Midnights ✨ || Casi Ángeles

By just4cherry

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Valentina Brescia Wunder regresa al país que la vió nacer sin saber que la magia empezaría a partir de aquél... More

MIDNIGHTS | REPARTO
MIDNIGHTS | PORTADAS
MIDNIGHTS | INTRODUCCIÓN
HOY: ESPERANZA
HOY: CENICIENTA
HOY: REYES MAGOS
HOY: EL RULO VUELVE
HOY: EL ELEFANTITO ROSA
HOY: BAJO OCHO LLAVES
HOY: TUS DESEOS SON ÓRDENES
HOY: RETRATOS DE FAMILIA
HOY: HASTA EL SANTO DESCONFÍA
HOY: EL AMIGO INVISIBLE
HOY: MISIONES
HOY: SIGUE AL CONEJO BLANCO
HOY: HAY UN LUGAR
HOY: REVIVALS
HOY: BAUTISMO
HOY: EN EL NOMBRE DEL PADRE
HOY: EL SENTIDO DE LA VIDA
HOY: DÍGALO CON MÍMICA
HOY: EL BUSCADOR
HOY: PASTORCITO MISTERIOSO
HOY: CARETAS
HOY: FASE II
HOY: EL ESCUDO
HOY: EL REY LEÓN
HOY: DE UNA MANERA O DE OTRA
HOY: COMEDIA ROMÁNTICA
HOY: INCONSCIENTE
HOY: EL MONSTRUO BAJO LA CAMA
HOY: LA RESISTENCIA
HOY: PRUEBA DE AMOR
HOY: NOS VEREMOS OTRA VEZ
HOY: LINDA Y CIELO
HOY: UN DÍA EN LA CASA DE LA ABUELA
HOY: EL TRADUCTOR
HOY: SNOW ON THE BEACH
HOY: TODOS PARA UNO
HOY: DOS
HOY: DE CABEZA
HOY: NO HAY TIEMPO
HOY: EL PLACER DE LOS DIOSES
HOY: EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS
HOY: ROMPECABEZAS
HOY: BAJO MI PIEL
HOY: EL ALMOHADÓN DE PLUMAS
HOY: LA EDAD DE LOS POR QUÉ
HOY: SEIS HORAS ANTES
HOY: PALITOS CHINOS
HOY: LA TELENOVELA
HOY: SALE
HOY: ÁNGELES CAÍDOS
HOY: QUIERO
HOY: ESCALADA
HOY: EUFORIA
HOY: SORPRESA
HOY: ¿QUÉ SOMOS?
HOY: GRACIAS
HOY: MELODY DESENCADENADA
HOY: SUPERAR AL PADRE
HOY: ISLA FLOTANTE
HOY: LA RISA FRANCA
HOY: UNA TEORÍA SOBRE EL TIEMPO
HOY: EL PRESENTE
HOY: SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO
HOY: FUISTE
HOY: EL ESCORPIÓN Y LA RANA
HOY: LA OTRA ORILLA
HOY: OJO DE ÁGUILA
HOY: INVISIBLE STRING
HOY: CHIQUITITA
HOY: FLOGGERS
HOY: DIECISÉIS
HOY: FOTOS DEL FUTURO
HOY: UNA CUESTIÓN DE ESTADO
HOY: NO ESTÉS SOLO EN ESTA LLUVIA: PARTE I
HOY: NO ESTÉS SOLO EN ESTA LLUVIA: PARTE II
HOY: LA COMPETENCIA
HOY: ROCK AND ROLL
HOY: LA MUÑECA DE TRAPO
HOY: JUGATE CONMIGO
HOY: SOLOS Y SOLAS: PARTE I
HOY: SOLOS Y SOLAS: PARTE II
HOY: CARNAVAL
HOY: CHACOTE
HOY: EL BOOMERANG, LA ESPADA Y LA LLAVE
HOY: NO ME FALLES
HOY: CAMBIO CLIMÁTICO
HOY: UN GRAN AMOR
HOY: SIN NOMBRE
HOY: ESTOY CON VOS
HOY: EL PERIODO SAROS
HOY: LOOP
HOY: MASTERMIND
HOY: ¿ALGUNA VEZ VISTE LLOVER EN UN DÍA SOLEADO?
HOY: PADRE E HIJO
HOY: CRISIS DE ANSIEDAD
HOY: CON UNA PEQUEÑA AYUDA DE MIS AMIGOS
HOY: ATRÉVETE
HOY: QUE NADIE SEPA MI SUFRIR
HOY: LA IDENTIDAD DE UN SUPERHÉROE
HOY: NO HAY TAL CRISIS
HOY: EN EL AMOR TODO ES EMPEZAR
HOY: PLANTAR UN ÁRBOL, TENER UN HIJO, ESCRIBIR UN LIBRO
HOY: LA MANZANA DE ORO
HOY: SIN NICO
HOY: EL MAL DE LA ÉPOCA
HOY: PURRETES
HOY: TALK SHOW
HOY: LA VIDA ES MARAVILLOSA CON VOS EN EL MUNDO
HOY: ALGO MUY IMPORTANTE
HOY: EL MAL AGÜERO
HOY: ÁNGELES Y LA FÍSICA CUÁNTICA
HOY: FACTOR DESENCADENANTE
HOY: PALABRAS MÁS, PALABRAS MENOS
HOY: EL OFF
HOY: EL AMATEUR PROFESIONAL
HOY: YO SÉ
HOY: FAMILIA
HOY: CONGA
HOY: SIENTO COMO UNA MUJER
HOY: QUEDATE CONMIGO
HOY: EL ESPEJO: PRIMERA PARTE
HOY: EL ESPEJO: SEGUNDA PARTE
HOY: ¿LOBO ESTÁ?: PRIMERA PARTE
HOY: ¿LOBO ESTÁ?: SEGUNDA PARTE
HOY: HOY PUEDE SER UN GRA DÍA
HOY: LAS SOMBRAS
HOY: EL SENTIDO DE TODAS LAS COSAS: PRIMERA PARTE
HOY: EL SENTIDO DE TODAS LAS COSAS: SEGUNDA PARTE
HOY: ¿DÓNDE ESTÁ EL AMOR?
HOY: COPIADO: PRIMERA PARTE
HOY: COPIADO: SEGUNDA PARTE
HOY: LA BOTELLA ROTA
HOY: EL SONIDO DEL SILENCIO
HOY: LOS SÚPER AMIGOS
HOY: CINCO BODAS Y DOS FUNERALES
HOY: EL ALMA AL CUERPO
HOY: LABYRINTH
HOY: A MI MANERA
HOY: ZARPADO
HOY: SÍ, ACEPTO: PRIMERA PARTE
HOY: SÍ, ACEPTO: SEGUNDA PARTE
HOY: NO HAY NADA MÁS LINDO QUE LA FAMILIA UNIDA: PRIMERA PARTE
HOY: NO HAY NADA MÁS LINDO QUE LA FAMILIA UNIDA: SEGUNDA PARTE
HOY: ESTOY LISTO: PRIMERA PARTE
HOY: ESTOY LISTO: SEGUNDA PARTE
HOY: UN MUNDO AGRADABLE
HOY: BIGGER THAN THE WHOLE SKY: PRIMERA PARTE
HOY: BIGGER THAN THE WHOLE SKY: SEGUNDA PARTE
HOY: CASI ÁNGELES
HOY: MIDNIGHTS
MIDNIGHTS | AGRADECIMIENTOS

