Un par de horas más tarde.
Feli nos reunió a todos para una clase de conga. No se opuso nadie, así que todos entramos y la clase se puso interesante. No me consideraba la mejor en el baile, pero sabía lo mío, no era mala.
—Música afroamericana, ergo conga, ergo caliente, ergo rebelde, ¿sí?— Feli nos miró —Con la rebeldía de lo negros esclavos que vivían en las playas— nos sonrió —En las playas ardientes, ¿sí?
Mientras ella explicaba, nosotros seguíamos con el baile. Me reí cuando Sebastián movió las caderas y de manera exagerada. Feli aplaudió.
—¿Vamos? Derecha y uno, dos; uno, dos; uno, dos. ¡Uno más! ¡Esa me gustó! ¡Adelante! ¡Y los brazos! ¡Quiero ver esa sangre Angola!
Nos miró y aplaudió una vez más.
—¡En parejas!— indicó —¡Vamos, las chicas por un lado y los chicos por el otro! ¡Va!
Supuse que era costumbre, o estupidez, pero yo no pude evitar reír cuando Simón se colocó delante de mí, listo para bailar. Decidí ignorarlo y me coloqué delante de Sebastián que me guiñó un ojo.
—¡Dale, bombón, que tenemos que ser los mejores!
Me dió una vuelta y no pude evitar reírme. Vi cómo Tefi agarraba los brazos de Luca.
—A ver, dale, derecha, izquierda-
Luca se soltó de su agarre —Soltame, eu, bajale.
—Basta— Feli lo regañó —¡A congear y punto!— se giró —¡Hombritos!
Todos la imitamos. Entonces, vi que Juliette entró, sonriente, y no pude evitar poner una mala cara. Si bien me controlaba para no jalarle las greñas, tenía tanto coraje hacia ella. Y no solo hacia ella, porque, por más que quiera negarlo, el responsable de todo había sido Simón, él me había engañado. Igual, me daba mala espina Juliette, sentía que había algo en ella que no me cerraba del todo.
Me percaté de que las chicas también ponían mala cara al notar su presencia.
—Ay, clase, ¿puedo?— Juliette preguntó.
—Sí, sí, vení— Simón la animó.
Ugh. Ya cállense los dos.
Jazmín, que había estado bailando con Simón, nos miró a las chicas con una mueca y pasó por su lado chocando hombros con Juliette. Me reí, pero quité mi sonrisa y puse los ojos en blanco cuando noté a Simón agarrar el cabello de su noviecita.
—Te bañaste— señaló.
—Sí— respondió ella con una sonrisa.
Turro, seguro querías bañarte con ella.
En ese momento, apareció Tacho. Me percaté de lo mojado que traía el cabello el rubio y aquello podía significar solo una cosa; se había duchado. Algo en mi cabeza hizo click y abrí los ojos. ¿Juliette y el...?
—¡Ah!— Jazmín exclamó —¿Llueve?
Ella había notado lo mismo que yo.
—Eh...— Tacho titubeó.
—Vaya, qué coincidencia — dije lo necesariamente fuerte para que Simón me escuchara.
Su ceño se frunció, pero no me dijo nada.
—¿Bailamos?— Jazmín lo jaló del brazo y lo pegó a ella para que no escape.
Tacho trató —¿Esto se baila- esto se baila así, de a dos?— le preguntó a Feli.
—Sí, sí, sí— Jazmín respondió.
Me reí. Seguí bailando con Sebastián que trataba y en su intento me hacía reír.
—Armamos una fila con los varones— indicó Feli y obedecimos —Y, las chicas van a congear adelante, ¿sí? Delante de ellos, las quiero ver sensuales.
Nos quejamos.
—No, sensuales no.
—Ardientes, rebeldes... ¡Vamos!
Feli se paseó por las parejas lentamente.
—Bailame sensual, bombón, ya escuchaste.
Le di un manotazo a Sebas —Tonto.
