Narrador omnisciente
JungKook prestó atención, con mofa, como el nuevo estudiante tomaba de su simple mochila un cuaderno y lapicera, luego los acomodaba prolijamente en el pequeño banco para terminar mirando al frente.
Suspiró pesado. Él creyó que iba a ser un año aburrido y sin sentido.
Pues sus amigos habían pasado al siguiente curso y de castigo también compartiría tiempo con su hermano menor, Jeon JiMin, con quién no tenían la mejor relación.
Pero luego de un agotador mes desde el inicio de clases, todo mejoró al fin.
Ese raro Omega que parecía tenerle miedo al mundo exterior lo inspiraba a hacer las peores cosas.
En todos los sentidos.
Burlarse de él y terminar con su poca autoestima era una buena idea para empezar.
Aunque no iba a negarlo, porque él no era ciego:
El Omega era algo lindo.
Simple y sin pizca de gracia, pero lindo.
Pero eso no significaba que el nuevo tendría una oportunidad con él.
Se notaba a leguas que el Omega era de clase baja, muy baja se animaría a decir y eso ya era demasiado humillante.
Tal vez si se encontraba caliente y no había nadie más disponible, se lo podría llegar a coger.
Y encima para hacer su año más divertido, el nuevo se sentaba en la fila de su lado derecho, eso facilitaba todo.
Aclaró su garganta y se decidió comenzar- Asi que...- murmuró con una sonrisa en su rostro - mudo ¿ah?-
Tae lo escuchó, pero no logró darse cuenta que el contrario sólo buscaba molestarlo.
JiMin suspiró pesado. Ya sabía lo que se aproximaba.
Kim se giró y le respondió moviendo la cabeza de arriba hacía abajo realizando un claro asentamiento. Lo pensó unos segundo y le pareció buena idea sacar su pizarra.
Tal vez el Alfa quería entablar una amistad, arrepentido de su mal comentario de hace unos momentos atrás.
-¿Tengo que hablar gritando?- preguntó Jeon en voz alta, haciendo sobresaltar al Omega.
Todos se rieron de aquello, ya que las miradas estaban sobre ellos dos.
El rubio se sonrojó por completo y antes de comenzar a escribir en la pizarra secó sus manos sudadas en su pantalón del uniforme.
"El Alfa no tiene la culpa, muchos piensan que también soy sordo "
Pensó mientras comenzaba a escribir.
Observó al profesor, que se encontraba ahora dormido en su silla, antes de mostrarle la pizarra a Jeon.
"No soy sordo, Alfa"
Decía en perfecta caligrafía.
Jeon leyó el cartel -No, sólo eres pobre y mudo - Siguió y las carcajadas inundaron otra vez el lugar.
Todos parecían estar felices de tener a JungKook de compañero. Era guapo, gracioso, popular y tenía mucho dinero.
Kim tragó duro. En momentos así le gustaría ser sordo, creyó que el Alfa quería ser su amigo pero volvía a ofenderlo.
¿O tal vez exageraba al sentirse mal por esos comentarios?
Tal vez debía relajarse un poco.
-¿Puedes dejar de ser idiota por cinco segundos?- Cuestionó el Omega Jeon a su hermano.
En ese momento, una cartuchera bastante pesada y color rosa intenso se estrelló en la cabeza, más precisamente la nuca, de TaeHyung haciéndole doler al instante.
-¡Eso por ser pobre!- gritó una Omega llamada Hyuna.
Y volvieron todos a carcajearse y a vitorear entre ellos.
A Tae se le cristalizaron los ojos y trató de ocultar sus lágrimas. En el Instituto anterior no tenía amigos y por lo que deducía, aquí tampoco los tendría.