"WONDERWALL; Hermione Granger"

By August_dann

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❝ Y todos los caminos que tenemos que recorrer son tortuosos, y todas las luces que nos conducen allí nos est... More

"Prólogo"
El prisionero de Azkabán
⭑ "Primer trauma del año"
⭑ "Nuevas reglas"
⭑ "Draco y su mala suerte"
⭑ "El boggart del armario"
⭑ "Sirius Black"
⭑ "¿Augusta o Hermione?"
⭑ "El partido de Quidditch sale mal"
⭑ "Dia de hospital"
⭑ "Hogsmeade"
⭑ "Un nuevo Rosier"
⭑ "Disculpas y ranas de chocolate"⭒
⭑ "¿Cita?"
⭑ "Tú"
⭑ "Como una puesta de sol"⭒
⭑ "Bienvenida con postres a media noche"⭒
⭑ "Salamandras y un perro mañoso"
⭑ "Patronus"
⭑ "Una perfecta heredera"
⭑ "Me besaste"
⭑ "Tejones contra Aguilas"⭒
⭑ "Como hacer enojar a un Rosier. By: Draco Malfoy"⭒
⭑ "Black odia a los pelirrojos"
⭑ "¿Potter perdió la cabeza?"
⭑ "Copa de Quidditch"
⭑ "Predicción"
⭑ "Un perro, dos gatos y una rata"
⭑ "Accidentalmente asesine a mi profesor de pociones"
⭑ "El secreto de Hermione"
⭑ "Plumas de azúcar"
El cáliz de fuego
⭑ "Beautiful girl"
⭑ "Starry eyes"
⭑ "Happy birthday, Amelie"
⭑ "Dollhouse"
⭑ "Sunlight"
⭑ "Un ángel en el infierno"
⭑ "Comida hecha de esclavitud"
⭑ "Los increíbles hurones botadores"
⭑ "Maldiciones Imperdonables"
⭑ "Feliz cumpleaños, Granger"
⭑ "Enemigo con rostro bonito"
⭑ "¿Ojoloco Moody?"
⭑ "Potter, the flying boy"
⭑ "Smithereens"
⭑ "When you know, you know"
⭑ "Problemas, problemas y más problemas"
⭑ "Desamor"
⭑ "Juramento Inquebrantable"
La Orden del Fénix
⭑ "Casa Black"
⭑ "Regulus A. Black"
⭑ "Slytherin, Gryffindor and Ravenclaw"

⭑ "Amelie contra Ravenclaw"

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By August_dann


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Había pasado una semana después de lo sucedió con Snape, Amelie estuvo ocupada todo el tiempo con su nuevo horario pues al acercarse el partido contra Ravenclaw, su querido capitán Flint había aumentado los entrenamientos, a cinco por semana, a ella no le parecían tan agotadoras como la sesiones de antidementores del profesor Lupin.

Aunque si lo pensaba bien, era Harry quien se llevaba la peor parte, no quería ni imaginar en qué estado mental se encontraba el niño luego de una tarde entera de clase.

Tampoco quería preguntarle porque era probable que él hablara de sus padres o tal vez de Voldemort; Amelie no quería escuchar nada de eso, nunca había sido buena para consolar a la gente y si Harry se pusiera a llorar en medio del pasillo o algo peor, era muy probable que ella solo le diera palmadas en la cabeza como hacía con su gatita cuando estaba molesta.

Pero no sucedió en ninguna ocasión y Harry siempre se iba con la frente en alto, ella sin embargo, llegaba a su sala común casi corriendo solo para acurrucarse en la cama con su mascota quien en ocasiones desaparecía solo para volver con ranas de chocolate, de las cuales Amelie no tenía idea de donde las sacaba.

Aunque tenía la ligera impresión de que Augusta pasaba tiempo con alguien más.

Así que cuando empezó el primer día de su entrenamiento y dejó sola a su mascota, no dudó en irse rápidamente. La pelinegra se dio el lujo de seguirla por los pasillos hasta que dio con cierta Gryffindor que por casualidad estaba cerca.

Amelie observó por la esquina del pasillo como la castaña cargaba y acariciaba a su gatita con afecto, parecía que le tenia cierto cariño.

La observo por unos segundos detallando su cabello esponjoso que brillaba por la luz del día, misma que se reflejaba en sus ojos avellana logrando que se vieran más atrayentes a su vista. Aquella escena le causó un revoltijo extraño en el estómago, creyendo que se trataba de los nerviosos por el entrenamiento, donde se supone que ahora debería estar.

Hermione entonces bajo con cuidado a su mascota para empezar a caminar a paso rápido hacia el mismo corredor donde estaba Amelie, quien intentó actuar lo más normal posible pues no tenía donde esconderse.

Se recargó en la esquina mientras empezaba a jugar con su capa verde. Hermione paso por delante de ella, y Amelie casi se ríe porque parecía tan concentrada en ir algún lugar que ni siquiera la vio.

"Hey Granger" la llamó haciendo que se detuviera de golpe.

