"WONDERWALL; Hermione Granger"

By August_dann

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❝ Y todos los caminos que tenemos que recorrer son tortuosos, y todas las luces que nos conducen allí nos est... More

"Prólogo"
El prisionero de Azkabán
⭑ "Primer trauma del año"
⭑ "Nuevas reglas"
⭑ "Draco y su mala suerte"
⭑ "El boggart del armario"
⭑ "Sirius Black"
⭑ "¿Augusta o Hermione?"
⭑ "El partido de Quidditch sale mal"
⭑ "Dia de hospital"
⭑ "Hogsmeade"
⭑ "Un nuevo Rosier"
⭑ "Disculpas y ranas de chocolate"⭒
⭑ "¿Cita?"
⭑ "Tú"
⭑ "Como una puesta de sol"⭒
⭑ "Salamandras y un perro mañoso"
⭑ "Patronus"
⭑ "Amelie contra Ravenclaw"
⭑ "Una perfecta heredera"
⭑ "Me besaste"
⭑ "Tejones contra Aguilas"⭒
⭑ "Como hacer enojar a un Rosier. By: Draco Malfoy"⭒
⭑ "Black odia a los pelirrojos"
⭑ "¿Potter perdió la cabeza?"
⭑ "Copa de Quidditch"
⭑ "Predicción"
⭑ "Un perro, dos gatos y una rata"
⭑ "Accidentalmente asesine a mi profesor de pociones"
⭑ "El secreto de Hermione"
⭑ "Plumas de azúcar"
El cáliz de fuego
⭑ "Beautiful girl"
⭑ "Starry eyes"
⭑ "Happy birthday, Amelie"
⭑ "Dollhouse"
⭑ "Sunlight"
⭑ "Un ángel en el infierno"
⭑ "Comida hecha de esclavitud"
⭑ "Los increíbles hurones botadores"
⭑ "Maldiciones Imperdonables"
⭑ "Feliz cumpleaños, Granger"
⭑ "Enemigo con rostro bonito"
⭑ "¿Ojoloco Moody?"
⭑ "Potter, the flying boy"
⭑ "Smithereens"
⭑ "When you know, you know"
⭑ "Problemas, problemas y más problemas"
⭑ "Desamor"
⭑ "Juramento Inquebrantable"
La Orden del Fénix
⭑ "Casa Black"
⭑ "Regulus A. Black"
⭑ "Slytherin, Gryffindor and Ravenclaw"

⭑ "Bienvenida con postres a media noche"⭒

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By August_dann


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Hermione se había despertado esta mañana con mejor estado de ánimo, aún se sentía ligeramente cansada por el trabajo obsesivo que tenía, pero al menos no se encontraba de mal humor como siempre y eso ya era un logro bastante bueno.

Cuando se preparó para ir a desayunar sus ojos avellana fueron a dar con una bufanda verde esparcida por la mesa donde se encontraban sus libros, misma mesa que ayer estaba ocupando, se acercó y con cuidado comenzó a doblarla para después meterla en un cajón de su mesita de noche, se suponía que la prenda sería devuelta a su dueña cuando ya no la necesitará, pero para su mala suerte aquella bufanda desprendía un olor tan dulce que lograba darle paz, y Hermione la había ocupado para calmar su estrés cuando estaba trabajando en sus tareas.
Por lo que había decidió no devolverla en absoluto y más bien conservarla para ella misma, al menos hasta que el olor tan bonito que poseía desapareciera.

Antes de irse por completo de su habitación, sacó debajo de su almohada aquel pequeño detalle que le daría a la niña por su ayuda en la biblioteca, era algo pequeño pero estaba hecho con dedicación y esperaba que Amelie le gustara tanto como a ella.

Una vez que bajó hacia su sala común con un libro en mano pudo ver a Crookshanks y a...¿Augusta?, la cual se encontraba maullando para que alguien le abriera aquel retrato, ¿Cómo había entrado en primer lugar? se preguntó Hermione, tuvo que haber pasado aquí la noche si ahora ya no podía volver por donde vino.
Con cuidado se acercó a ambos gatos, y en cuanto Gus la vio comenzó a ronronear en su pierna feliz de ver una cara familiar.