HOY: A DONDE VAYAS

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By just4cherry

Estuvimos cantando con los chicos por momentos y me alegró saber que por lo menos las tres parejas lo habían arreglado todo. Esperaba que Simón y yo no terminemos así porque francamente me dolería. Yo lo amaba muchísimo, pero su comportamiento... yo merecía algo más que palabras duras, merecía más. Estuve con él cuando pasó lo de su papá y esperaba tener el mismo apoyo ahora que sabía la verdad, no sabía por qué reaccionaba así, no entendía.

Decidí darles privacidad a las parejitas, pero no me fui de la mansión. Me quedé en la habitación de las chicas, tumbada sobre la cama de Mar, pensando y pensando en muchas cosas. No podía evitar pensar en Simón por más que lo intentaba. Estaba jodida.

Estuve en la misma posición por un largo rato sola, hasta que es escuchó un grito, seguido por la voz de Tefi. Había pensado que estaba exagerando, pero al escuchar lo que dijo, me preocupé.

—¡A Luca le pasó algo!

No espere más y me levanté para salir y ver qué era lo que había pasado con Luca. La vi entrar al aula y no dude en seguirla al igual que los demás.

—¿Qué pasó?

—Tefi, ¿qué pasó?

—¿Dónde está Luca?

—¿Qué le pasó a Luca?

—¡Tefi, cortala y hablá!

—¡Me mandó estas fotos raras y no me contesta!

Le quité el celular para ver aquellas fotos, y abrí los ojos cuando reconocí a una persona. Pasé el celular para que los demás también las vean hasta que este objeto llegó a Mar.

—Terremoto— murmuró —¿Es una joda, nena?

Efectivamente, había una foto de Terremoto en ese teléfono, pero era un poco extraña. Estaba él con lo que parecían ser cánulas nasales. Pero lo que llamó mi atención fue que parecía estar como en coma.

—¿Cómo te voy a joder, estúpida?— Tefi soltó y nos miró —¿Alguno conoce ese lugar?

Todos negamos.

