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Hermione había pasado los últimos cuatro días con una felicidad insólita, no había palabras que describieran exactamente como se sentía, por las emociones eufóricas que estaba experimentando.
Desde que Amelie se disculpó en la biblioteca con aquellos ojos plateados encantadores, y desde que ella descuidadamente le otorgó un pequeño beso en la mejilla, (una acción inocente, pero que significó mucho).
Rosier había estado actuando de manera más atenta, sonriéndole cada vez que se encontraban en el mismo lugar o cada que ella llegaba al gran comedor, incluso hubo ocasiones en las que podía notar su mirada de reojo, (la ponía nerviosa de una agradable).
Y por supuesto no olvido ir a sus reuniones en la biblioteca, llegaba casi corriendo con la ropa y cabello desordenado por su recién entrenamiento de Quidditch, se disculpaba por su tardanza y Hermione no podía importarle menos su tardía si al final iba a poder verla, eso era más que suficiente.
Aunque también en ese lapso pudo notar cierto ambiente tenso entre ella y su hermano, pasaron de estar pegados como chicle todo el tiempo a buscar la manera de estar lejos el uno del otro, Amelie no cambió su posición en la mesa de las serpientes siempre se encontraba con Avery o con Zabini, no parecía muy afectada por el reciente alejamiento de Orion; quien se mantuvo unos asientos lejos de sus "amigos", con Theo de segunda.
Aunque sus ojos mostraban un arrepentimiento cada vez que veía a su hermana pequeña.
Hermione quiso preguntarle si algo estaba mal, o si tal vez habían peleado, pero creyó que era ir muy lejos, cruzar una linea que estaba presente misma que Amelie no le otorgaba cruzar.
Aun así estaba feliz por el recién interés que presentó la ojigris hacia su persona, le daba la ligera impresión de que Amelie podría estar interesada en ella. O al menos eso pensó, hasta que la vio en el gran comedor con Malfoy hablando animadamente, mientras el solía jugar con su cabello y tomarla de la mano por arriba de la mesa, entonces entendió que no pasaría.
Por supuesto que aún no entendía por completo el comportamiento de Amelie, a quien se le veía incómoda cada vez el rubio se atrevía hace cosas como esas, deseando que su hermano llegara a sacarla de esa situación, porque aunque fue sincera con Draco respecto a sus sentimientos parecía que el rubio no había entendido nada de nada.
Y Hermione ni siquiera noto que Amelie la miraba cada dos segundos con ojos de borrego, recordando vagamente aquellas sensaciones extrañas que su acción en la biblioteca le causaron, por primera vez en su vida estaba experimentando emociones desconocidas, por ello se encargó de enviarle una carta a su padre.
Claro que no especificó a que se refería, solo le escribió una simple pregunta: ¿Por qué los sentimientos románticos son tan confusos?.
Esperaba una respuesta paciente desde hace cuatro días que le envió su carta, pero su padre no le respondió, era seguro que estuviera ocupado con su madre.
Se resignó cuando creyó que él nunca contestaría.
Amelie suspiro con cansancio mientras movía sus manos con torpeza, tenía en mente disculparse con su hermano por darle la ley del hielo, ella quería lastimarlo con sus acciones, pero su quería que sufriera al menos un poco por las cosas hirientes que le dijo esa tarde en la biblioteca.
Orion trató de hablar con ella múltiples veces, pero Amelie siempre le daba alguna excusa tonta, como cuando le dijo que tenía que ir alimentar a las sirenas junto a Gus, quien parecía no entender la situación, aún así no dudo en ser una gatita fiel y seguirla hasta el fin del mundo.
Gus también la acompañó a las reuniones con Hermione en la biblioteca. Cada vez que Amelie llegaba su pequeña mascota ya se encontraba ahí, esperándola pacientemente como una castaña, al principio en las reuniones se mostró un poca tímida por los ojos bonitos que la miraban "disimuladamente", Hermione no era muy buena con su intento de ser discreta.
Pero con los días se acostumbro, recupero su confianza para parlotear todo el día, sobre cualquier cosa en general.
Por ejemplo su creciente felicidad debido a su buen puntaje en Quidditch como cazadora, se logró posicionar como una de las mejores, Minnie incluso se había acercado a ella para felicitarla por su increíble actuación y le dijo que seguía de esa manera era muy probable que pudiera obtener un gran reconocimiento, justo como ella cuando era joven.
Amelie había dado brincos de emoción y por un momento se olvido con quien estaba hablado que se lazo a abrazar a su profesora de transformaciones, la cual se sorprendió demasiado qué término quedándose parada como estatua. Se avergonzó muchísimo cuando se alejó de ella, pero Minnie le sonrió con cariño antes de darle palmadas en hombro y con voz suave decirle que estaba orgullosa.
Un tiempo después de eso, el profesor Lupin también la felicito por su gran trabajo en sus estudios, aclamando que podía ser una de las mejores brujas que allá visto, Amelie
en su mente imagino que Hermione también era una, si no la mejor que ella conociera.
A pesar de ser hija de muggles.
"Hermione también es sorprendente ¿no es así, profesor Lupin?" Le había preguntado de la nada una tarde, mirando su chocolate con desinterés.
Lupin se había quedado procesado sus palabras, después de un minuto de silencio él sonrió y se rio ligeramente para revolverle el pelo con una mano.
"Si, Amy...lo es"
Amelie sonrió de igual manera para terminar su chocolate, aquel día había sido bastante bueno, pero hubiera sido mejor si pudiera contarle a su hermano sobre su gran logro, aunque en su corazón tenía la ligera tristeza de hacerlo sentir mal, ya no sabía si debería seguir actuando de la misma manera, Orión era quien siempre la felicitaba antes de que ella dijera algo.
Ahora se encargaría de tener una conversación saludable con su querido hermano. El cual al parecer estaba más deprimido de lo normal según las palabras de Robyn, casi no hacía chistes, no se reirá o hacia un comentario sarcástico a Draco. Y eso si que era de sorprenderse tratándose de él.