Hermione se abrió paso en el retrato de sir Cadogan, para encaminarse hacia el gran comedor siendo seguida por la gatita blanca, la castaña pensó que buscaría a su dueña una vez que estuviera afuera, y se sorprendió un poco de ver que en cambio estaba pegada siguiéndola.
Inconscientemente su mente divagó hacia la niña de ojos grises, cuya presencia estaba empezando a anhelar, aun sabiendo qué eventualmente aquellas interacciones se terminarían cuando su grupo de Slytherin volviera de vacaciones y para su mala suerte eso era hoy en la noche.

Hermione tenía la ligera esperanza de que sus pensamientos fueron incorrectos, y que para Amelie sus amigos no fueran un impedimento a su posible amistad.
La castaña no quería volver a pasar por lo mismo de nuevo, donde solo compartían un par de miradas desde el otro lado del gran comedor, ahora quería estar cerca de la niña tanto como pudiera.

Había querido tener conversaciones tan agradables con ella desde la primera vez que la vio en la estación del tren, donde sus ojos chocaron de manera cálida aunque no se conocieran, Hermione aun podía recordar como su corazón se detuvo por un momento y se quedó sin aliento al ver aquel color platinado brillar con intensidad.
Sintió una inmensa alegría de solo pensar en acercarse a la niña linda, pero pronto se llevó una desilusión que la hizo retroceder totalmente, llevándola a solo admirarla cuando ella no se daba cuenta.

Hasta ahora, donde el destino había querido cumplir su deseo y poder conocer de manera fugaz a la niña de ojos grises, sonrió de manera inconsciente al recordar la tarde de ayer, si bien había estado insegura en ir con ella, al final acabo con ganas de seguir escuchándola divagar sobre temas triviales, si hubiera sido otra persona Hermione probablemente le pediría que se callara, pero se trataba de Amelie, y por ella definitivamente prestaría atención a cualquier cosa que saliera de su boca.

Augusta maulló para llamar su atención, y la castaña se dio cuenta de que habían llegado al gran comedor, se podía escuchar las voces animadas de los tres Slytherin cuyo animo estaba por el cielo.
Hermione cargo ala pequeña gatita y entró con calma, llevándose la ligera sorpresa de ver de nuevo las mesas divididas por casas en sus lugares, camino con cuidado a la suya donde para su mala suerte no había nadie.

En cuanto se acercó a su mesa, Augusta salto de sus brazos para salir corriendo en busca de Amelie, quien volteó hacia atrás al escuchar a su pequeña mascota maullar por ella.

"¡Gus!" la recibió con los brazos abiertos. "¿Dónde habías estado bonita?" Murmuro mientras recibía lamidas en la mejilla.

Hermione sonrió ante aquella escena y fue a sentarse a su lugar para poder desayunar adecuadamente, en sus manos aun estaba aquel libro que tenía programado leer el día de hoy.

"Oye Lie, Granger ya llego" Orion llamo la atención de su hermana para señalar con la cabeza hacia la mesa de Gryffindor.

"Si lo noté" respondió comenzado a levantarse de su lugar para poder hablar con la castaña, quien se había puesto a leer tranquilamente.

Una vez que se acercó hasta la mesa Gryffindor se dejó caer en el asiento frente a la niña sin ninguna invitación, Hermione levantó la vista para mirarla con curiosidad por la mueca ligera de desagrado que tenía.

"Buenos días Granger, ¿qué tal pasaste la noche?" preguntó mientras se recargaba en sus dos manos para verla directamente.

"Bastante bien gracias, ¿qué tal tú?"

"Yo diría que bien, por cierto, debemos terminar aquel informe ¿no? ¿Por qué no traes tu mochila contigo?" levanto una ceja ante aquello, ayer le había prometido que terminarían juntas el trabajo.

"Bueno digamos que ya lo termine" admitió asintiendo varias veces con la cabeza.

"¿Todo?, ¡Vaya si que eres rápida!" exclamó con una sonrisa, sabia perfectamente que Hermione terminaría aquel trabajo sola porque no le gustaba hacer las cosas al final, como Amelie solía hacerlas en ocasiones.

Aunque fuera alguien que entregara sus trabajos en tiempo y forma también tenia sus momentos de relajación donde solía ir de un lado a otro con Theo en la sala común, jugando con las espadas que había colgadas en el lugar y las cuales se supone que no debían tocar.

"Era poco, así que lo acabe cuando hice mis nuevos apuntes" se encogió de hombros restándole importancia.