"Amelie" pronunció con cuidado dándose la vuelta, Augusta paso por su lado maullado hacia su dueña para que la cargara, y así lo hizo. "¿Qué estás haciendo aquí?" preguntó acercando su libro hasta su pecho.

"¿Qué estás haciendo tú aquí?" replicó entrecerrando los ojos. "¿Acaso estás siguiéndome?" se inclinó burlonamente hacia enfrente, ignorando el hecho de que fue ella quien la había estado observando como una acosadora hace menos de dos segundos.

"¡No!" Exclamó dando un pistón suave en el piso. "Solo iba a leer" murmuro segura con el mentón en alto.

Amelie se rio ligeramente. "Pero si la biblioteca está por el otro lado" señaló con su dedo hacia atrás, por el mismo lugar donde había venido corriendo la castaña.

Hermione entonces empezó a tartamudear con las mejillas coloradas, miró al piso unos segundos antes de volver a mirar a la niña sonriente frente a ella.

"Iba a leer al patio" murmuro pasando uno de sus cabellos por detrás de su oreja.

Amelie se acercó para picarle la nariz con un dedo.
"Bueno en ese caso puedo acompañarte hasta ahí, el campo de Quidditch es por el mismo pasillo" Se encogió de hombros pasando por su lado.

"¿En serio?"

"Si, vamos antes de que mi capitán venga a buscarme por llegar tarde" le regalo una sonrisa linda antes de retomar el mismo camino del principio.

La cara de Hermione se iluminó por completo, y apresuró su paso cuando la niña empezó a caminar.

Esto siguió repitiéndose en toda la semana que Amelie entrenaba para su partido contra Ravenclaw, todos los días sin falta alguna se encontraba con Hermione que por casualidad también se dirigía por el mismo pasillo hacia el patio.

Claro que tuvo que realizar algunos trucos para que Draco no la siguiera, ocupando a su hermano como distractor en todas las ocasiones.

Amelie entonces no le dio importancia al extraño comportamiento de Hermione, en su lugar la acompañó teniendo pláticas de por medio sobre cualquier cosa en general, como la escuela, su padres, o lo que le gustaba.
Incluso en ocasiones Hermione le llevaba de regalo un par de chocolates con relleno de fresa, cosa que definitivamente le encantó y si no estuviera tan enamorada de las plumas de azúcar probablemente se convertiría en su nuevo dulce favorito.

Y tal vez la presencia de Granger también se convertiría en su algo favorito, pero no lo admitiría en voz alta, no cuando le había dicho a su hermano que los desconocidos la incomodaban, pero con Hermione se sintió muy diferente, casi como si ya se hubieran conocido antes.

O como si hubieran sido amigas de toda la vida, pero eso no podía ser, porque ellas dos nunca habían compartido ninguna palabra, ni siquiera en primer año o segundo, cuando la castaña se metía constantemente con sus amigos por defender a Potter y Weasley a los cuales les encantaba causar problemas con las serpientes, (o más bien con Draco).

Como la vez que fueron castigados en el bosque prohibido solo por intentar meter a Harry en problemas.

Ella también había seguido al niño rubio por todo el castillo, intentando que recapacitara y volviera a su sala común, pero como siempre sucedía él no la escucho, ocasionado un lío que metió a los dos en una búsqueda horrible en el bosque.

Para su suerte a ella le había tocado ir con Hagrid, Hermione y Neville, sin embargo, nunca pronunció ni una sola palabra, prefiriendo optar por guardar silencio para tratar de pasar desapercibida en todo momento, si tan solo se hubiese dignado a mirar hacia atrás, se habría encontrado con la mirada brillosa de la castaña, la cual estaba emocionada por compartir un espacio con ella.

Y si Hermione le dijera a su yo de once años que ahora estaba hablado con la niña bonita de ojos plateados, probablemente se hubiera puesto a gritar de emoción por toda su habitación.

Aunque todavía podría, si tan solo sus esperanzas no estuviera por el piso.

Ahora cada vez que podía se acercaba discretamente para saber qué cosas le gustaban, y por medio de ello, tratar de ser lo más atenta posible.

Amelie por otro lado se sentía completamente halaga, nunca antes alguien le había prestado tanta atención de esa manera en particular, a menos que se tratara de su hermano o tal vez su mejor amiga.

Pero qué Hermione Granger fuera así, la hacía sentir extraña, como la vez que estaba cargado a Gus y su agujeta estaba desatada no se esperó ni por un segundo que la castaña la detuviera para amarrarla por ella.

Amelie por supuesto se avergonzó muchísimo y cuando Hermione terminó de ajustarlas, se despido rápidamente, tartamudeando sobre llegar tarde a su entrenamiento.

Pero al final volvió al siguiente día recargada con confianza, para llevar a la castaña hasta el patio, esta vez se encargó de no olvidar amarrar sus zapatos.

Y el hecho de que acompañara a Hermione todos los días sin falta alguna, se había convertido en una especie de rutina para ambas.

