Mi espía favorita

Da LorenaMoreno378

282K 20.7K 1.9K

Sofia es una chica de apenas 20 años que se quedó huérfana a la edad de once años, dado que sus padres fueron... Altro

" El ministro de educación "
" El ministro de educacion. Parte II "
" Nueva misión "
" La prueba de la cuerda "
" La niñita "
" Escapada para ir de fiesta "
" Nos vamos de compras "
" Nos vamos de compras " Parte II
" Comportamientos extraños "
" Lunes de sorpresas "
" Operacion: Ryan "
" Fiesta sopresa "
" Fiesta sorpesa" Parte II
" Fiesta sorpresa " Parte III
" Feliz cumpleaños Sofia "
" Las mentiras de Ryan "
" ¿Estas celosa Morgan? "
" Habitacion 140 "
" El secreto de un novio y una profesora "
" El dolor de un engaño "
" Sentimientos encontrados "
" Rompiendo las normas "
" Una fiesta llena de sopresas "
" Rompiendo una norma más "
" Una espia entre mis brazos "
" Una pista "
" Una visita poco amistosa "
" Descargando la ira "
" Sofia, eres una romantica "
NO ES UN CAPÍTULO
" Las consecuencias de un chantaje a la persona equivocada "
" No te metas con la chica de un espia "
" Las consecuencias de tus actos "
" El reposo de un espia "
" Cuidados especiales "
" Cuidados especiales " Parte II
" Una espia herida y su debilidad "
" Una cita romántica "
" Una cita romantica" Parte II
" La exposicion "
" Una comida informal "
" Secretos...no tan secretos "
" Un viaje de vuelta al pasado "
" Las historias de un espia "
" Mi primera novia "
" Un sabotaje doloroso "
" El libro prohibido "
" La canción de la espia "
" Un nuevo comienzo "
" Lo prometido es deuda "
" ¿Capitana...Sofia? "
" Las hormonas "
" Nos van a escuchar..."
" La pulsera roja "
" Mas asesinos "
" Cuatro balas "
" Dagas en el corazon "
" Una conversacion poco agradable "
" La distancia mas dolorosa "
" Decisiones y arrepentimientos "
" Somos un equipo "
" Un evento para recordar "
" Quedate conmigo "
" Una sombra tras el humo "
" Un proceso de recuperación lento "
" Un sueño hecho realidad "
" No me acuerdo "
" Un futuro incierto "
" ¿Bebes? "
" La Jefa "
" Solo son...agujetas "
" Un bebé y una hermana en apuros "
" Eso es un...¿bebé? "
" Idioma de bebés "

" Una pequeña parte de mi "

4.3K 289 70
Da LorenaMoreno378

POV SOFÍA

Me estaba preparando para ir a casa de Lucrecia, que vivida dos viviendas al lado de la mía. Le dije a Morgan que no tenía que prepararse mucho, que era una simple visita, pero por alguna razón, llevaba una hora en el baño.

- Amor, de verdad, es una mujer encantadora, no necesitas arreglarte para ella- dije tras la puerta.

- Pero es importante para ti, quiero estar bien- sonreí, me daba ternura.

- Estamos hablando de una mujer de ochenta y dos años, no vamos a ver al rey- abrió la puerta con si ceño fruncido.

- He dicho que es importante para ti y quiero estar bien- dijo seria.

Alce mis manos a modo de rendición, si me lo decía así, yo no iba a ser quien se interpusiera.

- Esta bien, pero te quiero abajo en cinco minutos, como..- me interrumpió.

- Díez minutos y te prometo que estaré a bajo- sonrio.

- Cinco- repetí.

- Diez- insistió.

- Estas hablando con una espía, no pienso ceder- me cruce de brazos.

Ella solo sonrio, dejando ver sus blancos dientes que resultaban por el pintalabios que llevaba. Los dedos de su mano derecha comenzaron a subir por mi brazo, lo hacía de una manera juguetona, incluso seductora. Comenzó a hacer lo mismo con el otro brazo, lo único que cambió fue la distancia, ahora estaba mucho más cerca.