—Quiero sangre negra, no lavandina, eh— Feli nos indicó. Se detuvo en Simón y Juliette y aplaudió lo que hacían —¡Acá tenemos a una congera de raza! ¡Venga!— sostuvo una mano —Abriendo caminito, abriendo caminito que esta mujer les va a mostrar como viene la mano.
Juliette comenzó a moverse por delante de todos y con las chicas solo la miramos. ¡Turra! Es que veía que no tenía descaro. Lo peor no era eso, lo peor y más indignante, era la manera en la que los chicos, todos, la miraban. Estaban embobados.
—¿La matamos?— Tefi propuso.
Jazmín, Mar y yo asentimos.
—La mato, la odio, la odio— comenté.
—Le voy a decir a Dora que la meta presa.
Tefi asintió —Sí, por favor.
—Sí, sí, sí, es que sí, ¿no?— Jazmín señaló.
—Tendríamos que quemarle las pestañas.
Tefi bufó —Mirala como nos mira.
—Es simpaticona— Mar comentó.
Enseguida las tres la miramos mal.
—No, que- que quisiera ser simpaticona. Es fea- es, es horrible, chicas.
—Si no baila, no baila, ¿no ves?— Jazmín habló.
Acomodé mi cabello —Esto no se queda así. Ah, no se lo vayan a tomar mal, eh.
—¿Eh?
—¿Qué cosa?
No les respondí. Caminé con seguridad y empujé a Juliette para tomar su lugar y comenzar a bailar lo mejor que pude delante de los chicos.
—¡Eso!— Feli me felicitó —¡Esta mujer sabe! ¡Dale!
Sonreí y comencé a bailar delante de todos, bueno, menos de mi hermano porque eso sí seria raro. Me detuve delante de Simón y di una vuelta moviendo mis caderas y sonriéndole coquetamente. Disfruté, cuando vi su cara de embobado lo hice.
Quería que se dé cuenta de lo que se había perdido por infiel y de lo que jamás volvería a tener porque con él no volvía.
Las chicas, en lugar de verme mal, me festejaron, y yo las jalé para que se unan y sean ellas quienes les bailes a sus chicos, nadie más que ellas.
**********
Después de la clase de Feli, salí al jardín y subí con mi pequeña libreta al carromato. Tenía ideas y una gran inspiración para escribir canciones, así que lo haría, sacaría todo lo que tenía dentro y lo pondría en una canción. Era mejor hacer eso que llorar por todos lados por alguien que no valía la pena.
No sé por cuánto tiempo estuve, quizá fue una, dos horas, lo único que sabía era que me ayudó mucho. Me recordé también que tenía que trabajar en mí y mi amor personal. Relojito me dijo tantas cosas, lo tenía que escuchar. Me preguntaba cuándo lo iba a ver nuevamente; yo tenía el presentimiento de que sería muy pronto.
Cuando regresé al cuarto, encontré a Thiago y Mar juntos, hablando en la cama que compartía con mi adorada amiga. Ambos me miraron y me sentí mal por arruinarles el momento.
—Lo siento, ignórenme, vine a dejar esto.
—No, está bien, quedate, este es tu cuarto.
Reí. Lo sentía así, pero al mismo tiempo no.
—Vos sos el amor de mi vida, Mar— Thiago le dijo.
—Mmm...— sonrió —¿Y por qué besaste a Jazmín?
Thiago solo suspiró —Otra vez. Siempre vas con lo mismo, siempre.
—Sí, obvio— Mar me miró —¿Vos sabía algo? Viste que sos la hermana, aunque no da que lo cubras y-
—No, no sabía nada del beso.
—Mmm.
—A ver, lo voy a explicar una vez, una última vez— habló mi hermano —¿Sí? Teníamos que hacer una escena donde nos teníamos que besar, pero escena nada más. Era pasión, somos dos actores.
—¿Ah, sí?
En ese momento, entró Valeria al cuarto.
—¿O no, gata?— Thiago le señaló.
Vale lo miró —¿Eh?
