Entre notas [EN EMISION]

By BoxyRawr

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Taehyung es un joven tranquilo, amante de la música clásica cuya única afición es su futura profesión: Tocar... More

Bienvenida y disclamers
Capítulo 1 - El primer verso
Capítulo 2 - Acordes disonantes
Capítulo 3- Pizzicato
Capítulo 4: Balada triste
Capítulo 5- Outro
Capítulo 6 -Clavijero
Capítulo 7- Nessun dorma
Capítulo 8 - O Fortuna
Capítulo 10 - La cabalgata de las valkirias
Capítulo 11- Heroes y villanos
Capítulo 12 - Distorsión
Capítulo 13 - O Sole Mio
Capítulo 14 - La marcha Radetzky
Capítulo 15 - Hopelessly devoted to you
Capítulo 16 - Miedo
Capítulo 17 - El caballero de la rosa
Capítulo 18- Coraline
Capítulo 19- Fri(END)s
Capítulo 20 - Puente
Capítulo 21- Canon D (I)
Capítulo 22- Canon D (II)
Capítulo 23- Ritmo ternario
Capítulo 24- Romeo
Capítulo 25 - Julieta
Capítulo 26- Singing in the rain

Capítulo 9 - Reina de la noche

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By BoxyRawr

Jungkook llevaba un rato intentando reunir valor para bajar las escaleras que le separaban del apartamento de Taehyung. Caminaba un par de pasos por el pasillo de su apartamento, pero rápidamente se arrepentía y se daba la vuelta, volviendo al punto de partida. Quizá llegaba a agarrar el pomo de la puerta, pero los acontecimientos del día anterior se aparecían casi como un flashback en su cabeza y le hacían volver a soltarlo y retroceder con la bilis trepando por su garganta al reavivar su ira.

Su instinto de supervivencia le gritaba que abandonase su objetivo. Todas las mentiras que le había dicho eran suficientes como para cerrarle la puerta para siempre. Toda la información que le había ocultado solo podía ser fruto de una personalidad manipuladora. Su bromita del maldito glitter, el cual aún encontraba en los sitios más insospechados era la muestra de lo retorcido que podía ser. La sensación de que hubiese estado jugando con él, riéndose de lo crédulo que era solo había sido una forma de humillarle.

Pero Yoongi le había hecho prometer que hablarían, y eso quería decir que tenía que cumplirlo. Su mejor amigo no solo era mayor, sino también muy objetivo a la hora de encontrar soluciones útiles a los problemas. Y si él le había pedido que lo hiciese, no podía ignorarlo.

Finalmente, decidió bajar y llamar a su puerta antes de poder volver a arrepentirse. Estaba a punto de volver a darse la vuelta para salir corriendo, cuando Taehyung abrió la puerta, mirándole con cara de sorpresa.

— ¿Jun...Jungkook? —dijo con un hilo de voz.

— Yoongi me insistió ayer en que tenía que escucharte—respondió Jungkook con la mandíbula apretada.

— ¡Si, gracias por venir! Pasa, por favor—exclamó el mayor, hablando atropelladamente por los nervios mientras le veía entrar con pasos agigantados y aproximarse a su sofá— ¿Una cerveza? Sé que te gusta la cerveza. Aunque a lo mejor no tengo. Puedo bajar un momento a comprarte una.

— Son las 10 de la mañana, Taehyung. No voy a beberme una cerveza.

— Bueno, pues un café. ¿O prefieres té? Tengo unas galletas en la alacena, pero la verdad es que están malísimas, pero a lo mejor si...

— Solo empieza a hablar.

La frialdad que destilaban sus palabras contrastaba notablemente con la calidez a la que le había acostumbrado Jungkook, y aquello se sentía como mil puñales. Sin embargo, Taehyung sabía que se había ganado aquel tratamiento, así que empezó a hablar sin protestar.

— No supe que eras mi vecino hasta el glittergate.

— ¿Cómo lo has llamado? —preguntó Jungkook, cruzándose de brazos.

— Hasta el desastre del buzón—corrigió Taehyung, mientras Jungkook le miraba con cara de molestia.

