"WONDERWALL; Hermione Granger"

By August_dann

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❝ Y todos los caminos que tenemos que recorrer son tortuosos, y todas las luces que nos conducen allí nos est... More

"Prólogo"
El prisionero de Azkabán
⭑ "Primer trauma del año"
⭑ "Nuevas reglas"
⭑ "Draco y su mala suerte"
⭑ "El boggart del armario"
⭑ "Sirius Black"
⭑ "¿Augusta o Hermione?"
⭑ "El partido de Quidditch sale mal"
⭑ "Dia de hospital"
⭑ "Hogsmeade"
⭑ "Un nuevo Rosier"
⭑ "Disculpas y ranas de chocolate"⭒
⭑ "¿Cita?"
⭑ "Tú"
⭑ "Como una puesta de sol"⭒
⭑ "Bienvenida con postres a media noche"⭒
⭑ "Salamandras y un perro mañoso"
⭑ "Patronus"
⭑ "Amelie contra Ravenclaw"
⭑ "Me besaste"
⭑ "Tejones contra Aguilas"⭒
⭑ "Como hacer enojar a un Rosier. By: Draco Malfoy"⭒
⭑ "Black odia a los pelirrojos"
⭑ "¿Potter perdió la cabeza?"
⭑ "Copa de Quidditch"
⭑ "Predicción"
⭑ "Un perro, dos gatos y una rata"
⭑ "Accidentalmente asesine a mi profesor de pociones"
⭑ "El secreto de Hermione"
⭑ "Plumas de azúcar"
El cáliz de fuego
⭑ "Beautiful girl"
⭑ "Starry eyes"
⭑ "Happy birthday, Amelie"
⭑ "Dollhouse"
⭑ "Sunlight"
⭑ "Un ángel en el infierno"
⭑ "Comida hecha de esclavitud"
⭑ "Los increíbles hurones botadores"
⭑ "Maldiciones Imperdonables"
⭑ "Feliz cumpleaños, Granger"
⭑ "Enemigo con rostro bonito"
⭑ "¿Ojoloco Moody?"
⭑ "Potter, the flying boy"
⭑ "Smithereens"
⭑ "When you know, you know"
⭑ "Problemas, problemas y más problemas"
⭑ "Desamor"
⭑ "Juramento Inquebrantable"
La Orden del Fénix
⭑ "Casa Black"
⭑ "Regulus A. Black"
⭑ "Slytherin, Gryffindor and Ravenclaw"

⭑ "Una perfecta heredera"

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By August_dann


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Amelie se removió en su cama, un sudor frío le cubría la frente, su piel pálida tenía un color enfermo, sin embrago, no despertó, podía escuchar a alguien susurrarle algo en el oído, como si tratara de que abriera los ojos, pero ella no podía ver nada a través de aquella luz resplandeciente.

"¡Amelie, Amelie!"

Gritó una voz lejana, una voz que reconocía perfectamente, era la suya, aunque más madura y apagada.
Giró la cabeza hacia un lado, tratando de encontrar de donde provenía, sus párpados aún cerrados con fuerza, lo único que podía ver era una habitación blanca, con la misma luz que lastimaba sus ojos plateados.

"¡Amelie escúchame!"

Su respiración se volvió agitada, estaba comenzado a perder el aire en los pulmones y el cuerpo le dolía como si mil cuchillos la estuvieran atravesando.

"¡No confíes en el!"

Tras aquellas palabras es como si un interruptor de alerta se hubiera encendido en el fondo de su cabeza, porque de un segundo a otro despertó, se levantó de golpe de la cama, su respiración irregular mientras miraba a su alrededor, tratando de adaptarse a la nueva luz del día que goleaba sus ojos plateados.

"¿Amelie, estás bien?" Preguntó una preocupada Cristina quien había estado tratando de despertar a su amiga cuando la vio removerse incómoda y murmurando cosas en su cama.

Rosier llevó su vista hacia ella, y luego se miró las manos que temblaban considerablemente, por un minuto había comenzado a disociar, su mente, cuerpo, pensamientos, nada le correspondía.

Estaba asustada.

Cristina lo noto, se acercó con cuidado y tomó ambas manos con suavidad, tratando de calmarla. "Oye Amy, todo está bien, ¿ok?...estoy aquí" pronuncio con suavidad mirando directamente los ojos plateados aunque estos no estaban mirándola, estaban perdidos.
Entonces se atrevió a llevar ambas manos frías hacia su propio rostro, provocando que esta vez obtuviera su atención. Las colocó con cuidado en sus propias mejillas.
"Estoy aquí" volvió a repetir con más firmeza.

Amelie sacó todo el aire que tenía retenido en los pulmones, sus ojos se cristalizaron aunque no tenia idea de porqué, una profunda tristeza la invadió.
Y no sabía si era de ella o de alguien más.
Parpadeo un par de veces para volver a la realidad, y sin que la rubia se lo esperara, la abrazo con fuerza.

