Narrador omnisciente
-Hola - Murmuró JungKook algo nervioso rascando su nunca.
Luego de la pelea entre su hermano y su compañera, se decidió esperar a los Omegas hasta que salieran de la oficina del director.
-¿Qué quieres?- Respondió de mala manera JiMin tomando suave el brazo de Tae.
El Alfa tragó duro.
Por más que su orgullo estaba herido, vió a lo lejos como quedaron las manitos del menor.
Le había generado algo dentro suyo, que no podía definir bien lo que era. Cuando Hyuna salió echa una furia de la oficina, se burló de ella.
Su compañera sólo respondió sacando su dedo del medio y enseñándoselo.
-¿Estás bien?- Preguntó observando a TaeHyung, quién se escondió detrás del Omega pelinegro.
Kim no confiaba en él, no lo quería cerca por más que ahora actuaba de buena manera.
-Nos vamos a la enfermería- Informó JiMin con el ceño fruncido. No entendía que le pasaba a su hermano.
¿Desde cuando le importaba alguien que no sea él mismo?
El mayor de los Jeon asintió con su cabeza mientras se maldecia mentalmente.
¿Qué mierda pasaba con él?
¿Acaso no tenía orgullo o dignidad?
No sabía la razón, pero estaba...¿preocupado?por el menor.
¿Cómo debía manejar todo eso?
Tal vez lo mejor sería ignorarlo.
Pero...
-Tae - Habló de nuevo cuando los menores ya estaban a varios metros.
Su lobo le dictaba la palabra "perdón"
Según el animal sería un buen comienzo.
Los Omegas se giraron y esperaban que el azabache hable.
La palabra nunca llegó, estaba trabada en la garganta de JungKook.
-Jeon JungKook- la puerta del director se abrió -Contigo quería hablar y con el alumno Jung -
JiMin realizó una mueca y se llevó a rastras a su nuevo amigo de allí.
No se arrepentía de acusar a su hermano, pero tampoco quería enfrentarlo.
Su hyung no lo golpearía, pero si se llevaría unos insultos, estaba seguro de eso.
[....]
-Deberás aplicar esta pomada dos veces al día- Gritó la enfermera entregandole el producto, lo que obligó a los amigos a tapar sus orejas.
Ambos estaban en la enfermería.
JiMin se había quedado a su lado y la enfermera curó las heridas.
Jeon bufó -¿Qué le pasa?-Cuestionó enojado - Ya le dije que no es sordo -
Tae recibió la pomada y la mujer Beta se alejó, sin darle importancia a lo que decía el menor.
-Maldita loca - susurró JiMin y Kim sonrió ladino. Le gustaba el carácter del Omega contrario. Era totalmente diferente al suyo.
-Vamos, tenemos la última clase- Estaban por salir del lugar cuando la Beta habló otra vez.
-Deberían llevar estos - Aconsejó moviendo una caja grande en sus manos.
JiMin se acercó para ver que tenía dentro. Abrió los ojos sorprendido y luego sus mejillas se pusieron rojas.
Pues se trataba de muchos condones.
-Soy virgen - Informó en voz baja sintiendo sus manos comenzar a sudar.
-¿Y? Siempre es bueno tener uno por las dudas - Habló de nuevo a los gritos -¿Saben cuando les vendrá el celo ?Deben estar preparados-
TaeHyung se sonrojó de igual manera que su amigo. De más está decir que era virgen también y que tenía nula idea sobre todo lo sexual.
Sus celos no eran tan fuertes, por lo general con una pastilla neutralizante o supresor alcanzaba para pasarla normal.
Sólo una vez se masturbó y fue en el primer celo que tuvo. Hace ya dos años.
-Llevaré algunos - dijo el pelinegro de mala gana. No estaba entre sus objetivos principales ni sus planes perder la virginidad muy pronto.
Sentía nula atracción hacía los Alfas o Betas. Tal vez por que no había encontrado su alma gemela.
Tomó varios de la caja y salieron, por fin, de allí. Caminaron hasta su aula e ingresaron rápidamente.
La clase de Matemáticas estuvo tranquila.
Kim no vió a Jeon en su asiento y eso le produjo cierta ansiedad.
Seguramente el director Namjoon estaba llamándole la atención junto con Jung.
Pero..
¿Qué era lo que el mayor quiso decirle hace varios minutos atrás?