Sonreí ante este intento de seducción que, en otra situación, podría funcionar.

- ¿Enserio? ¿Vas a intentar seducirme?- pregunté, ella me miró fijamente con esos ojos azules.

Un escalofrío me recorrió, su mirada era penetrante, tanto que hasta me puso un poco nerviosa.

- Todavía no e empezado a hacerlo- sonrió maliciosamente.

Mire cada movimiento, como siempre era algo hipnótico y más cuando llevaba esa falta tan ajustada y el top. Cuando sus manos subieron hasta mis hombros, baje mis brazos, si iba a acercarse yo no se lo iba a impedir.

Pegó su cuerpo al mío despacio ne cuanto quite esa barrera. Se puso de puntillas para poder quedar a mi altura. Reconozco que esto me estaba encantando, me provocaba, yo dejaba que lo hiciera, pero se lo devolvería.

- Solo necesito diez minutos mas- sus dedos recorrieron mi mandíbula, hasta llegar a mis labios.

Su pulgar paso de arriba a bajo haciendo que mi labio inferior se doblará. Ella lo miró y se mordió el suyo. Las ganas de besarla aumentaron, pero no iba a ceder tan fácil, puede que esto le funcionara con Ryan y que el le diera todo o que simplente estuviera acostumbrada a conseguir las cosas y ya, pero yo sé lo iba a poner más difícil.

Con la punta de mi lengua roce su dedo, ella miró aquel gesto que le tomó por sorpesa concentrada, como si esperara que hiciera algo más.

- Quiero seguir escuchándote- susurre, haciendo que su dedo, el cual seguía pegado a mi labio, se moviera al mismo tiempo que hablaba- Ibas bien, sigue- sonreí.

- Quiero esos diez minitos- volvió a repetir, esta vez mirando mis ojos.

- Convence me- tome su cadera y la pegué con cuidado a la pared- Ahora que has empezado este juego...sucio, quiero que lo termines, amor- subí una de mis manos para apartar el pelo de sus hombros.

Su respiración se volvió más agitada, sus manos ahora estaban en mis hombros.

- Vamos...- susurre en su oído- Seduceme y te dare esos diez minutos que tanto quieres- pase la punta de mi lengua por su oreja.

Noté como sus manos se aferraron a mi ropa y me encantó, podía sentir el cosquilleo entre mi pierna crecer a medida que notaba las reacciones de su cuerpo.

Giré mi cara para mirarla, sus pupilas estaban dilatadas y sus ojos no se separaban de mis labios. Mordió el suyo, haciendo que mi atención se desviará ahí, encima ese pintalabios los hacían ver más grandes, más besables.

- Eres mala Sofia...- agarró la parte trasera de mi cuello y pego más ella, giro un poco la cabeza para, dejando su boca en mi oído- Pero yo puedo ser peor cuando se trata de ponerme guapa para ti....- agarró una de mis manos y, con lentitud la colo por debajo de su falda.

La llevo hasta su traero, podía sentir su piel caliente y si, admito que no me esperaba nada de esto y que tanto atrevimiento me ponía, demasiado.

- ¿Lo sientes?- asentí, metió un poco más mi mano, lo justo para notar el tanga- Todo esto me lo he puesto para ti, para luego, pero estas siendo muy...muy...- su lengua hizo un pequeño recorrido a lo largo de mi cuello- Mala- susurro en mi odio de vuelta- Déjame prepararme y podrás hacer lo que quieras conmigo luego-

Se separó para mirarme, estaba decidida, confiada y, ver ese poderío, me excitaba de maneras inexplicables.

- No deberías decirle a un espía eso, se lo puede tomar....demasiado literal- dije viendo sus ojos.

- Pero tu no eres cualquier espía, ¿no es así?- volvió a hacer eso de pasar su dedos por mi mandíbula.

- No, por eso deberías saber algo- sonreí.

- Dime- me miró.