Amelie se quedó unos segundos pensativa, ¿cómo es que podía tener tantas clases, si algunas tocaban en la misma hora?, además últimamente Hermione se veía más cansada de lo normal, incluso parecía igual de enferma que el profesor Lupin.

"Bueno en ese caso, ¿quisieras venir con nosotros al campo de Quidditch?" le propuso señalando con la cabeza hacia la mesa de serpientes, Hermione llevó su vista hacia allá donde Orion y Robyn la saludaron animadamente con la mano.

"No lo sé...tengo que leer este libro" murmuro mientras les devolvía el saludo. "Además, ¿por qué irán al campo de Quidditch?"

"Para volar en escoba, Granger" hablo con obviedad sonriendo ligeramente. "Le estoy dando lecciones a Roby sobre cómo volar y mientras tanto podríamos hablar de lo que quieras, o también puedes leer tu libro con tranquilidad" propuso sinceramente, aunque sabía que eso no era verdad, con Orion cerca ella no tendría chance de leer nada por lo ruidoso que era.

"¿No aceptarás una respuesta negativa verdad?" su tono de voz burlona mientras veía a la pelinegra encogerse de hombros.

"Siempre puedo aceptar un no, pero dado el caso que hoy es el último día donde podremos tener Hogwarts para nosotros, no puedo aceptarlo viniendo de ti" se acercó para picarle una mejilla con un dedo.

"Bien de acuerdo, pero solo por esta vez" aceptó disimulando su entusiasmo.

Amelie asintió emocionada, y le sonrió despidiéndose para volver alegremente a su mesa con sus amigos donde inmediatamente le preguntaron que había dicho la castaña.

Aquellas tres serpientes comenzaban a tenerle cierto afecto, a pesar de sólo a ver compartido un par de días juntos y aunque sabían que las cosas serían más complicadas cuando todos volvieran a sus clases, querían al menos intentar descubrir un mundo nuevo y esperaban que fuera Hermione quien se los mostrara.

Amelie era quien tenía más ilusión por revelar más cosas como el pequeño librito que le había dado a Robyn del cual se había enamorado completamente.

Una vez los tres terminaron desayunar esperaron pacientemente a que Hermione les diera una señal para irse, la cual no tardó en llegar, pues por las puertas principales entraron Potter y Weasley, quien para la felicidad de las tres serpientes aún tenía el pelo manchado de tonos verde y rojos.

"¿Acaso no sabe que puede cambiarse el color?" Robyn murmuro con una risa, cuando el los vio los tres lo saludaron con la mano, en burla.

"Es mejor así, quiero que Theo vea eso" le respondió Amelie sin apartar la vista del pelirrojo, el cual se sentó junto a Harry. Y como habían estado haciendo se alejaron de Hermione, la cual no pareció importarle en absoluto, por lo que se levantó de su lugar lanzándole una mirada a Amelie que entendió a la perfección.

"Vámonos después podemos burlarnos de Weasley" se levantó de su lugar siendo seguida por su hermano y la pelirroja, quien sacó debajo de la mesa aquella saeta de fuego que llamó la atención de Ron.

Amelie casi olvida que nadie a excepción de los Slytherin (Y Harry) sabían sobre su preciada posesión, pues cuando la utilizó en el primer partido de Quidditch la lluvia intensa evitó que todos pudieran ver su nueva escoba.

Caminaron a pasos rápidos a la salida donde Hermione ya los estaba esperando, y tan pronto las dos serpientes la saludaron con una sonrisa empezaron a caminar directo hasta el campo de Quidditch.

Amelie no pudo evitar pregúntale a Hermione sobre su repentino alejamiento de sus amigos, casi siempre que la veía ella estaba cerca de ellos, pero ahora parecían que habían peleado de manera más fuerte que en el gran comedor aquella vez.

"Y dime Granger ¿por qué ahora no te sientas con Potter?" preguntó alzando una ceja con curiosidad.

Amelie la miro mientras está solo bufaba como si hubiera recordado la razón.

"Están molestos conmigo" murmuro avergonzada.

"¡Eso suena fatal!" Exclamó Robyn al frente de ellas dos.

"¿Por qué se molestarían contigo?" Orion frunció las cejas totalmente desconcertado, no pensaría en Hermione como alguien de pelear, pero si había alguien a quien le gustaba armar problemas ese era Weasley, por lo que se imaginó que él era responsable.

