Cyno se dispone a cortar el cable rojo; con algo de temor luego de cortarlo, cubre su rostro por el supuesto impacto que vendría después, aunque luego de unos segundos se ve que la bomba no explota y se alivia ─ (¿Soy yo o mi suerte anda por los cielos?) ─ piensa con calma mientras corta el azul, el cual enciende una alarma ─ ¿QUÉ PASA? ─ se levanta y sale corriendo rápidamente del lugar, quedándose en la entrada observando por unos segundos, ya que la curiosidad le ganó ─ (Debería escapar, pero quiero saber que sucede) ─ al pensar eso, automáticamente salen burbujas de la máquina, aliviando aún más a Cyno... Aunque eso no le bastaría, pues regreso a la bomba con un ambiente tenso y un sabor agridulce.
─(Juro que no me lo estoy tomando a chiste... Esta ciudad depende de mí...) Tignari... ─ el de tez morena se ruboriza un poco al pronunciar el nombre de su compañero, a lo que observa que quedan solamente 2 cables. El verde y el negro.
─Por lógica. Dottore implantó esta bomba a cables de colores no solo para plagiar las películas de acción, si no también para hacerme pensar analógicamente de que el cable verde es Tignari debido a que siempre recuerdo a ese zorro cuando observo ese color... ─ el joven de orbes rubíes piensa detenidamente todo lo que acababa de decir ─ o quizás soy el único imbécil que piensa en eso... (o quizás quiere que corte el verde porque es el que desactiva la bomba... Pero me sentiría mal porque le estaría haciendo daño al verdecito de Nari) ─ luego de sobrepensar por unos minutos, Cyno se sienta al lado de la bomba y piensa lo que va a hacer.
─Este imbécil sabe lo que estaba pensando ─ vuelve a mirar ambos cables ─ no Cyno, no seas tonto ─ se acerca y corta el cable verde, a lo que suena un sonido agudo y se desactiva la bomba ─ uff... Me metí una sobrepensada para nada ─ expresó con un tono agitado; seguidamente de eso se levantó y salió a la calle a observar si había alguien cerca; no obstante, no había nadie en ese momento.
─(Raro...) ─ pensó con algo de escalofrío ─ (debería regresar al hospital).
Cyno se dispuso a ir al hospital, cuando de repente se cruza con Tignari. El cual se le veía agitado.
─¿Nari?
─¿Eh...?
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─Hola Baizhu.
─¿Alhaitham? Deberías estar descansando.
─Lo sé... Pero quería pasar a saludar.
─¿Por qué?
─No lo sé... Sólo saludo ─ agita su mano mientras el doctor lo observa con preocupación ─ (¿Qué carajo...?) ─ se preguntó el doctor a sí mismo, hasta que dió con una suposición sacada al aire. ─ Te preocupa Cyno, ¿verdad? ─ el contrario desvió la mirada y bajó el brazo, mientras miraba hacía un punto fijo. ─ Alhaitham respondió ─ sí me preocupa ─ hace una pequeña pausa y mira de manera atenta al doctor de orbes dorados ─ lo odié en su momento... Ya sabes, cuando me enteré del almacén, y ni siquiera fue por él. Pero...
─¿Pero...?
─Admito que me preocupa mucho lo que se ha sacrificado hasta ahora, desactivó una bomba que le faltaba una hora, y estoy seguro de que si se encontrara al zorro fennec, lo cuidaría el resto de las horas restantes ─ luego de las palabras del muchacho de cabellera plateada, el doctor quedó en silencio, sin poder pronunciar una sola cosa.
─¿Qué pasa Baizhu?
─¿Por qué me cuentas esto a mí?
─Tú debes conocer mucho más a ese chico que yo. Digo, además de ser mi empleado del mes, es tu paciente estrella, porque se la pasa viniendo acá.
─Eso no te lo niego, ya parece hasta su tercer hogar... Oye.
─¿Hm?
─¿Cómo está Kaveh?
