Midnights ✨ || Casi Ángeles

由 just4cherry

183K 19.1K 3.5K

Valentina Brescia Wunder regresa al país que la vió nacer sin saber que la magia empezaría a partir de aquél... 更多

MIDNIGHTS | REPARTO
MIDNIGHTS | PORTADAS
MIDNIGHTS | INTRODUCCIÓN
HOY: ESPERANZA
HOY: CENICIENTA
HOY: REYES MAGOS
HOY: EL RULO VUELVE
HOY: EL ELEFANTITO ROSA
HOY: BAJO OCHO LLAVES
HOY: TUS DESEOS SON ÓRDENES
HOY: RETRATOS DE FAMILIA
HOY: HASTA EL SANTO DESCONFÍA
HOY: EL AMIGO INVISIBLE
HOY: MISIONES
HOY: SIGUE AL CONEJO BLANCO
HOY: HAY UN LUGAR
HOY: REVIVALS
HOY: BAUTISMO
HOY: EN EL NOMBRE DEL PADRE
HOY: EL SENTIDO DE LA VIDA
HOY: DÍGALO CON MÍMICA
HOY: EL BUSCADOR
HOY: PASTORCITO MISTERIOSO
HOY: CARETAS
HOY: FASE II
HOY: EL ESCUDO
HOY: EL REY LEÓN
HOY: DE UNA MANERA O DE OTRA
HOY: COMEDIA ROMÁNTICA
HOY: INCONSCIENTE
HOY: EL MONSTRUO BAJO LA CAMA
HOY: LA RESISTENCIA
HOY: PRUEBA DE AMOR
HOY: NOS VEREMOS OTRA VEZ
HOY: LINDA Y CIELO
HOY: UN DÍA EN LA CASA DE LA ABUELA
HOY: EL TRADUCTOR
HOY: SNOW ON THE BEACH
HOY: TODOS PARA UNO
HOY: DOS
HOY: DE CABEZA
HOY: NO HAY TIEMPO
HOY: EL PLACER DE LOS DIOSES
HOY: EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS
HOY: ROMPECABEZAS
HOY: BAJO MI PIEL
HOY: EL ALMOHADÓN DE PLUMAS
HOY: LA EDAD DE LOS POR QUÉ
HOY: SEIS HORAS ANTES
HOY: PALITOS CHINOS
HOY: LA TELENOVELA
HOY: SALE
HOY: ÁNGELES CAÍDOS
HOY: QUIERO
HOY: ESCALADA
HOY: EUFORIA
HOY: SORPRESA
HOY: ¿QUÉ SOMOS?
HOY: GRACIAS
HOY: MELODY DESENCADENADA
HOY: SUPERAR AL PADRE
HOY: ISLA FLOTANTE
HOY: LA RISA FRANCA
HOY: UNA TEORÍA SOBRE EL TIEMPO
HOY: EL PRESENTE
HOY: SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO
HOY: FUISTE
HOY: EL ESCORPIÓN Y LA RANA
HOY: LA OTRA ORILLA
HOY: OJO DE ÁGUILA
HOY: INVISIBLE STRING
HOY: CHIQUITITA
HOY: FLOGGERS
HOY: DIECISÉIS
HOY: FOTOS DEL FUTURO
HOY: UNA CUESTIÓN DE ESTADO
HOY: NO ESTÉS SOLO EN ESTA LLUVIA: PARTE I
HOY: NO ESTÉS SOLO EN ESTA LLUVIA: PARTE II
HOY: LA COMPETENCIA
HOY: ROCK AND ROLL
HOY: LA MUÑECA DE TRAPO
HOY: JUGATE CONMIGO
HOY: SOLOS Y SOLAS: PARTE I
HOY: SOLOS Y SOLAS: PARTE II
HOY: CARNAVAL
HOY: CHACOTE
HOY: EL BOOMERANG, LA ESPADA Y LA LLAVE
HOY: NO ME FALLES
HOY: CAMBIO CLIMÁTICO
HOY: UN GRAN AMOR
HOY: SIN NOMBRE
HOY: ESTOY CON VOS
HOY: EL PERIODO SAROS
HOY: LOOP
HOY: MASTERMIND
HOY: ¿ALGUNA VEZ VISTE LLOVER EN UN DÍA SOLEADO?
HOY: PADRE E HIJO
HOY: CRISIS DE ANSIEDAD
HOY: CON UNA PEQUEÑA AYUDA DE MIS AMIGOS
HOY: ATRÉVETE
HOY: QUE NADIE SEPA MI SUFRIR
HOY: LA IDENTIDAD DE UN SUPERHÉROE
HOY: NO HAY TAL CRISIS
HOY: EN EL AMOR TODO ES EMPEZAR
HOY: PLANTAR UN ÁRBOL, TENER UN HIJO, ESCRIBIR UN LIBRO
HOY: LA MANZANA DE ORO
HOY: SIN NICO
HOY: EL MAL DE LA ÉPOCA
HOY: A DONDE VAYAS
HOY: PURRETES
HOY: TALK SHOW
HOY: LA VIDA ES MARAVILLOSA CON VOS EN EL MUNDO
HOY: ALGO MUY IMPORTANTE
HOY: EL MAL AGÜERO
HOY: ÁNGELES Y LA FÍSICA CUÁNTICA
HOY: FACTOR DESENCADENANTE
HOY: PALABRAS MÁS, PALABRAS MENOS
HOY: EL OFF
HOY: EL AMATEUR PROFESIONAL
HOY: YO SÉ
HOY: FAMILIA
HOY: CONGA
HOY: SIENTO COMO UNA MUJER
HOY: QUEDATE CONMIGO
HOY: EL ESPEJO: SEGUNDA PARTE
HOY: ¿LOBO ESTÁ?: PRIMERA PARTE
HOY: ¿LOBO ESTÁ?: SEGUNDA PARTE
HOY: HOY PUEDE SER UN GRA DÍA
HOY: LAS SOMBRAS
HOY: EL SENTIDO DE TODAS LAS COSAS: PRIMERA PARTE
HOY: EL SENTIDO DE TODAS LAS COSAS: SEGUNDA PARTE
HOY: ¿DÓNDE ESTÁ EL AMOR?
HOY: COPIADO: PRIMERA PARTE
HOY: COPIADO: SEGUNDA PARTE
HOY: LA BOTELLA ROTA
HOY: EL SONIDO DEL SILENCIO
HOY: LOS SÚPER AMIGOS
HOY: CINCO BODAS Y DOS FUNERALES
HOY: EL ALMA AL CUERPO
HOY: LABYRINTH
HOY: A MI MANERA
HOY: ZARPADO
HOY: SÍ, ACEPTO: PRIMERA PARTE
HOY: SÍ, ACEPTO: SEGUNDA PARTE
HOY: NO HAY NADA MÁS LINDO QUE LA FAMILIA UNIDA: PRIMERA PARTE
HOY: NO HAY NADA MÁS LINDO QUE LA FAMILIA UNIDA: SEGUNDA PARTE
HOY: ESTOY LISTO: PRIMERA PARTE
HOY: ESTOY LISTO: SEGUNDA PARTE
HOY: UN MUNDO AGRADABLE
HOY: BIGGER THAN THE WHOLE SKY: PRIMERA PARTE
HOY: BIGGER THAN THE WHOLE SKY: SEGUNDA PARTE
HOY: CASI ÁNGELES
HOY: MIDNIGHTS
MIDNIGHTS | AGRADECIMIENTOS