"Fue por Harry, el recibió una saeta de fuego en la navidad...

"¡Eso es increíble!" exclamó la pelinegra entusiasmada por ver aquel regalo en las manos de Harry.

"Si, pero ya no la tiene"

"¿Por qué? ¿Se quivocó de regalo y era para alguien más?" Murmuró, Amelie con curiosidad.

"No, la profesora McGonagall se la quito porque pensamos que podía ser un intento de Black para matar a Harry" respondió de manera simple.

Cuando mencionó aquello los dos hermanos se tensaron en su lugar, eran un tema incómodo para ellos aunque no tuvieran nada que ver.

"Bueno te preocupaste por el y eso es lo que hace un amigo ¿no? ¿Por qué se molestaría contigo por eso?"

Hermione a su lado ladeó la cabeza creyendo que la niña estaba siendo demasiado amable.

"Si pero ellos no creen lo mismo, piensan que será mi culpa cuando la desmonten y no quedara igual de nueva...

"Wow ¿qué?" La interrumpió de nuevo Amelie y las dos serpientes enfrente voltearon un poco ofendidos ante aquella revelación. "¿Desmontarán la escoba? ¡Eso tiene que ser una falta de respeto! ¡Un ataque de odio hacia Potter!"

"¡Estoy de acuerdo, no puede hacerle eso a una grandiosa escoba!" Robyn exclamó con firmeza como si la hubieran ofendido a ella.

Hermione estuvo todo el camino escuchando como las dos niñas divagaban sobre el horrible crimen que la profesora McGonagall estaba cometiendo contra la saeta de fuego, que según ellas era inocente.

Orion solo se reía animadamente y de vez en cuando compartía miradas con Hermione susurrándole lo tontas que se veían.

Para cuando llegaron al campo fueron a sentarse en las gradas donde Hermione pudo abrir su libro e intentar leerlo con toda la calma del mundo, o algo así porque podía escuchar a la perfección la manera linda en que Amelie susurraba palabras de aliento y consejos a Robyn, la cual asentía con firmeza, atenta a cada palabra.

Estuvieron un tiempo en silencio, algunas veces Amelie gritaba entusiasmada por Robyn cuando hacia alguna vuelta pequeña que para Rosier era impresionante.

El día siguió su transcurso normal.

Las tres serpientes y Hermione se mantuvieron ocupados en pláticas que el niño Rosier iniciaba por curiosidad, desde que era el artefacto en su mano (reloj) hasta el lugar donde vivía la castaña. A ella no le parecían preguntas incómodas por lo que se dedicaba a contestar cada una de ellas, Amelie a su lado la miraba de reojo cada vez que hablaba o decía algo que llamaba su atención, como cuando hablo sobre la playa que había visitado cuando era más joven, los hermanos Rosier se llenaron de emoción ante aquel escenario maravilloso que la niña les estaba describiendo.

Cuando Robyn terminó cansada de usar la saeta de fuego bajo para encontrarse a Hermione platicando animadamente sobre la feria que siempre había en los veranos cuando las clases finalizaban. Ella sin falta alguna visitaba aquel lugar para comer todo tipo de comida chatarra, jugar retos o simplemente subirse a la rueda de la fortuna porque las demás atracciones le causan miedo.

A las tres serpientes les brillaron los ojos cuando ella los invitó. Y por si alguna vez querían ir, ella estaría encantada de darles un pequeño paseo.

Entonces fue ahí cuando el ánimo de los tres cayó, aunque tuvieran tantas ganas de visitar aquel lugar sabían que sus padres nunca les darían el permiso, además de que lo tomarían como un insulto. ¿Sus hijos sangre pura en un lugar de lleno de muggles? Definitivamente no, seria un error total que tendría consecuencias severas.

"Tu invitación es agradable Granger, gracias" Orion le sonrió y se levantó de su lugar a su lado para tomar la saeta de fuego de las manos de Robyn y poder dar el un par de vueltas aunque no fuera muy bueno en la escoba.

"¿Y qué clase de premios se gana allí? ¿Un dragón tal vez?" Preguntó Amelie con curiosidad mientras la pelirroja tomaba asiento a su otro lado.

"Dudo mucho que te den un dragón de verdad pero, si puedes encontrar de peluche" Hermione se rió ligeramente de sus ocurrencias.