─Bien, gracias. Está dormido con una venda en la mano; aún me sorprende que haya agarrado la cuchilla de esa navaja sabiendo la consecuencia. Le dolió obviamente, pero en realidad aportó mucho y, ya merecía un descanso.
─Lidiar con alguien como Cyno es difícil a veces, aún más ahora que encontró a alguien a quien amar en tan poco tiempo.
─Tú mismo lo has dicho... Bueno iré a dormir otro rato.
─¿De verdad? ¿Sólo venías a decirme eso?
─Bueeno, también quería charlar del perro egipcio ese, me preocupa a veces, y tú más que nadie debe saber de su salud, porque se la pasa más en el hospital que en su casa ─ ambos sueltan una carcajada ante ese comentario. Alhaitham se despide de Baizhu y se va a dormir.
─Estoy solo, de nuevo ─ siente una pequeña brisa que le genera escalofríos, así que rápidamente se va de la terraza para entrar por los ya cotidianos pasillos.
Mientras daba su vuelta diaria, admiraba con detalle a cada uno de los pacientes por las ventanas de las salas de consultorios, hasta que se topó con la de Albedo, el cual estaba despierto.
─(Ya despertó el jovencito Albedo) ─ exclamó en su mente, seguidamente de eso tocó la puerta, asustando al de orbes turquesas ─ ¡¿Baizhu?! ¿Qué haces despierto a estas horas?
─Realmente debería ser yo quien pregunte eso.
─Oh... Em... Honestamente estoy algo preocupado por Cyno, Tignari y los demás.
─Los demás están a salvo en otras salas.
─¿De verdad?
─Pues claro, soy el mejor doctor de Teyvat, ¿qué esperabas?
─Mmm, no esperaba nada, así cómo estás vas bien ─ Albedo le dedica una sonrisa al doctor, a lo cual este se la devuelve ─ mejor ve a dormir, necesitas descansar... Confía en Cyno, Albedo. Él estará solucionado todo de la manera más calmada posible.
─¿Cree eso, doc?
─¡Claro! Yo digo que debe de estar cuidando de Tignari.
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─¡Hey hey! Deja de llorar, van a escucharte Nari ─ decía el de tez morena consolando al fennec ─ han pasado solamente 8 horas de 24 y ya he explotado lugares y lastimado a mucha gente, ¿¡cómo quieres que esté tranquilo!? ─ exclamó con enfado el de grandes orejas.
─Bueno... Tienes un punto ─ Cyno rasca su cuello con nervios, sabía que la había cagado diciendo eso... Pues hay que ser empáticos con Tignari, que está bajo el mando de un loco maniático.
─Tignari.
─Que.
─Hey tampoco me respondas con ese tono.
─Es que tú también preguntando estupideces en un momento tan serio.
─¡Al menos tienes un poco de conciencia! Así que no puedes reclamar nada, y deja de ser tan negativo ─ el de orbes rojizos tenía un punto, así que Tignari lo aceptó y se calmó un poco ─ lo siento.
─No te disculpes.
─Bueeeno... Y...
─¿Y?
─¿Me ibas a preguntar algo? Digo, me llamaste ahorita.
─Ah sí, ejem... Tignari.
─¿Sí?
─A Zandik le quedó un poco mal la droga, ¿verdad?
─Oh eso, supongo que sí. Porque si hubiera quedado 100% efectiva estaría destruyendo todo.
─Lo sé lo sé ─ el joven mira a los alrededores con algo de temor ─ ¿Qué ocurre Cyno?
─¿No sientes cómo si alguien nos estuviera vigilando?
─Yo no siento eso.
─PERO SI TÚ ERES EL ANIMAL ACÁ, TUS OREJAS DEBERÍAN SABERLO.
─HEY ─ lo empuja y se aleja. ─ Si gritas de nuevo me voy hasta 1 o 2 ciudades de distancia.
─Perdón ─ se pone de pie y sacude sus prendas, cuando de repente siente una vibra extraña viniendo del contrario ─ Tigna- ─ levanta la mirada y se topa con el fennec cayendo de nuevo en los efectos de la droga.
─(Definitivamente tengo un poco de mala suerte).
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