Me acerque a ella, rompiendo aquella distancia que nos quedaba. Deje mis labios a escasos centímetros de ella, se me hizo tan difícil que ni yo sabía como aguanté.

- Estoy entrenada para estas cosas, pero no te negaré que sería capaz de arrodillar me aqui mismo y te hacerte mía, pero entonces no solo serían diez minutos lo que me pedirías, así que entra a ese baño, termina de arreglarte y sal- dije, provocando que nuestros labios se rozaran al hablar- ¿Lo has entendido?- asintió, sin dejar de mirarme a los ojos y los labios- Bien- me separe y mire el reloj de mi muñeca- Cinco minutos, Morgan- la volví a mirar- Y gracias- apreté su nalga, causando que un pequeño jadeo saliera de su boca- Por el adelanto de esta noche- sonreí antes de alejarme de ella.

Baje las escaleras feliz y cachonda, una cosa llevaba a la otra. Reconozco que me costó mucho, demasiado, para mi ella era irresistible y lo hubiera conseguido si no fuera porque tenía toda una sorpesa planeada después de visitar a Lucrecia.

Los minutos pasaron y cinco minutos estaba bajando las escaleras, completamente arreglada. Se vía igual de guapa que siempre, sonreí como una idiota.

- Estas preciosa- dije al tenerla cerca.

- Lo estaría más si me hubieras dejado otros cinco minutos- dijo molesta, pero sabía que ya no eran por esos cinco minutos.

- No se si es posible que pudieras estar más guapa aún- rodee su cintura y dejé un beso en su mejilla.

- Si, tu halagame para arreglarlo- rodeo mi cuello.

- Digo la verdad, estas hermosa, siempre lo estás, ¿dudas de mi palabra?- alce mi ceja.

- Para nada, solo que ahora voy a ir pensado en todo lo que quiero que me hagas esta noche- rei- No es gracioso, ¿como voy a concentrarme?-

- Con mucha voluntad, tu tampoco me lo has puesto fácil- eso la hizo sonreír.

- Era la intención- rio- Bueno, vámonos, que estoy nerviosa- me dio unos golpecitos en los hombros y se separó.

Cogí la llaves y salimos, andamos hasta su casa, como dije, no estaba muy lejos. Tome su mano al llegar a la puerta y toque. No había cambiado nada de fuera, sus flores, el jardín, el porche...todo estaba igual.

Sonreí por todos los buenos recuerdos que me traía esta casa.

Poco después la puerta se abrió, dejando ver a aquella mujer que tantas veces me cuidaba y nos traía pasteles de limón.

- Oh...madre mía Sofia, estas enorme- dijo con una felicidad que me lleno.

Dejo su muleta al lado, yo solté la mano de Morgan y me agaché para abrazarla. Sentí su aroma a limón, era el mismo que tenía siempre que venía. Deje que sus brazos delgados me envolvieran durante un rato, me reconfortaba estar asi.

Después decidí separarme, ella me miró sonriente.

- Estas preciosa- tocó mi mejilla con suavidad- Ahora ya eres una mujercita- rio, provocando que yo también lo hiciera.

- Y tu te has conservado estupendamente estos años- había cambiado, pero no mucho.

Tenía más arrugas y el pelo canoso, pero la vitalidad que la caracterizaba seguía ahí y eso era lo más importante.

- Ja, así no conseguirás que te de la receta de mis pastelitos...- volvió a coger la muñeca.

- Tenía que intentarlo- le sonreí.

Me hice a un lado para que pudiera ver a Morgan, cuando lo hizo la miró con esos ojos grises que la caracterizaban.

- Que joven más bonita. Será tu novia ¿no?- me miró.

- Espero que lo sea, si- mire a Morgan, la cual sonrio.

- Bueno, pasen, quiero saber todo, hace mucho que no te veo- se hizo a un lado y ambas pasamos.

Por dentro todo seguía igual, sus cuadros, los muebles, las decoraciones...era como si nada hubiera cambiado en estos años y, por una parte, me alegraba, me hacía sentir en casa.

