No sigas la música || ¡Ya en...

By NaiiPhilpotts

364K 27.7K 7.3K

🏆 DOBLE GANADORA DE LOS WATTYS 2021 🏆 MEJOR PLOT TWIST INESPERADO 🏆 Rain Cooper se siente atraída por una... More

{ primera parte }
{ sinopsis parte #1}
{ personajes }
{ playlist }
{ nota de autora }
1 [La princesa]
2 [La invasora]
3 [La nueva vecina]
4 [La polilla]
5 [La irresponsable]
6 [La vieja amiga]
7 [La acechada]
8 [La presa]
9 [La ex]
10 [La discordia]
11 [La torcida]
12 [La vieja mejor amiga]
13 [La bailarina]
14 [La soñadora]
15 [La invitada]
16 [La aturdida]
17 [La amenazada]
18 [La encerrada]
19 [La prisionera]
20 [La sumida]
21 [El juez]
22 [La que ríe]
23 [El verdugo]
24 [La devorada]
{ wattys 2021 }
E 0 1 [La niña]
E 0 2 [La hermana]
E 0 3 [La suicida]
💜NO SIGAS LA MÚSICA💜 EN FÍSICO 📚
{ segunda parte }
{ sinopsis parte #2}
{ nota de autora }
1 [Proteger]
2 [Mentir]
3 [Añorar]
4 [Pertenecer]
5 [Prentender]

6 [Agradecer]

814 76 26
By NaiiPhilpotts

¡Hola! Soy la autora. Dejo este mensajito para recordarte que votar y comentar no toman más que unos segundos de tu tiempo. De esta forma, Wattpad podría mostrarle la historia a más lectores. 💕

De verdad, me ayudaría MUCHO que pudieras comentar qué te parece el capítulo. 💕

¡Muchas gracias! 🙏🏻

El viaje en la motocicleta de Samuel se me hace una tortura silenciosa. A pesar de que desde Twisted a mi casa hay unos pocos minutos, cada segundo se siente denso, pesado y difícil de masticar. Es como si el tiempo se hubiera ralentizado en un plan maligno que tiene como víctima a mi ansiedad.

—¿No podemos ir más rápido? —pregunto a toda voz, luchando contra el viento que choca con mi casco.

Como no obtengo respuesta de Samuel, me aferro más fuerte a su cintura para jalar su chamarra de cuero y gritó, en un intento de llamar su atención.

—Samuel —demando—. Necesitamos llegar pronto. —Mi voz sale agrietada.

El zumbido del viento y el rugido del motor de la motocicleta ahogan mis palabras, dejándome en un silencio desesperado. Samuel parece ajeno a mi angustia, y sigue conduciendo concentrado en el camino que se despliega ante nosotros.

La ansiedad palpita en mi pecho y late con una intensidad que parece querer abandonar mi piel. Siento un sudor frío perlado en mi frente, y mis manos tiemblan sobre la cintura de mi amigo. Mi pulso se acelera cuando mi viejo y conocido amante, el terror, me visita tras darme un abrazo asfixiante.

Mi pulso se acelera hasta el punto en que cada latido resuena en mis oídos y dejo de distinguir el ruido del viento.

La respiración se vuelve superficial, casi entrecortada, y cada bocanada de aire parece llevar consigo un sabor amargo que me aleja de los dulces tragos que me preparó mi amigo.

Mis músculos se tensan y mis dedos se aferran con más fuerza a la cintura de Samuel, en un vano intento de encontrar refugio ante su contacto.

Samuel parece no escucharme y el pánico aumenta.

—¡Samuel! —lo llamo.

«Por favor tenemos que llegar pronto», cierro mis ojos con fuerza mientras los escalofríos recorren mi espalda.

Una intrusiva idea de peligro se instala en mi mente, como si tuviese un trabajo a tiempo completo. Los hechos turbios que ocurrieron en el último tiempo son los culpables.

Cada sombra y movimiento que veo en las copas de los árboles se convierte en una posible amenaza.

«Tranquila, Rain», me digo, autoconvenciéndome de que en realidad es como si estuviese en una pesadilla, pero despierta.

El pánico se intensifica y puedo ver el límite del Abismo. Mis pensamientos se vuelven caóticos, y la sensación de impotencia me aplasta.