— Muy arrepentido no creo que estés si te tomas la libertad de ponerle nombre a tu hazaña.

— Creo que tu bromita de la cabeza de pescado compensó con creces mi pequeña bromita, ¿eh? Relaja el tono—dijo Taehyung, sintiéndose molesto por su actitud.

— ¿¡Pequeña broma!? ¡Tardé horas en poderme librar de todo lo que me cayó en la cabeza! ¡Aún estoy quitando glitter de mi cazadora!

— ¡Yo tuve que tirar todas mis sábanas!

— ¿Y qué más te da? ¡Eres rico, por Dios, cómprate otras!

Taehyung estaba a punto de gritar que él no era rico, pero de pronto se dio cuenta de que aquella conversación estaba yendo por un camino que no beneficiaría a ninguno de los dos. Estaba arrepentido de lo ocurrido, y quería explicarle todo, y si continuaban alzando la voz, aquello solo podía terminar peor de lo que ya estaban.

— Nos estamos yendo del tema. Déjame que te explique mi versión de los hechos, ¿vale? Al fin y al cabo, es por lo que has venido.

— Está bien—respondió Jungkoook frunciendo los labios.

— Verás... si me has conocido un poco durante este tiempo, sabes que no llevo bien enfrentarme a los demás. Cuando te escribí la primera nota, reconozco que estaba muy molesto... ¡Pero es que cuando tocas la guitarra me tiembla toda la casa como si estuviese en Santiago de Chile!

— ¿Pero por qué eres tan exagerado? Tengo en amplificador sobre varias alfombras y mantas y con el volumen al mínimo...

— Lo vi yo mismo, no te estoy llamando mentiroso. No sé por qué es, no digo que sea culpa tuya. Pero estoy diciendo la verdad. Será porque el edificio es muy viejo y está mal aislado, o yo qué sé.

— No sé...—dijo Jungkook, relajando ligeramente su postura.

— El caso es que las notas fueron escalando en agresividad rápidamente. Y cuando intenté realmente encontrar una solución para ambos, malinterpretaste mi intención.

— Ah, ¿qué ahora es culpa mía? —dijo Jungkook con una sonrisa irónica.

— Puede que no me expresase con claridad yo—respondió Taehyung, queriendo evitar a toda costa que todo estallase de nuevo— Cuando te dejé mis auriculares viejos, realmente lo hice con mi mejor intención. No pretendía ofenderte. Sé que tienen el relleno un poco abierto, por eso Jimin me regaló unos nuevos por mi cumpleaños el año pasado. Pero realmente son unos auriculares caros y con una calidad de sonido semiprofesional.

Jungkook se quedó en silencio unos instantes, reflexionando. Recordando aquella nota, lo cierto es que no era como las anteriores, y él lo interpretó como un ataque principalmente por quién era la persona que lo mandaba. Levantó la vista un instante, y lo que vio no le gustó: Los ojos de Taehyung estaban enrojecidos, probablemente por la falta de sueño y las lágrimas derramadas, y carecían de la vida que normalmente derrochaban mientras miraba a un punto indeterminado de la pared. Y supo que, si quería solucionar aquella imagen que le estaba partiendo el corazón, el primer paso era reconocer su parte de culpa.

— No fuiste tú, fui yo quién se sintió atacado porque eras tú quien mandaba el mensaje. Bueno, mi vecino. Ya sabes a lo que me refiero.

— Si, si, lo entiendo.

— Estuvo mal responderte de forma tan agresiva y acusarte de...

— Da igual, no importa— se apresuró a decir Taehyung, sintiéndose incómodo al recordar cómo Jungkook pensaba que ser virgen era algo vergonzoso. Prefería no seguir hablando de ese tema y evitar que se destapase su verdad— El caso es que cuando vi el glitter en tu cara aquel día, entré en pánico. Al principio no quería decirte nada, no voy a mentir. Me aterrorizaba que supieses la verdad. Pensaba simplemente asumir mi castigo por gastarte una broma pesada, aguantarme con el ruido y ya está. Pero varias personas me aconsejaron decírtelo, y si no fuese por Jimin, lo hubiese hecho. Sabía que no podía empezar nada contigo ocultándote algo así.