- ¿Queréis un te, agua, refreco....?- preguntó.

- Agua está bien- respondí al ver la mirada de Morgan.

Vi como camino despacio hacia la cocina, mientras tanto, aproveche para mirar aquellas fotos que tenía puestas en los marcos de las estanterías.

- Eres tu con Lucrecia- dijo Morgan, yo asentí.

Cogí el marco y lo acerqué a nosotras para poder mirarla mejor.

- Si, mis padres se habían ido de viaje, supongo que a alguna misión y yo me quedé con Lucrecia- pase mi dedo por la foto- Estuvimos toda la tarde haciendo pasteles de todo tipo, menos los suyos, es secreto- reí.

- Y quemaste todos los que hicimos- dijo, estando al salón con una pequeña bandeja.

Deje la foto en su sitio y agarre la bandeja con una mano, mientras que íbamos al sofá.

- Espero que tus cualidades para cocinar hayan mejorado- me miró.

- Lo hacen- dijo Morgan.

- Me alegra saber que puede alimentarte en condiciones- cogió un vaso.

Agarre la jarra y le serví agua, me dio una sonrisa de agradecimiento y bebió un poco. Tome su mano después de que bebiera, ella me miró.

- Gracias por la compra, toma- saque mi cartera.

- Oh, ni se te ocurra hija mía, no a sido para tanto- empujo mi mano- Con tu compañía mi vale-

Volví a guardarla sin despegar mi mirada de ella.

- Bueno, tenía muchas preguntas sobre ti, pero viendo que has traído a alguien, quiero saber otras cosas- nos miro a ambas.

Tome la mano de Morgan y la mire, seguía nerviosa, lo sabía por la forma en la que me miraba.

- ¿Cómo te llamas?- preguntó.

- Morgan...- respondió.

- Un nombre precioso- la sonrio- ¿Te ha dado mucha guerra?- me miró de reojo, sabia que lo hacía para romper el hielo y que ella se sintiera más cómoda.

Morgan rio, después asintió, lo que causó que la mirsra extrañada. Me llegue un pequeño golpe por parte de Lucrecia, que causó una risa ahogada en la anaranjada.

- Ay, eso es mentira- me defendí.

- Cuéntame- insistió ella.

- ¿Te puedes creer que me dejó caer en una prueba de educación física, cuando a otra compañera la cogió?- comentó.

- ¿Eso es verdad?- me miró.

- Si, pero...- no me dio tiempo a seguir, otra vez me lle otro pequeño golpe- Ey, ella me pidió espacio, pues yo se lo di- termine de decir.

Mire ambas, sonreían sin parar y, aunque me lleve otro golpe cuando Morgan dijo que se hizo daño, no me importó, dos de las personas más importantes de mi vida estaban aquí, conmigo, llevándose bien, conociéndose y riéndose de mi.

Estuvimos así la mayor parte de tarde. Lucrecia contaba una historia vergonzosa mía, Morgan se reía y luego preguntaba por más.

Cuando comenzó a hacerse de noche supe que teníamos que irnos. En el fondo no quería, estaba muy cómoda aquí y creo que Morgan tampoco, pero quería llevarla a un sitio.

- Bien, creo que ya hemos avergonzado del todo a Sofía- dijo Lucrecia entre risas.

- ¿Segura?- pregunté con un tono de broma.

- Si- contestó- Además tendréis que iros a hacer lo que sea que hagan los jovenes- agarró la muleta y se puso de pie.

La ayude sujetado la del brazo.

- Voy a recoger todo esto y nos vamos- cogí la bandeja con los vasos y la llevé a la cocina.

Los lave y volví al salón. Me pare al escucharlas hablar.

- Gracias por cuidarla Morgan- la escuche decir- Ha pasado por mucho y verla sonreír así me llena el corazón, se nota que te quiere- sonreí al escucharla- Cuidala y si se pone tonta, le das un golpe de mi parte-

Morgan rio ante lo último.