"¿De peluche? ¿No es mejor uno de verdad?" esta vez hablo Robyn llevado sus manos hasta su barbilla como si tratara de pensar cual seria mejor.

Hermione entonces les explico que no era posible que obtuvieran un dragón, pues los muggles no creían en esas cosas y mucho menos en la magia, pero que había otro tipo de premios agradable.

Aunque para Amelie no habría nada mejor que obtener un dragón, así podría ir en el a todos lados.

[...]

Para cuando volvieron del campo de Quidditch pudieron darse cuenta de que los estudiantes que fueron de vacaciones para navidad habían regresado, las carrozas estaban deteniendo su paso enfrente de las puertas de Hogwarts por lo que Hermione no queriendo tener una escena extraña con los Slytherin prefirió despedirse de ellos e ir en busca de su amiga pelirroja que también había vuelto.

Hasta que recordó lo que permanecía en su bolsillo.

"¡Espera Amelie!" Hermione detuvo a la pelinegra cuando vio que estaba apunto de irse, recordando cómo tenía un pequeño regalo para ella.

"¿Qué ocurre?" Preguntó confundida mientras llevaba su vista a todos lados esperando que nadie las viera.

"Yo hice esto para ti" murmuro para después sacar una pequeña flor echa de papel como la que ella había hecho en navidad, solo que estaba ligeramente pintada de naranja. "Gracias por tu ayuda en la biblioteca y feliz año nuevo" le dio una sonrisa sincera, y se marchó sin esperar respuesta alguna sintiendo sus mejillas calientes.

Amelie se quedó mirando la pequeña flor en su mano, era incluso más bonita del que ella le había dado. Y estaba mejor hecha, eso era definitivo.

Cuando termino de admirarla se la metió en el bolsillo de su sudadera y se acercó a pasos rápidos hasta donde pudo ver la silueta de su hermano mayor.

Amelie estaba a punto de pararse a su lado cuando se vio atrapada en unos brazos que la rodearon para después levantarla levemente del piso.

"¡Amy, te extrañe!" Theo exclamó haciéndola girar en su lugar.

"Hola Theo, también te extrañe" hablo una vez que el la bajo para poder abrazarse mejor, hasta que un carraspeo llamo la atención de ambos separándolos.

"¿No hay abrazo para mi?" Draco alzo las cejas y entrecerró los ojos hacia Amelie quien se encogió de hombros sujetando ahora la mano de su amigo.

"Si pero Theo es primero" declaró ladeando la cabeza en burla al rubio quien bufo ofendió.

El grupo completo de serpientes se acercaron hasta ellos, una vez escucharon a su amiga hablar.

"¡Huy, escucharon eso, es el corazón de Draco rompiéndose!" Se burló Cristina acercándose a lado de su amigo para revolverle su rubio cabello.

Draco se rió sarcásticamente, mientras trataba de acomodarse el cabello con el entrecejo fruncido, viendo como Amelie abrazaba a Cristina y besaba su mejilla.

Orion y Blaise quienes se había ido por un momento con Robyn para que ella les presentara a sus amigos de grado, volvieron para encontrase con el abrazo que Amelie le estaba dando a su amigo rubio, el cual parecía más feliz que nunca.

Felicidad que acabo una vez que Orion lo jalo del suéter para que soltara a su hermana, sus ojos ardiendo en furia sabiendo ya sus intenciones.

"¿Y a este qué le pasa?" le preguntó Blaise en un susurro a su amiga quien se golpeaba la cabeza contra el brazo de Theo por la torpeza de su hermano.

"Esta molesto" murmuro con la mirada fija en los dos niños quienes habían empezado a discutir.

"¿Es por lo del collar?" Cuestionó Cristina y Amelie asintió sin decir otra palabra para después acercarse a Draco.

"¿Draco podemos hablar?" exclamó sin darle tiempo de responder. "¿Si? ¡Perfecto!" Se acercó ambos niños que pararon de discutir una vez que ella tomó al rubio de la mano, ignorado por completo las quejas del Rosier mayor, quien había sido retenido por Theo cuando quiso acercarse hasta ellos.

Se alejaron hasta la misma esquina donde antes había estado con Hermione, y sin esperar más Amelie le tendió el collar que había llevado consigo esa mañana en su bolsillo dejando al rubio confundido.

