"WONDERWALL; Hermione Granger"

By August_dann

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❝ Y todos los caminos que tenemos que recorrer son tortuosos, y todas las luces que nos conducen allí nos est... More

"Prólogo"
El prisionero de Azkabán
⭑ "Primer trauma del año"
⭑ "Nuevas reglas"
⭑ "Draco y su mala suerte"
⭑ "El boggart del armario"
⭑ "Sirius Black"
⭑ "¿Augusta o Hermione?"
⭑ "El partido de Quidditch sale mal"
⭑ "Dia de hospital"
⭑ "Hogsmeade"
⭑ "Un nuevo Rosier"
⭑ "Disculpas y ranas de chocolate"⭒
⭑ "¿Cita?"
⭑ "Tú"
⭑ "Como una puesta de sol"⭒
⭑ "Bienvenida con postres a media noche"⭒
⭑ "Salamandras y un perro mañoso"
⭑ "Patronus"
⭑ "Amelie contra Ravenclaw"
⭑ "Una perfecta heredera"
⭑ "Me besaste"
⭑ "Tejones contra Aguilas"⭒
⭑ "Como hacer enojar a un Rosier. By: Draco Malfoy"⭒
⭑ "Black odia a los pelirrojos"
⭑ "¿Potter perdió la cabeza?"
⭑ "Copa de Quidditch"
⭑ "Un perro, dos gatos y una rata"
⭑ "Accidentalmente asesine a mi profesor de pociones"
⭑ "El secreto de Hermione"
⭑ "Plumas de azúcar"
El cáliz de fuego
⭑ "Beautiful girl"
⭑ "Starry eyes"
⭑ "Happy birthday, Amelie"
⭑ "Dollhouse"
⭑ "Sunlight"
⭑ "Un ángel en el infierno"
⭑ "Comida hecha de esclavitud"
⭑ "Los increíbles hurones botadores"
⭑ "Maldiciones Imperdonables"
⭑ "Feliz cumpleaños, Granger"
⭑ "Enemigo con rostro bonito"
⭑ "¿Ojoloco Moody?"
⭑ "Potter, the flying boy"
⭑ "Smithereens"
⭑ "When you know, you know"
⭑ "Problemas, problemas y más problemas"
⭑ "Desamor"
⭑ "Juramento Inquebrantable"
La Orden del Fénix
⭑ "Casa Black"
⭑ "Regulus A. Black"
⭑ "Slytherin, Gryffindor and Ravenclaw"
⭑ "¡Comienzan los problemas, Rosier!"
⭑ "Sueños, realidades y deseos"
⭑ "Gryffindor vs Slytherin"

⭑ "Predicción"

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By August_dann


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Tomo un suspiro tranquilo antes de mirar de nuevo su libro de Defensa contra las artes oscuras. Sus ojos grises trataban de leer con cuidado y detenimiento cada letra plasmada, enfocada en aprender lo necesario para su próximo examen.
Había pasado más de una semana desde su último partido de quidditch donde ella aseguró una gran victoria para su casa, de la cual algunos Slytherin aún hablaban animadamente.

El estado de ánimo de Amelie fue muy bueno, dejó de lado sus preocupaciones por unos días, para disfrutar la pequeña fama que se le otorgó en los pasillos. Algunos alumnos murmuraban cosas buenas de ella y otros por el contrario, no.

Pero lo importante era que ninguno de ellos podía decirle exactamente que no se merecía ganar la copa de quidditch cuando su actuación en el campo fue brutal.

De todas formas no le importaba lo que opinaban, al fin y al cabo, ellos ni siquiera estaban en un equipo como para tener la oportunidad de hablar al respecto. Y un gran ejemplo fue McLaggen, que se la pasaba molestando a cualquiera que mencionara lo increíble que era ella manejando una escoba, alegando que él podría hacerlo mil veces mejor.

Amelie estaba segura de que incluso fastidiaba a sus propios compañeros de casa.

Sin embargo, lo ignoro toda la semana, ella no era alguien que odiara a las personas solo por existir, o por hablar mal de ella. No creía que alguien como McLaggen se merecería su atención en absoluto.

En cambio paso la primera semana detrás de Hermione como un pequeño cachorro perdido, cada vez que se encontraban en los pasillos y no había nadie, Amelie se acercaba para hablarle o simplemente para poder acompañarla hasta su clase, donde ella no participaba.

Al principio se mostró un poco tímida a su alrededor. No podía evitar sonrojarse o tartamudear por lo que sucedió días anteriores. En su mente corría constantemente el recuerdo sobre ella pidiéndole un beso, como si fuera una acción simple, algo que no debería preocuparle o avergonzarle.
Fue un alivio que Hermione no lo hubiera malinterpretado como algo malo, por el contrario se atrevió a cumplir su capricho.

Eso la hizo sentir feliz en muchos aspectos.
Y también cuestionarse hasta qué punto llegaría con Hermione.

¿Estaba enamorada o solo le gustaba?

Eso aún no podía decirlo con certeza, necesitaba más tiempo con ella, quería conocerla más a fondo, desde sus sueños más profundos hasta sus miedos más íntimos. Porque hasta ahora solo había descubierto una parte de Hermione y ella anhelaba más que eso.

Solo esperaba que la niña no fuera a incomodarse con su presencia constante. Quería que al menos Hermione tuviera un poco de interés en su persona.

Inconscientemente se desconectó del mundo a su alrededor mientras pensaba en ella. Aquello se había convertido en un hábito muy común cada vez que el recuerdo fugaz de la castaña aparecía en su mente, como si su cerebro no pudiera enfocarse en otra cosa.

"Tienes que ver esto" hablo Orion con voz tosca llegando a sentarse a su lado en la mesa del comedor.

"¿Qué...?" balbuceó con torpeza, parpadeando un par de veces para ajustar sus ojos de nuevo en su libro, justo donde ahora había una carta con el sello de su familia, totalmente arrugada.

