VIVIENDO CON EL ENEMIGO (En e...

By RUDE_SWEET19

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"PARA VENCER A EL ENEMIGO, PRIMERO GANATE SU CONFIANZA" Cat Smith tenía una vida generalmente aburrida, ha... More

Antes de leer.
Prólogo.
1. La llegada.
2. Los Foster
3. Panda
4. Fiesta de bienvenida.
5. ¿Dónde está Seth?
6. A limpiar.
7. Las 20 preguntas.
8. El hermano guapo
9. La niña de papá.
10. Odio los lunes
11. Simplemente no te quiere.
12. Sorpresa.
13. ¿Cómo que novio? ¿Cómo que sin compromiso?
14. Stripers y un lo siento.
15. Pijamada con chicos. Parte 1
16. Pijamada con chicos. Parte 2
17. Karaokes, decepciones y vodka
18. Visitas inesperadas y Leo.
19. ¿Qué pasó ayer?
20. La mejor venganza es el perdón.
21. ¿Apostamos?
22. Te necesito aquí.
23. Let's go to the beach, bitch. 1/2
24. Let's go to the beach, bitch 2/2

25. Bebe o muere.

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By RUDE_SWEET19


Cat

El viaje hubiera sido de lo mas de tranquilo si  los inmaduros de mis compañeros no se hubiesen pasado gran parte de este haciendo comentarios incómodos sobre Ryan y mi persona. Luego, cuando se calmaron, los quejidos de Alison desde la parte trasera del autobús comenzaron a hacerse sentir.

-¡Esto no tiene aire acondicionado! ¡¿Saben lo que le hará a mi cabello?! ¡Oh Claro que no lo saben, miren los suyos! ¡¿Y ya vieron el baño?!...

-¿No le trajiste el bozal?-preguntó Mia, estirando su cabeza desde algunos asientos adelante.

-No lo encontré entre sus seis maletas-solté un suspiro. Un teléfono celular apareció en mi cara muy cerca y lo aparté de un manotazo.

-¡Amy! ¿Qué haces?-pregunté por su repentina necesidad de literalmente restregar me su nuevo teléfono en la cara.

-¡Tú y Ryan son noticia en internet!-exclamó emocionada.

-¡Quiero ver!-Mia literalmente saltó de su asiento y vino hasta nosotras para sentarse sobre mis piernas.

-Ponte cómoda-me reí-¿Dónde viste eso?-volví mi atención al teléfono de Amy.

-Instagram-respondió obvia.

-¡¿Ya apareció en Instagram?!-pregunté.

Amy asintió extasiada, completamente lo contrario a mi cara de pánico.

-A ver a ver, despacito entiendo mejor ¿Quién es novio de quien y qué mierda es Instagram?-intervino Panda.

-¿Estas jodiendo?-le preguntó Amy.

-¿No sabes que es Instagram?-pregunté.

-Nop.

-A ver, dame tu teléfono-Amy se estiró y sacó el teléfono de Mia de su bolsillo trasero. Comenzó a teclear en el y minutos después se lo devolvió.-Ya tienes Instagram.

-¿Y eso es...?-preguntó Mia, esperando una respuesta.

-Una pagina donde subes fotos y vídeos, ves las fotos y vídeos de otras personas y les das like y comentas-explicó la rubia y Mia asintió con los ojos bien abiertos.

-Cat, ¿me cambias el lugar?

Las tres volteamos a ver a Cambell, parado junto a nosotras en el pasillo. Parecía impaciente y miraba intensamente a Amy.

-¿No ves que estamos ocupad...? Auch

Mia me dio un manotazo al sentir el pellizco que le di en el costado. Le hice una seña para que nos fuéramos. Tal vez Amy al fin pudiese solucionar sus problemas de relaciones en este viaje.

-Bien-bufó Mia de mala gana mientras nos levantábamos. 

-¿Donde esta tu puesto?

-Cuatro filas mas allá-respondió Cambell.

Pasé caminando hasta que encontré el puesto vacío.

-No me jodas.

Ryan sonrío burlón.

-Si te jodo, cariño.

-¡Catrina Smith!-los gritos de Alison llegaron a mis oídos. Venía desde el fondo del autobús, buscándome entre los asientos.

-¡Hazte a un lado!-esquivé las piernas de Ryan y me hice en el asiento de la ventana.-¡Escóndeme!

Como quien no quiere la cosa, Ryan se comenzó a quitar la camiseta como si fuésemos parte de algún tipo de reboot barato de crepúsculo.

-¿¡Pero que caraj...!?-mis quejas fueron calladas cuando la tela aterrizó sobre mi cara.

-Shh.

-¿¡Cat, pedazo de tonta donde estás!?-exclamó la voz furiosa de Alison.

Luego, se oyó un golpe y un quejido.

-¿Qué pasa?-pregunté en un susurró. Sentí como Ryan se movió a mi lado.

-Ally se cayó-me respondió.

¿Ally?

Oí la  voz de Mia, unos asientos atrás, exclamando: "¡Esto va para insagram!" y luego un flash.

Me quité la camiseta de Ryan de encima.

-Desde...-me aclaré la garganta-¿Desde cuando le dices Ally?-incliné la cabeza, queriendo parecer casual.

No funciono. La sonrisa de imbécil burlón le alumbró toda la cara.

-Desde siempre-respondió-¿Acaso te molesta?-enarcó una ceja, ahogándose en su propio egocentrismo que yo misma alimentaba con mi idiotez.

-¿Por qué iba a molestarme? Pff.

-Cat.

-¿Qué?

-¿Me das mi camiseta?

Su tono burlón y condescendiente solo lograba irritarme más.