—Lo del beso con Jazmín— Mar señaló.
—¡Ah!— sonrió —No, sí, re creíble fue.
Aguanté la risa. Mar apretó los labios, celosa, para luego girar a ver a Thiago mientras este miraba un tanto haciéndole señas a Vale. Ella entendió.
—¡No! Fue creíble para las cámaras— aclaró —Era, era como que había mucha pasión, ¿no?
Me quise dar un golpe en la frente. Mar la miró un tanto seria mientras Thiago negaba para que ya no siga Valeria hablando. Se detuvo cuando Mar giró.
—Bueno.. ¿no era que ustedes no me iban a hablar más? ¿No era que están enojados conmigo?
Negué —No, Vale, no estamos enojados. Bueno, no lo estamos si es como tú dices lo del dúo.
—Ahora, si no es así, sí— Mar señaló.
La puerta de la habitación se abrió, y Luca ingresó.
—¿Tefi está acá?
Negamos.
—¡Chicas!— Caridad llegó detrás —Chicas, no sab- ¡Afuera! ¡Afuera los gauchos!
Luca se quejó —¡Pará, pará, pará!
Cari comenzó a empujarlo para sacarlo, pero le era difícil ya que Luca era bastante fuerte.
—Quiero hablar con Tefi nada más.
—Gordi— Tefi llegó —¡Ronda de amigas!
—Fideito, fideito— Luca se detuvo.
Me reí cuando Caridad comenzó a jalar a Thiago y pedirle que se vaya. Tefi trataba de hacer lo mismo con Luca.
—¡Salí!— Tefi exclamó.
—¡Pero pará!
—¡Salí!— repitió.
Finalmente, cerró la puerta en la cara de Luca.
—¡Chicas, ronda de amigas express!
Thiago no quería salir, así que Tefi se acercó a Cari para ayudarla. Mar no colaboraba mucho y retenía por el brazo a mi hermano para que no se vaya. Me acerqué a ellos y ayudé a las chicas a sacarlo.
—¡Vamos, Thiago! ¡Afuera!
—¡No, no! ¡Quieren separarme de mi amando! No. ¡Thiago, un beso! Subí a mi torre y-
Se besaron. Caridad, Tefi y yo seguimos tratando y yo me rendí un poco, así que las dejé.
—Ah, claro, ahora el culebrón, ¿no?— Vale les dijo.
Jazmín entró a la habitación.
—¡Necesito ronda de amigas!
¿Qué les había pasado a las chicas que necesitaban con urgencia una ronda de amigas?
Jazmín se acercó a Tefi y Caridad para ayudarlas a sacar a Thiago.
—¡Necesito ronda de amigas! ¡Salí!
—¿Otra vez?— Thiago preguntó, quejándose.
—¡Sí!
—Un beso, un último beso— pidió él.
—¡Que pesado!— exclamé.
Finalmente, lograron echarlo y las chicas cerraron, con fuerza, la puerta. La otra puerta se abrió, y por ella, entró Rama.
—Chicas, ¿qué están haciendo?
—¡Hola!— Vale se le acercó, sonriente.
—Ronda de amigas, te vas— Tefi ordenó.
Las chicas la apoyaron. Yo solo observaba todo con una sonrisa divertida.
—Chau, chau, chau.
—¡Salí!
—¡Pero paren!— Vale exclamó, y enseguida miró al rubio —¿Qué pasa, tronquito?
Antes de que Rama pudiera responder, Cari, Tefi y Jazmín interrumpieron.
—¡Se va!— exclamó Caridad.
—Chau, chau, Rama.
—Rama, Rama, salí.
—Chau, chau, chau.
Las chicas comenzaron a tratar de sacar a Rama, y fue difícil porque Valeria lo retenía.
—Uno, dos, tres.
Mar y yo nos sumamos a las chicas para empujarlo con todas nuestras fuerzas. Melody llegó y se unió.
—¡Te vas, Rama!— exclamó la rubia.
—¿Qué.. vos también necesitás ronda de amigas?— se burló Rama.
