Estos últimos días han sido tediosos, no he podido dormir bien pensando en que ese loco pueda venir de nuevo
¿Qué haré si vuelve?
Aunque Jordan le puso un rastreador a su auto, no me siento tranquila
4:45 am
¿Y si vuelve para querer matarme? Yo no importo, pero ¿Qué pasará con mi hermano?
5:03 am
Me metí a la ducha para tener un baño de agua fría que me pueda despejar todos los pensamientos que tengo, estoy muy cansada, pero ya no puedo dormir, quizás deba salir a correr
5:45 am
Supongo que no hay nada mejor como salir a correr mientras va amaneciendo, algunos trabajadores ya están despiertos, veo maquinarias llevando paquetes a varias bodegas que hay, también veo muy despiertos a la seguridad que tenemos a los alrededores.
Eso me tranquiliza un poco.
Aproveché que Salí, para recorrer un poco más el lugar, pude ver varios de los sembradíos de amapola que tenemos, extensos sembradíos que a simple vista forman un paisaje hermoso, tanto que podría estar horas mirándolos o incluso pintar un cuadro donde retrate lo que ven mis ojos.
También vi algo nuevo, no estaban antes, son tres caballos, uno completamente negro, uno blanco y otro con café con manchas blancas.
No hay nadie a su alrededor, sin embargo, se encuentran atados a algunos árboles.
Me detuve a contemplarlos un poco para ver si algún trabajador se acercaba a ellos, después de cuarenta minutos decidí seguir mi camino de regreso a la casa.
Creo que salir a correr si me ayudo un poco a despejar mi mente, me siento bien, por este pequeño instante viendo y saludando a cada persona de la seguridad me siento segura.
Me adentré a la casa para darme un baño de agua fría, no obstante, mientras subía las escaleras, me encontré con Jordan, con un rostro bastante sorprendido.
—¿tú, corriendo por la mañana? —exclamo confuso mientras contenía una sonrisa burlesca.
—dormí muy poco y necesitaba despejar mi mente —respondí con sinceridad, estoy trabajando en eso, en no ocultarle como me siento, sin embargo, eso hizo que su rostro cambiara en seriedad.
—¿quieres hablar de eso? Sabes que me puedes decir lo que sea, yo estoy aquí para ti —menciono mientras dame un paso hacia mí.
—estoy bien, en serio, solo necesitaba pensar... Pero ahorita bajaré a desayunar y ahí podremos platicar un poco —propuse apresuradamente mientras subía las escaleras sin darle tiempo de opinar.
Debo de alejar los pensamientos y dudas que me causa, así que mientras evite su contacto creo que me irá bien, no es como que lo voy a evitar por el resto de mi vida, solo, necesito eliminar esos pensamientos.
No hay nada mejor que un baño de aguda fría, jamás me cansaré de poder despejar mi mente con el cambio de temperatura, tampoco he dejado de pensar en el negocio que comencé con Jamari, aunque Jordan insistió en no permitirme usar un teléfono propio, desde el suyo me contacte con ella y ya cuadre todo con ella.
Mientras concluía con mi baño de agua fría pude percibir como volvía a encenderse las alarmas por toda la habitación.
—carajo, no de nuevo — me enrollé en la toalla y Salí del baño al mismo tiempo que vi como entraba Jordan con Cris en brazos.
—ya sabes el protocolo, vamos —dijo apresurado mientras me empujaba al baño.
—al menos déjame tomar un poco de ropa — exclamé sin éxito, ¿Por qué estas cosas me pasan a mí? — ¿Es él? ¿No se supone que le habías puesto un rastreador?
—su auto no se ha movido, ya revisé, así que nos volvemos a enfrentar a lo desconocido, ya sabes como llegar al cuarto con los monitores, yo iré al frente de la casa — sin más, el se fue cerrando aquella puerta del pasadizo dejándome de nuevo en la oscuridad.
—Alex, ¿Por qué nos volvemos a esconder? —dice Cris en tono de berrinche, está enfadado, no lo culpo.
—es solo un juego, tranquilo —mis palabras no ayudaron en mucho.