Cristina la sujetó tratando de darle calor, de darle paz, no era la primera vez que algo así pasaba, y ella siempre había estado en todo momento, sabía exactamente qué hacer, y Amelie agradecía que nunca cuestionara lo que pasaba simplemente se quedaba con ella todo el tiempo necesario incluso, si solo era para estar parada abrazándola, justo como ahora.

"¿Estás mejor?" Susurro cerca de su oído, aspirando levemente el aroma a dulces.

"Si" respondió simplemente.

"¿Quieres quedarte a dormir?"

"No" Amelie se alejó para secarse los ojos con su sudadera, mirando al piso avergonzada por sus acciones, que ni siquiera noto que  la rubia quería seguir con aquel agradable momento.

Avery abrió la boca para preguntar por algo más, pero una voz chillona resonó en su dormitorio:

"¿Por qué se estaban abrazándose ustedes dos?" Pansy se bajó de su cama, mirándolas a ambas con las cejas bien en alto, paso su mirada de Amelie a Cristina, esta última cruzándose de brazos ante su tonta cara.
"Oh" dijo cubriendo su boca con diversión. "¿Acaso estás engañando a Draco, Amelie?" preguntó con burla.

Rosier quien tenía la cabeza agachada para evitar que viera su rostro, levantó de inmediato su vista ante sus palabras. "¿Qué?, por supuesto que no" tartamudeo haciendo una mueca asqueada. "Draco no es nada mío, y ademas a ti que te importa" se giro para ir hacia el baño seguida de Pansy, quien no le creyó.

"Que raro" se paró en la puerta, obstruyéndole el paso.
"Draco dijo que estaban comprometidos" se encogió de hombros. "A menos que lo hayas rechazado"

"Eso no es de tu incumbencia" murmuro molesta.

Cristina se había quedado atrás con el entrecejo fruncido, ¿por qué siempre tenían que mencionar al niño rubio?, ni que fuera tan interesante, ella podría hacerlo mucho mejor.
(O tal vez no).

"Claro que lo es"

"¿Por qué?" Ladeo la cabeza hacia un lado. "¿Por qué te gusta Draco?" Se respondió antes de que ella pudiera.

"Si, ¿harás algo al respecto?" Sonrío con burla acercándose, esperando un comentario enojado, pero en cambio Amelie la empujó fuera del baño, y antes de cerrarle la puerta en la cara contestó:

"En absoluto, si tanto te gustan mis sobras puedes quedártelas" y con eso cerró la puerta en la cara de Pansy, quien se había puesto colorada de vergüenza.

"¿Como se atreve?" Murmuro girándose para enfrentar a una rubia quien se estaba riendo despreocupada.

Cristina movió la cabeza con burla: "¿Esa chica es asombrosa no crees?" Dijo con una sonrisa ladeada, su vista puesta en la puerta del baño. Pansy la miro como si estuviera loca, bufo con incredulidad antes de abandonar la habitación, probablemente iría hacia la de las hermanas Greengrass.

Avery entonces salió de su aturdimiento para ir hacia el armario de Amelie y tomar de esté su túnica, normalmente era Rosier quien la despertaba, su uniforme listo en su cama de esa manera ambas llegaban al tiempo al comedor.
Pero ella quería hacer lo mismo y devolverle el favor, más ahora que su mejor amiga había tenido una pesadilla no muy agradable. Cristina se acercó de nuevo para colocar la vestimenta completa de Slytherin en la cama, cuando revisó que todo estaba perfectamente preparado se acercó para tomar el pequeño peluche de Amelie, el cual usaba todas las noches sin excepción.

Lo observo unos segundos sonriendo, para después abrir uno de los cajones de la mesita de noche, en el proceso se encontró con un pequeño origami de una flor, lo tomó con curiosidad, sin bien sabía que a su amiga le gustaba hacer ese tipo de cosas con el pergamino sobrante, también sabía que solía regalarle todos a ella, por algo en su cama estaban flotando varios de ellos, todos con formas distintas.

Lo volvió a dejar en su lugar cuando Amelie salió de bañarse, prefiriendo preguntarle después.

                   

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Amelie entró bostezando al aula de defensa contra las artes oscuras, Theo justo detrás de ella. Ambos se sentaron en una mesa del fondo a esperar pacientemente por sus compañeros y profesor, la pelinegra recargó su cabeza en sus brazos, ahora más que nunca quería irse a dormir y no despertar en todo el día, la terrible pesadilla la dejo tan cansada como si le hubiera arrebatado toda su energía.

Después de que salió de bañarse le agradeció a su amiga por su lindo detalle, y una vez las dos estuvieron listas bajaron las escaleras de los dormitorios hacia su sala común en donde sus amigos hombres ya las esperaban.

Orión de inmediato notó que algo andaba mal con su hermana, pero no mencionó nada enfrente de ellos, si Amelie quería decirle que algo malo había pasado, el estaba seguro que lo buscaría después.

Amelie se recargó en sus brazos, entrecerrando sus ojos para concentrarse en un punto fijo, en su mejilla derecha se encontraba una pequeña gasa de color blanco, que cubría el corte horrible que le había quedado, la enfermara le dijo que sanaría muy pronto, solo tenía que esperar, y la poción haría efecto.