Tanto así que cuando llegó el día del partido, Amelie se sintió extraña por no tener la presencia de Granger hablándole sobre sus clases de aritmética, la cuales encontraba un poco aburridas pero con tal de seguir escuchando a la niña divagar, le restó importancia.
En cambio este día se vio rodeada de la presencia ruidosa de Robyn, quien se había acercado a ella tan pronto la vio entrar en el gran comedor, y no espero ni dos segundos para empezar a divagar sobre su emoción por el partido de hoy.

"¡Oh Amy, ¿y me dedicaras la primera anotación?!" exclamó movimiento sus pestañas rápidamente.

Orion se rio en grande al escucharla hablar. "Ya quisieras zanahoria, Lie me lo dedicará a mi" se señaló con un dedo levantado la cabeza con orgullo.

"¿A ti?, ja ¡ni que te quisiera tanto!" se burlo cruzándose de brazos.

"¡Como te atreves a pronunciar eso, pelirroja!" Orion abrió la boca perplejo.

Amelie no pudo abrir la boca porque los dos empezaron a discutir sobre a quien le dedicaría sus puntos, provocando más sus nerviosos, si bien entrenó todo el tiempo con esfuerzo, no estaba segura de esta vez ganar, no cuando en el equipo contrario estaban dos chicos que la superaban en altura y fuerza.

Flint en todo momento se había encargado de animarla diciéndole que no había nadie mejor que ella para manejar una escoba, sin importar que enfrente tuviera a dos tipos tan grandes y fuertes como un dragón. (Sus palabras no le ayudaron)

Por su parte Orion la animó considerables veces, diciéndole que si ganaba la dejaría escoger cualquier cosa en su próximo viaje a Hogsmeade, y el lo pagaría; sus otros amigos en cambio la halagaron tanto como pudieron para darle confianza.

La hora del desayuno pasó demasiado rápido para su gusto y cuando se vio arrastrada hasta los vestidores por su equipo, sus nervios se podían ver a simple vista más vivos que nunca.

Aun peor cuando podía escuchar a los estudiantes en las gradas gritar por Ravenclaw, las tres casas unidas contra Slytherin.

"Amelie estarás bien, ahora toma y cámbiate" Flint le arrojó su capa en la cara.

De esa manera ella fue hacía su vestuario, respirando varias veces para calmarse, recodando vagamente las palabras de aliento de sus amigos, y de cierta chica castaña que le prometió ir a verla jugar a pesar de no ser muy fan del deporte mágico.

Con cuidado se colocó el uniforme, y se metió la varita dentro de la camiseta que iba a llevar bajo las ropas de quidditch.

"Ya sabéis lo que tenéis que hacer" dijo Flint cuando ella salió del vestuario. "¡Vamos a ganar porque entrenamos duramente!, ¡Vamos a demostrarles a todos de que estamos hechos!"

Alzo la mano y todos repitieron su acción gritando emocionados por empezar.

Draco se acercó a ella cuando noto que estaba sudando frío. "Oye Amy, lo harás genial no te preocupes" murmuro suavemente acercado su mano para sobarle la espalda con delicadeza.

"¿Tú crees?" preguntó insegura.

"¡Por supuesto!" Exclamó dándole una gran sonrisa que fue devuelta en menor medida.

"Hey ustedes dos, venga aquí" los señaló Flint para que se pusieran en fila junto a los demás miembros.

Todos estaban formados dependiendo su posición, Marcus Flint estaba a la cabeza, detrás de él se encontraban sus compañeros cazadores: Adrian Pucey y Amelie, quien sujetaba su escoba con torpeza.

Seguido de ella estaban los golpeadores del equipo: Enzo y Benjamín Rowle, dos mellizos con la fuerza de un rinoceronte. Graham Montague, un tipo alto y fornido, era su guardián. Y por supuesto no podía faltar el buscador del equipo: Draco, quien tenía una mirada arrogante en su cara, como si estuviera seguro de que ganarían. (Y si fuera así, no sería por el).

Salieron y fueron recibidos con un aplauso tumultuoso de su propia casa.

El equipo de Ravenclaw, de color azul, aguardaba ya en el campo. Y tan pronto ella entro su mirada fue hacia las granadas de Gryffindor donde pudo divisar al trío del oro.

Pero la desvió cuando escuchó a sus amigos gritar su nombre con fuerza desde sus propio lugar.

Robyn alzando una pequeña banderita mientras obligaba a Theo a cargarla para que pudiera ver mejor.

"Flint, Davies, estrechen las manos" ordenó la señora Hooch. Y Flint le aplastó la mano al capitán de Ravenclaw con más fuerza de la debida.

"Monten en las escobas...Cuando suene el silbato... ¡Tres, dos, uno!"

Amelie despegó del suelo y su escoba se elevó más rápido que cualquier otra, se colocó justo en medio de sus dos compañeros cazadores a esperar paciente por la quaffle.

Podía escuchar vagamente los comentarios de Lee Jordan, el chico comentarista de Gryffindor.

Una vez que la señora Hooch lanzó en el aire la pelota, Davies el capitán de las águilas no dudó en lanzarse por ella, logrando atraparla antes que Amelie, quien estaba peleando con sus nervios.

"¡Pero miren eso, Amelie Rosier es poseedora de una increíble saeta de fuego!, ¡Es simplemente hermosa, y la escoba también por cierto!" exclamó alegremente el chico moreno.

