Mientras que Tignari decidió dormir otro día más, en ese mismo momento Albedo y Heizou habían despertado en casa de Gorou, abrazándose el uno al otro.
─Bueeenos días ─ decía Heizou bostezando mientras se acurrucaba en el pecho del contrario ─ Heizou tenemos que levantarnos ─ lo sacude un poco pero no hace efecto ─ ¿qué hice para tenerte conmigo?
─Viajar a Inazuma para dibujar nuevos paisajes.
─Ah eso... Pues tú eres un lindo paisaje.
─¡Gracias! Tú también eres un gran artista ─ ambos se ruborizan por unos segundos y se miran fijamente mientras se acercaban a sus labios, hasta que Gorou abre la puerta ─ vamos a desa- PERDÓN ─ cierra la puerta rápidamente.
─¿Por qué nos íbamos a...? ─ el pelirrojo le roba un beso y se voltea hacía el otro lado para hacerse el dormido ─ supongo que desde hace 3 años nos conocemos y siempre salimos juntos a cualquier lugar.
─Esto es raro ─ se levanta y da media vuelta alrededor de la cama para observar a Heizou ─ vamos a desayunar.
─Dijiste que era raro, entonces no me quieres.
─Yo no me refería a eso ─ lo destapa y agarra las muletas ─ mejor siéntate y agarra estás vainas ─ levanta a Heizou y le pasa las muletas ─ no será para siempre, lo prometo.
─Confío en tus habilidades de alquimista ─ salen del cuarto y van con Gorou a desayunar en la calle.
Al terminar se dirigen a la casa de Cyno y tocan la puerta ─ ¿Hay alguien? ─ el de pelo blanco abre la puerta ─ ah son ustedes, pensé que eran Kaveh y Alhaitham viniendo a recordarme cierta cosa.
─¿Una cosa como qué? ─ pregunta Heizou con curiosidad, a lo que Cyno les explica lo sucedido aquella noche.
─¿¡Cogieron en un hospital!? ─ gritan los 3 en sintonía ─ NO LO DIGAN TAN ALTO ─ entra al trío de jóvenes y cierra la puerta ─ Baizhu está mañana entró a la sala y me sacó a patadas del lugar, dijo que Thoma se quedaría en mi lugar a cuidar a Tignari, cómo Ayato ya se había mejorado.
─Es que tú también te lo buscas ─ comenta con alevosía el pelirrojo ─ bueno no hablemos de eso... Mejor una pregunta algo potente.
─¿Cómo qué?
─¿Qué es una potencia? ─ el de tez morena se aguanta la risa, y Heizou le pega con una muleta ─ ya dí la pregunta ─ alegó el pelirrojo que volteó a ver a su compañero, el cual estaba escondiendo su risa entre su ropa ─ tú no lo apoyes ─ le pega con la otra muleta ─ ¡Oye!
─Bueno bueno, ya basta los 3, dí que ocurre Cyno, se serio.
─De acueerdo ─ toma aire y se relaja por completo ─ lo que pasa es que al despertar en el hospital, antes de que Baizhu me sacara. Tignari me dijo que tuvo una pesadilla.
─¿Y eso qué tiene que ver con nosotros? ─ pregunta el rubio ─ espérame un momentito y me dejas seguir explicando ─ hace una pequeña pausa y piensa por unos segundos ─ ah sí, es que me dijo algo así como que le iba surgir un efecto que duraba 24 horas.
─Otra vez ese sueño ─ dice el de pelo castaño ─ ya lo he oído varias veces, antes le decía que no se preocupara... Pero ahora me está dando miedo.
─Sí suena feito, honestamente ─ admite el de tez morena, seguidamente de eso sonando el teléfono de Gorou ─ oh, es Ayato ─ contesta el celular ─ ¿Hola? Ah ok, sí sí ya vamos ─ cuelga y guarda el teléfono ─ quiere que le ayudemos con la tienda de Itto.
─Y eso que tú mismo la explotaste ─ Cyno se ríe y Gorou le pega un golpe ─ ya déjate de mamadas, mejor me voy. Convivir contigo no se puede, vámonos chicos ─ el dúo ríe y se va con Gorou ─ y allá van... Me quedé sólo de nuevo ─ se levanta y se acerca a la puerta ─ (¿Por qué la calle se ve tan sola?) ─ sale de la casa y cierra la puerta. Comenzando a sentirse atraído por un aroma a pastel, que se le hacía algo familiar ─ huele bueno... Cómo a la pastelería esa que ─ se da cuenta rápidamente y sale corriendo tras el aroma. Finalmente encontrándose con un jóven de pelo corto color azul oscuro ─ oye tú ─ el contrario voltea al llamado de Cyno ─ ese pastel que tienes, ¿quién lo hizo? ─ el jóven observa la caja y la abre con un pastel que tenía un dibujo de Tignari.
─¡Tignari! Eh... ¿Podría agarrar el pastel por favor...? ─ el de orbes azules seguía sin pronunciar ni una palabra, hasta que se sorprendió porque el de tez morena conocía a Tignari ─ me sorprende como le hablas fácilmente a un desconocido... ¿Así fue con Tignari? O más bien... ¿Droga Verde?