—no me gusta jugar antes de desayunar.
Llegamos a los monitores, en ellos pude ver otra camioneta aproximándose a alta velocidad, agarre del arsenal una camiseta y un chaleco táctico para no sentirme desnuda por completo mientras seguía enrollada en toalla de la cintura para abajo.
—Alex, tengo hambre, no quiero jugar —Exclamo Cris con un tono de fastidio.
Me quedo callada por unos segundos hasta que pude ver con claridad quién conducía la camioneta.
—¿no te preocupes Cris, yo misma voy y les digo que dejen este jueguito estúpido, pero necesito que te quedes aquí hasta que Oso venga por ti, entendiste? —pregunte mientras veía asentir a Cris.
Me regreso por el callejón oscuro hasta la puerta que da a mi baño, me coloque unos pantalones y Salí lo más rápido posible, no sin antes agarrar mi arma, una pistola calibre 45 bastante fácil de entender, coloco las balas en el cargador, quito el seguro y jalo la corredera mientras llego a la entrada.
Pude notar como varios de la seguridad apuntándole mientras Jordan lo tenía en frente.
—que nadie le dispare —Exigí en un grito mientras todos se hacían aún lado, sorprendidos de mi presencia, esta vez yo le apunte al idiota pelinegro enfrente de mí.
—Alex, trae chaleco —susurro Jordan segundos antes de que yo presionara el disparador.
Justo después de que la bala impactara en el pecho de aquel tipo, se pudo escuchar un fuerte quejido mientras se tambaleaba hacia atrás recargándose en su camioneta.
—sé perfectamente que trae chaleco, no creo que sea tan imbécil como para volver una segunda vez sin nada —me fui acercando al chico mientras observaba su mueca de dolor. —revisen sus bolsillos y si detectan un arma se la quitan.
Un minuto después, dos de la seguridad corroboraron que no portaba ningún arma, entonces volví y le dispare de nuevo en el pecho.
—quizás no te mate, pero bien que te va a dólar esos disparos, estoy hasta la chingada de ti, son las siete de la mañana y créeme que a esta hora nadie tiene paciencia ¿Qué chingados quieres? —le grite mientras lo veía tratando de esconder el dolor que sentía.
—te dije que volvería, ¿así es como recibes al hijo de tu padrino? Aunque admito que esta faceta tuya de chica ruda me gusta —dice en susurros mientras lanza un guiño.
—no estoy para tus juegos, no sé quién eres tú, mucho menos sé dé que padrino me hablas, solo sé que te deje claro que no te quería volver a ver, así que dime ¿Qué chingados haces aquí? —esta vez sentí como Jordan me tocaba el hombro para que me tranquilizara.
Respire hondo y espere para obtener una respuesta.
—está bien, te lo diré... Pero no aquí, no enfrente de todos ellos, con la única persona que hablaré con la verdad... Es contigo linda — explico mientras formaba una sonrisa con sus labios.
—bien —acepte mientras volvía a jalar el corredor y presionaba el disparador con dirección a su pecho. — y no me llames linda.
Me giré hacia Jordan, el cual se veía asombrado y a la vez algo confundido.
—encárgate de él, por favor, ponlo en una habitación sin balcón Y no salga hasta que yo vaya.
Se lo llevaron y me quede a solas con Oso mientras él veía con demasiada cautela la camioneta.
—un Ranger Raptor, es bellísima... Fuimos estúpidos al pensar que él solo tendría una camioneta en la cual trasladarse, no sirvió de nada ponerle el rastreador —explico Oso, bastante disgustado.
—no hay que reprocharse, lo importante es que lo estamos manejando de la mejor manera, ahora por favor ve por Cris y asegúrate que desayune, se encontraba bastante molesto —Oso asintió así que me dispuse a adentrarme de nuevo a la casa, en donde me encontré a Jordan en la sala de estar.
—Alex, necesito hablar contigo antes de que hables con ese idiota. — Su mirada es invadida de preocupación. —no me lo tomes a mal, pero no planeo quedarme con los brazos cruzados mientras entras a esa habitación sola con ese tipo.