— Empezar algo conmigo, ¿eh? —dijo Jungkook, sonriendo sinceramente con una ceja levantada.

— Bueno, emmm...no quería decir nada, yo...

— Solo te estoy tomando el pelo, Tae—respondió con una carcajada Jungkook, que arrancó una pequeña sonrisa al mayor, de pronto aliviado porque la tensión del ambiente se hubiese relajado un poco— Pero ¿qué pasa con Jimin?

— Pues que Yoongi le gusta mucho, y pensó que, si él se enteraba de lo que estaba pasando, querría alejarse de él.

— ¿Pero esto qué tiene que ver con ellos? Yo nunca le pediría a Yoongi que diese de lado a la persona que le gusta por un problema personal mío.

— Ya, eso lo sabemos ahora...Pero él me lo suplicó, y estaba dispuesto a sacrificar mi bienestar si eso significaba que él estaba bien. Sabíamos que lo que estábamos haciendo estaba mal, pero no esperábamos que fuese a hacerte tanto daño. Lo siento mucho, Jungkook. Y Jimin también se arrepiente mucho. Estoy seguro de que intentará pedirte perdón personalmente si le dejas.

— Escucha...agradezco mucho tus disculpas, y por supuesto que aceptaré las de Jimin. Entiendo que fue un error y que estáis arrepentidos. Pero Taehyung, necesito que comprendas algo, y es que las mentiras y que me oculten información son cosas que no tolero en absoluto.

— Eso...quiere decir que no quieres tener nada que ver conmigo nunca más, ¿verdad? —preguntó Taehyung con un hijo de voz, pero tratando de aparentar entereza.

— ¡No! —se apresuró a aclarar Jungkook— Solo...necesitaré que me des un tiempo para digerirlo, ¿vale? Volveremos a la normalidad, lo prometo.

Con los ojos empañados de lágrimas a punto de derramarse por sus ojos, Taehyung asintió con la cabeza efusivamente. Al verle así, Jungkook no pudo resistir la tentación de abrazarle para consolarle. Por muy enfadado que estuviese, verle triste le partía el corazón de una manera que no creía que fuese posible.

════ ∘◦❁◦∘ ════

Jimin miraba a través de la ventana de la cafetería donde había quedado con Yoongi. Le había dado tantas vueltas a su café en un vano intento de calmar sus nervios que la leche estaba a punto de convertirse en mantequilla, pero sus pensamientos se sucedían a toda velocidad en su cabeza, más y más perdido cuanto más tiempo pasaba.

Por fin, la campana de la puerta anunció la llegada del otro chico, quien le dedicó una media sonrisa mientras se aproximaba a él, saludándole con la mano.

— ¿Cómo estás, Chim? —preguntó Yoongi, viendo cómo su pierna rebotaba sin control bajo la mesa.

— Yo...Estoy bien. Están pasando muchas cosas en mi vida de golpe, y tengo mucho que gestionar, pero yo estoy bien, supongo.

— Ay, menudo lío habéis armado Tae y tú con todo este tema. Ojalá haberlo sabido antes para haber podido ayudaros.

— Me parte el corazón saber que, después de tanto tiempo suplicándole a Taehyung que se abriese al amor, la persona que se haya interpuesto entre él y el chico que le gustaba haya sido precisamente yo, solo por querer evitar tener problemas contigo a toda costa. Tiene razón Hoseok, soy un egoísta.

— Bueno, un poco—dijo Yoongi con una sonrisa.

— ¡Eh, no seas malo conmigo! —respondió Jimin con un puchero— Aunque bueno, por lo que quería hablar contigo no era por eso...Y después de lo que ha pasado con Tae y Jungkook, he aprendido la lección de que tengo que ser honesto con las personas que me importan.

Viendo la preocupación en su rostro, Yoongi abandonó su actitud sarcástica y despreocupada para tomarse con seriedad aquello que atormentaba al rubio.

— Verás, el otro día por fin conseguí hacer las paces con Hoseok, pero...las cosas no salieron como yo esperaba.

— ¡Bueno, eso es algo bueno! —respondió Yoongi.