"Padre envió una carta" la miro con el entrecejo fruncido y movió la cabeza para señalarla.

"Suena a problemas" murmuro Theo frente a ella, sin mirar a ninguno.

Amelie se quedó quieta unos segundos, su vista en la carta arrugada. Su padre no se dignó a escribirle en un par de meses, la última vez que le escribió fue cuando tenía dudas respecto a su persona y él las aclaró. A ella no le afectaba tanto eso, su padre era una figura presente y ausente al mismo tiempo.

¿Eso tiene sentido, verdad?

En realidad no, pero así es como lo veía.

Por otro lado estaba su hermano, a quien de verdad le afectaba que Laurent no le presentara atención. Y aún mas sabiendo que un próximo hijo estaba por llegar y Amelie en el fondo sabía que Orion seguía resentido con respectó a sus "títulos".
Pues mientras ella tenia la atención completa de su familia, el solo obtenía migajas.

"¿Ya sabes qué contiene?" murmuro girando su cabeza para mirar a su hermano.

"Si" respondió de manera seca.

"Bueno, entonces puedes decírmelo"

Sus amigos dejaron lo que estaban haciendo para prestarles atención. Theo y Blaise quienes se sentaron enfrente para estudiar pacíficamente, fruncieron las cejas ante el tono del chico. Cristina solo se acercó más a su lado, para darle un ligero consuelo, aunque no tenía ni idea de por qué.

Orion quito las manos de la mesa con brusquedad, y se levantó rápidamente.

"Será un niño, así que puedes suponer qué tal vez no seas la primera en algo, quizás ahora sea él. ¡Un perfecto hijo! ¿No es maravilloso?" se burló como si fuera un gran chiste, algo por lo que todos deberían reírse.

(No lo era).

Ninguno lo hizo, en cambio solo lo miraron fijamente, estaban ya estresados como para lidiar con algo como eso. Orion inmediatamente se dio cuenta de su error, por lo que bajo la cabeza y borró su sonrisa. Los ojos grises de Amelie brillaban con ligera preocupación, su hermano siempre había querido tener el crédito del hijo mayor. Sin embargo, nunca se le fue concedido aquello, como sucedió con Draco o Theo.

Y ella se preguntaba ¿qué era exactamente lo que deseaba? ¿Acaso quería tener la atención constante de su familia? ¿O sentir la presión social todo el tiempo? Quién sabe.

Porque si él lo quería tanto, ella con mucho gusto se lo entregaría. Aunque en el fondo no estaba segura de su su hermano podría seguir las mismas reglas sumisas que ella si. Orion era un alma libre, no alguien que permanecería atado solo porque con eso alguien más se beneficia, a diferencia de ella.

"Lo siento, Lie. No quise sonar grosero" murmuro por lo bajo, agachando su cabeza para mirar sus manos que temblaban levemente.

Ella lo miro unos segundos, ya estaba un poco acostumbrada a sus arrebatos cuando no podía controlar sus emociones.

"Lo sé, no te preocupes" alejó su vista de el para tomar la carta de la mesa y entregársela. "Deberías responderle, tal vez él quiera saber cómo le va a su hijo mayor" sugirió levantado ligeramente la comisura de sus labios, tratando de formar una sonrisa sincera.

"¿Qué hay de ti? ¿No quieres escribirle?" Orion sujeto la carta que le ofrecían con inseguridad, pero su pregunta fue genuina, sabiendo que su hermana también anhelaba hablar con su progenitor.

Amelie solo negó con la cabeza y volvió a poner atención a su libro. Orion supo con eso que el tema estaba cerrado para ella y aunque le insistiera no cambiaría de opinión, por lo que simplemente lo dejó de lado.

"¿Entonces, nos veremos en la sala común después de su examen?" mencionó, y todos le dieron un asentimiento de confirmación, no atreviéndose a decir otra palabra ahora que el ambiente estaba tenso.

"Te veré después" susurro Cristina a su amiga, antes de levantarse para ir tras el pelinegro. Los dos tenían el mismo examen de runas antiguas.

Amelie solo se quedó callada sin darle una respuesta más que una leve sonrisa, la carta le había dejado un pequeño hueco en el estómago, aún cuando no fue ella quien la leyó. Sin embargo, no podía negar que al igual que su hermano había estado un poco ansiosa por recibir alguna información del estado de su madre. No porque tuviera miedo de ser remplazada, más bien porque deseaba pasar el verano en la mansión al lado de su padre que en la cabaña fría de su abuelo, donde solía llevarla cada año sin falta.

Estaba anhelando que su madre le permitirá quedarse solo por esta vez.

Si tenía un poco de suerte pasaría.

"¿Vienes?" Theo movió su mano frente a su cara para llamar sus atención.

"¿Ya es hora?" levanto la vista hacia sus amigos, quienes ya se encontraban de pie para salir del gran comedor. Theo asintió sonriéndole levemente para tranquilizarla.

Amelie suspiro con pesadez antes de levantarse; tomó consigo aquel libro pesado, que previamente estudio para el examen del profesor Lupin que extrañamente se daría al aire libre.

Camino en medio de sus amigos con la vista fija enfrente, todos estaban callados y disfrutaban del aire fresco que los árboles cercanos les brindaban. Tan pronto llegó el mes de junio el clima en Hogwarts se había vuelto más caluroso provocando que a todo el mundo le apeteciera pasear por los terrenos del castillo y dejarse caer el la hierba, con grandes cantidades de jugo de calabaza bien frío, o en el caso de los Slytherin, ir a pasear de vez en cuando cerca del lago para ver los movimientos increíbles del calamar gigante.

Un lastima que solo pudieron disfrutar aquello por un par de días, los exámenes llegaron más rápido de lo acontecido. Y para alguien como ella, el estrés de sacar notas perfectas la estaba matando lenta y tortuosamente. Aunque ahora solo le quedaban dos exámenes más por terminar y por fin podría tomarse un ligero descanso.