—No, no, ¿pero... no te mandó Luca algún mensaje: "te mando la foto de tal lado"?— preguntó Tacho.

—No.

—No no no, pará, a mi... a mi me llamó Terremoto. Me llamó y me dijo que estaba en peligro, pero... yo pensé que estaba borracho y después Dora dijo que para ella lo habían secuestrado y yo no... no sé, y yo no le creí— Mar confesó con evidente culpabilidad.

En verdad se le veía angustiada.

—Luca me dijo que... iba a seguir a Franca— reveló Thiago, de pronto.

Jadeé —¡Thiago!

¿Cómo se le olvidó mencionar aquella información importante? Quería matarlo, pero no lo haría. Aún.

—¿Vos sabías?

—Bueno, me dijo que no diga nada— se excusó y lo miramos —Hay que buscarlo, chicos.

—Espera un segundo. ¿Dónde lo vamos a buscar si no sabemos por dónde, Thiago?— pregunté.

—Por ahí estas fotos son una pista— Tacho sugirió, señalando el teléfono en sus manos —Pasemos a la compu y veámosla.

Todos estuvimos de acuerdo.

—Sí, sí, sí, dale.

—Vamos, vamos.

Con las chicas comenzamos a caminar, pero Tacho nos frenó. Thiago y Rama hicieron lo mismo.

—No, no, no, pará pará— Rama habló —Ustedes no van a ningún lado.

—No, Rama— le respondí —A donde vayas, vamos todos.

Las chicas me apoyaron y los chicos no se negaron, era obvio que con las chicas no dejaríamos que nos dejen. Todos corrimos a la habitación de los chicos, dispuestos a prender la computadora para ver cada una de las fotos que Luca le había enviado a Teri. Y eso sí es que en verdad había sido él.

Y hablando de Tefi, como no queríamos que vaya a arruinar el plan, tuvimos que encerrarla en el baño. Me daba un poquito de pena porque se le veía muy preocupada, pero no podíamos arriesgarnos. Sorry.

—¡Abran!— pateó la puerta una vez más —¡Ay, a mi también me interesa saber cómo está Luca, eh! Por algo a mí me mandó las fotos.

Los chicos y yo la ignoramos. No sé qué pasó, pero, finalmente, Tefi se quedó callada. Me preocupó eso un poco y estaba a punto de hablar, pero ella volvió nuevamente a patear la puerta y Mar se quejó.

—¡Abran!

—¡Pará, cotorra!— Mar le gritó en respuesta.

—¿Y?— le pregunté a Thiago.

Habían pasado varios minutos desde que encendió su computadora para tratar de encontrar algo, una cosa que nos llevé a donde estaba Luca.

—No, no puedo, no puedo descifrar donde queda el lugar— suspiró con frustración.

—Yo no entiendo por qué lo tienen a Terremoto los de CC— comentó Rama —No lo entiendo.

Asentí —Es muy raro, chicos. ¿Será porque... quizá descubrió algo? De repente por eso lo tienen, no sé.

—No sé, no sé, chicos, yo me siento re culpable— lo dijo Mar —¿Entienden? Yo... yo pensé que se había rajado Terremoto. Ahora no... no sé. Me siento mal porque no le di bola- ¿No estará muerto, no?

—¡No!

—No, Mar, no.

—Mírale el color que tiene— señalé la foto.

—Sí.

—¡No, por eso, Valentina! Él... él es morochito... es oscurito, es de familia, y miralo— señaló —Ahí está blanco— pausó y negó —Palmó, me parece que-

—¡No, no palmó!— respondí yo.

Rama suspiró —No, a ver, agrandá la foto.

Thiago obedeció y todos soltamos unos sonidos, ya que aquello no favoreció en nada.

—Uh...

—No, no, achicala, achicala— Mar ordenó —No no, está... parece un muerto, Valentina, parece muerto. Me siento mal, ¿entendés?

La miré —No, Mar, eh... catarsis ahora no.

—Sí, nos tenemos que concentrar— Rama comentó —¿Te quedás o no?— le preguntó a Mar.

—Sí— ella respondió como pudo —Sí, sí.

—Bueno.

—Pobrecito— murmuró Mar.

Dejé un par de palmaditas en su hombro —Basta y piensa en positivo, ¿de acuerdo? Él está bien. Está vivo y podrás hablar con él cuando lo encontremos.

—Si es que lo encontramos— jalé un mechón de su cabello y ella se quejó —¡Bueno bueno, ya entendí!

Le sonreí.

De pronto, comenzó a sonar un teléfono. Supe que era de Mar por el tono de llamada.

—¿Será Terremoto, chicos?— preguntó.

—Responde.

—Shhh, shhh.

Ella miró su teléfono y negó con el ceño fruncido y una mirada de confusión.

—No, es el payaso...

Arqueé ambas cejas. ¿Por qué la llamaba a ella y no me llamaba a mí?