— No creo que pienses lo mismo cuando termine de hablar...—musitó Jimin— Verás, durante mucho tiempo, Hobi me ha gustado en secreto, pero pensaba que era un amor imposible y lo di por perdido. Pero el otro día...me confesó que estaba enamorado de mí. Y pasaron cosas entre nosotros.

Yoongi sintió cómo un jarro de agua fría caía sobre sus hombros, pero su parte racional se impuso sobre la emocional. Aunque en aquellas pocas semanas hubiese llegado a sentir cosas muy intensas por el chico sentado frente a él, lo cierto es que no tenía ningún derecho sobre él, y eso lo sabía. Y, queriendo corresponder aquella honestidad, decidió dedicarle una sonrisa antes de hablar.

— Gracias por decírmelo Jimin. Mentiría si dijese que no estoy decepcionado, pero no debes preocuparte por ello. Tú y yo no teníamos nada formal, y si Hobi te lleva gustando tanto tiempo, entiendo que ahora quieras estar con él, y no conmigo.

— ¡No es eso! Yo...—se apresuró a decir el rubio, peinándose el pelo con los dedos, con una mezcla de frustración y agobio— Él me gusta mucho, pero... el caso es que tú también. Y ahora estoy hecho un lío.

— Entonces, ¿qué quieres hacer?

— Quiero seguir siendo amigo de Hobi. Quiero seguir siendo tu amigo. No busco un concurso de popularidad entre vosotros, ni que hagáis méritos, ni nada por el estilo. Todo lo contrario. Lo único que quiero es disfrutar de lo que ambos aportáis a mi vida mientras mi cabeza y mi corazón se deciden. ¿Tiene sentido?

— Tiene todo el sentido del mundo—respondió Yoongi— Por mi parte, estoy más que dispuesto. Pero me gustaría conocerle.

— No creo que quiera, ya lo he intentado varias veces... ¿Por qué tienes tanto interés?

— Primero, porque es uno de tus mejores amigos, y ya quería conocerle antes, ya lo sabes. Y lo segundo, porque quiero conocer a mi adversario.

— ¡No es tu adversario! ¡No quiero que os enfrentéis, no soy una damisela en apuros! —exclamó Jimin.

— Bueno... Rubio, vives en una mansión y tienes a dos pretendientes a tus pies...un poco princesita sí que eres—dijo Yoongi con una carcajada, recibiendo una patada bajo la mesa por parte del otro, quien le echó una mirada asesina de broma— Ya en serio, quiero saber si es tan maravilloso como me has dicho. Me resulta interesante lo poco que me has contado de él.

No muy convencido, Jimin sacó su teléfono para escribir a Hoseok, que por la hora del día que era, sabía que estaba saliendo de clase de danza a unas pocas manzanas de allí. Estaba seguro de cual iba a ser la respuesta de su amigo, pero teniendo en cuenta que estaban en mejores términos que las últimas veces que lo había intentado, aún albergaba una gota de esperanza. Con los dedos temblorosos, escribió un mensaje, y para su sorpresa, su amigo le respondió casi inmediatamente.

Jimin:

"Hooobiiiiii"

Hoseok:

"¿Qué quieres, bicho malo?"

Jimin:

"Ya le he contado a Yoongi lo que pasó entre nosotros. E insiste en conocerte en persona"

Hoseok:

"Gracias, pero no, gracias. Si antes no quería porque temía darle un puñetazo, ahora no quiero porque no quiero que me parta la cara él a mí"

Jimin:

"¡Que no, de verdad que no se lo ha tomado mal para nada, ha sido muy comprensivo! Venga, estamos en el café ese de las tortitas que tanto te gusta... Además, si te pega, automáticamente perderá cualquier posibilidad conmigo"

Hoseok:

"...Está bien, iré. En el mejor de los casos me iré a la cama hoy con una nariz rota y con mi rubio favorito ¿O ese sería el peor de los casos?"

Jimin:

"¡Bieeeen! (Y ese sería el mejor de los casos. ¿O tengo que recordarte lo que te hice bajo las sábanas?)"