Amelie ya había pasado por los más difíciles o en otras palabras los que más se le complicaban, en este caso fue Transformaciones el primero que realizó y con el cual tuvo un montón de dificultades, aún cuando le pidió un poco de ayuda a Hermione con sus estudios.

El día del examen se suponía que debía transformar una tetera en tortuga. Y al principio pensó que el hechizo resultó perfectamente cuando lo lanzó, pero al final se terminó llevando una gran decepción cuando el pequeño animal resultó tener cinco patas en lugar de cuatro. Aún así estaba orgullosa de su trabajo, porque la mayoría no consiguió que se parecía a una tortuga y un gran ejemplo de eso fue Theo, el cual convirtió su tetera en un especié de sapo deforme.

Fue algo interesante en realidad, porque tanto ella como Theo querían quedárselo para hacer su corta vida mas feliz. Incluso ya estaban decidiendo un nombre para su nueva mascota, sin embargo, la profesora McGonagall no se los permitió, ya que el pequeño animal apenas podía respirar o moverse por si solo.

Y con esa pequeña lección, aprendieron a no dejar que Theo realice los hechizos de transformación con absolutamente nada.

Después de aquello, el examen del profesor Flitwick fue uno de los más fáciles. Pues los encantamientos estimulantes no eran cosa del otro mundo y ella lo dominó con facilidad. Por el contrario, a Blaise quien era su pareja de clase no le resultó muy bien y terminó exagerando su hechizo, lo que provocó que ella se echará a reír de manera histérica frente a toda la clase, así que tuvieron que llevarla a un salón vacío para que el efecto se le pasara.

Fue algo vergonzoso; sobretodo porque Hermione estaba ahí. Pero al menos no estuvo sola en aquella tragedia, pues Ron le hizo compañía. Tal parece que a Harry también se le había pasado un poco la mano.
Amelie no compartió muchas palabras con el pelirrojo en toda la hora, más bien solo se miraban unos segundos y se reían nuevamente como si les hubieran contando un gran chiste. Y para cuando el efecto terminó volvieron a sus actitudes habituales de odio mutuo.

Fue un gran alivio que apareciera el profesor Flitwick justo antes de que Ron sacara su varita.
Amelie no quería enviarlo al hospital.

Todavía no, al menos.

Al día siguiente tuvo Cuidado de Criaturas Mágicas, Pociones, Astronomía y Herbología.

En las dos primeras le fue increíblemente bien; Hagrid había llevado gusarajos al aula, y les dijo que para aprobar tenían que conservarlo vivo durante una hora. Como los gusarajos vivían mejor si se los dejaba en paz, resultó ser el examen más sencillo que alguna vez tuvieron.

Después de eso, llego pociones donde Snape les puso la tarea fácil de realizar la receta para confundir. Para Amelie fue algo simple; no le trajo complicaciones de ningún tipo. Y su profesor la
felicito a su extraña manera "cariñosa".

"Bueno, al menos no eres una incompetente como Potter" murmuro por lo bajo, garabateando en el espacio de la nota con satisfacción.

"¿Gracias?" ladeó la cabeza confundida, antes de dirigir su mirada hacia donde estaba Harry, el cual parecía desesperado porque su poción espesara como era debido.

Amelie estaba segura de que lo hubiera ayudado si no fuera porque Snape la sacó del salón tan pronto ella terminó con su examen. Solo esperaba que a Harry no le importara tanto tener un cero de calificación.

A media noche, arriba, en la torre más alta, tuvieron el de Astronomía. Y Amelie estuvo más ocupada recordando como había tenido una bonita tarde con Hermione hace varios meses atrás, donde apenas se estaban conociendo. Quien diría que ahora tenía sentimientos por la niña de cabello esponjado.

(La Amelie de once años se habría vuelto loca).

Su tarde del día siguiente concluyó con Herbología, en los invernaderos, bajo un sol abrasador que le quemaba la nuca. Para ser alguien que nunca hizo trabajos pesados, fue un gran reto.

Y finalmente su últimos dos exámenes concluirán hoy día jueves, siendo Defensa Contra las Artes Oscuras al que se dirigía con sus amigos. El profesor Lupin les había informado que se realizaría en las afueras, al aire libre.

"¿Crees que él examen sea algo fácil?" habló Blaise a su lado, dando un pequeño bostezo. Todos estaban cansados por las noches que pasaron tratando de estudiar lo mejor posible.

"Lo dudo, ningún examen ha sido fácil hasta ahora" respondió Theo, para después darle unas ligeras palmadas en la espalda a su amiga. "A menos que seas Amelie, por supuesto"

"Cierto" se encogió de hombros con simpleza, pues no estaba diciendo mentiras. "Aunque el profesor Lupin enseña muy bien y todo lo que aprendimos seguramente vendrá en el examen"

Caminaron hasta salir del castillo, el cielo estaba nublado ligeramente, aún así se podía sentir el calor por cualquier lado. A lo lejos pudieron ver a Draco, que se dirigía hacia ellos, tenia el cabello desordenado al igual que su ropa y parecía que había corrido demasiado, porque su respiración estaba agitada.

"Llegan un poco tarde" les hablo una vez que estuvo enfrente de ellos.

"Más bien tu llegaste temprano, ¿por qué estás todo asqueroso?" Theo hizo una mueca y se alejó ligeramente de él cuando la ropa del rubio desprendió un olor a húmedo.

"Estarás igual que yo en unos minutos" señaló con la cabeza hacía atrás, donde el trío de oro se encontraba a lado del profesor Lupin.

"¿Vamos a nadar en el lago?" Amelie ladeó la cabeza con curiosidad.

"¡Demonios!, ¡No me puse mi traje de baño!" exclamó Blaise dando un pisotón en el piso con resentimiento.