—Tenemos que llegar tenemos que llegar —murmuro con los ojos cerrados, y vuelvo a la frase un pequeño mantra al que me aferro con esperanza.

El silencio de mi amigo se convierte en una prisión para mi voz, la cual queda atrapada dentro de mi mente. soy incapaz de romper las barreras del ruido.

Samuel aminora la velocidad y Antes de que pueda preguntarle por qué nos estamos deteniendo, escucho su voz por sobre el murmullo del intenso motor.

—Rain, ¿me vas a decir qué es lo que ocurre? —su voz se nota preocupada—. Desde que salimos del bar, lo único que dices es que tenemos que llegar a casa de tu tía

No le respondo porque sinceramente no puedo hacerlo, mi pecho arde y mi cuerpo tiembla. Me aferro más fuerte de su cintura como una sensación de protección. Noto que Samuel niega con la cabeza y vuelve a acelerar. Una parte de mí se apena por actuar de esta manera, Pero no quiero involucrarlo más de lo que ya hace por mí con lo que ocurre en Deeping Cross.

El viento, frío y despiadado, congela mis dedos y se mete a latigazos a través de ropa, Sintiendo cada ráfaga helada sobre mi piel. A nuestro alrededor, el bosque se alza como un muro de árboles oscuros que se engullen al pueblo .

A pesar de que nos movemos a velocidad, la sensación de estar atrapada en el pueblo es imposible de quitar.

Las casas cercanas al hogar de mi tía aparecen en mi Visión, recortadas en la oscuridad. Pronto distingo la silueta de mi viejo coche recortada entre las sombras nocturnas y, en respuesta, mi pecho se agita con expectación.

Cuando mis ojos se topan con el cuerpo de mi mejor amiga recargado contra la tapa del motor del auto, una oleada de alivio me domina.

—Está a salvo —susurro.

Samuel voltea a mirarme y, aunque esté usando el casco, siento que parece entenderme. Él no es tonto; se percata enseguida de cuál es el origen de mi preocupación. Puede que crea que, a causa de que atacaron la casa de mi tía, yo temía que Flo estuviera en peligro.

Pronto, aminora la velocidad y estaciona frente a la entrada de la casa. Me bajo rápido y, en cuanto a mis pies tocan la tierra, me quitó el casco. Se lo entrego a mi amigo mientras que, sin dudarlo, corro a abrazar a mi mejor amiga y me asesoro que esté bien.

—¿Estás bien? —pregunto—. No puedo creer que estés aquí —susurro aún aturdida por el terror.

—¿Creo que sí? —responde, confundida—. Quería darte una sorpresa, pero ahora no sé si fue buena idea... quizá debí avisarte —se disculpa—. Lo lamento. No pareces muy feliz de verme —menciona ella, un poco incómoda por mi falta de entusiasmo.

—No, no... es que me sorprendió mucho tu foto y que no me hayas avisado nada con tiempo... Y pensé te había pasado algo y... —empiezo a pensar una excusa que suene coherente, pero me termino por enredar con mis palabras. Luego de unos segundos de vagos y repetitivos intentos de decir algo que suene convincente, optó por suspirar y soltar todo el aire que no había notado tenía contenido en mis pulmones—. Yo soy la que lo siente, han sido días muy difíciles y no me esperaba esto... Muchas gracias por tomarte la molestia de venir a verme.

—No es molestia. Jamás —responde, tajante, pero con una sonrisa amable. Con ese simple gesto, me da a entender que no soy una carga para ella.

Cuando me separo de los brazos de mi amiga, Samuel se acerca a saludarla y le pregunta si necesita ayuda con sus cosas. Sonrío al verlos juntos, un poco más relajada.

—Claro, me encantaría —escucho que le dice ella.

Yo me acerco a abrir la puerta y, de reojo, veo que Samuel la ayuda a bajar una pequeña maleta y una mochila de mano. Por la cantidad de cosas, interpretó que se va a quedar varios días aquí.

«Flo... varios días... en Deeping Cross», pienso. Un sudor frío me domina, pero me obligo a mantener mi mente a raya de cualquier pensamiento ansioso: una tarea casi imposible.

—Tienen suerte —bromeo—. La casa está impecable porque estuve... bueno, estuvimos —señalo a Samuel— limpiando un montón, así que pueden pasar sin miedo.