- Lo hare, ella también me hace muy feliz y tranquila, que le daré de tu parte cuando lo haga- dijo con emoción.

Entre al salón, vi como se abrazaban, las dos sonreían y fue ahí cuando me di cuenta de que ellas eran mi mundo, mi hogar, mi vida.

Lucrecia la susurro algo al oído, Morgan asintió y luego se separó.

- Ven aquí- me miró.

Me agaché y la abracé, cerré los ojos dejando que su aroma me invadiera.

- Te quiero mucho pequeña- dijo en mi oido- Cuidate, cuidala, se feliz y vive- acaricio mi espalda- Y no tardes tanto en venir a verme- asentí- Te quiero mucho mi niña- me dio otra sonrisa.

- Yo también te quiero- beso mi mejilla.

Nos acompaño a la puerta, nos volvimos a despedir y salimos tomadas de la mano.

- Es una mujer encantadora- asentí.

- Lo es, siempre a estado sola desde que murió su marido- dije- Voy a tener que pedirle a tu padre más días libres para venir a verla-

- Le convencere- añadió.

Llegamos al coche, subimos y comencé a conducir hacia el lugar.

- ¿Sabes una cosa?- preguntó, giró su cabeza para mirarme.

- Dime- la mire de reojo.

- Nunca te había visto mirar a alguien así...- comentó.

- ¿Así cómo?- pregunté con una sonrisa.

- Con admiración, pasión, interés...era como ver a una Sofia diferente, más...relajada, a sido muy bonito- sonrió.

- Quizá no te hayas dado cuenta, pero a ti te miró igual- solté.

- Lo sé, es solo que aquí, en tu casa todo parece distinto y me gusta, siento que dd verdad estoy conociendo a Sofía- comentó.

- Todavía te quedan cosas por conocer, pero para eso estamos aqui- dije feliz.

Tome su mano y deje un beso en ella. Morgan se recargo en el respaldo y miró hacia la carretera. Media hora después estábamos llegado al lugar.

Aparqué y bajamos del coche. Fui al maletero y saque todo lo que había preparado para ahora. Había pensado en todo así que nada tendría que salir mal.

Tome su mano y comenzamos a andar por el camino de tierra que había.

- Se que todo esto no es lo más romántico del mundo, pero lo mejor está al final- dije caminando.

Pasamos por varios árboles, pero yo quería llegar a uno en concreto. Al haberlo me pare y saque un cuchillo.

- ¿No me digas que vas a talar un árbol con eso?- preguntó con un tono de broma.

- No- rei- Mira- la acerque un poco a mi.

- Hay dos corazones tallados, los nombres de tus padres y el tuyo están en uno, pero el tuyo se repite en el otro, solo que esta vacío- me miró confundida.

- Lo sé, cuando vinimos aquí mis padre me dijeron que, estos corazones representan el amor incondicional hacia alguien- toque el primer corazón- Ellos se amaban incondicionalmente, pero también me amaban a mi- dije, esperando que entendiera por donde iba- Me dijeron que este es el mío y que, cuando estuviera preparada y segura, trajera a la persona que robo mi corazón para tallar su nombre junto al mio- finalice.

Ella me miró al entenderlo, una sonrisa se formó en su rostro.

- Morgan Hudson, ¿me concederías el honor de tallar tu nombre junto al mío en este roble blanco?- rió un poco por lo ridículo que sonó, pero asintió.

- Si- contestó.

Me coloque tras ella, coloque el cuchillo en su mano y juntas tallados su nombre al lado del mío. Nos llevó un rato, pero lo conseguimos, lo miramos antes de seguir. Yo apoye mi cabeza sobre su hombro, al mismo tiempo que rodee su cintura.

Deje un beso en su hombro antes de separarme. Volví a tomar su mano y seguimos por el camino. Minitos después la tierra fue sustituida por arena.

- Sofia...esto es...precioso- dijo mirando todo lo que tenía enfrente.

