Corazones de papel

נכתב על ידי LadyReveuse

154K 9.9K 2.2K

Cuando Christopher y Scarlett se conocen en una fiesta la noche de Halloween, no imaginan que sus vidas se un... עוד

Sinopsis
Introducción
1 | Otro round
2 | Consejos y otras cosas
3 | El novio de Scarlett
4 | ¿Cómo nos conocimos?
5 | Maldito millonario, estúpido, engreído y seductor
6 | Fuego cruzado
7 | Hasta que el trato nos separe
8 | Necesito que me cuides
9 | La chica que nadie elige
10 | Necesitamos reglas
11 | Mientras estés conmigo
12 | La Fiesta
13 | No me tientes
14 | Quiero ser ese alguien
15 | Un promesa es una promesa
16 | Problemas de sangre
17 | Hasta que te encontré
18 | Calmar mis demonios
20 | La noche que nos conocimos
21 | ¿Qué me estás haciendo?
22 | Loco por ella
23 | La propuesta
24 | No es cualquier chica
25 | Ángel de la guardia
26 | Garabato
27 | Un beso tuyo
28 | De una manera u otra
29 | Un mensaje para ti
30 | Te robaré otro beso
31 | Nada más que la verdad
32 | ¿A qué le tienes miedo?
33 | Romper las reglas
34 | Todo mi mundo
35 | Lo que buscas
36 | Black Jack
37 | Demasiado para mí
38 | No te vayas nunca
39 | Estrella del cielo
40 | La cita
41 | Enamórate de mí
42 | Estar en casa
43 | Me gustas mucho
44 | Beso bajo el muérdago
45 | Te quiero
46 | Tomar riesgos
47 | Asuntos pendientes
48 | Antes de la medianoche
49 | Un amigo

19 | Estoy aquí para ti

2.5K 209 50
נכתב על ידי LadyReveuse

19 | Estoy aquí para ti


Scarlett

Tuve un sueño muy extraño en el que Christopher se aparecía otra vez en mi cuarto. Sé que fue solo un sueño porque no está en el sillón donde lo dejé, ni en mi cama. Es solo mi mente jugándome una mala pasada.

Me levanto, consciente de que será un día duro, y sigo con mis quehaceres como siempre. No sé si Chris vendrá a recogerme. De hecho, no sé nada de él desde que lo dejé en la estación de autobús. Ni siquiera puedo llamarlo porque seguramente no tiene su teléfono. ¿Por qué debería importarme lo que haga Christopher?

Salgo de casa para dirigirme a la estación de autobús, con la mente todavía nublada por la incertidumbre sobre su paradero. ¿Vendrá a buscarme o no? Pero justo cuando pongo un pie en la acera, diviso el inconfundible auto negro estacionado frente a mi casa. Su figura atlética se recorta junto a la puerta, como si estuviera esperándome.

Él se gira hacia mí y abre la puerta con una sonrisa.

—Hola, dormilona —saluda con un tono ligero, aunque noto algo diferente en su expresión.

Lo miro con curiosidad, preguntándome dónde estuvo y por qué está aquí ahora.

—¿Dónde estuviste anoche? —le pregunto, tratando de mantener mi tono casual.

Su respuesta sarcástica me toma por sorpresa.

—¿Ya olvidaste que dormimos juntos? —responde con una sonrisa burlona.

Le doy un golpe en el brazo, un gesto de frustración mezclado con incredulidad, antes de subir al auto.

—Desapareciste sin dejar rastro —le recrimino mientras cierro la puerta del auto.

Él enciende el vehículo y responde con un encogimiento de hombros.

—Esa era la idea.

—Pensé que me lo había imaginado —digo, con un tono de voz más bajo, sintiendo una mezcla de alivio y confusión.

Cuando pone en marcha el vehículo, hace rugir el motor solo porque puede darse ese lujo. El sonido resuena a través de la calle mientras acelera, dejando atrás mi casa. Debería estar acostumbrada luego de tres semanas.

Después de un momento, suena el teléfono de Christopher, interrumpiendo el silencio del auto y él contesta en altavoz.

—Hasta que te dignas a responder —dice la voz de su madre al otro lado de la línea.

—Hola, madre —responde Chris con un tono neutral—. ¿Cómo estás?

—Estoy bien. Escucha, estaba pensando en invitar a Connor al almuerzo. ¿Te parece bien? —pregunta su madre.