"¿No te gustó?" tomo el collar que le ofrecían. "Tal vez pueda conseguirte otro"

"¡No Draco! No se trata de eso" murmuro nerviosa, se acomodo en su lugar y respiro hondo antes de volver a retomar la conversación. "No quiero aceptarlo. Aun somos demasiado jóvenes, ¿no crees?"

"¿Entonces no me aceptas?" parpadeo nervioso por la respuesta de la niña, quien eligió ser honesta por una vez.

O más o menos.

"Por ahora, no..."

"¿Por ahora?, ¿En el futuro será diferente? Porque de verdad me gustas Amy" se acercó hasta tomar su mano y sonrió de manera reconfortante, aunque para Amelie no lo era para nada. "Si es así, entonces esperaré paciente por el futuro"

"Tal vez si...pero pensemos en eso después" Y entonces Draco la volvió a besar, pero esta vez en la mejilla para el alivio de Amelie.

Ambos volvieron al gran comedor donde todos ya estaba cenando animadamente, esta vez las mesas de cada casa estaba llenas de estudiantes felices de volver a casa.

Amelie se acercó a su mesa donde Theo le guardó un lugar a su lado, Draco entonces se acercó hasta Orion pidiendo silenciosamente una tregua la cual aceptó cuando su hermana lo pateo debajo de la mesa.

Platicaron sobre las vacaciones de navidad y Cristina les contó a los dos hermanos sobre el embarazo de su madre Adhara, ya que ella fue de visita a la mansión Rosier por petición de sus padres.

Ninguno de los dos quiso hacer más preguntas al respecto y prefirieron cambiar de tema, llevándolos entonces a mostrarles el increíble trabajo que hizo Robyn al hechizar a Weasley, quien para su buena suerte seguían con el cabello ligeramente colorado de verde, parecía que alguien ya le había intentado quitar aquel color intenso.

"¿Entonces adoptaron a una niña mientras no estábamos?" Blaise bufo divertido de solo pensarlo. "Aunque debo admitir que es muy agradable"

"Yo diría que ella nos adopto" se encogió de hombros Amelie pensando ligeramente en la pequeña pelirroja que estaba a unos asientos más arriba hablando animadamente con sus amigos.

La cena pasó tranquilamente, Amelie había extrañado las voces de cada uno de ellos, pero sobre todo los momentos que tenían en grupo.

Para cuando volvió a su sala común Augusta ya estaba en su cama, esperando pacientemente por su dueña. Amelie la acarició y se acurrucó cerca de ella una vez se cambió a su pijamada habitual, lo único malo del regreso a clases es que tendría que seguir soportando la presencia de Pansy en su dormitorio.

[...]

Era tarde cuando Amelie fue despertada por una gatita violenta, la cual estaba empezando a morderle la cara en un intento de despertarla.

"Gus, déjame dormir" murmuro adormilada dándose la vuelta.

Salto de dolor cuando Augusta le mordió el costado.

"¡Auch! ¿Y eso por qué?" Se levantó de su cama para mirar a su pequeña mascota maullar cerca de la puerta, y no le quedó de otra más que seguirla. "Gus, ¿qué haces?, ¿Quieres que te siga?"

Bajo las escaleras que daban a la sala común llevándose la sorpresa de que Theo estaba ahí.

"¡Hasta que bajas, llevo aquí como media hora!" Bufo cansado.

"¿Qué demonios? Es como la 1 de la mañana, ¿por qué estas despierto?" Exclamó acercándose a su amigo el cual tenía una sonrisa enorme en la cara.

"Porque tu y yo tendremos una pequeña cita" susurro guiñándole un ojo, pero a diferencia de Draco, Amelie no tuvo el instinto de rodar los ojos, en cambio de se rió suavemente.

"¿Así? ¿No es un poco tarde para una cita?" Se volvió hacia Theo aun con una sonrisa.

"Nunca es tarde para...¡Postres nocturnos!" exclamó emocionado para dar media vuelta directo al gran muro.

"¿Qué?, ¿De dónde demonios vas a sacar postres a esta hora?" Amelie lo siguió de cerca cuando salió de la sala común y empezó a caminar sin miedo alguna. "¿Theo a dónde vas?" se acercó para sujetarle la mano con miedo por la oscuridad que estaban presenciando.

"Este verano descubrí algo fabuloso, mi madre me lo mostró, oh bueno más bien me contó" Amelie lo escucho mientras él levantaba su varita para iluminar el pasillo, ya que ella había olvidado la suya. "Se trata de las cocinas" anuncio irguiéndose en su lugar con orgullo.