-Ups... Es que se me cayó-dije mientras intentaba abrir la ventana la cual parecía atrancada y cuando abrió, lance su camisa.

-Un simple "Ryan quédate sin camisa para que yo pueda observar tu hermoso y espectacular cuerpo de dios griego y así poder cumplir las fantasías secretas que tengo contigo en mi mente"... Hubiese funcionado-dijo, fingiendo una voz chillona. Lo miré mal.

-Uno, yo no hablo así, y dos, no tengo fantasías secretas contigo, ridículo-le aseguré.

-¿Segura?-preguntó acercándose a mi y asentí con la cabeza- ¿Ninguna fantasía?... ¿Ningún sueño húmedo?-preguntó con una seguridad ofensiva.

-Antes muerta.

-Nah te haces la difícil, sé que te vuelvo loca.

-Loca de la irritación. Por cierto, debes dejar de besarme y abrazarme, la gente piensa cosas que no son-dije.

-¿Y a ti te importa lo que diga la gente?-preguntó.

-Bien, lo voy a poner así... Tienes que dejar de besarme y abrazarme porque está mal, solo somos amigos-le aseguré.

-¿Haz oído de los amigos con beneficios?-preguntó.

-He oído de la gente que le teme al compromiso y complacen sus propias necesidades evadiendo sus emociones y destruyendo amistades.

-Que dramática eres.-No le respondí, pero mi mente no tardó en agregar ese adjetivo a la lista que había creado con cada palabra con la que el me describía y que a mi me hacían sentir que yo misma me desconocía-¿Sabes lo que me dijo tu madre antes de irse?-preguntó, tan ajeno a mis pensamientos como yo a la idea de que la opinión de un idiota como él me llevara al lugares tan extraños de mi mente.

-No-respondí.

-Me dijo que si te tocaba un solo pelo sin tu consentimiento, iba a cortarme las bolas.

-Ella es un amor-le aseguré.

-Créeme lo se, el punto es que hasta ahora tengo tu total consentimiento.

-Bien, pues en este mismo instante te quito mi total  consentimiento para tocarme-le sonreí con la misma sorna que el lo hacía.

Apretó la boca, reprimiendo una sonrisa y asintió con lentitud.

-Suplicaras en unas horas.

-Iluso.

Nuestra pequeña guerra de miradas se interrumpió por la repentina presencia de Ty, deteniéndose junto a nosotros.

-Miren nada más lo que se encuentra uno en estos días-Ty pasó la mirada de Ryan a mi.-Hola tortolitos, justo acabo de seguir su hashtag-sonrió mostrándonos la pantalla de su teléfono.

-¿Nuestro qué?-se rió Ryan.

-Mátenme-susurré cubriéndome el rostro con las manos.

-Mira eso, ¡Somos famosos en internet!-Ryan soltó una carcajada a mi lado.

-Dame eso-le quité el teléfono de las manos a Ryan y se le devolví a Ty, mirándolo con ira.

-¡Bien, lo siento! Solo estoy dando ronda, asegurándome de que todo vaya bien-nos guiñó un ojo.-Por cierto, Martha llamó, parece que no podrá cuidar a Leo después de todo.

-¿¡Qué!?

-Tranquila, Caty, está todo bajo control-me aseguró-Seguiré con mi recorrido. Y tú, ten cuidado donde pones las manos-señaló a Ryan.

-Si buscas parejas que atormentar, Seth y Mia están unos asientos atrás-le respondió él.

Mia

-Del uno al diez ¿Cuanto me quieres?-preguntó Seth después de prácticamente arrastrarme hasta su asiento.

-Yo no te quiero-dije, sus ojos azules se achinaron hacia mi-Apenas y te tolero-lo molesté.

-También te amo, aunque estés medio deschavetada-sonrío, relajado.

Me quedé de piedra ante aquella declaración, Seth me besó como si nada, y me obligué a pensar que era una de las cosas que decíamos sin sentirlas en realidad.

-Miren nada mas lo que se encuentra uno en estos días.

-¿Que haces aquí?-Seth volteó, mirando confundido a su primo Ty.

-Cuidando adolescentes.

-Pues Cat esta adelante, ve a joderla a ella-dijo Seth.

-¿Y perderme sus cursilerías?... Me encanta oír a la gente patética.

-Largo-le dije.

-No-se negó.

-Me caes bien, no lo arruines-lo señalé con mi dedo, que descaradamente besó. Si, me caía muy bien el desgraciado.

-Te doy 10 dólares.-dijo Seth, alejando mi mano de su alcance.

-Que buen negociador, digno hijo de tu padre.

-Arrastrado-me burlé cuando Seth le dio el dinero.-Atrás hay más adolescentes para cuidar-le sugerí en broma

-Calma nenas, aquí va papá-dijo mientras se alejaba de nosotros.

Cat

-... Bueno chicos ya con sus respectivas habitaciones, pueden ir a prepararse para la fogata los esperamos en la playa en... ¡Esperen! ¡No Corran!-Fue lo ultimo que dijo el maestro Adams antes de que una manada de estudiantes casi lo aplastaran para entrar al hotel.

-¿Para que corren?-preguntó con fastidio Alison, mientras caminaba junto a nosotros... Resumiendo, una yo muy mareada, Mia somnolienta, Amy emocionada, Ryan sin camisa, Seth mareado (Es de familia), un Jeff con una vejiga llena de juguito de naranja... Y Ty, coqueteando con la primera turista que nos cruzamos en el lobby.

-¿A que horas dijo que era la fogata?-preguntó Mia estrechando sus ojos.

-Aquí están los horarios-Amy señaló la parte resaltada de las carpetas que nos habían repartido.