"Deberían habernos avisado" Theo movió su cabeza de un lado a otro, decepcionado.

"¿Qué?" murmuro Draco por lo bajo, mirando a los tres como incredulidad.

Los tres amigos siguieron hablando entre ellos de cosas que no tenían mucho sentido; e incluso después de tanto tiempo de amistad, al rubio aún le resultaba difícil comprender que pasaba exactamente por sus mentes.

Cuando los tres se juntaban parecían compartir la misma neurona.

"Nos vemos después, Draco" Amelie se despidió con un movimiento rápido de mano.

"Buena suerte" mencionó dándole una ligera sonrisa,  de la cual Amelie no se percató; más concentrada en llegar cerca de Hermione.

Blaise y Theo la siguieron rápidamente, solo para darse cuenta de que definitivamente no nadarían en el lago negro con las sirenas o el calamar gigante.

El profesor Lupin había preparado el examen más raro que habían tenido hasta la fecha.

"¿Qué es esto?" Amelie llego cerca del trío dorado, para notar una especie de carrera de obstáculos en la que tenían que cruzar un profundo estanque de juegos que contenía un grindylow; atravesar una serie de agujeros llenos de gorros rojos; chapotear por entre ciénagas sin prestar oídos a las engañosas indicaciones de un hinkypunk.

"Esto" señaló el profesor Lupin con la mano.
"Es tu examen, mi querida Amelie" volvió hablar dándole una sonrisa enorme, sus facciones mostraban cansancio y tristeza, sin embargo, su humor alegre decía todo lo contrario.

Ella le devolvió la sonrisa brillante, antes de que sus ojos grises se encontraran con los marrones de Hermione. Inmediatamente sintió su corazón brincar de emoción por su presencia.

"¿Qué hay en el tronco?" la voz curiosa de Theo se hizo escuchar, logrando que apartara sus ojos de la niña para enfocarse ahora en el árbol caído que estaba justo al final de la prueba.

"Dentro del tronco hay un boggart" respondió Ron rodando los ojos ligeramente ante la presencia de las tres serpientes. Tenia la mitad inferior empapada, al igual que Draco.

"¿Tuviste mala suerte, Weasley?" se burló Blaise.

"¡Bien chicos!" aplaudió el profesor Lupin para llamar su atención y evitar una pelea.

Aunque Amelie no tenia aquella intención, estaba más preocupada por la manera en que sus manos comenzaron a temblar levemente ante la mención de un boggart. Inconscientemente apretó más su libro en su pecho, sus ojos grises fijos en el tronco.

"¿Estas bien?" murmuro Theo en su oído al ver su mirada perdida.

Trago saliva con dificultad, pensando en sus posibles opciones. Pues podía simplemente pasar las otras tres pruebas y al final saltarse la última, fingiendo un dolor de estómago antes de entrar. Eso era una mala idea en varios sentidos, seguramente el profesor Lupin descubriría la mentira, su calificación no sería perfecta y quedaría como una tonta frente a todos los que vieron su mayor miedo anteriormente.

¡Oh, espera!

¡Su calificación no sería perfecta!

Sus entrañas se retorcieron en disgusto tan pronto llegó aquel pensamiento a su cabeza, no podía darse el lujo de fracasar.

Además, ¿cómo sabría qué a mejorado en sus habilidades mágicas si no lo intenta?

"Estoy bien, Theo" murmuro tratando de relajar su cuerpo.

"Hermione, es tu turno" el profesor Lupin la invito con un movimiento de mano para que se adentrara en la prueba.

La castaña inhaló profundamente antes de sacar el aire despacio por su boca, se le notaba nerviosa, pero no más que Rosier hace unos segundos.

Amelie aprovechó que Theo y Blaise se habían puesto a practicar entre ellos para rozar su mano con la de Hermione cuando pasó por enfrente de ella. La castaña la miró de inmediato con curiosidad y un leve sonrojo.

"Eres maravillosa, lo harás bien" murmuro rápidamente sin titubear.

Amelie se alejó un paso cuando lo vio necesario, no queriendo que alguien la viera teniendo un lado blando por la niña.

Hermione le dedicó una sonrisa genuina, sus palabras se le quedarán grabadas un buen rato.
Caminó con más confianza hacia su examen y entró en el profundo estanque que contenía al grindylow.
Amelie estaba muy impresionada de ella, aunque ya sabía que la niña era bastante buena en cualquier cosa.

Todo el examen Hermione lo hizo perfectamente, hasta que llegó al tronco del boggart, donde después de un minuto dentro, salió gritando.

Amelie se levantó rápidamente de su lugar en el pasto, para intentar acercarse a la niña, quien parecía haber visto un fantasma, lo cual era extraño porque Hogwarts estaba lleno de ellos.

"¡Hermione!" habló Lupin sobresaltado. "¿Qué ocurre?"

Amelie llegó a su lado con una expresión preocupada, incluso olvidó que no debería permanecer tan cerca de ella cuando estuvieran en público, pero al verla de esa manera aquella regla se esfumó de su cabeza.

"La pro... profesora McGonagall" su voz entrecortada mientras señalaba con su mano hacia el interior del tronco. "Me... ¡me ha dicho que me han suspendido en todo!"

Todos se quedaron en silencio unos segundos, sin saber qué decir. Fue Ron quien irrumpió groseramente para burlarse de ella, porque le pareció algo demasiado tonto.

Amelie estaba apunto de sacar su varita discretamente, tal vez a Weasley le gustaría otro cambio de look; pero el profesor Lupin que estaba a su lado la tomó del hombro con una sonrisa nerviosa.

"¿Por qué no lo intentas tú primero, Amy?" pronuncio con cuidado, para que fuera ella quien le diera el ejemplo a sus amigos.