Theo a su lado la miraba atentamente pensando que en cualquier momento se quedaría dormida en su lugar.

Una castaña entró alegremente al salón de clases, su estado de ánimo estaba por las nubes, y en cuento vio a la chica de sus pensamientos creyó que podría explotar de felicidad, parecía como un cachorro encontrándose con su dueño después de mucho tiempo, entró con cuidado para tomar asiento unas mesas enfrente de las serpientes, y cuando pudo verla de reojo notó las pequeñas manchas negras que decoraban sus ojos, entonces su emoción se desvaneció lentamente y en su lugar una preocupación la inundó, creyendo qué tal vez la niña había tenido algún problema con sus amigos o quizás sus padres, y por alguna extraña razón sentía la necesidad de estar junto a ella, no quería que Amelie tuviera ningún problemas en absoluto, deseaba su felicidad aunque no fuera al rededor de ella.

Hermione quería acercarse y preguntarle qué estaba mal, quería pasar sus manos por su cabello negro con delicadeza, justo como su madre solía hacer con ella cuando se encontraba deprimida, quería estar para ella y escucharla todo el día divagar sobre su extraña manera de ver al mundo o simplemente sentarse a su lado y mirarla como boba hasta que la niña le dijera que era una acosadora, sin embargo, no lo haría ahora cuando los Slytherin estaban presentes, y lo peor de todo es que siempre estaban juntos, a donde quiera que fuera Amelie, estaban ellos, como si estuvieran pegados con chicle.

Hermione apartó la mirada cuando una pequeña lechuza entró por la ventana abierta, aterrizó con descuido en la mesa de Amelie, quien parecía un poco más entusiasta.

"Gracias Nixi" murmuro suavemente a la mascota de su hermano antes de mirar de quien se trataba.

"¿Es tu padre?" Preguntó Theo lanzándole una mirada coqueta.

"No, es mi abuelo...creo que tendré que mantener alejado a mi padre de ti" murmuro lo último para si misma, comenzando abrir la carta ante la atenta mirada de sus amigos.

En ella no había más que unas simples palabras cortantes pero que para ella significaban mucho.

"Snape me informó del partido pasado, y estoy satisfecho con los resultados...

Sigue de esa manera Arcturus, si me decepcionas sabes que habrá consecuencias, ademas asegúrate de mantenerte alejada de los problemas que ocasione tu hermano, escuche que está manteniendo una estupida amistad con una sangre sucia, el no merece la pena en absoluto.

Alphonse Rosier"

Amelie suspiró con tranquilidad, ignorando por completo las últimas palabras respecto a su hermano mayor, sabia que Orión tenía la necesidad de llevarle la contraria siempre a su abuelo, pero también tenía claro que a la única persona que le hacía caso era a su madre Adhara, ¿por qué?, ella no tenía idea alguna, pero era mejor de esa manera.

Ahora lo que la tenia pensando era la última parte, ¿cómo es que su abuelo sabía sobre su hermano?, no es como si estuviera vigilándolos todo el tiempo ¿o si?, no, eso era imposible, dijo que había escuchando, eso significa que alguien más estaba hablando sobre eso, y esa persona se lo hizo saber a otra, hasta que llegó a oídos de él.

"¿Todo esta bien verdad?" Preguntó Theo con suavidad al ver que ella se había quedado mirando a un punto fijo en la mesa.

Amelie parpadeo para volver a la realidad, volvió a ignorar sus pensamientos y en cambio una pequeña felicidad se alojó en su corazón, si su abuelo estaba satisfecho significaba tener un buen verano, ahora solo quedaba no hacer algo malo por el resto del año escolar. (Lastima que un perro mañoso tuviera otros planes.)

El profesor Lupin entró en el aula un momento después, se veía igual o tal vez incluso peor que siempre, pero todos se acostumbraron a su atuendo de vagabundo habitual.

"Bueno...me alegra verlos hoy, escuche por algunos de ustedes que Snape les pidió un enorme ensayo, ¿es verdad?" Preguntó son una sonrisa, pasando su vista de Hermione a Harry, quienes en otras palabras fueron los que le comentaron aquello, aunque por razones diferentes.

Todos asintieron en afirmación, incluyendo a las serpientes.

"Entonces no tendrán que preocuparse por eso, porque no les pediré nada, en realidad pueden descartar esa tarea" sonrío en grande a todos, y movió su varita para que apareciera en la mesa una jaula que estaba cubierta por una manta oscura. "Hoy veremos los Hinkypunk..."

Quito la manta con un movimiento de varita y dentro de esta estaba una pequeña criatura de una pata, que parecía estar hecha de humo.

Amelie sonrió con emoción jalando la túnica de Theo, para que mirara con atención, estas eran las mejores clases de Defensa contra las artes oscuras que algunas tuvieron.

"¿Alguien puede decirme que son?" Lupin miro a la clase, dos manos se levantaron en alto.

Hermione se removió con torpeza en su asiento para tratar de llamar más la atención del profesor y poder sacar toda la información que su cerebro retenía.
Sin embargo, Remus no la señaló, más bien apuntó con su varita hacia la parte de atrás donde Amelie también tenía la mano en alto, esperando paciente por responder.