Las chicas se rieron por unos segundos, pero luego se pusieron serias y siguieron jalándolo.
—Chau, Rama.
—¡Ya!
—No, no, no-
—¡Salí!
—¡Te vas ya!
—¡Chau!
Finalmente, lo logramos y cerramos la puerta en la cara dal rubio. Todas se veían muy preocupadas, y no sabía qué había pasado, pero supuse que no era nada bueno.
—A ver, chicas— las calmé —¿Qué pasa?
Todas comenzaron a hablar al mismo tiempo, y no entendía nada. Mar formó una T con sus manos al ver que no llegábamos a nada y todas se callaron y miraron a Mar.
—Ahora, vos— Mar señaló a Tefi.
—Juliette se chapó a Nachito— reveló.
Caridad abrió la boca. Tomamos sus mano.
—Dale, vos, vos— Mar la animó.
Cari trató de no llorar —Julieta.. se transó a Tacho.
Todas nuestras miradas se dirigieron a Jazmín. Mi querida rubia asintió, tratando de asimilarlo y Mar hizo una señal para que ella continúe.
—Julieta se agarró a Luca— reveló Jazmín.
—¡¿Qué?!— Tefi chilló.
Cubrió su boca al igual que nosotras. Melody soltó, de pronto, un suspiró, y todas la miramos.
—Julieta se transó a Thiago.
—Nooo-
Mar se detuvo cuando se dió cuenta de lo que pasó para luego soltar un jadeo.
—¿Qué?
Ah, pero esa chica era de lo peor. Yo sabía que algo no cerraba con ella, pero... ¿chaparse a todos? ¡Era una turra! Y Simón era un tarado por estar con esa tipa, por haberme dejado por ella.
Todas nos sentamos en la cama de Mar para poder hablar del temita. Las chicas estaban enojadas y un poco tristes.
—Yo no sé ustedes, pero estoy indignada— Melody habló con una expresión totalmente seria.
Asentí. Yo estaba igual que ella.
—Y eso que vos estás re sola— Tefi comentó, triste, luego miró a las chicas —Chicas, esto es un horror.
—Thiago jamás probaría a esa baguette— dijo Mar.
—No la probó, la comió, Mar— Melody le contestó.
Ahora, Thiago se había ganado el título del peor de los hermanos con lo que había hecho. ¡Se comió al enemigo! ¡A mi enemigo! Tanto que se las daba de hermano cuida.. terminó siendo tremendo traidor. No se lo iba a perdonar tan fácil.
—El gaucho andaba medio capa caída, pero de ahí-
Tefi interrumpió —No, la tenía bien levantadita.
Las miramos.
—La capa, chicas— aclaró —Aparte... Luca no tiene glamour, no le va París.
—Sí, no le va París, pero la francesita seguro que sí.
—No, mirá a Tacho, le re va París, eh— Cari le dijo.
Jazmín negó —Sí, chicas.. tenemos que encararlos.
—Pero lo van a negar, chicas— señalé —Es así, son hombres.
—¿Y si dicen que sí? Los perdemos— Tefi comentó con una mueca —Chicas, ellos no tienen que saber que nosotras sabemos, ¿okay?
Mar asintió —Ahora, que turro. Comerse a la chica de un amigo viste por despecho. Que turro.
La miramos con diversión.
—Yo no soy el tema, chicas, el tema es la Juliana y tenemos que hacer algo— pensó —Valentina, ¿vos, no podés hablar con el payasito y-?
—¿Estás loca, Mar?— Jazmín le preguntó.
—Yo no pienso hablar con Simón y menos sobre la turra esa— respondí —Que hable Melody.
—¿Yo? ¿Por qué yo? ¿Qué le preguntó?
—No sé, puedes preguntarle qué onda con esa tipa. Dale, tu puedes— la animé —Igual, ojo con Simón.
Las chicas me miraron con diversión.
—Chiste, Melody— me reí.
