOY: EL BUSCADOR
HOY: PASTORCITO MISTERIOSO
HOY: CARETAS
HOY: FASE II
HOY: EL ESCUDO
HOY: EL REY LEÓN
HOY: DE UNA MANERA O DE OTRA
HOY: COMEDIA ROMÁNTICA
HOY: INCONSCIENTE
HOY: EL MONSTRUO BAJO LA CAMA
HOY: LA RESISTENCIA
HOY: PRUEBA DE AMOR
HOY: NOS VEREMOS OTRA VEZ
HOY: LINDA Y CIELO
HOY: UN DÍA EN LA CASA DE LA ABUELA
HOY: EL TRADUCTOR
HOY: SNOW ON THE BEACH
HOY: TODOS PARA UNO
HOY: DOS
HOY: DE CABEZA
HOY: NO HAY TIEMPO
HOY: EL PLACER DE LOS DIOSES
HOY: EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS
HOY: ROMPECABEZAS
HOY: BAJO MI PIEL
HOY: EL ALMOHADÓN DE PLUMAS
HOY: LA EDAD DE LOS POR QUÉ
HOY: SEIS HORAS ANTES
HOY: PALITOS CHINOS
HOY: LA TELENOVELA
HOY: SALE
HOY: ÁNGELES CAÍDOS
HOY: QUIERO
HOY: ESCALADA
HOY: EUFORIA
HOY: SORPRESA
HOY: ¿QUÉ SOMOS?
HOY: GRACIAS
HOY: MELODY DESENCADENADA
HOY: SUPERAR AL PADRE
HOY: ISLA FLOTANTE
HOY: LA RISA FRANCA
HOY: UNA TEORÍA SOBRE EL TIEMPO
HOY: EL PRESENTE
HOY: SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO
HOY: FUISTE
HOY: EL ESCORPIÓN Y LA RANA
HOY: LA OTRA ORILLA
HOY: OJO DE ÁGUILA
HOY: INVISIBLE STRING
HOY: CHIQUITITA
HOY: FLOGGERS
HOY: DIECISÉIS
HOY: FOTOS DEL FUTURO
HOY: UNA CUESTIÓN DE ESTADO
HOY: NO ESTÉS SOLO EN ESTA LLUVIA: PARTE I
HOY: NO ESTÉS SOLO EN ESTA LLUVIA: PARTE II
HOY: LA COMPETENCIA
HOY: ROCK AND ROLL
HOY: LA MUÑECA DE TRAPO
HOY: JUGATE CONMIGO
HOY: SOLOS Y SOLAS: PARTE I
HOY: SOLOS Y SOLAS: PARTE II
HOY: CARNAVAL
HOY: CHACOTE
HOY: EL BOOMERANG, LA ESPADA Y LA LLAVE
HOY: NO ME FALLES
HOY: CAMBIO CLIMÁTICO
HOY: UN GRAN AMOR
HOY: SIN NOMBRE
HOY: ESTOY CON VOS
HOY: EL PERIODO SAROS
HOY: LOOP
HOY: MASTERMIND
HOY: ¿ALGUNA VEZ VISTE LLOVER EN UN DÍA SOLEADO?
HOY: PADRE E HIJO
HOY: CRISIS DE ANSIEDAD
HOY: CON UNA PEQUEÑA AYUDA DE MIS AMIGOS
HOY: ATRÉVETE
HOY: QUE NADIE SEPA MI SUFRIR
HOY: LA IDENTIDAD DE UN SUPERHÉROE
HOY: NO HAY TAL CRISIS
HOY: EN EL AMOR TODO ES EMPEZAR
HOY: PLANTAR UN ÁRBOL, TENER UN HIJO, ESCRIBIR UN LIBRO
HOY: LA MANZANA DE ORO
HOY: SIN NICO
HOY: EL MAL DE LA ÉPOCA
HOY: A DONDE VAYAS
HOY: PURRETES
HOY: TALK SHOW
HOY: LA VIDA ES MARAVILLOSA CON VOS EN EL MUNDO
HOY: ALGO MUY IMPORTANTE
HOY: EL MAL AGÜERO
HOY: ÁNGELES Y LA FÍSICA CUÁNTICA
HOY: FACTOR DESENCADENANTE
HOY: PALABRAS MÁS, PALABRAS MENOS
HOY: EL OFF
HOY: EL AMATEUR PROFESIONAL
HOY: YO SÉ
HOY: FAMILIA
HOY: CONGA
HOY: SIENTO COMO UNA MUJER
HOY: QUEDATE CONMIGO
HOY: EL ESPEJO: PRIMERA PARTE
HOY: EL ESPEJO: SEGUNDA PARTE
HOY: ¿LOBO ESTÁ?: PRIMERA PARTE
HOY: ¿LOBO ESTÁ?: SEGUNDA PARTE
HOY: HOY PUEDE SER UN GRA DÍA
HOY: LAS SOMBRAS
HOY: EL SENTIDO DE TODAS LAS COSAS: PRIMERA PARTE
HOY: EL SENTIDO DE TODAS LAS COSAS: SEGUNDA PARTE
HOY: ¿DÓNDE ESTÁ EL AMOR?
HOY: COPIADO: PRIMERA PARTE
HOY: COPIADO: SEGUNDA PARTE
HOY: LA BOTELLA ROTA
HOY: EL SONIDO DEL SILENCIO
HOY: LOS SÚPER AMIGOS
HOY: CINCO BODAS Y DOS FUNERALES
HOY: EL ALMA AL CUERPO
HOY: LABYRINTH
HOY: A MI MANERA
HOY: ZARPADO
HOY: SÍ, ACEPTO: PRIMERA PARTE
HOY: SÍ, ACEPTO: SEGUNDA PARTE
HOY: NO HAY NADA MÁS LINDO QUE LA FAMILIA UNIDA: PRIMERA PARTE
HOY: NO HAY NADA MÁS LINDO QUE LA FAMILIA UNIDA: SEGUNDA PARTE
HOY: ESTOY LISTO: PRIMERA PARTE
HOY: ESTOY LISTO: SEGUNDA PARTE
HOY: UN MUNDO AGRADABLE
HOY: BIGGER THAN THE WHOLE SKY: PRIMERA PARTE
HOY: BIGGER THAN THE WHOLE SKY: SEGUNDA PARTE
HOY: MIDNIGHTS
MIDNIGHTS | AGRADECIMIENTOS

HOY: CASI ÁNGELES

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By just4cherry

Un silencio se había formado en el aula. Todos, de alguna forma, nos preguntábamos que iba a pasar cuando el libro se abra. ¿Por qué era importante y necesario hacerlo? Me hacía muchas preguntas en mi cabeza, y estaba a nada de tener las respuestas.