—no te pregunte si estabas de acuerdo o no, entraré y veré que quiere —solté de golpe, su semblante se endurecía mientras negaba con la cabeza.
—de ninguna manera, admito que manejaste muy bien la situación allá afuera, en otras circunstancias te felicitaría, pero eso de hablar a solas con él no me da un buen presentimiento —explico mientras fruncía el entrecejo.
—lástima, como te dije... No pregunte si estabas de acuerdo —respondí tajante, me voltee para seguir mi paso, pero no tuve éxito.
Jordan me detuvo sujetándome del brazo con la suficiente fuerza para doler un poco.
—yo voy a entrar contigo —replico con autoridad.
—suéltame. —declare con la misma autoridad que él, eso lo hizo enfurecer, apretó más su agarre haciéndome soltar un quejido. —en donde no me sueltes y me dejes una marca, te juro que presiono el disparador en tu frente.
Se dio cuenta de su acción y me soltó rápidamente, mi mano estaba roja por su agarre, lo invadió la culpa.
—perdón, de verdad perdóname, yo jamás he tenido intenciones de lastimarte. —dijo apenado tratando de acercarse, no accedí.
—has hecho suficiente, ahora iré a hablar con Santiago con o sin tu permiso.
Camine decidida hasta aquella puerta custodiada por cinco guardias, al segundo que me vieron abrieron la puerta para darme paso a ella.
—que traigan comida para dos —exigí mientras cerraba la puerta, el chico estaba sentado en la orilla de la cama, se había quitado la camiseta y el chaleco, dejando ver tres moretones, los lugares en que le dispare.
—¿si esta es mi prisión, Significa que esta es mi visita conyugal? —lanzo un comentario envuelto de una risita arrogante.
A los segundos entro uno de los guardias con dos platos de comida y dos vasos con jugo de naranja.
—gracias, déjenlos en la mesita y retírense. — Exigí, mientras ellos acataban mi orden, en cuestión de poco tiempo volvimos a encontrarnos solos.
—¿desayuno a la cama? Esta si es la bienvenida que me merezco, gracias, linda —dijo en un susurro mientras dama el primer bocado.
—te pedí que no me volvieras a decir así, ¿deseas morir? —cuestione tratando de verme intimidante.
—no me dispararías sin que tuviera el chaleco, sé que te intriga saber quién soy... Aunque no quieras admitirlo —explico con dificultad mientras masticaba la comida. —oye, esto es delicioso, no sé quién sea tu cocinera, pero felicítala de mi parte.
—ya que estás desayunando, necesito respuestas —exigí cruzándome de brazos.
—oye linda, este juego del policía malo no va conmigo, ¿Por qué no desayunas y platicamos civilizadamente? —pidió tranquilamente mientras tomaba un poco de jugo. —además, si consideras aburrida mi plática... Estás en todo el derecho de echarme de tu casa sin que yo me oponga.
—si tu plan es que baje la guardia ten por seguro que no lo haré —fruncí el entrecejo mientras me seguía manteniendo firme.
—muñeca, no tengo ningún plan, ¿no hay mejor prueba que los tres moretones que me dejaste? Cada que respiro me duele, a lo bien yo solo quiero hablar civilizadamente contigo, lo juro —explico con suavidad, lo examine unos segundos, respire hondo y accedí.
Me senté del otro extremo de la cama y comencé a desayunar, él tiene razón... El desayuno está muy delicioso.
—una vez mi madre me contó que conoció a mi padre en un baile... Pero derramo alcohol encima de ella, así que ella lo odiaba por su acción, aunque mi padre quedo flechado por ella... Hasta que la conquisto y así ahora estoy aquí —explico Santiago con una sonrisa mientras cuenta la anécdota.
—supongo que primero tuvieron una vida loca, ¿no? —pregunte curiosa, tengo entendido que su padre ronda por los sesenta años.
—claro que sí, mi padre le dio la vida soñada a mi madre, muchas fiestas, mucho alcohol, muchos lujos, pero sobre todo mucho sexo —menciono mientras reía.