—¡Ya sé chicas!— exclamó Caridad —Tenemos que hacer como los perros y marcar nuestro territorio.
—Sí, hay que encararlos— Mar habló —Sin vueltas, pero sí hay que encararlos juntas, chicas.
Negué —No, tienen que encararlos sin que ellos se den cuenta.
—No, yo no sé mentir— Caridad comentó.
La miramos con cara de "¿enserio?"
—Estaría bueno que se inviertan los roles— dije, la miré a Jazmín —¿Y si Jaz lo encara a Thiago?
—No, Jazmín con Thiago no— Mar respondió muy rápido —No, digo, viste... porque después te metés mucho en el personaje y meta conga.
La miramos.
—Chiste, Jaz.
—Ay, que graciosa. Bueno, hagamos eso.
—Bueno, paren, se va a armar la conga. ¡Pero a mi gaucho lo encaro yo, eh!
Las chicas asintieron.
—¡Vamos, chicas!— escuchamos gritar a Feli y nos miramos —¡Quiero conga por toda la casa!
Con las chicas nos miramos confundidas porque la clase había terminado ya supuestamente.
—¡Abran sus puertas que tienen una sorpresita!
Me levanté de la cama y caminé hacia la puerta. Al abrirla, encontré muchas faldas coloridas colgadas que supuse teníamos que usar para bailar.
La clase continuaba.
Como parte del plan, las parejas se dividieron y yo me quedé en el pasillo con Melody que encararía a Simón y con Cari que encararía a Nacho. Cómo mi querido y adorado Sebastián no había hecho nada, solo bailamos.
—Che, ¿qué onda con las chicas?— preguntó él.
—Nada, ¿por qué?— mentí —La pregunta es qué le pasa a los chicos que andan.. descontrolados, ¿no?
Frunció su ceño —¿Eh?
—¡Thiago es un traidor! Se chapó a Juliette— dije, enojada —Ahora, esa chica es una rapidita porque, chaparse a todos los chicos... turra. Menos mal, no me harías algo así porque-
Al ver su expresión, me detuve.
—Sebastián...
—¿Qué- qué pasó?— tragó saliva.
—Dime algo— me acerqué amenazante —¿Besaste- te chapaste a Juliette?
Abrió los ojos —Bombón, yo-
—¡Eres de cuarta!— le di un pequeño empujón, me había traicionado también —No quiero escucharte, vete de aquí.
—Pero bombón-
—Adiós.
Le di la espalda. Simón y Nacho también se fueron. Melody se acercó a Caridad y a mí.
—No saben lo que me contó. ¿Ustedes?
Bufé —¿Pueden creer que esa turra también besó a Sebastián? Es de cuarta, de lo peor.
—¿Qué?— Melody preguntó, un poco alterada y yo solo la miré —No, que- que guacho.
—Un idiota es. Igual que mi hermano.
Me metí al cuarto de las chicas y encontré a Mar y Jazmín dentro, solas. Me contaron que los chicos, tanto Thiago como Tacho, negaron todo.
—Hablé con Juliette— reveló Jazmín.
La miré —¿Enserio?
—Sí.
—Pará, yo les cuento primero— Mar nos dijo.
*****
MAR
Mirá, te la voy a hacer corta. Tacho y Jazmín se aman, así que no me parece que le patees el nido como lo hiciste con el payasito y Valentina.
JULIETTE
Mar, él me buscó a mí, yo... no lo pude parar.
Aparte, por lo que me dijo, él está despechado con esta chica y bueno, se la quería sacar de la cabeza a Jazmín. Pero yo ahora estoy con Simón y... lo amo, y te pido que no comentes esto porque no quiero hacer más... viste-
MAR
Sí, ¿quilombo? Parece que es un poquitito tarde para eso, ¿no?
JULIETTE
Mar, yo... te quiero pedir un disculpa. Te subestimé un montón, y la verdad que sos increíble.
MAR
¿Posta decís?