—Ah, bueno...— escuché la voz de Mar —Entonces ponemos las ocho llaves y lo abrimos, ya está.

Cielo negó con una pequeña sonrisa —No, hay que esperar el momento indicado— miró a Nico con su mejor sonrisa —Después de nuestro casamiento.

Nico sonrió y acarició su mejilla.

—¿Por qué después del casamiento?— le pregunté.

Nos miró —Chicos... mañana se van a juntar todos los guardianes a las nueve cero siete de la noche, y van a abrir el libro.

9:07, bien.

—¿Cómo guardianes?— Caridad preguntó —¿Qué contrataron policías para que nos acompañen?

Me quise dar un golpe en la frente mientras que la mirada de todos era de "¿enserio?".

—Ahora, ¿son ocho los guardianes?

—A ver, chicos.. no es que tienen que ser ocho. En Eufamón no es todo como parece— Nico explicó e hizo una pausa casi corta —Dicen que Dios creo el mundo en siete días. El siete es una metáfora. Y el ocho también lo es.

—No son ocho personas..— añadió Cielo —Son los ocho valores de Eudamón— explicó.

—Ahí está. Eso quise decir.

Nico giró y miró en pizarrón donde habían escrito distintas palabras.

Nos miró —Chicos ustedes fueron iniciados con el conocimiento sobre los misterios de Eudamón..— pausó —¿Correcto?

Todos asentimos.

—Y... tuvieron el coraje para enfrentar situaciones difíciles, la sensibilidad— recalcó —Para entender, para comprende la naturaleza propia y la de todos los demás.

Cielo siguió —Tuvieron perseverancia.... fe, en que podían cambiar— miró a todos —Todos, de alguna manera u otra, hicieron un camino de redención y todos se sostienen por el amor de unos a otros. No perdieron nunca la esperanza.

Simón besó mi mejilla y yo le sonreí.

—No son guardianes por ser ocho... sino por tener los ocho valores de Eudamón.

—Mmm— Nacho carraspeó —Perdón, digo, no, y... y... si no quiero ser guardián, ¿qué pasa?

Nico asintió y lo miró —Mm.. me parece que no es algo que se elige. Si no quisieras ser guardián... no hubieras defendido tus dos amigos como lo hiciste ayer.

Thiago y yo le sonreímos a Nacho.

Jamás iba a olvidar que todos, chicos y chicas, nos protegieron a Thiago y a mí como lo hicieron ellos.

—Igualmente nadie está obligado a hacerlo. El que no quiera estar cuando el libro se abra no está y no pasa nada, está todo bien igual— Cielo indicó.

—Cielo..— Thiago llamó —Tic Tac dijo que cuando abrieramos el libro nuestra vida iba a cambiar por completo.

—Sí, sí, eso es verdad— Nico asintió mirándonos a todos —Y van a comprender el sentido de todo.

¿El sentido de qué? ¿Qué era todo?

—Yo... digo, digo no es que arrugue y me de miedo ¿no? Pero... digo, si va a haber un gran cambio...— Nacho dudó —¿Por qué.. no abre el libro Cielo que tiene súper poderes? Es la súper chica, ¿no? O o- o Valentina, que también tiene poderes— me señaló, algo que hizo reír —Puede ir.... no sé, digo, ella nos puede representar a todos, ¿o no?

Volví a reír.

—Ay, gaucho gallina, tiene miedo— Cari se burló.

—No, no— el cachetón negó.

—Gracias por la confianza, eh— le dije.

Nacho levantó ambas manos.

—No, a mí me parece que eso está bien— León los miró —Ojo no es que tenga miedo, pero me parece que está bien, porque ustedes son así, tipo.. así los grosos, los capos, y nosotros, bueno...

—Chicos, eso lo conversamos con Cielo— Nico nos miró —No... no es la mision de Cielo— negó e hizo una pausa breve —Cielo es un ángel. Esto... esto es algo que tienen que hacer ustedes porque son casi ángeles.

Todos sonreímos sin poder evitarlo.

Casi ángeles, eso éramos.

**********

Paseaba de un lado de otro en la sala, con nervios, muchos nervios. No había nada que me calmara y escuchar las risas de Thiago y Simón no ayudaban para nada.

—Mi amor, va a estar todo bien.

—Saimon tiene razón, Valen, basta.

Los miré —¡No puedo estar tranquila! Mis papás... ¿qué dirán? Estoy nerviosa, chicos.

—Bueno, tampoco es como que vayamos a decirles todo todo— Thiago señaló —Solo que vos y yo, eso, que somos hermanos.

Mis papás estaban a punto de llegar al hogar y mis emociones estaban a mil por muchas razones. Una de ellas, era que los vería finalmente después de el susto tremendo que pasé al creer que les pasó algo cuando, en realidad, no fue tan así.

Resulta que la aerolínea perdió sus maletas y ellos, evidentemente, no tenían forma de comunicarse a mi celular. Habían dejado todo en sus maletas por un descuido y tuvieron que viajar hasta Italia para recuperarlas lo cual les tomó tiempo. No fue hasta que tuvieron sus cosas con ellos que llamaron y yo pude calmarme. ¡Había sido realmente horrible la espera! Pero ya no más.

Otra de las razones, y la más fuerte, era que yo iba finalmente a contarles la verdad sobre Thiago y yo porque no quería seguir mintiéndoles con eso. Les quería contar lo que podía y veía correcto, nada de Juan Cruz porque no lo veía necesario ni sobre las habilidades que tenía porque... ¿para qué? Eso era mucho. Si en algún futuro cercano me animaba, lo diría, después de todo, mis papás eran lindos y me sabrían comprender. O por lo menos esperaba eso.

El timbre de la mansión sonó, al mismo tiempo en que Nico y Cielo se acercaban a nosotros. Ellos me ayudarían a hablar con mis papás porque no podía sola. No sabría cómo explicarles sin enredarme.