"Jordan, ¿te importaría explicar lo que ocurre en el partido?" interrumpió la voz de la profesora McGonagall.

"Tiene razón, profesora. Sólo daba algo de información complementaria; la Saeta de Fuego está dotada de frenos automáticos y..."

"¡Jordan!"

"Vale,vale. Ravenclaw tiene la pelota. Roger Davies se dirige a la meta...y ahí tenemos a Rosier intentado quitársela, pero mala suerte, ¡la primera anotación es para las águilas!"

[...]

Habían transcurrido diez largos minutos en los cuales Amelie no había podido atravesar la barrera que los dos niños corpulentos de Ravenclaw, quienes sabían perfectamente que la niña era rápida, pero no le servía de nada si no podía pasar a través de ellos hacia los aros.

Y eso la frustró, iban perdiendo en puntos, 60-20 por parte de Ravenclaw, y el hecho de que no pudiera hacer ninguna anotación la enojaba más.

Las únicas veces que lo intento casi la derriban de su escoba, por lo que al final termino dejándole el trabajo a los otros cazadores.

"¡Tal parece que hoy no es el mejor día de Rosier!" Exclamó Jordan para todos en las gradas.

Los Gryffindor eran los más emocionados con el resultado, abucheándola cada que pasaba cerca de ellos, y si Amelie no hubiera estado tan concentrada en el partido probablemente se hubiese detenido a maldecirlos con su varita.

"¡Amelie concéntrate!" Gritó su capitán con dureza para luego voltear hacia arriba donde Draco se encontraba mirándola. "¡Y tu Malfoy, haz tu maldito trabajo!" Lo señalo con un dedo provocando que volviera a prestar atención a su alrededor.

Amelie recibió la quaffle que Flint le lanzó con dureza, tenia que intentarlo al menos una vez más, sujeto con fuerza la pelota en su brazo para después acelerar hacia los aros; enfrente del guardián ya la esperaban Davies y Corner.

Pensó que se quedarían quietos en su lugar a esperar a que intentara pasar, pero se sorprendió de ver que Michael avanzó hacia ella con la misma velocidad.
El chico paso por su lado arrebatándole la pelota con dureza y golpeándola en el proceso con su hombro.

Todo sucedió tan rápido que apenas pudo registrarlo en su cabeza.

"¡Eso fue sucio, la derribo de su escoba!" Exclamó Jordan con desagrado.

Amelie se aferró con una mano a su saeta de fuego, rezándole a Salazar para que no se cayera, no deseaba pasar otra semana postrada en una cama.

"¡Amelie!" Gritó Draco con preocupación, dejando de lado su búsqueda de la Snitch dorada.

Toda la casa de Slytherin habían jadeado con miedo cuando observaron el impacto que recibió, sin embargo, la señora Hooch no detuvo el partido, provocando que Ravenclaw obtuviera diez puntos más.

Gryffindor por otra parte, había comenzó a gritar más fuerte para darle apoyo a las águilas, y eso definitivamente no la estaba ayudando.

"¡Suéltate de la escoba Rosier, no sirves para esto!" Gritó a a todo pulmón Cormac McLaggen, un chico rubio y para nada agradable.

Hermione quien tenia el pulso acelerado por miedo a que la niña se cayera, se giró bruscamente cuando lo escucho hablar: "¡Cierra la boca idiota!" gritó con amargura mientras cerrando sus puños con fuerza.
Algunos la miraron perplejos por su arrebato, pero nadie dijo nada, prefiriendo llevar su atención hacia la Slytherin quien estaba luchando por volver a montar su saeta de fuego

"¡Amelie súbete a esa escoba, ahora!" Señaló Flint con un dedo, en su brazo se encontraba la quaffle.

Y con todo el esfuerzo del mundo, se elevó de nuevo en su escoba para poder pasar una de sus piernas, y cuando logró volverla a montar, su capitán gritó por un tiempo fuera, el cual fue concedido rápidamente.

Amelie descendió del cielo con vergüenza, y cuando se reunió con su equipo, entre ellos ya se encontraban sus amigos.

Cristina y Draco fueron los primeros en correr hacia ella:
"Amelie, oh mierda estas sangrado" pronunció con cuidado a su amiga.

"Ese idiota te rompió el pómulo" murmuró Draco con enojo.

Cristina entonces sacó el pañuelo de su bolsillo para intentar limpiar la sangre que comenzaba a filtrarse por su mejilla, justo donde un moretón enorme comenzaba a formarse.

"Estoy bien" movió la cabeza para alejar su mano, pero su amiga ni siquiera tuvo tiempo de acercarle el pañuelo a la cara porque Flint se lo había arrebatado.

La sujetó de la capa con dureza y la acercó a el, Amelie cerró los ojos esperando un regaño que nunca llegó.

"¡Rosier, escúchame bien!" Exclamó con la voz ronca mientras comenzaba a pasarle el pañuelo por la mejilla bruscamente.

"¡Ay, duele!" Se encogió ligeramente en su lugar.