HOY: EL ESPEJO: PRIMERA PARTE

828 127 20
由 just4cherry

Todo quedó en silencio.

Y no sé cómo pasó, ni cómo fue que lo hice, pero al abrir los ojos, todo y todos estaban quietos. Solo se podía deber a una cosa, eso estaba claro.

Mi habilidades, pensé.

Entonces, lo vi. Vestido completamente de negro y con una sonrisa maliciosa mientras caminaba a mí lentamente. El corazón comenzó a latirme fuerte y sentí mis piernas temblar.

No. Este no podía ser... no podía ser él.

—¿Q-quién eres?

Mi voz salió débil y muy temblorosa. Tenía miedo.

Él sonrió.

—Creo que vos ya sabés la respuesta... hija.

Su voz hizo que se me pongan los pelos de punta, y mi boca se secó. Sin embargo, no quería demostrar debilidad ante él, así que me forcé a recuperarme y fingí tranquilidad.

No, no, no, no, no. Tranquila, Valentina, tranquila. Su aspecto físico me sorprendía mucho. Por alguna razón me lo había imaginado distinto.

—Por fin nos conocemos— le hablé, más segura. Lo miré sin agachar la cabeza —Y por fin te veo la cara, papá.

—Veo que estás progresando— se acercó lento a mí analizándome —Detuviste la bala— señaló.

—Técnicamente, detuve el tiempo— aclaré.

No tenía idea de lo que había hecho, pero mejor no decírselo. Si él sabía que no sabía dominar aún mis habilidades, estaría en desventaja.

Su sonrisa se incrementó —Me hacés orgulloso. No sabés lo mucho que anhelaba este encuentro— hizo una pausa —Desde que supe de tu existencia, sabía que eras especial, y no me equivoca, princesita. Sos sangre de mi sangre, al igual que tu hermano.