Por eso tenía en mente buscarlo para hablar, ya tuvo suficiente con su ley del hielo.
Y para su extraña suerte, ese mismo día en la tarde cuando llegó a su sala común luego de una sesión de estudio con Hermione, se encontró a su querido hermano sentado solo en el sillón concentrado en el gran lago negro como si de repente fuera a salir corriendo de las mazmorras para ir arrojarse.
Le pareció muy extraño que a esta hora no hubiera nadie en la sala común, era muy temprano como para que estuvieran dormidos.
Se aclaró la garganta con torpeza y desvió la mirada cuando Orion se asustó de su presencia.
"Amelie" murmuro el parpadeando varias veces para salir de sus pensamientos.
"Hola" murmuro ella devuelta, un tanto incomoda.
Orion se levantó de su lugar con la cara más seria que ella jamás había visto, se paró en medio de la sala común, Amelie tuvo el presentimiento de que le gritaría como la última vez porque sus orejas estaban de un color rojo.
Eso no sucedió.
Orion se arrojó hacia ella en un abrazo que la tomó por sorpresa, y comenzó a balbucear palabras que Amelie no entendía porque parecía que él quería llorar.
"Me asfixias" murmuro contra su oído.
Orion de inmediato se alejó para ver a su hermana, tenía los ojos ligeramente manchados de lágrimas, y unas ojeras debajo de estos. Amelie no las había notado.
"Lo siento Amelie, de verdad...no-no quise decir todo eso en la biblioteca" su voz tan frágil que la hizo sentir mal.
"Yo-no se de donde salió eso, estaba enojado con Cristina que dejar salir algo que no sentía." murmuro avergonzado.
Amelie se acercó y lo golpeó con sus dejos en el entrecejo.
"¡Ay, ¿por qué fue eso?" Preguntó con las manos en la frente.
"Hablas mucho" se encogió de hombros pasando por su lado. "Acepto tus disculpas Ori" hablo sentándose en donde estaba el antes.
"¿Tan rápido?, no,no,no...¡tienes que hacer que sufra más!" Exclamó dramáticamente moviéndose de un lado a otro.
"Te grité por algo que no es tu culpa"
"Tienes razón y por eso fue la ley del hielo" señaló con un dedo a su hermano, quien la miró ofendió.
"¿Me estabas ignorando de verdad? pensé que estabas ocupada" Exclamó ahora indignado.
Se la había pasado los últimos días buscando cualquier excusa para estar cerca de su hermana, la seguía a todos lados como un cachorro perdido, incluso se había disculpado con Cristina para que ella le ayudara.
"Bueno si estuve ocupada con mis tareas, entrenamientos y sesiones de estudio con Granger en la biblioteca" enumero contando con sus dedos.
"¿Con Granger?" Murmuro desconcertado.
"Si, ¿por qué?" Preguntó confundida cuando vio la cara extraña que puso su hermano.
"No es nada, solo me sorprende que te hable luego de lo que tu supuesto novio le hizo" Respondió con indiferencia.
"Primero que nada: me disculpe con ella, segundo Draco no es mi novio y tercero..." se detuvo pensando en algo más. "En realidad no hay tercero" se volvió a encoger de hombros para recargar su peso en el sillón.
Orion suspiro derrotado, se acercó hasta donde estaba y parado torpemente frente a ella se arrodilló; los ojos grises de ambos hermanos se encontraron en un acuerdo silencioso.
"Lo lamento" se disculpó con firmeza, sin ninguna expresión en la cara.
Amelie lo miro unos segundos esta vez su disculpa era más seria y lo sabía por la forma en que la miraba. En el fondo estaba insegura, sus palabras le dolieron si, pero también era su hermano, su protector. Lo amaba ahora y siempre.
"Te perdono" respondió con el mismo tono de voz.
Se quedaron quietos un poco incómodos por el ambiente silencioso de la sala común, para luego de mirarse fijamente con una sonrisa, en una pelea por ver quien pestañeaba primero.
Orión ganó.
Se acomodó a lado de su hermana con cuidado de no incomodarla. "Fui un idiota y un total hipócrita, mi disculpa de verdad es sincera, Amy"
"Lo sé" Se encogió de hombros para después recargar su cabeza en el cómodo sillón.
"¿Por qué eres tan fácil? al menos deberías gritarme". Admitió mirándola con incredulidad.
"Tengo muchas razones, pero aprendí del abuelo que nunca le debes responder a un necio o serás igual que el" Respondió cerrando los ojos para descansar, en su mente giraban las miles de lecciones que tuvo que aprender a la mala.
"Auch" Exclamó frunciendo él entrecejo.
"Es la verdad, tu fuiste quien me atacó y de todas maneras tampoco has defendido a nadie todo este tiempo" Habló volviendo abrir los ojos, esta vez su vista en el techo verde.
"¿Qué quieres decir?" Preguntó un poco desconcertado, copiando su acciones para que ahora ambos estuvieran en la misma posición.
"Fuiste tú quien me recordó las apariencias enfrente de mis amigos" Le recordó aquella vez en Hogsmeade cuando casualmente ella intentó defender a Hermione a su manera.
"Y luego tú hiciste lo contrario" Murmuro ahora refiriéndose al incidente con Cristina en el gran comedor.
"Tienes razón y por eso me llame hipócrita, solo que aveces es cansado Amy, ¿no te gustaría por una vez dejar todo atrás para ser tu misma?" Preguntó con melancolía en su voz.
"No, porque si dejo todo atrás entonces también estaría
dejando las razones que me llevaron a lo que soy ahora" Le respondió girando su cabeza para mirarlo.
"Entiendo" Murmuro parpadeando varias veces porque en realidad no lo entendió.
"No te sientas mal Ori, no todo tiene que ser tan malo; tenemos todo lo que necesitamos" Se incorporó para ahora recargase en el hombro de su hermano, tratando de ser una buena compañera.