—Mmm... Sí, está bien —responde, aunque su voz suena algo forzada, incapaz de ocultar la incomodidad que le provoca la idea.

—Y también podría decirle a tu padre, hace mucho que no lo ves —continúa su madre, ajena al malestar de su hijo.

Chris guarda silencio por un momento antes de responder.

—Creo que esta vez será mejor que no venga —responde, con una nota de incomodidad en su voz.

Chris aprieta con fuerza el volante, sus brazos se tensan, y su mandíbula se contrae involuntariamente ante la mención de su padre.

—Te aseguro que él estará feliz de ver que al fin te has comprometido en una relación.

—Ya te dije que no. —Su respuesta es más pausada, como si cada palabra fuera un esfuerzo.

—Está bien. Hablaremos después. Cuídate mucho, ¿de acuerdo? —dice su madre antes de despedirse.

—Sí. Hasta luego —responde y luego cuelga la llamada.

Christopher suelta un suspiro de alivio cuando finaliza la llamada, pero la tensión aún se refleja en su postura rígida y en la mandíbula apretada, mientras se concentra en la carretera que se extiende frente a él.

Lo observo con preocupación después de que cuelga la llamada.

—¿Estás bien? —pregunto, notando la tensión en su voz.

Él asiente con la cabeza, pero no dice nada. En su lugar, saca unos lentes negros del compartimento del techo del carro y se los pone, ocultando sus ojos detrás de las lentes oscuras. Es su manera de mantener la guardia alta, de ocultar las emociones que bullen en su interior.

Su gesto me preocupa aún más. Puedo ver cómo sostiene el volante con fuerza, sus brazos tensos y su mandíbula apretada. Algo le está molestando profundamente.

—¿Estás seguro de que estás bien? —insisto, deseando que comparta lo que sea que lo esté perturbando.

Pero él simplemente asiente una vez más, sin decir una palabra más.

Cuando llegamos a la universidad, diviso a Ashley esperándome en el estacionamiento. Le doy un rápido abrazo a Chris y me despido de él, pero como siempre, no recibo respuesta. Bajo del carro con mis cosas y me uno a Ashley, quien me saluda con una sonrisa.

—¿Todo bien? —pregunta Ashley, notando mi expresión preocupada.

—Sí, más o menos —respondo, tratando de disimular mis pensamientos sobre Chris.

Ashley nota mi incomodidad y me pregunta por él. Le cuento que está un poco extraño hoy, y ella inmediatamente se muestra intrigada.

—Es extraño que no tenga redes sociales. Quiero investigar más sobre él —dice Ashley, sacando su teléfono.

Juntas intentamos buscar información sobre Chris en las redes sociales, pero no encontramos absolutamente nada. Me siento aún más intrigada por su misterioso pasado.

Mientras tanto, le comento a Ashley sobre los tatuajes de Chris y ella se muestra interesada en el tema, prometiéndome que investigará más al respecto.

Ashley se irá dentro de dos días y eso me llena de tristeza. Aunque estoy feliz por ella y emocionada de que esté cumpliendo su sueño, el hecho de que ya no la veré todos los días me destroza por dentro. Intento disfrutar cada momento que nos queda juntas antes de que se vaya.

En la tarde, Chris aparece para llevarme a la academia y me sorprende verlo aquí de nuevo.

—Hola de nuevo —lo saludo mientras me ajusto la mochila sobre el hombro.

—Hola —responde Chris, con una sonrisa algo forzada.

—¿Nunca tienes nada que hacer? —le pregunto, tratando de sonar casual.

—Estoy de vacaciones —responde él encogiéndose de hombros.

—¿Vacaciones? —repito, sorprendida—. ¿Y qué haces? ¿No tienes que trabajar en las empresas de los Ashford?

—Para eso le pago a la gente —responde, evasivo.

Decido no profundizar en el tema y cambio de conversación.

—Bueno, tengo que terminar mi pintura esta noche —le informo—. La última la arruiné completamente.

—¿Necesitas ayuda? —ofrece, con una mirada amable.

—No, gracias. Creo que puedo manejarlo —respondo, sintiéndome agradecida por su ofrecimiento.

Después de un breve silencio, cambio de tema.

—¿Te quedarás a dormir esta noche?

—Sí, si no te importa.