"Adelante Amelie, te escucho"

Hermione entonces llevó su mirada hacia ella, bajando de inmediato la mano para que ella pudiera contestar con seguridad.

Amelie se aclaró la garganta torpemente cuando tuvo la atención de la clase entera, dos de sus compañeros la miraban como si fuera un gran tesoro, y si una rubia hubiera estado ahí, entonces serían tres.

"Un Hinkypunk es una criatura con una sola pierna diminuta con que parece estar hecha de humo azul, gris o blanco tenue. Tiene una proclividad para atraer a viajeros fuera de sus caminos por la noche, en los pantanos traicioneros o humedales bajo la apariencia de una útil lámpara." Explicó con normalidad como si estuviera recitando un poema.

Hermione la miro con los ojos brillosos, y un pequeño sonrojo, era incapaz de apartar la mirada de la niña, quien tan pronto sintió sus ojos avellana penetrarle la piel, miro en su dirección. La castaña le dio una sonrisa apenas visible, y Amelie estaba a punto de devolvérsela, pero las palabras de su abuelo en aquella carta, llegaron a su cabeza:"escuche que está manteniendo una estupida amistad con una sangre sucia".

Amelie apartó la mirada hacia enfrente ignorando la forma en que la cara de Hermione se transformó en desilusión.

Rosier sabía que la amistad de Hermione no era estupida, y su hermano tampoco lo era, pero no podía darse el lujo de hablar con la castaña frente a sus amigos, a diferencia de Orión, a quien no le importaba realmente.

"Muy bien Amelie, tan inteligente como siempre" Remus la felicito con honestidad.

Theo la empujó con su hombro burlonamente, y Blaise detrás de ella le dio palmaditas en la espalda.

La clase continuó su rumbo normal, Remus les enseñó todo lo que sabía sobre los Hinkypunk, siempre se centraba en responder las preguntas que ellos hacían por curiosidad por mas tontas que fueran, como cuando Theo preguntó si podía adoptar a uno, y Amelie como la buena dupla que es, estaba apunto de pedirle el que tenían de muestra para llevárselo a su sala común, pero cuando Remus le dijo al pelinegro que podría poseerlo mientras dormía, prefiero no hacerlo.

Y en varias ocasiones Amelie sintió los ojos de Hermione en ella, pero en todas las veces no intentó hacer nada para conectar sus ojos plateados con los avellana.

Para cuando finalizó la clase, guardo todas sus pertenencias con rapidez, tendría un tiempo libre antes de la clase con el profesor Snape, quería aprovecharlo para ir con su hermano y contarle sobre la carta que recibió.

"¡Tengo tanta hambre!" Exclamo Theo en un bostezo.

"Tu siempre tienes hambre" Draco lo miro con una sonrisa ladeada, ya tenía la mochila en su hombro listo para irse.

"Un día de estos terminarás comiéndote a Gus" Declaró Blaise con una mueca divertida.

Amilie jadeó horrorizada por sus palabras: "No digas esas cosas" Las cuatro serpientes compartieron una fuerte carcajada antes de salir por la puerta.

Hermione se encontraba ahí, esperando pacientemente por Harry para hablar, pero por cosas del destino se encontraba tapando el camino de Draco, quien no dudó en empujarla tirando todos sus libros al piso.

"¡Muévete sangre sucia, estorbas!" Exclamó divertido, pateando un libro que Hermione estaba a punto de levantar.

Amelie se quedó parada en su lugar con la boca ligeramente abierta sin saber qué hacer o decir, Theo a su lado tenía una mueca en la cara como si estuviera disgustado, Blaise en cambio se quedó quieto esperando a que su amigo terminara con lo que estaba haciendo.

"Pobre Granger, ¿acaso no sabias que puedes levantarlos con magia?" Preguntó burlón, detrás de él ya se encontraban Crabbe y Goyle, que ni siquiera sabía de donde habían aparecido. "Claro que no, porque tu sangre siempre estará manchada, y no perteneces aquí..."

De pronto del salón de clases apareció Weasley que no dudó ni un segundo en empujar a Draco lejos, provocando que cayera al piso.

"¡Mantente lejos de ella, Malfoy!" Su cara roja por enojo mientras miraba a los Slytherin que estaban en el lugar.

Amelie quería hacerse chiquita en ese momento, desaparecer, sin que nadie pudiera verla o escucharla, pero eso no pasó cuando Harry también salió del salón de clase, y su mirada fue de Hermione quien estaba tratando de levantar todos sus libros, hasta ella, que estaba parada como poste en su lugar.

"¡Sabía que no eras más una asquerosa serpiente, ¿ves? Te lo dije Harry!" Exclamó Ron, apuntándola con su dedo.
Draco que se había parado del piso la miro sin comprender nada, y su otros amigos solo miraron mal al pelirrojo.

Hermione quien tenía las mejillas manchadas de lágrimas por la vergüenza, levantó la vista del piso sucio hacia Amelie, quien parecía en blanco en ese momento.