Cielo me sonrió —¿Estás lista?

—No.

Nico soltó una pequeña risa —Vení acá, chiquita— me abrazó y besó mi cabeza —Va a estar todo bien. Cielo y yo lo tenemos controlado, ¿sí?

Realmente me hacía sentir más segura.

Suspiré —Aquí voy.

Simón dejó un beso en mi frente —Tranquila, va a estar todo bien— me aseguró —Estaré cerca por si necesitás algo, ¿sí?

—¿No quieres quedarte?

Negó —No me corresponde. Igual, estaré por aquí.

Simplemente asentí y él volvió a dejar un beso con dulzura en mi frente antes de alejarse. Respira, va.

El timbre volvió a sonar y Nico me sonrió antes de que Thiago se acercara a abrir la puerta muy lento. Cuando los vi el alma me volvió al cuerpo. Reí con mucha emoción y me lancé a mis papás para darle un abrazo a cada uno. Papá besó mi cabello y noté que mamá sollozaba en mi hombro.

—¡Pero qué grande que estás, princesa!

—¡Grande y hermosa!

Eran tan dramáticos como yo.

—¡Los extrañé demasiado! Me tenían preocupada.

En verdad se sintió como una eternidad sin verlos.

Papá secó mis lágrimas y besó mi frente con amor. Mamá soltó otro sollozo y me abrazó de nuevo con más fuerzas. Thiago, Cielo y Nico rieron.

—Ay, pero qué modales, disculpen— papá rió para luego acercarse a saludarlos.

—No se preocupe, es entendible.

Thiago sacudió la mano de papá —Hola, ¿qué tal?

Mamá jadeó —¡Pero mira esa barriguita!

Cielo sonrió y mamá estiró una mano, pidiendo su permiso para tocar su vientre, algo que la rubia no dudó en aceptar.

—¿Ya saben qué será?

Nico asintió —Mujer.

—Se llamará Paz— les conté.

—Paz, qué lindo nombre— mamá comentó.

Ambos sonrieron —Gracias.

Thiago y yo intercambiamos una mirada.

—¿Tuvieron un buen viaje de regreso?

Mamá asintió —Cansado, pero sí.

—Felizmente pudieron recuperar las maletas.

Papá resopló —En Italia, lo cual no fue fácil.

—Igual, el señor que nos ayudó por allá fue bueno. Fue como si hubiera caído un ángel a ayudarnos y, en verdad, nos ayudó bastante.

—Concuerdo con eso.

—Pero ya están aquí— les sonreí —¡Sanos y salvos!

Todos rieron.

Ambos procedieron a hacerles preguntas a Cielo y Nico sobre mí y mi estadía, algo que respondieron ambos omitiendo la parte donde Nico no estuvo y Cielo de hizo cargo de la mansión sola. Iba bien la conversación, llena de anécdotas del viaje por mis papás y demás, hasta que las risas pararon y sabía que era hora de tocar el tema más importante. Uf.

Froté las palmas de mis manos en mis muslos con nerviosismo, debatiendo conmigo misma. Les di a Thiago, Cielo y Nico una mirada y este último hizo un pequeño gesto reconfortante.

Aquí vamos.

Carraspeé —Me alegra que haya sido un buen.. un buen viaje, después de todo.

—Sí— mamá me sonrió —Pero estamos felices por estar aquí contigo. ¡Te echamos mucho de menos!

Sonreí —Yo igual.

Volví a frotar las palmas de mis manos. Papá notó mis nervios y frunció el ceño.

—¿Todo en orden? ¿Te encuentras bien?

Rápidamente, asentí —S-sí, todo bien.

—¿Segura?

Intercambié otra mirada con Nico, Cielo y Thiago.

—¿Sucede algo?— mamá preguntó.

Nico tomó la palabra —Regina, Santos...

—Ay, no, ¿Valentina hizo algo?

Cielo negó —No, no, no, Valen es una buena chica, eso ténganlo por seguro. Como le comentamos, ha sido de mucha ayuda aquí en el hogar.

—¿Entonces?

—Nosotros... nosotros queríamos hablarles de- de algo un poco... delicado e importante.

Mi pierna comenzó a moverse y Thiago colocó una mano sobre la mía para darme un poco de apoyo y tratar de calmar mis nervios. Sin decirme nada, yo sentía lo que me trasmitía.

—Ah— papá habló y lo miré —Entiendo que pasa...

Lo miramos sorprendidos. ¿Será posible?

—Estás de novia con este chico— añadió —Bueno.. supongo que sí es un tema delicado. Ahora, solo te pido que no me salgas con que estás embarazada y todo eso porque lo mato y-

Lo detuve —¿Qué-? ¡Nada que ver!

—Porque no soy tonto, a tu mamá se le escapó eso del novio, aunque no menciono nombre— siguió y solo atinaba a mirarlo —Pero ya entendí. Igual me parece algo apresurado.. aunque no se ve como un mal chico, pero caras vemos, corazones-

Papá había enloquecido.

—Yo- yo no soy su novio— interrumpió Thiago.

Mamá suspiró —Santos, él no es el novio.

—Eh, me parece que aquí hay un mal entendido— Nico habló —Thiago y Valentina no son novios, no.

—¿No?— papá frunció el ceño.

—No— respondí.

—Entonces no comprendo qué está pasando.

El silencio reinó en la sala.

Cielo miró a mis papás y asintió —Lo que yo voy a decirles a ambos no es algo sencillo de explicar, es algo que les creará muchas dudas y queremos que sepan que Nicolás y yo vamos a responderles todo.

—Me estoy preocupando.

Junté mi mano con la de Thiago y le di un apretón para armarme de valor y poder decir las siguientes palabras de una vez por todas.

—Mamá, papá...— los miré a ambos —Thiago y yo somos hermanos.

La expresión de ambos fue de total sorpresa.

**********

NARRADOR OMNISCIENTE.

Valeria y Rama bajaron al sótano entre besos para poder tener un poco de privacidad. Sin embargo a ambos les causó gran sorpresa encontrarse a Cielo junto con Nico sobre la gran cama roja.

—¿Ocho? Ocho, hola, hola— Nico se hizo notar, ya que Rama y Vale no decían nada —¿Usted tiene un problema de visión que no ve?