-Yo creo que-me callé, sintiendo mi estómago revolcarse-Iré a vomitar-corrí  hacia el ascensor mientras dejaba  a Seth con mis maletas.

-Asco-fue lo último que escuche de parte de Alison.

...
Media hora después salí del baño recién duchada y oliendo a flores... Literalmente, el baño estaba lleno de petunias. Me sequé el cabello mientras Alison desempacaba en una de las camas.

-¡Sorpresa!-gritó Sacrlett desde otra.

-Hola, pensamos que habías muerto allí dentro-me dijo Layla.

Vaya, debí estar muy ocupada con mi propio vomito para notar el tamaño de la habitación y el número de camas en ella.

-Favor que me harías-bromeó Alison, o al menos eso quise pensar porque media sonrisa se le escapó y la ocultó con una mueca.

-Tu primo subió tus maletas-me indicó Layla, señalando la pequeña cama junto al ventanal.-Es algo... ¿Coqueto?-se rió con incomodidad.

Mierda. Ty tendría que comenzar a comportarse con las mujeres de una vez por todas.

-Cuanto lo siento.

-Tranquila, se le pasó cuando Scar lo amenazó.

Scar me hizo una seña con su dedo y me sonrió.

-¿Sabían que después de la fogata hay una fiesta organizada por la escuela?-preguntó Layla mientras miraba los horarios.

-Obvio-respondió Scar.-Es por eso que después de la fogata todos desaparecemos para ir a la fiesta que organiza Will.

-¿Y por que no van a la que organiza la escuela?-pregunté.

-Por que es muy aburrida y nadie quiere estar sentado escuchando musica de los 60's mientras tomas agua y ves a el maestro Adams coquetearle a las meseras del Hotel-contó Alison.

Entrada la noche, cenamos en el restaurante del hotel y no dude en engullir todo lo que se me pusiera en frente, ya que después de un viaje tan largo no había comido prácticamente nada más que lo desayuno. Los susurros durante la cena no se hicieron esperar, los temas estelares de esa noche eran dos: La supuesta relación entre Ryan y yo, y la súper fiesta de Will en la playa.

-¡Llegamos bebés!

Mia entró a nuestro cuarto acompañada por Amy, unos pocos minutos después de que nosotras lo hiciéramos. Me fijé en Amy y como su piel se había puesto roja y brillante.

-Tenemos un balcón en la habitación, pasó el resto de la tarde "bronceándose" ahí-explicó Mia.

-Agua ...-pidió Amy. Traía puesto el bikini y llevaba los tacones en las manos.

-Mira cariño, allí-Alison señaló el baño-Hay un retrete con mucha agua solo para ti-dijo y volvió la vista a sus uñas perfectamente pintadas de rojo que limaba sin compasión.

-Que bruja-le espetó Mia.

-Y tu que friki-le dijo la morena.

-¡Ya! ¡Queremos llegar vivas a la playa!-se quejó Layla llamando la atención de todas en la habitación.

-¿Y ellas que?-Mia señaló a Scarlett y a Layla.

-Ellas son las Woods-las presenté. Scarlett se paró y se acercó a Mia, y cuando la tubo en frente la examino muy detalladamente... No había notado que ellas dos tenían ese parecido.

-Ustedes se parecen mucho...-dijo Amy.

-Ella tiene más tetas-dijo Mia, negando.

-Y ella es mas pequeña-dijo Scar.

-Y sus ojos son gris con azul-dijo panda.

-Y los de ella son...

-¡Bueno ya! ¡Se parecen, si!-gritó Alison poniéndose de pie-Tu-me señaló-No te muevas, voy a cambiarme y nos iremos a la fogata, recuerda que deben vernos juntas-dijo, entrando al baño con paso firme.

-Que perra-susurraron Amy y Layla al unísono, luego intercambiaron miradas.

-¿Eres rubia natural?-preguntó Amy entrecerrando los ojos.

-¿Como crees?-respondió Layla, poniendo una mano en su pecho, fingiendo sentirse ofendida.

-Me agradas-sonrió Amy y Layla se rió.

-¿Me puedo cambiar en su cuarto?-tomé mi maleta sin esperar respuesta, así me dijeran que no, iba a meterme a la fuerza. Miré a Amy y luego a Mia, una con bikini y la otra en vestido de fiesta-No entiendo el código de vestimenta-manifesté.

Amy se echó un vistazo a si misma.

-¡No!, arréglate para la fiesta, es solo que no soportó que la tela toque mi piel cuando estoy así.

-Ay, pobrecita-se burló Scar y Amy la miró mal, negué con la cabeza sonriendo.

Mia me extendió la tarjeta de su habitación.

-No lleves esa maleta, dejé algo sobre mi cama para que te pongas esta noche.

-Eres lo más cercano que he tenido a un suggar daddy.-bromeé. Tomé la tarjeta de su mano y abandoné mi maleta.

-Lo sé, primor-me respondió cuando pasé a su lado al salir.

Afortunadamente, las habitaciones de todas las chicas habían quedado en el mismo piso, los maestros confiaban ingenuamente en que eso detendría el ligue adolescente. No tuve mucho problema con el vestido corto, azul y brillante, al fin y al cabo estábamos rodeados de un clima que si me gustaba, y para la brisa pegajosa y playera era más que perfecto. Con lo que si tuve problemas fueron los tacones brillantes y gigantes con los que de seguro me rompería el cuello. No me iba a poner eso... No quería descalabrarme. Así que salí al pasillo con los tacones asesinos en mi mano.

-¡Mia, como crees que me voy a poner ....! -abrí la puerta de mi habitación, pero no pude continuar porque lo que vi me paralizó... Mia, Layla, Amy y Scar sostenían a Alison la cual tenia las manos y los pies amarrados, en la boca tenia una cinta y era arrastrada hacia el baño por las chicas.