—¿has vivido feliz con la vida que tienes? Es decir... ¿Te gusta esta vida donde portas armas, hay muertos por todos lados y siempre debes de esconderte? —pregunte curiosa, esta interacción se está volviendo un poco cómoda.
—obvio, soy feliz, es la única vida que conozco, aunque hay algo en lo que te equivocas... Yo no me tengo que esconder, mira —me extendió su teléfono mostrándome el perfil de su Instagram.
—tengo más de ciento cincuenta mil seguidores, subo fotos de mías... No me escondo, aunque ya no subo todo como antes....no desde que mi hermana desapareció —explico tratando de no sentirse afectado por el recuerdo de su hermana.
—lamento lo de tu hermana — mencione mientras veía su perfil, era verdad, fotos con sus autos, con sus perros...— vaya tus perros dan un poco de miedo.
Trate de cambiarle un poco la conversación.
—sí, están entrenados para rastrear personas y atacar cuando se lo ordene —explico mientras volvía a sonreír un poco.
—no deberías de tratar así a tus perros — pronuncia mientras fruncí el entrecejo, los perritos podrán verse malotes, pero no deberían de tratarlos así, no deberían de ser un arma.
—yo no fui, mi padre los entreno para protegernos, así que es lo que hacen, me los hubiera traído, pero en cuanto tus hombres me hubieran apuntado con el arma ellos hubieran atacado —declaro con sentimiento de pena, eso me recordó el porqué estaba aquí.
—volviendo al tema, ¿viniste aquí con que motivo? Creo que si hubieras querido hacer negocio hubiera venido tu padre, ¿no? —pregunte con cautela mientras terminaba mi jugo.
—exacto, no vengo por negocios... No sé, solo me dio curiosidad conocerte, honestamente no tenía planeado venir una segunda vez, pero cuando te vi... Quede completamente flechado —confeso mientras suspiraba.
Me reí debido a su comentario.
—¿Qué no tienes como treinta años? —contraataque mientras reía.
—ouch, ¿tan viejo me veo? Tendré que volver a ir a que me pongan mascarillas — menciono indignado, eso me hizo reír aún más. — y para tu información, tengo veintidós años.
—lo bastante viejo para estar flechado por una chica de diecisiete años —dije burlescamente, pero eso no lo detuvo.
—¿crees que cinco años de diferencia me van a detener? Mi madre tenía quince años cuando conoció a mi padre, el cual tenía treinta... Yo crecí con la frase "para el amor no hay edad"
—sí... Una frase típica de un pedófilo — exclamé con obviedad.
Esta vez él movió sus manos hacia su rostro sintiéndose apenado, sus gestos eran divertidos.
—tal vez moralmente este mal... Pero puedo esperar lo necesario, además un pedófilo solo piensa en sexo con niñas, yo soy más de romance... También en unos meses vas a cumplir dieciocho, ¿no? —trato de defenderse mientras yo lo miraba incrédula.
—aunque tengas razón en todo lo que dices, se te olvida un pequeño detalle.
—¿Cuál?
—nada te asegura que me gustes y yo siempre soy moralmente correcta —dije con una sonrisa victoriosa.
—en eso te equivocas, si siempre fueras moralmente correcta no estuvieras traficando droga... Pero tranquila, esto no lo digo para juzgarte, solo te pido que me des una oportunidad para conquistarte y veas que mis intenciones son buenas — pidió mientras juntaba ambas manos en señal de súplica.
—no creo en el amor a primera vista — repliqué.
—entonces déjame verte todos los días, te ofrezco mis mejores sentimientos hacia ti —respondió con suavidad, buscando una solución.
—yo solo te puedo ofrecer mi amistad —respondí honestamente, esto no es una película, no me puedo permitir esas cosas. —¿lo tomas o lo dejas?
—está bien, Amigos...por ahora.
Nuevo año...nueva actualización :)
esta vez no tengo mucho que decir, solo a las personas que les guste la historia, gracias por leer y espero les haya gustado el capitulo <3