Rama negó —No, no, no.

—Están mamá y papá, ¿qué hace con Valeria?

—No, eh, a ver, ¿ustedes qué hacen acá?

Cielo rió —¿Cómo qué hacemos acá?

—Ah, ¿nosotros qué hacemos acá?— Nico le habló con obviedad —Queríamos hacer algo que- que no empezamos a hacer porque usted bajó, váyase.

—El sótano es de los guardianes, Nico, así que...

Vale asintió —Es verdad.

—No, chau— Cielo les arrojó un almohadón.

—Ocho, ocho, no me haga esto que yo lo ayudé con ese- con el look y todo. Tómeselas, por favor.

Rama carraspeó —No no no, ustedes tienen cuarto privado.

—Dale, chicos— Vale aplaudió.

Tanto ella como Rama comenzaron a jalarlos para que puedan levantarse de la cama y salir pese a los reclamos que Cielo y Nico hacían.

—Guardá la pierna.

—¡No, chicos!

—¡Por favor, ocho!

Cielo y Nico comenzaron a subir las escaleras.

—¡Cierren la puerta, eh!— exclamó el rubio.

—Ay, qué bárbaro el ocho...

Finalmente, se escuchó la puerta cerrarse.

Vale y Rama se sentaron sobre la cama. Él notó el objeto que ella escondía detrás en su espalda.

—¿Qué- qué es eso?— señaló.

—Nada, nada.

—¿Eso es para mí?

—No, después, mi amor. Primero quiero que... me expliques que hay en ese libro y lo que dijo Thiago eso del cambio.

—Sí.. aparentemente va a pasar algo importante— explicó el —Algo... groso. Bueno, por ahí encontrás tu factor desencadenante, ¿no?

Valeria rió —No.

—¿No qué?

—No, porque... porque yo.... ya encontré mi factor desencadenante.

Rama la miró confundido.

—Estaba perdida, pero un día....— Vale sacó lo que tenía escondido —Apareciste vos. Me cambiaste la vida, mi amor.

Rama rompió el papel del regalo, emocionado. Sus risas se escaparon al ver lo que era.

—Vos estás loca. ¿Volviste a buscar las patentes?

—Sí guardaba algunos recuerdos de los bardos que tuvimos juntos.

—Bueno, acá tenés un souvenir de tu último bardo eh— se señaló él —Mirá lo que hiciste... soy casi un tipo seguro, casi casi sin celos, casi un ansiedades.. casi— rieron —O sea que casi me cambiaste la vida ¿no?

Vale negó —No, casi no. Te cambié la vida. Y vos le diste un giro dramático a la mía.

Ella lo tumbó a la cama y Rama rió.

—Ah, pará, pará, pará, ¿y antes el cursi era yo, eh? Mi amor...— él besó su mejilla.

—¿Mmm?

—Quiero-

—No, no, dejame que te lo diga yo— pidió ella.

—¿Qué?

Valeria lo miró, con adoración —Te amo tanto, mi amor

—Yo más.

Ambos se sonrieron y se besaron.

**********

Cielo y Nico caminaban por la casa. Él, haciéndole mimo a la panza de ella, mientras abrían la puerta del aula de ensayos.

—Que lindo— dejó otro beso —¡No, dejaron la tele prendida!— señaló él negando —Con lo que sale la luz por Dios.

Cielo abrió los ojos con horror —Ay.

Nico se llevo las manos a la cabeza cuando vió que Nacho y Caridad estaban en el piso enredados por aros de colores. Estos, se levantaron de inmediato.

—¡No cabriolen adelante nuestro!— Cari, exclamó.

—¡Ay, por Dios, no quiero ver esto!

Nicolás se cubrió el rostro con un almohadón y las risas de Cielo se cubrieron con una tos.

—¡No quiero ver esto! ¡Decime que están vestidos, Cielo!

—¡No! No, Don Nico, yo-

—¡Decime que están vestidos!— repitió él.

—¡Sí!— exclamaron Nacho y Caridad.

—Están los dos vestidos— Cielo confirmó.

Nico arrojó el almohadón —Más les vale que estén vestidos porque te mato a vos. ¡Sí, a vos te hablo, a vos!— señaló a Nacho.

—¡No hice nada!

—¡A vos, veinte!

—¡Yo te lo puedo explicar todo!— Cari trató.

—!No, quince, usted no me va a explicar nada! No- ¿qué significa esto- esto- este argollero?

—Que estábamos.... estábamos ordenadolos así de por- por color.

—Ah, por color. ¿Qué necesidad hay de que él esté arriba, así, metido?

—¡No!

—¡Nos enredamos!— Nacho le explicó —¿Me vas a decir que nunca hiciste la del aro, eh?

Nico lo miró —Yo hice todas, papu, yo obviamente, yo inventé la del aro, pero no es pa- ¡jamás la hice! ¡Jamás la hice!

—Ah, claro, no, no.

Cielo trataba de no reír.

—Cielo, ¿yo alguna vez hice algo con aros con vos? La verdad— Nico señaló.

Ella se encogió de hombros —Y, sí, mi amor, sí. La verdad que sí.

Nacho y Caridad rieron. Nicolás la miró.

—Y sí... ¿qué querés que te diga? No muchas veces funcionó, pero...

—Una vez, en un momento de- de-

Caridad carcajeó —¡Váyase afuera!

Nico la miró —¿Cómo?

—¡Afuera, afuera!

—¡Guardá la pierna, guardá la pierna!

Nacho y Caridad comenzaron a empujarlos.

—¡La estás degenerando! ¡En el campo, sembraba, nada más!

—¡Adiós!

Cielo lo jaló y Caridad cerró la puerta. Nacho rió y colocó un aro alrededor de ambos.

—¿En qué estábamos, paisa linda?

Ella sonrió y se besaron.

—¡Bien!

Al escuchar la voz del conductor en la tele, Cari se alejó y señaló.

—Los teléfonos están que arden, eh, sos vos el que decidís quién gana con el voto, recién lo sabremos mañana en la gala final— anunció el conductor y ambos sonrieron —¿Quién de los dos bandas será nuestra nueva Bestia Pop?

Nacho se quejó —No, ¿pero cómo mañana? Ahora. Paisa, vos no entendés, yo en este momento puedo ser un winner o un loser y no lo sé.