"¡Escúchame, no hay nadie mejor tu para volar en esa escoba, así que deja de lado tu miedo!, ¡quiero que salgas ahí y le demuestres a todos los que te están abucheando la increíble jugadora que eres!"

"Pe-pero ellos..." tartamudeó nerviosa mientras intentaba girar su cabeza hacia el equipo de Ravenclaw, pero Flint se lo impidió tomándola de la barbilla para que solo lo mirara a el, en sus ojos ardía la furia, y ella no supo si estaba enojada por su mal juego, o porque casi la dejan en el hospital. (Otra vez)

"Pero nada, eso idiotas no se comparan contigo, no importa que se vean como dos enormes edificios, a tu lado son simples hormigas!" Asintió firmemente con la cabeza.

Amelie lo miro tragándose sus peros y sus contras, suspiró antes de darle el mismo asentimiento.

Flint le sonrió; se giró para mirar a su equipo cuando el silbato de la señora Hooch sonó por todo el campo, indicando que el partido se reanudaba.

"¡Vamos a ganarles!" Gritó levantando su escoba, todos entonces siguieron su paso.

Flint se voltio hacia ella una vez más, para darle palmadas en el hombro, en el proceso le arrojó a Theo el pañuelo manchado de sangre, quien lo recibió con los ojos ligeramente brillosos murmurado: "es la sangre de Amy" y procedió acariciarlo con su mejilla.

Amelie les sonrió con torpeza a sus amigos, para después darse la vuelta con la cabeza en alto, tomó su escoba con más firmeza que antes; repitiendo en su mente las palabras de aliento de su gran capitán. Esta vez se encargaría de atravesar los edificios.

Cuando estuvo apunto de despegar del piso, una mano la jalo de la capa impidiéndole avanzar.

"¡Amy espera, toma esto!" era la pequeña pelirroja quien tenia el cabello desordenado por venir corriendo desde las gradas, detrás de ella se encontraban sus dos secuaces.

Amelie observó como le colocaba algo en la muñeca con rapidez. "Es mi amuelo de la suerte, espero y te sirva hoy" murmuro nerviosa mientras se alejaba.

"Amelie vamos" la llamo Draco desde su escoba en el aire, y ella no dudó en seguir adelante tomando la misma posición del principio.

Miro al equipo de las águilas con los ojos entrecerrados, visualizando su próxima jugada, e inconscientemente miro hacia las gradas de Gryffindor donde una castaña ya la miraba, sus ojos plateados chocando contras los avellana de Hermione; quien suspiró ligeramente por lo linda que se veía la niña Slytherin en su escoba.

Rosier giró nuevamente la cabeza para mirar ahora la pequeña pulsera que Robyn le había dado, era de colores y en medio tenía la figura de dos gatitos, uno blanco como la nieve, mientras que el otro era tan oscuro como la noche; sonrió en grande, recuperando por completo su confianza, y dejando atrás sus nerviosos.

Entonces la señora Hooch volvió a lanzar la quaffle, y sin dudar se arrojó por ella a toda velocidad, sujetándola con su brazo derecho.

Observó como de nuevo los dos Ravenclaw se colocaban a unos metros de su guardián tapándole el pasó; sintió que la euforia la recorría de pies a cabeza, y sin pensarlo avanzó a toda velocidad hacia ellos, ignorando sus caras de perplejidad.

"¡Y ahí va de nuevo Amelie Rosier, parece que se recargó de energía, miren su increíble manera de volar!, ¡que chica tan imponente!" Lee Jordan narro con emoción levantándose de su asiento para presenciar mejor el partido.

Amelie entonces atravesó los edificios como si fueran cristal, y arrojó la pelota con fuerza sintiendo un hormigueo en su brazo derecho.

"¡Por Merlin, diez puntos para Slytherin!" Gritó con los ojos ligeramente abiertos. "¡Esa de ahí, damas y caballeros es Rosier en todo su esplendor!" La señaló con dedo y ella con el corazón acelerado por la emoción se acercó volando para chocarle los cinco.

La profesora McGonagall quien tenía una sonrisa orgullosa y ligeramente nostálgica en su rostro, corrigió a Jordan con emoción: "No, esa es solo la pequeña Amelie con su enorme brillo"

Los Slytherin corearon su nombre con más fuerza, siendo dirigidos por Robyn y Orion, quienes eran los que casi tenían medio cuerpo fuera de las gradas por querer levantar las pequeñas banderas de color verde.

El partido continuo de esa manera, Amelie no se había detenido ni un segundo, su cuerpo estaba en la zona, y ya no había manera de detenerla. Ni aún cuando el equipo de Ravenclaw utilizó todas sus opciones contra ella, arrojándole bludger sin parar y metiéndose en su camino todo el tiempo.

En las gradas de Gryffindor, Harry y Hermione se permitieron sonreír en grande por el espectáculo que la niña de ojos plateados estaba dando, si tenían algo en común ahora, definitivamente seria que compartían una ligera conexión con ella, aunque de una manera muy distinta para cada uno.

Al final el partido lo termino ganado Slytherin por muy poco, porque Cho Chang atrapó la Snitch Dorada antes que Draco, sin embargo, los puntos que realizó Amelie fueron suficientes para darles la victoria.