JULIETTE
Posta. Aparte, Simón me contó tu historia y... ay, cómo no van a estar enamorados de vos si sos hermosa. Te envidio. Mucho.
*****
¡Esa tipa quería robarme también a mi amiga!
—Me dijo que me envidia, ¿entienden? O sea, algo loco, re loco porque-
—¿Qué? Pará, pará. ¿De Tacho te dijo lo mismo?— Jazmín le preguntó.
—¿Qué cosa de Tacho? ¡Ah, Tacho, Tacho! Sí, no...
Miré a Jazmín —¿A ti, qué te dijo?
*****
JULIETTE
Sí, Thiago me buscó, pero... no pude frenarlo. Por lo que dijo, viste, con su chica no pasa mucho y bueno, buscó un alivio en mí, pero él es buen chico, yo te pido que no digas nada, ¿sí? Y aprovecho para pedirte disculpas porque... yo no tenía idea de tu historia con Tacho. Igual, no me pasa nada con él, cero cero. Si yo amo a simon. Igual te quiero decir que Tacho se nota que te ama.
JAZMÍN
Mmm.
JULIETTE
Sí, sí, te vi bailar flamenco y... nada, diosa total. Digo, cómo no te va a amar, ¿no? Me encanta como bailás.
JAZMÍN
¿Sí?
JULIETTE
Sí, increíble.
JAZMÍN
Bueno, gracias.
*****
Confirmado, esa tipa quería robarme a mis amigas. ¿Qué no le bastaba con quitarme a Simón? ¿Quería quitarme todo? ¡Encima culpaba a los chicos! Yo lo tenía que arreglar, no podía permitir que haga esto.
—¿Vos decís que dice la posta esta mina?
—No sé..— Jazmín respondió —Mirá que los chicos tienen un prontuario que los condena, pero... no sé, no suena tan raro lo que dice.
Abrí la boca para hablar, pero Caridad me cortó, la miramos enseguida.
—Chicas, los culpables de la conga son los chicos— negó —No la china. Así que, ronda de amigas en el baño, vengan.
Todas las chicas y yo nos reunimos en el baño. Era un caos y empezaba a preocuparme de que quieran ahora a Juliette.
—Y eso me dijo, que Nachito se le tiró encima.
—¡Ay, que vengativo ese gaucho! ¿Qué más te dijo? Decímelo, decímelo— ordenó Caridad.
—No, nada nada, después me dijo que yo era la que mejor se vestía, que tenía una onda tremenda. Una dulce, Juliette.
¿Dulce? ¿Se olvidaba que-? Ugh.
—¿De Luca qué te dijo?
*****
JULIETTE
Mirá, Luca tendrá novia, pero... parece que quiere divertirse por otro lado, ¿entendés?
VALERIA
Claro.
JULIETTE
Es como- yo no quiero saber nada con él, menos que se entere su chica, no hay forma.
VALERIA
Mmm. Y con Rama tampoco, ¿no, gata?
JULIETTE
No. Pero no me permitiría romper esa pareja. Yo no tengo nada con él, yo le dije que era tu amiga.
*****
¿Su amiga? Já.
—Che, pero que garca los chicos— Tefi habló.
Bufé —Chicas, yo creo que-
—Che, ¿y a vos qué te dijo del payasito?
*****
JULIETTE
Ay, disculpame, no aguanto más, es que... por esto mismo lo dejé a Simón, ¿entendés?
MELODY
¿Mismo qué? No entiendo.
JULIETTE
Sí, porque él me ve como un objeto sexual, siempre, todo el tiempo. Y... y la verdad es que por esto lo dejé y... yo no puedo estar sin él, por eso volví, y ahora me tiene a sus pies.
MELODY
Bueno, tranqui-
JULIETTE
Y no, y no, y no, es super injusto que los chicos fanteseen conmigo, pero yo no tengo la culpa, yo lo amo a Simón. No sé, yo sé que doy esa imagen y que las chicas siempre me miran mal y que... los chicos demasiado bien, pero no sé, yo- no es mi culpa. Creo que lo mejor va a ser que me vaya.