—Ay...

—No, encima mañana está lo de ese libro macabro que a mí me da miedo, no.

Caridad acunó su rostro —Ay, no, gaucho.

—Paisa, escuchame, yo... mirá, yo no soy ni un.. un perrito guardián, ¿entendés?

—¡Ay, vos sos flor de pingo, mi gaucho!— ella rió y suspiró —Si me ganaste cada carrera vos, ¿qué me vas a aflojar por un librito, che? Va... usted, es cría limpia.

Nacho sonrió —Vos... sos la única que me viste así. Vos me cambiaste y eso no te la hice difícil, eh.

—Y.... pero yo soy seguidora como perro sulky, eh. Usted a mí también me cambió la vida. Ahora sé... que si se viene la tormenta ya no estoy sola en esta lluvia.

Nacho negó —Cómo te amo, paisa.

Ella rió y ambos se besaron.

**********

Cielo y Nico entraron al cuarto de los chicos, entre besos y apapachos. Nico abrió los ojos al notar dos personas disfrazadas dentro de la pieza. Cielo hizo un mejor esfuerzo para no reír.

—No, no, no, no, no me digas- ¡Lo voy a matar! Lo voy a matar a este delincuente.

Sebastián y Melody los miraron avergonzados.

—¡¿Qué pasó?! ¿Qué pasó pregunto yo?! ¡¿Eh, eh?! ¿Qué número le pongo a esto? ¿Qué número? Si ni un número tiene.

—Diecinueve sería él— Cielo respondió.

—¡Sí, la desgracia serías vos! La desgracia porque, porque si no llego a entrar, ¿qué pasa aquí, con la desgracia?

—Nico, Nico, Nico, Cielo y vos entraron chapando mal— Melody le recordó.

—¡Es un mimo, un mimo matrimonial!— excusó él con lo mejor que pudo —Es una caricia, es un... ¿te vas a ir a dormir? Sí, obvio, ya está— les explicó de manera efusiva —¡Apenas tenemos contacto! ¿Eh? ¡Delincuente! ¿Qué hacés-?

—Dale, te fuiste, Nico— Sebas señaló la puerta.

Él se acercó a ambos para echarlos.

—¿Cómo me fui? No, no, no, yo no me voy-

—Sí, te vas.

—¡Usted no me va a amenazar!

—¡Bye!

Sebastián cerró la puerta en sus caras. Melody rió.

—Bueno...— él se acercó a ella, mirando la cámara que tenía en su manos —¿Hacemos las fotos?

—Sí, igual, yo te propuse esto para descomprimir.. para jugar un poco, pero no sé si da.

—¿Qué, te preocupa lo de Tacho y lo del libro.. los candados, lo que dijo él?

—No sé.. en este momento me preocupa más esto. Digo...— ella señaló entre ambos —Vos estás así.... disfrazado de bombero, yo estoy disfrazada de...

Sebastián la interrumpió —No, yo soy el bombero, vos sos la mucama, yo apago el fuego, vos sacás la basura. Somos la pareja ideal.

Melody rió y enrolló sus brazos en su cuello.

—¿Ves? Vos me sacás lo mejor de mí— ella le dijo, con seriedad —De verdad te lo digo, me hacés reir mucho, y... es una pavada, pero.... me hacés sentir muy bien. Y me parece raro que me hayas elegido.

—Bueno, entonces estamos a mano porque.... vos- vos me hacés sentir muy importante y... y para mí, también es raro y muy lindo.

Ella sonrió y acercó su rostro al auto para besarlo.

**********

Nico y Cielo siguieron moviéndose por la casa y se metieron al baño como cuarta opción. Parecía que todos en la casa también querían tener privacidad, aunque a Nico eso no le gustaba para nada.

—Ahí está, ahora sí vamos a estar solos, so-

Él se detuvo y la miró sospechoso.

—¿Vos decís que estamos solos, solos?— preguntó Nico —Digamos, solos, ¿no?

—Mmm...

—Sí, sí, creo que sí.

—Yo no estaría tan seguro, eh— difirió ella.

—No, no.

—Para mí no, eh.

La rubia abrió la puerta de un cubículo y encontró que Jazmín y Tacho estaban dentro de este ambos besándose.

—Ay, ay— Nicolás no espero más y jaló a Jazmín a fuerzas —¡Ay, salí de ahí! ¡Salí de ahí! ¡¿Pero- pero como te atrevés, violador?!

Tacho rió —¿Qué?

—¡Estás abusando de ella, por Dios te pido!— él la abrazó —¡¿Nos ves que es chiquitita?! ¡Por Dios te pido! ¡Basta!

Jazmín se echó a reír por lo dramático que era.

—Nico, Nico, hey, no me está obligando a nada.

Nico abrió los ojos —¿Cómo, qué-?

—Me estaba dando un beso, hey, me estaba dando un beso nada más— aclaró.

—No, pero un beso acá te estaba dando— señaló la boca —¡Beso aparte!

—¡Sí!

—Cielo decile vos que sos más gamba, sos un amor sos un ángel— Tacho habló —¿Por qué mejor no te llevás al guardabosque de tu marido?

—¡Ella no era así eh, la estás depravando! Te voy a matar. ¡Te voy a romper esa nariz!

Cielo negó —Bueno, bueno, vamos.

—La estás depravando, la estás depravando.

—Vamos.

—¡Portate bien! ¡Escuchala a ella!

Cielo jaló a Nico para sacarlo del baño y Jazmín se aseguró de cerrar la puerta mientras reía.

—¡Nico, no pasa nada!

—¡Es una señorita!

—¡Dale, mi amor, vamos!— Cielo exclamó.

Jazmín volvió a reír. Tacho se acercó a ella.

—¿Te vas a hacer cargo? Digo hacelo por la pareja.

—¡Qué machista que sos, por favor! ¿Qué vos no lo podés hacer?

—Sí, pero-

—Bueno, está bien, está bien, pero, lo hacemos los dos a la vez, ¿está bien?— ella lo señaló.

—Bueno, dale, dale. Este lugar... hicimos tanto acá que creo que tendríamos que limpiarlo alguna vez, ¿no?— rió Tacho.

Jazmín rió y lo besó.

—Dale.