Para cuando el silbato sonó dando finalizado el juego, Flint cargó a la pequeña Rosier en su espalda y comenzó a darle vueltas, ambos se encontraban contentos por el resultado.

Sus amigos también la recibieron en el campo, todos la abrazaron murmurando lo orgullosos que estaban, sobretodo su hermano mayor, quien se había arrojado a ella en un abrazo de oso con lágrimas no derramadas decorando sus ojos, Amelie se burló de él en medio del ruido, y cuando vio que la pequeña pelirroja se acercaba a a toda velocidad, no espero palabra alguna para abrir uno de sus brazos e incitarla a unirse a ellos.

Los dos hermanos terminaron tirados en la tierra cuando Robyn se arrojó hacia ellos, todos rieron por aquella escena, pero no podría impórtale menos.

Estaba feliz.


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Amelie se encontraba sentada en uno de los sillones de su sala común, podía oír a su equipo celebrar la buena victoria que obtuvieron, y ella agradecía profundamente que nadie mencionara la caída vergonzosa que tuvo, aún cuando no fue su culpa si no del chico Ravenclaw, a quien dos serpientes se encargarían de hechizar más tarde.

Recargó su cabeza hacia atrás con cansancio, ahora lo único que deseaba era dormir profundamente, pero sus amigos la habían arrastrado con ellos para hablar animadamente sobre las jugadas increíbles que realizó. Robyn fue la más enérgica, alegando que su pulsera de la buena suerte si funcionaba, Amelie estaba de acuerdo con ella, pues fue de más de ayuda que el beso de Draco, el cual no encontró muy agradable; y si hubiese tenido elección habría preferido besar a Fang, el perro de Hagrid, antes que al rubio.

Cerró los ojos mientras comenzaba a quedarse dormida en su lugar, hasta que sintió una mano posarse en su mejilla izquierda, la cual no estaba lastimada; giró su rostro para encontrase con los ojos celestes de su mejor amiga, quien tenía una sonrisa en la cara.

"¿Estas cansada?" Murmuro suavemente.

"Si" exhalo mantenido sus ojos en los de ella, pero su mente estando en otro lugar, más especifícame en una niña de cabello esponjoso.

Pues no tuvo tiempo de verla, ya que cuando se disponía a ir por otro lado, mismo donde había pasado toda la semana anterior, esperando que Hermione fuera por el mismo lugar, solo para verla y felicitarla por su gran juego, Amelie no pudo ni llegar a la esquina cuando fue interceptada por Draco, quien tan pronto la vio se acercó para inspeccionar su feo corte en la mejilla, tomándola de la cara con firmeza, y acercándose para invadir su espacio personal.

Cuando Amelie lo alejo de ella, pudo ver de reojo a Hermione parada en la misma esquina a la que se dirigía, solo para quedarse unos segundos antes de salir a paso rápido.

Maldijo mentalmente al rubio.

Ahorita si quería hablar con ella tendría que hacerlo mañana (o tal vez no).

"Puedes acostarte en mi regazo si quieres" volvió a tomar la palabra la rubia.

"No estoy bien" murmuro girando su cabeza hacia el otro lado, provocado que la mano en su mejilla cayera.

"De acuerdo, pero si te sientes tan cansada podríamos ir a nuestros dormitorio..." siguió tratando de convencerla, pero ya no le estaba prestando atención, más bien sus ojos estaba puestos en una gatita al otro lado de la habitación.
La cual parecía estar buscándola entre toda la gente.

Se levantó ignorando por completo a la rubia quien suspiró pesadamente, escuchando como Orion se reía de ella.

"Cierra la boca" murmuro cruzándose de brazos.

Amelie camino entre todos sus compañeros, sonriendo cada vez que alguien le daba palmadas en el hombro y la felicitaba por el partido.

Cuando Augusta la vio, no dudó en acercarse corriendo, maullando para que le prestaba atención.

"¿Gus?, ¿qué haces?" Pregunto confundida cuando su pequeña mascota no dejo que la cargara y en su lugar le mordió un dedo. "¿Por qué fue eso?" exclamó mirándola extrañada por su comportamiento; la última vez que la había mordido era porque quería que la siguiera.

Y esta vez no fue la excepción, tan pronto como tuvo toda su atención, Augusta salió hacia el muro de la sala común; con Amelie de cerca. ¿Quieres salir?" preguntó cuando vio como empezaba a rasguñar la pared; llevó su mirada hacia su amigos quienes parecían más entretenidos en otra cosas como para prestarle atención.

Orion y Theo estaban burlándose de Cristina de quien sabe que, en cambio Draco miraba a cada uno sin entender nada. Del otro lado de la sala, estaba Robyn y Blaise con sus amigos de primer año, hablándole animadamente del partido de hoy.

Con esas imágenes en su cabeza le concedió la salida a su mascota, ambas pisaron el solitario pasillo de las mazmorras.