—Ay, Dios...— Thiago le quitó el teléfono y contestó—¿Qué querés, flaco?— pausó —No, no, pero soy el hermano.

Al escucharlo decir eso, le quité el teléfono.

—¿Qué pasó, Simón?

Lo escuché suspirar —Mirá, Valentina.. te llamé un par de veces, pero vos no respondías.

Recordé entonces que había dejado mi celular en el cuarto de las chicas.

—¿Para qué?

—No te quiero molestar, pasa que... traje a Sole a la psicóloga y... cuando salí-

Lo interrumpí —¿Te puedo pedir algo? Me cuentas después eso, porque-

—Pará, dejame hablar— me pidió y yo suspiré —La dejé en la psicóloga y cuando salí vi a Franka bajar de una camioneta y... como Nico desapareció y ella es la mafiosa que los sigue a ustedes, pensé que-

—¿Franka dijiste?

Los chicos me miraron. ¿Será el destino?

**********

Le pedimos a Simón que nos envíe su ubicación, lo cual hizo para que Tacho la imprima. En verdad no sabía si nos llevaría a algún lado pero era necesario que usemos todos los recursos que teníamos.

—Ahí está— Tacho sonrió —La imprimí.

—Bueno, mi am- Simón— corregí rápidamente, me avergoncé, un poco —No dejes que se escapen, ¿sí? Síguela y escóndete, que no te vea— le pedí.

—Sí, pasa que hace rato entró en un lugar y no.. no salió más... qué se yo— suspiró —Hace media hora está ahí adentro. ¿Qué hago? ¿La si-? Ahí está, ahí sale— dijo rápidamente.

—Escóndete. Que no te vea, por favor.

—Le voy a avisar a Cielo— informó Rama.

Asentimos, él se paró y salió del cuarto. Coloqué en altavoz la llamada para que todos escuchen.

—Me escondí, me escondí, pero no la puedo ver, y- Ahí, ahí la veo, ahí la veo— estaba hablando bajito, pero podíamos escucharlo —Sí, está como..... como mirando para todos lados, como... chequeando que nadie la siga. ¡Uy, me va a ver!

—¡Que no te vea!— exclamé.

No escuché ninguna respuesta de su parte y eso me asustó muchísimo. Tragué saliva, nerviosa.

—Simón, ¿estás ahí? ¿Estás bien?

—Zafé, zafé— respondió y yo pude respirar aliviada —¡Ahora está subiendo con un tipo a la camioneta! Se están por ir, Valen.

—Se va a ir, seguilos— ordenó Tacho.

—Pero... estoy a pata— se quejó Simón.

—Seguilos, no llorés, dale— Thiago comentó.

Le di un pequeño golpe en el brazo.

—¡Vos vas a llorar, tarado!

Entonces, colgó. Rama entró a la habitación en ese mismo momento y todos lo miramos.

—Chicos— empezó —Cielo se fue para allá, dijo que la esperemos.

—No, no, yo no me pienso quedar acá, eh.

Asentí —Vaya a donde vaya, vamos todos.

Todos asintieron, estando de acuerdo conmigo. Era necesario que estemos juntos, ya que sentía que era la única manera de que todo saliera bien y esperaba no equivocarme.

Thiago se puso a buscar algo mientras que nosotros pensábamos en algún plan ya que no sabíamos bien a lo que íbamos y mejor estar preparados. Si bien le había prometido a relojito que no iba a usar aún las habilidades que tenía, lo haría si era necesario.

—¡Acá!— exclamó Thiago —Acá, chicos lo encontré.

Nos enseño lo que parecía ser un casco, pero este se veía medio extraño.

—Este es un casco que inventó Cris.

Todos lo miramos con confusión. Mar y yo casi que queríamos reírnos, pero nos aguantamos.

Thiago nos miró —Es para bloquear las señales que manda Juan Cruz para hablarme— añadió.

Nadie respondió.

—Bueno, ustedes saben que me habla...

—Ah.

—Sí, claro.

—Dale.

—Sí, bueno, es para protegerlos, eh, yo... los quiero proteger, no-no quiero que estén mal— comenzó ya que había notado nuestras extensiones —¿Qué está mal que haga esto?

—¡Nooo!

—No, no.

—No.

—Está bien, está bien.

Palmeé su hombro —Está perfecto, hermanito, está más que perfecto.

Thiago pausó, miró el casco y me miró a mí —Quizá es mejor que lo uses vos— asintió —Sí, mejor usalo.

Iba a poner el casco sobre mi cabeza, pero me reí y retrocedí, negando con la cabeza.

—No, no, no— volví a reír —No es necesario, eh, me parece que es mejor que lo uses tú. Viste que él... te habla ti más, así que...

—¿Vos estás segura?