Princesita. Solo papá podía llamarme así.

—Nosotros no somos nada tuyo.

—Lo son. Mi sangre recorre por sus venas— él dijo, arqueando una ceja —Pero vos sos mejor que él. Si tan solo estuvieras de mi lado... podrías hacer más, podría enseñarte más, hija.

—¡No me llames así!— exclamé.

Juan Cruz soltó una pequeña risa —Tenés cosas de tu madre— inclinó su rostro —¿Querés saber sobre ella? ¿Querés que te cuente cómo murió? Pobre.

No caigas, Valentina, no lo hagas.

—No sabés nada, hija, pero podemos arreglarlo. Lo único que tenés que hacer, es elegir.

—¿Elegir? ¿Elegir qué?

—Podés ser mejor que todos, que Thiago, pero solo conmigo, de mi lado— sonrió —Puedo enseñarte lo que no sabés, y puedo hablarte de lo que ellos no te quieren hablar. Solo tenés que elegir.

Tragué y negué —Yo nunca estaré de tu lado. ¡Eres una horrible persona! Jamás te querré, jamás vas a tener mi amor o el de Thiago— pausé —Jamás.

Su sonrisa se borró por un segundo, pero rápido se recuperó y volvió a sonreír.

—Yo no estaría tan seguro. Vos no querés verlo, no querés ver que Thiago es más débil que vos, mucho más fácil de quebrar, y será fácil traerlo a este lado.

—Yo no lo permitiré— le aseguré.

Juan Cruz volvió a reí —Me fascina esa seguridad... Después de todo, sos hija mía.

Estiré una mano intentando tocarlo, pero esta solo traspasó su cuerpo. Él sonrió y acomodó la corbata que llevaba puesta.

—¿Dónde estás?— pregunté.

—Soy como Dios; en todos y en ninguno— se burló sonriente —Ya vas a desarrollar esa habilidad, hija, la habilidad de hacer que los demás vean lo que vos querés que vean.

Odiaba cuando me llamaba así.

—¿Por qué te la agarraste con Salvador? ¿Por qué- por qué le haces esto justo a él?

Juan Cruz miró a Salvador, que estaba quieto.

—Digamos... que tenemos una unión especial— me miró, luego miró la bala que flotaba en el aire y con una mano la tomó —No vaya a ser que te lastimes...

La frotó entre sus dedos y esta desapareció.

—Ninguno de los dos quiere eso.

Lo miré a lo ojos —¿Quién eres realmente?

Me sonrió —Soy un espejo.

Entonces, sin más, se esfumó.

Cuando él desapareció, todo volvió a su ritmo. Vi a Cielo caminar hacia Salvador y abrazarlo: mientras este se echaba a llorar desconsoladamente. Yo solo me quedé de pie, tratando de asimilar todo, con mi mano en el pecho y un nudo en la garganta.

Retrocedí, sintiendo cómo me faltaba el aire, y salí. Cuando estuve afuera, cerré mis ojos y coloqué mis manos sobre mis rodillas, tratando de respirar y de no echarme a llorar.

Respira, respira, respira...

Entré al Hogar Mágico sintiéndome confundida, el corazón le latía con fuerza y quería vomitar. No me podía creer aún que lo había conocido. Finalmente, le podía poner un rostro a la persona que nos hacía daño y quería vernos mal.

Escuché la puerta abrirse, así que me escondí en la cocina, para que nadie me vea. Bueno, prefería que Cielo no me vea aún porque sabía que preguntaría, sabía que querría saber qué había pasado en el loft.

—Soy un peligro, Cielo, no me puedo quedar acá.

Era la voz de Salvador; desde dónde estaba, veía al par en la sala, pero ellos no me veían.

—No, no, no, te vas a quedar acá— Cielo ordenó, él suspiró —¡Ya viste lo que pasa cuando salís de esta casa!

—¡No me puedo quedar!— repitió —¿Qué me voy a quedar toda la vida encerrado acá?

Cielo solo lo miró.

—¡Estoy loco! ¡Soy un peligro! ¡Casi la- casi mato a Valentina! Hablo con gente que no existe.

—Eso sí existe— le respondió ella —Tiene una- una manera de hacer las cosas para que vos lo veas— le aseguró —Pero de lo que sí estoy segura es que acá no te pasa. Así que te vas a quedar acá.

Salvador llevó las manos a su cabello.

—Dale, por favor, relajate, Salva— pidió —¿Por qué no te vas a descansar un ratito?