-Ni se te ocurra decir una palabra, Smith-Me amenazó Amy.

-El baño es muy grande y si dices algo, le harás compañía-dijo Scar mientras Alison gritaba cosas a través de la cinta.

-Dios mio...-fue lo unico que salio de mi boca-¡¿Se enloquecieron?!, ¡Ella es un ser humano!-dije manoteando, tirando a un lado los tacones.

-¡Gracias!-dijo la morena tratando de que se le entendiera.

-Y por muy perra, bruja, intensa, ...

-¡Hey!-exclamó Alison, frunciendo el ceño.

-Ya casi termino-le aseguré-... Pinche insoportable e hija de puta... Chicas, a lo que voy es que, si no me ven con ella voy a perder el dinero que están dando a la mejor pareja-concluí en suplica.

-Pero Cat, solo le voy a cortar el pelo-dijo Mia haciendo un puchero, provocando una que la morena gritara.

-Pero nada, suéltenla, por favor-pedí. Por mucho que quisiera ver a Alison calva, necesitaba el dinero... Para libros.

-Ya la oyeron chicas, quítenle las cuerdas-dijo Mia. Al observar mejor, me di cuenta de que las supuestas cuerdas eran tirantes de brasier-Pero cuando ganes, espero mi costoso regalo-dijo, terminando de desatar a Alison.

-¿Que decías de los zapatos?-preguntó Mia, como si nada hubiera pasado.

-Estas loca-le dije.

-Lo se-contestó, quintándole de un tirón la cinta de la boca a Alison. El grito pudo haberse escuchado en la isla entera.

-¡Escúchame fenómeno estúpida...!-empezó a decir Alison acercándose a Mia, tuve que usar todas mis fuerzas para tirar de ella.

-¡Cállate, por Dios santo! ¿Quieres usar peluca en el baile de invierno o qué?-susurré lo último para que solo ella lo escuchara-Solo intenta no ser tan venenosa, no es agradable que las insultes todo el día.

Sus ojos negros me observaron furiosos, pero desvió la mirada y me respondió en el mismo tono:

-Supongo que la corona del baile no se verá bien sobre una peluca.

-¡Delivery!-unos golpes en la puerta y después la cabeza roja de Will se asomó-¿Contraseña, señoritas?-preguntó.

La seis volteamos a verlo, llevaba un tipo de telas colgando de su brazo y una bolsa de su hombro.

-¡Bebe o muere, bebé!-exclamaron Scar y Mia al unísono. El resto de nosotras compartimos una mirada de confusión.

-Las nuevas lo entenderán luego-Will se hizo pasó en la habitación, entregándonos un tipo de túnicas con dibujos playeros y coloridos en ellas, a cada una.-La fiesta de este año, se patrocina por los mejores.

-¿Superaras la de tu hermano el año pasado?-preguntó Scar, retadora.

-Claro que si, Woods. La pregunta ofende.-terminó de entregar

-¿Vamos a formar algún grupo satánico?-pregunté mirando la túnica.

-No linda, vamos a ponernos esto por que no es normal que las personas vayan a una fogata vestidos de fiesta-explicó Scar-Es tradición.

Era la segunda fiesta de Scar, al ser del último año ya había pasado por esto, aún así, eso no explicaba porque Mia sabía la contraseña. Lo más probable era que ya hubiese obligado a mi hermano a contarle todo lo que sabía por parte de sus compañeros de último año.

Ryan
-Vaya color de mierda. Will si que quería joderme-soltó Cambell a modo de burla, mientras veía su reflejo en el espejo, usando la túnica rosa que le había tocado.

-Te resalta los ojos-lo jodí, desconectando mi teléfono de la corriente, viendo que más me faltaba para irnos de una vez.

-¿Qué tiene de malo el rosa?-preguntó Ty, tirado en la cama de Seth junto a este. Balanceaba entre los dedos una de sus ahora famosas botellas de tequila y esperaba junto a Seth para irnos a la fogata.

-Es un color de maricas, esas mierdas no van conmigo.-soltó Cambell.

Seth y Ty compartieron una mirada pero no dijeron nada.

-¿Ahora eres un cabrón homofóbico?-inquirí.

Cambell hizo una mueca de fastidio.

-No empieces de defensor solo porque tu chica es amiga de ese fenómeno rubio.

-No hablaras de Esteban-Seth comenzó a levantarse de la cama, con el ceño fruncido.

Ty soltó una risita burlona.

-Está jodido que tu hombría la defina un color, amigo-se burló.

-No soy tu amigo-le espetó Cambell en respuesta.

-Estas muy grande para estar diciendo estupideces-le dije.

Cambell se aclaró la garganta y cambio de tema cuando notó que nadie apoyaba sus mierdas. Se había comportado jodidamente extraño los últimos días, estallaba de la nada en los entrenamientos y hasta le gritó al entrenador, eso último le costó una temporada entera en la banca.

No mucho después, Ty salió hacia la playa porque los maestros estaban buscándolo con el fin de enseñarle las actividades de la fogata. Le encargó su botella a Seth y se fue.

-Creó que también me voy-dijo Seth-¿No vienes, hermano?-me preguntó.

Asentí y le hice un gesto a Cambell.

-Los alcanzo luego-respondió con su actitud extraña, preocupándome más.

Salimos de la habitación, no sin ates guardar la tarjeta de ingreso. Con esas túnicas parecíamos verdaderos idiotas, y era increíble como los maestros se creían que era lo que estaba de moda. No sospechaban ni por un segundo que sus estudiantes saldrían a una fiesta, y que el anfitrión era nada más y nada menos que la persona mas loca que conozco. Había que admitir que aunque Will sea hermano del cabrón de Dylan, era muy buena persona y nada parecido a ese aborto de simio con el que compartía ADN.