Amelie solo asintió con la cabeza sin apartar los ojos de Hermione, quien se estaba limpiado las lágrimas de las mejillas; se notaba tímida, muy probablemente porque la vieron llorar. A Rosier no le pareció algo vergonzoso, después de todo cada quien tenía un miedo profundo que no podían cambiar.

Unos más terroríficos que otros.

Con pasos firmes camino hasta adentrarse en el profundo estanque. Mantuvo la mente en blanco durante las tres pruebas, que si ni siquiera supo cómo es exactamente que llegó hasta el tronco del boggart.

Pero aquí estaba ella con unas nausea profundas y las manos temblorosa tratando de su sujetar su varita. Podía ver de reojo a sus amigos a lado de profesor Lupin, mientras que el trío de oro permaneció un poco más lejos; le pareció extraño que se quedarán sólo para verla.

Sin más, tomó un par de respiraciones profundas antes de adentrarse en el trono donde su abuelo la esperaba. Su corazón acelerado por el miedo, no le gustaba, prefería tenerlo latiendo rápidamente por Hermione.

El boggart se transformó en él; ahí parado frente a ella se encontraba Alphonse Rosier, se quedó paralizada por unos segundos.

"¿Por qué estás tan asustada?" Murmuro acercándose para acariciarle la mejilla.

Ella cerró los ojos instintivamente, él no era real, lo sabía, pero el miedo dentro de ella trataba de gritarle lo contrario.

"Riddikulus" susurro con la voz entrecortada; su magia fluyó hasta la punta de su varita. Su abuelo desapareció en un torbellino. Aún así no se atrevió abrir los ojos hasta que sintió un pequeño picotazo en su mano derecha donde no tenía la varita.

Al principio se asustó, luego lo volvió a sentir y con mucho cuidado sus párpados se abrieron para encontrarse con una pequeña paloma que tenía un sombrerito colorido y una corbata.

Fue algo extraño.

Salió del trocó con una sonrisa enorme para ir corriendo con el profesor Lupin, el cual estaba casi mordiéndose las uñas por saber si ella lograría enfrentar a su miedo.

"¡Amelie, lo hiciste!" su voz orgullosa cuando ella se paró a lado de sus amigos, que también la elogiaron.

"¡Lo hice!" respondió de inmediato, tratando de buscar una respuesta paternal.

"Estoy muy orgulloso de ti Amy" pronunció antes de acariciarle el cabello. 

Harry y Hermione le dedicaron una sonrisa antes de irse, querían acercarse pero al ver que sus amigos se adueñaron de su espacio personal no pudieron.

Amelie se quedó hasta que sus dos amigos pasaron su examen, observó a cada uno y les dio ánimos; el profesor Lupin también permaneció a su lado declarando que hicieron un buen trabajo, aún cuando Theo se hundió por completo en el estanque y Blaise se confundió más de una vez con las indicaciones del hinkypunk.

Al final los tres volvieron al castillo completamente cansados y con ganas de dormir un larga siesta en su sala común, sin embargo, les fue imposible porque aún les quedaba su examen de Adivinación.
Así que a pasos perezosos los tres se dirigieron a la torre norte del séptimo piso. En el camino y por pura casualidad se encontraron con Fudge parado descaradamente en las puertas del castillo, junto a él se encontraban dos hombres más; uno era tan anciano que parecía descomponerse ante sus ojos; el otro era alto y fornido; tenía un fino bigote de color negro.

A ella no le parecieron muy intimidantes, al menos eso creyó hasta que el hombre del bigote fino acarició con su pulgar el hacha que llevaba en la cintura. Entonces supo exactamente la razón de su presencia.

Matarían a Buckbeak.

El solo pensamiento le ponía los pelos de punta, aún no había perdonado por completo a Draco por todo lo que ocasionó, no obstante, estaba empezando a intentar hablar con él como antes solían.

Pero ahora...¡por Salazar! ¡no quería verlo!

Y como si pudieran leer pensamientos sus amigos la arrastraron por la mano hasta él aula de adivinación; donde se terminaron encontrando con un Harry pálido que bajaba las escaleras de caracol.

"¿Todo bien, Potter?" le hablo cuando paso a su lado con la mirada perdida.

"¿Eh?" Harry parpadeo rápidamente y la miro. "Ah, si. Todo está bien" respondió finalmente. "Te deseo suerte allí arriba..."miro detrás de él hacia la trampilla. "La necesitarás" finalizó dándole una leve sonrisa para luego bajar las escaleras a pasos indecisos.

Los tres Slytherin lo miraron irse.

"¿Y qué significa eso?" murmuro Blaise.

Antes de que Amelie pudiera responder una voz grito: ¡Blaise Zabini!

"Supongo que lo descubrirás por ti mismo" Amelie se encogió de hombros antes de sentarse en la escalera de caracol a esperar su turno.

"¿Cómo supo qué estábamos aquí?" musitó el moreno mientras comenzaba a subir.

"Pues lo vio en su mente, ¡Por Merlín, Blaise! ¡necesitas abrir tu ojo interior!" exclamó ella burlonamente.

Blaise rodó los ojos con una sonrisa en su cara antes de desaparecer por la trampilla.

"¿Quieres ver lo que saque del estanque?" dijo Theo tratando de sacar un tema de conversación en el rato que esperaban a su amigo.

Amelie lo miro curiosa. "¿Robaste a un animal?" musitó entusiasmada.

Entonces Theo sacó de su bolsillo una pequeña tortuga que cabía perfectamente en la palma de su mano.

"Se me metió a la boca cuando me hundí" explico poniéndola en la mano de su amiga. "Pensé en que podíamos cuidarla juntos, ya que me obligaste a devolver al hurón y la profesora McGonagall nos prohibió llevarnos al sapito"

"Eso me gustaría, aunque no estoy segura de que se puedan tener tortugas en Hogwarts"

Ambos platicaron animadamente por un rato hasta que Blaise salió totalmente decepcionado, alegando que no pudo ver nada en la dichosa bola de cristal y que la profesora era un fraude total.