En su cabeza solo pasaban las palabras de su abuelo:
"Sangre sucia, son repugnantes, asquerosos, ¡nunca debes hablar con ellos!"  Su voz tan fuerte como si estuviera a su lado gritándole. Pero mientras la voz de Alphonse se hacía más fuerte la de su padre también, quien le gritaba todo lo contrario: "Todos somos iguales, no existe la diferencia de sangre, valemos lo mismo"

Su mente se apagó por un momento para volverse a encender, una lastima que las palabras de su abuelo ganaran en aquel momento, Amelie miro a Hermione, quien sujetaba su mochila, ahora rota con fuerza en su pecho.

Cerró los ojos unos segundos y los volvió abrir como si nada hubiera pasado, como si no le importara lo que Draco había hecho, en cambio, mantuvo sus ojos en alto y pasó por un lado de Hermione sin darle una segunda mirada.
Sus amigos no tardaron en seguirla, solo fue el rubio quien se quedó en su lugar para pelear verbalmente con Harry.

Hermione la miro irse, se sentía decepcionada, pero muy en el fondo se lo esperaba después de todo Amelie seguía siendo una Rosier y eso ni ella podría cambiarlo. (no aún)

Amelie por otro lado, se arrepintió tan pronto llegó al gran comedor y fue recibida por su hermano con una gran sonrisa, ella no pudo devolvérsela, se sentía asqueada con sigo misma, se suponía que ya no pensaba de esa manera, que su moral cambió, pero cuando la presión social se hizo presente, y no podía más que sentir los ojos de todos penetrarle la cabeza, sus instintos primitivos de supervivencia salieron a la luz, sin que ella pudiera detenerlos.

Ahora seguramente Hermione no estaría muy contenta, en realidad Amelie estaba bastante segura de que no iría a la biblioteca a verla como acordaron, y eso la deprimía más.

"¿Estás bien Lie?" Le preguntó su hermano pasándole su brazo por los hombros, frente a ella ya se centraban sus amigos, a excepción de Draco, probablemente se había quedado a molestar a alguien más.
Cristina la miro con preocupación, las pequeñas manchas en sus ojos eran bastante visibles.

"Si...bien" tartamudeó dando una sonrisa torcida. "En religada quería decirte que el abuelo me felicitó por el partido"

Orión borró ligeramente su sonrisa, sabiendo ya que su hermana se conformaba con tan poco, ella merecía mucho más que unas simples palabras tontas como las de su abuelo y todos sus amigos estaba de acuerdo con el, la única que parecía no darse cuenta era ella, o más bien que lo ignoraba.

"¿Qué dijo el?" Preguntó tomado un trozo de su pastel.

"Dijo que estaba satisfecho con mis resultados" asintió en afirmación llevando su mirada a su comida.

"Wow...que afectuoso" murmuro por lo bajo, y Cristina quien fue la única que lo escucho, no dudó en patearlo por debajo de la mesa. "¡Ay!" Exclamó con dolor. "Quiero decir...hay empanadas de papa, ¿quieres?" Sonrió nervioso cuando su hermana miro en su dirección.

"No Gracias"

Cristina suspiró con pesadez, quería hacer sentir bien a alguien como ella, que según sus pensamientos se merecía el mundo, y aunque Avery también estaba de acuerdo con la supremacía de la sangre, su pequeño odio hacia Alphonse Rosier era algo que no podía negar, después de todo por su culpa Amelie era tan insegura todo el tiempo, se conformaban con tan poco, cuando en realidad merecía mucho más.

"Amy..." la llamó suavemente con una sonrisa.
La niña levantó su vista de su plato para encontrarse con los ojos oceánicos que la miraban con admiración.
"Nosotros estamos orgulloso de ti" dijo señalando con la cabeza hacia sus dos amigos que sin dudar asintieron rápidamente con la cabeza.

"Es verdad, Amy eres increíble" Respondió Blaise sin titubear.

Theo le sonrió con calidez " no por nada tengo un pañuelo con tu sangre" dijo levantando la cabeza con orgullo.
Amelie se le quedó mirando esperando a que dijera que era broma peor no pasó.

"¿Qué tú qué?" Pregunto insegura con los ojos ligeramente abiertos.

Theo no pudo responder al respecto porque por las puertas del gran comedor entró el trío de oro, Ron parecía con ganas de matar a alguien, y Harry por otro lado parecía pensativo más que nunca.

"¿Y a esos qué les picó?" Preguntó Cristina con curiosidad.

"Probablemente están asi por lo qué pasó en la clase del profesor Lupin" respondió Blaise encogiéndose de hombros sin importancia.

Hermione fue la última en entrar, aún con las mejillas manchadas, a su lado se encontraba Ginny quien también parecía querer romper una silla en la cabeza de alguna serpiente.

"¿Qué fue lo paso?" Orion miro a su hermana esperando a que ella respondiera, sin embargo, Amelie se quedó callada con sus ojos plateados aún en la castaña.

"Draco fue lo que pasó, la empujó y tiró todos sus libros, creo que también rompió su mochila" volvió hablar Blaise.

"Y la llamo sangre sucia" murmuro Theo con disgusto.