Divisé varias fogatas en la playa, pero no podía ser mas obvio que la nuestra era la que estaba en el centro, con el maestro Adams haciéndonos señas para que nos acercáramos, mientras sostenía en alto la guitarra acústica con ilusión.

-Oh, llegó mi chico de la guitarra-celebró el maestro.

Seth casi se disloca el cuello, volteando a verme con las cejas enarcadas y una broma a punto de salirle de la boca.

-Cállate-le advertí.

-¡Guitarrin!-se rió. Le di un empujón con fuerza, pero no dejó de reírse y se adentró en el círculo, junto a Mia, que también lo empujó en cuanto se sentó.

-Nuestro animador está aquí-sonrió amablemente el maestro Thomnson, levantándose del suelo y dándome una palmadita en la espalda. El año pasado lo había hecho en broma, pero al maestro Adams le había gustado. Ese hombre tenía suerte de que no me disgustara tocar o cantar. Había aprendido en la primaria para enseñarle a mamá, siempre estaba muy ocupada con su trabajo de oficina en la estación de policía, y me pidió tomar clases para después enseñarle.
Acepté la guitarra que el maestro Adams extendía hacia mi con insistencia y me senté en suelo junto a los demás. Mientras afinaba el instrumento, busqué a Cat entre el grupo con la mirada. Reprimí una sonrisa cuando vi que ya me observaba fijamente, pude leer sus hermosos labios cuando susurró "¿Tu tocas?", a lo que contesté con un asentimiento.

-Bueno chicos, sean bienvenidos a el viaje anual a la playa. Como les dijimos, esto es para que se relajen antes de los exámenes previos a vacaciones y convivan entre ustedes, ya que son los grados mayores y la mitad de ustedes se irán a la universidad luego de este verano-el maestro Thomnson incluso parecía nostálgico en su discurso, sin embargo, el maestro Adams lo apuró.

-Señor Foster ¿Nos haría el honor?-preguntó.

-Cómo no.

... Después de varias canciones grupales sobre la naturaleza y "lo bello de la vida" (Incluyendo la canción de la cucaracha) empezaron a repartir malvaviscos  y esta vez no quise evitar la risa cuando Cat se me quedó mirando mientras cantaba y su malvavisco se quemo. Tiempo más tarde, apagamos la fogata y recogimos las toallas y basuras. Los maestros se adelantaron hacia el hotel con una parte de los estudiantes, aquellos a quienes Will no había invitado a su fiesta. Cuando Cat terminó su parte se sentó en la orilla del mar lo suficientemente lejos para que el agua no la tocara, me acerqué a ella y me senté a su lado.

Me echó una mirada a mi y luego a la guitarra.

-¿No la vas a devolver?

-Lo haré luego de la fiesta, está chica es un imán de mujeres-bromeé.

-Eso crees tú.

-Claro que si. Te hace ver apasionado, sentimental y toda esa mierda. Además-tomé bien la guitarra y pase los dedos por las cuerdas-Ven lo hábil que eres con los dedos.-entrecerré los ojos hacia ella. Frunció el ceño y tardó un par de segundos en captarlo. Después de eso, abrió los ojos con exageración y me hizo una mueca.

-Cállate, te crees la gran cosa.

-Dile eso a tu malvavisco quemado.

Un puñado de arena me cayó encima.

-¡Así me gusta comérmelos!

-Lo tendré en cuenta.-me sacudí la arena de encima bajó su fija mirada.

-Canta una-pidió.

-¿Otra vez la cucaracha?-pregunté con pereza. Ella rió.

-No, tonto. Una para mi.-Hizo esa cosa de ladear la cabeza y achinar los ojos que tanto me gustaba-Comprobaré si es verdad todo eso que dices.

Enarqué las cejas.

-¿Todo?

Rodó los ojos y otra vez me lanzó arena.

-Solo lo de ser apasionado y sentimental, puerco-me riñó.

Me reí, sacudiéndome de nuevo la arena, y comencé a tocar algunos acordes al azar mientras alguna canción que me supiese bien llegara a mi cabeza. Recordé una que me sabía musicalmente, pero de la cual sólo recordaba el coro, de igual forma, la toqué para ella, tarareando con el ritmo hasta llegar a la letra que conocía.

- I came here with a load
And it feels so much lighter now I met you
And, honey, you should know
That I could never go on without you
Green eyes.

Me observaba curiosa, intentando adivinar la canción. Sabía que no era una chica que escuchara Coldplay, las veces que la había escuchado con la música a todo volumen siempre era algo muy ella, como Tylor Swift o Maroon 5. Pensé que era una pena que Coldplay no estuviera en sus listas de reproducción, principalmente porque ella era la representación viviente de varias de sus letras.

-Honey, you are the sea
Upon which I float
And I came here to talk
I think you should know

Seguí tarareando con el ritmo hasta el final de la canción.

-Gracias, gracias-fingí una reverencia-Son diez dólares, señora.

Ocultando una sonrisa, me puso una mano sobre el hombro.

-Te sale mejor la cucaracha, sin ofender.

-¡Oigan, no se irán a perder mi fiesta ¿O si?!-Will llamó nuestra atención desde algunos metros atrás-¡Tengo los autos listos!

-Te haré pagar por eso de la cucaracha-le advertí, poniéndome de pie.

Cat

-¡Hey, Cat!-Amy me apuró desde la ventanilla de un auto-Ya quítate eso, vámonos-me abrió la puerta.

Me quité la túnica por la cabeza y una vez en el auto las puse en la bolsa de basura donde estaban las demás.