—Segurísima. Muchas gracias, póntelo ahí, eso, ahí está— le sonreí —Listo.

Thiago se encogió de hombros y se colocó el caso.

—Garpa como loco— comentó Mar.

No pude comentar nada más al respecto ya que me eché a reír y Tacho ayudó ayudó a cubrir mi rostro. El pobre de Thiago no tenía idea de nada.

Carraspeé —Bueno, ¿vamos? Vamos.

—Sí, sí, sí, vamos.

—Vamos, dale.

—Vamos con tu casco y... vamos.

Antes de que lográramos salir se abrió la puerta del baño y Tefi entró corriendo.

—¿A dónde vamos?— preguntó.

Todos intercambiamos una mirada.

Lo mejor que se nos ocurrió hacer fue amarrarla en una silla y dejarla al cuidado de León y Cristóbal ya que eran los únicos que pasaron por ahí. Cris era la persona en la que más confiábamos, pero le daba el beneficio de la duda a Lleca.

Todos llegamos a un lugar extraño, era como... una bodega abandonada o algo parecido. Rama y Tacho se separaron de nosotros para irse a buscar a Cielo, Thiago se quedó porque él seguía pensando que ese casco nos cuidaría. Nos escondimos en una esquina a la espera de una señas o algo para poder entrar.

Después de unos segundos, Thiago me miró.

—¿Vos estás segura de que no querés el casco?

Puse los ojos en blanco —No.

—Basta, Thiago— Mar lo regañó.

—Pero-

—¡Basta!— exclamamos ambas.

—¡Shhh!

Cielo apareció y con Vale, Jazmín, Mar, Thiago casi nos echamos a correr del susto.

—Casi muero del susto— lloriqueé.

—Thiago, vos andá con los chicos que yo me quedó con las chicas, ¿de acuerdo? Cuídense.

Mi hermano asintió —Vale.

Él se fue y las cinco entramos al lugar, con Cielo en frente, liderando. Ella era la más valiente de todas.

Alguien tropezó con algo, Cielo se giró y nos calló a todas. Le di un pequeño golpe a Mar ya que veía su cara y sabía que quería reírse, lo cual me haría reír, algo que no quería que pasara. Seguimos el camino.

De pronto, se escuchó un grito agudo cerca que nos pareció bastante conocido. Y si se trataba de ella, el trabajo de Cris y León había sido pésimo. Las cinco tuvimos que agacharnos para poder encubrirnos, y jadeé cuando apareció un gato de la nasa. Vale solo levantó la mano con un palo dispuesta a pegarle, la frenó Cielo antes de que lastime al pobre animalito.

—¡Vale! ¿Qué hacés con este palo? Por favor.

—Cielo, no tenemos chumbo. ¿Cuál es el plan?— le preguntó Vale —¿Entendés? Unos hacen campana, otros llaman a la yuta.

—Pará, Vale.

—Hay que hacer algo.

—Vale, el plan era otro. ¡Si no me hacen caso, ¿qué querés que haga?!— Cielo exclamó.

—Cielo, no lo vamos a hablar ahora— le dije.

Ella suspiró —Vamos para atrás, por favor.

Obedecimos y empezamos a retroceder, pero todas nos detuvimos al ver que Mar llevaba al gato en los brazos.

—Mar— la llamé.

—Mar, ¿qué hacés con el gato?— Cielo la regañó.

—Cielo— Mar se acercó a nosotras —Escúchenme, escuchame una cosa, ¿lo podemos llevar? Mirá, es un amor. Aparte... son re útiles los gatos.

La miramos con seriedad.

—Bueno, capaz no son tan útiles— entendió —Pero por favor, ¿lo podemos llevar? ¡Un tiempito, por lo menos!

Cielo suspiró —Chicas, esto es muy peligros— dijo, con seriedad —Necesito que hagan silencio.

Las cuatro asentimos. Ella comenzó a caminar y la seguimos enseguida, mirando a todos lados con un poco de recelo. Mar seguía sin soltar al gato.

—Tranquilo, tranquilo— le susurró al animalito.

Entonces, se escuchó un ruido estrepitoso y un par de cajas se cayeron al piso. El gato saltó.

—¡Se me fue el gato, se me fue el gato!

—¡Shhh!

Seguimos caminando, Mar no dejaba de hablar del gato, lo cual empezaba a enojarnos, más a Cielo.

—Basta, Mar, ese gato nos puede delatar.

—No, Cielo, mejor. Si el gato grita lo podemos usar de carnada— sugirió Valeria.

Mar la miró mal.

—Yo lo busco.

—¡No!— Mar la frenó rápidamente —No seas mala. Aparte los gatos no gritan, hacen miau.

Me reí —Maúllan, Mar.

Mar me miró y también se rió —Ay, cualquiera.

—Se dice así— aseguré.