Hoseok:

"Ojalá pudieses recordármelo de verdad... "

Aquella picardía le arrancó una sonrisa a Jimin, quien informó a Yoongi que finalmente su amigo se uniría a su reunión. Un rato más tarde, Hoseok apareció por la puerta con su bolsa de deporte al hombro. Su perenne sonrisa se ensanchó al ver a Jimin saludándole con la mano, pero, sin embargo, ésta desapareció por completo al fijar la vista en el chico que le acompañaba. A pesar de haberse negado a conocerle oficialmente, había tenido la suerte o desgracia de haberle visto varias veces cuando había ido a recoger a Jimin al conservatorio, así que sabía perfectamente quién era.

— ¡Hola! ¿Tú eres el famoso Hoseok? ¡Llevaba mucho tiempo queriendo conocerte! —dijo Yoongi con una sonrisa amplia al verle llegar, tendiéndole la mano para estrecharla.

— Sí... Yoongi, ¿verdad? —respondió el otro chico, desconcertado por la amabilidad del otro. ¿Jimin le había explicado bien que le había levantado el ligue?

— ¡Ese soy yo! ¿Quieres tomarte algo aquí, o prefieres que vayamos a un bar?

— No sé, las dos opciones me gustan—respondió Hoseok.

— Ah, eso lo tienes en común con tu amigo, que tampoco puede decidir quién le gusta más—respondió Yoongi, lanzándole una mirada de complicidad con una sonrisa.

— ¡Yoongi! —exclamó Jimin, tapándose la boca para ocultar su risa, mientras le pegaba en el brazo con su mano libre.

Y ante ello, Hoseok no pudo evitar reírse. Lo cierto era que la situación parecía sacada de una serie dramática de esas que transmiten en la televisión después de comer: Jimin, dudando sobre quién le gustaba más, si su mejor amigo del que había estado enamorado durante años, o el chico con el que había estado obsesionado los últimos meses.

Y que el casi-novio de la persona de la que estaba enamorado estuviese haciendo bromas sobre ello, hizo que de pronto toda aquella tensión que estaba experimentando desapareciese. No era propio de él sobredimensionar las cosas, solía ser una persona despreocupada que fluía con la situación. Así que decidió hacer exactamente eso, dejarse llevar. No era tan serio el asunto como para sufrir innecesariamente.

Finalmente, decidieron ir a tomarse unas cervezas a un bar cercano que habían recomendado a Hoseok sus compañeros de la academia de baile, y pronto se encontraron sentados alrededor de una mesa.

— Bueno, me ha contado Chim que bailas muy bien y rapeas —comenzó a decir Yoongi como manera de abrir conversación.

— Bailo, lo de que lo hago muy bien es cosa de Jimin. Soy bastante normal—comenzó a responder Hoseok, recibiendo un codazo de Jimin a modo de reprimenda.

— ¡Deja de decir eso! ¡Eres buenísimo! Incluso le han ofrecido trabajar como coreógrafo en la academia de baile, y ha trabajado varias veces como bailarín.

— Y cómo rapeas me gustaría comprobarlo yo en persona. Yo también rapeo a nivel aficionado de vez en cuando, aunque me centro en tocar la guitarra en un grupo.

— ¿Cómo se llama el grupo?

— No creo que lo conozcas, nos llamamos Behind The Scene.

— ¿Behind The Scene como BTS, el grupo de "RNA" y "Rockstar"?

— Exactamente como ellos. Yo soy el compositor de ambas canciones, de hecho.

— ¡¿Tú eres Agust D?! —exclamó Hoseok, levantándose de la mesa por la sorpresa— Maldita sea, Park, ¿por qué no me lo presentaste antes?

— ¡Lo intenté, pero no querías! —protestó Jimin— Tampoco sabía que los conocías.

— ¿Pero cómo no los voy a conocer? ¡Llevo obsesionado con ellos desde hace meses! Incluso estoy haciendo una coreografía de su última canción, "Marmalade". Quédate con él ya, no pierdas el tiempo conmigo, Jimin, nunca podría competir con la genialidad del gran Agust D...—murmuró Hoseok, mirando para otro lado.