─(¿Quién es este tipo? ¿Y como sabe de eso?)
─Que no cunda el pánico ─ se sienta en el andén y parte una rebanada de pastel para el de tez morena ─ mi nombre es Scaramouche, soy pareja de 2 hombres llamados Zhongli y Childe, vivimos juntos en Liyue... Y dirás, "¿qué tiene que ver eso conmigo?"
─Gracias por preguntar por mí ─ decía apenado mientras se rascaba el cuello.
─Pues bien... Supongo que conoces a Zandik.
─Ni lo menciones.
─Mm, veo que opinamos igual ─ suelta una risa y le da la rebanada al contrario ─ Childe era uno de sus trabajadores, antes todo era una pastelería para disimular el oscuro ambiente que generaba el trabajo de ahí.
─Oh, Tignari alguna vez me mencionó algo sobre eso (eso se lo dijo en un momento random, ya que en el fic no sale que le haya dicho eso en algún momento).
─Ooh, entonces sí te dijo... Bueno, ¿dónde está Tignari?
─El el hospital.
─¿Y por qué no estás con él?
─Oh vamos, ¿enserio debo decirte a ti también?
─Sea lo que sea debes decirlo, yo no juzgo a nadie →mentira. ─ Cyno le cuenta con confianza sobre lo sucedido, esperando ya la típica reacción de la gente ─ ¿EN UN HOSPITAL? Se pasaron.
─Por favor hablemos de otra cosa.
─Está bien está bien ─ Cyno le ofrece entrar a casa, hasta que ambos escuchan un disparo hacia el cielo y entran rápidamente.
─¿Oíste eso?
─No estoy sordo ─ dice con molestia el de orbes azules.
─No seas tan arrogante.
─Y tú no preguntes mamadas ─ suena otro disparo a lo que suena el teléfono de Scara ─ ah, es spam ─ cuelga la llamada, pero vuelve a sonar, y es el mismo número ─ carajo que no voy a contestar ─ cuelga por segunda vez ─ a la tercera tiro el teléfono ─ dijo con seguridad, y efectivamente le llamó el mismo número por tercera vez, así que el jóven tira el teléfono al sillón y rebota contra el mismo para caer finalmente en el tapete ─ ¿No crees qué se pudo romper?
─¿Me compro uno nuevo no crees? Jaja.
─Alta avaricia.
─No soy avaricioso ─ suena su teléfono de nuevo ─ ¿Una cuarta vez? Ya que ─ se acerca y contesta la llamada.
─Hasta que por fin respondes, enciende el televisor ─ Scaramouche cuelga rápidamente la llamada y enciende el televisor, observando a Zandik en él.
─Hasta que por fin llegan Cyno y Scaramouche... Bueno como todos están viendo la transmisión vengo a darles un gran anuncio. El día de mañana, Droga Verde activará el mecanismo de defensa destructiva por 24 horas, y no quisiera que destruya de nuevo todo al almacén de ese tal Alhaitham... O quizás destruya a cada persona que vea a su paso ─ ríe de manera maniática y oprime el botón que activa la droga ─ o quizás no sea mañana...~
─(¡Es real...!) ─ pensó con preocupación el de orbes rojizos, a lo que agarra a Scara del brazo y salen corriendo con prisa desde la casa hasta el hospital, patea la puerta y sube hasta el piso de Tignari, procede a abrir la puerta de la sala, aunque su amado ya no estaba en el lugar; lo único que se podía observar era la ventana rota.
Mientras tanto pasamos a una transición donde alguien apaga un televisor, era Alhaitham. Lleno de ira y malos recuerdos por lo que le había sucedido antes al almacén, comienza a estresarse y llora en silencio hasta que alguien llama a la puerta ─ no quiero que me veas así Kaveh ─ sólo con la manera en la que toca la puerta reconoció que era él, olvidando el detalle de que Kaveh vive con él, saca sus llaves y abre la puerta con temor, entrando rápidamente al hogar ─ ALHAITHAM ME ENCONTRÉ CON EL ASALTADOR ─ el contrario se levanta rápidamente y chequea con la mirada al rubio, el cual no tenía ni un rasguño... Excepto el del temor; como si Droga Verde le hubiera encrostado una daga en el pecho, esparciendo el temor en el cuerpo del rubio.
─No te hizo daño ─ busca en los cajones y saca un arma ─ ¿Y eso?
─Hu Tao dijo que era para mí en ocasiones especiales... Honestamente no quiero matar a nadie pero este ladrón ha atormentado a mucha gente.
─¿Estabas llorando? ─ Kaveh no le prestó mucha atención a las palabras, si no a los sentimientos de su pareja; abrazándolo con dulzura para darle su calor y aprecio al contrario, que honestamente estaba destrozado; pero aceptó el cálido abrazo de su pareja y lo tomó de la mano para salir del hogar ─ vamos a la entrada del almacén a esperar a Droga Verde ─ Kaveh asiente y juntos, se dirigen al almacén, donde justamente había llegado el asaltante primero que ellos, estaba sentado en el andén configurando una bomba.
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