Él asintió y comenzó a dirigirse a las escaleras para subirlas. Entré a la cocina y me serví agua. Tenía la boca seca aún y las manos me temblaban.

Cuando volví a salir, escuché la voz de Feli.

—Sueño que la mato a Marianegra, con unas ganas la mato— le decía a Cielo.

Fruncí mi ceño. Antes de que pueda hacerme notar ante ellas, escuché la voz de Simón.

—Cielo, Thiago y yo tenemos que hablar con vos.

Decidí hacerme notar.

—¿Le pasó algo a mi hermano?

Simón me miró.

—¿Qué pasó?— presioné.

Él suspiró. Entonces, procedió a contarnos todo lo que había pasado y, mientras lo escuchaba hablar, algo en mi quería gritar "te lo dije".

Relojito tenía razón; todo caía por su propio peso.

**********

Después de haber escuchado a Simón, me duché y me tomé mi tiempo porque lo necesitaba. Además, quería escapar un poco de Cielo porque ella quería hablar conmigo. Yo prefería alargar la situación, al menos un poco más. Lo que necesitaba con mucha más urgencia era hacer algo con la trolet y su tema.

Cuando Simón le comentó a Cielo lo que opinaba y las dudas que tenía respecto a Juliette, ella recordó que yo le había dicho algo similar y averiguó cosas; investigó a Juliette. Lo poco que escuché me bastó.

Cuando salí de la ducha envuelta en mi bata vi que se encontraba Juliette. Ahora que lo sabía todo, no podía evitar querer lanzarme a arrancarle el pelo y darle unas buenas bofetadas, pero las aguantaba y me controlaba. O por lo menos, trataba de hacerlo.

Pasé de largo para entrar al cuarto, pero paré y me giré a verla. Ella se veía "mal"; y yo pensaba seguir su juego. Después de todo, era parte del plan.

—¿Qué te pasa? ¿Por qué estás mal?

Juliette suspiró —Estoy mal por Simón.

—Ah. ¿Por qué?— fingí interés.

—No puedo decírtelo.

Claro, ahora no quieres hablar.

Fruncí mi ceño —¿Por qué? Dale, cuéntame. Yo no volveré a reventarte un huevo en la cabeza— sonreí con inocencia —Fue desubicado de mi parte. Pero.. bueno, me pasan cosas con Simón aún y tengo una rabia acumulada que- discúlpame.

Me di una palmadita en el hombro mentalmente y sonreí. Relojito estaría muy orgulloso de mí.

—No pasa nada— Juliette me sonrió —Pero... no te puedo contar por eso mismo, porque yo sé que aún sentís algo por él y-

—Dale, cuéntame— presioné.

Habla, turra.

—Es solo que... aunque él diga que no... creo que le pasan cosas con Mar.

—¿Qué? ¿Cómo que le pasan cosas con Mar?

—Él no me dijo nada, obvio, yo se lo saqué. Me-me dijo que Mar... que Mar le tira onda.

Vaya.

Reí sin gracia —Nada que ver, nada que ver. Creo... no puede ser. Mar está con Thiago y es mi amiga y- ella jamás me haría algo así.

—Bueno, no sé, capaz que es lo que él quiere ver— me miró —Con vos está todo bien, pero... me duele que no me ame Simón.

—Bueno, pero si él no te ama no es por mí.. mucho menos por Mar— le aseguré.

Le di una última mirada y entré a la habitación. En ella, se encontraban Cielo, Mar y Simón. Estos dos, estaban furiosos, sobre todo Simón.

Entonces, escuchamos la voz de Thiago en el baño.

—¿Por qué dijiste que... Mar histeriquea a Saimon?

—Por nada, Thiago. Olvidate de eso.

—No, decime, decime qué te contó él.

—Nada que... a- a ella se le cayó algo y él lo levantó para dárselo y cuando se levantó.... ella le agarró la mano y le dijo que quería besarlo. Pero... por favor, no digas nada, Thiago. A lo mejor, Simón actúa así por despecho, porque.. yo le confesé que desde que te vi, estoy muerta por vos. Y nada, yo sé que vos lo sabés y sé que a vos te pasa lo mismo, ¿no?

Mar no soportó más y abrió la puerta de golpe. Los dos se separaron al vernos a Mar, Simón y a mí. La expresión de Juliette era de miedo.

—Simón, no es lo que parece, eh.

—¿No es lo que parece?— repitió Simón.

Me crucé de brazos —¿Y qué sigue ahora?

—¿Yo le digo traidor y lo mato a trompadas?— dijo Simón, mirándola con furia.

—Yo yo le doy un cross de derecha y lo dejo, ¿no?

Me acerqué —¿Es así?