Ahora la curiosidad lo estaba invadiendo poco a poco.
[.....]
-¡Hijo de puta!- Gritó Hoseok una vez que salieron de la oficina del director.
Pues el castigo que les había dado Namjoon era bastante severo.
O eso creía el Alfa menor.
Apenas ingresó JungKook, rápidamente Kim le pidió a su secretaría que llame a Jung Hoseok.
Ya tenía dos nombres de los abusivos de Tae, no iba a dejarlo pasar así como así.
En los primeros minutos, Koo se sintió traicionado. Pero muy en lo profundo de su ser, sabía que se merecía el castigo.
Así que se guardó sus insultos y decidió que debía actuar con un poquito de madurez.
Al menos una vez en la vida.
-¿Cómo haremos en las carreras?-Cuestionó Jung -Comienzan en unos días-
Se refería a las carreras clandestinas donde ambos Alfas corrían con sus respectivos autos. No era multitudinaria, participaban ellos, unos quince Alfas más y uno que otro Omega.
Iban a un lugar alejado y luego competían entre ellos, sólo los Alfas.
El que perdía tenía dos opciones:
1)Cumplir un reto que te asignaba el ganador.
2)Si no cumplías el reto debías aceptar la mordida de otro Alfa.
Esto era demasiado delicado. Ya que si otro Alfa te marcaba, pasabas a ser un Delta.
JungKook nunca había perdido ninguna carrera. No tuvo que pasar por un reto, ni mucho menos por una mordida no deseada.
Y el castigo que les había dado el director tomaba las mañanas de los sábados y domingos.
Durante cuatro meses debían hacer tareas comunitarias en las calles de la ciudad.
Limpiar los parques, las paredes y las veredas y calles.
Una vez al mes ayudar a preparar almuerzos y cenas para las personas en situación de calle.
Jeon suspiró pesado -Sólo es por las mañanas, las carreras son a la noche - Hoseok lo estaba cansando. No tenía ganas ni el humor de soportarlo ahora.
-Si, pero a la mañana duermo- Habló con la mandíbula tensa -Y todo por culpa de esas putas...-
Jeon gruñó.
TaeHyung no era una puta, su hermano tampoco. Pero no le recriminó nada a Jung.
Hoseok frunció el ceño.
-Mejor me voy, te veré luego - Exclamó el pelinegro alejandose rápidamente de su amigo.
Necesitaba fumar un cigarro urgentemente.
[....]
JungKook no entró a su última clase. Era Matemáticas y él odiaba las Matemáticas.
Se la pasó en la terraza del colegio. Calmó su respiración y aclaró un poco sus pensamientos.
Los últimos días se trataba solamente de una persona.
Un Omega mudo llamado Kim TaeHyung.
¿Qué tenía de especial ese chico?
¿Por qué su lobo se preocupaba tanto por él?
Sólo esperaba que todo sea pasajero y ese estúpido sentimiento que se estaba formando desapareciera pronto.
Cuando escuchó el sonido, bastante fuerte, de la campana se levantó del suelo, sacudió sus pantalones y salió de la terraza.
Comenzó a bajar las escaleras y se encaminó hasta su aula, la cual ya se encontraba vacía.
Debía buscar su mochila y los útiles. Pero no los encontró.
¿Fue una venganza del Omega pelirubio?
¿Le escondió su mochila como él lo había hecho hace días antes?
En ese momento de duda su celular vibró.
Idiota
"No volviste al grado así que guardé tus útiles, tengo tu mochila"
Tragó duro.
Su hermano tuvo ese gesto para con él.
¿Acaso estaba soñando?
Él teléfono volvió a vibrar.
Idiota
"No fue mi idea. Agradecele después a TaeHyung"
No tiene idea del porqué pero se encontró sonriendo como tonto.
¿TaeHyung había pensado en él?
Salió rápido del aula y corrió hacía la salida.
Tal vez podía encontrarlo en el camino y le ofrecería llevarlo a su casa. Una vez en el estacionamiento, subió a su carro y encendió el motor.
Manejó unos cuantos metros por la calle cuando unos gritos llamaron su atención. Buscó con la mirada y los vió.
Eran TaeHyung y su hermano.
JiMin se encontraba en el suelo gritando y pidiendo por ayuda. TaeHyung llorando muy cerca, mientras Jung le gritaba en el oído.
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