"Si...pero no lo que queremos" murmuro de nuevo con voz vacía.
Ambos se quedaron en silencio, por razones diferentes: Amelie tenía en mente que no quería nada por ahora, si bien algunas veces deseaba vivir sin obligaciones, tampoco sería capaz de cambiar su vida, ni a su familia.
Orion por otro lado solo deseaba abandonar todo lo relacionado con su sangre y apellido e irse muy lejos donde nadie lo conociera. Pero para su tristeza eso también significaba abandonar a su hermana pequeña y él nunca podría hacerlo eso.
"Me gustaría poder intercambiar mi libertad contigo, así entonces no te preocuparías tanto" Susurro luego de varios minutos. Aquellas palabras significaron mucho para Amelie.
"Gracias Ori, me gustaría decir que te daré algo mío pero lo único que puedo intercambiar serían obligaciones" Habló con burla, rodando los ojos. Y Orion entendió que su tono no era enserio.
"Lo siento" Se disculpo por tercera vez, sintiendo la vergüenza por su arrebato en la biblioteca.
"Si vuelves a disculparte te golpearé a la manera Muggle" Exclamó con diversión, esta vez no fingiendo y dándole una sonrisa sincera.
"Vaya, Granger ya te está afectando" Se rio ligeramente de ella cuando sus mejillas se pusieron levemente rojas por sus palabras.
"Idiota" Gruño con irritación, "¿por qué no hay nadie aquí de todas formas?" Preguntó para cambiar el tema, además de que de verdad era extraño lo desolado que estaba el lugar.
"Le pague a los dos Weasley para que le hicieran una gran broma a Filch y todos están ahí para verla, a excepción claro de Cristina y Theo, ellos están en sus dormitorios esperando porque arreglemos las cosas" Explicó sin importación mientras sacaba una rana de chocolate para ofrecérsela.
"Creí que Cristina estaba molesta contigo" Habló con extrañeza, recibiendo con gusto el dulce.
"Aún lo está, pero no quiere verte triste ya sabes..." Dejo que su hermana tratara de captar, pero no lo hizo.
"En cuanto a Theo a estado esperando a que nos disculpemos porque quiere volver a sentarse contigo, creo que mi compañía no es tan buena como la tuya. Además comienzo a creer que alguien lo obligó a pasar tiempo conmigo" Habló entrecerrando los ojos a su hermana quien parecía más enfocada en su rana de chocolate.
"No tengo idea de lo que hablas" Mintió descaradamente.
"Iré a ver a Cris, nos vemos mañana" Se despido antes de que a su hermano se atreviera a hacer más preguntas.
"Hasta mañana Lie"
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Una mañana antes del partido de Hufflepuff contra Ravenclaw, Hermione se dirigía a su clase de runas antiguas como de costumbre, cuando fue interceptada por una pelinegra que irradiaba tanto como el sol.
"¡Hey Granger!" Exclamó corriendo hacia ella con su saeta de fuego en la mano. Aun tenía puesto el uniforme de Quidditch por su recién entrenamiento.
Hermione se detuvo de inmediato cuando escuchó su voz.
"Hola, ¿todo bien?" Preguntó con una ligera sonrisa.
"Perfectamente, ¿puedo acompañarte a tu clase?" Se ofreció señalando con su cabeza hacia la dirección en la que se dirigía anteriormente Hermione,quien con ilusión acepto.
Ambas empezaron a caminar tranquilamente por el pasillo, algunos alumnos se les quedaban viendo raro, pero no se atrevían a decir nada.
"¿Estabas entrenando?" Preguntó un poco desconcertada, era muy temprano para que tuviera las mejillas manchadas de lodo.
"Si, desde las seis de la mañana" suspiro con cansancio antes de seguir hablando. "Esta tarde el equipo de Hufflepuff usará el campo para entrenar y después de ellos seguirá Ravenclaw, por lo que no tuvimos de otra más que cambiar nuestro entrenamiento a la mañana" habló moviendo con descuido su capa de Quidditch.
"Eso explícala la suciedad" murmuro Hermione con una sonrisa de lado. En su mente creyendo que la niña se veía bonita, aún con la tierra decorándola por todos lados.
Amelie no entendió que quiso decir, por lo que llevo su vista hasta su ropa la cual obviamente no estaba en su mejor estado, además era muy probable que su cara se encontrara de la misma manera.
No pensó en eso cuando se acercó a ella, el impulso de seguirla fue más grande.
"¿Estoy muy sucia?" Preguntó deteniendo su paso.
"¿Si quieres puedo ir a cambiarme y te veo después?" Murmuro avergonzada mirando hacia otro lado.
Amelie no espero una respuesta, ahora dándose cuenta de su fachada desarreglada. Dio media vuela para irse cuando una mano la detuvo.
"¡No!" Exclamó Hermione sujetándole la mano con fuerza.
Se sonrojó de inmediato cuando se dio cuenta de sus acciones pero no apartó su mano de la suya, en cambio se paró firme en su lugar y la miro. "Dijiste que me acompañarías a clase ¿no?" Preguntó con inseguridad.
Amelie ni siquiera la estaba mirando, su atención más bien en sus manos juntas, no podía sentir exactamente la mano suave de Hermione como aquella vez en la torre de astronomía, sus guantes se lo impedían. Pero el solo hecho de que estuviera en la suya provocaba un hundimiento en su estómago que no era capaz de comprender.
"Si..." murmuro después de unos segundos.
"Pues entonces, vamos" Pronuncio con felicidad para atraerla y que caminara a su lado otra vez.
"Pero estoy toda sucia, puedo acompañarte a otra clase después" Dijo con serenidad, pero al ver que Hermione le soltó la mano se retractó. "Oh tal vez si podría...
No termino de hablar porque la castaña levantó un pañuelo blanco cerca de su cara.