Juliette no sabía dónde meter la cara.

—¿Por qué nos tenemos que pelear todos?

—No entiendo, no entiendo de que hablan, chicos.. no sé qué les pasa— Juliette negó.

En ese momento, entró Cielo.

—Queremos saber cuál es el plan de Franka— dijo, más bien, ordenó la rubia.

Juliette agachó la mirada. Cuando la levantó, negó una vez más, haciéndose la desentendida.

—Esto es un error. Yo no he hecho nada— aseguró.

Me cansé, no pude soportarlo más.

—¡Te voy a matar, turra!

Me lancé hacia ella, jalándole los pelos mientras la escuchaba gritar. Sentí un par de brazos rodear mi cintura, jalándome para separarme de ella.

—¡Suéltenme!— grité.

—¡Valentina!

—¡Sáquenme a esta loca!— Juliette gritó.

—¡No la insultés!

—¡Loca eres tú! ¡Enferma! ¡Te voy a matar!

—¡Pará, Valentina!

—¡Basta!

Simón logró separarme de Juliette y yo la miré con evidente enojo en la mirada mientras ella negaba y acomodaba su cabello. Thiago se colocó delante de mí de manera protectora mientras trataba de no ir una vez hacia ella.

—¿Estás bien?— los chicos me preguntaron.

Asentí —Sí, yo- yo ya estoy más calmada.

Finalmente, se le cayó la careta y no tuve que hacer mucho. Bueno, en realidad sí, pero valió la pena, lo volvería a hacer siempre.

Enseguida llevamos a Juliette a la oficina. A mí, en verdad me importaba poco estar solo en bata, pues necesitaba escuchar lo que tenía que decir.

Simón la empujó para que se sentara. Thiago cerró rápidamente la puerta para que nadie más escuche aunque yo hubiese preferido que todos sepan ya la clase de persona era ella.

—Desde que llegaste que pasas cosas raras— hablé.

—Como lo del estrógeno— Simón señaló.

¿Estrógeno? Eso no lo sabía.

—Nacho encontró un pedacito de una cápsula rara, dentro de un resto de torta que vos cocinaste— dijo Cielo, mirándola seriamente.

—A Tacho le hicieron un análisis por un dolor en el pecho— Thiago informó —Y le encontraron un alto porcentaje de estrógenos en la sangre.

—Y vos nos llevaste esa torta al loft, ¿te acordás?— Simón le preguntó.

Juliette se quedó callada.

—Tenías las pastillas que le faltaban a Feli, ¿no?

—Bueno, pero se habrán caído por accidente— ella trató de encontrar alguna excusa.

¿Cómo le daba la cara para seguir negándolo? ¡Era de lo peor! Yo siempre tuve razón.

—¿Por qué hiciste eso?— Simón preguntó dolido.

—Para perturbarnos, ¿no?— hablé —¿Eso querías? ¿Qué todos peleemos?— no respondió —¡Habla ya!

Juliette suspiró —No-no sé que pasa, chicos. Yo no entiendo.

Bufé —¡Deja de mentir!

—Les dijiste a las chicas que nosotros te queríamos bajar la caña— Thiago acusó —A nosotros que ellas te habían mandado.

Ella negó —No, esto es una confusión sin duda, yo-

—Sí, como esa vez que te vi en el auto con Charly— Simón habló —¿No?

Lo miró —Yo te dije que ese hombre- se hizo pasar por remisero.

—Sí un remisero que te llamaba muy seguido, ¿no?

Ante lo dicho por Cielo, Juliette la miró.

—Revisamos tu celular. Es más, ¿sabés qué? Valen desconfío de vos, después Simón, y me lo contaron. Entonces, te investigué— reveló —Yo, descubrí que antes de estar acá, estuviste presa.

—Pero eso fue una confusión.

—Mirá, no sé bien que es lo que habrás hecho para estar presa— Cielo empezó —Pero saliste gracias a un informe médico, donde indicaban tu traslado a un hospital. Ese informe médico— pausó con gran seriedad en los ojos —Lo firmó una doctora que se llama; Franka Mayerhold— reveló —¿La conocen? Te sacaron de ahí para traerte a esta casa para que generes odios y peleas, comenzando por Valentina separándola de Simón. Y lo de Tacho, fue parte del plan, fue parte de eso, ¿no?

—Tacho tenía razón, ¿no?— Simón la miró, con los ojos llenos de lágrimas.

Pobre, había estado con una mentira.

—¿Por qué?— le preguntó.

Ella seguía sin responder.

—¡¿Por qué?!— Simón presionó sus hombros.

—¡Perdoname!