Era un pequeño lago al que siempre me traían mis padres de pequeña, la gente suele venir mucho por la mañana, sin embargo por la noche nunca venía nadie. La luz de la luna brillaba en el agua oscura, dando un contraste precioso.

Mientras ella admiraba el lugar yo aproveche para quitarme los zapatos. Ella hizo lo mismo cuando me miró. La arena seguía caliente por todo el sol que recibió, pero no quemaba. Nos quedamos a la mitad, en el sitio perfecto para poder admirar todo.

Puse la manta en el suelo y, cuando nos sentamos, comencé a sacar la comida que hice.

- ¿Cuando has preparado todo esto?- pregumto sorprendida.

- Mientras te echabas la siesta- respondí, sacando el último taper.

Miró todo lo que había, la mayoría eran nuestras comidas favoritas.

- Para ser tu primera vez con todo esto del romanticismo, lo estás haciendo genial- sonrio.

- Gracias- saber que lo estaba haciendo bien me ayudaba.

Comenzamos a comer, al mismo tiempo que reíamos por recuerdos mios y de mis padres que le contaba sobre este lugar. La conversación fue tan fluida que el tiempo se me pasó volando y, cuando me quise dar cuenta, ya eran las once y la comida estaba casi acabada.

- ¿Tienes frío?- pregunté.

- Un poco- dijo frotándose los brazos.

- Toma- saque unas mantas de la bolsa que llevaba y la extendi sobre nosotras.

Pase mi brazo por debajo de su cabeza, ella dejó esta sobre mi pecho al mismo tiempo que me abrazaba.

Las dos miramos las estrellas, aquí se podían ver a la perfección. El silencio que se formó nos dejó escuchar el agua moverse mientras mirábamos al cielo.

- Morgan...- dije.

Ella se incorporó, apoyando sus manos en mi pecho y, encima de estas, su barbilla. Me miró con esos ojos azules que nunca pasaba desapercibidos.

- Se que ahora mismo estamos en una burbuja porque estamos alejadas de todo los problemas, pero siento la necesidad de decirte algo- solté nerviosa.

- Dime- dijo calmada.

Trague en grueso, me había preparado esto, lo había escrito, no se me podía olvidar, no ahora.

Me senté para poder decirlo en condiciones, pero sentía que si hablaba iba a tartamudear. Estaba tan nerviosa que estaba temblando, nunca me había puesto así con nada. Intente recordar el comienzo de la frase, pero nada.

Morgan tomó mis manos preocupada, supongo que ella tampoco estaba acostunbrada a verme así, vulnerable.

- Sofia, ¿qué pasa?- preguntó.

Decidí sacar el papel, sería más fácil así. Ella lo miró extrañada, pero no dijo nada.

- Vale, solo...escucha- la mire, ella asintió.

El papel temblaba a causa de los nervios y eso que solo lo sujetaba con una mano. Pase la otra por mi pantalón para quitar el sudor y poder agarrar la hoja.