"¿Qué haces?" Le preguntó confundida, pero dejó que Hermione se lo pasara por sus las mejillas pálidas.
"Limpiándote" respondió con obviedad. "No creo que te veas mal con suciedad por la cara"
Amelie no respondió, en cambio cerró los ojos dejando que la limpiara con suavidad, sintió el pañuelo pasar por sus mejillas hasta su barbilla, luego por el puente de su nariz y frente, el tacto de Hermione podía describirlo como algo correcto, delicado, celestial.
Y si por ella fuera se quedaría así por un tiempo indeterminado, con Hermione acariciando su piel suavemente.
La castaña por otro lado tenia la mente perdida mientras detallada cada centímetro de su rostro, la piel de Amelie era tan pálida que podía reflejarse con claridad los rayos del sol, observó la forma de sus labios dulces, recordando vagamente que la niña se la pasaba comiendo plumas de azúcar, que ahora ella identifica eso como el olor característico de Amelie.
Hermione nunca pensó que se necesitaría tan poco para enamorarse, pero solo necesito un simple "hola" para no dejar de pensar en ella, con una simple sonrisa sus ojos no pudieron parar de verla de nuevo. Y ese sentimiento de anhelo que invadía su corazón cada vez que estaba cerca, sus latidos desenfrenados exigiéndole más cada vez, le gustaba, pero también lo odiaba.
Hermione alejo su mano cuando las emociones de duda llegaron a su mente, un mar de decepción se instaló en su alma al no saber si Amelie la miraba de la misma forma o incluso, preguntándose si se daba cuenta de cómo sus ojos avellana resplandecía de manera que gritaban eufóricos por su presencia.
Le gustaría que Amelie le diera una señal para sacarla de esta confusión.
Porque aveces la contemplaba como si se conocieran de toda la vida. Y otras veces ni la volteaba a ver...
Amelie abrió los ojos con cuidado para ver a Hermione pensativa, como si de repente recordara algo malo que ocurrió en su vida.
"¿Estas bien?" Preguntó con suavidad
La castaña levantó la vista del suelo y se permitió sonreírle con ternura. Los ojos plateados tan brillosos como la luna, y en contra de su voluntad, con mucha dificultad y necedad en no querer aceptar la realidad, comprendió finalmente que eran esos ojos profundamente maravillosos algo que quería contemplar por mucho tiempo.
"Más que bien, ¿vamos? no quiero llegar tarde" Habló girándose para empezar a caminar, Amelie la siguió sin dudar.
"¿A qué clase te diriges?" La cuestión cuando se dio cuenta de que caminaban hacia un pasillo opuesto a la clase de adivinación que casualmente también se daba en esta hora.
"Runas antiguas, ¿por qué?" Respondió Hermione.
"¿No tenemos clase con la profesora que parece una libélula?" Comentó ladeando la cabeza con confusión.
Hermione se puso nerviosa por su pregunta,
e inconscientemente llevó su mano hasta el collar dorado que colgaba de su cuello.
"Si, pero...yo voy a tomar está clase ahora"Le dijo tratado de sonar segura.
"¿Estas mintiendo?" se giró para empezar a caminar de espaldas con los ojos entrecerrados y una sonrisa burlona.
"Por supuesto que no tonta, ¿por qué mentiría?" Soltó una risita nerviosa.
Amelie le iba a contestar cuando Hermione señaló que ya habían llegado a su clase, la puerta se encontraba entreabierta y por curiosidad se asomo encontrándose con algunos algunos que la miraron extrañados.
La profesora Bathsheda que estaba sentada en su escritorio también levantó la vista, para encontrase con cierta Slytherin y una Gryffindor que se despedían de manera amistosa.
Raro.
"¿Irás al partido de mañana, verdad?" le preguntó antes de que la castaña entrara por completo al salón de clases.
"¿Me estás invitando o...?" levantó las cejas incitándola a responder. Amelie se rascó la nuca nerviosa porque había escuchando la conversación con Corman, y al parecer a Hermione no le gustaba tanto el Quidditch como a ella.
"Si" murmuro al final, no queriendo retenerla más.
"Ahí estaré" declaró sonriendo antes de entrar al salón, donde Amelie la perdió de vista.
Se quedó unos segundos mirando el lugar como tonta, sintiendo de nuevo ese revoltijo en su estómago, últimamente era más seguido y con mayor intensidad, estaba pensado seriamente en ir con Poppy para que la revisaran, de seguro tenía algo malo en el estómago.
Aunque, si lo pensaba con suma atención siempre sucedía con Hermione cerca, tal vez la castaña tenía una magia extraña de la cual nunca le habló.
Era poco probable, le había hablado todo acerca de ella, como donde vivía, sus pasatiempos y gustos, (los cuales escribió en su libreta de notas por si acaso).
Pero nunca le mencionó algo como eso.
O tal vez sus síntomas se debían a...
"No,no,no" murmuro por lo bajo sacudiendo su cabeza rápidamente. Se giró de nuevo para volver por el mismo pasillo hacia su sala común, esta vez se encargaría de tomar una buena baño.
En todo el trayecto Hermione no salió de su cabeza.
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Amelie entró en el gran comedor seguida de Theo, era la mañana del partido de Hufflepuff contra Ravenclaw y todos parecían bastante animados a pesar del clima frío.
Se escuchaba el murmullo de los alumnos que apostaban por quien ganaría en esta ocasión y aunque Amelie no tenía ninguna preferencia por alguna casa (a excepción de la suya) esta vez había decidido apoyar a sus compañeros tejones, porque en su mente podía recordar como en el partido contra Ravenclaw parecían querer lastimarla gravemente.
Amelie era rencorosa en todos los sentidos, aún cuando habían pasado varias semanas, ella no lo olvidaría.
Se acomodó en su asiento de todos los días a lado de su amiga rubia, quien tenía una sonrisa en la cara tan pronto vio a Rosier entrar por las puertas del comedor.