Entonces, Juliette se puso de pie y presionó lo que parecían ser unas tijeras cerca del cuello de Simón para que nadie se acerque.

—Quietos— amenazó.

—No, no, no— le pedí, avanzando lentamente.

Ella comenzó a retroceder con Simón. Thiago y yo, nos pusimos detrás de Cielo, avanzando lento para que Juliette no lastime a Simón.

—Pará, pará, Juliette, por favor— Simón pidió y se escuchaba asustado —¿Qué hacés?

—¡Yo a la cárcel no vuelvo!

—Espera, no tienes que volver a la cárcel— mentí y avancé un poco más —Suéltalo, por favor.

—Dejá que te ayudemos— Thiago añadió.

—Ni se les ocurra seguirnos, ¿sí?

La mirada de Simón se conectó con la mía y tragué saliva, nerviosa, asustada y con el corazón latiendo más fuerte que nunca.

De pronto, Juliette cayó al piso noqueada. Cielo no estaba en su misma posición, se encontraba al lado de Simón. Había sido ella quien golpeó a Juliette y todos la mirábamos asombrados.

¿Cómo lo había hecho?

—¿Cómo hiciste eso?— Thiago preguntó como si él hubiese leído mis pensamientos.

Cielo no respondió.

Para cuando la policía llegó, Juliette estaba con los ojos abiertos, despierta, y se dejó poner las esposas sin poner resistencia alguna; yo había aprovechado en cambiarme por algo más decente.

Cielo estaba huyendo.

La rubia parecía no querer explicarnos cómo había hecho aquello y yo empezaba a formar teorías en la cabeza. Comenzaba a atar cabos y sentía que ya me sabía la respuesta de todo. ¿Será posible que ella..? Solo alguien podía responder eso.

Los policías aseguraron las esposas de Juliette y yo miré con desprecio a la castaña.

—¿Por qué hiciste esto Juliette?— Simón preguntó.

Ella sonrió —No soy yo, Simón, sos vos— le dijo, lo más maliciosa que pudo —No importa quién sea la chica, vos estás hecho para sufrir.

Simón se lanzó con furia, pero Thiago lo frenó y yo observé cómo la policía la sacaba de la mansión de manera rápida. Feli se acercó.

—¿Se llevaron a la franchuta nomas?— señaló.

—Sí, sí, sí, Cielo está afuera haciendo la denuncia— Thiago comentó —De paso se está escapando de un par de cosas raras que nos tiene que contar.

—¿Raras? ¿Raras como qué raras?— Feli preguntó.

—Y, raras como que..... se puede mover a velocidad supersónica— mi hermano le dijo.

Si tan solo supieras, pensé.

—Ah.

Por detrás de Feli, se acercó León y fruncí mi ceño, confundida, cuando reconocí lo que llevaba en una mano. Thiago también se percató de aquello.

—¿Qué haces con eso, León?— pregunté.

—¿Vos qué hacés con esto?— León señaló a Feli.

Ella lo miró —Dame eso, te podés lastimar.

—¡Vos nos querés lastimar! ¡Tina!

¿Cómo que Tina?

—Pará, pará, Lleca, tranquilo, ey, ey.

—¡¿Dónde lo tenés a Nico?!

—¡Dame!— Feli, Tina, quien sea que era, pidió.

—¡¿Dónde lo tenés?!

—¡Dame eso!

Ella comenzó a forcejear con León para quitarle el arma, mientras él ponía resistencia. Entonces algo pasó, se escuchó un ruido y Feli cayó al piso. Lleca soltó el arma, mirando con horror a la mujer.

Luca llegó enseguida y junto con Thiago colocaron sobre el mueble a Tina, porque era Tina, Thiago se encargó de confirmármelo. Mi tía Malvina igual se acercó a nosotros, tratando de calmar a León. Mar no podía creer que la mujer que había estado aquí, conviviendo con nosotros, siempre fue Tina.

—¡Tranquilizate!— mi tía le pidió a León.

—¡Me tranquilizo, pero soltame!

Un silencio se formó en la sala.

—La voy a matar, la voy a matar— León se llevó las manos al cabello con frustración.

—¿Qué hace Jus- qué hace Justina acá? ¿Qué?— la voz de Mar salió algo temblorosa —¡¿Todos sabían que había vuelto?! ¡¿Por qué volvió?!

—Porque el rulo siempre vuelve— habló mi tía y la miramos —Y... volvió mala, parece, pero después... después se enderezó y... ahora está mejor.

—¿Thiago, por qué la cubriste?— Mar preguntó.

Thiago se quedó en silencio.

—¡¿Por qué la cubriste?!— repitió.