-Bueno perras ¡Nos vamos de fiesta!-gritó Alison, desde el asiento del copiloto.

La cabaña que alquiló Will no estaba muy lejos de la playa... ¡Estaba literalmente al otro lado de la isla!, la entrada estaba sellada, así que estábamos prácticamente en nuestro propio rincón de la playa, acompañados únicamente de la cabaña, el mar, y un risco gigante. Estrambótico ni siquiera era un adjetivo digno de Will o de sus fiestas. De la cabaña de sus padres salía humo de todos los colores, y minutos después un grupo de bailarines y bailarinas exóticas que se adueñaron de la tarima montada afuera de la cabaña, donde cupieron sin problemas junto a Dj. La pista de baile estaba justo en frente de la tarima, alumbrada por reflectores.

-¡Esa es mi canción!-gritó Amy tomando a Mia de la mano y arrastrándola a la pista mientras sonaba wake me up.

-¿No has visto a tu novio?-me preguntó Alison, quitándose los tacones que se le enterraban en la arena. Casi me dieron ganas de restregarle mis cómodas y feas sandalias en la cara.-Hablo de Roberto, no de Ryan-me sonrió con cinismo.

-Will no lo invitó-respondió Layla junto a mi-Scar estaba furiosa, fue al hotel a traerlo ella misma-nos contó hablando fuerte por encima de la música.

-¿Por qué ese imbécil no lo invitó?-preguntó Alison.

-Bueno, no es un chico de muchas fiestas, supongo-Layla se encogió de hombros.

Me sentí mal por Roberto, era muy agradable, aunque era cierto que no era muy hablador, además de que no se movía mucho en los círculos sociales que inundaban las fiestas de siempre.

-¿A tu hermana no le gusta, verdad?-le preguntó Alison a Layla, con el ceño fruncido.

-Tal vez-Layla no se quedó para responderle otra cosa y se alejó hacia la cabaña, guiñándome un ojo burlonamente.

-¡Mierda, esa pequeña futbolista escurridiza!-se quejó la morena. Me reí.

-Vamos, seguro encontraras a otro chico al cual clavarle las garras-dije arrastrándola hacia el apogeo de la fiesta junto a Mía y Amy. Bailamos junto a ellas, que parecían ser una sola, era casi hipnótico como combinaban esa noche. Mia y Amy eran tan distintas como el día y la noche, y aún así se complementaban de la mejor manera, la luz de una brillaba en la oscuridad de la otra. Era afortunada de tenerlas en mi vida, queriéndome por elección, dejándome ser parte de algo.

Volteé a ver a Alison, tal vez nunca llegase a ser tan cercana a ella, simplemente porque no encajábamos así, pero no me molestaba estar a su alrededor como pensé que pasaría. Alison se dio cuenta que la observaba, y me frunció el ceño. Abrió la boca y yo me preparé mentalmente para recibir un insulto.

-Gracias-fue lo que dijo, dejándome confundida-Por no dejar que quedara calva-completó, rodando los ojos.

Asentí.

-No se lo digas a nadie, pero me gusta mucho tu cabello-confesé.

-¿Qué?-me hizo una seña señalando su oído, la música no la dejaba escuchar bien.

Me encogí de hombros.

-Nada.

Me mostró su dedo de en medio y siguió bailando sin prestarme atención. Decidí tomar un descanso y salí de la pista en busca de algo de tomar, pero al intentar entrar a la cabaña, un gigante chocó conmigo.

-Mierda, Caty, no te vi-Esteban me hizo a un lado, acariciando mi brazo.

-Estoy bien-le quité importancia, pero eso no pareció relajarlo. Estaba extrañamente tenso, y algo me decía que ese incidente no era la razón.-¿Tú estás bien?

Me miró a través de sus espesas pestañas rubias.

-Si, no me pongas atención, solo me hace falta licor.

-No creo que tengas problema para encontrarlo aquí-bromeé. Creo que ni siquiera me escuchó, asintió y me dio un beso en la frente antes de irse.

Busqué algo de beber y me senté en una de las sillas playeras del exterior a observar uno de los shows de los bailarines. Revisé mi teléfono con aburrimiento por un rato, y me entretuve con todos los videos y fotos que Mia subía uno tras otro a su nuevo Instagram. Mantuve a Esteban vigilado hasta que se perdió de mi vista hacia la parte trasera de la cabaña con otros chicos, así que lo dejé estar porque no me parecía muy sano de mi parte perseguirlo como perrito. Observé más autos llegando a medida que la fiesta seguía, chicos y chicas que jamás había visto llegaron a mezclarse con los demás, supuse que serían turistas.

-¿Qué haces tan sola?-Scar se dejó caer con brusquedad en la silla vacía que había a mi lado.-Tu novio está como loco repartiendo tequila con tu primo... ¿O es su primo? No entiendo bien-se rió. Adiviné por su tono que ya llevaba algunas copas encima.

-Es mi primo-recalqué-Y Ryan en realidad no es mi novio.-confesé.

Scar abrió la boca con sorpresa y ahogó un gritito.

-¿Y él lo sabe?-preguntó aterrada.

-Claro que si-me reí-Solo le gusta seguirle la corriente a la gente.

Se quedó mirándome algunos segundos con los ojos brillosos.

-Creo que es más que eso, Cat.

-No lo es.

-No lo es de tu parte tal vez, pero de parte de Foster... pues parece un comportamiento muy raro en él. Tal vez no quieres ver lo que el resto vemos.

-No es verdad, hace poco tiempo que nos soportamos, en realidad.

-No te creo-se acomodó en la silla para acercarse u escuchar mejor-¿Había rivalidad entre ustedes? No lo parece.