- Como he dicho muchas veces lo de ser romántica no es lo mío, pero me he dado cuenta de que, últimamente, hay un montón de cosas que pensé que nunca iba a hacer y mira, aquí estoy, haciéndolas. Se que no empezamos con buen pie, que soy cabezota, terca, que tengo un carácter complicado...te pido perdón de antemano, pero también se que se escuchar, que me importas tu y todo lo que tenga que ver contigo y, sobre todo, que esto ya no es una misión- la mire por unos segundos antes de volver al papel- Desde que mis padres murieron me encerré, negando le a todo el mundo entrar y conocerme realmente como soy, a todos menos a ti. No sé en qué momento entraste, ni siquiera recuerdo cuando baje tanto la guardia, pero pasó y no me arrepiento porque, por una vez, dejar entrar a alguien me hizo sentir viva, con ganas de retomar cosas que dejaron de hacerme feliz. Siempre escuche y vi a la gente enamorar se y, por un instante, pensé que sería algo imposible por mi, por la vida que llevo, las amenazas, todo, pero contra todo pronóstico viniste tu, con esa cabellera anaranjada, esos azules como mares, esa sonrisa que ilumina cualquier habitación, tu risa que es mejor que una canción de Lana del rey y tu forma de ser, que me cautivó. Si tuviera que decir que me haces sentir en una palabra seria completa, porque así es, cada vez que estoy contigo me siento llena, como si no me faltará nada. Eres la primera y la última persona con la que quiero despertarme, compartir momentos, dejar que me dibuje e incluso sacarme algunas fotos- ella rio- Con la que comparto mi comida, ropa...eres a la única persona que dejó romper todas aquellas normas que me puse para no sufrir más, ¿pero sabes que?- la mire, baje un poco el papel al ver aquella mirada- Que no me importaría sufrir por ti, por tu amor, por nosotras, porque yo, Sofia Tompson, estoy enamorada de ti Morgan Hudson y te...te..- suspire, cerré los ojos y cogí valor- Te quiero Morgan, te quiero como nunca había querido a nadie. Te quiero como lo hacen en esas estipidas películas que tango te gustan, te quiero con locura, pasión, amor, cariño...te quiero- solté.

Sentí como mi pecho se alivio, que bien se sintió decirlo.

- Dios mío, que alivio- dije.

Una pequeña sonrisa se formó en su rostro, a medida que los segundos pasaban, más grande se hacían. Cuando fue a abrir la boca para hablar me di cuenta de lo que me faltaba, a lo que venia todo esto.

- Espera, perdón que me falta pedirte ser mi novia- mire el papel.

Antes de poder encontrar la frase que iba con la pregunta, ella me lo arrebató de las manos. Tomo mi rostro con fuerza y me besó. No me lo esperaba, pero me gustó.

Se sentó encima mía, después se separó y me miró. Había un brillo en sus ojos que me dejó embobada.

- Si quiero ser tu novia Sofia, no hace falta que me lo preguntarás con otra frase del papel- apoyo su frente con la mía- Yo también te quiero Sofia Tompson- sonrió.

Sentí mi pecho calentarse y acelerarse, tenía ganas de llorar, pero de felicidad, ¿eso es posible? Claro que lo era, con ella todo lo era.

- ¿Puedes decirlo otra vez?- pregunté, aún me parecía surrealista, a ella le cuasl gracia.

La mire mientras se separaba para mirarme. Alzó un poco mi rostro y somrio.

- Te quiero Sofia Tompson, más de lo que puedes imaginar- sonreí feliz.

Estaba tan contenta que sentía capaz de todo, pero por ahora, besarla y tenerla entre mis brazos era lo mejor que me había pasado en el mundo.

- Ahora cuando se te acerque alguna adúltera, puedo decir que eres mi novia- rei ante aquellos celos imaginariativos.

- Puedes decir incluso que soy tuya, porque lo soy- roce nuestra narices.

- Yo yo tuya- retiró mi pelo y volvió a besarme.

Me deje caer, con ella encima. Seguimos besándonos un rato más hasta que volvimos como antes, ella abrazada a mi mientras mirábamos las estas, esta vez sí podía decirlo, como pareja, con mi novia.

........

Continua a leggere

Ti piacerà anche

9.3K 683 45
Toni, una adolescente con muchísimos problemas a causa de su familia, no quiere ayuda y mucho menos la pide. ¿Crees que le irá mejor cuando la chica...
27.2K 1.3K 14
bueno otra historia de reacción pero será de dB multiverso viendo a dbs, esta historia siempre me hizo interesante pero casi nadie que e visto lo com...
283K 18.9K 68
Nunca me había gustado nadie del vecindario, incluso la mayoría no me cae bien, excepto un par de amigos, con los que me crié, todo era hermoso, hast...
81.1K 2.2K 30
ONE SHOTS [SPREEN] +18 Minis historias. Esta historia no se hace con fines de incómodar a nadie, si te incomoda, vete. No en todas hay +18. Si no qui...