—Sí, por favor —dice mi amiga—. Me estaba congelando aquí afuera.

—Es que ya falta poco para las primeras heladas —comenta Samuel en su papel de lugareño—. En cuanto te quieras dar cuenta, Deeping Cross estará teñido de blanco.

—Suena... mágico —responde Flo y bufa—. En la ciudad nunca cae nieve —menciona con pena; parece una niña pequeña a la que no dejan jugar con la nieve—. Igual, ya entiendo porque tienes tantas pesadillas. —Me mira a mí tras soltar una risita incómoda mientras se frota los brazos—. No estuve afuera más de cinco minutos, pero el movimiento de los árboles me estaba haciendo cagar del miedo.

—Cuando quieras, puedo contarte alguna que otra anécdota paranormal de la zona —menciona él, entre risas por la actitud de mi amiga.

—Me encantaría, pero definitivamente, hoy ni muerta. Ya tuve suficiente.

Samuel se ríe y cierra la puerta trasera una vez entramos todos. Él deja la valija de mi amiga en el pasillo y ella se acomoda en la pequeña sala de estar, mirando con admiración la decoración y cómo está quedando la casita este tiempo que estuve viviendo sola.

—Haré café así entras en calor —anuncio mientras la abrazo por detrás y apoyo mis manos en sus hombros. Flo me devuelve el gesto apoyando sus manos en las mías y me permito estar así por unos segundos.

—Algo caliente suena genial —dice ella.

—¿O alguno prefiere té? —inquiero volteándome a buscar la respuesta de Samuel.

—Un té para mí —dice él.

—Café, siempre café —dice ella con una sonrisa cuando nos separamos.

Asiento ante sus respuestas y me meto en la cocina. Sin embargo, siento que Samuel me acompaña, por lo que volteo a verlo.

—Rain —llama mi atención mi amigo mientras estoy tomando las tazas vacías–. ¿Prefieres que me quede o vuelva a casa?

—Si te acomodas en el sillón de la sala, yo no tengo problema en que te quedes. Flo te robo tu lugar y ahora dormirá conmigo. Pero tengo sábanas, bueno... mi tía tiene sábanas y mantas de más.

—Entonces, si no hay problema, me quedo. Estoy cansado y no quiero conducir otra vez —sonríe con calidez y me toma de las manos; las suyas están cálidas gracias los guantes que usa para conducir—. Y tú también estás cansada, así que no te preocupes... yo me pondré a hacer las bebidas calientes, y tú, si quieres, ve adelantándote y prepara el sillón. Está todo bien, relájate... ¿sí?

Tras sus palabras, me vuelvo consciente de la presión que hay en mi hombros. Asiento agradecida por su atención. De hecho, no podría estar más agradecida con cualquiera de ellos. La contención que me brindan mis dos grandes amigos es única. Sé que Flo vino aquí por la misma preocupación que siente desde que están pasando estas cosas extrañas y yo estoy en el medio.

Y también es por esa misma razón que, desde que vi la foto y supe que Flo estaba aquí, una desesperación creció en mi pecho. Tenía que ir a buscarla, tenía que estar con ella. No podía dejarla sola ni un segundo, no con las cosas que ocurren en Deeping Cross.

Ahora que Flo está en Deeping Cross, ¿qué creen que podría pasar? 🤯

Depositen sus teorías aquí. 📲 

Sí, ya sé que ustedes como Rain son SamFlo shippers. ¡Los conozco! 💃🏻💕

¿Cómo podría llamarse la pareja de Rain & Kris? ¿KrisRa? ¿RainK?

|| Próximo capítulo: antes del 31 de octubre 💜 ||

Continue Reading

You'll Also Like

8.9M 1.2M 37
[COMPLETADA] Libro II en la Trilogía Almas Perdidas. ¡Almas Perdidas: El nuevo mundo, está disponible en librerías! Puedes comprarlo accediendo al li...
1.1K 28 14
payasa de la deep web
997K 45.1K 54
Anahí tenía dos grandes temores: la muerte y el maquillaje corrido. Esta historia comienza la mañana en la que debió enfrentarse a ambos. *** Después...
15.2M 1.3M 37
TRILOGÍA DEMON #1 ¡A LA VENTA EN LIBRERÍAS! "El infierno está vacío. Todos los demonios están aquí." -William Shakespeare.