El teñido agarró un trapeador y se lo pasó.

—Vos el rojo.

—Igual me da lo mismo, eh.

—¿Sí?

Ella asintió y ambos comenzaron a trapear el piso. Jazmín se detuvo con una expresión pensativa y él notó aquello.

—¿Bonita... estás bien? ¿Tuviste una... una visión?

—Sí...— ella asintió y lo miró —Veo que... nuestras vidas cambiaron por completo.

Él sonrió —Sí...

Jazmín acarició su cabello —Y también, veo que.... sos el hombre por el cual esta pendeja histérica, se animó a ser una mujer. Tu mujer.

—Sos... sos una mujer increíble. Y... y gracias a tus vueltas y tu histeria que... que estamos juntos.

Ella sonrió y se volvieron a besar.

—Y que soy tu hombre— añadió.

Aquello la hizo reír para luego volver a besarlo con más mucha ternura. La levantó en brazos y ambos, rieron, uniendo sus labios en otro beso.

**********

Los esposos encontraron tranquilidad en el cuarto de las chicas. Nico se estaba quejando de todos los chicos y sus hormonas, alegando que las chicas no eran así, que eran todos unos delincuentes.

—Adolescentes, un diferente, adolescentes- ¡Todo, todo el tiempo uno arriba del otro! Están como- y- ¿viste? Como si les faltara respiración se dan beso. No, no está bueno eso, no.

Cielo se rió —¡Mi amor! ¡Vas a tener que tratar un poquito el tema de ser tan cuida!

—¡Estoy tranquilo! Me siento como que me puedo relajar.. como que puedo superar una situación de beso.

Justo en ese preciso momento, entraron al cuarto; Luca y Tefi, ella en brazos de él, y ambos tenían su disfraz de Ángel Rojo.

Nico abrió los ojos horrorizado, una vez más.

—¡Ay, no!— se levantó —¡¿Qué hace?!

Luca bajó a Tefi al darse cuenta de la presencia de Cielo y Nicolás.

—¡Delincuente! ¡¿Qué hacen?!

Tal parecía que el pobre hombre no tenía paz.

—Un jueguito que hacemos para que... para que la pasión no se pierda— Tefi explicó.

Nico tragó saliva —Ah, Cielo, para que no se pierda la pasión me dice una criatura. ¿Cuánto hace que... que están saliendo ustedes?— los señaló.

—Hace.. ochocientos sesenta horas— contestó ella.

Luca asintió —¡Eso!

Nico negó.

—¡Retírense por favor que queremos estar solos!

—No, no, no, jefe, no, eh...— Luca le hizo señas.

—¿Cómo jefe?

Tefi, detrás de Luca, comenzó a hacer gestos, para que Cielo saque a Nico del cuarto.

—Me quiere comprar. Ayudame, Cielo, porque yo- me puede, me puede.

—No, yo quiero aplicar lo que usted me enseñó.

—Sí está bien te enseñé todo, ¿pero qué va a hacer usted ahora?— interrogó Nico.

—¡Chau, chicos!— Tefi exclamó.

Nico se quejó —¡Cuídela!

—Eso, eso.

—¡Usted es un galán! ¿Ves cómo me puede, Cielo?

—Gracias, gracias.

Luca cerró la puerta y tanto él como Tefi, hicieron una pose de superhéroe.

—Te vas esto, ¿no?— preguntó él —¿Te va esto, de ser superhéroe? ¿Que te parece, flaqui?

—¿Cómo flaqui, gordi? Angelita, please— Tefi dijo acercándose a él —¡No perdamos los personajes!

—Bueno, bueno, Angelita. ¿Estás feliz?

—Y sí. Vos fuiste como un superhéroe para mí— le dijo ella —Porque me salvaste— lo besó —Y... y me querés bien, me bancás como soy y.. y yo te quiero cuidar— pausó —¿Seguís mal por lo de Franka no?

Luca asintió —Un poco me cuidás a mí también.

—Yo te amo. Y gordi, yo sé que capaz vos.... vos no sentís lo mismo, o... o que no me lo querés decir, y está todo bien, enserio, yo-

Luca la interrumpió —Yo te amo.

La sonrisa de Tefi creció, y no pudo evitar besarlo.

**********

Cielo y Nico salieron al jardín entre besos y mimos para poder encontrar un lugar tranquilo dónde los dos pudieran estar sin ser interrumpidos. Nico rió, empujando levemente a Cielo hasta el carromato y ella soltó otra risa en respuesta.

—Aquí sí vamos a estar solos, porque-

—Uy.

Los dos se detuvieron al encontrar que no estaban solos. El lugar ya había sido invadido por Simón y Valentina que se encontraban abrazados mientras intercambiaban besos con chocolate y fresa.

—¡¿Qué hacen?!— exclamó Nicolás.

Simón y Valentina se separaron.

—Ay.

—¡Delincuente, soltala! ¡Es una nena!

Valentina suspiró —¡No soy una nena, Nico!

—¡Sí sos! ¡Apenas aprendió a decir mamá!

Simón rió y Cielo trató de no hacerlo.

—¿A usted le parece bien estar haciendo esto con- con dulces- con esto?— señaló —¡No!

—No hacíamos nada malo— Simón aclaró.

—¿Ah, no? ¿Y, qué es eso que hacían así de cerca? ¿Respiración boca a boca? ¡Por Dios! Es una nena. Es chiquitita, ¿no la ve?— señaló a Valentina.

—Bueno, mi amor— Cielo trató.

—¿Mi amor, qué? ¡No tengo paz, Cielo!

—De hecho, sí— contestó Simón —Está allí dentro.

Valentina trató de no reír cuando Simón, señaló el vientre abultado de Cielo.

—¿Y cómo llegó esa Paz allí?

Nicolás lo miró —¿Perdón?

—Adiós, Nico— Valentina señaló la puerta.

—¿Cómo? No, usted me va a escuchar señorita. Y, vos, delincuente, vos también.

Valentina comenzó a hacer señas a Cielo para que pueda llevarse a Nicolás, y dejarla sola con Simón.

—Mejor vámonos, mi amor.

—No, Cielo, tenemos que hablar con-

—Ya está, Nico, adiós.

Cielo comenzó a jalarlo.