Ella dejó de reír.

—Che— Jazmín llamó —¿Y si le ponemos Melody al gato?

Mar, Vale y yo nos reímos. ¡Muy buena!

—¡Chicas!— Cielo nos regañó.

Las cuatro dejamos de reír y asentimos.

Seguimos caminando, mirando a todos lados y con bastante miedo. Se escuchó el sonido de un celular, haciendo que nos agacháramos y yo sabía de quién era; de Simón. Lo sabía por su tono de llamada, les mencioné eso a las chicas.

—Es su celular— aseguré —¡Es un torpe!

—¿Ves? Valentina dice que es el celular de Simón— Jazmín suspiró —¡Son cuatro quesos, Cielo!

—Como la salsa— Mar comentó y se echó a reír. Yo traté de no reírme —¡Como la salsa, cuatro quesos!

Las chicas la miraron.

—Basta que me harás reír también— me quejé.

Mar se rió de nuevo —Perdón lo que pasa es que en estas situaciones me sale reírme— cubrió su boca y yo suspiré —Estoy muy nerviosa— volvió a reír, me reí sin poder evitarlo —Estoy muy nerviosa.

—Basta— la regañé, entre risas.

—Chicas— Cielo nos miró —Van a meter la pata.

—Sí, cállate, Mar— la regañé.

—¡Pero si vos también te estás riendo!— señaló.

—¿Qué, chicas? ¡Son los flacos!— Valeria comentó, negando —¡Dejaron el celular prendido! ¡Eso es de giles-! No, no, es de giles.

—Sí, sí, sí es— Jazmín le dió la razón.

—Es de cuatro quesos— comentamos Mar y yo casi riendo.

Ay, ya me había contagiado.

Un celular comenzó a sonar, esta vez si era de una, de Valeria para ser más específica.

—¡Pará!

—¡Cortá!

—Ya está, ya está.

Honestamente, no tenía idea de a dónde íbamos ni que haríamos, pero seguimos caminando. Cielo me pidió el celular para marcarle a Thiago.

—Sí, Thiago.... seguro— Cielo pausó —No, que está Tefi dando vueltas por ahí, parece que nos siguió y no sé. Escuchame, no salen— ordenó —Esperan mi señal y quiero solo tu celular en vibrador, del resto, apagado— otra pausa —¿El Ángel Rojo?

Todas la miramos con curiosidad, sobre todo Jaz y no pudo resistir quitarle el celular a Cielo.

—¿Vino? Eh... Tacho, escuchame, ¿está mi angelito ahí con ustedes?— pausó, esperando una respuesta —¿Qué? Pará, ¿Rama tiene su teléfono?— pausó, la vi negar —¿Y cómo lo iba a llamar, a ver?

Cielo suspiró y decidió quitarle el celular a Jazmín.

—No, Cielo-

Cielo la ignoró —Escuchame una cosa, Tacho, nada de superhéroes. Esperen mi señal, ¿estamos?

Esperó una confirmación y colgó. Vale se paró, una vez más con el palo, dispuesta a pegarle al que pase por nuestro lado.

—¿Vale, qué hacés con eso otra vez?

—Uy, loco, no me dejan— Vale tiró el paro al suelo, causando todo un alboroto.

—¡Sos un queso!— Jazmín la jaló.

—Como los chicos— Mar dijo y se echó a reír, yo la miré con exasperación porque me haría reír más y no daba en estos momentos —Escuchame, ¿y si la llamamos a Tefi para ver cómo están?— propuso.

Todas negamos. Si Tefi y Melody estaban cerca, las dos podrían arruinar las cosas.

Escuchamos un par de gritos y asomamos la cabeza por encima de las cajas, solo para encontrarnos con Tefi y Melody, en el piso, lloriqueando. Dos tipos se acercaron a ellas y las capturaron. Genial.

Franka apareció y se acercó a los tipos armados. Lo único que calmó a Tefi fue una cachetada por parte de Franka. Ella miró a todos lados, enojada.

—¡Sé que no están solas!— gritó. Los dos tipos sólo les apuntaban con sus armas a Melody y Tefi —Así que sí no quieren que les pase nada, ¡salgan!

No tuvimos otra opción que salir del escondite, era eso o dejar morir a las chicas. Reconocí a un tipo y me sorprendí muchísimo cuando descubrí que era nuestro profesor de Biología. ¡Los enfermos de CC en verdad nos tenían vigilados!

Nos obligaron a arrodillarnos y Franka se paseó en nuestro delante, con una sonrisa que exclamaba su victoria. Sentí como Thiago tomaba mi mano, yo le di un apretón para hacerle saber que estaba bien y estaríamos bien. Todos estábamos asustados, cada uno de nosotros. ¡Incluso Sebastián estaba aquí en este lugar horrible! Suponía que se encontró con el grupo de chicos antes. Le preguntaría después si es que salíamos de esta.