"¿Es eso cierto?" Orion miro escandalizado a su hermana, pero ella no quería hablar en absoluto. "Pero la ayudaste ¿verdad Lie?"  Amelie se hizo chiquita en su lugar.

"¿Por qué Amy la ayudaría?" Cristina lo miro como si fuera idiota.

"¿Por qué? a eso se le llama tener moral ¿acaso tu no la tienes?" Ahora fue el turno de Orion de mirarla como tonta.

"Si, pero no con una sangre sucia como Granger" respondió levantado la voz, provocando que todos en el gran comedor llevaran su atención hacia ella, incluyendo al cuarteto de Gryffindor.

"¡No te atrevas a usar ese apodo!" Exclamó levantándose de su lugar para apuntarla con un dedo. Cristina copió su acción.

"¡Eso es lo que es, una sangre sucia!" Gritó tan fuerte que todos los presentes guardaron silencio, y para la buena suerte de ambos los profesores no estaba presentes.

"¡Cierra a boca, mocosa!" A Orion se le pusieron las orejas rojas por la furia.

Un grupo de tres niños se asomaron entre las cabezas de los Slytherin mayores, con la intención de saber quien estaba provocando tal alboroto.

"¡Tu eres quien esta defendido a Granger!"
Amelie miro a ambos con preocupación, Blaise y Theo en cambio parecían señoras escuchando el mejor de los chismes.

"¡¿Y que si lo hago?!"

"¡Serias un maldito traidor, como los Weasley!"

Amelie entonces tuvo suficiente de ellos, estaba cansada mentalmente tanto por la pesadilla como por lo que había pasado con Hermione.

"¡Ya basta, los dos son unos idiotas!" Exclamó con molestia mientras se levantaba de su lugar hacia las puertas del gran comedor. Orion la miro ofendido.

"¿Yo?" Le grito mientras la veía salir.
Ambos sangre pura se quedaron quietos en su lugar como si su madre los hubiera regañado y castigado de por vida.

Cristina le tiró su servilleta en la cara. "Sabia que no podíamos confiar en ti" murmuro para después sentarse en su lugar. Orion en cambio la ignoro para salir a pasos rápidos detrás de su hermana, pero no pudo alcanzarla.
Amelie prácticamente había corrido hacia el único lugar donde sabía que nadie visitaba, el baño de Myrtle la llorona.
Se sentía ahogada, y ligeramente molesta consigo misma, era como cuando hacía algo malo frente a su madre, creyendo que pudo haberlo hecho mejor, pues ahora ese arrepentimiento estaba presente, justo como en su niñez.

Ella quería ayudar a Hermione, pero con Cristina actuando de esa manera contra su hermano, la hacía cuestionarse si debía o no, después de todo podría ser ella quien estuviera en el lugar de Orion, sus amigos la juzgarían, y ella ante todo debía mantener su imagen si deseaba tener un verano tranquilo, uno donde pudiera estar su padre todo el tiempo.

Pedía demasiado, lo sabia, ella no era como los otros niños quienes podían disfrutar del tiempo en calidad con su familia.

Amelie no era como Draco quien tenía todo a manos llenas y sus padres lo amaban profundamente, a diferencia de ella que parecía tener más deberes que un adulto normal.
Nunca seria lo suficientemente libre como para estar cerca de Hermione sin que las personas a su al rededor le importaran, sin que sus malos comentarios la afectarán, tal vez por eso Snape le decía que era alguien débil, si ni siquiera podía ignorar a los desconocidos muchos menos seria capaz de enfrentarse a sus amigos.

Amelie pasó la mayor parte del tiempo en aquel lugar, pensando y recapacitando sus posibles soluciones a sus problemas, la única manera de que Hermione no estuviera molesta con ella, es que se disculpara lo más rápido posible.

Falto a la clase de Snape y no se presentó para comer en absoluto, podía escuchar el bullicio de los estudiantes, pero no se digno a salir, no hasta que llegó la hora para ir a la biblioteca con Hermione, justo como habían acordado ayer por la tarde.

Y para cuando se paró en el lugar no había más dos niños de la casa amarilla estudiando tranquílame, Amelie se acercó a la mesa del fondo esperando ver a una castaña, pero en cambio solo encontró su mochila con un libro, pensó qué tal vez la había olvidado porque vino antes de que ella llegará, eso confirmó que si estaba molesta o incluso decepcionada.

Amelie no la culpaba, ¿cómo puedes decirle a alguien que has cambiado, si lo primero qué haces es demostrarle lo contrario?, eso no es cambiar, es solo usar una máscara para que los demás no vean quien eres realmente,

Así es como se sentía desde que entró en Hogwarts.

"Entonces, si viniste" Una voz hablo a sus espaldas asustándola; se dio la vuelta con las cejas fruncidas para encontrarse con su hermano mayor, quien sostenía en su manos un libro.

"¿Por qué estás aquí?" Preguntó mirando a su alrededor con curiosidad, imaginado que alguien le dijo aquello, y ese alguien definitivamente era Hermione.

"¿No es obvio? quiero hablar con mi hermana" se acercó hasta una mesa y se sentó, dejo a un lado su libro para ponerle toda su atención en ella, quien seguía recargada torpemente en una silla.