Amelie pensó que si Hermione y Blaise fueran cercanos seguramente tendrían una gran plática sobre cómo la materia era una pérdida de tiempo total para ellos.

El turno de Theo fue el siguiente, dejó en las manos de Amelie la pequeña tortuga y subió con pasos tranquilos, a diferencia de Blaise, él era más abierto a esos temas.

"¿Robaron una tortuga?" Blaise se dejó caer a su lado apoyando la cabeza en su hombro.

"Fue Theo...¿quieres ser su segundo papá?" pronuncio alegremente mientras se la acercaba.

"Me ofende ser el segundo, pero lo acepto" dijo para después aceptar al pequeño animal.

En menos de diez minutos, Theo bajo por la trampilla, tenia una cara relajada.

"Te fue bien, supongo" Blaise lo miro con una ceja alzada, algo curioso.

"Vi muchas cosas, aunque no pude entenderlas todas" explico arrodillándose enfrente de ambos.

"¿Qué viste?" lo cuestionó Amelie ladeando la cabeza.

"Bueno...primero vi un apretón de manos, como si dos personas estuvieran haciendo un trato. Luego aparecieron un montón de luces en un... ¿baño?" su voz insegura, mientras sus facciones se tornaban serías a medida que recordaba.

"Un duelo quizás" dijo Blaise imaginado lo que su amigo decía.

"¿Qué más?" murmuro Amelie tragado saliva por la información.

"Bueno...también vi los dientes de una serpiente y unos ojos verdes" se quedó callado tratado de pensar. "Creo... creo que los e visto antes"

Los tres se quedan en un silencio sepulcral, demasiado metidos en sus pensamientos como para hablar.

"No me voy a preocupar por eso, la adivinación es engañosa" habló Theo con voz más relajada.

"¡Amelie Rosier!"

"Espero que tengas razón" murmuro ella con la voz temblorosa, se levanto de su lugar dándoles una ligera sonrisa antes de subir las escaleras de caracol hasta el aula de adivinación.

Abrió la trampilla para ser recibida con un calor horrible, las cortinas estaba cerradas y el fuego encendió. Se mareo tan pronto pisó la alfombra colorida.

"Vamos, acércate Amelie" incitó la profesora con una mano.

Amelie pasó a través de las sillas y mesas hasta donde su profesora aguardaba sentada en una mesa con la bola de cristal frente a ella.

"Un placer verte, Amelie" dijo suavemente.
"Si tuvieras la amabilidad de mirar la bola... Tómate tu tiempo, y luego dime lo que ves dentro de ella..."

Amelie se dejó caer en la silla con nervios, su mirada rápidamente fue a la bola; donde solo podía ve su reflejo. Se inclinó un poco más cerca tratando de concentrarse con todas sus fuerzas.

No funciono. Lo único que pudo ver fueron sus ojos grises a través del cristal.

"¿Y bien?" preguntó la profesora Trelawney con delicadeza. "¿Qué ves?

El calor y el humo aromático que salía del fuego que había a su lado resultaban asfixiantes. Deseaba salir lo mas rápido posible del aula.

"Eeh...una forma extraña moviéndose" terminó por mentir.

"¿Ah, si?"susurro la profesora con curiosidad. "¿A que se parece?"

"Un gato" respondió rápidamente con lo primero que se le vino a la mente.

"¿Estás segura? ¿No hay nada más ahí?" se inclinó más cerca, buscando información.

"No" respondió sin titubear tratando de sonar segura, pero sus manos sudaban en la mesa.

"¿Y qué crees que eso significa?" alzo una ceja para después escribir de prisa y con entusiasmo en el pergamino que tenia en las rodillas.

"Probablemente mi gato perdido regrese" murmuro por lo bajo.

La profesora ladeó la cabeza de un lado a otro, decepcionada.

"Bien, querida. Me parece que lo dejaremos aquí... Un poco decepcionante, pero estoy segura de que has hecho todo lo que has podido" finalmente le respondió dándole una pequeña sonrisa entraña.

Aliviada, Amelie se levantó de su lugar queriendo salir corriendo. Pero entonces oyó detrás de ella una voz potente y áspera:

"Sucederá esta noche"

Amelie dio media vuelta. La profesora Trelawney
estaba rígida en su sillón. Tenía la vista perdida y la boca abierta.

"Intenso" murmuro mirándola de arriba abajo. Amelie dio una paso atrás para irse, sin embargo, no pudo. La querida señora se le acercó rápidamente y la sujetó los hombros. Sus pupilas comenzaron a moverse de manera extraña. Amelie estaba asustada ahora. La profesora parecía a punto de sufrir un ataque y la niña no quería presenciarlo; si se moría en este momento, Amelie sería la última persona que vería.

¡Que miedo!

Y entonces la profesora Trelawney volvió a hablar con la misma voz áspera, muy diferente a la suya:
"El Señor de las Tinieblas está solo y sin amigos, abandonado por sus seguidores. Su vasallo ha estado encadenado doce años. Hoy, antes de la medianoche, el vasallo se liberará e irá a reunirse con su amo. El Señor de las Tinieblas se alzará de nuevo, con la ayuda de su vasallo, más grande y más terrible que nunca. Entonces el terrible destino de la niña comenzará. Encadenada por la sangre, atada por su familia, enlazada con el amor...¡Su libertad llegará solo en la muerte!"

La profesora Trelawney emitió un gruñido. Su cabeza cayó hacia delante, sobre el pecho. Luego, repentinamente, volvió a levantarla como si nada.
Amelie en cambio tenía los ojos bien abiertos y la respiración agitada, apenas y podía respirar.

"Lo siento mucho, chica" añadió con voz soñolienta "El calor del día, ¿sabes...?" se alejó de ella para volver a sentarse en la silla.