—¡Escuchame, somos dos papás y un hermano!— exclamó Nicolás mientras Cielo se lo llevaba —¡No está sola, eh!

—¡Dale, mi amor!

—¡Respetala!

Valentina se echó a reír mientras escuchaba cómo Nico gritaba. Dos papás había dicho, y sí, Nico era como un papá para ella, uno muy especial.

—Ya sabes, tienes que respetarme— bromeó.

—Siempre— prometió él, besándola.

—Y nada de zarparse— añadió ella.

Simón hizo una mueca —Creeme, tu viejo me hizo prometérselo con Nico y Thiago al lado.

—Ay, mi amor, disculpa por no poder salvarte.

Su papá, Nicolás y Thiago habían tenido una larga charla con Simón en la tarde. Valentina trató pero, lamentablemente, no pudo salvarlo.

—Felizmente se lo tomaron bien— comentó Simón acariciando su cabello —Lo de Thiago y vos.

—Fue... intenso, pero sí, Cielo y Nico me ayudaron. Ahora me siento más tranquila.

Él continuó acariciando su cabello y mirándola sin poder dejar de sonreír. Lo que sentía por ella no lo podía comparar con nada y siempre se iba a sentir culpable por haberla lastimado alguna vez. Ella se merecía todo menos eso y haría todo lo que estaba en su poder por enmendar su error, todos los días.

—¿Sos feliz?— preguntó él, de pronto.

—Sí— respondió ella —Soy muy feliz. ¿Tú?

—Con vos a mi lado, soy el hombre más feliz.

Valentina rió, pegando la frente en su pecho —No.

—¿No, qué?

—No me puedes decir esas cosas.

—¿Por qué no? Es verdad.

—Porque me pones nerviosa.

Simón soltó una pequeña risa. Valentina suspiró y levantó la cabeza, mirándolo con ojos soñadores y dejando que acaricie su mejilla. Lo amaba. Lo que había pasado entre ellos, de alguna manera, había ayudado a que madure un poco más. Su confianza había crecido, aunque aún trabajaba en ello. Creía que ambos se complementaban mucho, y era feliz.

Ella volvió a suspirar —Te amo.

—Te amo más— respondió él.

—Nah, no es posible.

—De hecho, sí.

—Nope.

—Sí— respondió él acomodando un mechón de su cabello con delicadeza —Antes de que vos y yo nos pusiéramos de novios.. intentaba convencerme de que lo que me pasaba con vos era momentáneo, y que con mucha suerte, llegaríamos a ser amigos y nada más— rió —Felizmente... estaba equivocado. Vos sos lo mejor que me ha pasado en la vida. Soy feliz con vos y te amo. Amo todo de vos— pausó y miró con intensidad a Valentina —Amo tu risa, tu voz... esos ojitos que demuestran lo que vos sentís siempre, y cómo me miran. Amo como sos con mi hermanita que te adora, amo como sos en general, aunque a veces me enfada un poco porque pensás más en otros que en vos misma— negó y ella soltó una pequeña risa —Te amo al despertar y te voy a amar siempre— prometió.

Aquellas palabras la habían dejado sin aliento. Él, besó sus nudillos con delicadeza.

Pusiste mi mundo de cabeza.

—Como tu canción— comentó ella.

—Como tu canción, es tuya, de nadie más— dijo él haciéndola sonreír —Después de todo, razón tenía cuando la escribí— pausó, brevemente —Encontré un ángel y me dió un amor sin final.

Valentina sonrió y enrolló sus brazos en su cuello.

—¿Cómo responder a algo así?

—Te dejé sin palabras, eh.

—Sí.

Él sonrió —¿Qué pensás que va a pasar mañana?

—No sé— respondió ella con honestidad —Pero lo que sí sé, es que voy a estar contigo. Siempre.

La sonrisa en el rostro de Simón creció y entonces ambos unieron sus labios en un beso de amor.

**********

Cómo penúltima parada, Nico y Cielo siguieron su camino por la casa hasta la sala, besándose ya que todo estaba oscuro.

—Ahora sí estamos solitos los tres— Nico dijo y se cayeron sobre el sofá —Ay, cuidado porque-

Se detuvo al ver a Mar y Thiago en un rincón muy juntitos. Jadeó y le dió un manotazo a Thiago con fuerza en la nuca.

—Perdón, disculpa- ¿qué hacen?— le dió otro más fuerte —¿Qué hace, diez? ¡Qué hace ahí, por Dios! ¡No! ¿A usted le parece bien lo que esta haciendo? ¡¿Qué le pasa, está loco usted, diez? Prendé la luz, Cielo— señalo.

Cielo obedeció.

—No, no, no— Thiago comenzó a negar.

Mar lo miró —Sí, no, sí, decile la verdad, sí tutor— asintió —Sí, él me quería hacer besar la lona, y yo.. ¿entonces qué? Sí, te estás haciendo el vivo, decilo.

—¡¿Cómo dijo la nena?!— Nico golpeó el brazo de Thiago —¿Besar la lona? ¡Le voy a dar, eh!— negó cansado —¡Mire lo que es!— señaló a Mar —Dios. ¿Eso fue lo que pasó? ¿Eh?— miró a Cielo —¿Qué hacemos ahora? ¿Cómo hacemos la represaría? Y usted, diez— lo señaló de nuevo —¡La tendría que estar cuidando a la hermana! ¡Es otra nena!

—¿Eh?

Mar le hizo señas a Cielo para que se lo llevé. Casi todas las chicas habían hecho lo mismo.

—Cielo, ya está, llévatelo.

Nico la miró —Perdón, ¿qué?

—Me está pidiendo que te lleve, amor.

—¿Cómo? No, no, no.

—Sí, vamos, pero igual ojito con la lona.

—¡Sos chiquitita y no está bien eso!

Mar asintió —Sí, soy chiquitita, ¿viste?

Cielo finalmente se lo llevó y Thiago se quejó algo adolorido, frotándose la nuca.

—¿Y vos? ¿Ya besaste la lona, comprometido?

—¿Seguimos con esa gilada?

—¿Qué gilada? ¡Más respeto! ¿Cómo gilada?— ella negó —Lo estaba diciendo aparte, para que pongas la.. la cabeza en otro lado, para que- no quiero que pensés en el libro, ni.... que casi palmás por tu... tu viejo y todas esas cosas.