"¿Qué sucede?" Cuestionó nerviosa dándole la espalda para sacar el libro en la mochila.

"¿A mí? nada, a ti si" se apuntó con un dedo y luego la miro con seriedad

"Yo estoy bien" murmuro mientras ojeaba las páginas del libro, intentando parecer despreocupada.

"Amelie soy yo, tu hermano, sabes que te conozco mejor que nadie" se cruzo de brazos en su lugar, esperando a que ella le diera la cara. Y así fue.

"¡Ve al maldito grano Orion!" Exclamó ganándose las miradas nerviosas de los dos niños que seguían en la biblioteca.

"Solo quería saber porque no hiciste nada con Granger"hablo suavemente para no hacerla enojar. "Creí que te agradaba"

"¿Y eso qué?" Preguntó llevando su vista al piso.

"Dejaste que Draco la atacara así, ¿por qué?"

"No fuiste tú quien me dijo sobre fingir" respondió en tono burlón, pero en su cara no había ni una pizca de diversión, al contrario estaba incómoda, y molesta.

"Wow...nunca dije eso" Orion se levantó de su lugar señalándole con un dedo.

"Lo hiciste"

"No de esa manera" Se giró para mirar hacia otro lado, sacó todo el aire retenido en sus pulmones antes de volver a mirar directamente a su hermana menor, que ahora ante sus ojos se estaba comportando como una mocosa.
"Amelie, no me refiero a eso, no puedes ser tan cobarde como para no defender a alguien que lo necesita"

"¡Ella no necesitaba que la defendiera, Weasley estaba ahí!" exclamó moviendo la cabeza de un lado a otro.

"¿Entonces simplemente te quedarás parada cuando alguien ataque a Robyn, solo porque yo estaré ahí para ayudarla?" Preguntó incrédulo.

"¡Eso es diferente!"

"¿Por qué? ¿Por qué Robyn si es una Slytherin? ¿O por qué si es una sangre pura?" Exclamó ahora molesto por completo.

"No se trata de eso lo sabes" murmuro ahora agachando la cabeza por completo. "No podía hacer nada, Draco estaba ahí, Blaise y Theo también..." susurró con pena.

"¿Y qué? ¡No puedes pasarte la vida entera teniendo miedo del que dirán!" Grito molesto, provocando que los pequeños de amarillo se fueran rápidamente no queriendo presenciar una pelea.

"¡Lo dices porque tú no tienes ninguna responsabilidad!" Grito de la misma manera ahora acercándose a él.

"¡Oh claro!" Se burló en tono sarcástico. "Olvídala que mi querida hermanita tiene que ser la heredera perfecta para el  idiota del abuelo" se movió por toda la biblioteca burlándose ser ella. "¡Siempre se trata de ti!"

Amelie apretó los puños en enojo, ¿cómo se atrevía a burlarse de ella?. "¡Cierra la boca!"

"¡¿Lo eres no?!" Exclamó aproximándose hasta ella, quien tenía ligeras lágrimas en sus ojos, que se negaba a derramar.

"Si...porque si no lo fuera, lo serías tú...y entonces los papeles estarían invertidos" susurro con voz tranquila, y Orion se arrepintió por completo, la realidad lo golpeo recordando como su hermana tenía que pasar las vacaciones con Alphonse, y siempre regresaba siendo otra persona, mientras que él se quedaba a jugar con su elfo, y pasar los días holgazaneando.

Eran diferentes, y si Orion estuviera en su lugar no resistiría la mitad de lo que ella si.

Incluso si los días oscuros aún no llegaban, para Amelie ya se sentían así.

Y él único lugar donde podía relajarse era en Hogwarts, pero ahora, ya no estaba tan segura.

"Amy..." murmuro dando un paso atrás, ahora consciente de sus palabras. "Lo siento, sabes que no quise decir eso" trato de acercar su mano a su mejilla, pero Amelie se la arrebató.

"Lo sé, pero aún así dolió..." murmuro antes de salir de la biblioteca a pasos rápidos, no sin antes llevarse con ella la mochila rota de Hermione.

Orion se quedó parado en su lugar, las palabras que dijo aún presentes en su cabeza, no sabía de donde había venido todo eso, tal vez solo era enojo que tenía acumulado.

No es que le importara mucho que su abuelo no le prestara atención, pero aveces sentía como si no valiera nada, si su propia madre lo hacía a un lado por su hermana, y sus amigos hablaban con el solo porque ella era parte del grupo, pues entonces sentía que sin su hermana el no era nadie, y muy en el fondo le dolía.

Le dolía saber que en el mundo todos la preferían a ella antes que a el, y lo acepto cuando era muy pequeño, por eso siempre se la pasaba haciendo todo lo contrario a lo que le enseñaron.

Sin tan solo supiera que Amelie podría tener a las mejores personas a su lado y siempre terminaría escogiéndolo.


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Amelie llegó a su habitación para tirarse en su cama y hacerse bolita, vaya día había tenido, primero la tonta pesadilla, luego las palabras sobre su hermano en aquella carta, seguido de Hermione con sus ojos inyectados en decepción.