Amelie se le quedó mirando fijamente sin parpadear.

"¿Pasa algo, Amelie?" la miró con curiosidad al sentir su mirada penetrante.

"No...nada" musitó con cuidado antes de salir corriendo por la trampilla, bajo las escaleras de caracol como rayo. Theo y Blaise la esperaban abajo para pregúntale cómo le había ido, pero ella solo los jalo de su túnica para arrástralos a su sala común.
En su mente rondaban las palabras de su profesora.
Acababa de presenciar una maldita profecía.

¿Lo era, verdad?

Bueno ella esperaba que no, porque no sonaba muy bonita.

Al llegar a su sala común se dejó caer en el sillón con torpeza, su otros amigos ya se contratan ahí.

"¿Tan mal te fue?" Orion le sonrió con gracia al verla, pero Amelie lo menos que quería ahora era bromear.

"Me fue bien, creo" murmuro suavemente dejado caer su cabeza hacia atrás en el sofá, sus ojos plateados mirando el techo oscuro de su sala.

"¿Y por qué estás tan sudada?" habló la pequeña pelirroja que estaba sentada en circulo con sus amigos.

"Corrí hasta aquí" volvió a murmurar.

"Bueno, tengo unas noticias que no creo que te gusten mucho" habló Cristina lanzándole una mirada preocupada.

Blaise y Theo entraron corriendo por el muro.

"¡No entiendo porque teníamos que correr!" Exclamó Blaise para después empujar a Orion del sillón para sentarse el.

"¿Qué noticia?" preguntó Amelie ignorando a sus dos amigos.

"La ejecución será a la puesta del sol" pronuncio con cuidado esperando una reacción molesta o tal vez triste por parte de Amelie, pero en cambio solo se dejó caer de nuevo en su lugar, sin darle una respuesta.

Ella ya lo presentía, no por nada los del ministerio habían traído un gran hacha consigo. ¿Qué más podía esperar?

Su profesora la dejó lo suficiente traumada como para no pensar en que algo mucho peor le podía pasar.

[...]

═.☆.══════ .☆. ══════ .☆.═

Amelie bajo a cenar como todos los demás. Paso la tarde entera pensando en si debía o no ir a la ejecución, sabía que Harry no dudaría en estar ahí, ¿y quien más estaba pegado como chicle a Harry?
¡Exacto! Hermione Granger.

Amelie sabía que era mejor quedarse en su sala común y deprimirse en su cama por un rato, pero el solo hecho de saber que Hermione estaría llorando por Buckbeak le destrozaba el corazón. Ambas se habían esforzado para que todo saliera bien y al final todo fue en vano.

"¿Qué tienes en mente?" le susurro su hermano al oído para que nadie más lo escuchara, pero una pelirroja si lo hizo.

"¿Estás planeando un plan malévolo para detener la ejecución?" Robyn se acercó más a ella, ambos niños invadiendo su privacidad.

"¿No?" respondió con duda. Si estaba pensando en la ejecución, pero no para detenerla. Eso era imposible.

"Oh vamos, se que quieres ir para ver a Granger" se burló su hermano con una risita.

"Si" respondió Amelie sin captar su burla.

"No es divertido si lo entiendes" Orion negó con la cabeza antes de volver a su cena.

"¿Entonces si vamos a ir o qué?" preguntó Robyn con los ojos brillosos por una aventura peligrosa, aún más sabiendo que no podían salir del castillo a esas horas.

"¿Me estás surgiendo que salgamos y rompamos como cinco reglas?" Amelie ladeó la cabeza burlonamente.

Robyn abrió la boca para responder, pero Amelie la detuvo con la mano. "Acepto"

Al final dejó de lado todos aquello pensamientos que le decían lo mala idea que era, y decidió enfocarse entonces en la castaña que estaba a una mesa de distancia, hablando con Harry y Ron. Quería estar ahí para ella y consolarla si era necesario, además, algo en su interior le decía que debía ir.

Tal vez solo se estaba volviendo loca.

Aún así, al final de la cena todos los Slytherin volvieron a su sala común en las mazmorras para disfrutar un tiempo en amigos antes de irse a dormir. A excepción del trío conformado por dos Golden retriever y un gato negro.

Los tres aguardaron escondidos en un salón vacío hasta que no escucharon ningún ruido, fue entonces que se decidieron por salir.

Amelie asomó la cabeza por la puerta, encontrando el pasillo libre de estudiantes.

"No hay nadie...vamos" susurro antes de tomarle la mano a Robyn para empezar a caminar con cuidado, tratando de pasar desapercibidos.

Parecía que tenían mucha suerte porque en todo el camino no se toparon con ningún alma. Ni siquiera con Peeves, el cual siempre estaba rondado el castillo en busca de alumnos para hacerles bromas.

"Cuidado" exclamó Amelie en un susurro empujado a los dos detrás de un pilar. Por el pasillo que daba directamente hacía la cabaña de Hagrid, aparecieron los tres sujetos del ministerio, justo en la puesta del sol.

Amelie los miro bajar la colina y cuando supo que no podían escucharla soltó el aire de sus pulmones.

"Eso estuvo cerca" murmuro Orion dejándose caer en el pilar más relajado. "Creo que podemos avanzar" volvió hablar para seguir caminado cuando un pequeño crujido vino detrás de ellos, como si alguien hubiera pisado una de las hojas secas que estaban esparcidas por el corredor.

Los tres se tensaron de inmediato; pensando en lo peor, sin embargo, cuando voltearon no encontraron nada. Se quedaron quieto unos minutos para asegurarse de que de verdad no era nadie.

"Casi me da un infarto por nada" habló Robyn con la mano en el pecho.

"Vámonos" Amelie la empujó suavemente para que avanzara.

Los tres llegaron hasta el final del pasillo, solo para terminar escuchado el inconfundible silbido del hacha rasgando el aire.