No, Valentina, tenemos que salir de esta.

—Ay, Cielo— Franka suspiró —¿Qué pasa, Cielo?— ella sonrió —¿Se va Nico y te desbordás? ¿Para qué cruzaste el portal Cielo? ¿Para qué tanta sabiduría, Cielo? ¿para traer a los chicos a un lugar peligroso? Eso no está bien, Cielo— se arrodilló frente a ella y negó —¿Qué clase de tutora sos, eh?

—¡Porque no te callás, enferma!— Thiago saltó.

Lo jalé para que regrese a su lugar.

—Dejala, Thiago— Cielo lo tranquilizó.

—Te queda lindo el casquito— Franka le respondió como burlándose a mi hermano —Un poco ridículo lo único— se paró y siguió caminando, de un lado a otro —Me parece que... tu padre espera algo.... más inteligente de tu parte— pausó y giró a vernos —¿O tendría que decir su padre?— nos señaló.

La miré —Ya lo saben todos.

—Lo sé— sonrió —¿Pero saben todo?

Me miró de forma desafiante. ¿Qué más sabía ella?

—Vos....— señaló a Thiago —Creo que tendrías que aprender de tu hermana— sonrió con malicia —Me parece que a su padre le gustaría eso.

—¡Ese enfermo no es nuestro padre!— le grité —¡Y todos ustedes son unos enfermos! ¡Basura! ¡Loca y enferma!

Creo que me pasé un poco.

Franka me miró con seriedad, se acercó a mi y dejó una bofetada en mi mejilla. Todos jadearon, yo solo la miré con odio.

—¡No la toqués, enferma!— Thiago le gritó.

—¡Dejala!— Simón también saltó.

—Franka, ¿qué hacemos con ellos?— preguntó uno de los tipos, apuntándonos con el arma.

—¡No!— Tefi gritó.

—¡Ay, callate!— Franka exclamo con irritación.

—¡Nena, callate porque te quemo, eh!— exclamó el que decía ser nuestro profesor de Biología.

Cielo se quiso parar, pero el tipo le apuntó y sonrió indicando que regresara a su lugar.

—No, no, tranquila— negó —Yo que vos ni siquiera lo intento, eh.

—Atalos, Tony, por ahora nada más— dijo Franka.

—¿Qué le hicieron a mi papá?— preguntó Mar.

Franka sonrió —Olvidate de Terremoto mi amor, y de Luca también.

—¡Todos al piso, carajo!— exclamó Tony, el matón.

Disparó al techo y todos gritamos pero obedecimos ya que teníamos muchísimo miedo.

Entonces, no sé qué pasó, pero se escuchó un ruido fuerte y una camioneta apareció a gran velocidad y todos nos paramos para que no nos atropelle entre gritos. La reconocí como la camioneta de Nico y en ella se encontraban Berta y Feli. ¡Ay, las amaba ya!

Los tipos les dispararon a las ventanas, pero eso no las paró. Cielo aprovechó la distracción de Franka. Vi como le quitó la pistola y la sujetó por el cuello a gran velocidad. La camioneta de Nico se estrelló de manera estrepitosa contra unas cajas y, finalmente, todo se calmó.

Simón y Tacho les apuntaron a los tipos con las dos armas para que no hagan nada.

—¿Están todos bien?— preguntó Cielo.

—¡Sí!— exclamó Feli.

Berta asintió, también indicando que estaba bien y suspiramos, aliviados.

—¿Papá?— murmuró Thiago.

Fruncí mi ceño y solté un pequeño jadeo cuando vi en su misma dirección. ¿Qué habían hecho?

En tres camillas, acostados, estaban Barto, Luca y Terremoto, dormidos, quizá en coma. Supuse que, definitivamente, la segunda opción era la correcta. Feli bajó de auto y comenzó a caminar hacia Barto. Thiago no reaccionaba, solo veía a su papá y me di cuenta de que sus ojos estaban llorosos, así que yo tomé una de sus manos y lo jalé para poder entrar.

—Señor— Feli murmuró de pie al lado de donde se encontraba acostado Barto —¡Señor, señor, señor!

La miré con un poco de sorpresa por su reacción y una idea apareció en mi mente. ¿Será posible que- que ella no....? No, no podía ser.

—Pero... ¿qué es esto?— Feli murmuró mirando el cuerpo de Barto, con horror —¡Mi señor! ¡¿Qué les hacen, por Dios?!

Nadie realmente prestó atención a su reacción, era yo la única, y comenzaba a sospechar algo. Alejé de mi mente las teorías locas y me concentré en ver lo que estaba pasando en el lugar. Mar se acercó muy nerviosa a su papá y comenzó a sacudirlo para que despierte, algo que Terremoto no hizo. Jazmín nos miró y se acercó para detenerla.