— ¡Venga hombre! Solo soy un tipo normal, tampoco me idolatres. Yo no podría bailar ni para salvar mi vida. De hecho, vamos a contratar a un equipo de bailarines para darle un poco de alegría a los shows porque todos nos movemos en el escenario menos que un gato de escayola.

— ¿A qué compañía de baile vais a contratar? Este mundillo no es tan grande, a lo mejor los conozco.

— Un amigo de nuestro mánager trabaja en una empresa de captación de talento y está intentando convencer a un cuerpo de baile increíble. Desde que vi los vídeos de sus competiciones, estoy deseando conocerlos en persona. Además, la estética que tienen me encanta, con máscaras negras de cuero y una mezcla de estilos super especial. No sé si los conocerás, se llaman Jack in the Box.

Jimin miró a Hoseok fijamente antes de echarse a reír, mientras Hoseok miraba a Yoongi con los ojos como platos.

— Yo...quiero decir...

— Hoseok es el líder de Jack in the Box—intervino Jimin.

— ¿Y yo tengo que competir con esos movimientos de cadera? Jimin, no puedo culparte por sentirte tentado por esa sensualidad—respondió Yoongi.

A partir de ese momento, la conversación empezó a fluir orgánicamente entre los dos mayores, ante la atenta mirada de Jimin, feliz de haber conseguido presentarles. Independientemente de lo que pasase en el futuro en el terreno amoroso, lo cierto es que desde que conoció a Yoongi tuvo claro que podría llegar a ser alguien cercano para Hoseok. Tenían muchísimo en común, y personalidades muy distintas, pero al mismo tiempo complementarias. Y saber que ambos se admiraban en secreto sin saberlo, le hacía pensar que era cosa del destino. Aunque él hubiese jugado un papel protagónico en ello.

Casi sin darse cuenta, se sumergieron en una conversación sin fin, olvidando por momentos que Jimin estaba junto a ellos. Sin embargo, de forma inconsciente ambos estaban buscando alternativamente contacto físico con él: Hoseok acariciaba su muslo bajo la mesa con cariño fraternal, Yoongi palmeaba su mano de vez en cuando...Pero, en contra de lo esperable, no parecía que ninguno de los dos tuviese una estrategia oculta con ello, ni parecía una forma de marcar territorio. Era como si simplemente lo hiciesen como una forma de reafirmar que seguían ahí para él, aunque no estuviesen prestándole atención. No había celos o malas miradas entre ellos, sino solo... curiosidad y admiración.

════ ∘◦❁◦∘ ════

Jungkook iba reflexionando cuando entraba en el edificio sobre si tomarse aquella última cerveza con sus amigos había sido una buena idea cuando al día siguiente tenía clase. Pero estaba de buen humor, y había querido celebrarlo: había conseguido dar el primer paso para solucionar las cosas con Taehyung, y aunque seguía molesto con él, no estaba todo perdido. Cuando había hablado con él aquella mañana, le había parecido realmente arrepentido por lo ocurrido, y lo cierto era que ambos habían cometido errores que habían hecho que fuese más complicado lidiar con la situación.

Necesitó varios intentos para conseguir meter la llave en el buzón, pero por fin consiguió recoger todas las cartas. Un paquete de un pedido online que había hecho hacía semanas, dos cartas de publicidad y una de la comunidad de vecinos. Extrañado, abrió esa carta primero.

"Estimados vecinos.

Debido a la queja recibida en la reunión de hoy contra el vecino del 8ºE por molestar con el ruido de su guitarra, se ha tomado la decisión de restringir la autorización para practicar con instrumentos musicales en el edificio. A partir de la próxima semana, solo se podrá practicar de 4 a 6 de la tarde. En caso de no respetar estas normas, nos veremos en la obligación de rescindir el contrato de arrendamiento del músico infractor.

Muchas gracias por su comprensión"

Jungkook parpadeó incrédulo ante lo que estaba leyendo. ¿De verdad Taehyung le había reportado aquella tarde, aun después de su conversación? De pronto, todas aquellas emociones tóxicas que creía enterradas volvieron de golpe: La ira, la desconfianza, el dolor por el engaño. Cegado por el alcohol y el enfado, se subió al ascensor y pulsó el botón del 7º. Solo podía ver algo frente a sus ojos, y eso era la sed de venganza.