Pero Augusta no se detuvo ahí, más bien la guió a través de varios pasillos desiertos, Amelie tuvo que correr para no perderla de vista, y justo cuando estaba a punto de darse por vencida con su mascota, alguien apareció de la nada, provocando que chocara con la persona mandándolas al suelo.

"¡Maldición!, deberías fijarte por donde–oh, eres tú Granger" se interrumpió para levantar la vista y encontrase con Hermione sujetando su muñeca. Un fuerte deja vu la golpeó.

"Lo siento" murmuro Hermione.

Amelie se arrodilló para verla más de cerca.
"¿Estás bien?" preguntó con suavidad.

"Si, solo caí sobre mi muñeca, pero no es nada" le restó importancia levantando la vista para encontrase con los ojos preocupados de Amelie, quien tomó su mano para inspeccionarla.

"No parece algo malo, de seguro solo fue el golpe" murmuro para si misma.

"Te lo dije estoy bien"

Una gatita maulló para llamar la atención de ambas, quienes seguían arrodilladas en el sucio pasillo.
Amelie entonces se levantó de su lugar tomando a Hermione de la mano para que hiciera lo mismo, y tan pronto estuvo parada, la soltó.

"De todas maneras, ¿que estas haciendo aquí?, sabes que es el pasillo que da a las mazmorras ¿verdad?" preguntó con voz curiosa.

Las mejillas de Hermione se tornaron en un tono rojizo, y le dio una risa súbita y nerviosa. "Lo sé, solo quería ver cómo estabas, Gus te trajo aquí porque se lo pedí"

"Oh" susurro con la voz apagada.
"¿Acaso estabas preocupada por mi?" Sonrió con burla mientras se inclinaba más cerca de la castaña, quien apartó la mirada de la suya y le puso una mano en el pecho para alejarla; si se acercaba más probablemente escucharía sus rápidos latidos del corazón.

"En tus sueños" bufo divertida aunque su enorme sonrojo decía lo contrario.

Amelie se hecho a reír tranquilamente, y dio un paso atrás, no queriendo invadir su espacio personal o hacerla sentir incómoda, simplemente quería burlarse de ella un poco.

"Bueno, Granger me alegra decir que estoy perfectamente bien" le dedico una mirada tranquila para después comenzar a darse palmadas por el cuerpo. "¿Ves?"

"¿Así?, ¿y qué hay de ese feo corte en tu mejilla?" preguntó ladeando la cabeza.

Amelie entonces lo recordó y llevó su mano hasta ese lugar, sus dedos apenas rozando el pequeño pero profundo corte.
Se encogió ligeramente de dolor cuando sus dedos accidentalmente lo rozaron con más fuerza de la debida.

"Esta bien, se arreglará solo" se encogió de hombros restándole importancia, aunque casi se le escapa una lagrima del dolor.

"Claro, solo" murmuro con ironía. "Déjame ayudarte" metió su mano en su bolsillo para sacar un curita, el cual Amelie no conocía en absoluto.

"¿Qué es eso?" se alejó cuando Hermione se lo iba a poner el la mejilla, tomándola ligeramente de la muñeca.

"Solo es un curita, no te dolerá lo prometo" la miro expectante, y Amelie no tuvo de otra más que asentir, nunca le diría que no a una chica bonita como Hermione.

La castaña sonrió en grande para después colocarle aquella curita con delicadeza, en el proceso le acarició un poco la mejilla, provocando que el estómago de Amelie se llenara de mariposas; y como la vez anterior creyó que se trataba de algo más (Hambre quizás).

"Listo, ¿mucho mejor no crees?" Murmuro alejándose de nuevo con las manos detrás de la espalda.

Amelie se aclaró la garganta y parpadeo un par de veces para alejar los pensamientos del olor embriagante de Hermione. "Hueles bien" susurro para si misma, pero la castaña pudo oírla.

"¿Qué?" Se rió ligeramente alzando ambas cejas.

"Mierda, ¿lo dije en voz alta?, lo siento" tartamudeo avergonzaba pasándose una mano por el cuello y llevando su mirada hacia piso del corredor.

"Tú también hueles bien, a dulces, es un olor agradable" Hablo Hermione balanceado su cuerpo de un lado a otro.

"Oh bueno casi siempre estoy comiendo dulces, supongo que es por eso...tu hueles a chocolate y fresas, como los dulces que me regalaste" Dijo recordado vagamente el sabor de aquellos.

Hermione se rió suavemente, creyendo que la conversación era incomodada pero no en el mal sentido, si no que Amelie parecía estar avergonzada de admitir algo tan simple como eso.

"¡Amelie!, ¡Oye Lie!" La voz cantarina de su hermano lleno el pasillo.

Se vio obligada a rodar los ojos por su interrumpió abrupta.

"¡Pero miren que tenemos aquí, ¿acaso la bruja más brillante se perdió?!" Exclamó una vez las vio paradas torpemente en una esquina con Augusta de guardaespaldas. "Imposible" se acercó hasta pasarle un brazo por el cuello a su hermana.

"Ori, ¿qué haces?" Preguntó nerviosa.

"Vine a buscarte, pero veo que estás ocupada" alzo ambas cejas varias veces a las dos niña, sin embargo, sólo Hermione fue capaz de entender a que se refería.