Todos sus amigos ya se encontraban ahí, hablando animadamente.
"¿Quién crees que gane, Amelie?" Preguntó Hugo con un sonrisa entusiasmada.
"Ravenclaw tiene un mejor equipo, sin embargo, mi apoyo va para los tejones" Respondió tranquilamente.
Theo a su frente soltó una risita seguida de su hermano.
"¿Sigues molesta por lo que te hicieron?" Preguntó con una ceja alzada.
Amelie no respondió en cambio se encogió de hombros restándole importancia. La conversación siguió con normalidad, debes en cuando ella aportaba algo, pero la mayoría del tiempo la pasó callada, esperando pacientemente en su lugar a que cierta chica Gryffindor apareciera por las puertas principales del comedor.
Y eso no tardo mucho en suceder pues Hermione entró a lado de Ginny Weasley una pelirroja igual de entusiasta que Robyn, si lo pensaba bien eran bastante parecidas tanto en físico como en personalidad.
Tal vez en una realidad alterna hubieran sido amigas o se hubiera odiado porque eran casi iguales, Amelie no sabría decirlo con claridad.
Hermione le sonreía a su amiga que hablaba sobre Harry sin parar, su pequeño enamoramiento por el no había cambiado en nada y la mayoría del tiempo le pedía consejos. Ella intentaba dárselos aunque en el fondo tenía en cuenta de que ni siquiera le funcionaban a ella o simplemente no los ponía a prueba.
Tan pronto como se acercó a su mesa unos ojos plateados la miraban de lejos, esperando paciente por que volteara y así lo hizo, Hermione se acomodó en su lugar llevando su mirada a la mesa del otro lado del gran comedor, donde Amelie ya le estaba dando una pequeña sonrisa ladeada, ella se la devolvió con un poco más de emoción, sus mejillas se tornaron rojas sin poder evitarlo.
"¿Estas escuchándome, Mione?" Habló la pelirroja a su lado, provocando que rompiera el contacto visual con Rosier.
"Perdón, ¿qué decías?" Preguntó con una risa nerviosa esperando que Ginny no se diera cuenta.
"Aquí vamos de nuevo" murmuro con un suspiro cansado, no era la primera vez que intentaba hablar con Hermione sobre lo que fuera y ella estaba más perdida en sus pensamiento o viendo a cualquier lado antes que prestarle atención. "¿Qué te tiene en las nubes, Her?" Preguntó con curiosidad.
Hermione se acomodó mejor en su lugar para comenzar a servirse la comida. "¿De qué hablas?" Preguntó haciéndose la ignorante.
"Últimamente has estado perdida y lo más extraño es que no parece ser en algún libro" Mencionó lo último con un toque de burla.
"Que tontería, estoy bien" Se encogió de hombros sin tomarle importación.
Harry y Ron se acercaron para sentarse unos asientos más lejos de ellas, Hermione inconscientemente llevó su vista hacia ellos. Ginny siguió su línea de visión y cuando pudo observar a quien miraba su amiga atentamente, casi se cae de la silla con horror.
"Que asco" saco la lengua fingiendo vomitar. La chica a su lado la miro confundida. "No me digas que te gusta mi hermano"
Hermione casi escupe su bebida ante las palabras de su amiga pelirroja.
"¡No!" Gritó totalmente desconcertada, todos a su alrededor le lanzaron una mirada curiosa por su arrebato. "No Ginny, ni en sueños" murmuro avergonzado. "Además no es mi tipo" Sentenció devolviendo su mirada hacia la mesa Slytherin donde una Amelie sonriente chocaba los cinco con Robyn.
"Oh bueno eso es un alivio, mi hermano no es muy buen partido para ti" Estuvo de acuerdo con un asentimiento firme. "¿Quién es tu tipo entonces?" Preguntó con mucha curiosidad.
Hermione agachó la vista ante su pregunta tan personal, no podía simplemente decirle un nombre al azar, pues en la punta de la lengua tenía ya a cierta chica de ojos plateados.
"Oh bueno, ya sabes...gente" balbuceó con torpeza sin mirar a Ginny.
"¿Gente?" Repitió con una sonrisa burlona.
"Impresiónate, ¿quieres decir que cualquier chico podría ser tu tipo?, como ese de allá" mencionó señalando descaradamente hacia un alumno de Ravenclaw, el mismo que tiro a la sangre pura de su escoba.
Hermione frunció el entrecejo de inmediato y negó con la cabeza rápidamente.
"O tal vez ese otro" volvió apuntar con su dedo esta vez a un alumno de la casa verde, que tenía la cara de pocos amigos, era alto y muy poco agraciado.
La castaña bajo la mano de su amiga por su falta de educación al señalar cómo si nada a la gente. "No me refería a eso Ginny" Habló con frustración.
"¿Entonces a qué?" Ladeo la cabeza confundida.
"Ningún chico es mi tipo, en absoluto" murmuro con las mejillas rojas, se le quedó mirando con una mueca tratando de trasmitirle algo con sus ojos marrones y para su buena suerte Ginny no era mala captado las cosas, lo entendió perfectamente.
"Oh" susurro abriendo los ojos cómicamente.
Hermione se sintió un poco insegura por su reacción, pensando que la insultaría o diría algo poco agradable. Pero en lugar de eso, Ginny sonrió en grande para después comenzar a picarme las costillas en burla.
"¡Omg, es grandioso Her!" Exclamó entusiasmada.
La castaña se rio ligeramente apartando sus manos.
"¿De verdad?" Preguntó dudosa.
"Por supuesto, los chicos son muy tontos" Respondió con alegría. Movió su mano de un lado a otro, restándole importancia.
"Supongo"
"¿Y quién es tu tipo de chica ideal entonces, ahora hablando enserio?" Preguntó por lo bajo, poniendo su cabeza en sus manos para prestarle suma atención.
"No se" Suspiro volviendo a intentar comer con tranquilidad, aunque sabía que Ginny no la dejaría en paz.