MELODY
No no no, Simón nos mata si te vas, no.
JULIETTE
A ver, explicame, por qué todos los hombres si les sonreís, ya se creen que querés algo con ellos.
*****
—Es verdad, es verdad.
—Sí, tiene razón.
Negué —Chicas, esa tipa solo-
—Eso no fue todo.
*****
JULIETTE
Pero son buenos chicos, eh, ahí nomás se arrepintieron. Pero por favor no digas nada que no quiero tener problemas con Simón, ¿sí?
*****
—Era una pobre víctima el final— Caridad dijo.
—Sí, y unos turros los chicos. Todos.
—Pobre Simón, eh— Jazmín comentó.
¿Perdona? ¿Pobre? Empezaba a enojarme.
—Que el mejor amigo se coma a la novia, la verdad que debe de ser...
Todas miramos a Mar. Jazmín se percató de lo que había dicho y negó.
—No, yo decía porque-
—No, está todo aclarado, no pasa nada.
Me cansé.
—¡Sí pasa! ¡Todo pasa!— grité, ellas me miraron al ver que estaba enojada —¿Pobre Simón? ¿Pero son mis amigas ustedes? ¿Juliette dulce? ¡Todo mal! Y no me vengan con que cayeron en su juego porque, simplemente, no lo voy a permitir. Punto.
Las chicas se veían culpables.
—Ahora vamos a hacer una cosa. Nos vamos todas ahora mismo a poner las pijamas y vamos a hablar bien, ¿me escucharon? ¡¿Me escucharon?!
Todas asintieron rápidamente.
—Bien— chasqueé la lengua —¡Las espero adentro!
Sin más, me metí a la habitación echando humo de la rabia que tenía. No iba a permitir que Juliette se encargue de quitarme a mis amigas. Simón es suyo porque yo no lo quiero más, pero mis amigas no. Y no sabía bien cuál era su plan, no sabía por qué los quería hacer pelear a los chicos con sus novias, era muy extraño, pero tampoco permitiría eso.
Las chicas entraron a la habitación en silencio, con expresiones de culpabilidad. Nos pusimos todas la pijama en total silencio y ordené que se sentaran y me escucharan.
—Pará un segundo— Mar pidió —Bueno, quería- te queríamos pedir disculpas por defender a Julieta y también al payaso.
—Sí, disculpanos.
—Sí, gata, estuvimos mal.
Asentí —Esta bien, no pasa nada, pero... escuchen, ¿ustedes quieren estar con los chicos?
Todas asintieron.
—¿Van a dejar que una baguette se los robe?
Todas negaron.
—Yo tampoco y no quiero que pasen por lo mismo. Por la misma razón, no pueden armarle problemas aún a los chicos.
Tefi levantó la mano —¿Por qué no?
—Porque eso les dará motivos de consolarse con la baguette, ¿entienden? Es así, chicas. Juliette es mi enemiga número uno, hay algo en ella... no sé bien qué es, pero no pueden permitir que cree discordia entre ustedes y los chicos.
—¿Vos decís?
—Chicas, yo no quiero que mi Luqui se vaya con la baguette esa, eh— Tefi lloriqueó.
—Y yo me llego a enterar que Nachito sacó otra vez los pies del plato y lo mato.
—No podés hacer nada, Charity. Nacho está solo— Melody le recordó.
—Ay, ella a todo le ve soledad porque está sola.
Melody frunció su ceño con indignación.
—Valentina tiene razón— Valeria comentó —No le vamos a dar el gusto a la gata esa de la Julieta. ¡La mato si se come a Rama!
—Sí.
Poco a poco empezaron a darme la razón.
—Ahora, ¿entienden lo que tienen que hacer?— les pregunté, asintieron —Listo.
—Una turra esa mina.
—Tal cual.
Sonreí. Menos mal logré convencerlas.
—Ah, una cosa más— hablé.
—¿Qué?