-Pues no tanto así-rodé los ojos.

-¿Algo así como enemigos?-insistió con esa sonrisita de casi ebria.

La ignoré y bebí de mi Coca-Cola.

-¿A ti te gusta?

-¿Y a quién no le gusta Ryan Foster?-me mordí la lengua justo después de soltar eso, y me aseguré de que nadie más lo hubiese escuchado, mirando a todos a nuestro alrededor.

-Díselo-Scar se encogió de hombros-Que no te coma el miedo Cat, puede ser una gran motivación para vivir si no dejas que te paralice.

-Eso parece sacado de una película.

-La verdad no recuerdo donde lo escuché-rió de nuevo-Pero es verdad.-De la nada me tomó del brazo y me levantó con fuerza.-¡Ya va a empezar!-exclamó mientras nos llevaba frente a la tarima.

Will había tomado el micrófono, e invitaba a todos a acercarse y escuchar.

-¡Los valientes de esta noche pueden comenzar a subir al risco!

Un montón de gritos alborotados siguieron aquella exclamación.

-¿Qué?-miré aterrada hacia Scar en busca de una explicación:

-¡Recuerden, ni un paso en falso si quieren seguir con vida!-con cada grito de Will, un grito más voraz se levantaba en la audiencia.-¡Será mejor que si tienen dudas se queden con el público! ¡Seremos testigos de los mejores saltos esta noche!

-¿¡Saltos!?-exclamó un chico de mi clase no muy lejos de nosotras.

Mierda.

Will señaló eufóricamente el risco, donde dos reflectores se encendieron justo en la cima.

-Encomiéndense a lo que quieran, pero ni piensen en acobardarse una vez que lleguen arriba-advirtió-Ahora, ¡Adelante!

Scar dio un grito eufórico a mi lado, junto a los demás. Muchos a nuestro alrededor comenzaron a quitarse la ropa y correr como desquiciados hacia el risco.

Tomé a Scar del brazo, negándome a dejar que fuera directo a su muerte. Me interpuse en el camino de Will cuando lo divisé bajando de la tarima y hablando con Ryan. Supuse que lo estaba ayudando a entrar en razón, pero me sentí la mayor de las ingenuas cuando Ryan comenzó a quitarse la ropa también.

-¿¡Están todos locos!?-reclamé llegando junto a ellos.

Will me dio una mirada condescendiente.

-No te preocupes, no es obligatorio.

-Lo sé. Y aún así hay gente tan estúpida para seguirte el rollo-miré deliberadamente a Ryan-¡Podrían morir!

-Nadie ha muerto nunca-me dijo Ryan, intentando tranquilizarme, lo cual no estaba funcionando porque lo hacía mientras se quitaba los pantalones.

Will me pasó un brazo por los hombros, haciéndome girar hacia el risco.

-El chiste, mi querida Cat, está en no dudar ni un segundo una vez que estés arriba. Un paso en falso o algún resbalón nervioso y tal vez no la cuentes.

-¿Y cómo crees que alguien no estaría nervioso estando allá arriba?-pregunté.

Will alcanzo una botella abandonada en las escaleras de la tarima.

-Para eso es el alcohol-dijo con obviedad.

-¡Bebe o muere, bebé!-exclamó Scar a mi lado. Se había soltado de mi agarre y se acababa de quitar el vestido.

-Más bien "bebe y muere"-alejé la botella que Will me extendía-¿Qué no ves la estupidez de tu lógica?

Ryan tomó la botella que Will insistía en poner en mi cara.

-No necesitas esto, vamos-me agarró de la muñeca y tiró de mi.

Me solté rápidamente.

-¡Estás loco!

Me tomó ambas muñecas y me hizo mirarlo.

-Te prometo que será la experiencia de tu vida-una de sus rarísimas sonrisas sinceras apareció-Ven conmigo.

-Sin miedo, Cat-Scar me guiñó un ojo con complicidad.

-No-volví a soltarme.

Scar resopló

-Que pena, quería que me ayudaras a subir porque estoy un poco uh uh-hizo círculos con su índice al lado de cabeza-Supongo que estoy a mi suerte-se alejó corriendo en ropa interior, sus largas piernas la llevaron lejos en un para de segundos.

-¡Mierda!

Will y Ryan compartieron una mirada de asombro frente a mi exclamación.

-Vamos, o se partirá la cabeza-refunfuñé y avancé hacia el maldito risco, seguida de los dos imbeciles más grandes de la isla.

Algunas piedras estaban resbalosas y me sostuve de Ryan prácticamente todo el camino hacia arriba. Scar corría y escalaba sin problemas varíos metros adelante de nosotros y Will la siguió con facilidad, dejándonos atrás. Seguimos avanzando, pero a cada paso mis piernas temblaban por inercia.

-Voy a matarte-refunfuñé agarrándome de su brazo como si mi vida dependiera de eso, ya que literalmente lo hacía.

-Te dije que te haría pagar por lo de la cucaracha-se burló.

-Esto es cruel-estiré el cuello, nos faltaba poco para llegar hasta arriba. Me apoyé de él para escalar la siguiente roca, cuando un chapuzón me hizo voltear la vista hacia arriba de nuevo. Era Scar, lo sabía porque ya no podía ver su cabello oscuro en la cima.

-¡Está bien!-exclamó Will, asomándose para vernos-¡Y vaya salto!-dio un silbido de admiración-Sigo yo-se frotó las manos cual mosca y volvió hasta el borde.

-¡Está bien!-le exclamé a Ryan, como si el no hubiese oído ya-Vamos, bajaré de aquí-intenté dar la vuelta pero él se interpuso.