—Cielo me pidió que no diga nada, chicos— dijo él, encogiéndose de hombros —Igual era por su bien...

En ese momento, Cielo entró a la mansión.

—¿Qué pasó, chicos?— preguntó, mirando a Tina.

—Tuvo una descarga electromagnética, pero... va a estar bien— Luca aseguró.

—¿Cielo, vos sos estúpida?— Mar le habló de mala manera —¡Cielo, mirame! ¿Sos estúpida? ¡Es Tina, es Justina!

—¡Pará, Mar, ahora no!

—¡Ahora sí, decime! ¡Hay que llamar a la policía!— exclamó Mar —¿Dónde está Feli?

—Feli está bien. Presa y con Barti, pero-

—¿Presa?— pregunté yo.

Eso era muy injusto.

—¿Vos me estás jodiendo? ¿Está presa?— Lleca no ocultaba su enojo —Escuchame, ¿qué hiciste Cielo?

—Ay, chicos esto- ¡Es muy raro todo! Yo tengo una misión.

—¡¿Qué misión me estás hablando?! ¡¿Qué te pasa, estás loca?!— Mar le gritó.

—No me hablés así, Mar.

—Sí, te tenemos que hablar así, Cielo— Thiago dijo con seriedad y enojo —¡Estás haciendo cualquiera! Tenés poderes, nos ocultás cosas, ¿qué te pasa?

Cielo lo miró.

—Es Justina, vos sabés muy bien lo que nos hizo— Mar señaló.

—¡Tina no es más lo que era!— Luca exclamó, para defender a Tina —Nico lo sabía— reveló.

—Nico no estuviese de acuerdo con esto.

—Nico no sabía— Mar añadió.

—Eh, bueno, sí, sí lo sabia— mi tía admitió y todos miramos en su dirección —Pero- pero no estaba de acuerdo igual. Solamente confío en Cielo-

—Sí, no hay que confiar en Cielo— Mar habló, muy enojada —Yo, ahora me doy cuenta que no hay que confiar en Cielo— la miró —¿Qué te pasa?

—Y si nos mentiste con esto, nos podés mentir con otra cosa. ¿Dónde está Nico? ¿Vos sabés algo?— la acusó León —¡Decilo si sabés algo!

Decidí intervenir —Chicos, están siendo injustos y mejor nos calmamos todos-

—Eso pasa porque no reaccionás, Cielo— Thiago le hablo con dureza —¿Así nos querés cuidar?— negó con decepción —Mirá no sé cuál es tu misión, pero está claro que la hacés muy mal.

Cielo lo miró dolida, suspiró y se alejó.

—¡¿A dónde vas?!— León gritó.

—¡Tenés que tranquilizarte!— mi tía exclamó.

Él la ignoró —¡¿Dónde está Nico?!

—Yo te voy a explicar todo. ¡Tranquilizate, no sabe!

León bufó y comenzó a alejarse. Mi tía fue detrás y pidiéndole que se calme. Luca y Tina se metieron a la cocina y yo decidí seguirlos. Se le escuchaba mal por el rechazo de todo a Tina, parecía honesta y yo no sabía del lado de quién estar.

Me acerqué lentamente a ambos.

—¿Estás bien, Fe- Tina?— pregunté.

—Me tengo que ir, no me puedo quedar acá. Todos me odian.

Luca negó —No, no, no.

—¡No quiero lastimar a nadie!

—Tranquila, tranquila— Luca besó su cabeza.

Entreabrí la boca para decir algo, pero Mar entró y furiosa. Se acercó a Tina amenazante.

—¡¿Cuánto más nos vas a joder, Tina?!

Thiago la jaló —¡Pará, Mar!

—Mar, Mar, eu, Mar.

—Entiendo, entiendo que estés así, Maritis-

—¡No me digas Maritis! ¡Andate de acá! ¡Rajá!

Thiago la detuvo —Mar, pará— miró a Tina y negó con la cabeza —Tina, creo que... lo mejor es que te vayas.

—Pero chicos, ella cambió, no es la de antes— dijo Luca, protegiendo a Tina.

—Vos sos un cómplice. ¿Por qué no te vas con ella también?— Mar señaló.

—¿Qué decís?

—Entendela, Luca, es difícil confiar— Thiago dijo, encogiendo sus hombros —Ya nos traicionaste una vez.

Lo miré —Ah, porque tú nunca nos traicionaste.

Thiago me miró, con el ceño fruncido.

—Te recuerdo que entregaste el libro una vez.

—¡¿Por qué te metés vos?!— Mar me gritó.

—¡Porque están siendo injustos!

—¿Es eso, o estás con ellos?— Thiago me acusó.