"Vamos dime" Insistió picándole la mejilla con gracia.
Hermione se quedó quieta, si le daba una descripción corta no había posibilidad de que Ginny supiera quién era, por lo que al final terminó cediendo ante la insistencia de su amiga.
"Tal vez que me traten bien, que se respetuosa" murmuro bajito para que nadie más que su amiga la escuchara, Ginny sonrió enormemente antes de decirle que continuará.
"Que sean atentas y muy caballerosas" Discretamente le echo un vistazo a la mesa de Slytherin.
Amelie hablaba tranquilamente con Avery, en sus manos jugaba con un pergamino viejo, tratando de convertirlo en algo más con su varita justo como una chica mayor de su casa le enseño.
"Eso es difícil de encontrar, Mione" Declaró Ginny cruzándose de brazos tratando de pensar en alguien de la descripción, pero por más que lo intento nadie se le vino a la mente. Y si hubiera prestando una poco más de atención a su amiga, lo habría descubierto, los ojos marrones de Hermione no eran muy discretos cuando se trataba de Amelie.
En el momento que almuerzo se terminó todos salieron emocionados por el partido que estaba a punto de darse, Hufflepuff tenía una oportunidad bastante buena. Y Amelie quería asegurarse de que no perdieran, por lo que cuando se dirigía a las gradas con sus amigos, pudo ver a lo lejos a Cedric Diggory el grandioso capitán de los tejones.
Le dio un golpe en las costillas a Theo y señaló con la cabeza hacia el otro lado del pasillo.
"¡Oye Diggory!" Le gritó Theo con fuerza y el chico mayor no tardó en llevar su vista hacia las dos serpientes.
El grupo de Slytherin camino a pasos tranquilos hasta él.
"¡Asegúrate de ganar, tengo una bolsa de galeónes apostada a tu favor!" Hablo Amelie con emoción cuando paso por su lado, chocándole el puño cuando Cedric le sonrió agradecido por su apoyo.
"Ten por seguro que ganaremos, pequeña Rosier" Le regalo un guiño burlón antes de que desapareciera por el campo de Quidditch.
Amelie subió las gradas hasta colocarse en un lugar cómodo para poder ver, instintivamente llevó su mirada a las gradas de Gryffindor donde Harry y Ron se acercaban hablado. Harry conectó su mirada con ella y la saludó discretamente con la mano, esta vez no dejaría que su amigo pelirrojo le impidiera tener una amistad con la niña.
La pelinegra le devolvió el saludo, volviendo a girar su vista cuando sintió que Cristina la tomaba del antebrazo con fuerza.
"Hace frío" murmuro su amiga recargándose más cerca de ella.
"Un poco" le respondió Amelie sin prestarle mucha atención a sus acciones, más concentrada en una Gryffindor que había llegando a las gradas con su amiga pelirroja.
Todas las casas se acomodaron en su lugar.
Y cuando el partido comenzó se escucharon los gritos eufóricos de algunos alumnos, emocionados por ver a sus amigos y compañeros jugar.
Lee Jordan tan apasionado como siempre empezó a narrar el partido, dándole mucha atención a los dos buscadores.
"¡El primer punto es para Hufflepuff" exclamó dramáticamente.
Amelie gritó feliz, para después chocar los cinco con Theo y Robyn quienes se colocaron a su otro lado sosteniendo pequeñas banderas amarillas, de las cuales no tenía idea de donde sacaron.
El partido siguió su rumbo normal, los tejones estaban jugando de manera más brusca de lo que suelen hacerlo.
"¡Casi lo tira de su escoba, Merlín vienen con todo!" Mención Lee señalando con su dedo a un Hufflepuff que había empujado sin ningún remordimiento al chico más joven de Ravenclaw.
"¡Magnífico!" Exclamó Amelie con una gran sonrisa.
"¿Si te das cuenta de que te enfrentarás con ellos en el próximo partido?" Le susurro Cristina el oído.
"Si, pero esta bien, ganaremos" se encogió de hombros con egocentrismo. La rubia se rio ligeramente de su amiga.
"Oh, claro porque estás tú en el equipo ¿no?" Le preguntó con burla sin apartar la mirada de su perfil lateral.
Amelie volteó para sonreírle de la misma manera.
"Obviamente, me ofende si piensas lo contrario" ambas se miraron a los ojos con una sonrisa ladeada. A Cristina siempre le gustó burlarse de ella porque sabía que le molestaba si le decía que no lo había hecho bien, así el próximo partido lo haría tres veces mejor, solo para recibir un halago, que su amiga sin objeciones le daba.
Avery sintió que alguien más las miraba por lo que llevó su vista hacia atrás para encontrarse con una Gryffindor de ojos marrón.
"Granger nos está mirando como una acosadora" murmuro con cuidado y una sonrisa burlona apareció en su rostro unos segundos después.
Amelie al escuchar eso se volteó como rayo, encontrando los ojos entornados de Hermione que la miraban anhelando algo. Ella no supo que, apartó la vista cuando sintió a su amiga acercarse mucho más, ahora invadiendo su espacio personal justo como cierto rubio siempre hace.
El cual no se encontraba ahí por cumplir un "castigo" con Snape por el incidente con Hermione pues Amelie se encargó de hacerle saber aquello a su profesor y él con tal de cumplirle el capricho a la niña, acepto.
Pero eso es algo que nadie debe saber.
"¿Estas bien?" Le preguntó a la rubia removiéndose un poco incomoda, si había algo que Amelie apreciaba es cuando no invadían su espacio personal con su afecto.
"Muy bien" murmuro la rubia sin prestarle atención.
Amelie volvió a llevar su vista hacia Hermione, quien la seguía mirando, con cuidado de que nadie la viera le hizo señas de que bajara las gradas. La castaña al principio no entendió pero cuando la vio alejarse de su amiga supo entonces lo que quiso decirle.