-En tus sueños cariño, ya estamos aquí-señaló con la cabeza-Bajaremos en picada y directo al mar.

-Si muero, quedaré en tu conciencia por siempre.

-No es algo nuevo.-siguió caminando hasta completar los metros que nos faltaban para llegar a la cima, era angosta e incluso la sentía moverse cuando las olas golpeaban contra las piedras.

-Estarás bien, me lo agradecerás luego-se asomó hacia el salvaje mar que nos esperaba abajo. Luego volvió a mirarme-¿Vas a mojar el vestido?

Me aclaré la garganta.

-No traigo sostén.

Ryan frunció el ceño y le echó una vistazo a la parte de atrás de mi vestido, no tenía nada de tela cubriéndome la espalda. Alargó la mano, dándome una mueca burlona de aprobación. Esperé a sentir sus dedos cálidos sobre mi piel descubierta, pero no me dejó más que el cosquilleo vacío de la expectativa.

-Sin consentimiento-alejó la mano y chasqueó los dedos-Con vestido será-volvió su vista hacia abajo.-¿Lista?

Oculté mi disgusto y observé con él los metros que nos separaban del agua.

-Vamos a morir-alejé la mano que me extendía.

-Eres una exagerada.

-¡Basta!-exclamé. Al parecer lo tomé por sorpresa, porque me miró con gran confusión-Me has llamado sosa, exagerada, dramática. ¿Soy eso para ti? ¿No encuentras más adjetivos que darme?

Levantó las cejas y la sorpresa no abandonó su rostro. Si no hubiese estado tan disgustada en ese momento, hasta habría disfrutado haberlo desarmado así.

-Cat, no digo ninguna de esas cosas en serio-explicó con lentitud-Tu más que nadie debería saberlo, soy un imbécil al que le gusta molestarte, es todo.

-Sería bueno que lo aclararas de vez en cuando-murmuré.

-Lo haré, lo prometo-asintió, curiosamente serio.-Ahora, deja de distraerme para retrasar esto-la sonrisa burlona no tardó en aparecer de nuevo.

-Te odio.

-No es verdad-me agarró la mano de todas formas. Y saltó.

El pánico se abrazó a mi cuerpo por unos efímeros segundos, mientras el vacío en el estómago característico del subidón de adrenalina se hacía presente, y finalmente, el agua nos recibió con un golpe seco. Impulsé mi cuerpo hacia la superficie y respiré con profundidad cuando salí. Ryan aterrizó a un par de metros de mi, el pecho le subía y le bajaba con rapidez y la sonrisa le iluminaba el rostro.

-¿No estuvo tan mal, verdad?-preguntó.

Nadé hacía él, aún con el cuerpo tembloroso, pero agradecida de lo refrescante que se sentía el agua sobre mi piel.

-No morí, así que no-respondí, pataleé con fuerza, pero el agua seguía llegándome hasta el mentón.

-Vamos, somos los últimos-me tomó de la cadera y avanzamos hasta que sus pies tocaron el suelo, poco después, sentí la arena bajo mis dedos, entonces me soltó.

-Te lo dije-se regodeo burlón-La experiencia de tu vida.

Caminábamos a través del agua, saliendo de a poco.

-Cállate.

-Es que...

-No, en serio cállate, algo está pasando-señalé el alboroto que se formaba frente a nosotros. La música se había detenido y un montón de gente se apilaban frente a la cabaña. Se escuchaban gritos y algarabía.

-Es una pelea-dijo. Salimos por completo del mar, y avanzamos con paso apurado hasta la multitud.

-Deben ser chicos ebrios-Ryan alcanzó sus pantalones tirados en la arena y comenzó a ponérselos-Deja de preocuparte.

-Amy...-comencé a correr cuando vi a la rubia saliendo del círculo, abrazándose a si misma y llorando con desesperación.

-¿Qué pasó?-pregunté sosteniéndola, hizo una mueca de dolor y se alejó de mi agarre.

-¿Quién te hizo eso?-los ojos de Ryan se clavaron en el brazo derecho de Amy, donde una marca roja se extendía, acompañada de algunos moretones que parecían estarse curando.

Ryan se canso de esperar respuesta y se metió en el círculo.

-No entres ahí-Amy apenas podía hablar entre los sollozos.

-¿Quién te lastimó?-acaricié su otro brazo-¿Qué pasó?-insistí.

-Cambell-sorbió su nariz y me abrazó con fuerza, desmoronándose.

N/A
Feliz Año Nuevo
Y feliz navidad muy atrasada.
Si están libres y quieren, recuerden pasarse por mi otra novela🫶🏼
Nos leemos en Instagram ❤️

Escena extra

Joseph (papá)

-A ver, te vas a quedar ahí y no vas a hacer desorden, esto es una compañía decente-me veía como un tonto hablándole a un perro mientras lo señalaba-Si vas a hacer del baño Mónica te mostrará donde está y también hay juguito, salgo en dos horas de aquí-Le dije a Leo quien solo volteo la cabeza hacia un lado y levanto una oreja-¿Entiendes que si te pasa algo Cat me matará?-pregunté y Leo se tiró al suelo con la panzita al aire-Bien, fue un placer hacer negocios contigo-dije. Lo tomé para dejarlo en recepción.

Ya en mi oficina tomé entre mis manos la foto de Amanda que descansaba sobre mi escritorio... ¡Mierda! ¿Como pude perderla otra vez? Esto no iba a terminar así... Esta vez no. No podía decepcionar de nuevo a mi familia.

Salí de nuevo a recepción.

-Mónica, cancela todas las citas y entra a la página del aeropuerto, necesito estar en el próximo vuelo a Texas.

-¿Y el perro? -preguntó la rubia.

-A él también me lo llevo.

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