Con violencia, golpeó la puerta de Taehyung con insistencia hasta que consiguió que el otro abriese.

— ¿Jungkook? ¿Qué ocurre?

— ¿Que qué ocurre? ¡Estás enfermo! ¡Maldito manipulador! —gritó Jungkook, agarrando la camiseta de Taehyung con su mano libre, levantándole ligeramente del suelo.

— ¿Pero qué te pasa? ¡Suéltame! —chilló Taehyung aterrorizado.

— ¿Que qué me ocurre? ¡Me has reportado a la comunidad de vecinos esta tarde para conseguir que deje de tocar la guitarra cuando te da la gana! —respondió Jungkook, soltándole bruscamente y poniendo la carta en su mano.

Taehyung dio un traspiés al ser liberado, asustado por la reacción de Jungkook. Con las manos temblorosas por la ansiedad, leyó con dificultad el contenido de la carta, abriendo los ojos poco a poco mientras digería el malentendido.

— ¡Jungkook, te juro que no he sido yo! —exclamó Taehyung.

— ¡Y una mierda no has sido tú! ¡El niño rico quería librarse del ruido en su estúpido palacio de cristal y ha encontrado la manera de conseguirlo! ¿Contento?

— ¡No! ¡Porque no he sido yo! ¿No te das cuenta de que no tiene sentido que haya hecho esto, Jungkook? ¡Trabajo toda la semana hasta tarde y ahora yo tampoco puedo ensayar, esto también me afecta a mí!

— ¡Excusas! ¡Solo eres un estúpido niñato podrido de dinero y caprichoso! —escupió Jungkook— ¡No sabes lo que es esforzarte para conseguir llegar hasta aquí! ¡Tú puedes pagarte todas las salas de ensayo que quieras, a mí me has jodido la vida!

Al escuchar aquello, Taehyung sintió mil cuchillos clavándose en su corazón. ¿Que era caprichoso? ¿Que no sabía lo que era esforzarse, cuando sobrevivía como podía para cumplir su sueño?

— ¡Ya te he dicho que no he sido yo! ¿Si no pensabas perdonarme, a qué venía lo de esta mañana? ¡Me has prometido perdonarme! ¡Tienes que creerme!

— Te había perdonado porque pensaba que eras otro tipo de persona, porque pensaba que estabas siendo honesto y te arrepentías, pero veo que solo era un papel para darme pena. Ahora veo quién eres en realidad —dijo Jungkook mirándole con desagrado.

— Yo también estoy decepcionado porque no confíes en mí. Yo también pensaba que eras de otra manera—respondió Taehyung con su mirada desprovista de emoción— Ahora, márchate de mi casa.

— Pienso hacer que te arrepientas de lo que has hecho—gruñó entre dientes Jungkook mientras era arrastrado de la oreja por Taehyung hacia la salida.

— Muy bien. Si quieres guerra, eso es lo que tendrás, Jungkook. No pienso permitir que alguien tan mediocre como tú venga a mi casa, me insulte gravemente y salga ileso—respondió Taehyung con la cara roja de ira.

El portazo resonó por toda la escalera, dejando un frío e incómodo silencio. A ambos lados de la puerta, el único calor era el de sus emociones contradictorias en ebullición y el dolor de sus sueños rotos derramados como aceite caliente arruinando todo a su paso.

════ ∘◦❁◦∘ ════

¡Por fin puedo subir capítulo nuevo! Espero que me de tiempo a escribir mucho esta semana para poder adelantar algunos capítulos... ¡el lunes que viene seguro que  tenéis el siguiente! 

Parece que una guerra se ha desencadenado entre estos dos... ¿Cómo gestionarán esos sentimientos ambivalentes de odio y amor al mismo tiempo? 

Espero que os haya gustado el capítulo aunque os haya hecho sufrir...¡Espero que vaya a merecer la pena!

Un besazo enorme. ¡Decidme qué os ha parecido ❤️!

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