"Ahora vuelvo, Ginny" Le dijo rápidamente a la pelirroja a su lado.
"¿A dónde vas?" preguntó su amiga confundida.
"Al baño" Se excusó torpemente y como Ginny estaba más concentrada en el juego no le dio importancia a sus palabras.
Hermione bajo casi corriendo las gradas, de fondo se escuchaba la voz del comentarista y la gradas tan animadas como siempre. Para cuando llego a la parte baja llevo su vista hacia todos lados, Amelie se encontraba debajo de las gradas, justo donde estaban los vestidores.
Le hizo señas que se acercara y Hermione un poco indecisa se acercó.
"Hola Granger" Amelie le sonrío cálidamente.
"Hola, ¿qué se supone que estamos haciendo aquí?" Le pregunto cuando ella le indico que sugieran caminando.
"Vamos a ver el partido desde una lugar diferente..." Le respondió con calma, luego se dio la vuelta con las cejas fruncidas. "A menos que no quieras verlo, porque si es así podemos ir a la biblioteca o a cualquier otro lado"
A Hermione no le agradaba la idea de ver Quidditch y sinceramente la propuesta de la biblioteca era muy tentadora, pero por otro lado Amelie parecía ansiosa por ver aquel juego, por lo que terminó diciéndole que también quería verlo con ella.
Caminaron a pasos tranquilos, Amelie tenía sus manos metidas en su pantalón, hacía algo de frío pero no tanto como los meses anteriores. Ambas se detuvieron cuando llegaron a una esquina lejana, donde había una banca que daba una vista perfecta del campo, ademas de que estaba alejada de todos y era muy difícil que alguien las viera.
Tan pronto llegaron Hermione fue la primera en sentarse, la pelinegra se acomodó a su lado, más cerca de lo que quiso, pero a ninguna pareció importarle.
"¡Miren eso, Diggory acaba de ver la Snitch!" Exclamó la voz de Lee desde las gradas.
"¡Fantástico!" Exclamó emocionada la niña.
Hermione la miro divertida todo el tiempo, se perdió por completo el partido mientras la veía sonreír y gritar feliz cada vez que Hufflepuff anotaba.
En todo en momento que estuvieron ahí, Amelie se la pasó hablado desde el partido que estaban presenciando hasta algunos juegos pasados donde ella participó.
La castaña la escucho atentamente cada vez, no la interrumpió en nada e inclusive algunas veces le hizo preguntas al respecto.
Amelie solía disculpase con ella cada vez que divagaba demasiado, pero Hermione solo le sonría lindamente antes de decirle que estaba bien, que podía seguir hablando tanto como quisiera.
No fue exactamente lo que Hermione esperaba de ella cuando la invitó al partido, pero estaba contenta de al menos tenerla a su lado, en lugar de que ella estuviera del brazo con Avery. De solo verlas le provocaba un dolor en el estómago desagradable muy diferente al que solía tener con Amelie.
"¡Cedric Diggory atrapó la snitch, Hufflepuff gana!"
Las gradas estallaron en gritos eufóricos por aquello, Amelie se levantó de su lugar cuando el capitán de los tejones la saludó con la mano al pasar cerca de los vestidores en su escoba.
"Vamos, tengo que llevarte con tus amigos" Amelie le dijo suavemente antes de guiarla de vuelta.
"¿Estabas emocionada por qué Hufflepuff ganara?" Le preguntó levantando sus manos para abrasarse a su misma.
"Por supuesto, Ravenclaw parece tener algo en mi contra" Expresó con los ojos entrecerrados recordando el partido contra ellos. "Honestamente me sentí inútil al principio del ese partido" murmuró lo ultimo más bajo.
"Pero no eres ninguna inútil, al contrario eres grandiosa, y si no fuera por tu increíble esfuerzo, Slytherin no habría ganado y lo sabes" Mencionó lo ultimo empujándola suavemente en un costado.
"Vaya nunca creí escuchar eso ti, pero tienes razón ¿soy asombrosa no?" Declaró levantando las cejas varias veces a lo que Hermione se rio.
"No debí decir eso, solo alimento tu ego" admitió divertida.
"Tienes razón, pero ya lo dijiste y no lo voy a olvidar en mucho tiempo" Reconoció con un asentimiento firme.
Ambas regresaron hasta el castillo con una gran sonrisa mientras hablaban de su siguiente sesión de estudio.
En el camino Amelie le pregunto si había visto a su gatita, porque desde la mañana ella no pareció por ningún lado y eso sí que era bastante raro, Augusta solía pedir alimentos de una manera poco amable, pero esta vez fue diferente, no hubo alguien que le arañara la cara para despertarla.
Hermione por otro lado mencionó que su gato también había desaparecido, pero solía ser más constante por lo que no le preocupaba en absoluto si no volvía por un tiempo, tal vez estaba cazando ratones o cucarachas en el castillo.
Cuando llegaron al final del corredor que daba directamente hacia las gradas se toparon con alguien no muy agradable.
"Hola Hermione, siempre nos encontramos tan inesperadamente" hablo la voz de Cormac detrás de ellas.
Amelie instintivamente rodó los ojos, no es que tuviera algo en contra del chico pero recientemente descubrió que no le caía bien en lo más mínimo.
"Hola Cormac y adiós" murmuro Hermione sin verlo para seguir caminando a lado de ella.
"Creí que dijiste que no te gustaba el Quidditch, pero aquí estás con Rosier" Pronuncio todo con una sonrisa amable hasta que escupió su nombre con disgusto.
"Si ya viste que esta conmigo ¿por qué sigues aquí molestando?" Comentó casualmente sin ninguna expresión en su rostro. Hermione se agachó para que no vieran su pequeña sonrisa.
Cormac la miro con las cejas fruncidas, sin embargo no le contesto, volvió a poner su atención en la niña castaña.
"Hermione, ¿vas al gran comedor no? puedo acompañarme si quieres" Pregunto amablemente.