—Yo no palmé, Mar. Y mi viejo no era él— Thiago, respondió —Para mí, mi papá es Barto— sonrió, y ella asintió —Lo extraño mucho, ¿sabés?

—Bueno... vos tenés que pensar que él.... se fue en paz. Y no fue tu culpa, ¿me escuchaste, no? No fue culpa tuya.

—Sí, ya sé— él sonrió —¿Me rapás?

—¡No, no!

—¡Sí, sí!

—¡No te hablo más! ¡¿Por qué querés que te rape?! No, no, ¡me encanta tu pelo!

—¿Qué vos solo me querés por el pelo, porque cae, así lacio? ¿Por eso me querés nada más?

—¡No!

—¿Y entonces?

—Aparte yo no te quiero. Yo te amo. ¿Y.. sabés por qué te amo?

—¿Por qué?

—Porque cada vez que me levanto... en lo primero que pienso es en vos. Y en lo segundo que pienso... es en ir a verte a ver cómo estás, como dormiste. Y vos me sonreís y... me iluminás el día y la vida. Y... y... si llorás, yo también me pongo mal— lo abrazó fuerte —Te amo porque.. cuando te abrazo— cerró sus ojos —¿Sentís? Siento como te late el corazón. Te... te amo porque te amo, porque sos mi amor— besó sus labios —¿Y vos? ¿Por qué me amás?

—Yo después de todo lo que dijiste me parece que- que me quedo corto— rió él.

—Seguramente.

—Pero no, no, yo- yo la remé, que bien la remé, eh.

Mar rió —¡Andá! ¿Qué la- qué vas a remar?

—Pero creo que un... poquito te amo. Un poquito.. bastante, un poquito mucho, mucho, sí... bastante.

Ambos rieron.

—Te amo.

Mar lo besó.

—Pero, pero el Thiago rapado te va a amar mucho más— rió él.

La besó una vez más.

—¿Seguimos haciendo sombras? ¿Querés?

Mar asintió —¡Dale!

Thiago se puso de pie y Mar comenzó a reír. Él no entendió, y ella seguía riendo.

—¡Mirá!— señaló —¡Tu sombra es re cabezona! Sí, mirá. ¡Mirá qué feo!

Thiago entrecerró los ojos —¿Sabés por qué?

—¿Por qué?

—Porque tengo mucho pelo.

—¿Qué?

—Pero en diez segundos..— él sacó la máquina del bolsillo —Se va todo el pelo.

—¡No, no, no!

Thiago se echó a correr y Mar salió detrás de él.

**********

La última habitación, fue la de Cielo. Entraron los dos, besándose, tratando de buscar privacidad, un poco de calma y paz.

—Otro para papá— Nico la besó —Otro para papá. Otro para mamá— otro beso más —¡Qué lindo que es, por Dios!

—Sí— Cielo sonrió.

—Por fin solos.

Mientras ellos se besaban, Lleca y Lucía estaban a nada de escabullirse de la habitación y salir. Cielo, quién fue la primera en darse cuenta de eso, quiso tratar de cubrir el rostro de Nicolás, pero no pudo.

—¡Cinco! ¡Cinco, lo vi!

Lleca y Lucía se detuvieron y dieron media vuelta.

—¡No hacíamos nada, Nico, no haciamos nada!

—Venga para acá, venga para acá, Lucía por favor. Conozco, conozco a tu familia Lucía, te lo pido por favor. ¿Cinco qué es lo que hiciste? ¡La remera así, levantada!

El mencionado se le acercó —Vení, papu... ya está. Andá, dejame a mí.

Nico lo empujó —¡Date vuelta tomátelas! Te voy a matar- ¡Lucía, conozco a tu hermano, eh!

Lucía le sonrió —Ah, bueno.

—¡Tómenselas, por favor!

Ambos salieron de la habitación enseguida y Nico llevó ambas manos a su cabeza.

—¡Ay, por Dios, rápida como el hermano!

—Y bueno, pobrecita...

—No, ¿pero cómo pobrecita? ¿Más chiquitos? Casi pero mirá lo qué es. ¡Un caniche!

Cielo rió —Está bien, está bien.

—¡Y ya está comiendo! ¡¿Te das cuenta lo que está pasando?!

—Tenés razón, tenés razón.

—Sentate ahí— señaló él —Sentate ahí.

—Bueno, está bien.

Mientras Cielo se sentaba sobre la cama, Nico con rapidez colocó una silla detrás de la puerta.

—Me quiero sacar todo, de verdad. Necesito que... necesito que tengamos un momento en paz— el se acercó a ella —Necesito acurrucarme con mi futura esposa, hasta mañana novia.

—Ay, abrazame fuerte.

Nico besó su mejilla —¡Ay, cómo te amo, por Dios! Cómo te amo. Por fin solos, solos— besó su mejilla una vez más —¿Estás bien?

—Sí— respondió Cielo.

—¿Seguro? ¿Estás pensando en eso?

—Sí, bueno, qué sé yo, pasaron tantas cosas... lo de Salva— negó —Lo que le esta por pasar a los chicos un poco me preocupa.

—Bueno, pero... también sabés que va a estar todo bien. Yo ya te dije. Pensá que... mañana nos vamos finalmente a casar. Yo siento que mañana, te voy a hacer la mujer más feliz del mundo. Siento que vos vas a tocar el cielo con las manos y... te voy a hacer sentir casi un ángel.

—Mi amor.

—¿Qué?

—Yo ya soy un ángel— Cielo dijo adormilada.

—Sí, eso es un detalle, pero... bueno— Nico rió.

—Te amo, ¿sabés?

—No sabés lo que yo te amo. Tanto te amo.

Cielo se quedó dormida entre sus brazos y Nico no pudo evitar sonreír, besando su cabeza. Era feliz y mañana sería aún más feliz.

El amor flotaba por todo el Hogar Mágico.

**********

¡AHORA SÍ, SOLO QUEDA UN CAPÍTULO!

Tranquilas, yo sé que quieren saber todo lo que se dijo en la conversación que tuvieron con los papás de Valen y cómo reaccionaron ante la gran revelación, y lo sabrán, no se preocupen, pero será en uno de los capítulos extras. Saben que me gusta dármelas de misteriosa, lo siento, las amo 🩵

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