—Por supuesto que no.


Christopher

Subir por la ventana de la habitación de Scarlett no es tan fácil cómo parece. Aún no puedo creer cómo logré hacerlo estando borracho sin terminar en el suelo. Pero aquí estoy, entrando de nuevo.

Cuando entro por la ventana, me encuentro con un escenario que no esperaba. Ella está sentada en su cama, rodeada de libros abiertos y papeles dispersos por todas partes. Todo es un caos, lo cual es totalmente contrario a su habitual orden y organización. Es obvio que no está bien.

Me acerco a ella y me agacho para quedar a la altura de su rostro. Cierro el libro que tiene en la mano

—Todo estará bien, amor. Estoy aquí para ti.

Señalo hacia los libros y papeles esparcidos a su alrededor.

—Todo lo que está escrito en esos papeles ya lo tienes en tu mente. Puedes hacerlo.

Tomando su mano entre las mías, le pido que se calme mientras veo cómo las lágrimas comienzan a brotar en sus ojos. Con cuidado, deslizo mis brazos alrededor de ella y la levanto suavemente, sintiendo su peso en mis brazos. La sostengo con ternura. Sus lágrimas caen silenciosamente sobre mi hombro mientras la cargo, y su cuerpo tiembla ligeramente por el peso de sus emociones.

La siento en mi regazo, cuidando de no hacerle daño. Sus manos se aferran a mi camisa, buscando consuelo y apoyo. Me siento abrumado por la fragilidad de su estado emocional, pero al mismo tiempo, me siento privilegiado de poder estar allí para ella cuando más lo necesita. No puedo imaginar cómo estaría si yo no estuviera aquí para cuidarla.

—Toma un descanso. ¿Desde cuándo estás así? —pregunto con preocupación.

—Desde que me dejaste en casa hace unas horas. No he parado desde entonces —responde entre sollozos, con los ojos rojos de tanto llorar.

Me duele verla así.

Incluso considero pagarle al catedrático para que le apruebe la presentación.

Con cuidado, me inclino hacia atrás y la acomodo cómodamente en mi regazo, manteniendo un brazo alrededor de ella para brindarle seguridad y protección.

Mientras repasamos juntos su presentación, puedo sentir la tensión en el aire disminuir poco a poco. Scarlett está completamente concentrada en sus notas, repasando cada punto con determinación. A medida que avanzamos, su voz se vuelve más segura, más firme, y puedo ver cómo recobra un poco de confianza en sí misma.

Cuando finalmente terminamos, ella me entrega un libro, con una sonrisa en los labios. No puedo evitar fruncir el ceño ante la idea de sumergirme en sus páginas, pero sus ojos brillan con tanta emoción que no puedo negarme.

—Odio leer —le digo con honestidad.

—Chris, por favor, inténtalo. Este libro es especial para mí. Podría cambiar tu perspectiva —me insta, con una mirada suplicante.

A regañadientes, acepto el libro y prometo darle una oportunidad.

Al finalizar la noche, cuando todo el estrés y la tensión parecen desvanecerse, nos encontramos abrazados, sin necesidad de palabras para expresar lo que sentimos. En ese momento, con el latido de su corazón como el único sonido en la habitación, me doy cuenta de que no necesito entender sus libros para comprender lo que significa para ella.

Scarlett se recuesta en mi pecho, buscando consuelo en nuestro abrazo compartido. Y así, nos dejamos llevar por el sueño, sabiendo que, por esta noche al menos, puedo dejar de fingir que esto no es real.

המשך קריאה

You'll Also Like

128K 7.9K 31
Elara Farrell y Adrian Holden. Dos de los herederos de una poderosa asociación criminal británica. Aunque se conocen desde niños, terminaron por crec...
19.2K 633 68
Damon:No eres nuestra hermana Tn:entonces que soy Stefan:un monstruo * 6 meses después* X:quien es ella *apunta a un cuadro* Damon: ella era todo ...
75.5K 1.9K 12
Dicen que cuando eres diferente, eres raro. Cuando tienes gustos diferentes también dicen lo mismo.. Pero, ¿qué pasaría si mis gustos son un poco ext...
654K 28.3K 46
¿Como algo que era incorrecto, algo que estaba mal podía sentirse tan bien? sabíamos que era un error, pero no podíamos estar sin el otro, no podíamo...