Hermione lo miro apenada no quería ser tan grosera, pero tampoco quería tenerlo cerca. Miro instintivamente a su acompañante esperando que ella dijera algo más, pero suspiro cuando vio que se quedó callada mirando hacia la pared nerviosa como si algo en su mente la molestara.
"Bueno..." miro al niño quien sonreía en grande, pero no pudo responder porque Amelie lo hizo por ella.
"Yo puedo acompañarla" Gruñó con la voz más fuerte de lo que quiso.
Hermione la miro con los ojos ligeramente abiertos, claramente estaba mintiendo pues esperaba que la dejara lejos de donde los alumnos pudieran verlas, sobretodo sus amigos.
"¿Tu?" Exclamó burlón cruzándose de brazos. "¿Tu novio no se molestará por eso?" Preguntó sin borrar su sonrisa.
Amelie hizo una mueca, ¿Por qué todos pensaban que Draco era su novio?, era realmente ridículo. En todo caso estaría más feliz de que la juntaran con Theo que con el rubio. Al menos su amigo no la hacía sentir incómoda.
"No tengo novio, y además ¿a ti que te importa?" Murmuro con un ligero enojo. Cormac volvió a ignorarla para preguntar de nuevo a Hermione si quería ser acompañada por el. La castaña entonces se puso recta en su lugar antes de contestar, podía sentir a la ojigris mirarla de reojo.
"No Cormac ya tengo acompañante" Hablo llevando su mano hasta la de Amelie para sujetarla y que empezara a caminar hacia el gran comedor, si dijo que iba a llevarla entonces lo haría.
Cormac balbuceó unas palabras que fueron incoherentes para ambas, más ocupadas en la sensación de electricidad que les provocaba el tacto de la otra.
"¿De verdad quieres que te acompañe?" Preguntó insegura la pelinegra, esperando una respuesta afirmativa.
"Creo que la verdadera pregunta es ¿si quieres acompañarme?" La miro sin apartar su mano, ambas caminaban a pasos tranquilos por el pasillo, no había nadie ahí porque todos estaban en el salón dándose un banquete de victoria por Hufflepuff.
"Por supuesto, Granger" Exclamó con seguridad.
Hermione sonrió en grande antes de apartar la vista de los ojos plateados resplandecientes. Pensaba mucho en ellos pero no podía evitarlo, estaban llenos de brillo que provocaban a su corazón latir más rápido.
Para cuando llegaron a la puerta Amelie le soltó la mano para tomar la carta que el búho de su hermano le ofreció bruscamente. La castaña tenía un puchero mientras la veía abrir con cuidado aquel sobre.
"¿Todo bien?" Murmuro con curiosidad.
"Si, es de mi padre" contesto de vuelta ahora mirándola.
¿Nos vemos mañana?.
"Si, estaré esperando en la biblioteca." Respondió comenzado a caminar dentro del comedor. "Llevaré algo que creo que te gustará" fue lo ultimo que dijo antes de entrar y dirigirse a su mesa.
Amelie se despido con la mano y una sonrisa tonta.
Miro el sobre que tenía la respuesta a su pregunta de hace cuatro días.
"Escucha Amy los sentimientos siempre serán algo difícil sobretodo para ti, quien apenas está descubriendo el mundo, no te preocupes por eso ahora lo descubrirás por tu cuenta cuando sea el momento adecuado.
Pero si quieres un consejo de alguien como yo, el amor es cuando te abraza y te sientes como en casa, cuando solo quieres conocer a esa persona, desde quien es hasta lo que quiere ser. Cuando sientes que es la única estrella que ilumina el camino. Y mucho más emociones que algún día tu sabrás mejor que nadie.
Sin embargo piensa muy bien de quien se trata Amy, aveces confundimos las cosas y las situaciones, eres alguien muy inteligente, estoy seguro que lo descubrirás.
Y cuando lo hagas espero saber de quien se trata, o la razón de tu pregunta.
Con amor tu padre"
Amelie suspiró pesadamente antes de dirigirse a su mesa donde sus amigos ya la esperaban con un montón de preguntas sobre dónde estaba mentida, ella respondió algo vago como la biblioteca antes de pensar seriamente en la carta de su padre.
Si bien aquella pregunta la hizo por Draco, había alguien más en su mente que la llevó hasta por fin hacerla y enviársela, no es que ella fuera inconsistente, pero si era alguien que se confundía mucho o aveces confundía a los demás con sus acciones.
No quería que eso pasará.
Y mucho menos quería confundirse a si misma (Ya lo estaba).
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–Publicó esto ahorita porque siento que me están picando las costillas con un palo para que suba capítulos jajaja
–Pero en otras noticias estaba pensando en un Fanfic que me vino a la mente cuando estaba escuchando música de camino a mi casa, (momentos en los que pongo creativa jaja) Una chica bonita me envió mensaje en Tiktok para hablarme de algo relacionado con esta historia.
Y de un minuto a otro pues no sé me la imagine pero una totalmente diferente a este Fic, obviamente también con Hermione.
–Les voy a dar un pequeño contexto solo por si me animo a escribirla, publicarla, y por si ustedes quisieran leerla.
"Un Fanfic donde Harry Potter muera y Voldemort gane, donde la orden del Fénix sean los únicos que le hagan frente a él. La protagonista será un personaje intermedio.
El cual se encargará del trabajo que Harry no pudo terminar, todo esto de la mano de Dumbledore quien se atrevió a dirigirse a ella antes de morir, sabiendo que era una mortifaga al igual que Draco.
La relación con Hermione será de rivales que antes salían, por lo que la tensión va estar al millón, aun más cuando Hermione esté saliendo con Ron y tengan qué trabajar los tres juntos en el mismo lugar"
En fin eso y otras cosas tengo en mente, honestamente me gusto la idea, creo que el problema es más desarrollarla. Pero bueno, si alguien quisiera leerla tal vez me anime a escribirla.
Sin más que decir tenga linda noche<3
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