En la habitación habían cosas de hospital, era todo como de película. Todos estaban igual que yo, muy sorprendidos, sin saber cómo reaccionar.

—¿Qué es esto?— murmuré, horrorizada.

Tefi se acercó a Luca —Luca, ¿me escuchás?— lloró mirando a Berta —¿Qué tiene?

La mamá de Nico negó —No sé, mi amor, pero esto que han hecho... no es para nada bueno— suspiró y acaricio sus manos —Vamos a desconectarlos.

Tefi quiso detenerla, pero Berta procedió a sacarles las cánulas de la nariz a Luca y desconectarlo. Mar, temblorosa, hizo lo mismo con Terremoto y Feli se encargó de Barto ya que Thiago seguía sin moverse lo cual empezaba a preocuparme.

—Thiago— murmuré, tocando su mejilla —Mírame por favor— pedí —Dale, Thiago.

Mi hermano me miró con lágrimas en los ojos y me abrazó, enterrando su rostro en mi cuello llorando. Froté su espalda, sintiéndome terrible por él y todo lo que estaba pasando.

—¡Mirá lo que hiciste, infeliz!— exclamó Simón y le dió una patada a Tony —¡Profesor de biología!— un par de patadas más —¡Te tenía como-!

Tacho lo alejó —¡Pará, pará!

—¡Llamen a la policía, por favor!— pidió Melody.

Valeria se acercó corriendo a Tony y lo pateó.

—¡Basura!

—¡Vale, pará!

Entendía el enojo de Vale, me sentía igual que ella. No me explicaba el porqué Juan Cruz quería hacer tanto daño. ¡Thiago y yo éramos sus hijos! ¿Qué no le importaba eso? Va, ya sabía la respuesta.

**********

Cuando regresamos al Hogar Mágico, metieron los cuerpos en distintos cuartos. A Luca lo dejaron con Tefi, en la habitación de las chicas. A Terremoto en la habitación de los chicos, con Mar, y a Barto en el cuarto que compartían mi tía con Nico. Él único de todos que había despertado era Luca, los demás no reaccionaban aún. Mi tía había reaccionado mucho mejor de lo que pensé cuando vio a su hermano.

Como no me quería separar de Thiago, entre con él al cuarto donde también estaban mi tía y Feli. Vino el doctor para revisar a Barto y decirnos por qué no despertaba aún.

Feli, quien estaba aferrada al cuerpo de Barto, giró para mirar al doctor.

—¿Y, doc? ¿Se va a despertar mi- mi... mi...?— Feli pausó y se alejó de Barto —¿Mi.. nuevo paciente?— le preguntó —Porque se va a despertar, ¿no que sí?

El doctor asintió —Por supuesto.

Algo bueno.

—Lo que pasa es que el caso de Bedoya...

—Agüero— mi tía completó —Bedoya Agüero a él le gusta que le digan.

El doctor solo asintió.

—Bedoya Agüero.. estaba en estado de coma desde mucho antes.

Feli asintió.

—¿Hay alguna posibilidad de que se despierte?

Al escuchar hablar a mi hermano, lo miré.

El doctor lo miró también —No podría decirte, hay que esperar que siga eliminando la droga y... y solo esperar.

Todos asentimos.

—Gracias— le dijo mi tía.

—Permiso. La llamo cualquier cosa.

—Sí, por favor.

El doctor salió del cuarto.

—Es... tan raro esto— mi tía murmuró —No puedo creer verlo así de... de débil, no, no...

—Pero está igual de churro— Feli comentó y todos miramos en su dirección. Ella soltó una risita muy nerviosa —Eh... ¿por qué no le habla, niño Thiago? Digo, Thiaguitis. Por ahí lo escucha.

Thiago no se movió.

Mi tía caminó hacia su hermano con lentitud y la vi enrollar un mechón de su cabello ruloso en su dedo en total silencio. Feli sonrió ante la escena, pero mi hermano seguía sin moverse, se mantuvo alejado y yo me quedé a su lado.

Pasaron varios minutos hasta que decidieron tapar un poco a Barto con una manta. La puerta se abrió, Cielo entró a la habitación y apoyó su mano en uno de los hombros de Thiago. Nadie decía nada.

—¿Por qué no vas un momento con él?— sugerí yo, mi hermano me miró —Dale, quizá le hace bien. Él puede estar escuchando todo.

Me dió una mirada dudosa y vi como se acercaba a su papá poco a poco. Se arrodilló a su lado y sujetó su mano. Entonces, algo sorprendente paso. Barto movió la mano y Thiago giró a vernos sorprendido.

Poco a poco su papá comenzó a abrir los ojos. Una sonrisa se formó en su rostro cuando vio a Thiago.

—Purrete...— murmuró.

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