—Yo conozco a Simón, es un tarado, pero conozco como es— encogí mis hombros —Estoy casi segura de que va a venir a preguntarles por la baguette, él querrá saber su opinión.
—Le decimos que la odiamos.
—Que se la llevé con él lejos.
Negué —No, harán todo lo contrario.
—¿Eh?
—Me perdí, sory, chicas.
—Básicamente, tienen que mentir— sonreí —Él no tiene que saber lo que en verdad pensamos, y para eso tienen que decirle lo buena que es ella y que se merece estar con una chica así, ¿entienden?
—¿Pero por qué?
—No, yo no sé mentir— Caridad comentó.
La miramos.
—Bueno, che.
—A ver, pará, pará, pará, explicanos.
—¿Del comienzo puede ser, gordi?
—Chicas, si ustedes le dicen a Simón que todas no soportamos al baguette y que se chapó a los chicos sin descaro alguno, vamos a darle motivos para los dos se separen o peleen, lo cual, le dará motivos al baguette para irse con los chicos— expliqué —¿Me estoy dejando entender?
—¡Ah!— todas exclamaron.
—No, sí, tenés razón.
—¿Y qué hacemos con Julieta?
Sonreí —Fácil, nos hacemos las mejores amigas de todo el mundo. Mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca.
Las chicas sonrieron.
—¿Entonces ya saben qué decir?
—¡Amamos a Juliette!
Aplaudí —¡Muy bien!
Juntamos nuestras manos y gritamos.
Entonces, tocaron la puerta. Todas nos callamos al instante mientras veíamos que esta se abría. Yo no pude contener mi sonrisa al ver que era Simón y la mirada de las chicas pasó hacia mí brevemente. Él era tan predecible...
—Permiso, eh.. chicas, ¿puedo hablar con ustedes?
Las chicas me miraron, yo asentí.
—Sí— respondieron todas.
Fingí estar enojada —Me voy a tomar agua porque, claramente, no quiero escucharte. Adiós.
Salí de la habitación y cerré la puerta con fuerza ya que necesitaba hacer mi actuación creíble. Cuando estuve afuera, me reí y pegué la oreja a la puerta ya que necesitaba escuchar todo.
—¿Qué pasó, Saimon?
—Eh... no, bueno, yo... que-quería preguntarle qué piensan sobre Juliette.
Repito, predecible. Era eso, o lo conocía muy bien.
—¿Sobre Julieta?
—¿Julia?
—¿Juliana?
—¿Juliette?
—Sí, sí... ¿para ustedes es una come hombres?
Momento de actuar, chicas, pensé.
—Yo- yo sé que ustedes son amigas de Valentina y, bueno, quizá no da que esté preguntando, pero- yo necesito saber su opinión.
Hubo un silencio breve.
—Payaso, te lo voy a decir por única vez— Mar dijo con seriedad —Me parece que diste en el clavo con esta mina. Parece buena mina.
Cubrí mi boca para que no escuchen mis risas. Las amaba tanto a las chicas.
—O sea, que para ustedes no da imagen de rápida.
—No, yo diría que ni corre y ni vuela— Jazmín dijo con tranquilidad —Lo que pasa es que al lado tuyo, bueno, vos sos medio lento y... por ahí te da miedo, pero es buena mina.
—¿Y... ustedes han hablado con ella?
—¡Sí!
—No te digo, me encaró, me preguntó por vos a ver si habías hablado de ella... ¡Está re muerta por vos!
—¿Un secretito?— habló Cari —Si te gusta la china, no la bajes de tu caballo— aconsejó —Sino, te la va a montar otro, ¿entendés?
Repito, amo a las chicas.
—Bueno. Gracias, chicas— Simón agradeció y pude sentir alivio en su voz —Voy con Juliette.
Antes de que pudiera verme, me metí al baño y me metí a la habitación por la puerta que había dentro de este. Levanté ambos pulgares cuando las chicas me vieron y todas sonrieron.
Lo siento, Juliette, pero no arruinarás nuestra paz.