Y como si el mundo no la odiará suficiente, su hermano a quien amaba más que a cualquiera, pensaba cosas horribles de ella, ya nada malo podía pasarle ahora.

Augusta maulló para llamar su atención en cuanto la vio, se acercó a lamerle la mejilla con suavidad, como si supiera exactamente qué eso la animaría.

"Gus detente, hoy no tengo ganas de vivir" murmuro con la cara ahora enterrada en la manta verde.

Volteó su cara para enfrentar a Gus, quien se había parado en su lugar para mirarla con sus ojos negros, y Amelie entonces la uso como terapeuta, comenzó a contarle todo lo que había pasado, esperando a que ninguna de sus compañeras de cuarto llegaran a interrumpirla.

Iba de un lado a otro en la habitación, agitaba sus manos cada vez que le explicaba algo a su mascota, y se tapaba la boca cuando insultaba o maldecía inconscientemente, casi todas las veces fueron hacia Draco.

"¿Y qué se supone que debo hacer ahora para que me perdone?" Murmuro hacia Gus agachándose a su altura para acariciarle la cabeza con delicadeza.

La pequeña gatita maulló como si le explicara algo, para después saltar de la cama. Amelie suspiró antes de acostarse ahora en el lugar donde antes estaba Gus, miro el techo de su cama fijamente, algo bueno debía llegar a su mente, si Hermione la ignoraba le dolería, por lo que necesitaba enfocarse en una buena idea, tal vez podría darle el más caro de los regalos, o una librería entera.

Agitó la cabeza murmurando: "no, no, no, eso es ir demasiado lejos, ni que estuviéramos a punto de divorciarnos" se llevó las manos hasta la cara para frotarlas con frustración.

Después de veinte largos minutos, estaba a punto de quedarse dormida en su lugar, cuando apareció Gus por la puerta nuevamente.

De un brinco se subió hasta el estómago de su dueña quien se asustó por el acto repentino.

"¿Dónde estabas? ¿Y qué es eso?" Movió su mano hasta la boca de Gus; quien soltó en la palma de su dueña lo que parecía ser una aguja e hilo verde. "¿Qué quieres que haga con esto?" Preguntó dudosa.

Gus entonces se quitó de encima de ella para ir hasta la mesita de noche, donde se encontraba la ahora rota mochila de Granger. "¿Quieres qué la arregle?"

La pequeña gatita se lamió la pata antes de maullar en afirmación, Amelie miro en hilo en su mano dudosa, ella nunca había hecho ese tipo de cosas, siempre era Amadeus su elfo el encargado de aquellas tareas extrañas o simplemente usaba magia para arreglar algo.

Sonrió cuando lo recordó, y cuando estaba a punto de alcanzar su varita Gus brinco para morderle la mano.

"¡Ay!" Exclamó adolorida mientras se llevaba la mano hasta el pecho. "¿Por qué siempre me maltratas?" la miro insegura y cuando tuvo la oportunidad se alejó unos pasos atrás, pues Gus parecía querer decirle una grosería ahí mismo.

Y si pudiera hablar ya le habría contestado algo como: "Porque eres estupida", sin ningún remordimiento, y Amelie no podría regañarla sabiendo que era verdad, por más que se ofendiera, no era mentirosa.

"¿Quieres que la repare yo? ¿Con mis propias manos?" Volvió a preguntarle, recibiendo otro maullido afirmativo.
"¿Y si me queda horrible?" Murmuro insegura hasta acercarse a la mochila, la llevo a su cama para ponerla en sus piernas.

Gus se colocó a su lado, esperando pacientemente a que su dueña empezara a trabajar.

Amelie se quedó quieta unos segundos analizando la situación, podía hacerlo con magia y sería más rápido o también comprarle otra mochila, para ahorrarse el trabajo pero si la reparaba ella misma contaría más la acción.

Así que con un suspiro derrotado, sujeto la aguja con suavidad y una consiguió pasar el hilo por esta, miro a su mascota para mostrarle su logro, quien se acercó a lamerle el brazo para felicitarla, aunque en el fondo pensara que tenía a la dueña más tonta.

"Bueno...no debe ser tan difícil" murmuro antes de Intentar pasar la pequeña aguja a través de la mochila.
Amelie dio un fuerte chillido cuando para su mala suerte la aguja terminó clavándose en su mano debajo de la mochila.

Se llevó la mano a la boca con los ojos ligeramente llorosos. "Quizás si sea más difícil de lo que imagine..." murmuro antes de limpiarse los ojos e intentar nuevamente pasar la aguja por el cuero de la mochila, llevándose de nuevo otro pinchazo. "¡Mierda!"

Gus a su lado se recostó en la cama para dormir, ya había hecho su trabajo ahora le tocaba descansar.

Amelie la miro suspirando pesadamente.
"Esta noche será muy larga..."



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–Estoy teniendo un pequeño bloqueo con la historia y aún no termino el maratón jajaja, pero quería darles algo<3

–Si algunos no entendieron al personaje de Orion pueden preguntarme...

Besos<3

Número de palabras: 6169

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