"¿Cocinas?, ¿Hay cocinas en Hogwarts?" preguntó entusiasmada.

"Así es, y ahí es a dónde vamos ahora, ya verás será divertido" la jalo para que diera una vuelta mientras seguía caminado, la pequeña gatita estaba detrás de ellos.

"¿Y a dónde quedan?

"En la sala común de Hufflepuff" se encogió de hombros como si fuera una respuesta obvia.

"Oh...¿Y sabes dónde esta?" Volvió a pregúntale a su amigo, el cual casi siempre era muy despistado.

"No lo sabia, hasta que en el tren obligue a dos pequeños a decírmelo" sonrió como un niño pequeño y Amelie bufo.

"Ehh...voy a ignorar eso ahora mismo"

Se mantuvieron en una conversación trivial todo el camino, para evitar dormirse Amelie se recargó en el hombro de Theo mientras seguía caminado, había extrañado su presencia aunque aveces hiciera cosas extrañas, como ahora mismo.

Se suponía que ninguno debía estar afuera de su cama a altas horas de la noche, sin embargo aquí estaban, alertas por si algún perfecto aparecía de la nada, o aun peor, el asesino Black.

Amelie estaba segura de que si aparecía en este momento ella saldría corriendo de inmediato, y también sabía que Theo se quedaría a protegerla sin importar que, lo cual la hacía sentir culpable.

Muy culpable.

Pero no podía decirle nada, ella siempre había sido cobarde desde que era una niña. Y algunas cosas nunca cambian, al menos que algo pase que te haga cambiar.

Pero no es como si ella tuviera que enfrentar a algo terrible cada año, como Harry Potter, e incluso si fuera así, ella probablemente lo esquivaría como una persona inteligente.

Por una razón no era Gryffindor.

"Mira Amy, ahí es" señalo Theo cuando por fin habían bajado las escaleras que conducían ala sala común de Hufflepuff o al menos eso creyó Amelie.

Se acercaron lo suficiente para ver un retrato de ¿frutas?. Bueno eso sí que era raro, ella esperaba algo más sofisticado o incluso algo más oscuro, y pensó que podría a ver alguien custodiando el lugar, pero no.

No había nadie ahí.

"Tenemos que hacerle cosquillas" murmuro Theo incitándola a que lo hiciera ella misma. "A la pera"

Amelie con un mueca en la cara se acercó e hizo exactamente lo que su amigo me dijo.

Se sorprendieron cuando se aparecí una perilla. Y sin esperar más Theo abrió la pequeña puerta y entró seguido de Amelie, que se quedó atrás ligeramente para levantar a Gus que aun seguía con ellos.

"Wow, ¡increíble!" Exclamó cuando entró en aquel lugar, había muchos elfos que cuando los vieron se acercaron a ofrecerles cosas, Amelie pensó que nunca había visto a tantos juntos en un mismo lugar. Y mucho menos imagino que ellos preparan comida aquí.

"¿La señoría desea algo?"

"¿El señor se a perdido?

"¡Bluey está a su servicio!"

Todos estaba siendo demasiado amables, que Amelie pensó que era un sueño, cada uno le ofrecía un poco de comida o le preguntaban si necesitaba algo relacionado con su uniforme.

"Te dije que seria genial" Theo le dio palmadas en el hombro para empezar a pedirles postres de todo tipo, y como si fuera la cosa más genial del mundo, los elfos no dudaron en preparar todo.

Amelie pasó toda la noche comiendo y bebiendo cosas con mucha azúcar, si su madre la viera ahora seguramente le daría un infarto, pero ¿a quién le importa?, si eso pasará ella no estaría nada triste.

Aunque seguramente después de esto tendría que ir con Hermione para que la llevara con un derista o ¿era denmista? Ella no lo recordaba, su memoria era mala, sobre todo ahora que lo único en lo que podía pensar era en vomitar.

Ella no lo hizo.

Más bien se quedó dormida en el hombro de su amigo, el cual se encontraba igual o peor que ella.

Ambos tendrían que volver a su habitación, pero se quedaron dormidos sin importarles el lugar o la posición tan incomoda en la que estaban.

Mañana se preocuparían por eso, pero ahora no les importo.






-¡En el próximo capítulo, Amy conocerá a la versión pulgosa de Sirius! <3

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