Se habían tardado demasiado.

"Oh, mierda...¿lo mataron tan pronto?" pronuncio Robyn con los ojos abiertos por el miedo. Ella no esperan que realmente lo hicieran.

A los hermanos Rosier se les secó la boca, ambos tomaron las manos de la pequeña pelirroja.

Amelie tenía un nudo en la garganta. No había llegando a tiempo para poder estar con Hermione, aunque le reconfortaba saber que al menos tenía a Harry y Ron cerca para consolarla.

Los últimos rayos del sol arrojaron una luz tenue  sobre los terrenos, en los que las sombras se dibujaban muy alargadas. A su frente oyeron un aullido salvaje. Era de Hagrid.

Se quedaron ahí parados unos segundos totalmente paralizados, hasta que escucharon una voz provenir de la nada.

"¿Y ustedes que hacen aquí?" Musitó con amargura una voz que Amelie recoció perfectamente por se un poco insoportable.

"¡Ron!" Exclamó otra voz más tranquila y que definitivamente le atraía.

El trío de oro se dejó ver un poco sobre la capa de invisibilidad, apenas y se podía ver la cabeza de cada uno, si hubieran estado en otra situación, el trío de serpientes se echarían a reír por lo tontos que se veían.

"¿Están sordos o qué?" Volvió hablar con voz más fuerte.

"Cállate Ron, nos descubrirán" Hermione le dio un golpe debajo de la capa con fuerza.

Amelie se les quedó mirando sin decir una palabra.

"Te juro que no tome nada ilícito, pero estoy viendo tres cabezas flotantes" exclamó Orion dándose palmadas en la cara.

"Somos dos" respondió Amelie haciendo una mueca.

"Tres" finalizó Robyn.

El trío de oro se acercó más a ellos dejando caer la capa, parecían igual de traumados que los Slytherin por la reciente muerte del animal.

"Oh, Amelie" murmuro Hermione antes de abalanzarse hacia la sangre pura y abrazarla, bajo la atenta mirada de sus amigos.

"Tranquila, estoy aquí" le susurro en el oído una vez que la sujeto con firmeza por la cintura.

Tanto Ron como Harry tenían miradas perplejas, uno enojado por presenciar aquello y el otro entusiasmado por saber que a su amiga también le agradaba Rosier.

Orion miró con los ojos ligeramente abiertos como su hermana le devolviera el abrazo a una niña que apenas conocía, cuando a él apenas y quería darle uno en su cumpleaños. Robyn en cambio estaba un poco celosa, ella aún no había recibido ningún abrazo de su amiga mayor, sin embargo aquel sentimiento se borró tan pronto vio a lejos una forma pequeña y blanca que se acercaba entre la oscuridad de la noche.

"¿Augusta?" cuestionó para sí misma.

La rata de Ron comenzó a chillar de miedo en su bolsillo, llamado la atención de todos, menos de Robyn.

"Scabbers, estate quieta" susurró Ron, llevándose la mano al pecho. La rata se retorcía como loca. Ron se detuvo, obligando a Scabbers a que se metiera del todo en el bolsillo. "¿Qué te ocurre, tonta? Quédate quieta... ¡AY! ¡Me ha mordido!"

"¡Cállate Weasley!" exclamó Orion mirando a todos lados, para ver que nadie viniera hacia ellos.

Scabbers estaba aterrorizada. Se retorcía con todas sus fuerzas, intentando soltarse de Ron.
Amelie se separó ligeramente de Hermione tan pronto vio en las sombras a Crookshanks, acercándose sigilosamente y con los ojos amarillos destellando en la oscuridad.

"¡Es Augusta!" exclamó con alegría Robyn señalado al otro lado, Amelie apartó la vista del gato de Hermione para mirar en la dirección donde la pelirroja apuntaba.

¡Era verdad!

Augusta de arrastraba por el pasto, apenas y podía verse a través de la oscuridad de la noche que había caído. Aún así, Amelie la pudo reconocer, tenia el pelaje sucio y los ojos dilatados mientras seguía avanzado hacia Ron.

"Crookshanks!" gritó Hermione "¡No, vete, Crookshanks! ¡Vete!

Pero los gatos se acercaban más...
"Scabbers... ¡No!"

Demasiado tarde... La rata escapó por entre los dedos de Ron, se echó al suelo y huyó a toda prisa. De un salto, tanto Gus como Crookshanks se lanzaron tras el roedor; y antes de que Harry y Hermione pudieran detenerlo, Ron corrió para internarse en la oscuridad.

"¡Gus, espera!" Gritó Amelie con preocupación, antes de hacer el mismo acto tonto y salir corriendo por su mascota, la cual no había visto en mucho tiempo. No pensaba perderla otra vez.

"¡Amelie! ¡Tu no eres un Gryffindor!" exclamó tratando de sujetarla de la camisa antes de saliera corriendo por los escalones.

Los dos niños desaparecieron en la misma oscuridad. Amelie le tenía miedo a ella, pero no dudo ni un segundo en arrojarse por Augusta, la cual era más que una simple mascota.

Harry y Hermione los siguieron de inmediato.

"Mierda, mierda" murmuro una y otra vez Orion, antes de decidir ir también. "Vamos" le hablo a Robyn para después tomarla de la mano.

Podían escuchar las pisadas y los gritos tanto de Ron como de Amelie.

Esta iba ser una noche larga.

Y apenas estaba empezando.






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Nunca me había costando tanto escribir un capituló, pero bueno aquí está mi gente. A tres capítulos para finalizar el primer acto.

Y ya tengo las notas de todos los capítulos del cuarto año. Y si mi gente, van a llorar, pero no se preocupen también la van a pasar bonito, porque en el cuarto año habrá beso, pero no, no será en el baile o después como siempre suele suceder, en realidad prepare un capítulo especial para eso. Ya verán *guiño guiño*

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