Retrocedí, dolida por su palabras —¿Dudas de mí?

—¡No no no peleen por mí, no vale la pena, chicos! ¡No peleen por mí, por favor!— Tina exclamó.

—Andate, andate de acá. ¡Andate!— Mar empujó a Tina, furiosa.

—Pará, pará, pará— Thiago intervino —Vamos a- a hacerlo bien. Tina, vamos a llamar a la policía... Te vas con la policía.

Luca abrazó a Tina y ella se aferró a él.

—¿Qué más saben, Luca?— Thiago preguntó. Miró con seriedad a los dos —¿Qué nos están ocultando? Dale, largá. ¿Nico? ¿Dónde está? ¿Qué le hicieron?

Me metí —Basta, Thiago.

—¡Vos no te metas!— Mar me gritó —¡Vos no tenés idea de lo que era vivir con esta enferma! ¡No digas nada! ¡No tenés derecho a defenderla!

—Mar— Thiago le habló.

—Yo no la estoy defendiendo, Mar, es solo que aún no dejamos que nos expliqué. Debe haber algo más aquí que-

—¿Qué explicación querés?

Tina sollozó.

—¡¿Cómo nos podés hacer una cosa así, basura?!— gritó Mar —¡Nosotros te queríamos!

—Mar, tranquila.

—¿Cuál es el plan? ¿Matarnos? ¡¿A quién tenemos que querer?!

—¡No!— Tina sollozó de nuevo.

—¿A Feli? ¡¿Quién sos?!

—No, no, cuidarlos— respondió Tina, llorando con desesperación —¡Pero.. si ustedes me cambiaron a mí! ¡Ya no soy más la otra! ¡No soy más! ¡Me miro todos los días al espejo y me pregunto... ¡¿Cuál sos ahora?!

—¿Y cuál sos?— Thiago preguntó —¿Cuál sos?

—¡La que ustedes quieren! ¡Esta, la que los quiere como a hijos, como a sobrinos del alma, por Dios! ¡La que llora todas las noches pensando en lo que hice todo el pasado! ¡Daño, daño, daño!— sollozó, negando —Ay, chicos, por favor.

Quiso abrazarlos, pero Mar la empujó con fuerza y justo en ese momento, la puerta se cerró. No fue el empujón, la puerta se había cerrado sola. Todos la miramos con asombro.

—¿Me parece a mí o la puerta se cerró sola?— Luca preguntó, señalándola.

—Fue el viento, tarado— Mar respondió.

Entonces, se abrió un cajón.

—Mi monedero— Tina señaló el objeto en el cajón, con la voz quebrada —Hace mucho que no lo veía..

Estiró la mano para agarrarlo, pero antes de que lo pueda hacer, Mar se lo arrebató y Tina trató de que se lo entregue.

—¡No lo toqués!— Mar le gritó.

—¡No, no!

—¡Seguro tenés un arma ahí, basura!

—¡¿Mar, qué decís?!

—Por aquí tiene un arma, van a ver.

Mar abrió el monedero mientras Tina sollozaba. Y no, en el monedero no había un arma habían fotos de todos los chicos, inclusive fotos mías. Era obvio que Tina decía la verdad; ella había cambiado y no era más la que ellos odiaban, era otra.

—Ay, chicos míos. Los llevo muy dentro mío— nos miró —Por eso siempre están conmigo— señaló las fotos —Yo les juro... les juro que esta mujer que en su vida quiso a nadie... hoy les puede decir, que los ama con todo el corazón.

Entonces, nos abrazó. Luca se acercó y se unió con una sonrisa al emotivo abrazo.

—Está diciendo la verdad. Jamás les haría daño.. y yo menos— aseguró —Antes me mato, eso lo saben ¿no?

Yo lo sabía, sabía que Luca había cambiado. Sentía que Justina también. Me era difícil creer que fingía querernos y prefería confiar en Cielo, Nico y mi tía, que por alguna razón había decidido dejarla aquí y confiar en ella.

繼續閱讀

You'll Also Like

310K 15.3K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...
6.4K 170 24
Hola bebés me moria de ganas de hacer una historia de Iván ... bien ... Maddy (imagínese ustedes) es la prima de los Benjamines... es muy parecida a...
296K 13.1K 28
Anna Salvatore vivió 200 años alejada de sus hermanos,decidió regresar y recuperarlos. Pero nunca se imaginó que en el camino se enamoraría irremedia...
Su hombre. 由 Kat.

短篇故事

1.4M 100K 74
Un hombre formal, trajeado, oficinista que siempre va a la misma cafetería a la misma hora con el mismo amigo. Una chica tímida, tatuada, peliazul, s...