"Nada más estábamos hablando" Amelie se cruzó de brazos con firmeza, ambos llevaron sus ojos plateados hacia Hermione, quien parecía más nerviosa de lo normal

Orion ignoró las palabras de su hermana, y en cambio se dirigió hacia Hermione. "Dime Granger, ¿viniste a felicitar a mi hermanita por su increíble juego?!"

Hermione entonces balbuceó unas palabras incoherentes, antes de pasarse las manos por la cara con frustración.
"Lo siento, yo lo olvidé, pero sabes que estuviste genial" murmuro.

Orion se rió por lo bajo, mientras que a su hermana le brillaban los ojos por la felicitación que más esperaba, aunque solo fueron unas simples palabras.

"¿Estuvo genial eh?" Se llevó la mano a la barbilla como si estuviera penado en algo, luego volvió a mirarla con una sonrisa pícara. "Sabes escuche por casualidad que tú, Hermione Granger, llamaste a McLaggen idiota" la señaló con un dedo, y esta vez la castaña tenía toda la cara colorada.

"No-yo...quiero decir-si" tartamudeo mirando a todos lados y rezándole a Merlin para que la librara de esto.

"¿Por que lo llamaste idiota?" Preguntó Amelie ladeado la cabeza, Hermione abrió y cerró la boca varías veces, creyendo que la niña parecía un pequeño cachorro.

"Vamos dínoslo Granger, ¿por qué?" Orion se aguantó la risa.

Y de repente desde el otro lado del pasillo, Merlin le hizo caso a Hermione.

"¿Amy?" Gritó la voz de Draco Malfoy interrumpiendo las burlas de Orion, quien rodó los ojos disgustado.

"¡Demonios!, lo siento señoritas pero es mi turno de hacer mis trucos de distractor, ¡vamos Gus!" exclamó antes de salir corriendo por el pasillo donde Draco se acercaba, Gus justo detrás de él.

Amelie se puso nerviosa y Hermione lo noto.
"Me iré a hora, no quiero problemas" hablo esperando que la pelinegra la detuviera y le dijera que no le importaba si Draco las veía, pero eso no pasó.

"Lo siento, ¿podemos hablar mañana?" Preguntó rápidamente, llevando su mirada de ella hacia el pasillo detrás de ella.

"Por supuesto, te veré mañana y de verdad lo hiciste increíble en el partido" hablo comenzando a caminar por el pasillo contrario.

"Gracias, ¿te parecer si nos vemos en la biblioteca?, podemos estudiar o hacer tareas si quieres"

"¿En la tarde?" Exclamó ilusionada, ya unos pasos lejos de Amelie.

"En la tarde" confirmó con un asentimiento de cabeza que fue devuelto con una enorme sonrisa.

De pronto del pasillo detrás de ella, aparecía Draco.
"¿Qué estás haciendo Amelie?" Ella lo miro para después volver a llevar su vista hacia donde Hermione ya no estaba.

"Nada, solo tomando aire" se encogió de hombros antes de acercarse a el.

"Ok, ¿crees que podría quitarme a Gus de encima?" Murmuro, y ella llevó su vista hacia abajo donde Augusta estaba aferrada a la pierna de Draco, haciendo que su caminar fuera difícil.

Amelie se rió alegremente, y tomó a Gus para después repartirle besos por toda su cabeza blanca.
"Volvamos a la sala común Draco"

Ambos volvieron por el pasillo en silencio, Draco queriendo acercarse a ella y tomarle la mano, pero retractándose cada vez que Augusta le gruñía.
Cuando entraron en su sala común, todo estaba exactamente como lo dejó, con la diferencia de que ahora Robyn estaba arriba de una mesa, mientras alzaba una espada y la apuntaba hacia Esther, quien también tenía una.

"¡Amelie piensa rápido!" Gritó Theo una vez que la vio entrar, lanzado una de las espadas que siempre usaban para jugar en su tiempo libre, aunque estaba prohibido bajarlas de donde estaban.

Rosier la atrapó, ya sabiendo a donde se dirigía esto, miro hacia la derecha para ver a su hermano recargado cerca del sofá, le dio un pequeño guiño que ella le devolvió.

"¡Prepárente para morir Theo!" Exclamó bajando a su mascota y levantando en alto su arma.

"Ja, eso ya lo veremos" gritó de la misma manera.
Ambos se arrojaron hacia enfrente, escuchando de fondo los gritos de sus nombres que los Slytherin mayores les daban.

Con el corazón acelerado, mirando a su alrededor para ver a todos sonreír y reírse a carcajadas.

Amelie se sintió plenamente feliz en aquel momento.

Pero todo lo bueno en la vida no dura para siempre, así que al menos se aseguraría de recordar esto cuando los días oscuros lleguen.

Se aferraría a toda la luz que sus memorias le den.









-Gracias por leer, y perdón si me retraso con los capítulos, siempre empiezo a escribir algo, y lo termino dejando para el final.😭

Pd: No quiero asustarlos ni nada, pero en el próximo capituló habrá drama. 👀 Chao.

Número de palabras: 6071

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